EjerciciosArcquidiócesis de León

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al encuentro con Cristo a través de su Palabra

ContenidoPrimer día

Ejercicios cuaresm ales para adultos

Dios nos habla a través de su hijo Jesucristo, Palabra encarnada 6

Segundo día Jesús nos invita a un cambio de vida 10

Tercer día La propuesta de Jesús para el hombre de hoy 14

Cuarto día La Palabra de Dios en la fe y en la vida de la Iglesia 17

Quinto día Cristo resucitado, Luz para el mundo de hoy 20

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Ejercicios cuaresm ales para niños y adolescentes

Primer día Dios se da a conocer a través de Jesús que nace de María

Segundo día Nos encontramos con Jesús cuando leemos la Biblia

Tercer día Jesús nos invita a participar en su Reino

Cuarto día Jesús es amigo de todos

Quinto día Cristo resucitado es la Luz que nos guía

Via crucis para niños

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37

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COLABORADORES- t , js

Pbro. Luis Antonio Balderas Tovar Pbro. Cirilo Olvera Pérez

Pbro. Justo Pedroza Moreno Pbro. Joaquín Reyes Aceves

Pbro. José Netzahualcóyotl Chávez M. Nicolás Romo Valdivia

Hna. Elisa Plascencia Díaz CJC Hna. María Valdéz Almendárez CJC

María Ascención Villegas Macías Martha Ana Ruiz Ramírez

Ma. de la Luz Cristina Madariaga Marín Pablo Romero Huerta

María Leticia Acevedo Negrete Angélica Macías Maho

Francisca Castoreña Norma Jacqueline Ávila Orozco

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presentación Se fas meditaciones para fos ejercicios Cuaresmales

Año del Señar 2014

Queridos hermanos Presbíteros, Religiosos y Fieles cristianos laicos:

Me alegra presentar, a todos los fieles de nuestra Arquidiócesis de León, las meditaciones que nos guiarán este año en nuestros Ejercicios cuaresmales que viviremos en las Parroquias, en las pequeñas comunidades de vida cristiana, en los grupos apostólicos. También, es muy conveniente, vivirlos en las Comunidades religiosas.

Tengo mucho interés en que se fortalezca y se recupere esta práctica que tanto bien a hecho a las almas en la vida de la Iglesia. Los ejercicios espirituales son la ocasión de discernir delante de Dios nuestra vida cristiana, fortalecerla buscando caminar hacia nuestra salvación, recorriendo vida de santidad. A esto nos conduce la conversión de! corazón. Los ejercicios espirituales no son para estudiar temas, sino para buscar la misericordia de Dios y experimentarla en nuestra \ ida. Son una escuela de oración

Por lo mismo, he sugerido que este año las meditaciones sean sobre la Palabra de Dios para conocerla y. en ella, poder conocer su voluntad y su rostro. Ella es solida, es la verdadera realidad sobre la que hemos de basar nuestra existencia.

Invito a mis hermanos Presbíteros a que Ustedes, personalmente, prediquen los ejercicios en las sedes parroquiales y ofrezcan este m ism o servicio en los demás templos o comunidades de vida cristiana de los sectores que son parte de la comunidad parroquial: donde, si no es posible que los predique un presbítero, es muy conveniente invitar y preparar a religiosos y laicos para este ministerio de la predicación. Ofrezcan una semana a los niños, a los adolecenles, a los jóvenes y a las personas adultas, invitando de manera especial a los matrimonios. Lo mismo ofrezcan el sacramento de la Reconciliación para recibir el perdón y la gracia del amor de Dios.

Con la ayuda de estos subsidios., todos los que formamos el Pueblo de Dios de la Arquidiócesis de León, prepararemos nuestro corazón para celebrar con mucho fruto la Pascua de Resurrección.

Oremos para que podamos aprender con toda nuestra existencia a decir: "Yo soy ¡uva. Señor'- Así estaremos en el corazón de la Palabra. Así seremos salvados.

Los saludo y los bendigo en el Señor.

INTRODUCCIÓN

“Estudien la Escritura pensando que encierra vida eterna porque ella da testimonio de mí” (Jn 5.39:

Todo momento de nuestra vida cristiana es oportuno para volvernos a Dios, convertirnos y rectificar nuestro camino para orientarlo hacia Él. Sin embargo, el tiempo de la Cuaresma es el tiempo privilegiado que tenemos en la Iglesia para reconciliarnos con Dios y, renovados e impulsados por su gracia, esforzarnos por vivir de una manera nueva.

La Cuaresma es un tiempo en que el Señor nos ofrece su gracia de manera especial para que cambiemos de vida y volvamos a Él que nos ofrece su misericordia y su amor; por eso, Él como enviado del Padre que guía a su rebaño, sigue saliendo en busca de la oveja perdida. Es necesario que estemos atentos y sepamos escuchar la voz del Pastor que quiere conducirnos a pastos mejores (Cfr. Sal 23,2) y darnos la vida eterna.

En estos ejercicios cuaresmales, se nos invita a escuchar la Palabra que nos lleva a reconocer a Jesús como Palabra Encarnada para encontrarnos con Él, camino de auténtica conversión y de renovada comunión y solidaridad. Por lo tanto, como creyentes, es necesario aceptar la propuesta de Jesús que es entrar en el Reino como Iglesia. Que Cristo resucitado, luz para el mundo de hoy, nos ayude a vivir de una manera comprometida con cada una de nuestras familias y comunidades.

El objetivo que pretendemos con estos ejercicios cuaresmales es que cada una de las personas logremos contemplar y reflexionar la Palabra de Dios, centro de nuestra vida para que, a través del encuentro con Cristo nos dejemos conducir a una conversión continua y vivamos con alegría la resurrección de Cristo como sus discípulos misioneros.

Para lograr este objetivo, sugerimos las siguientes notas pedagógicas generales:

Conservar la Sagrada Escritura en un lugar central y leer desde ella los textos bíblicos como un signo visible de que Dios nos habla a través de su Palabra.

Pedir a los participantes, tanto adultos como adolescentes y niños que en la semana tengan su Biblia durante los ejercicios cuaresmales e invitarlos a que lean las citas que se proponen en cada uno de los temas para que tengan contacto con la Palabra.

En estos ejercicios espirituales de cuaresma estamos utilizando el método deductivo con los adultos y el método inductivo con los niños y adolescentes, ambos métodos permiten la contemplación y requieren de momentos de silencio que nos lleven a un encuentro personal con Dios, suscitando la conversión.

Las citas que son de confrontar (Cfr.), se sugiere que el catequista las lea antes para que tenga un contexto completo de todo el tema y sólo lea las que considere sean necesarias.

La voz de Cristo, Buen Pastor, se escucha y está presente de una manera especial en su Palabra contenida en la Sagrada Escritura. Si estamos dispuestos a escuchar su voz y no dejar que otras voces de extraños nos distraigan y nos hagan perder el camino (Cfr. Jn 10, 5), comencemos por conocer la Biblia en la que late viva su Palabra y dispongámonos a leerla, tomando en cuenta lo que dice el salmo: “Porque Él es nuestro Dios y nosotros el pueblo que apacienta, el rebaño que Él cuida, ¡Ojalá escuchen hoy su voz! No endurezcan su corazón como en Meribá” (Sal 95,7-8a).

Dimensión Diocesana de Catequesis

Ejercidos cuaresmales para adultos

Una cuaresma al encuentro

con Cristo a través

DIOS NOS HABLA A TRAVÉS DE SU HIJO JESUCRISTO, PALABRA ENCARNADA

ObjetivoReflexionar que Dios Padre nos habla a través de su Palabra manifestada plenamente en Jesucristo y nosinvita a conocerlo, para que fortalezcamos la relación con Él y nuestra vida dé frutos de salvación.

Notas pedagógicas• Es bueno invitar a participar a las personas en la lectura de algún texto bíblico, pero es recomendable

que el catequista, cuando vea que no quedó bien comprendida la lectura, la vuelva a leer, con prudencia para no hacer sentir mal a quien ya lo ha hecho.

• En el momento de la entronización, al iniciar el canto, la Biblia es portada en alto por una persona de la comunidad y la acompañan dos personas con velas encendidas.

Material

• Para la entronización (Biblia, mesa, mantel, atril, cirio, flores)5 Cartel grande con el título del tema para la ambientación del lugar° El canto del momento de la oración escrito en una cartulina• La oración en hojas para todos o en una cartulina

ENTRONIZACIÓN DE LA SAGRADA ESCRITURAMonición: Queridos hermanos, sean bienvenidos a este primer día de nuestros Ejercicios Espirituales de Cuaresma. Vamos a iniciar este momento, entronizando la Biblia. Entronizar es poner en un trono, es decir que la Palabra de Dios ocupe el lugar más importante en nuestra vida.

Nos hemos reunido en torno a la Palabra de Dios porque queremos ser iluminados por ella para continuar con confianza nuestro caminar cristiano. Confesamos que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y queremos seguirlo para que tengamos vida plena.

Al entronizar la Biblia expresamos que la Palabra de Dios nos enseñará el camino a seguir.

Disponemos nuestro corazón y nuestra mente para escuchar con atención la Palabra del Señor.

Cantamos “Tu Palabra me da vida”.

Mientras cantamos, va a entrar procesionalmente la Biblia. Cuando veamos que es colocada en el atril, todos hacemos una reverencia en señal de respeto por ser la Palabra de Dios.

Guía: Dios nuestro, Padre misericordioso, envíanos a tu Espíritu Santo que nos guíe a la verdad plena que es tu Hijo Jesucristo. Ayúdanos, a ejemplo de María Madre, a ser dóciles a la escucha de tu voluntad para que seamos discípulos misioneros capaces de anunciar y testimoniar tu Palabra ante los hombres. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Proclamación de la Palabra

Escuchamos con atención el texto del Evangelio de san Juan 1,1-5.14

(Al terminar la lectura se hace un breve silencio para meditar la Palabra).

Peticiones:

Pidamos al Señor que su Palabra sea acogida por cada uno de manera que dé abundante fruto en nuestra vida, decimos: Que tu Palabra sea fecunda en nosotros

1) Para que la Palabra de Dios sea nuestro alimento cotidiano, que nos fortalezca en el caminar de la fe, la esperanza y la caridad. Oremos

2) Para que la Biblia no sea sólo un adorno en nuestra casa, sino luz que ilumine toda nuestra vida. Oremos

3) Por nuestra comunidad para que el Señor nos bendiga y seamos capaces, por el amor, de recibir la Palabra y dar frutos. Oremos

4) Para que María, Madre de Jesús y Madre Nuestra nos eduque en la escucha de la Palabra. Oremos

CONTEMPLEMOS LA PALABRACristo, la Palabra encarnada

El Papa Benedicto XVI afirma que la Iglesia debe esforzarse porque todos tengamos un encuentro personal con Cristo, ya que él se nos comunica en su palabra (Cf. VD 73). Nos preguntamos ¿quién es este Cristo del que nos habla la Biblia? Escuchemos, ahora, un texto del Nuevo Testamento ¿Alguna persona quiere leerlo desde su Biblia?

“En el pasado muchas veces y de muchas formas habló Dios a nuestros padres por medio de los profetas. En esta etapa final nos ha hablado por medio de su Hijo, a quien nombró heredero de todo, y por quien creó el universo. Él es reflejo de su gloria, la imagen misma de lo que Dios es, y mantiene el universo con su palabra poderosa. Él es el que purificó al mundo de sus pecados, y tomó asiento en el cielo a la derecha del trono de Dios. Así llegó a ser tan superior a los ángeles, cuanto incomparablemente mayores el Nombre que ha heredado” (Heb 1,1-4).

En un momento de silencio dejemos que esta Palabra resuene y penetre en nuestra mente y corazón.

Este texto de la carta a los Hebreos es de suma importancia. Es sorprendente constatar que la historia humana es el escenario en el cual Dios comunica su Palabra. Ha sido voluntad suya dársenos a conocer entrando en diálogo con nosotros.

Por medio de ¡a predicación de los profetas y la realización de grandes prodigios, Dios fue manifestando a los hombres su amor misericordioso.

Dios nos ha hablado a través de la historia de un pueblo

Israel, el pueblo que Dios había elegido, fue experimentando este modo de obrar de Dios con los

hombres. Lo fue comprendiendo poco a poco en la voz de los profetas y lo fue anunciando a todas las naciones. Esto lo constatamos en textos clave de la Sagrada Escritura:

• A Moisés, durante la estancia en el desierto del Sinaí, Dios se le revela como un Dios misericordioso y clemente, paciente, rico en amor y fiel (Cfr. Ex 34,6-7).

° Más tarde, en los profetas Dios sigue recordando este amor misericordioso para mover a su pueblo a la conversión sincera de su pecado de idolatría (Cfr. Os 2,16-22). Esta clemencia y misericordia de Dios, son infinitas, tanto, que las ofrece a todos los hombres, ya que la salvación es universal (Cfr. Jon 4,2).

e Es por ello que el pueblo no se cansa de cantar ai único Dios rico en misericordia, tanto como comunidad, como en la oración individual (Cfr. Sal 86,15; 136).

En Jesucristo. Dios nos siaue hablando

Este Dios fiel y rico en misericordia que se había mostrado en el Antiguo Testamento se manifestó plenamente en Jesús. Él es la Palabra encarnada, como nos lo recuerda san Juan (Cfr. Jn 1,14).

Dios ha querido continuar el diálogo con nosotros ahora de modo más cercano y personal por medio de su Hijo, Palabra encarnada, como una muestra de su inmenso amor por el hombre (Cfr. Jn 3,16). Y ¿quién más que su Hijo para mostrarnos el rostro misericordioso del Padre? Nos lo vuelve a decir san Juan con esta expresión: “de su plenitud hemos recibido todos gracia sobre gracia” (Jn 1,16). En su Hijo, Dios nos ha dado todo, era necesario que lo enviara para que recibiéramos la plenitud de su misericordia. Cristo, mediante su palabra, ha dado

inicio a la salvación definitiva y con su palabra poderosa continúa llevándola a cabo. Él sigue hablándonos, su palabra es viva, actual y eficaz.

Cristo lleva a plenitud la salvación con palabras y obras, Él inicia su misión predicando, anunciando su palabra, la Buena Nueva del Evangelio (Cfr. Mc 1,14- 15; Mt 4,12-17).

La gente que lo escucha y que es testigo de su acción reacciona muchas veces reconociendo la fuerza salvadora de su palabra: “¿qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad!” (Me 1,27). La autoridad de Jesús, que la gente reconoce, radica en que su palabra es divina. Más aún, Él es la Palabra misma de Dios. Por eso, su palabra reúne y convoca (Cfr. Lc 5,1; Mc 4,1-2); llama a sus discípulos a seguirlo (Cfr. Jn 1,38-39; Lc 5,27); perdona al pecador y cura al enfermo (Cfr. Mc 2,5-12); lucha contra el poder de Satanás (Cfr. Le 4,31-37); llama al pecador a una vida nueva y renovada (Cfr. Mc 2,15- 17); dignifica y salva a todo aquel que es marginado y abandonado (Cfr. Lc 17,11-19; Jn 5,1-9).

Estos pocos ejemplos nos muestran que escuchar la palabra de la Escritura en la que nos habla Cristo, Palabra encarnada, nos lleva a un encuentro renovador con Él y nos introduce en un verdadero camino de penitencia, conversión y seguimiento; esto es esencial para nosotros creyentes. Por eso el Papa Benedicto XVI en su Exhortación Apostólica Verbum Domini nos dice “ ...En efecto, la vida cristiana se caracteriza esencialmente por el encuentro con

Jesucristo que nos llama a seguirlo.... Expreso el vivo deseo de que florezca una nueva etapa de mayor amor a la Sagrada Escritura por parte de todos los miembros del pueblo de Dios, de manera que, mediante su lectura orante y fiel a lo largo del tiempo se profundice la relación con la persona misma de Jesús... Renovemos nuestro compromiso de profundizar en la palabra que Dios ha dado a la Iglesia” (VD 72).

Dejemos otro momento de silencio para reflexionar en forma personal sobre todo esto que hemos escuchado.

Centraiidad de la Palabra de Dios en todos ios creyentes

No basta que tengamos la Biblia, sino que también es muy importante formarnos en el conocimiento de ella según la fe de la Iglesia. Si logramos entrar en comunión con Cristo al tener contacto con su palabra, podremos iniciar un camino de auténtica conversión, de renovada comunión y solidaridad. Entonces podremos decir que la Palabra de Dios anima, fortalece y guía toda nuestra vida. Ojalá no cese nunca el hambre de nutrirnos de la Palabra de Dios. Es muy importante estar siempre en diálogo con Jesús en su palabra. Aunque esta es tarea de toda la vida, el tiempo de la Cuaresma es de gran estímulo para decidirnos a realizarla.

CONFRONTEMOS DESDE LA FEHoy la palabra humana está muy devaluada, no siempre se cumple con los compromisos adquiridos. Dios, por el contrario, cuando se entrega a nosotros sus hijos a través de su Palabra, se dona en su totalidad y cumple todo lo que en ella nos ofrece, promete y enseña.

En nuestra vida ordinaria, seguramente hemos escuchado varias veces y en diferentes lugares, la Palabra de Dios, pero son tantas las ocupaciones que tenemos, que no nos damos tiempo para meditarla, reflexionarla y llevarla a la vida. Además, hay voces que aturden nuestra mente y son la causa de que no escuchemos la Palabra de Dios o no la dejamos entrar en nuestra vida para que nos trasforme.

En este tiempo de cuaresma de muchas maneras se nos ofrece la oportunidad de escuchar y reflexionar la Palabra de Dios.

Pensemos un momento en los siguientes cuestionamientos. Después de cada pregunta, se va a dejar un momento para que reflexionemos en forma personal.

• ¿Creemos que la Palabra de Dios es viva y eficaz?• Nosotros, ¿qué lugar le damos a la Palabra, en

nuestra vida personal, en la familia, en los ámbitos dónde nos desarrollamos?

• ¿Cómo hemos dejado que esta Palabra, sea luz en los momentos difíciles que pasamos como personas y familia, en las resoluciones sociales, en los proyectos de nuestra vida?

NOS ENCONTRAMOS CON DIOS EN LA ORACIÓNNos colocamos alrededorde la Sagrada Escritura, que ya ha sido entronizada al principio, la contemplamos por un momento pensando que es Palabra de Dios y, recitamos juntos la siguiente oración:

Padre nuestro, tú nos amas y por eso nos revelas tu plan de salvación, te agradecemos por habernos enviado a Jesucristo tu Hijo amado. Él es tu Palabra viva, que nos revela tu rostro de Padre misericordioso y fiel. Danos un corazón abierto a tu Espíritu para que aprendamos a escucharte y tengamos la valentía de seguirte con un corazón sencillo y generoso; que tu Palabra sea luz que ilumine nuestra vida y dé fruto, para que podamos anunciarla a nuestros hermanos, por Jesucristo nuestro Señor. Amén

Terminamos cantando: Escuchar tu Pa air~=

Canto: “ Escuchar tu Palabra”

Escuchar tu Palabra, es inicio de fe en Ti Señor Meditar tu Palabra es captar tu mensaje de amor Proclamar tu Palabra Señor es estar embebido de Ti Proclamar tu Palabra Señor es ya dar testimonio de Ti mi Dios.

NOS COMPROMETEMOSEs urgente hoy, en toda la Iglesia, que la Palabra de Dios sea la fuente de la que surja toda su actividad pastoral y sobre la que se sostenga su peregrinar en el mundo, de ahí que podemos sugerir tres grandes tareas a realizar:

• Que como creyentes, estudiemos y meditemos la Palabra de Dios para comprender y asimilar su mensaje, lo que Dios nos está diciendo tanto en lo personal, como para nuestra familia y sociedad.

• Que al leer la Palabra, entremos en diálogo y comunión de vida con Cristo presente en ella.

• Que la hagamos vida y la anunciemos a nuestros hermanos.

Para formarnos en el conocimiento de la Palabra de Dios, se nos ofrecen oportunidades en las parroquias y a nivel diocesano. Tenemos por ejemplo en muchas parroquias escuelas de animación bíblica, así como un Instituto Bíblico Diocesano. Seria muy importante que todos los que no han podido adentrarse en el conocimiento de la Biblia, buscaran alguna de estas oportunidades que ya existen, porque pueden pasar y ya ha pasado, que llegan a sus casas los hermanos de otras sectas religiosas a ofrecerles el estudio de la Sagrada Escritura y, por ignorar lo que en la Iglesia Católica se ofrece al respecto tristemente hay quienes abandonen su fe católica y se vayan a otros lugares, pensando que allá sí les ofrecen la palabra de Dios.

2 «JESÚS NOS INVITA A UNCAMBIO DE VIDA>>

Objetivo

Descubrir que la invitación a la conversión es una iniciativa del amor de Dios, para que nos decidamos a un cambio de vida profundo y verdadero desde un encuentro con Cristo.

Materia!

• Un letrero con el texto: “No tienen necesidad del médico los sanos, sino los enfermos. No vine a llamar a justos, sino a pecadores” (Me 2,17). ___________________

CONTEMPLFMOS LA PALABRAEl día de ayer, reflexionamos cómo Dios padre nos habla a través de su Palabra manifestada plenamente en su Hijo Jesucristo, Palabra encarnada. Comprendimos la importancia de conocer y profundizar en la Sagrada Escritura para que conozcamos a Jesús, fortalezcamos nuestra relación con Él y así esta Palabra sea luz en nuestra vida.

Iniciaremos escuchando un texto de la Escritura que muestra un rostro de Jesús sorprendente para su época: Me 2,13-17.

¿Alguna persona quiere leerlo desde su Biblia?

“Salió de nuevo a la orilla del lago. Toda la gente acudía a Él, y Él les enseñaba. Al pasar vio a Leví, el hijo de Alfeo, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de los impuestos, y le dijo: ‘Sígueme’ Él se levantó y lo siguió. Mientras estaba comiendo en su casa, muchos recaudadores de impuestos y pecadores estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. Los letrados del partido fariseo, viéndolo comer con aquéllos, dijeron a los discípulos: ‘¿Por qué come con recaudadores de impuestos y pecadores?’. Los escuchó Jesús y respondió: ‘No tienen necesidad del médico los sanos, sino los enfermos. No vine a llamar a justos, sino a pecadores’”.

Durante unos momentos de silencio, volvemos a leer personalmente el texto, para interiorizar el mensaje.

Todos los pecadores están invitados al encuentro con Jesús

Una buena lectura del texto nos permite darnos cuenta inmediatamente de que en él hay dos partes, dos escenas. Podemos decir que el elemento que unifica ambas, es el siguiente: Jesús no excluye a nadie, es amigo de todos, especialmente de los marginados y quiere sentar a toda la humanidad en el banquete del Reino.

Jesús ha llamado ya a varias personas, pero esta es la primera vez que llama a una persona sobre la que se pueden poner objeciones y críticas. El oficio de Leví como recaudador de impuestos le hacía despreciable, y por consecuencia, considerado pecador público; sin embargo, Jesús lo llama sin temor a enfrentar los desafíos que por su conducta surjan. El texto nos enseña que el seguimiento de Jesús no es cuestión de méritos, sino don gratuito de Dios.

Jesús pasa y observa a Leví, el recaudador de impuestos. Antes de que Jesús le mirara no hacía nada, estaba instalado en su oficio, como si la mesa de los impuestos le mantuviera atado. Tras la llamada de Jesús, todo cambia radicalmente para Leví, se levanta, deja todo, le sigue. Ahora es un hombre en pie, erguido y en camino, hay un cambio radical en su vida.

Decíamos que en este texto, se pueden ver dos escenas, la primera, es el llamado; en la segunda escena, encontramos a Jesús sentado a la mesa con gente considerada apartada de Dios, indigna de acercarse a Él y rechazada por la sociedad. Su gesto de acogida está cuestionando las barreras sociales y religiosas levantadas por los que se consideran “buenos”, “piadosos”, “justos”, por eso, los fariseos piden una explicación. Y es que aceptar la compañía de gente conocida como “de mal vivir” ponía en entredicho su reputación social.

Jesús, explica el porqué de su comportamiento con estas palabras: “No tienen necesidad del médico los sanos, sino los enfermos. No vine a llamar a justos, sino a pecadores”, llama a pecadores y come con ellos porque quiere invitar a todos al gran banquete del Reino. El Dios de Jesús es el Dios-médico, el Dios-inclusión, el Dios-misericordia que anhela sanar cualquier herida que el pecado haya podido causar, raíz de las exclusiones y marginaciones que nos separan.

Es interesante que observemos de nuevo a Leví: antes, cuando estaba en la mesa de los impuestos, era una persona excluida, ahora, con Jesús, en la mesa de la gratuidad y del amor misericordioso, es una persona integrada, amada, alegre, en fiesta.

El Papa Francisco en su Exhortador Apostólica “Evangelii Gaud um". nos cfice ai msfmaSnr “O gran riesgo del mundo actual, con su múflipiey abrumadora oferta de consumo, es una r=:ez= ~c z js ra brota del corazón cómodo .. ave*: a : .s :_eda enfermiza de placeres Su pe r1 es : e a - : e” da aislada. Cuando ia vida " e " ' se : e~ ospropios intereses, ya no hay e s i a ; : z&~= es ze^ás. ya no entran los pobres, ya nc se : . : ' a a :z de Dios, ya no se goza la dulce a e : - a :e a. a~-cr : 3 no palpita el entusiasmo po r -a ;«■ e : e~ E3 2

Qué claro es este mensaje de: -ace :_es es , e " a z que el mundo nos ofrece la fe : :a : a a e r 'a en lugares y caminos equivocados • es: 3 - 2 s personas viven tristes, porque no se han encontrado con el amor misericordioso de Dios D:*:_e :_z= nosotros no se los hemos sabido an tnoe '

Después de todo esto que hemos :c~ :-e~ccc podríamos preguntarnos cada uno:

• Cuando nos hemos reconocido pecad;’es hemos regresado al abrazo misericordscsc :e Padre, ¿hemos experimentado esa paz . a s : - a que Dios nos ofrece por su grande amor"

9 ¿Esta alegría nos motiva a un cambio de . da?

Conversión v fiesta

La conversión es una propuesta alegre y gozosa por parte de Jesús. En su anuncio de conversión, habla de banquete, de fiesta de bodas. Él hace una llamada a la conversión como la invitación a una fiesta que Dios ha preparado para el hombre. La razón está en el hecho de que la conversión provoca alegría en los cielos, así nos lo dice el mismo Jesús, vamos a escucharlo: “Les digo que de la misma manera habrá más fiesta en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse” (Le 15,7). Y más adelante nos dice: “Les digo que lo mismo se alegrarán los ángeles de Dios, por un pecador que se arrepiente” (Le 15,10). Recordemos también la parábola del padre misericordioso que se alegra y hace una gran fiesta cuando regresa el hijo que se había perdido por caminos equivocados (Cfr. Le 15,11ss). Todo aquel que recibe este anuncio experimenta una gran alegría.

La conversión desde el Evangelio

Al abordar el tema de la conversión desde una perspectiva bíblica, lo primero que hay que destacar es que se trata de la “Buena Noticia”, del Evarge : Dios es quien nos ofrece su gracia y nos atrae rae a el camino de la salvación. La conversión a invita Jesús no es fruto sólo del esfuerzo hur-arc sino también fruto del auxilio de la gracia d v ~a _= conversión inicia en el hombre con e se-:. - a - ; de Cristo. El encuentro con Jesús cor, e~e a _e en discípulo, iniciando en él un nuevo es : : - . : a Su condición nueva de discípulo lo a a a 3 3 :s consecutivas urgencias de conversión

CONFRONTEMOS DESDE LA FELa conversión significa un cambio de vida, nos permite hacer posible una vida más fraterna, más confiada en la providencia del Padre. Hace posible una vida redimida y animada por ehamor de Dios.

La conversión cristiana se visualiza y actualiza en los Sacramentos y aunque se reciben los Sacramentos de forma individual, tienen un sentido comunitario:

» El primer paso de la conversión es vivir de acuerdo al Bautismo que hemos recibido, que nos ha incorporado a Cristo, nos ha dado al Espíritu Santo y nos ha hecho parte de una comunidad: la Iglesia.

- Una vez que hemos entrado en el itinerario del seguimiento de Cristo, necesitamos buscar la reconciliación frecuente en el Sacramento del Perdón en la Iglesia que es el Sacramento de la Penitencia o la Reconciliación.

• Es importante que comprendamos que la Eucaristía nos lleva a una comunión que implica conversión, que nos invita a reconciliarnos con el hermano. No es sólo pan y vino convertidos en cuerpo y sangre de Cristo, sino también alimento de unión en Cristo.

En este momento de encuentro con Dios, los invito a hacer un profundo silencio, incluso, quien guste, puede cerrar sus ojos.

Escuchemos unas palabras del Papa Francisco en las que nos invita de una manera muy hermosa y sencilla a experimentar ese amor y misericordia de Dios, para sentirnos motivados a un cambio de vida. Se leerán en voz alta y pausada para que cada uno las vayamos sintiendo de una forma muy personal. El Papa nos dice:

“Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor. Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos. Éste es el momento para

La conversión introduce en un “antes” y un “después”. No sólo a nivel personal, el que está en Cristo es una nueva creación; es decir, la conversión es un llamado que Cristo Resucitado nos hace a iniciar un camino de transformación.

Esa fue la experiencia de Francisco de Asís. Al mirar retrospectivamente su vida, distingue dos periodos muy diferentes: “cuando estaba envuelto en pecados y cuando el Señor me concedió la gracia de hacer penitencia”. Al primero corresponde la siguiente lectura de la vida: “me era muy amargo ver leprosos”, al segundo: “lo que antes me parecía amargo se me convirtió en dulzura del alma y del cuerpo”. Solo desde su conversión al Evangelio, Francisco redescubre y se le revela el rostro fraterno de la creación, por eso compone el cántico de las criaturas y es que la conversión supone un cambio de visión.

Concluimos con las palabras del Papa Francisco en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría...” (EG 1)

decirle a Jesucristo: ‘Señor, me he dejado engañar, de mil maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te necesito. Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos redentores’. ¡Nos hace tanto bien volver a Él cuando nos hemos perdido! Insisto una vez más: Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia. Aquel que nos invitó a perdonar ‘setenta veces siete’ nos da ejemplo: Él perdona setenta veces siete. Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable. Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría. No huyamos de la resurrección de Jesús, nunca nos declaremos muertos, pase lo que pase. ¡Que nada pueda más que su vida que nos lanza hacia adelante!” (EG 3).

Hacemos silencio unos segundos, para que estas palabras resuenen en nuestro interior.

NOS ECONTRAMOS CON H E S EN LA ORACION

12

Ahora pensemos cada uno qué le queremos decir desde ese silencio de nuestro corazón. Hablémosle con la confianza de sentirnos hijos, de sentirnos invitados a cambiar todo aquello que nos aleja de su amor.

(Dejamos un momento para que cada uno exprese su oración en silencio).

Terminamos este momento cantando: Vaso Nuevo

Canto: “Vaso nuevo”

Gracias quiero darte por amarme gracias quiero darte yo a ti Señor hoy soy feliz porque te conocí gracias por amarme a mi también

Yo quiero ser, Señor amado como el barro en manos del alfarero toma mi vida, hazla de nuevo yo quiero ser un vaso nuevo

Te conocí y te amé te pedí perdón y me escuchaste si te ofendí perdóname Señor pues te amo y nunca te olvidare

Yo quiero ser Señor amado como el barro en manos del alfarero toma mi vida, hazla de nuevo yo quiero ser un vaso nuevo

NOS COMPROMETEMOSHemos comprendido que no podemos seguir viviendo lejos de nuestro Dios que es Padre y que nos ama tan profundamente. La invitación de Jesús a un cambio de vida, nos anima, porque nos hace comprender que sólo con Él podemos vivir de verdad felices, sólo si caminamos con Él, podemos encontrar el verdadero sentido a nuestra vida.

Después de haber reflexionado en todo lo anterior, escuchemos en silencio las siguientes preguntas y respondámoslas personalmente.

° ¿Qué implica para mí convertirme a Cristo?• ¿Mi forma de pensar, va con la forma de pensar

de Cristo?• ¿Qué estoy dispuesto a cambiar de mi vida, tanto

en lo personal, como en mi vida familiar o en el ambiente donde me muevo, para vivir la alegría del Encuentro con Cristo?

LA PROPUESTA BE JESÚS ¥>ARA EL

HOMBRE DE HOY

ObjetivoDescubrir con alegría cuál es la propuesta de Jesús para que estemos dispuestos a cambiar los valores terrenales y encontrar el verdadero tesoro que es vivir el Reino de Dios.

Material

8 Imágenes o información de organizaciones civiles o personas que trabajan por el bien de la comunidad o de la sociedad

8 Imágenes para representar el tesoro y la perla

CONTEMPLEMOS LA PALABRA¿Recuerdan qué reflexionamos el día de ayer? Comprendimos que la invitación a la conversión es una iniciativa del amor de Dios que nos impulsa a un cambio de vida profundo y verdadero desde un encuentro con Cristo.

Jesús apasionado por el Reino

Al inicio de su predicación Jesús hace una propuesta decisiva de salvación para los hombres: “Decía: se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios. Arrepiéntanse y crean en la Buena Noticia” (Me 1,15). El contenido del anuncio del Reino con el que comienza Jesús su misión, es la gracia de la salvación que el Padre nos ofrece en su Hijo, la cual podremos obtener por medio de Él, mediante la conversión sincera de toda nuestra persona.

Dice el evangelio de san Mateo que Jesús, apasionado por el Reino de Dios, cuenta dos parábolas para seducir el corazón de quienes lo escuchaban:

“El Reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo deja oculto y, lleno de alegría va, vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. El Reino de los cielos es semejante a un comerciante que busca perlas y que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.” (Mt 13,44-45).

Durante unos momentos de silencio, volvamos a leer personalmente el texto.

¿Qué les llama más la atención de este texto?

Comentando este breve pasaje de Mateo fijémonos en los siguientes aspectos relevantes:

El hallazgo, esto es, el encuentro del tesoro y de la perla, no se produce en las mismas condiciones: un hombre lo busca con esfuerzo; el otro lo encuentra de forma inesperada. Ambos, llenos de alegría, buscan la forma para quedarse con lo que han encontrado porque se dieron cuenta que es algo de gran valor, por lo que toman decisiones radicales, urgentes; van y venden todo lo que tienen y adquieren: uno, el campo, donde está el tesoro; y el otro, la perla de gran valor. El gozo recorre ambas parábolas, el hallazgo es de tal medida que podríamos decir, aquellos hombres se vuelven locos de alegría.

Las parábolas no ponen el énfasis en el sacrificio que exige vender todo para conseguir la perla o el tesoro, lo decisivo es que ambos personajes se encuentran arrastrados por el hallazgo, apasionados por conseguirlo; cualquier otro valor queda ahora en segundo plano.

Así ocurre con el Reino de Dios, cuando se descubre cambia toda la vida, se invierten los valores mantenidos hasta entonces porque la propuesta de

Jesús sobrepasa todo valor imaginable; no se puede permanecer neutral, es necesario tomar una postura: quedarse con los valores que se han tenido hasta ahora o decidirse por el Reino de Dios.

Ya habíamos mencionado cuál es el contenido del anuncio del Reino: la salvación que Dios Padre nos ofrece en su Hijo, esto es la vida eterna que podemos alcanzar mediante una vida de constante conversión, es decir, cambiando los valores meramente materiales por aquellos que nos ayudan a vivir el Reino que ya está entre nosotros.

El Papa Francisco, en su Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” nos dice: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento...” (EG 1). Éste es el Tesoro y la Perla a las que Jesús se refiere, es decir, el Reino de Dios que es vivir la alegría de! Evangelio.

La proclamación de la Palabra anuncia el Reino

El Reino de Dios no es ningún territorio o espacio, sino la palabra para expresar una nueva relación entre Dios y el hombre. “Entrar en el Reino” no significa, pues, ir a alguna parte; es acoger esta oferta de comunión con Dios en su Hijo Jesucristo. Por esto, la proclamación del Reino es el punto central de la predicación de Jesús, tal como lo describen los tres primeros evangelios.

La respuesta que el hombre debe dar ante la proclamación que Jesús hace del Reino es la fe y las obras, sólo así nuestra vida estará orientada al final ideal que esperamos. Escuchemos lo que nos dice Jesús en Mt. 25,31-46.

El Reino que Jesús anuncia ya está presente pero esperamos su consumación definitiva. Este final ideal no será un logro humano, sino que será ante todo un don que Dios ha prometido de manera definitiva por Cristo.

Jesús habla de la grandeza del Reino que ya está presente, tomen su Biblia para que leamos estos textos: Le 17,20-21; Mt 12,28.

La presencia del Reino es ya un hecho, pero es cierto también que hay algo todavía por alcanzar, así lo refleja la invocación que Jesús nos ha dejado en la oración del Padre nuestro “venga tu Reino” (Mt 6,10a); esto significa que todos los cristianos tenemos que estar en ese deseo de hacer posible, ya desde aquí, este Reino de Cristo. La misión de la Iglesia es proclamar la Palabra que orienta toda nuestra vida a vivir los valores del Reino que Jesús proclama.

En este tiempo de cuaresma, somos invitados y llamados a acoger la propuesta del Reino y a dejar atrás todo lo que va contra él: injusticia, miseria, pobreza, destrucción de la vida. Una forma de vivir el Reino de acuerdo a la propuesta de Jesús son las Bienaventuranzas (Cfr. Mt 5,1-12).

CONFRONTEMOS DESDE LA FEUna vez que hemos contemplado la Palabra de Dios y lo que significa responder a la propuesta de Jesús que es vivir de acuerdo a sus enseñanzas, vamos a confrontar con nuestra realidad.

Jesús, en el Sermón del Monte, sintetiza el Reino en las Bienaventuranzas, nos dice, por ejemplo: Felices los que trabajan por la paz, los que tienen hambre y sed de justicia, los perseguidos por causa del bien.

Nos damos cuenta que existe inseguridad y violencia en los diferentes ambientes de nuestro país. Es alarmante el nivel de la corrupción a nivel político y económico que destruye el tejido social, muchos sectores viven en un ambiente de pobreza por la falta de tierras o de un trabajo digno, se vive el fenómeno de la explotación y opresión, de la injusticia y la falta

de solidaridad entre muchos, la ambición de poder que pone por encima de la persona los intereses económicos, se invierten los valores de la verdad, la justicia, la dignidad humana, los derechos de la persona.

Si la propuesta de Jesús para el hombre de hoy es la instauración de su Reino, que es todo lo contrario de esta realidad, pensemos en grupos de tres o cuatro personas, cómo estamos en nuestras comunidades parroquiales, ambientes laborales y familias:

° ¿Cómo se vive la paz, la justicia, el perdón, el amor?

• ¿Qué acciones tomamos para hacer presente el Reino de Dios?

No todo lo que vivimos es negativo, también hay personas que siguen las enseñanzas de Jesús y que luchan por construir el Reino de Jesús, trabajando por la paz, buscando la justicia, la solidaridad, el amor.

En los mismos grupos, respondamos:

• ¿Qué organización civil o religiosa conoces que

estén haciendo presente el Reino de Dios?• ¿Qué persona o personas conoces que en su

familia, comunidad o ambiente laboral esté trabajando por construir el Reino de Dios?

Al terminar, compartimos las respuestas de los dos momentos de reflexión a todo el grupo.

NOS ENCONTRAMOS CON rnrrS EN LA ORACIONAgradezcamos a Jesús por esta propuesta que nos hace y pidámosle que nos regale abundantemente su Espíritu para que seamos capaces de construir este Reino que Él nos pide. A las siguientes peticiones contestamos: “Que venga tu Reino, Señor”:

• Por el Papa Francisco, por todos los obispos y sacerdotes, para que viviendo los valores del Reino de Jesús, los proclamen ante el mundo y despierten el deseo en todos de vivir de acuerdo al Evangelio. Oremos.

® Por todos los gobernantes del mundo y de nuestra nación para que trabajen por el bien de los pueblos, especialmente de los más necesitados. Oremos.

• Por los que trabajan por hacer de este mundo y de nuestras comunidades un lugar de paz y de justicia para que todos vivamos con esperanza y confianza. Oremos.

e Por los pobres y los enfermos, por los que se sienten abandonados, por todos los que viven en el dolor y la tristeza para que encuentren en Jesús su abrazo de amor y en nosotros un apoyo y un mensaje de alegría. Oremos.

° Por todas las familias de nuestras comunidades para que sean hogares donde se vivan los valores del Reino que son: el amor, el perdón, la justicia, el diálogo y la paz. Oremos.

Vamos a concluir nuestras peticiones cantando el Salmo 71.

Canto: Tu reino es vida (salmo 71)

Tu reino es vida, tu reino es verdad; tu reino es justicia, tu reino es paz; tu reino es gracia, tu reino es amor: venga a nosotros tu reino, Señor; venga a nosotros tu reino, Señor.

Dios mío, da tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud; para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.

Que los montes traigan la paz, que los collados traigan la justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, que socorra a los hijos del pobre; que él defienda a los humildes del pueblo y quebrante al explotador.

NOS COMPROMETEMOSDe acuerdo a las respuestas que hemos escuchado, • ¿A través de qué grupo o movimiento puedo hagamos un compromiso en silencio a partir de las apoyar para que haya un cambio en la comunidad siguientes preguntas: y en la sociedad donde vivo?

e ¿Qué conductas debo cambiar para vivir la alegría de haber encontrado el tesoro y la perla que es el Reino de Jesús?

• ¿Estoy dispuesto a comprometerme para vivir los valores del Reino (paz, justicia, amor, perdón) en mi familia?

LA FALAJISA BE BIOB E l LA FE Y El I-A

VIDA BE jLiÜ IGLESIAObjetivo

Profundizar cómo la Palabra de Dios, en la Iglesia es anunciada y proclamada, fortaleciendo nuestra fe para que como discípulos misioneros la escuchemos, la celebremos, la hagamos vida y la compartamos con los demás.

Material

• Una vela por familia• Una mesa y un cirio• Papeletas para cada integrante del grupo o por familia

CONTEMPLEMOS LA PALABRAEl día de ayer reflexionamos sobre el anuncio del Reino proclamado por Jesucristo y cómo la Iglesia comparte esta misión: proclamar la Palabra. La Iglesia nos recuerda que está llamada a ser casa de la Palaba, garante, animadora e intérprete de la misma. Sólo quien la escucha y la interioriza, podrá después ser su mensajero.

Escuchemos el texto de la Primera carta de san Juan1,1-4:

“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y han palpado nuestras manos, es lo que les anunciamos: la palabra de vida. La vida se manifestó: la vimos, damos testimonio y les anunciamos la vida eterna que estaba junto al Padre y se nos manifestó. Lo que vimos y oímos se lo anunciamos también a ustedes para que compartan nuestra vida, como nosotros la compartimos con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Les escribimos esto para que la alegría de ustedes sea completa”.

Este texto es de vital importancia en el mensaje del Nuevo Testamento y para la Iglesia. San Juan, como discípulo y testigo de Jesús, hace una mirada hacia atrás. Invita al lector a volver su mirada hacia el acontecimiento central de la fe de la comunidad creyente, que es el acontecimiento del Verbo encarnado, o sea, la Palabra: Cristo el Señor presente entre los hombres. La comunidad se siente impulsada a comunicar el anuncio de Cristo a todos los hombres para invitarlos a la comunión de la fe, por

eso, todo hombre que ha recibido este anuncio, está llamado a entrar en comunión con Cristo. Solamente el discípulo que haya tenido un verdadero encuentro con Cristo, la Palabra encarnada, afrontará el compromiso de anunciarlo. Todo creyente debe ser, por tanto, discípulo-misionero.

La iglesia, comunidad de discípulos misioneros

En el Documento de Aparecida los Obispos latinoamericanos han trazado las grandes líneas maestras de la identidad de los discípulos-misioneros: “ ...El seguimiento es fruto de una fascinación que responde al deseo de realización humana, al deseo de vida plena. El discípulo es alguien apasionado por Cristo, a quien reconoce como el Maestro que lo conduce y acompaña” (DA 277).

El encuentro con Él se da cuando se escucha la Palabra que invita a su seguimiento, a entrar al Reino mediante la conversión del corazón y la fe (Cfr. Me 1,15). “Sígueme”, es la palabra que transforma la vida de los pescadores de Galilea y del publicano Leví para convertirlos en discípulos y después, en misioneros. Esta misma transformación de vida se realiza en cada uno de nosotros, pues Jesús nos llama también por nuestro nombre, nos invita a escuchar su Palabra, a identificarnos con Él desde una vida sacramental y una catequesis permanente, para conocerlo e integrarnos en la comunidad de fe que es la iglesia.

A este respecto, en el Documento de Aparecida se nos dice: “No puede haber vida cristiana sino en comunidad: en las familias, las parroquias, las comunidades de vida consagrada, las comunidades de base, otras pequeñas comunidades y movimientos. Como los primeros cristianos, que se reunían en comunidad, el discípulo participa en la vida de la Iglesia y en el encuentro con los hermanos, viviendo el amor de Cristo en la vida fraterna solidaria. También es acompañado y estimulado por la comunidad y sus pastores para madurar en la vida del Espíritu” (DA 278d).

Evangelizar, participando activamente de la misión de la Iglesia, será el fruto precioso del encuentro con Jesucristo en la comunidad de fe, será la expresión alegre y confiada de la experiencia del amor de Dios por nosotros en Cristo Jesús. Ser llamado - ser enviado: son los dos polos inseparables de la identidad del discípulo-misionero.

La fe viene de ¡a escucha de la Palabra de Dios: “Creo”

La fe es un don gratuito, es iniciativa de Dios que nos llama por medio de la Palabra y la predicación del Evangelio. La fe viene de la escucha de la Palabra de Dios y es la respuesta comprometida a esta invitación (Cfr. Rom 10,14-15.17). Esta escucha se hace no solamente con el oído, sino con el corazón: un corazón que sepa escuchar. De hecho, esta capacidad de escucha ya es gracia y don divino, pues para dar esta respuesta de fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con el auxilio interior del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y concede a todos el gusto en aceptar y creer la verdad (Cfr. DV 5).

El acto de fe es profundamente original y personal: consiste en entregarse entera y libremente a Dios, implica la totalidad de la persona, con todas sus dimensiones, potencialidades y limitaciones, alegrías y tristezas; no hay un solo aspecto de la vida humana que quede fuera del alcance y de las implicaciones del acto de fe. Creer no consiste solamente en saber cosas acerca de Dios, sino en entregarle toda nuestra vida.

Algunas personas hoy en día piensan que la fe significa renunciar a una parte de nuestra libertad obligándonos a cumplir ciertos mandamientos o costumbres que nos identifican como creyentes, como cristianos. Para estas personas, ser creyente y cristiano significa de alguna manera hacerse esclavo

de ritos y dogmas. En realidad, ninguna decisión de la persona implica una libertad tan grande de parte del hombre como el acto de fe, ya que no hay libertad más auténtica que la de quien es capaz de entregarse plenamente a otro por amor. Por el contrario, negarse al acto de fe, negarse a creer en Dios y a aceptar su amor, implica encerrarse en sí mismo de manera egoísta y condenarse a la soledad más estéril (Cfr. Me 8,35).

La Iglesia, casa de ia Palabra

La fe es un acto personal, pero no es un acto aislado, nadie puede creer solo ni vivir solo. Cada creyente es como un eslabón en la gran cadena de la Iglesia. Nadie puede creer sin ser sostenido por la fe de los otros. Sólo se puede ser auténticamente discípulo de Cristo en comunión con la Iglesia, quien es la primera que cree, y así conduce, alimenta y sostiene la fe de cada uno de sus miembros. Por medio del Bautismo, en la Iglesia, recibimos la fe y ia vida nueva en Cristo.

La Iglesia es lugar de la escucha de la Palabra, abrirse a ella es una actitud eclesial fundamental, que pertenece a la identidad más profunda y original del ser Iglesia. Por este motivo el Santo Padre Benedicto XVI, llama a la Iglesia: “Casa de la Palabra” (Cfr. VD 52).

La Iglesia misionera: testimonio comunitario de fe

Por su parte, la Iglesia es comunión misionera, ya que todos participamos de su única misión fundamental que es evangelizar, pero participamos en esa misión según la diversidad de ministerios, carismas y vocaciones (Cfr. CEC 873). Solamente la fe hace posible el discipulado, la comunión y la misión, el testimonio cristiano y la evangelización. Un cristiano convencido de su fe puede convertirse en misionero.

Una nueva evangelización impulsa a los cristianos a ser discípulos-misioneros comprometidos en la comunicación y el testimonio de la fe, capaces de dar al mundo “las razones de nuestra esperanza, con sencillez, respeto y tranquilidad de conciencia” (Cfr. 1Pe 3,15), de ayudar a los hombres de hoy a redescubrir el gozo del Evangelio y a tener un encuentro vivo con Jesucristo en su Palabra.

El Papa Francisco nos habla de una manera muy emotiva y hermosa en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium:

“La primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre más. Pero ¿qué amor es ese que no siente la necesidad de hablar del ser amado, de mostrarlo, de hacerlo conocer? Si no sentimos el intenso deseo de comunicarlo, necesitamos detenernos en oración para pedirle a Él que vuelva a cautivarnos. Nos hace falta clamar cada día, pedir su gracia para que nos abra el corazón frío y sacuda nuestra vida tibia y superficial. Puestos ante Él con el corazón abierto, dejando que Él nos contemple, reconocemos esa mirada de amor que descubrió Natanael el día que Jesús se hizo presente y le dijo: ‘Cuando estabas debajo de la higuera, te vi’ (Jn 1,48). ¡Qué dulce es

estar frente a un crucifijo, o de rodillas delante del Santísimo, y simplemente ser ante sus ojos! ¡Cuánto bien nos hace dejar que Él vuelva a tocar nuestra existencia y nos lance a comunicar su vida nueva! Entonces, lo que ocurre es que, en definitiva, lo que hemos visto y oído es lo que anunciamos’ (1 Jn 1,3). La mejor motivación para decidirse a comunicar el Evangelio es contemplarlo con amor, es detenerse en sus páginas y leerlo con el corazón. Si lo abordamos de esa manera, su belleza nos asombra, vuelve a cautivarnos una y otra vez. Para eso urge recobrar un espíritu contemplativo, que nos permita redescubrir cada día que somos depositarios de un bien que humaniza, que ayuda a llevar una vida nueva. No hay nada mejor para transmitir a los demás” (EG 264).

CONFRONTEMOS DESDE LA FESi hacemos memoria, podemos recordar que desde pequeños nos entregaron la Palabra de Dios cuando nos acercamos a recibir por primera vez a Jesús Eucaristía, también la reciben algunos cuando se casan.

Leemos y escuchamos la Palabra de Dios en muchos lugares, en las parroquias, en algunos barrios, en grupos que se reúnen para estudiarla, para meditarla y para orar con ella. Así mismo, cuando asistimos a la Eucaristía, escuchamos la Palabra de Dios.

Hay familias que tienen la Biblia en un lugar especial de la casa, pero no sólo como un adorno, sino que la leen, la meditan, la consultan para que ilumine su vida, tanto en lo personal, como en familia, con la certeza de que es Dios mismo el que nos habla en su Palabra. Pero también nos damos cuenta que en muchos de los casos, se recibe la Biblia al acercarse a un Sacramento y se guarda como un libro más, no se le da un lugar especial en la casa y en la famiiia, ni

se consulta como libro para la vida, como Palabra de Dios que ilumina, que guía.

Todos estos hechos nos llevan a preguntarnos:

• Cuando hemos recibido la Biblia o ¡a hemos comprado, ¿se ha quedado guardada igual que otros libros o la reconocemos como Palabra de Dios, la celebramos y nos impulsa en nuestra vida?

° Partiendo de la Iglesia como casa de la Palabra ¿de qué manera la hemos asumido así en nuestras familias? ¿Cómo ayuda esto a crecer en la fe a todos los miembros de ella?

Nos reunimos en familia o con otras dos o tres personas y contestamos estos cuestionamientos.

Después de unos momentos, algunos de los presentes, nos pueden compartir a todo el grupo lo que hayan comentado.

NOS ENCONTRAMOS CON sus EN LA ORACIONAquí tenemos una mesa con la Biblia en el centro y un cirio encendido.

Una persona proclama el Salmo 119, 105-112.

Al encender la vela del Cirio, cinco personas, en

representación de las demás, pasan a presentar su compromiso en voz alta.

Respondemos a cada compromiso cantando: “Es la Palabra de Dios como semilla...”

NOS COMPROMETEMOSHabiendo reflexionado y escuchado lo que nos compartieron a todo el grupo, ¿a qué compromiso podemos llegar?

° ¿Qué podemos hacer para que la Palabra de Dios nos ayude a vivir de acuerdo a la fe que profesamos?

• ¿Cómo podemos dejarnos confrontar por ella?De nuevo se reúnen en los mismos grupos para contestar estas preguntas. Escriben su compromiso ya sea de familia o personal en las papeletas que se les van a repartir.

CRISTO RESUCITADO, LUZ PAMA EL MUIDO BE HOY

ObjetivoReconocer que Cristo viene a ¡luminar nuestra vida y a darle sentido con su resurrección para que, confortados con su presencia, podamos anunciarlo con alegría en todos los ambientes donde nos encontremos.

Material

• Imagen de Cristo resucitado.• Imágenes de hechos recientes que nos hablan de la presencia de Dios.

Notas pedagógicas• Que el catequista lea y medite, antes de la reflexión cuaresmal de este día, los números 275-280 de la

Exhortación Evangelii Gaudium ___

CONTEMPLEMOS LA PALABRASean todos bienvenidos a este último día de sus ejercicios cuaresmales que durante esta semana nos han ayudado a reflexionar la Palabra Dios y a tener un contacto más profundo con Cristo.

Pedimos al Espíritu Santo ilumine nuestra mente y nuestro corazón para disponernos a contemplar el misterio central de nuestra fe: la resurrección de Cristo.

La alearía por ta resurrección de Cristo

Jesús, antes de su muerte, prepara a sus discípulos y les dice que sentirán una gran tristeza pero que esa tristeza se convertirá en alegría.

Vamos a leer el Evangelio de Juan 16,20-24. Cada uno busca la cita en su Biblia.

“Les aseguro que ustedes llorarán y se lamentarán mientras el mundo se divierte; estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo. Cuando una mujer va a dar a luz, está triste, porque le llega su hora. Pero, cuando ha dado a luz a la criatura no se acuerda de la angustia, por la alegría que siente de haber traído un hombre al mundo. Así ustedes ahora están tristes; pero los volveré a visitar y se llenarán

de alegría, y nadie les quitará su alegría. Aquel día no me preguntarán nada. Les aseguro que todo lo que pidan a mi Padre, él se lo concederá en mi nombre. Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre; pidan y recibirán, para que su alegría sea completa”.

Antes de la resurrección de Cristo, los apóstoles estaban desconcertados, tristes, atemorizados y sin esperanza, no se animaban a salir por temor a sufrir la misma suerte que su Maestro.

Después de la resurrección, los discípulos se alegran ¡su Maestro está vivo!, leamos este texto: “Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos con las puertas bien cerradas, por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se colocó en medio y les dice: La paz esté con ustedes. Después de decir esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron al ver al Señor” (Jn 20,19-20). Se ha cumplido lo que tantas veces les había dicho: “Que debía sufrir la muerte y al tercer día resucitar” (Cfr. Mt 16,21;17,22).

Dejarse encontrar por Cristo

A pesar de este anuncio glorioso, algunos de los apóstoles permanecen incrédulos ante la resurrección

de Cristo pero Él sale siempre al encuentro, se les aparece: a María Magdalena y las otras mujeres (Cfr. Mt 28,9), a los discípulos cuando estaban reunidos el mismo domingo de la resurrección (Cfr. Jn 20,20), a los discípulos de Emaús (Le 24,13ss) e incluso se muestra a Pablo, quien de ser un incansable perseguidor de la Iglesia se convierte al gran predicador de Cristo.

La Sagrada Escritura nos narra cómo fue este encuentro del Señor con Pablo que cambió totalmente su vida (Cfr. Hch 9, 3-5). Pablo llama a este encuentro “revelación”, “conocimiento”, “ganancia” y “aparición”, Cristo se muestra ante él, resucitado, por eso dice: “Por último, se me apareció también a mí, que soy como un aborto. Porque yo soy el último entre los apóstoles y no merezco el título de apóstol, porque perseguí a la Iglesia de Dios. Gracias a Dios soy lo que soy y su gracia en mí no ha sido estéril...” (1Cor 15,8-10).

Pablo es un hombre que ha tenido un profundo encuentro con Cristo, que ha maduradosu compromiso de fe. Está convencido de que al encontrar a Cristo, su vida ha dado un giro total. La luz de Cristo resucitado lo impulsa ahora a comprometerse en la misión de anunciar el Evangelio.

En una cultura tan secularizada como la cultura moderna, existen muchos peligros para que la semilla del evangelio sembrada en los bautizados no dé fruto, sino por el contrario, se seque. Por eso hoy se hace más urgente que, como fruto de una generosa conversión y renovación, estemos dispuestos a llevar con alegría la Palabra de Señor a los demás que tanto la necesitan en esta realidad en la que estamos viviendo en nuestro mundo como nos lo invita la Exhortación Apostólica del Papa Francisco “Evangelii Gaudium”:

La humanidad vive un giro histórico, hay muchos adelantos en diversos campos que contribuyen al bienestar de la gente. Sin embargo, la mayoría de las personas viven precariamente el día a día, con consecuencias funestas: algunas patologías van en aumento, el miedo y la desesperación se apoderan del corazón de numerosas personas, la alegría de

La misión de ¡levar ¡a luz del Resucitado

Quien tiene un encuentro vivo con Cristo no puede dejar de comprometerse en la misión de la Iglesia. El bautizado comienza a anunciar el evangelio y se vuelve misionero desde una verdadera conversión y su testimonio de vida.

La misión de todo bautizado es también promover la paz. La fuente de nuestro compromiso misionero está en el amor que Cristo el Señor nos ha mostrado, por lo cual también nosotros estamos llamados a iluminar anunciando el evangelio y amando como Él nos ha amado. Esta caridad se muestra en un servicio desinteresado a los hermanos; a final de cuentas, esta es nuestra primera y más importante misión. Recordemos que Jesús nos dice que en el mandamiento del amor a Dios y al prójimo se resume toda la ley y los profetas, es decir, en la palabra de Dios está la fuente del amor a Dios y al prójimo.

“Ser Iglesia es ser Pueblo de Dios, de acuerdo con el gran proyecto de amor del Padre. Esto implica ser el fermento de Dios en medio de la humanidad. Quiere decir anunciar y llevar la salvación de Dios en este mundo nuestro, que a menudo se pierde, necesitado de tener respuestas que alienten, que den esperanza, que den nuevo vigor en el camino. La Iglesia tiene que ser el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio” (EG 114).

vivir frecuentemente se apaga, la falta de respeto y la violencia crecen, la inequidad es cada vez más patente. Hay que luchar para vivir y, a menudo, para vivir con poca dignidad (Cfr. EG 5).

El Papa nos sigue motivando con la siguientes palabras: algunas personas no se animan a entregarse a la misión, porque creen que nada puede cambiar y entonces para ellos es inútil esforzarse, tal actitud los deja quedarse encerrados en la comodidad, la flojera, la tristeza insatisfecha o el vacío egoísta. Es necesario que estemos convencidos que Jesucristo ha triunfado sobre el pecado y la muerte, está lleno de poder, Él vive verdaderamente, su resurrección no es algo del pasado, en cada momento introduce una fuerza de vida que penetra el mundo. Donde parece que todo ha muerto, portadas partes vuelven a aparecer los brotes de la resurrección.

CONFRONTEMOS DESDE LA FE

Cristo nos impulsa a llevar una luz de esperanza a todas aquellas personas que piensan que Dios no existe porque estamos rodeados de injusticias, maldades, indiferencias y crueldades que no ceden, y hacerles ver que, en medio de la oscuridad, siempre comienza a brotar algo nuevo, que tarde o temprano produce un fruto.

Unamos ahora nuestra oración a Dios dando gracias por estar entre nosotros iluminándonos con la luz de su Palabra a través del Espíritu Santo. Decimos a dos coros:

Coro 1. Cristo resucitado ayúdanos a seguir adelante, con la certeza de que tú caminas con nosotros porque eres luz que ilumina toda nuestra vida.

Coro 2. Cristo resucitado, tu presencia es el pozo que sacia la sed de justicia y de paz que nos brota desde adentro al contemplar las cosas que vivimos, la sociedad que hemos hecho, o tolerado, por no escuchar tus enseñanzas.

Coro 1. Tu Palabra es el grito que nos sacude de la tibieza, de la pasividad. Danos el valor de que como

A veces una tarea no brinda las satisfacciones que desearíamos, los frutos son reducidos y los cambios son lentos, cuando se bajan los brazos cansados de luchar, falta resurrección y de esta forma el Evangelio queda sepultado debajo de muchas excusas. Creamos en Cristo que nos ama, que vive, que es capaz de intervenir misteriosamente, que saca bien del mal con su poder y con su infinita creatividad. (Cfr. EG 275-280).

S EN LA ORACIÓNdiscípulos tuyos anunciemos al mundo la alegría de tu resurrección que puede cambiarlo todo.

Coro 2. Tu Palabra es luz, roca sólida donde construir las bases de nuestro proyecto de vida. Tu Palabra es tierra fértil, quien la escucha y la ¡leva a la práctica, da frutos de vida, de ternura, de misericordia, de libertad y de amor.

Todos: Tu presencia entre nosotros, Cristo resucitado, es aliento, esperanza y alegría. Eres el único que nos da el valor para salir de nuestro egoísmo y comunicar esta alegría a tantos que viven en la tristeza y el vacío. Que tengamos el valor, como los apóstoles, de anunciarte sintiéndonos discípulos misioneros, confortados con la fuerza de tu Espíritu. Amén.

ENCUENTRO CON fTTTil

NOS COMPROMETEMOSEl creyente participa de la única misión de la Iglesia, la evangelización. Ésta es hoy más urgente ya que se hace necesario que la Iglesia anuncie el evangelio no sólo a los hombres que no conocen a Cristo, sino también a quienes ya creemos y que vivimos nuestra fe con pasividad para que nos reanime nuevamente con su fuerza. Sólo en la fe de la Iglesia y con una fe sólida será posible un auténtico testimonio evangelizador. De otro modo, la predicación del evangelio estaría vacía, carente de contenido reduciéndose a una propaganda pasajera.

Cristo nos invita a descubrirlo, a vivirlo. Él, resucitado y glorioso, es la fuente profunda de nuestra esperanza, y no nos faltará su ayuda para cumplir la misión que nos encomienda.

Ahora reflexionemos:

- ¿Cómo puedo disponer mi ser al Espíritu Santo para que Cristo resucitado esté presente en mi persona?

• ¿A través de qué acciones puedo mostrar en mi familia que Cristo ha resucitado y vive en ella como luz que ilumina nuestra vida y nuestro caminar?

El Espíritu Santo obra como quiere, cuando quiere y donde quiere; a nosotros nos toca entregarnos confiadamente sin pretender ver resultados llamativos, sigamos adelante, dándolo todo y dejando que sea Él quien haga fecundos nuestros esfuerzos como a Él le parezca. Esa confianza generosa tiene que alimentarse de ¡a Palabra y para eso necesitamos invocarlo constantemente de manera personal y comunitaria.

Ejercicios cuaresmales para niños y adolescentes

Una cuaresma al encuentro

con Cristo a través

de su Palabra

DIOS SE 1 AACOIOCER A TRAYÉS DE JESÚS QUE

MACE DE MAMÍA

Objetivo

Que los niños y adolescentes descubran cómo Dios se da a conocer a través de su Palabra manifestada en Jesús que nace de María, para que vayamos aprendiendo a amarlo y seguirlo.

Hatería!

• Para entronización: Biblia, mesa o atril, mantel, cirio, flores8 Cartel con el título para la ambientación del lugar• Una imagen de Jesús• Hojas en blanco para el compromiso• Cantos en cartulinas

Motas pedagógicas

Escoger a un niño o niña para que lleve las flores, otro (a) para el cirio y un adolescente que lleve la Biblia en alto mientras se canta.

ENTRONIZACIÓN DE LA SAGRADA ESCRITUI [A(Entra un adolescente con la Biblia en alto y a su lado, otro, con el cirio encendido. Se coloca la Biblia sobre el atril o la mesa y se deja el cirio encendido por unos momentos).

Guía: Para escuchar atentamente la Palabra de Dios, invoquemos la presencia del Espíritu Santo diciendo: Ven Espíritu Santo llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu y todo será de nuevo creado. Amén

Proclamación de la Palabra

Escuchamos con atención en texto de Jn 1, 1.14

“Al principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos contemplado su gloria, gloria que recibe de! Padre como Hijo único, lleno de gracia y verdad”.

Monición: Queridos niños y adolescentes, todos sabemos que cuando las personas nos estiman, nos lo quieren expresar de muchas maneras, una de ellas es a través de una carta que siempre lleva un mensaje de amor. Como Dios nos ama mucho, Él nos lo dice a través de una gran carta, la cual se llama Biblia. Vamos a recibirla con respeto y alegría.

Nos ponemos de pie y cantamos: Dios es amor.

Dios es amor, la Biblia lo dice,Dios es amor, san Pablo lo repite,Dios es amor, búscalo y verásEn el capítulo 4, versículo 8 primera de Juan (Bis).

Dios es la luz, la Biblia lo dice,Dios es la luz, san Pablo lo repite,Dios es la luz, búscalo y verásEn el capítulo 1, versículo 5 primera de Juan (Bis).

Hacemos un breve silencio para meditar lo que Hoy queremos recibirte, escuchar lo queacabamos de escuchar. tú quieres decirnos, queremos conocerte

para amarte con todo nuestro corazón. En esta lectura, se nos dice que la Palabra es Dios Aménmismo, es Jesús, el Hijo de Dios Padre, que se hizocarne, es decir, que se hizo hombre como uno de Guía: Se ha colocado la Biblia en este lugar nosotros, para vivir entre nosotros. importante donde estará todos los días de

nuestros ejercicios cuaresmales, para que Oración: Padre Dios, te gracias por enviarnos tu recordemos cada día que es Dios mismo

Palabra, que es Jesús, El viene a nosotros quien nos habla en su Palabra,como un signo de tu amor para cada uno.

EXPERIENCIA HUMANADespués de haber dado a la Palabra de Dios un lugar especial, continuamos con una pequeña historia.

Pedro era un niño muy bueno, inteligente y estudioso, sin embargo, tenía una tristeza en su corazón, pues no tenía papá, había muerto al poco tiempo de que él nació. Por esa razón, él sentía muchos deseos de sentir la protección y amor de un padre, aunque su mamá lo quería mucho y lo llenaba de cuidados.

Un día llegó a la escuela, donde estudiaba Pedro, un compañero nuevo porque su familia se había cambiado de ciudad. Como todo niño nuevo en un salón de clase, llegó con timidez y no se atrevía a acercarse a nadie, Pedro se le acercó y lo invitó a estar con él durante el recreo, ahí se presentaron y supo que el nuevo compañero se llamaba Iván, quien le platicó que le gustaba estudiar y también el deporte y le empezó hablar de su familia, especialmente de su papá, quien era su mejor compañero de juegos en su casa, ya que sólo tenía dos hermanitas más pequeñas que él.

Los dos se hicieron muy buenos amigos y cada día Pedro quería más a Iván y a su familia, que aún sin conocerla, ya sabía cómo eran, pues Iván siempre le contaba de cada uno de ellos, especialmente de lo que realizaba con su papá cada fin de semana y cómo le ayudaba con sus tareas de la escuela. Varias veces le llevó regalos que le enviaba su papá, por

lo que Pedro sentía que se estaba llenando un poco ese vacío que tenía por la falta de su propio padre y él por su parte, también le contaba a Iván todo sobre su mamá, pero tenía muchos deseos de conocer a su papá.

Un día que Iván no fue a la escuela porque estaba enfermo, le pidió a su papá que fuera a la casa de Pedro, para que su mamá le diera permiso de ir con él y estudiar juntos. Cuando tocaron a la puerta, Pedro salió a abrir y al ver a aquel señor le dijo, “usted debe ser el papá de Iván”. El señor le sonrió y le contestó amablemente “¿Tú eres Pedro verdad?” Él le contestó afirmativamente y lo invitó a pasar, de inmediato fue corriendo a decirle a su mamá. Una vez que le dieron permiso se fue a la casa de Iván a hacer la tarea juntos, desde aquella ocasión varios fines de semana se fueron juntos con el papá de Iván de paseo y se afianzaba cada día más su amistad, Pedro se fue sintiendo muy querido por el papá de Iván, además de que ya se sentía muy amado por su mamá.

• ¿Qué les ha llamado la atención de esta historia?• ¿Por qué Pedro supo que aquel señor que tocaba

en su casa era el papá de Iván?• ¿Cómo lo reconoció?

Hoy que iniciamos esta semana de ejercicios cuaresmales, al principio hemos entronizado la Sagrada Escritura; en este Libro podemos conocer a un Papá que nos ama más que todos los papás y las mamás del mundo, que quiere lo mejor para nosotros y nos cuida siempre. Él se ha dado a conocer de diversas formas a través de la historia y hace algún tiempo nos ha hablado de otra forma, escuchemos con atención.

“En el pasado muchas veces y de muchas formas habló Dios a nuestros padres por medio de los profetas. En esta etapa final nos ha hablado por medio su Hijo, a quien nombró heredero de todo, y por quien creó el universo. Él es reflejo de su gloria, la imagen misma de lo que Dios es, y mantiene el universo con su Palabra poderosa. Él es el que purificó al mundo de sus pecados, y tomó asiento en el cielo a la derecha del trono de Dios. Así llegó a ser tan superior a los ángeles, cuanto incomparablemente mayor es el nombre que ha heredado” (Heb 1,1-4).

Dejamos un momento de silencio para entender un poco lo que la Palabra de Dios nos ha dicho.

Para entender mejor volveremos a leer el texto con atención para responder:

8 ¿Por medio de quién habló Dios a nuestros padres?

• En la etapa final ¿por medio de quién nos ha hablado?

Dios nos ha hablado a través de ia historia de un pueblo

Nos dice el texto que leimos, que Dios habló de muchas formas y muchas veces. Habló a través de acontecimientos como lo fue la misma creación, ya que cada elemento o ser vivo de la creación nos dice que hay un Ser súper inteligente que creó todo cuanto existe, que Él es quien más nos ama, ya que nos ha preparado una casa extraordinaria como lo es nuestro planeta y todo el cosmos.

Dios se dio a conocer a través de nuestro padre Abraham ¿Se acuerdan quién es Abraham? También se dio a conocer a través de los demás patriarcas, de los profetas y a través de cada uno de los personajes de la Biblia y los acontecimientos por los que pasaron.

A esto se refiere el primer versículo de la carta a los Hebreos que escuchamos. Después nos dice que en esta etapa final Dios nos ha hablado a través de su Hijo.

Dios nos siaue hablando en Jesucristo

Dios nos ama tanto que después de darnos un mundo maravilloso, de habernos mostrado su amor durante siglos a través de todos los personajes de la Biblia y de su pueblo Israel, ahora quiere que lo conozcamos mejor a través de su Hijo.

(Se coloca la imagen de Jesús)

Dios Padre se dirige a su Hijo, quien ya vivía con Él y el Espíritu Santo. Le pide que venga a la tierra, que se haga uno de nosotros y viva entre nosotros.

Jesús que es muy obediente con su Padre y que además nos ama mucho, se hizo pequeñito y entró en el vientre de la Virgen María por obra del Espíritu Santo para hacerse hombre y vivir entre nosotros.

Aquí es importante recordar el texto donde se nos narra cómo fue que María quedó esperando al Hijo de Dios, escuchemos con atención: Le 1,26-38

(El Evangelizador o catequista lo puede haber leído previamente y narrarlo a los niños).

¿Qué sienten cuando oímos decir que Jesús, el Hijo de Dios, quiso vivir con nosotros porque nos ama?

A través de Jesús, vemos cuánto nos ama Dios Padre, Él ha querido seguir dialogando con nosotros, protegernos y mostrarnos todo su amor, pues Jesús de una manera más formidable de como lo hizo Iván con Pedro en la historia con la que iniciamos, nos da a conocer a Dios Padre. Jesucristo nos hace sentir su amor y su protección; con su entrega por nosotros en la cruz, nos dice de lo que es capaz Dios por amor a cada uno de nosotros.

Es por ello que la Iglesia nos invita a conocer cada día mejor a Jesús, nos invita a que lo tengamos como nuestro mejor amigo; en primer lugar porque no hay nadie que nos ame más que Él y en segundo lugar porque al conocerlo estamos conociendo más a Dios Padre y permitiéndole que nos llene de sus regalos y dones, para alcanzar la felicidad.

En ¡a última parte del texto que estamos reflexionando, nos Dice que Jesús es superior a los ángeles y también nos llama a nosotros a crecer a su estatura, pues Dios Padre nos ha hechos sus hijos por medio de Cristo que nos ha invitado a ser parte de su familia.

Lyaar que debe ocupar la Palabra de Dios en nuestra vida

¿Recuerdan que en la entronización de la Biblia se proclamó que la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros? Jesús es la Palabra de Dios que se ha hecho hombre. Él se hace humano, para ir haciendo que nosotros lo vayamos conociendo más, lo cual significa que entre más nos unimos a Cristo, más lo podemos ir amando, somos mejores personas y Él nos lleva a ser felices, tanto en esta vida como en la vida eterna. Y, ¿cómo lo podemos ir conociendo? Si

leemos la Biblia, que es la Palabra de Dios, podemos ir conociendo más y más a Dios y así, nos podremos ir dando cuenta cuánto nos ama y, por lo tanto, también iremos correspondiendo a ese amor.

¿Quiénes de ustedes tienen la Biblia en su familia?

Lo más importante, no es tener la Biblia, sino que sería muy hermoso que, como Palabra de Dios que es, la tuvieran en un lugar especial de la casa, no sólo como adorno, sino leerla para que nos ilumine en nuestra vida.

Los invitamos a que así como todos los días dejan un rato para jugar, también busquen momentos en la semana, o si es posible diario, para leer ¡a Biblia o decirle a sus papás que les lean un texto cortiío, de esta forma cada día conocerán mejor a Jesús y a su Papá, que también es nuestro Padre amoroso.

NOS COMPROMETEMOSSi Dios nos ha mostrado su amor de diversas maneras y de una forma plena en Jesucristo, los invito a que cada uno le dé una respuesta a ese amor con una pequeña carta en la que le diga lo que siente hacia Él, expresándole el compromiso que hará para conocerlo cada día más.

De tarea, se les va a dejar que decoren su carta lo

más bonito que puedan y la traerán para ofrecerla al Señor en la clausura de los ejercicios cuaresmales. Después la guardarán cerca de su cama, para que recuerden su compromiso.

(Al finalizar este momento, si el tiempo alcanza, podemos dejar espacio a que los primeros cinco niños que hayan concluido, nos compartan su trabajo).

ENCUENTRO CON a r n EN LA ORACIONNos colocamos alrededor de la Sagrada Escritura, que ha sido entronizada al principio de la sesión, la contemplamos y recitamos juntos la siguiente oración:

Padre, Tú que tanto nos amas y por ello nos has enviado a tu Hijo Jesucristo, te agradecemos todo lo que nos das y manifiestas a través de tu Palabra. Te pedimos que sepamos ser cada día mejores amigos de Jesús, tu Hijo, y con Él aprendamos a amarte y obedecerte, para que también nosotros te demos a conocer a nuestra familia y amigos, así todos podamos disfrutar de los dones que Tú nos regalas día a día. Te lo pedimos con la oración que el mismo Jesús nos enseñó.

Padre Nuestro...

Terminamos cantando: “Tomado de la mano con Jesús yo voy”.

Canto: “ Tomado de la mano con Jesús yo voy”

Tomado de la mano con Jesús yo voy, le sigo como oveja que encontró el Pastor.Tomado de la mano con Jesús yo voy a donde Él va (2 )

Si Jesús me dice amigo, deja todo y ven conmigo, donde todo es más hermoso y más feliz.Si Jesús me dice amigo, deja todo y ven conmigo, yo mi mano pondré en la suya e iré con Él.

Yo te llevaré, amigo, a un lugar conmigo donde el Sol y las estrellas aún brillan más.Yo te llevaré, amigo, a un lugar conmigo donde todo es más hermoso y más feliz.

Para el día de mañana, les pedimos que traigan su Biblia, un cuaderno, lápiz o pluma, crayolas o colores.

NOS ENCONTRAMOS CON JESÚS CUANDO LEEMOS

L A B I B L I A

ObjetivoQue los niños y adolescentes descubran que, a través de la Biblia, pueden conocer a Jesús y aprender lo que nos ha enseñado, para que desde el encuentro con Él, imiten sus actitudes y se conviertan en discípulos y misioneros suyos.

Material

• Un Cristo9 Cartulina recortada al tamaño de un separador de libros, para la actividad del compromiso ° Pedir un día antes a los niños que lleven crayólas o colores

EXPERIENCIA HUMANAEl día de ayer, descubrimos cómo Dios se da a conocer a través de su Palabra manifestada en Jesús que nace de la Virgen María y así aprendamos a amarlo y seguirlo. Hoy vamos a continuar conociendo cómo podemos encontrarnos con Jesús cuando leemos la Biblia.

Hay personas que han amado mucho a Dios porque han leído la Biblia, San Jerónimo fue uno de ellos, conoció y amó mucho a Dios a través de la Sagrada Escritura, vamos a pedirle que interceda por nosotros diciendo todos juntos la siguiente oración:

San Jerónimo, tú que te dejaste conducir por el Espíritu Santo, para entender y traducir la Biblia, te pedimos intercedas por nosotros para que nos contagiemos de ese amor tuyo por la Sagrada Escritura y podamos estudiarla, amarla y practicarla en nuestra vida. Amén

Escuchemos ahora una historia.

Alan y Pepe, junto con sus padres, están de visita en casa de los abuelos, pues les gusta mucho estar con ellos y pidieron permiso a sus papás de quedarse a dormir.

Cuando se hizo de noche, a la hora de ir a dormir, les dijeron a sus abuelitos: “Abuelitos, ¿quién de los dos nos cuenta una historia?” Les responde su abuelita: “por esta vez me toca a mí. Pero primero vamos a lavarnos los dientes y a rezar y luego les contaré una historia”.

Los niños hicieron lo que se les indicó y la abuelita empezó... “Un día Jesús estaba muy cansado, pues había estado todo el día enseñando a la gente...”

Pepe la interrumpe: “¿Por qué te sabes tantas historias de Jesús, abuelita? ¿Acaso te las contaban tus abuelos?”. Ella contestó: “Algunas me las contaron mis abuelos, pero la mayoría las he conocido leyendo la Biblia. Todos los días leo un pedacito y así cada día voy conociendo mejor a Jesús y conozco también lo que Dios quiere de mí”.

Pepe agregó: “¿En la Biblia está escrito lo que Dios quiere de ti?”. La abuela le dijo: “Sí, y también lo que quiere de ti y de Alan y de cada uno de nosotros”.

“Entonces, si yo leo la Biblia, ¿puedo saber qué me quiere decir Dios a mí?”, preguntó Pepe. Respondió la abuela: “Claro y también puedes conocer todo lo que hizo y dijo Jesús cuando estuvo aquí en la tierra”. “ ¡Qué bien! - dijo Pepe emocionado- pues ya quiero aprender a leer, para poder saber lo que dice la Biblia. Cuando aprenda, la voy a leer todos los días como tú”. “Yo también”, dijo Alan.

Y contentos ios dos hermanos, se durmieron.

Después de haber escuchado esta historia ¿Qué podemos comentar?

¿Y ustedes en su casa acostumbran leer la Biblia?

ILUMINACIÓNComo hemos visto, la abuelita de estos niños conocía bien la Sagrada Escritura porque la leía continuamente.

Ahora nosotros vamos a escuchar un texto de la primera carta de San Juan. Ponemos atención para que al escuchar a Jesús, sus palabras entren en nuestra mente y pasen al corazón.

“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y han palpado nuestras manos, es lo que les anunciamos: la palabra de vida. La vida se manifestó: la vimos, damos testimonio y les anunciamos la vida eterna que estaba junto al Padre y se nos manifestó. Lo que vimos y oímos se lo anunciamos también a ustedes para que compartan nuestra vida, como nosotros la compartimos con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Les escribimos esto para que la alegría de ustedes sea completa” (1Jn1,1-4).

Al escribirnos este texto, san Juan se está refiriendo a Jesús, pues Él es la palabra de vida que estaba junto a Dios Padre; nos dice que la vida se manifestó, esto quiere decir que se hizo carne, se hizo uno de nosotros, como ya habíamos dicho en el tema anterior. Y san Juan nos dice que nos da esta noticia, para que nos alegremos de saberlo y para que nuestra alegría sea completa.

Entonces, ¿según lo que acabamos de escuchar, quién existía desde el principio? ¿Quién es la Palabra de vida?

Nos encontramos con Jesús leyendo los evangelios

San Juan nos dice quién es Jesús y que Él nos muestra el rostro del Padre. Al leer la Biblia nos encontramos con Jesús y con Dios Padre, por ello nuestra alegría es completa, si queremos especialmente conocer a Jesús, podemos comenzar por leer los evangelios.

Hay cuatro personas que llamamos evangelistas que escribieron sobre Jesús, nos dicen quién es Él, qué hizo, cómo vivió, con quién se relacionaba y muchas cosas más que vamos a ir conociendo sobre Él. Cada uno de los evangelistas escribieron lo que conocemos como evangelios y que se encuentran dentro de la

Biblia, ellos son: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. No todos compartieron la vida con Jesús, sólo Mateo y Juan, ellos fueron de los doce primeros apóstoles que Jesús eligió para que vivieran con Él, conocieran su mensaje de amor y después lo transmitieran a mucha gente.

Tomen su Biblia para que identifiquen muy bien cada uno de los cuatro evangelios. Los más grandes, que ya conocen más, pueden ayudar a los que no les es fácil encontrarlos en su Biblia. Una vez que ya los hayan encontrado, vamos a decir en voz alta, todos juntos, los nombres de los cuatro evangelistas.

Si nosotros hoy leemos lo que nos escribieron estos cuatro evangelistas, podremos conocer cada día más a Jesús para que, conociéndolo, nos demos cuenta que Él es igual que Dios Padre, rico en misericordia, paciente, servicial, lleno de ternura y amor para con todos, especialmente para los más pobres y necesitados.

Conforme vayamos conociendo a Jesús, nos vamos a ir sintiendo amados por Él y también nosotros podremos ir amándolo cada día más. Cada vez que leemos los evangelios, el Espíritu Santo nos ilumina para poder comprender lo que Jesús nos dice en su Palabra y al comprender lo que Él nos dice, podemos darle una respuesta, esto es, tenemos un encuentro con Él y quien se encuentra con Jesús y con Dios Padre, vive en armonía con sus hermanos, siendo testigos y discípulos de Cristo.

¿Qué significa ser su discípulo? Y ¿qué significa ser su testigo?

Discípulos v misioneros

Creer en Jesús es seguirle y para seguirlo hay que conocerlo y así poder ser auténtico cristiano. Cuando leamos los evangelios, nos daremos cuenta que las personas que vivieron más cerca de Él fueron sus discípulos y formaron las primeras comunidades cristianas.

Ser discípulo es aprender lo que el Maestro nos enseña, compartir su vida, su destino y dejar nuestra vida en sus manos. Jesús nos llama y nosotros le respondemos, esta elección y llamado es personal y nos pide oídos atentos para escuchar y prontos para obedecer: se trata de una respuesta de amor a una llamada de amor, para poder ser testigos.

Ser misionero es sentir el amor de Jesús en nuestro corazón, porque Éi nos amó primero y nos pide amarnos unos a otros; por lo tanto no hay que quedarnos sólo con la alegría de ser amados y elegidos por Él, sino salir para compartir lo que Él nos enseña a todos los que no lo conocen o que conociéndolo no le hacen caso y andan por caminos equivocados.

Muchos niños no se encuentran con Jesús en su Palabra, porque no hay quien les enseñe, no tienen unos abuelitos como ¡os de Alan y Pepe, otros aunque ya han conocido a Jesús, se dejan llevar por

la flojera, por el Internet, los videojuegos, la televisión, y ni siquiera se acuerdan de ir a Misa el domingo a escuchar qué les quiere decir Jesús en su Palabra, no se quieren dar cuenta que Él los está esperando para encontrarse con ellos.

Jesús quiso dejarnos sus palabras en la Biblia para que todo el mundo pudiera conocerle y llegar al Cielo. Cuando por ejemplo asistimos a Misa escuchamos las lecturas de la Biblia y además el sacerdote en la Homilía nos las explica. Jesús quiere encontrarse con cada uno de nosotros, como se encontró con tanta gente que lo escuchaba con atención.

COMPROMISOLos invito a que hagamos dos separadores de libros para la Biblia: uno para la que tenemos en casa y otro, para regalarlo a un compañero de la escuela o de la colonia invitándolo a leer los evangelios y así conozca a Jesús. Dibujémosle a cada uno, una imagen Jesús y escribamos una pequeña oración, donde le pidamos que nos ayude a abrir el corazón a su Palabra presente en la Sagrada Escritura.

Vamos a motivar a nuestra familia a leer la Biblia, iniciando por el Nuevo Testamento, por lo menos un día a la semana, insistiéndoles con las palabras que nosotros sabemos que podemos convencerlos.

ENCUENTRO CON DIOS EN LA ORACIONNos colocamos frente a Cristo y al altar de la Biblia para que expresen la oración que cada uno elaboró en su separador y todos iremos respondiendo: Jesús, gracias por tu Palabra que nos ayuda a conocerte.

Canto: “Dios es amor”

(con las siguientes estrofas)

Cristo es perdón, la Biblia lo dice.Cristo es perdón, San Pablo lo repite.Cristo es perdón, búscalo y verás, en el capítulo dos, versículo doce, primera de Juan (bis).

Quiero, Señor, cantar tu alegría.Quiero, Señor, amarte noche y día.Quiero, Señor, apoyarme en Ti,porque me amas primero, tu amor me ha creadoy vigilas por mí (bis).

Canto al saber que eres mi amigo.Canto al saber que siempre estás conmigo. Canto al saber que me ayudarás, que aunque de Ti yo me olvide, jamás a tus hijos nos olvidarás (bis).

Objetivo

Que los niños y adolescentes conozcan en qué consiste el Reino de Dios desde la Palabra, para que vivan sus valores en la práctica de las obras de misericordia y puedan anunciar este Reino en sus ambientes.

Materia!

3 Nombre con el título del tema para ambientar el lugar- Algunos recortes de reyes, príncipes u objetos relacionados con un reino• Poster de Cristo Rey del Universo• Letrero: “Venga a nosotros tu Reino”• Láminas con las obras de misericordia

EXPERIENCIA HUMANA¿Recuerdan qué aprendimos el día de ayer?

Ayer comprendimos que través de la Biblia, podemos conocer a Jesús y aprender lo que nos ha enseñado para que, teniendo un encuentro con Él, imitemos sus actitudes y así podamos convertirnos en discípulos y misioneros suyos.

En algunas familias, los papás llaman a sus hijos como “mi rey”, “mi reina” ¿Por qué los llaman así?

Claro, los llaman así porque los aman y son muy importantes para ellos. Sin embargo, sabemos que hay otros reyes que son los mandatarios de un reino.

Cuando yo era niño(a) la gente gustaba de contar historias de reinos, reyes, princesas o príncipes, genios, lámparas mágicas o lo que sucedía en lugares lejanos. Yo me emocionaba con estos relatos, con las minas del Rey Salomón. ¡Oh, cuanto disfrutaba esos relatos!

(Se colocan los recortes relacionados con reyes, príncipes y reinos).

¿Qué saben ustedes acerca de esos reinos, cuáles son las características de un reino en la tierra?

En la actualidad ya son pocos los reyes que gobiernan los pueblos, casi la mayoría de las naciones son gobernadas por presidentes, primeros ministros o parlamentos.

Los que son llamados reyes o príncipes han heredado el título y tienen cierto poder. Hace muchos años, un rey era aquel que tenía mucho poder sobre una gran extensión de tierra, gobernaba muchos pueblos, era respetado y querido por sus vasallos; incluso, hubo reyes que llegaron a ser santos porque gobernaban de una manera justa, entendiendo su reinado más como servicio que como poder, por ejemplo, san Luis, Rey de Francia; también hubo reyes malos que se aprovechaban del pueblo y se enriquecían a costa de él.

ILUMINACIÓN(Se coloca el poster de Jesús Rey del Universo)

Jesús también tiene un Reino en donde Él es el verdadero rey; en la Sagrada Escritura nos habla de él, al cual nos invita a pertenecer. Para llegar a este Reino y ser parte de él son necesarias ciertas actitudes, escuchemos con atención el siguiente texto del Evangelio:

“El Reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo deja oculto y, lleno de alegría va, vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. El Reino de los cielos es semejante a un comerciante que busca perlas y que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra” (Mt 13, 44-45).

Encontrar el tesoro escondido, era el sueño de muchos en la antigüedad. En la época de Jesús que no había bancos, a la gente le quedaba como único recurso esconder su fortuna debajo de la tierra, así que si alguien moría sin desenterrarla, otra persona podría encontrar ese tesoro. El cual podía ser para cualquiera, pobre o rico.

Jesús apasionado por el Reino cuenta estas dos parábolas, para emocionar el corazón de quienes lo escuchan, recordemos que Jesús gustaba de hablar en parábolas para darse a entender mejor.

Si es necesario se volverá a leer el texto para que los niños lo puedan asimilar.

Una vez que hemos leído por segunda vez este texto, donde Jesús nos habla del reino por medio de dos parábolas, podríamos contestar:

• ¿Qué está significando el tesoro y la perla fina? a ¿Con quién nos encontramos al descubrir el

tesoro y la perla?

Jesús nos invita a buscar su Reino v poseerlo

En el texto bíblico que leimos, Jesús nos habla de dos hombres diferentes, el hallazgo esto es, el encuentro del tesoro y de la perla, no se produce en las mismas condiciones: El primero lo busca con esfuerzo, el segundo lo encuentra de forma inesperada. Los dos realizan ciertas acciones para quedárselo. Los dos hombres se encuentran emocionados por el hallazgo, apasionados por conseguirlo, ya no les importa ninguna otra cosa ni riqueza, sólo encontrar el Reino de los Cielos.

Las parábolas describen la venida del Reino de Dios, Jesús destaca dos cosas importantes en el comportamiento de los dos hombres:

1. La alegría radiante de los que encuentran el tesoro o la perla. Su gozo es tan grande que todo lo demás deja de importarles, conmovidos y cautivados por su suerte, ponen en juego todo lo que tienen.

2. Su abandono total, para ganarel tesoro o la perla. Venden todo lo que tienen para conseguirlo.

Lo que Jesús nos invita a buscar es el Reino, por ello en otro texto nos dirá “Busca primero el Reino de Dios y lo demás se te dará por añadidura” (Mt, 6,33). Búsquenlo en su Biblia para que lo leamos.

A través de la Palabra de Dios encontramos el Reino

En todo tiempo, pero sobre todo en Cuaresma somos invitados a recibir y a escuchar la Palabra de Dios que es Jesús.

Pues bien el Reino de los Cielos, como nos dicen estas dos parábolas, es para todos, pobres y ricos, pero para lograr que venga a nosotros hay que seguir las indicaciones.

Cuando alguien quiere encontrar un tesoro, primero tiene que contar con un mapa que le indique el camino y lugar exacto donde lo encontrará. Nosotros católicos, tenemos un gran mapa que nos ayuda a encontrar el tesoro del Reino de Dios, que es el mismo Jesús, ¿quién sabe dónde se encuentra este mapa?

Muy bien, en la Biblia; en las Sagradas Escrituras encontramos el Antiguo y Nuevo Testamento, a través de los cuales Dios nos va mostrando el camino para encontrar el Reino y pertenecer a él.

Tomen su Biblia para que identifiquen los libros del Antiguo Testamento y los del Nuevo.

La Palabra de Dios, es el mejor de los mapas, el más perfecto, que nos orienta y nos indica por dónde debemos caminar si queremos conocer y ser parte del Reino de los Cielos.

La Palabra de Jesús es la luz que siempre nos orienta por el camino correcto, por eso, el mismo Jesucristo nos invita a acercarnos a ella, conocerla y hacerla vida.

Para entrar al Reino de los Cielos, que es entrar en comunión con Jesús, actuar y vivir como Él, ser sus amigos, no tenemos que ir a una parte lejana, aquí mismo tenemos la oportunidad de unirnos a Él y a nuestro Padre Dios. Todo esto, si nos dejamos guiar por el Espíritu Santo que habita en nosotros.

Las obras de misericordia nos avudan a poseer ®¡ Reino

Una vez que hemos encontrado ese tesoro que es el Reino de Dios, hay que llevar a cabo las actividades correspondientes para poseerlo, ¿recuerdan lo que hicieron los dos hombres de las parábolas?

Pues bien, nosotros tenemos otro medio para poseer el Reino, estas son las obras de misericordia.

(Presentar las láminas con las obras de misericordia)

Jesús en el Evangelio nos enseña que quien hace el bien a sus hermanos se lo hace a Él mismo y por lo tanto cuando lleguemos a su presencia nos dirá: Vengan benditos de mi Padre, hereden el Reino preparado para ustedes..., porque estuve hambriento y me dieron de comer; estaba sediento y me dieron de beber; desnudo y me vistieron; enfermo o encarcelado y fueron a visitarme; era forastero y me hospedaron..., lo que hicieron con el más pequeño y desvalido, conmigo lo hicieron (Cfr. Mt 25, 34-40).

La cuaresma es un tiempo para reflexionar la Palabra, orar y practicar la misericordia con nuestros hermanos, esto nos ayudará a poseer el Reino y las promesas hechas por Jesús a todos nosotros que nos ha llamado a ser sus amigos y lo seguimos.

COMPROMISO¿Cómo vamos a lograr que el Reino venga a Practicar dos o tres obras de misericordia, como por nosotros? ejemplo.

En primer lugar, actuando como Jesús actuó; Él, pasó su vida predicando un mensaje de salvación para todos, curando a los enfermos, atendiendo a los niños y a todos los que en ese tiempo eran marginados, por eso estuvo siempre al pendiente de los más necesitados y desvalidos, brindó amor, perdón, misericordia, ternura, a todos. En todo esto, nos mostró siempre el rostro de Dios Padre.

De ahora en adelante puedes comprometerte a:

J^la^carjnás ^ | ¿ esús Por medio de la oración y en la

• Compartir algo de tu ropa con algunos niños que tú sabes que necesitan más que tu;

® Pedirle a tu mamá que te prepare dos refrigerios para que lo compartas con otro;

• Visitar a un niño o adulto que tu sepas que está enfermo,

• Enseñarle a leer la Biblia al niño que le regalaste el separador que hiciste en el tema anterior

• Dar un buen consejo a un compañero que tu sepas que le cuesta trabajo portarse bien

ENCUENTRO CON CSTTS EN LA ORACIÓN(Se coloca el letrero “Venga a nosotros tu Reino”)

Jesús nos invita hoy a dejarnos guiar por Él. El Tesoro que es el Reino de los Cielos ya está aquí porque Jesús está vivo.

Ahora vamos a expresar que deseamos que venga el Reino de Dios a nosotros con la oración que el mismo Jesús nos ha enseñado: Padre Nuestro.

Cerremos nuestros ojos y recemos juntos la oración del Padre Nuestro, en el momento que le digamos “Venga a nosotros tu Reino” apretamos nuestra mano derecha en el corazón, para sentir en nosotros el gran amor de Jesús.

JESUS ES AMIGO DE TODOS

ObjetivoQue los niños y adolescentes descubran que Jesús nos ofrece gratuitamente su amistad para que le respondan desde un cambio de vida, aceptando y amando a todas las personas a ejemplo de Jesús.

Material

• Cartel con la frase: “Jesús es amigo de todos”• Imágenes de Jesús con sus discípulos

EXPERIENCIA HUMANAEn el transcurso de estos ejercicios cuaresmales, hemos comprendido que Dios se da a conocer a través de Jesús que nace de la Virgen María, que Él nos invita a escuchar su Palabra que está contenida en la Biblia. Nos invita también a vivir de acuerdo al Reino que Él nos propone y a participar en él poniendo en práctica las obras de misericordia.

Hoy vamos a seguir aprendiendo de Jesús, así que pongamos mucha atención a sus palabras.

En las familias, el número de hijos es variado, desde uno hasta cinco o seis, entre los hermanos se reconocen como mayores y menores. Los papás y especialmente la mamá, están siempre atentos para ver qué necesitan cada uno de los hijos y en ocasiones, pareciera que tuviera preferencia por alguno, pero lo que sucede es que una mamá que conoce a sus hijos sabe cómo son y cómo tratar a cada uno. Por ejemplo, si un hijo está enfermo, ocupa más atención y cuidados que los demás; si uno le cuesta más trabajo estudiar y hacer tareas, los papás

le ayudan para que comprenda el estudio; si otro es un poco “flojito”, los papás le exigen un poco más que a los demás.

Casos similares pasan en la escuela, un buen maestro está atento a las necesidades de cada uno de sus alumnos, de acuerdo a como van respondiendo y caminando en las diferentes materias: a unos, los felicita, a otros, que son un poco más lentos para aprender, les ayuda y motiva, a otros quizá, les tendrá que exigir, porque sabe que con un poco más de esfuerzo podrán lograr los objetivos del año escolar.

Un doctor, por ejemplo, atiende primero a los enfermos más graves y los cuida con esmero, lo cual no quiere decir que descuide a los otros. Es así que aprendemos que hay personas que necesitan más atención y no es que se tengan preferencias por alguien en especial.

En su familia, ¿cómo son las relaciones entre hermanos?, en la escuela ¿qué hay de esto?

ILUMINACIÓNJesús elige a los primeros apóstoles

Jesús tenía una familia, Él fue hijo único. Cuando llegó el momento de formar su primera comunidad con la que viviría algunos años, fue eligiendo y llamando a diferentes personas ¿recuerdan cómo se llaman? Vamos a buscar en la Sagrada Escritura cuáles son los nombres de los apóstoles: Mt 10, 2-4. Una sola persona va a leer en voz alta y los demás lo leen en silencio.

(Damos tiempo para que busquen la cita).

“Éstos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado Pedro, yAndrés su hermano; Santiago de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Santiago de Alfeo y Tadeo; Simón el cananeo y Judas Iscariote, el que incluso le traicionó” (Mt 10, 2-4).

Jesús, al elegir a sus apóstoles, no se fija en que sean ricos, preparados o buenos. No tiene preferencia porque los llama de entre el pueblo, unos son sencillos pescadores, otro es recaudador de impuestos, etc.

Jesús es amigo de todos, sin distinción

(Mostrar el cartel: Jesús es amigo de todos).

Vamos a escuchar cómo fue el llamado a uno de ellos: Mateo o Leví. Ubicamos la cita de Me 2, 13-17.

“Salió de nuevo a la orilla del lago. Toda la gente acudía a él y él les enseñaba. Al pasar vio a Levi de Alfeo, sentado junto a la mesa de recaudación de los impuestos, y le dijo: ‘Sígueme’. Él se levantó y le siguió. Mientras estaba comiendo en su casa, muchos recaudadores de impuestos y pecadores estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos, pues muchos eran ya sus seguidores. Los letrados del partido fariseo, viéndolo comer con aquéllos, dijeron a los discípulos: ‘¿Por qué come con recaudadores de impuestos y pecadores?’ Lo escuchó Jesús y respondió: ‘No tienen necesidad del médico los sanos, sino los enfermos. No vine a llamar a justos, sino a pecadores’” (Me 2,13-17).

Escuchamos nuevamente la lectura, fijándonos en Leví o Mateo. ¿Cuál era su trabajo?, ¿en cuál casa estaba comiendo Jesús?, ¿quiénes estaban en la mesa con Jesús?

Pedimos a tres o cinco personas que compartan sus respuestas.

El oficio de Mateo era recaudar los impuestos para el Imperio Romano, por lo que nadie lo consideraba

como amigo, ya que cobraba más de la cuenta y se quedaba con una parte para él mismo. Jesús marca la diferencia para Mateo, Él lo ve y lo llama porque lo conoce y quiere rescatarlo por el amor que le tiene. Mateo escucha la voz de Jesús y su vida cambia totalmente, deja todo y lo sigue. Se levantó y lo siguió. Ponerse de pie, indica decisión y compromiso. Mateo comprendió que había llegado el momento de decidirse a cambiar de vida, por eso se puso de pie. Este primer paso fue decisivo para él para iniciar su conversión. Sigue a Jesús porque se siente amado por Él, Jesús lo considera amigo al ir a comer a su casa con él. Jesús llama a los pecadores para rescatarlos, quiere que todos convivan con Él y un día disfruten en el banquete del Reino.

Mateo al ser llamado por Jesús ya se siente incluido en un grupo ya que le devuelve su dignidad como hijo de Dios, es un momento de fiesta.

Jesús comparte la mesa con los amigos de Mateo, que eran conocidos también como pecadores. Comer juntos, une más a las personas porque al compartir el alimento se tiene más confianza, se expresan como son, se conocen más y fomentan el compañerismo o la amistad. Tal vez tuvieron una charla muy amena. Eso nos ayuda a comprender, cómo un hombre que hacía tiempo que se dedicaba a robar a la gente cobrando más de lo que debía, cambia su vida.

Los escribas y publícanos murmuraban porque Jesús había entrado en casa de Mateo y la gente quedó desconcertada y decían a los discípulos: “Es que come con los pecadores”. La gente aborrecía a los pecadores públicos pero Jesús no, por eso contesta que Él no viene a llamar a los justos, sino a los pecadores. Mateo estaba feliz de que Jesús llegara a su casa y comiera con ellos.

NOS COMPROMETEMOSLa Palabra de Jesús nos invita a conocerlo mejor, ya hemos visto que Jesús es amigo de todos, los trata sin hacer distinción, quiere que todos seamos sus amigos. Sólo nos toca dejarnos encontrar por Él, escuchar su invitación y decidirnos a seguirlo.

Podemos encontrar varias formas de cambiar de vida para ser amigo de Jesús:

• Estar en estado de gracia, querer hacer lo que Él nos pide, algunos ya se han acercado al

Sacramento de la Reconciliación, pueden acudir a Él en cualquier momento, porque Jesús nos espera con los brazos abiertos para perdonarnos.

• Leer la Biblia, especialmente los evangelios, como lo dijimos el día de ayer

• Hablar con Él al levantarnos y en la noche darle gracias al terminar el día

• Ayudar a nuestros familiares cuando nos piden algún servicio y hacerlo de buena gana y con amor

____________ENCUENTRO CON EN LA ORACIÓNCon el deseo de reconciliarnos con Dios y con los demás, en este momento, nos damos un abrazo fraterno con las personas cercanas, enseguida nos tomamos de la mano y así reconocemos que todos alguna vez hemos actuado mal, pero que Dios siempre nos da la oportunidad de cambiar para que todos seamos sus amigos.

Niña: Conocerte, Jesús, es aprender a escuchar tu Palabra, tu voz que nos habla en la Biblia y en la vida que nos rodea.

Niño: Ser tu amigo, es descubrir tu presencia en cada una de las personas con las que nos relacionamos sin tener preferencias, tal y como tú lo hacías.

Niña: Vivir como tú quieres, es hacer el bien, preocupándonos y ayudando a los demás, siendo honestos, justos y sinceros.

Niño: Amarte, Señor Jesús, es practicar tus enseñanzas, es saber amar como tu amas.

Digamos todos desde nuestro corazón:

Gracias Jesús, por amarme como soy; enséñame a querer a mis amigos así como son; a perdonar a mis enemigos y rezar por ellos, para que un día quieran ser tus amigos, a mi ayúdame a ser cada día mejor. Hoy te invito a venir a mi casa para que, como Mateo, pueda ser una mejor persona siendo amigo de todos, ser más felices y vivir como amigos tuyos.

Terminamos cantando: “Yo tengo un amigo que me ama”

Yo tengo un amigo que me ama Me ama (2)

Yo tengo un amigo que me ama Su nombre es Jesús

Que me ama (3)Si con tierno amor

Tu tienes un amigo que te ama...Tenemos un amigo que nos ama...

Objetivo

Que los niños y adolescentes descubran que Cristo viene a ¡luminar nuestra vida y a darle sentido con su resurrección para que, conscientes de su presencia, puedan anunciarlo con alegría en todos los ambientes donde se encuentren.

Material

• Pañuelos o algo para cubrir los ojos de dos niños• Imagen grande de Jesucristo Resucitado• Copias de hojas para sus compromisos

ORACIÓN INICIAL

Mi amado Jesús, ilumina mi vida con la luz de la fe para que pueda convertirme en luz para los demás. Que estos ejercicios cuaresmales que hoy terminamos, me ayuden a ir formándome como discípulo tuyo. Permite que mis ojos te vean, mis oídos te escuchen y que así mi vida se transforme. Acompáñame en cada momento de mi vida para que pueda verte en las personas que me rodean y así cuide de ellas como lo harías Tú. Amén.

Bienvenidos sean todos ustedes, a este último día de sus ejercicios cuaresmales, en los que nos hemos preparado para vivir una cuaresma al encuentro con Jesús a través de su Palabra. El día de ayer descubrimos el valor de la amistad de Jesús, que es para todos y no excluye a nadie y que nos invita a nosotros a hacer lo mismo. ¿Alguno de ustedes quiere comentar lo que se le haya hecho más interesante delo que hemos aprendido durante estos días?

El día de hoy, iniciaremos con una dinámica, para esto, necesitamos que tres niños pasen al frente.

Primeramente, ustedes verán que a uno de los niños le cubriremos los ojos y él tratará de caminar aquí al frente de todos en varias direcciones. Ustedes desde su lugar, le van a ir indicando hacia dónde caminar: a la derecha, a la izquierda, hacia atrás o hacia adelante, de manera que camine y no tropiece para que no se haga ningún daño.

(El niño, con los ojos ya cubiertos, comienza a caminar, mientras todos le van indicando por dónde tiene que ir).

Ahora, vamos a descubrir los ojos a este niño, para que nos comparta su experiencia:

9 ¿Cómo te sentiste?• ¿Pudiste escuchar y entender lo que te decían tus

compañeros?• ¿Te sentiste con seguridad al caminar? ¿Por qué?

Cubrimos los ojos a otro de los niños que está aquí al frente. En este momento, es importante que pongamos mucha atención. Este niño con los ojos vendados, va a ser guiado sólo por el otro niño que tenemos aquí, quien irá delante de él y le tomará de la mano, los demás podrán decirle por dónde caminar, si así lo desean. El niño que está viendo, lo va a guiar con mucho cuidado de manera que no se vaya a caer ni a hacerse daño.

(Lo dejamos que camine un poco guiado por el otro niño y luego, le descubrimos los ojos).

Muy bien, vamos a preguntar ahora a este niño:

• ¿Cómo te sentiste?• ¿Escuchaste la voz de tus compañeros?• ¿Por qué no les hiciste caso a cada uno de ellos

en las indicaciones que te dieron?¿Te gustó haber tenido a alguien que te guiara? ¿Por qué?

Ahora les pregunto a todos: ¿Cuál fue la diferencia entre los niños que tenían los ojos vendados?

Es claro, cuando son muchas las voces que nos hablan, no podemos entender, nos confunden y en

lugar de guiarnos, nos desubican, nos hacen perder el camino.

Así pasa en el mundo que vivimos, existen muchos peligros o voces diferentes que podrían impedirnos escuchar la voz de Dios y seguir el camino de sus enseñanzas. ¿Recuerdan quién ha venido por parte de nuestro Padre Dios a mostrarnos su amor, su misericordia y que tiene preparado un Reino para nosotros?

ILUMINACIONLa alearía eor la resurrección de Cristo

Jesús es quien desea guiar nuestra vida, a través del Espíritu Santo, para llevarnos al Padre. Él ofrece su vida por nosotros, incluso, murió en la cruz porque nos ama ¿lo recuerdan? Y los discípulos estaban muy tristes cuando lo crucificaron, pero llegó “el tercer día” y su corazón se llenó de gran alegría... Vamos a buscar cada quien en nuestra Sagrada Escritura la cita del evangelio de san Juan 20,19-20.

Escuchamos con atención:

“Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos con las puertas bien cerradas, por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se colocó en medio y les dice: La paz esté con ustedes. Después de decir esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron al ver al Señor” (Jn 20,19-20).

El domingo de la resurrección, por la tarde, los discípulos reconocen a Jesús, saben que es Él y que ha resucitado como ya les había dicho antes; ven sus manos que fueron traspasadas por los clavos y su costado que fue herido con una lanza. Su alegría es inmensa porque ven a Cristo ¡está vivo!, ha resucitado y esa luz que iluminaba sus vidas sigue encendida, más radiante y ardiente, tanto, que los impulsa a comprometerse en la misión que Él les había encomendado de ir a anunciar el Evangelio.

También nosotros en estos ejercicios cuaresmales nos hemos encontrado con Jesús, hemos reconocido que está presente en la Sagrada Escritura y, por la fe, sabemos que Él resucitó, que es la luz que nos ilumina y nos guía. Él vive entre nosotros y nos envía a anunciarlo a los demás. Dejemos que nuestro corazón se llene también de una gran alegría, como la de los discípulos el día de la resurrección, por estos encuentros que estamos teniendo con Él, cada día de nuestros ejercicios de cuaresma.

La misión de ¡levar la luz dei Resucitado

Los discípulos que se han encontrado con Cristo vivo, no se quedan con esa alegría sólo para ellos, sino que sienten la necesidad de salir a anunciarlo. Así también les sucede a ustedes ¿cierto?, cuando les pasa algo muy bueno y que les causa mucha alegría desean compartirlo con sus papás, hermanos, maestros/vecinos y mejores amigos.

La misión de nosotros, como bautizados y personas que nos hemos encontrado con Cristo, consiste en anunciarlo, en llevar su luz a los demás para que puedan ver claro su camino y llegar al objetivo que es vivir el Reino de Dios. Aunque haya otras voces que nos quieran distraer en nuestro camino hacia Dios como los programas de televisión, la excesiva diversión, en los video juegos, la irresponsabilidad, etc., estemos atentos a lo que Dios nos dice a través de su Palabra.

¿Cómo podemos realizar esta tarea en nuestra vida cotidiana?

Primero, amando a todos, como Él nos ha amado. Este amor se muestra a través de un servicio desinteresado a los papás, hermanos, amigos y conocidos. En la actualidad muchas personas hablan de violencia e incomprensión, pero ¿qué pasaría si tomáramos conciencia de que cada una de las personas que nos rodean son nuestros prójimos y les tratáramos como si tuviéramos delante al propio Cristo resucitado? Tendríamos un mundo mucho mejor.

Podría suceder que algunos no se animen a realizar esta misión porque creen que nada puede cambiar, que el esfuerzo es inútil y prefieran quedarse con los brazos cruzados viendo demasiado tiempo la televisión o jugando aislados con diversos medios como Internet o los celulares; si cayéramos en esa actitud, estaríamos encerrados en la comodidad y

la flojera, es como si dejáramos a Cristo crucificado y no dejáramos que resucitara en nosotros, no permitiríamos que su luz iluminara nuestro camino para guiarnos al Padre.

Confiemos en el Espíritu Santo que nos impulsa a llevar la luz de Cristo a todas las personas con las que nos relacionamos y hagámoslo con gran alegría.

NOS COMPROMETEMOS(Se presenta la imagen de Cristo Resucitado y se pide que en silencio la observen durante unos minutos).

En esta cuaresma hemos tenido la oportunidad de conocer mejor a nuestro Señor Jesucristo, es momento de comprometernos y elaborar un plan de acción, puedes elegir dos de estos compromisos o algún otro si tú prefieres:

• Obedecer con alegría• Ayudar sin que me lo pidan• Tratar a todos con respeto y cariño• Cuidar de quienes están a nuestro alrededor

Tener conciencia ecológica, esto es, cuidar de nuestro mundo, no tirando basura, no desperdiciando el agua, etc., en bien de todos.

Ahora, tus catequistas te regalaran una hoja con la imagen de Cristo Resucitado para que la colorees y anotes en ella tus compromisos, es decir, las acciones que estás dispuesto a realizar cada día como discípulo y misionero del verdadero Dios hecho hombre, para que todas las personas que te rodean sientan en ti el amor de Jesús.

ENCUENTRO CON S EN LA ORACIONVamos a hacer unidos una oración por medio de la cual pediremos a Jesús que nos ayude a ser sus discípulos y permita que los demás puedan ver en nosotros que Él es la verdadera luz que nos guía.

ORACIÓN FINAL

Jesús resucitado, amigo de todos nosotros, gracias por llamarme a ser tu Testigo. Quiero estar siempre contigo y dejarme guiar por tu luz. Gracias por darme tu Espíritu de amor: te pido tus dones, gracia y perdón. Permite que pueda dar testimonio con mi vida, que sepa compartir tu palabra con quienes más ia necesitan. Gracias por permitirme concluir estos ejercicios cuaresmales, fortalece mi espíritu para que pueda llevar a la práctica en mi vida diaria, todolo que he aprendido. Sé siempre la luz que guíe mi camino. Te alabo Señor, mi ser es para ti.¡ ¡ ¡Con Jesús mi gran amigo: sin temor soy su testigo!!!

CANTO: “Soy tu testigo” Elizabeth Vega (youtube)

Al amanecer luego de tanto buscar Tu voz irrumpió mi silencio sin más,Ante el desconcierto pude reconocer Eras tú quien me invito a creer.

Te haces presente y empiezo a cambiar Mi fe se renueva y el miedo se va Te entrego mi vida porque quiero ser Tu testigo, tu amigo más fiel.

Testigos del amor, que vence a la muerte Testigos de Cristo, vivo y resucitado Se aleja el temor, Has puesto en mí tu mirada Quiero ser tu testigo, Señor

Y aunque a veces me cueste seguir Llevaré a todo el mundo, Tu luz sin medir No le temo al desprecio, el miedo se acabó A mi lado camina el Señor

Testigos del amor, que vence a la muerte Testigos de Cristo, vivo y resucitado Se aleja el temor, Has puesto en mí tu mirada Quiero ser tu testigo, Señor

Testigos del amor, que vence a la muerteTestigos de Cristo, vivo y resucitadoSe aleja el temor, Has puesto en mí tu mirada Quiero ser tu testigo, Señor

Quiero ser tu testigo, Señor (2)

C U A R E S M A L E S

2014

JESÚS. PORQUE TE AMO. ME COMPROMETO A

VÍA CRUCIS PARA NIÑOS

Este vía crucis puede tiene la finalidad de ir enseñando al niño a meditar en la pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Se sugiere elegir con tiempo un guía y tres lectores, los cuales pueden ser los mismos niños.

Monición: Estamos aquí para recordar el gran amor que Jesús tiene por nosotros. Él aceptó padecer una muerte dolorosa para perdonar nuestros pecados. En este día queremos meditar este amor de Jesús y darle las gracias por salvarnos. Dispongámonos con mucha devoción a acompañarlo en su “Camino de la Cruz.”

GUIA: Señor nuestro Jesucristo que nos amas tanto y moriste por nosotros, nos pesa haber pecado, pues te hemos ofendido. Jesús perdónanos, prometemos esforzarnos más para no volver a pecar. Amén.

1o ESTACIÓN: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

L1. Los judíos llenaron a Jesús de insultos y de ofensas. Luego, obligaron a Pilatos a condenarlo a muerte y colgarlo de la cruz.

L2. Jesús, amigo nuestro, ayúdanos para que sepamos tolerar las injurias como tú, sin rencores ni enojos.

BREVE SILENCIO

L3. Señor pequé, ten misericordia de mí

TODOS: Pecamos Señor y nos pesa, ten misericordia de nosotros.

2o ESTACIÓN: JESÚS CARGA CON LA CRUZ A CUASIAS

L1. Los soldados cargaron aquella cruz tan pesada en los hombros de Jesús.

L2. Jesús, amigo nuestro, tú quisiste aceptar una cruz por nuestros pecados. Queremos también aceptar todo aquello que nos cuesta trabajo realizar, siendo bondadosos y serviciales cuando los demás nos necesiten.

3o ESTACION: JESUS CAE POR PRIMERA VEZ

L1. Jesús cae bajo el peso de la cruz por primeravez.

L2. Jesús, tú te levantaste para seguir el camino hacia el calvario. ¡Que nosotros podamos levantarnos de nuestra indiferencia para llegar hasta Ti!

L3. Señor pequé...

4o ESTACIÓN: JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE

L1. De camino al Calvario, Jesús se encuentra con su Santísima Madre; su presencia y su ternura le dieron nuevas fuerzas.

L2. Querido Jesús, que el amor de María nos sostenga siempre como a Ti, y que en los momentos más duros de nuestra vida, contemos con su compañía.

L3. Señor, pequé...

5o ESTACIÓN: EL CIRINEO LE AYUDA A JESÚS A CARGAR LA CRUZ

L1. Los soldados obligan a Simón a cargar la cruz de Jesús.

L2. Jesús, que podamos servirte como el Cirineo; que comprendamos que cuando ayudamos al prójimo, es a Ti a quien estamos ayudando.

L3. Señor, pequé...

6° ESTACIÓN: LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS

L1. En este lugar, una mujer valiente, que no tuvo miedo a los soldados romanos, se acercó hasta Jesús y limpió su rostro golpeado y sucio.

L2. Jesús, amigo nuestro, que nosotros también seamos valientes para acercarnos a ti y defenderte aún cuando otros te odien y te desprecien.

L3. Señor, pequé...

L3. Señor pequé.