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Lectura del libro del Jeremías 20, 10-13 Dijo Jeremías: Oía el cuchicheo de la vamos a delatarlo." Mis amigos acecha seducir, y lo abatiremos, lo cogerem Pero el Señor está conmigo, como fuerte/ no podrán conmigo. Se avergonzarán de no se olvidará. Señor de los ejércitos, q íntimo del corazón, que yo vea la venga encomendé mi causa. Cantad al Señor, a pobre de manos de los impíos. Palabra de Dios. Salmo responsorial.- Sal 68 R. QUE ME ESCUCHE TU GRAN BO Por ti he aguantado afrentas, la vergüen para mis hermanos, un extranjero para devora el celo de tu templo, y las afrentas R. Pero mi oración se dirige a ti, Dios mío, e gran bondad, que tu fidelidad me ayude. de tu gracia; por tu gran compasión, vuélv Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad Que el Señor escucha a sus pobres, no d cielo y la tierra, las aguas y cuanto bulle e Lectura de la primera carta del após 5, 12-15 Hermanos: Lo mismo que por un hombre el pecado la muerte, y así la muerte pasó pecaron. Porque, aunque antes de la L pecado no se imputaba porque no habí reinó desde Adán hasta Moisés, incluso s una transgresión como la de Adán, que e embargo, no hay proporción entre el delit uno murieron todos, mucho más, la grac gracia que correspondía a un solo hombre Palabra de Dios. 3 gente: "Pavor en torno; delatadlo, aban mi traspié: "A ver si se deja mos y nos vengaremos de él." /soldado; mis enemigos tropezarán y e su fracaso con sonrojo eterno que que examinas al justo y sondeas lo anza que tomas de ellos. porque a ti alabad al Señor, que libró la vida del ONDAD, SEÑOR. nza cubrió mi rostro. Soy un extraño los hijos de mi madre; porque me s con que te afrentan caen sobre mí. el día de tu favor; que me escuche tu Respóndeme, Señor, con la bondad vete hacia mí. R. d al Señor, y revivirá vuestro corazón. desprecia a sus cautivos. Alábenlo el en ellas. R. stol san Pablo a los Romanos e entró el pecado en el mundo, y por ó a todos los hombres, porque todos Ley había pecado en el mundo, el ía Ley. A pesar de eso, la muerte sobre los que no habían pecado con era figura del que había de venir. Sin to y el don: si por la transgresión de cia otorgada por Dios, el don de la e, Jesucristo, sobró para la multitud. + Lectura del santo evangelio según san Ma En aquel tiempo, dijo Jesús: «No tengáis miedo, po no llegue a descubrirse; nada hay escondido que n digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuc la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cu alma. No, temed al que puede destruir con el f venden un par de gorriones por unos céntimos? Y al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis m muchos gorriones. A quien se declare por mí ante declararé por él ante el Padre que está en los ciel hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que Palabra del Señor El recuerdo de la ejecución de Jesús estaba las comunidades cristianas circulaban diver Todos sabían que era peligroso seguir a alg tan mal. Jesús no quería que sus discípulos se hicie puede pretender seguirle de verdad sin comp suerte. En algún momento, alguien lo recha o condenará. ¿Qué hay que hacer? La resp dentro: «No les tengáis miedo». El miedo no h discípulos. No han de callarse. No han de ces de Jesús por ningún motivo. Jesús les va a exp ante las dificultades y la incomprensión. Co revelación de la Buena Noticia de Dios. Debe ateo 10, 26-33 orque nada hay encubierto que no llegue a saberse. Lo que os chéis al oído, pregonadlo desde uerpo, pero no pueden matar el fuego alma y cuerpo. ¿No se Y, sin embargo, ni uno solo cae vosotros hasta los cabellos de miedo; valéis más vosotros que e los hombres, yo también me los. Y si uno me niega ante los está en los cielos». todavía muy reciente. Por rsas versiones de su Pasión. guien que había terminado eran falsas ilusiones. Nadie partir de alguna manera su azará, maltratará, insultará puesta le sale a Jesús desde ha de paralizar nunca a sus sar de propagar el mensaje plicar cómo han de situarse on él ha comenzado ya la en confiar. Están lla revelaci Son mu hace da Dios y se vida se está hab vida qu arriesga trabajo; miedo h tememo El mied humana buena v confianz fortalece escuchá fuerza d Con frec corazón interior. podemo busca n antes q persona hablaba podía v miedos No pod temor p paraliza volunta robusta el con responsa para se verdade y la crea La expe contribu absoluta experim De él só olvidem nuestro Otra co asumir propia d su confia Jesús im saben « libres pa atrevem del evan Hay alg «vivimo presenci que nos caminos amados a tomar parte activa desde ahora en ión. uchas las situaciones que nos hacen sufrir en sec año, mucho daño. Donde crece el miedo, se pie e ahoga la bondad que hay en el corazón de la apaga, la alegría desaparece. Cuando nuest bitado por un amor fuerte o una fe firme, fácil ueda a merced de diferentes miedos: no nos ar nuestra posición social, nuestra pequeña feli ; nos aterroriza la posibilidad de quedarnos hacer el ridículo, confesar nuestras verdadera os el rechazo de los demás; nos invade el temor d do hace imposible la construcción de una a. Pero su superación no es sólo ni principalmen voluntad. Necesitamos encontrar una razón p za para entregarnos e, incluso, para morir er y aumentar nuestra fe en el Señor. S áramos las palabras de Jesús, nos sentiríamos pen de Dios. cuencia, también se apodera de nosotros cuan n crece la desconfianza, la inseguridad o la fal . Este es el problema central del ser human os liberar de él, enraizando nuestra vida en un nuestro bien. Así lo veía Jesús y por eso insiste que nada, a despertar la confianza en el co as; su fe profunda y sencilla era contagiosa. Co a a cada enfermo; con qué alegría los desped ver curados; su gran deseo era que la gente vivie ni angustias. demos decir que confiamos en Dios y sentir, al m por lo que pueda sucedernos. El único tem ar a un cristiano es el vértigo que produce el ad de Dios, que nos ha dado la vida y la fe como a en Dios no lleva a la evasión o la pasividad. S ntrario, en coraje para tomar decisione abilidades; conduce a afrontar riesgos y acep er fiel a sí mismo y a la propia dignidad. L ero creyente no es la cobardía y la resignación, s atividad. eriencia de Dios tal como se ofrece y comunica e uir a conocer la paz y el sosiego, pero esta amente personal. Tal vez, lo primero es d mentar a Dios sólo como amor. Todo lo que nace ólo nos llega vida, paz y bien. Aunque nos apa mos su amor, él no cambia. El cambio se pr interior. Él nunca deja de amarnos. onsecuencia de la confianza en Dios es la pacienc la adversidad y resistir a la agresividad del ma dignidad ni destruirse. Esa es la actitud secreta anza última en Dios. maginaba a sus seguidores como un grupo de «ponerse de su parte» sin miedo. ¿Por qué so ara abrir nuevos caminos más fieles a Jesús? ¿P mos a plantear de manera sencilla, clara y concr ngelio? go que no debemos olvidar: nunca estaremo os, nos movemos y existimos» en Dios. El será ia comprensiva y exigente que necesitamos, esa s sostendrá en la debilidad, esa luz que nos g s. ese proceso de creto. El miedo erde de vista a as personas. La tro corazón no lmente nuestra s atrevemos a icidad, nuestro solos; nos da as convicciones; del futuro… sociedad más nte cuestión de para vivir, una r. Necesitamos Si de verdad netrados por la ndo en nuestro lta de libertad no y sólo nos n Dios que sólo e. 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Lectura del libro del Jeremías 20, 10-13 Dijo Jeremías: Oía el cuchicheo de la gente: "Pavor en torno; delatadlo, vamos a delatarlo." Mis amigos acechaban mi traspié: "A ver si se deja seducir, y lo abatiremos, lo cogeremos y nos vengaremoPero el Señor está conmigo, como fuerte/soldado; mis enemigos tropezarán y no podrán conmigo. Se avergonzarán de su fracaso con sonrojo eterno que no se olvidará. Señor de los ejércitos, que examinas al justo y sondeas lo íntimo del corazón, que yo vea la venganza que tomas de ellos. porque a ti encomendé mi causa. Cantad al Señor, alabad al Señor, que libró la vida del pobre de manos de los impíos. Palabra de Dios. Salmo responsorial.- Sal 68 R. QUE ME ESCUCHE TU GRAN BONDAD, SEÑOR. Por ti he aguantado afrentas, la vergüenza cubrió mi rostro. Soy un extraño para mis hermanos, un extranjero para los hijos de mi madre; porque me devora el celo de tu templo, y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R. Pero mi oración se dirige a ti, Dios mío, el día de tu favor; que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude. Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia; por tu gran compasión, vuélvete hacia mí. Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazQue el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. Alábenlo el cielo y la tierra, las aguas y cuanto bulle en ellas. Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los5, 12-15 Hermanos: Lo mismo que por un hombre entró el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron. Porque, aunque antes de la Ley había pecado en el mundo, el pecado no se imputaba porque no había Ley. A pesar de eso, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una transgresión como la de Adán, que era figura del que había de venir. Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el don: si por la transgresión de uno murieron todos, mucho más, la gracigracia que correspondía a un solo hombre, Jesucristo, sobró para la multitud.Palabra de Dios.

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Oía el cuchicheo de la gente: "Pavor en torno; delatadlo, vamos a delatarlo." Mis amigos acechaban mi traspié: "A ver si se deja seducir, y lo abatiremos, lo cogeremos y nos vengaremos de él." Pero el Señor está conmigo, como fuerte/soldado; mis enemigos tropezarán y no podrán conmigo. Se avergonzarán de su fracaso con sonrojo eterno que

Señor de los ejércitos, que examinas al justo y sondeas lo yo vea la venganza que tomas de ellos. porque a ti

Cantad al Señor, alabad al Señor, que libró la vida del

R. QUE ME ESCUCHE TU GRAN BONDAD, SEÑOR.

he aguantado afrentas, la vergüenza cubrió mi rostro. Soy un extraño para mis hermanos, un extranjero para los hijos de mi madre; porque me devora el celo de tu templo, y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí.

ios mío, el día de tu favor; que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude. Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia; por tu gran compasión, vuélvete hacia mí. R.

buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. Alábenlo el cielo y la tierra, las aguas y cuanto bulle en ellas. R.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Romanos

Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron. Porque, aunque antes de la Ley había pecado en el mundo, el pecado no se imputaba porque no había Ley. A pesar de eso, la muerte

dán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una transgresión como la de Adán, que era figura del que había de venir. Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el don: si por la transgresión de uno murieron todos, mucho más, la gracia otorgada por Dios, el don de la gracia que correspondía a un solo hombre, Jesucristo, sobró para la multitud.

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 26 En aquel tiempo, dijo Jesús: «No tengáis miedo, porque nano llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al oído, pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden mataalma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos céntimos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; muchos gorriones. A quien se declare por mí ante los hombres, declararé por él ante el Padre que está en los cielohombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en losPalabra del Señor

El recuerdo de la ejecución de Jesús estaba todavía muy reciente. Por las comunidades cristianas circulaban diversas versiones de su Pasión. Todos sabían que era peligroso seguir a alguietan mal. Jesús no quería que sus discípulos se hicieran falsas ilusiones. Nadie puede pretender seguirle de verdad sin compartir de alguna manera su suerte. En algún momento, alguien lo rechazará, maltratará, insultará o condenará. ¿Qué hay que hacer? La respuesta le sale a Jesús desde dentro: «No les tengáis miedo». El miedo no ha de paralizar nunca a sus discípulos. No han de callarse. No han de cesar de propagar el mensaje de Jesús por ningún motivo. Jesús les va a explicar cómo ante las dificultades y la incomprensión. Con él ha comenzado ya la revelación de la Buena Noticia de Dios. Deben confiar.

Mateo 10, 26-33

En aquel tiempo, dijo Jesús: «No tengáis miedo, porque nada hay encubierto que no llegue a descubrirse; nada hay escondido que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche decidlo en pleno día, y lo que escuchéis al oído, pregonadlo desde la azotea. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se

? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de

tados. Por eso, no tengáis miedo; valéis más vosotros que A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me

cielos. Y si uno me niega ante los que está en los cielos».

El recuerdo de la ejecución de Jesús estaba todavía muy reciente. Por las comunidades cristianas circulaban diversas versiones de su Pasión. Todos sabían que era peligroso seguir a alguien que había terminado

Jesús no quería que sus discípulos se hicieran falsas ilusiones. Nadie puede pretender seguirle de verdad sin compartir de alguna manera su suerte. En algún momento, alguien lo rechazará, maltratará, insultará

La respuesta le sale a Jesús desde o ha de paralizar nunca a sus

discípulos. No han de callarse. No han de cesar de propagar el mensaje Jesús les va a explicar cómo han de situarse

. Con él ha comenzado ya la revelación de la Buena Noticia de Dios. Deben confiar.

Están llamados a tomar parte activa desde ahora en ese proceso de revelación.

Son muchas las situaciones que nos hacen sufrir en secreto. El miedo hace daño, mucho daño. Donde crece el miedo, se pierde de viDios y se ahoga la bondad que hay en el corazón de las personas. La vida se apaga, la alegría desaparece. Cuando nuestro corazón no está habitado por un amor fuerte o una fe firme, fácilmente vida queda a merced de diferentes miedosarriesgar nuestra posición social, nuestra pequeña felicidad, nuestro trabajo; nos aterroriza la posibilidad de quedarnos solos; nos da miedo hacer el ridículo, confesar nuestras verdaderas convicciones; tememos el rechazo de los demás; nos inv

El miedo hace imposible la construcción de una sociedad más humanabuena voluntad. confianza para entregarnosfortalecer y aumentar nuestra fe en el Señor. Si de verdad escucháramos las palabras de Jesús, nos sentiríamos penetrados por la fuerza de Dios.Con frecuencia, tcorazón crece la descointerior. podemos liberar de él, enraizando nuestra vida en un Dios que sólo busca nuestro bien. Así lo veía Jesúsantes que nada, a despertar la confianza en el corazón de las personashablaba a cada enfermo; con qué alegría los despedía cuando los podía ver curados; su gran deseo era que la gente viviera con paz, simiedos ni angustias. No podemos decir que confiamos en Dios y sentir, al mismo tiempo, temor por lo que pueda sucedernos. paralizar a un cristiano es el vértigo que produce el no cumplir la voluntad de Dios, que nos ha dado la virobusta en Dios no lleva a la evasión o la pasividad. Se traduce, por el contrario, en coraje para tomar decisiones y asumir responsabilidadespara ser fiel a sí mismo y a la verdadero creyente no es la cobardía y la resignación, sino la audacia y la creatividad.La experiencia de Dios tal como se ofrece y comunica en Jesús puede contribuir a conocer la paz y el sosiego, pero esta experiencia es absolutamente personal. Tal vez, lo primero es detenernos en experimentar a Dios sólo como amor. Todo lo que nace de él es amor. De él sólo nos llega vida, paz y bien. Aunque nos apartemos de él y olvidemos su amor, él no cambia. El cambio se produce sólo enuestro interior. Él nunca deja de amarnos.Otra consecuencia de la confianza en Dios es la paciencia, ese arte de asumir la adversidad y resistir a la agresividad del mal sin perder la propia dignidad ni destruirse.su confianza última en Dios.Jesús imaginaba a sus seguidores como un grupo de creyentes que saben «ponerse de su parte» sin miedo. ¿Por qué somos tan poco libres para abrir nuevos caminos más fieles a Jesús? ¿Por qué no nos atrevemos a plantear de manedel evangelio?

Hay algo que no debemos olvidar«vivimos, nos movemos y existimos» en Dios. El será siempre esa presencia comprensiva y exigente que necesitamos, esa mano fuerte que nos sostendrá en la debilidad, esa luz que caminos.

Están llamados a tomar parte activa desde ahora en ese proceso de revelación.

Son muchas las situaciones que nos hacen sufrir en secreto. El miedo hace daño, mucho daño. Donde crece el miedo, se pierde de viDios y se ahoga la bondad que hay en el corazón de las personas. La vida se apaga, la alegría desaparece. Cuando nuestro corazón no está habitado por un amor fuerte o una fe firme, fácilmente vida queda a merced de diferentes miedos: no nos arriesgar nuestra posición social, nuestra pequeña felicidad, nuestro trabajo; nos aterroriza la posibilidad de quedarnos solos; nos da miedo hacer el ridículo, confesar nuestras verdaderas convicciones; tememos el rechazo de los demás; nos invade el temor del futuro…

El miedo hace imposible la construcción de una sociedad más humana. Pero su superación no es sólo ni principalmente cuestión de buena voluntad. Necesitamos encontrar una razón para vivir, una confianza para entregarnos e, incluso, para morir. Necesitamos fortalecer y aumentar nuestra fe en el Señor. Si de verdad escucháramos las palabras de Jesús, nos sentiríamos penetrados por la fuerza de Dios. Con frecuencia, también se apodera de nosotros cuando en nuestro corazón crece la desconfianza, la inseguridad o la falta de libertad interior. Este es el problema central del ser humano y sólo nos podemos liberar de él, enraizando nuestra vida en un Dios que sólo busca nuestro bien. Así lo veía Jesús y por eso insiste

que nada, a despertar la confianza en el corazón de las personas; su fe profunda y sencilla era contagiosa. Con qué fuerza hablaba a cada enfermo; con qué alegría los despedía cuando los podía ver curados; su gran deseo era que la gente viviera con paz, simiedos ni angustias.

No podemos decir que confiamos en Dios y sentir, al mismo tiempo, temor por lo que pueda sucedernos. El único temor que debe paralizar a un cristiano es el vértigo que produce el no cumplir la voluntad de Dios, que nos ha dado la vida y la fe como dones. robusta en Dios no lleva a la evasión o la pasividad. Se traduce, por el contrario, en coraje para tomar decisiones y asumir responsabilidades; conduce a afrontar riesgos y aceptar sacrificios para ser fiel a sí mismo y a la propia dignidad. Lo propio del verdadero creyente no es la cobardía y la resignación, sino la audacia y la creatividad. La experiencia de Dios tal como se ofrece y comunica en Jesús puede contribuir a conocer la paz y el sosiego, pero esta experiencia es bsolutamente personal. Tal vez, lo primero es detenernos en experimentar a Dios sólo como amor. Todo lo que nace de él es amor. De él sólo nos llega vida, paz y bien. Aunque nos apartemos de él y olvidemos su amor, él no cambia. El cambio se produce sólo enuestro interior. Él nunca deja de amarnos. Otra consecuencia de la confianza en Dios es la paciencia, ese arte de asumir la adversidad y resistir a la agresividad del mal sin perder la propia dignidad ni destruirse. Esa es la actitud secreta de quien posu confianza última en Dios. Jesús imaginaba a sus seguidores como un grupo de creyentes que saben «ponerse de su parte» sin miedo. ¿Por qué somos tan poco libres para abrir nuevos caminos más fieles a Jesús? ¿Por qué no nos atrevemos a plantear de manera sencilla, clara y concreta lo esencial del evangelio?

Hay algo que no debemos olvidar: nunca estaremos solos. Todos «vivimos, nos movemos y existimos» en Dios. El será siempre esa presencia comprensiva y exigente que necesitamos, esa mano fuerte

s sostendrá en la debilidad, esa luz que nos gucaminos.

Están llamados a tomar parte activa desde ahora en ese proceso de

Son muchas las situaciones que nos hacen sufrir en secreto. El miedo hace daño, mucho daño. Donde crece el miedo, se pierde de vista a Dios y se ahoga la bondad que hay en el corazón de las personas. La vida se apaga, la alegría desaparece. Cuando nuestro corazón no está habitado por un amor fuerte o una fe firme, fácilmente nuestra

: no nos atrevemos a arriesgar nuestra posición social, nuestra pequeña felicidad, nuestro trabajo; nos aterroriza la posibilidad de quedarnos solos; nos da miedo hacer el ridículo, confesar nuestras verdaderas convicciones;

ade el temor del futuro…

El miedo hace imposible la construcción de una sociedad más superación no es sólo ni principalmente cuestión de Necesitamos encontrar una razón para vivir, una

para morir. Necesitamos fortalecer y aumentar nuestra fe en el Señor. Si de verdad escucháramos las palabras de Jesús, nos sentiríamos penetrados por la

e apodera de nosotros cuando en nuestro nfianza, la inseguridad o la falta de libertad

s el problema central del ser humano y sólo nos podemos liberar de él, enraizando nuestra vida en un Dios que sólo

y por eso insiste. Él se dedicó, que nada, a despertar la confianza en el corazón de las

u fe profunda y sencilla era contagiosa. Con qué fuerza hablaba a cada enfermo; con qué alegría los despedía cuando los podía ver curados; su gran deseo era que la gente viviera con paz, sin

No podemos decir que confiamos en Dios y sentir, al mismo tiempo, El único temor que debe

paralizar a un cristiano es el vértigo que produce el no cumplir la da y la fe como dones. Esta fe

robusta en Dios no lleva a la evasión o la pasividad. Se traduce, por el contrario, en coraje para tomar decisiones y asumir

onduce a afrontar riesgos y aceptar sacrificios propia dignidad. Lo propio del

verdadero creyente no es la cobardía y la resignación, sino la audacia

La experiencia de Dios tal como se ofrece y comunica en Jesús puede contribuir a conocer la paz y el sosiego, pero esta experiencia es bsolutamente personal. Tal vez, lo primero es detenernos en experimentar a Dios sólo como amor. Todo lo que nace de él es amor. De él sólo nos llega vida, paz y bien. Aunque nos apartemos de él y olvidemos su amor, él no cambia. El cambio se produce sólo en

Otra consecuencia de la confianza en Dios es la paciencia, ese arte de asumir la adversidad y resistir a la agresividad del mal sin perder la

Esa es la actitud secreta de quien pone

Jesús imaginaba a sus seguidores como un grupo de creyentes que saben «ponerse de su parte» sin miedo. ¿Por qué somos tan poco libres para abrir nuevos caminos más fieles a Jesús? ¿Por qué no nos

ra sencilla, clara y concreta lo esencial

unca estaremos solos. Todos «vivimos, nos movemos y existimos» en Dios. El será siempre esa presencia comprensiva y exigente que necesitamos, esa mano fuerte

guiará por sus

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VIAJE A RUMANÍA 20 al 27 de septiembre Inscripciones en despacho. Ver web de la Parroquia

HORARIO DE VERANO: Del 1 de junio hasta el 30 de septiembre:

Misa vespertina, a las 20:00h.

Lunes, 26: 19:00h Celebración fin de curso TODOS LOS VOLUNTARIOS Martes, 27: 18.00h. Equipo de CARITAS Miércoles, 28: 19:30h. Oración R. Carismática Jueves, 29: 20:00h. Oración de la comunidad Domingo, 2: Eucaristías: 11:00 y 12:30h

CAMPAMENTO “San José” 2.017 Salida, día 1, a las 11:00h (junto a máquina d el tren) Regreso, día 10, a las 13:00h (junto a máquina del tren)

Las Matas. Madrid - Año X IV - nº 885 Domingo XII - T.O. – CICLO A – 25 junio 2017

XII SEMANA TIEMPO ORDINARIO Lunes, 26 – Pelayo , David de Tesalónica, Anselmo de Chignin, Josemarí a de

Balaguer, José Maria Robles Hurtado. Gén 12, 1-9 – Sal 32 – Mateo 7, 1-5

Martes, 27 – Cirilo de Alejandría , Nª Sra. del Perpetuo Socorro, Arialdo, Ladislao. Gén 13, 2.5-18 – Sal 14 – Mateo 7, 6.12-14

Miércoles, 28– Ireneo de Lyon , Benigno, Paulo I, Rais. Gén 15, 1-12.17-18 – Sal 104 – Mateo 7, 15-20 Jueves, 29 – COLECTA DEL OBOLO DE SAN PEDRO. Pedro y Pablo. Benedicta,

Casio, Sito de Génova. Hch 12, 1-11 – Sal 33 – 2Tim 4, 6-8. 17-18 – Mateo 16, 13-19

Viernes, 30 – Protomártires Romanos . Marcial,Teobaldo, Bto. Basilio Velychovskj. Gén 17, 1.9-10. 15-22 – Sal 127 – Mateo 8, 1-4 Sábado, 1 – Ester, Oliverio Plunkett, Atilano Cr uz, Justino Orona, Bto. Antonio

Rosmini . Gén 18, 1-15 – Sal Lc 1, 46-55 – Mateo 8, 5-17 “En el Pan de vida, el Señor nos visita haciéndose a limento humilde que sana con amor nuestra memoria, enferma de frenesí. Porque la Eucaristía es el memorial del am or de Dios”. P. Francisco. Homilía 18/06/2017

¿CRISTO MURIÓ POR TODOS? Gabriel Mª. Otalora (ecleSALia 19/06/2017) Con la que está cayendo, el nuevo misal litúrgico oficializa una nueva polémica que descentra el mensaje central del evangelio en general y de la celebración eucarística en particular. No es un brindis al sol mi expresión “con la que está cayendo”; Pablo VI ya alertó en su encíclica Evangelii Nuntiandi que “la ruptura entre el Evangelio y la cultura, es, sin duda alguna, el drama de nuestro tiempo.” Y uno de los soportes para evitarlo es utilizar un lenguaje que llegue al corazón del ser humano actual. Además del ejemplo, claro está.

En pleno acercamiento al mundo protestante en el aniversario de Lutero (Francisco, Kasper…), que refuerza la redención universal y el que Cristo murió por todos, el nuevo misal retrocede a Benedicto XVI con una peligrosa argumentación que es difícil de entender si no es desde la exclusión del amor de Dios a “algunos”. Y descentrando, de paso, los mensajes divinos de la compasión y misericordia universales. Se trata del cambio en las palabras de la consagración: donde actualmente se dice “será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados”, pasa a decirse “será derramada por vosotros y por muchos para el perdón de los pecados”. En Hechos 18, el Señor dio ánimos a Pablo en el sentido de que su labor no sería en vano porque “muchos” llegarían a conocer a Cristo en la ciudad de Corinto. Aunque él se dirigía a todos, al menos iban a ser muchos los que iban a convertirse. Si el que Jesucristo murió por todos es algo que forma parte de las certezas básicas de nuestra fe, ¿a qué viene detenerse todo un Papa en este matiz, con lo que nos falta de ejemplo vivo en la sociedad de hoy que nos interpela desde una religión clericalista -a pesar de Francisco- capaz de espantar a tantos que buscan? Ya en el año 2006, Ratzinger entonces cardenal prefecto de la Congregación para la Liturgia dirigió una carta a los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo para que introdujesen esa modificación en la consagración en los misales. Como no todas le hicieron caso, en abril de 2012, investido ya como Benedicto XVI se dirigió con severidad a algunos presidentes de los obispos, incluido el alemán, para urgir la aplicación de lo ya mandado. Y desde marzo de 2017, en pleno pontificado de Francisco, se modifica en nuestro misal. Cristo vino por todos, porque es Amor y todos le necesitamos: hemos nacido para Él. Pero en Marcos y Lucas Jesús afirma que vino por los pecadores, no por los justos; su misión preferentemente se concentró en los enfermos, no en los sanos. Esto aleja que nadie puede quedar excluido del amor y la acción de Dios que llegó hasta las últimas consecuencias del asesinato en un madero. Cuando preguntas por este dislate terminológico, te cuentan que el término “muchos” no se utilizaría aquí en contraste con “todos”, sino frente a “pocos”. Incluso afirman que el concepto “muchos” en algunos casos es un equivalente a “todos”. Entonces, ¿para qué marear el tema y no dejarlo en su sentido de la universalidad del amor de Dios sin fisuras frente a una interpretación sectaria, nada menos que en las palabras de la consagración? Dios invita a todos al Banquete. Lucas refuerza la universalidad de la oferta divina frente a esa idea de “muchos”: un gran señor invita a su gente cercana y como se disculpan y no van, ordena a sus criados que vayan a invitar a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos hasta que la casa se llene de invitados. Una cosa son los llamados y otra los que responden a la llamada. Podemos elucubrar sobre si se salvan todos, casi todos o muchos o pocos (es de suponer que si el Padre pone en marcha la historia de la humanidad no es porque acabará siendo una empresa fracasada). Pero poner el acento en “muchos” en lugar de remachar el “todos” me indica muchas cosas, y ninguna es buena. Así no conseguiremos parar la sangría y solo atraer a bien pocos nuevos cristianos comprometidos de las nuevas generaciones cuya mayoría son totalmente indiferentes a nuestra institución eclesial.

VULNERABLES

¡Señor, que quienes te buscan a tientas, te encuentren; que quienes dudan siempre de Ti, no desistan; que quienes se extravían en su camino, vuelvan; que quienes creen poseerte, te busquen. Señor, que quienes caminan solos, no se pierdan; que quienes tienen miedo al futuro, se abran a la confianza; que quienes no logran triunfar, perseveren; que quienes tienen hambre y sed, sean saciados. Señor, que los grandes y poderosos se sientan vulnerables; que los amargados de la vida, disfruten de tantos dones; que los olvidados de todos, dejen oír su canción; que tus hijos e hijas, nunca nos saciemos de tus dones.

F. Ulibarri

http ://www.sanjoselasmatas.es