- DOMINGO 10 DE JULIO nglaterra crea nuevos...

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—— n. MUNDO, SAN JUAN, P. A. - DOMINGO 10 DE JULIO DE 1938. nglaterra crea nuevos soldados para hacer frente al Japón en el Oriente La amenaza nipona sobre Singapore, baluarte inglés en el Oriente, tiene alar- mada a Gran Bretaña.-Están dando instrucción militar, por primera vez, a los malayos y otros grupos raciales del Sur de la India.-Estiman los ingleses que los objetivos japoneses son Hankow, Cantón, Horg Kong y Singaprr Soldados nativos, del Ejercito Infles, reclutados en BU mayor parte en el Punjab. Por ELLIS COSGROVE No hay que darse mucha maña, ser astuto r emplear sagacidad, pa- ra saber que John Bull está muy preocupado por el desarrollo de los acontecimientos en el Lejano Oriente. Los japoneses están marchando desde la Isla del Sol Naciente ha- da las más preciadas posesiones bri- tánicas en el Asia. La ruta a seguir no es un misterio. Está claramen- te marcada y pasa par Hankow. Can- tón y Hong Kong. llegando a Singa-, pur. Y después viene, no hay que; olvidarlo, i :rma, Assam, Bengala... ¡ Que la amenaza nipona contra Hong Kong > Singapur es una rea- lidad. puede confirmarse con la re-j cíente decisión del Consejo de De- fensa de Gran Bretaña que aumen-: ta considerablemente las fuerzas i militares en la India, especialmente en las posiciones del estrecho, y dls- pone la organización de levas pa-. ra reclutar soldados malayos, ma- - drassis y bengaleses. El alistamiento entre las razas meridionales de la India y de los na- [ tivos de Malaya para reforzar las: filas del Ejército británico denotan j un cambio fundamental en las tra- diciones militares, que durante si- glos fueron respetadas por Inglate- rra, sobre todo en lo concerniente a la defensa de sus posesiones al este del Canal de Suez. La historia militar de la India re- vela que todos los esfuerzos reali- zados en el pasado, con objeto de re- clutar soldados en el sur, fracasa-' ron ruidosamente. La India no es, en el sentido natural y ordinario de. la palabra, una nación. Esto se com- prueba considerando las diferencias entre las razas combativas y el res- to. Si en Gran Bretaña y su impe- rio blanco cada hombre está en con- diciones de convertirse en un solda- do, siendo fácil el reclutamiento en cualquier parte, la situación en la India —donde el noventa por ciento es una excepción— es bten distinta. Buenos soldados en el Norte Estudiando el papel jugado por las castas y razas en el Ejército de la India se ve que los buenos soldados sólo fueron reclutados. hablamos en pasado, en las regiones del norte. Todas las fuerzas combativas, con las que contaba el Imperio, han es- tado siempre concentradas en las zo- nas septentrionales y del noroeste. La mayor parte del Ejército de la India está integrada por hombres del Punjab Cada mozalbete de las aldeas, cada campesino que ara la tierra. ?s un soldado en potencia en ' la región. Los Sikhs. por ejemplo,! cuentan con .na reputación mundial' como combatientes. También son buenos soldados, como ellos, el pun-' jab. musulmán, el dogra. el gurkha y otras razas que viven en el Hi- malaya, la fhmosa cadena montano- que «e extiende entre los valles' del Indo v del Brahmaputra. Pa- ra estas razas el servicio militar vo- luntario es algo que se siente lnstin- tivamente, qut se hereda. Aquellos que se dedican a las armas, sin ex- ! cepción, son los que gozan del ma- j yor prestigio y respeto ante la po- blación. La remuneración del sóida- I Un soldado casado que se encuen- tra estacionado en Singapur. ruya, esposa ha quedado en Inglaterra, de-, he de enviarle dinero para que se mantenga j quedarse ron algo para ¡ él con una remuneración semanal i de $7.20. También reciben una cantl-! rlad adicional por encontrarse en i una colonia, pero ésta sólo asciende! T diez "entavos, que es lo que cues- j la un corto \!aje en ómnibus. Mu- ¡ <hos soldados reciben nada más que: •res chelines al dia. es decir, aproxi- madamente $1.40 en moneda malaya. i no hay que olvidar que un peso, »n Singapur dura tanto como un, eso en Inglaterra. En los -!ines. teatros, y fiestas de- portivas los soldados sólo pagan el j incuenta poi ciento del costo de las¡ Mitradas. Pero después de i.na se- mana de cubrir los gastos de ciga- rrillos, repai ación de calzado, jabón, pasta de dientes y otras necesidades personales, ni aún el soldado soltero puede disfrutar de más de una no- che de entretenimiento. Reclutamiento pobre Ningún soldado de menos de vein-! Uséis años recibe autorización pa-' ra casarse, a pesar de que muchos de ellos tienen esposas. Los reclu- tas ingleses con esposa en Inglate- rra declaran unánimemente que sus mujeres tienen que vivir de sus fa- miliares o trabajar. En general opl-1 nan que debieran de pagarles lo su- ¡ íiclente para mantener a sus es- posas. Debido a que los Jóvenes Ingleses,: escoceses y de Gales ya no conside- ran el enrolarse en el Ejército co- 1 mo una bella aventura, el Consejo, de Guerra y Defensa de Gran Bre-; taña se ve ahora ante la urgente necesidad di crear un jjran ejérci- res policiacas. Esta organización es una realidad en África. Hasta aho- ra, no obstante, ninguna de esas unidades fué Incorporada al Ejército regular de Inglatera. A pesar Je qu« Inglaterra es una potencia colonial mayor que Fran- cia, este último país ha tenido un mayor éxito logrando convertir en soldados a los nativos. La explica- ción de esto parece sor que cuan- do Francia hece un soldado en sus colonias -sea negro o amarillo— consideran inmediatamente como a un ciudadano francés y le concede todos los derechos como tal. En «i Ejército inglés no sucede lo mismo y siempre el soldado de la metró- polis es considerado como superior. Mientras el problema de la orga- nización de un ejército nativo In- quieta enormemente al Gobierno de Su Majestad, es conveniente ver en Gran Bretaña la defensa de la In- dia ante una invasión japonesa. Pri- mero, encontramos la atormentada Policía indígena, después al Ejército hindú y detrás el Ejército de Ingla- terra que nace homogéneo el país. Hasta los propios hindús admiten que sin las tropas blancas de la Gran Bretaña la dfeensa de la In- dia resulta Imposible. El Gobierno inglés está haciendo un gran esfuer- zo con objeto de crear cuadros de oficiales Indígenas en la escuela mi- litar de Sar.dhurst —el West Polnt de Gran Bretaña— y en la de Dehra Dun. en el Punjab, pero todo pa- rece indicar que se requerirán mu- chos años para que las fuerzas in- dígenas, sin la ayuda inglesa, pue- dan defender su territorio contra una invasión extranjera. Sólo el tiempo dirá si Inglaterra puede hacer soldados, romo se pro- pone, de los malayos, bengaleses y El aviador Lindbergh sigue la experiencia de Carrel de dar vida mecánica a un corazón Per Pierre BELPERRON (De "Leí Annales", París) Se sabe que. convertido en el colaborador del doctor Armam* Carrel en las investigaciones he- chas por éste para tratar de pro- longar la vida humana, el célebre aviador ha trabajado en el Insti- boratorio. las reglas de la asepsia y los métodos de cultivo de los te- jidos, se entregó a su trabajo. Te- nia a su disposición, bajo la direc clon de Carrel y de sus colegas fuentes casi Inagotables de dinero tuto Rockefeller de Nueva York.! y de material del Instituto. desde 1935. en la construcción de un corazón mecánico, que pueda continuar desempleñando. en caso de que falle el órgano natural, las funciones de éste... Pierre Belpe- rron, en la nueva biografía del hé- roe del Atlántico, que va a publi- Durante más de un año. Lindbergh mantuvo un celo y una tenacidad que debían conducirlo al buen Mtn Como lo dijo el doctor Carrel: "Sa- bia arriesgarse". El que se haVa convencido, un día. de que podir atravesar solo el Atlántico. deWa car dentro de poco, nos dice que tener la misma decisión y la mismi Lindbergh ha sabido triunfar por ¡audacia en el campo de la investi- sobre todas las dificultades que se gaclón científica. Soluciones que. a han opuesto al buen éxito su un espíritu más teórico y más cien- empresa ¡ tífico, habrían podido parecer utó- Los datos del problema eran muy picas, las ensayó. Indiferente a 'o« simples: con un órgano cualquiera. fracasos, aceptando con sencillez e> riftón. glándula tiroides, etc.. y la hecho de haberse equivocado, cantidad de ox : geno que le es neee-¡ Más da cincuenta aparatos d'fe- sarlo para respirar y el liquido mi-: rentes fueron, asi. hechos, sin "e- tritivo que le es indispensable con*- gar al resultado, buscado. Yendo trulr un corazón artificial que pro-! lo simple a lo compuesto, Linbergh porclone a este órgano, balo unajs* preocupó en forma sucesiva p-teelón conveniente y a un ritmo los diferentes datos del problema indicado de pulsaciones, el liquido # y el oxigeno necesarios para vivir dentro de una asepsia rigurosa y de i* posibilidad de poder sacar fácil- mente el órgapo de su envoltorio, para examinarlo, sin interrumpir la experiencia. Grandes sabios, hábiles manipu- ladores, con aaos de laboratorio, hablan fracasado ya ante tal tarea, cuando Carreí pidió que hiciera un esfuerzo a un novicio que no ha^'a Venció, una después de otra, sin desalentarse, jamás, todas las difi- cultades que se fueron presentando, hasta que al fin por primera vez en 1935. la bomba Llndbergh-Carre' pudo hacer sobrevivir, durante va- rios d'as, a un órgano entero, en condiciones análogas á las de la vi- da. Las pulsaciones de este corazón artificial se regulan a voluntad, en- tre sesenta y ciento cuarenta por manejado Jamás otra cosa que mo- minuto, con una presión igualmente tores de avión. Es que el sabio ha- variable, tanto con respecto a la bla valorizado al hombre, y es» o confianza hace tanto honor al pro- fesor como al alumno. En cuanto Lindbergh se familia- rizó con la técnica especial da la- presión de la diástole como a 'a presión de la sístole. La llegada d* los gasa* (80 por ciento de oxigeno, tres a cuatro por ciento de ácido carbónico y el resto de ázoe) ae do, no obstante, es muy pobre. En consideración, el soldado está social- mente ubicado en plano superior al maestro, el orador o el político. Las razas y castas meridionales, por el contrario, no dan elementos militares a !a Gran Bretaña. Cite- mos algunas cifras para que se vea la diferencia fundamental entre el norte y el sur. El Punjab da el se- tenta por ciento de los soldados del Ejército de la India, mientras que Bengala —centro de la sedición po- lítica— con una población de cin- cuenta millones, dos veces mayor | que la otra, no facilita ni un solo hombre. En la India, no hay duda pues, I las razas marciales constituyen una minoria especializada. Hablando en ¡ números ha> que decir que sólo for- ¡ man el diez por ciento del total de ¡ la población El hindú no es militar Si bien es cierto que los hindús, bajo la dirección inglesa, han hecho; notables progresos en el campo ad- ministrativo, no lo es menos que to- dos los esfuerzos para hacer solda- dos de los bracmanes fracasaron. Nadie fué > r paz, hasta hoy al me- nos, de cambiar al "banlah" y al as-1 tuto hindú -e mentalidad política en militar, ~a razón de esto, repe- timos, es que el hindú no tiene con-| diciones de militar. Durante dos mil; i años todas las invasiones del Hima-j ¡ laya tuvieron éxito. Desde que los ! ingleses organizaron a los comba-1 i tivos clanes del norte, encargando- ¡ les la defensa de la frontera, ni un | solo ataque enemigo prosperó. cumple a las mil maravillas. En cuanto a la asepsia que Carrel. en particular durante la guerra, llevó! a un grado sumo de perfección, es I total. El número de casos de infe.- ción llega sólo a un uno por ciento i y todavía se puede comprobar qtiej algunos órganos Infectados lo ha- blan estado asi IN VIVO, o sea. an-j tes de que el animal de que h-*n; provenido hubiera sido sacrifica-1 do. Una vez arreglado definitlvamen te el aparato, su conrepclón resu- perfecta. A través de más -de quinientas experiencias y de aire dedor de setenta mil horas de afr. \ culación artificial, no hubo una so- la Interrupción en su funclonamien- to. Lindbergh. bajo el estimulo y la : direoción del doctor Carrel. cont'-j núa sus investigaciones. En la non' actual se ha dedicado, junto con proseguir el perfeccionamiento de' aparato que conservará su nombre a resolver un nuevo problema blo-' lógico que lo absorbe por completo! pero cuyo enunciado y solución no serán publicado* hasta después de lograrse el éxito definitivo, y por medio de un simple comunicado de acuerdo con el uso del Instituto Rockefeller. Este tipo de soldado malayo ha si- do reclutado por primera vez en la India. El ejército que se encuentra ac- tualmente ei. la India está forma- do por 65.000 soldados británicos y 158,000 nativos de la India. Los ve- teranos ingleses, estiman que si los contingentes hindús tienen que ser aumentados, tas levas, como en el' pasado, sólo darán resultado en el norte Contra los elementos partí- darios de reclutar tropas en las zo- ñas meridionales de la India, se es- grime un argumento bien poderoso, se recuerda la triste experiencia que ' se tuvo con los contingentes ben-' galeses durante la Guerra Mundial Cuando se Inició la conflagración ' de 1914-1918, una ola de fervor mar- ¡ clal se extendió por Bengala Los muchachos abandonaron los colegios para enrolarse en un batallón que fué organizado. Los flamantes re- clutas fueron enviados a ia Meso- potamia. La oficialidad británica vio con buenos ojos el movimiento de opinión y Ir alentó. Se asignaron buenos cuadros de oficiales encar- gados del mando, pero a la larga los contingentes - hablando militar- mente— no sirvieron para nada. Es cierto que uno o dos soldados —ex- cepcionales— se destacaron entre la masa de bengaleses que. en su casi totalidad, fué inutlllzable. Desde 1934, en Singapur, se viene organizando un regimiento malayo. Aún no forma parte oficial del Ejér- cito británico, aunque no hay duda que será transportado al lugar que la necesidad reclame en caso de una eventualidad bélica. Los oficiales nativos ' Las fuerzas del regimiento s«rán convertidas ahora en tropas de prl- ( mera linea .. formarán parte del' Ejército de Gran Bretaña como re-' guiares. Hasta hace solamente tres meses todos los cuadros de oficia- les estaban formados exclusivamen- te por ingleses. Como jefe del regi- miento figuraba el comandante ca- nadiense G M. Bruce. Pero la regla parece que se esté cambiando Ha- ce pocos días tres nativos recibie- ron el grado de teniente. Uno de ellos es el Raje Lope, hijo del Sul- tán malayo de Perak, que estudió en Balliol Oxlord El Consejo de Defensa y Guerra de la Gran B.etaña se ha propues- to la creación de otros dos regimien- tos adicionales de malayos, que, des- pués de entrenados, entrarán a for- mar parte, también como regulares, del Ejército inglés. Oficiales del Ejército de la India durante una reolentevíslta a Londres. En unas maniobras militares rea- lizadas recientemente, en las que participaron tropas nativas y britá- nicas, el primer regimiento mala- yo fué muy elogiado por el general W. G. S. Dobbie por su eficiencia. Se afirma que Jos malayos se han distinguido mucho por su valor en las guerras civiles, y son muchos los oficiales ingleses que lien»n fe en hacer de ellos soldados de pri- mera fila. Los veteranos de muchas campa- ñas en la India sostienen, no obs- tante, que los malayos son de tan mala calidad para la guerra moder- na como los oengaleses. Debido a que son expertos en el manejo de un arma llamade "kris". una espe- cie de daga nativa, se cree que los malayos pueden llegar a ser muy buenos en manejo de la bayo- neta. Hasta ahora esa eficiencia no ha sido probada. Mientras los oficiales blancos del regimiento malayo completan sus marchas de práctica sin denotarían- sancio, las tropas nativas caen al suelo después de las tres millas. Es- to sucede a pesar de que los ingle-, ses no están bien aclimatados en la' India. Ofrecen argumentes Otra de las razones que se aducen en contra de la efectividad del ma- layo como soidado es su natural in- dolencia. Ai hablar de este particu- lar es interesante anotar que los ciento cuarenta policías de tránsito de Singapur cumplen sus funciones cómodamente instalados en sillas y M protegen del sol con amplias som- brillas. Es común en esta raza el tracoma y la catarata, asi como otras 1 enfer- medades de la vista; el beri-berl y la malaria .amblen abundan. Una autoridad ir.~lesa en medicina tro- pical manifestó recientemente en Londrer. que dudaba que el Gobier- no pudiera llegar a reclutar cinco regimientos completos de malayos. Lo más interesante de todo esto es saber el por qué Londres ha acep- tado la idea de que los malayos j otras tazas meridionales de la In- dia suministren soldados para el Ejército de 3u Majestad el Rey Jor- ge VI. La raz3n más importante, con toda seguridad, es el fracaso de los distintos reclutamientos que se han llevado cabo en el Reino Uni- do. Los avenes de la Gran Bretaña parece que se han tornado sordos y no responden al llamamiento tradi- cional del "Imperio te llama". Hoy ya saben que la vida del "tommy"' que se encuentra de servicio en el extranjero, especialmente en Singa- pur, no sólo consiste en "tomar cer- veza y pasar un buen rato". Singapur. conocida como una de las bases navales más importantes de Gran Bretaña, es una de las ciu- dades del mundo donde la vida es de mayor costo. Los sueldos de los empleados biitánicos tienen que ser fijados de acuerdo con los altos pre- cios que allí están en vigor. Pero no sucede lt mismo ton la remune- ración del soldado. to colonial, nlco asi romo el orga-; otras razas del sur de la India. El nizado por Francia en el norte de j Gobierno de Su Majestad, de todas África. ! maneras, se ha decidido al aventu- En otras colonias del Imperio tam-i rado experimento temiendo al ln- bien han -.ido reclutadas muchas I quietante grito de guerra de "Asia fuerzas indígenas—mayormente ne-j para los asiáticos" lanzado por el gras— que se encargan de las labo-, Japón. Camodad LUSTRADORES DE CERA JOHNSON PARA USO DOMESTICO La CERA JOHN- SON—líquida o en pasta —es famosa desde hace más de 50 años. Es el lustrador por excelencia para pisos, muebles y obras de madera. IRjjjfl'lifl WAX- Fácil 4, tur La tjor y mil fton«*le» IA CERVEZA QUE H1/0 FAMOSA A MILWAUKEE GLO-COAT (NUEVO) Lustra al secarse, sin tener que frotar. 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    n. MUNDO, SAN JUAN, P. A. - DOMINGO 10 DE JULIO DE 1938.

    nglaterra crea nuevos soldados para hacer frente al Japón en el Oriente

    La amenaza nipona sobre Singapore, baluarte inglés en el Oriente, tiene alar- mada a Gran Bretaña.-Están dando instrucción militar, por primera vez,

    a los malayos y otros grupos raciales del Sur de la India.-Estiman los ingleses que los objetivos japoneses son Hankow, Cantón,

    Horg Kong y Singaprr

    Soldados nativos, del Ejercito Infles, reclutados en BU mayor parte en el

    Punjab.

    Por ELLIS COSGROVE

    No hay que darse mucha maña, ser astuto r emplear sagacidad, pa- ra saber que John Bull está muy preocupado por el desarrollo de los acontecimientos en el Lejano Oriente.

    Los japoneses están marchando desde la Isla del Sol Naciente ha- da las más preciadas posesiones bri- tánicas en el Asia. La ruta a seguir no es un misterio. Está claramen- te marcada y pasa par Hankow. Can- tón y Hong Kong. llegando a Singa-, pur. Y después viene, no hay que; olvidarlo, i :rma, Assam, Bengala... ¡

    Que la amenaza nipona contra Hong Kong > Singapur es una rea- lidad. puede confirmarse con la re-j cíente decisión del Consejo de De- fensa de Gran Bretaña que aumen-: ta considerablemente las fuerzas i militares en la India, especialmente en las posiciones del estrecho, y dls- pone la organización de levas pa-. ra reclutar soldados malayos, ma- - drassis y bengaleses.

    El alistamiento entre las razas meridionales de la India y de los na- [ tivos de Malaya para reforzar las: filas del Ejército británico denotan j un cambio fundamental en las tra- diciones militares, que durante si- glos fueron respetadas por Inglate- rra, sobre todo en lo concerniente a la defensa de sus posesiones al este del Canal de Suez.

    La historia militar de la India re- vela que todos los esfuerzos reali- ■ zados en el pasado, con objeto de re- clutar soldados en el sur, fracasa-' ron ruidosamente. La India no es, en el sentido natural y ordinario de. la palabra, una nación. Esto se com-

    prueba considerando las diferencias entre las razas combativas y el res- to. Si en Gran Bretaña y su impe- rio blanco cada hombre está en con- diciones de convertirse en un solda- do, siendo fácil el reclutamiento en cualquier parte, la situación en la India —donde el noventa por ciento es una excepción— es bten distinta.

    Buenos soldados en el Norte

    Estudiando el papel jugado por las castas y razas en el Ejército de la India se ve que los buenos soldados sólo fueron reclutados. hablamos en pasado, en las regiones del norte. Todas las fuerzas combativas, con las que contaba el Imperio, han es- tado siempre concentradas en las zo- nas septentrionales y del noroeste.

    La mayor parte del Ejército de la India está integrada por hombres del Punjab Cada mozalbete de las aldeas, cada campesino que ara la tierra. ?s un soldado en potencia en ' la región. Los Sikhs. por ejemplo,! cuentan con .na reputación mundial' como combatientes. También son buenos soldados, como ellos, el pun-' jab. musulmán, el dogra. el gurkha y otras razas que viven en el Hi- malaya, la fhmosa cadena montano- ■ que «e extiende entre los valles' del Indo v del Brahmaputra. Pa- ra estas razas el servicio militar vo- luntario es algo que se siente lnstin- tivamente, qut se hereda. Aquellos que se dedican a las armas, sin ex-! cepción, son los que gozan del ma- j yor prestigio y respeto ante la po- blación. La remuneración del sóida- I

    Un soldado casado que se encuen- tra estacionado en Singapur. ruya, esposa ha quedado en Inglaterra, de-, he de enviarle dinero para que se mantenga j quedarse ron algo para ¡ él con una remuneración semanal i de $7.20. También reciben una cantl-! rlad adicional por encontrarse en i una colonia, pero ésta sólo asciende! T diez "entavos, que es lo que cues- j la un corto \!aje en ómnibus. Mu- ¡ riftón. glándula tiroides, etc.. y la hecho de haberse equivocado, cantidad de ox:geno que le es neee-¡ Más da cincuenta aparatos d'fe- sarlo para respirar y el liquido mi-: rentes fueron, asi. hechos, sin "e- tritivo que le es indispensable con*- gar al resultado, buscado. Yendo d» trulr un corazón artificial que pro-! lo simple a lo compuesto, Linbergh porclone a este órgano, balo unajs* preocupó en forma sucesiva d« p-teelón conveniente y a un ritmo los diferentes datos del problema indicado de pulsaciones, el liquido

    #y el oxigeno necesarios para vivir dentro de una asepsia rigurosa y de i* posibilidad de poder sacar fácil- mente el órgapo de su envoltorio, para examinarlo, sin interrumpir la experiencia.

    Grandes sabios, hábiles manipu- ladores, con aaos de laboratorio, hablan fracasado ya ante tal tarea, cuando Carreí pidió que hiciera un esfuerzo a un novicio que no ha^'a

    Venció, una después de otra, sin desalentarse, jamás, todas las difi- cultades que se fueron presentando, hasta que al fin por primera vez en 1935. la bomba Llndbergh-Carre' pudo hacer sobrevivir, durante va- rios d'as, a un órgano entero, en condiciones análogas á las de la vi- da.

    Las pulsaciones de este corazón artificial se regulan a voluntad, en- tre sesenta y ciento cuarenta por

    manejado Jamás otra cosa que mo- minuto, con una presión igualmente tores de avión. Es que el sabio ha- variable, tanto con respecto a la bla valorizado al hombre, y es» o confianza hace tanto honor al pro- fesor como al alumno.

    En cuanto Lindbergh se familia- rizó con la técnica especial da la-

    presión de la diástole como a 'a presión de la sístole. La llegada d* los gasa* (80 por ciento de oxigeno, tres a cuatro por ciento de ácido carbónico y el resto de ázoe) ae

    do, no obstante, es muy pobre. En consideración, el soldado está social- mente ubicado en plano superior al maestro, el orador o el político.

    Las razas y castas meridionales, por el contrario, no dan elementos militares a !a Gran Bretaña. Cite- mos algunas cifras para que se vea la diferencia fundamental entre el norte y el sur. El Punjab da el se- tenta por ciento de los soldados del Ejército de la India, mientras que Bengala —centro de la sedición po- lítica— con una población de cin- cuenta millones, dos veces mayor | que la otra, no facilita ni un solo hombre.

    En la India, no hay duda pues, I las razas marciales constituyen una • minoria especializada. Hablando en ¡ números ha> que decir que sólo for- ¡ man el diez por ciento del total de ¡ la población

    El hindú no es militar

    Si bien es cierto que los hindús, bajo la dirección inglesa, han hecho; notables progresos en el campo ad- ministrativo, no lo es menos que to- dos los esfuerzos para hacer solda- dos de los bracmanes fracasaron. Nadie fué > r paz, hasta hoy al me- nos, de cambiar al "banlah" y al as-1 tuto hindú -e mentalidad política en militar, ~a razón de esto, repe- timos, es que el hindú no tiene con-| diciones de militar. Durante dos mil;

    i años todas las invasiones del Hima-j ¡ laya tuvieron éxito. Desde que los ! ingleses organizaron a los comba-1 i tivos clanes del norte, encargando- ¡

    les la defensa de la frontera, ni un | solo ataque enemigo prosperó.

    cumple a las mil maravillas. En cuanto a la asepsia que Carrel. en particular durante la guerra, llevó! a un grado sumo de perfección, es I total. El número de casos de infe.- ción llega sólo a un uno por ciento i y todavía se puede comprobar qtiej algunos órganos Infectados lo ha- blan estado asi IN VIVO, o sea. an-j tes de que el animal de que h-*n; provenido hubiera sido sacrifica-1 do.

    Una vez arreglado definitlvamen te el aparato, su conrepclón resu- tó perfecta. A través de más -de quinientas experiencias y de aire dedor de setenta mil horas de afr. \ culación artificial, no hubo una so- la Interrupción en su funclonamien- to.

    Lindbergh. bajo el estimulo y la : direoción del doctor Carrel. cont'-j núa sus investigaciones. En la non' actual se ha dedicado, junto con proseguir el perfeccionamiento de' aparato que conservará su nombre a resolver un nuevo problema blo-' lógico que lo absorbe por completo! pero cuyo enunciado y solución no serán publicado* hasta después de lograrse el éxito definitivo, y por medio de un simple comunicado de acuerdo con el uso del Instituto Rockefeller.

    Este tipo de soldado malayo ha si- do reclutado por primera vez en la

    India.

    El ejército que se encuentra ac- tualmente ei. la India está forma- do por 65.000 soldados británicos y 158,000 nativos de la India. Los ve- teranos ingleses, estiman que si los contingentes hindús tienen que ser aumentados, tas levas, como en el' pasado, sólo darán resultado en el norte Contra los elementos partí- darios de reclutar tropas en las zo- ñas meridionales de la India, se es- grime un argumento bien poderoso, se recuerda la triste experiencia que ' se tuvo con los contingentes ben-' galeses durante la Guerra Mundial

    Cuando se Inició la conflagración ' de 1914-1918, una ola de fervor mar- ¡ clal se extendió por Bengala Los muchachos abandonaron los colegios para enrolarse en un batallón que fué organizado. Los flamantes re- clutas fueron enviados a ia Meso- potamia. La oficialidad británica vio con buenos ojos el movimiento de opinión y Ir alentó. Se asignaron buenos cuadros de oficiales encar- gados del mando, pero a la larga los contingentes - hablando militar- mente— no sirvieron para nada. Es cierto que uno o dos soldados —ex- cepcionales— se destacaron entre la masa de bengaleses que. en su casi totalidad, fué inutlllzable.

    Desde 1934, en Singapur, se viene organizando un regimiento malayo. Aún no forma parte oficial del Ejér- cito británico, aunque no hay duda que será transportado al lugar que la necesidad reclame en caso de una eventualidad bélica.

    Los oficiales nativos

    ' Las fuerzas del regimiento s«rán convertidas ahora en tropas de prl-( mera linea .. formarán parte del' Ejército de Gran Bretaña como re-' guiares. Hasta hace solamente tres meses todos los cuadros de oficia- les estaban formados exclusivamen- te por ingleses. Como jefe del regi- miento figuraba el comandante ca- nadiense G M. Bruce. Pero la regla parece que se esté cambiando Ha- ce pocos días tres nativos recibie- ron el grado de teniente. Uno de ellos es el Raje Lope, hijo del Sul- tán malayo de Perak, que estudió en Balliol Oxlord

    El Consejo de Defensa y Guerra de la Gran B.etaña se ha propues- to la creación de otros dos regimien- tos adicionales de malayos, que, des- pués de entrenados, entrarán a for- mar parte, también como regulares, del Ejército inglés.

    Oficiales del Ejército de la India durante una reolentevíslta a Londres.

    En unas maniobras militares rea- lizadas recientemente, en las que participaron tropas nativas y britá- nicas, el primer regimiento mala- yo fué muy elogiado por el general W. G. S. Dobbie por su eficiencia. Se afirma que Jos malayos se han distinguido mucho por su valor en las guerras civiles, y son muchos los oficiales ingleses que lien»n fe en hacer de ellos soldados de pri- mera fila.

    Los veteranos de muchas campa- ñas en la India sostienen, no obs- tante, que los malayos son de tan mala calidad para la guerra moder- na como los oengaleses. Debido a que son expertos en el manejo de un arma llamade "kris". una espe- cie de daga nativa, se cree que los malayos pueden llegar a ser muy buenos en e« manejo de la bayo- neta. Hasta ahora esa eficiencia no ha sido probada.

    Mientras los oficiales blancos del regimiento malayo completan sus marchas de práctica sin denotarían- sancio, las tropas nativas caen al suelo después de las tres millas. Es- to sucede a pesar de que los ingle-, ses no están bien aclimatados en la' India.

    Ofrecen argumentes

    Otra de las razones que se aducen en contra de la efectividad del ma- layo como soidado es su natural in- dolencia. Ai hablar de este particu- lar es interesante anotar que los ciento cuarenta policías de tránsito

    de Singapur cumplen sus funciones cómodamente instalados en sillas y M protegen del sol con amplias som- brillas.

    Es común en esta raza el tracoma y la catarata, asi como otras1 enfer- medades de la vista; el beri-berl y la malaria .amblen abundan. Una autoridad ir.~lesa en medicina tro- pical manifestó recientemente en Londrer. que dudaba que el Gobier- no pudiera llegar a reclutar cinco regimientos completos de malayos.

    Lo más interesante de todo esto es saber el por qué Londres ha acep- tado la idea de que los malayos j otras tazas meridionales de la In- dia suministren soldados para el Ejército de 3u Majestad el Rey Jor- ge VI. La raz3n más importante, con toda seguridad, es el fracaso de los distintos reclutamientos que se han llevado cabo en el Reino Uni- do. Los avenes de la Gran Bretaña parece que se han tornado sordos y no responden al llamamiento tradi- cional del "Imperio te llama". Hoy ya saben que la vida del "tommy"' que se encuentra de servicio en el extranjero, especialmente en Singa- pur, no sólo consiste en "tomar cer- veza y pasar un buen rato".

    Singapur. conocida como una de las bases navales más importantes de Gran Bretaña, es una de las ciu- dades del mundo donde la vida es de mayor costo. Los sueldos de los empleados biitánicos tienen que ser fijados de acuerdo con los altos pre- cios que allí están en vigor. Pero no sucede lt mismo ton la remune- ración del soldado.

    to colonial, nlco asi romo el orga-; otras razas del sur de la India. El nizado por Francia en el norte de j Gobierno de Su Majestad, de todas África. ! maneras, se ha decidido al aventu-

    En otras colonias del Imperio tam-i rado experimento temiendo al ln- bien han -.ido reclutadas muchas I quietante grito de guerra de "Asia fuerzas indígenas—mayormente ne-j para los asiáticos" lanzado por el gras— que se encargan de las labo-, Japón.

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