¡ Bendito el que viene¡ Bendito el que vieneen nombre del Señor!en nombre del Señor!

Llevaron el borrico, le echaron encima los mantos y Jesús se montó. Muchos alfombraron el camino con sus mantos,

otros con ramas cortadas en el campo.

Los que iban delante y detrás gritaban:

¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!¡Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David!

¡Hosanna en las alturas! ( Mc 11, 1-10)

Ese es el grito de la multitud que acompaña a Jesús.

Él era en verdad el enviado de Dios.

Con este grito se acogía al peregrino por excelencia.

Al que venía a ofrecer el camino para la santidad.

Se afirmaba la dignidad real de Jesús,Se afirmaba la dignidad real de Jesús, presentado como el Mesías de Dios presentado como el Mesías de Dios

esperado por las gentes.esperado por las gentes.

Se subrayaba la humildad y la mansedumbreSe subrayaba la humildad y la mansedumbre de los pobres, que habrían de formarde los pobres, que habrían de formar el núcleo del pueblo de Dios.el núcleo del pueblo de Dios.

Jesús entraba en la ciudad sobre la monturaJesús entraba en la ciudad sobre la montura que usaban los antiguos príncipes de su tierra.que usaban los antiguos príncipes de su tierra.

Jesús es el peregrino que acude a la ciudad santa Jesús es el peregrino que acude a la ciudad santa para celebrar la fiesta de Pascua. para celebrar la fiesta de Pascua.

Pero de pronto, el peregrino se revela Pero de pronto, el peregrino se revela como más importante que el santuario.como más importante que el santuario.

Es la manifestación de la gracia y la misericordia de Dios.Es la manifestación de la gracia y la misericordia de Dios.

Un grito que ha recogido Un grito que ha recogido la liturgia y repetido la liturgia y repetido cada día en todos los cada día en todos los ángulos de la tierra.ángulos de la tierra.

Es el grito de la multitud que Es el grito de la multitud que acompaña a Jesús.acompaña a Jesús.

Reconocer a Jesús como el «enviado» de Reconocer a Jesús como el «enviado» de Dios es la clave de la fe cristiana.Dios es la clave de la fe cristiana.

Los hombres bendicen a Dios y Dios bendice a los hombres.Los hombres bendicen a Dios y Dios bendice a los hombres.Proclamar como «bendito» a Jesús es reconocerProclamar como «bendito» a Jesús es reconocer

su dignidad divina y su cercanía humana.su dignidad divina y su cercanía humana.

Viene en sus palabras.Viene en sus palabras.

En los signos sacramentales.En los signos sacramentales.

Y en la presencia de los pobres.Y en la presencia de los pobres.

Venía entonces, viene ahora Venía entonces, viene ahora y estará viniendo por los siglos.y estará viniendo por los siglos.

Venía y viene Venía y viene a proclamar a proclamar

la Palabra de Dios la Palabra de Dios y a revelar y a revelar

la misericordia de Dios.la misericordia de Dios.

Jesús no venía a condenar al pueblo. Jesús no venía a condenar al pueblo. Venía a entregarse por él.Venía a entregarse por él.

Señor Jesús, tú llegas a nosotros con gestos de paz, te reconocemos como Mesías y Señor. Que tu venidasea para nosotros fuente de salvación. Amén.

José Román Flecha Andrés Palabra del Señor, Salamanca , Editorial.Secretariado Trinitario,2007

Presentación: Antonia Castro PaneroMúsica: Pueri Hebraeorum