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Número 17 - Junio 2012 Ley 21/87 Ley 21/87 Acogimiento y Adopción Acogimiento y Adopción - 25 A - 25 A NIVERSARIO NIVERSARIO - - LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL ACOGIMIENTO DE MENORES: 25 AÑOS DE LA LEY 21/1987, por Florentino Delgado Ayuso (Pág. 4) PROTECCIÓN DE LA INFANCIA DESAMPARADA EN ESPAÑA: LA IRRESISTIBLE TENTACIÓN DE LA FACILIDAD, por Jesús Palacios (Pág. 8) Análisis de los controles y registros sanitarios de los menores institucionalizados en el sistema de protección, por Mercedes Rivera Cuello, José Uberos Fernández y Antonio Muñoz Hoyos (Pág.13) Protocolos: SALUD DE LOS NIÑOS ATENDIDOS POR EL SISTEMA DE PROTECCIÓN A LA INFANCIA - GUÍA PARA PROFESIONALES SANITARIOS Y ACOGEDORES (Pág. 17 ) EL ACOGIMIENTO FAMILIAR EN AMÉRICA LATINA, por Matilde Luna (RELAF) (Pág. 19) ECUADOR: Políticas Sociales de Protección a Niños, Niñas y adolescentes: Apoyo Familiar previo al Acogimiento Familiar e Institucional, por Lorena Chávez Ledesma (Pág. 23) REPÚBLICA DOMINICANA: La adopción, una medida de protección para niños y niñas victimas de abandono y negligencia, por Mirna I Josefina Luna Rodríguez (Pág. 25) Entrevista: HERVÉ BOÉCHAT, Director del Centro Internacional de Referencia para los Derechos del Niño Privado de Familia (Pág. 30) Libros: NIÑOS QUE ESPERAN: Estudio sobre casos de larga estancia en acogimiento residencial (Pág. 33) En este Número:

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Ley 21/87Ley 21/87

Acogimiento y AdopciónAcogimiento y Adopción

- 25 A- 25 ANIVERSARIONIVERSARIO --

• LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL ACOGIMIENTO DEMENORES: 25 AÑOS DE LA LEY 21/1987, por Florentino Delgado Ayuso (Pág. 4)

• PROTECCIÓN DE LA INFANCIA DESAMPARADA EN ESPAÑA:LA IRRESISTIBLE TENTACIÓN DE LA FACILIDAD,por Jesús Palacios (Pág. 8)

• Análisis de los controles y registros sanitarios de los menores institucionalizados en el sistema de protección, por Mercedes Rivera Cuello, José Uberos Fernández y Antonio Muñoz Hoyos (Pág.13)

• Protocolos: SALUD DE LOS NIÑOS ATENDIDOS POR ELSISTEMA DE PROTECCIÓN A LA INFANCIA - GUÍA PARAPROFESIONALES SANITARIOS Y ACOGEDORES (Pág. 17 )

• EL ACOGIMIENTO FAMILIAR EN AMÉRICA LATINA, por Matilde Luna (RELAF) (Pág. 19)

• ECUADOR: Políticas Sociales de Protección a Niños, Niñas y adolescentes: Apoyo Familiar previo al Acogimiento Familiar e Institucional, por Lorena Chávez Ledesma (Pág. 23)

• REPÚBLICA DOMINICANA: La adopción, una medida de protección para niños y niñas victimas de abandono y negligencia, por Mirna I Josefina Luna Rodríguez (Pág. 25)

• Entrevista: HERVÉ BOÉCHAT, Director del Centro Internacional de Referencia para los Derechos del Niño Privado de Familia (Pág. 30)

• Libros: NIÑOS QUE ESPERAN: Estudio sobre casos de larga estancia en acogimiento residencial (Pág. 33)

En este Número:

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CUADERNOS PEDIATRÍA SOCIAL Nº 17 PÁGINA 2

NOTICIA FUE NOTICIA FUE NOTICIA FUE NOTICIA FUE NOTICIA FUE

(Sevilla, 22 de marzo de 2012)

La Dra. Virginia Carranza Parejo (en primerplano en la foto) desarrolló el tema de la Saludde los Niños en Centros de Acogida, impartidodurante el II Curso de Pediatría Social paraPediatras y Residentes, aportando a los pedi-atras en formación los conocimientos sobre losproblemas de salud y las respuestas socio-san-itarias y legales que requiere la atención de estapoblación infantil.

Con el título de “Análisis biopsicosocial de losMenores en programa residencial básico en laprovincia de Granada”, la Dra. MercedesRivera defendió su tesis el 4 de Mayo de 2012,en el salón de actos de la Facultad de Cienciasde la Salud de la Universidad de Granada,obteniendo la máxima calificación.

El tribunal fue presidido por el Dr. EduardoNarbona López, actuando como vocales laDra. Mª José Cilleruelo Ortega, Dra. Mª IsabelGonzalez Tomé, Dr. David Moreno Pérez, ycomo secretario el Dr. Antonio Molina Carballo.

LA PEDIATRA MERCEDES RIVERA CUELLO DEFIENDE SUTESIS DOCTORAL

La Salud de los Niños en Centrosde Acogida, presente en el IICurso de Pediatría Social paraPediatras y Residentes

Dentro de las actividades subvencionadas por el Ministeriode Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la SociedadEspañola de Pediatría Social ha realizado una Guía paraprofesionales sanitarios y acogedores bajo el título deSalud de los Niños Atendidos por el Sistema deProtección a la Infancia.

La Guía editada por la SEPS, con el apoyo deLaboratorios Ferrer, estará disponible en el sitio webwww.pediatriasocial.es, en la sección Documentos:http://www.pediatriasocial.es/Documentos/guiaSEPSacogimiento.pdf

Su presentación oficial se realizará próximamente.

LA SEPS PUBLICA UNA GUÍA SOBRESALUD DE LOS NIÑOS EN ACOGIMIENTORESIDENCIAL, FAMILIAR Y ADOPCIÓN

• En la elaboración participaron 30 profesionales

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Esta publ icac iEs ta publ icac ión cuenta conn cuenta conInternat ional S tandard Ser ia lInternat ional S tandard Ser ia lNumberNumber ISSN 1989-99793ISSN 1989-99793

CC O N S E J OO N S E J O EE D I T O R I A LD I T O R I A L : :

Director: Jesús García Pérez

Coordinador: Víctor Ruiz

Equipo Editorial:Maite de AranzabalMª Teresa Benítez

Concepción BrugeraJoaquín Callabed

José A. Díaz HuertasGabriel Galdó

Isabel Junco TorresRaúl Mercer

Antonio Muñoz HoyosCarlos Redondo FigueroBárbara Rubio Gribble

Carmen Vidal

Edita: Sociedad Española de Pediatría Social

c/ Alcalde Sáinz de Baranda, 3428009 Madrid

Contacto con la redacción:[email protected]

Cuadernos de Pediatría Social esuna publicación plural, que respe-

ta las opiniones que sus colabo-radores manifiestan en los artícu-los publicados, aunque no nece-

sariamente las comparte.

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EDITORIAL

CUADERNOS PEDIATRÍA SOCIAL Nº 17 PÁGINA 3

l tema de la protección a la infancia ha estado siempre relacionado conla pediatría y, en especial, con la pediatría social.

En el reconocimiento de la pediatría como especialidad médica tuvieronuna gran importancia los problemas de salud de los niños en institucionesde protección; a título de ejemplo el Hospital Niño Jesús de Madrid, primerhospital pediátrico en España inaugurado en 1877, en cuyo frontispiciotodavía figura la leyenda "Hospital y Asilo de Niños".

La aparición de este número de Cuadernos de Pediatría Social coincide,por una parte, con la celebración del 25 aniversario de la aprobación dela conocida como Ley 21/87, modificación del Código Civil que supusola transformación del sistema de protección a la infancia en España adap-tándolo a los derechos y necesidades de la infancia, introduciendo elacogimiento familiar como medida de protección; transformando elacogimiento residencial mediante la desinstitucionalización, normal-ización e integración; y regulando la adopción para evitar, entre otrasirregularidades, el “odioso trafico de niños" o los recientemente descubier-tos "niños robados".

Mientras se proponen nuevas medidas legislativas, que esperamos sehagan realidad en esta Legislatura, vemos con preocupación, entre otrostemas, la ausencia de políticas integrales de protección a la infancia, pesea la reiteración de un discurso supuestamente preocupado por la familia;la escasa sensibilidad y especialización de algunos gestores políticos conresponsabilidades en protección a la infancia; la significativa desapariciónde figuras institucionales como el Defensor del Menor de la Comunidad deMadrid y el Defensor del Pueblo de Castilla-La Mancha; o la ignoranciapolítica de quienes desconocen el avance que supuso la Ley 21/87 enmateria de desjudicialización de la protección infantil y cuestionan la inter-vención tutelar de las entidades públicas de protección.

Dentro de este panorama, seguimos pensando en el importante papel queha tenido y debe tener el Observatorio de la Infancia, cuya actualDirectora General, profesional proveniente del derecho de familia e infan-cia de reconocido prestigio, podrá dar el impulso que deseamos a laspolíticas de infancia.

Por otra parte, coincide con la presentación de la Guía sobre salud delos niños atendidos por el sistema de protección a la infancia, edita-do por esta Sociedad, que esperamos contribuya a un mayor conocimien-to de las necesidades y problemas en salud de estos niños. No podemosolvidar que en España existen más de 30.000 niños dentro del sistema deprotección.

Como no puede ser de otra manera, en este número también hemosdestacado experiencias de países Latinoamericanos y la visión de unorganismo internacional

El Consejo Editorial

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uando se llega a unas bodas de plata la recapitulaciónes inevitable, junto a experiencias y vivencias desafortu-nadas o dolorosas es dado pensar que se contraponenotras enriquecedoras y merecedoras de conservarse ytrascender en el tiempo. Son estas últimas las que inclinanla balanza dando como resultado que la supervivenciadurante 25 años de cualquier cosa indica un principio desolidez en su esencia. Esto bien puede ser una aproxi-mación a las bodas de plata de la Ley 21/1987 de 11 denoviembre que modificó nuestra legislación civil en mate-ria de adopción, creando como Instituciones jurídicasnuevas las figuras del acogimiento de menores, dando ungiro copernicano a la situación anterior e instaurando unrégimen de protección de menores que de manera súbitacolocaba a España en el siglo XX en esta materia, si bien,con un evidente y manifiesto retraso frente a las legisla-ciones de nuestro entorno, circunstancia que aún a día dehoy estamos pagando con el alto precio del escaso fun-cionamiento de las más importantes figuras acogedorasde menores. Esta herencia es una causa, aunque no laúnica, que viene lastrando el desarrollo e implantación delas figuras de acogimiento de menores, que se pone másde manifiesto cuando acudimos a comparar la situacióncon la de otros países de nuestro entorno. Podemos decir,en una aproximación inicial y genérica, que la regulaciónde la Ley 21/1987 puso a España con un marco jurídicohomologable internacionalmente sobre protec-ción de menores, aunque tardíamente, si bien eldesarrollo práctico y la incidencia social con ver-dadera solución de los problemas a los queestaba llamada a atajar la reforma no han sidosatisfactorios.

Parece por lo tanto buen momento para ver laevolución de nuestro marco jurídico de protec-ción de menores, con lo que podremos saberdónde estamos y, lo más importante, haciadonde hemos de dirigirnos.

Evolución del marco jurídico enEspaña

Es curioso observar la clarividencia con la que laLey 21/1987 aborda la problemática, señalandoen su exposición de motivos que la situaciónanterior evidenciaba una absoluta falta de con-trol de las actuaciones anteriores a las adop-ciones, lo que "permitía en ocasiones el odiosotráfico de niños denunciado en los medios de

comunicación" . La llamativa actualidad que vemos en losmedios de comunicación extraña en una valoración de larealidad que ya se hizo en 1987.

La Ley 21/1987 toma una realidad que no trata de ges-tionar sino que quiere transformar, y lo hace desde undiagnóstico certero, para la época, dando recetas cuyoprincipal calado es una nueva y "revolucionaria" regu-lación de la adopción, imbricada en una nueva regulaciónde la tutela y la guarda de los menores, cuya figura estre-lla, novedosa como se ha dicho en nuestro ordenamiento,es el acogimiento, es decir, que los niños con problemasque carecen de familia apta para atender sus necesidadesbásicas, o que simplemente no tienen familia, puedancriarse, desarrollarse y crecer en todos los sentidos en elseno de otra familia que les acoja.

El acogimiento, siendo una figura nueva, tuvo diversosantecedentes. Ya desde el siglo XVIII existían regula-ciones para la recogida de los niños del torno, a los que sebuscaban nodrizas a cambio de un salario hasta los 7años. La Ley de Beneficencia de 1822 reguló laInstitución del prohijamiento con la que niños desampara-dos podían convivir con una familia distinta a la biológicade modo permanente, con la finalidad de poder lograr unaadopción. Como antecedente más próximo se puede ver

LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL ACOGIMIENTO DE MENORES

--- 25 AÑOS DE LA LEY 21/1987 ---

Florentino Delgado AyusoFiscal Jefe de Ourense

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la "colocación familiar" de la legislación de los TribunalesTutelares de Menores de 1948, que a su vez traía causaanterior de una legislación de 1937, si bien con un con-tenido y una eficacia muy limitados. La situación cambióradicalmente con la Ley 21/87, que a su vez recibe unamodificación tremendamente importante por la LeyOrgánica 1/1996 de 15 de enero de Protección Jurídicadel Menor, que reforma y amplía las respuestas frente a laprotección de menores, manteniendo también la esenciade la Institución del acogimiento. Este marco legislativo esel que nos encontramos a día de hoy (si bien existió otrareforma por Ley 54/2007, de la que podemos decir queúnicamente modificó detalles).

Con la introducción del acogimiento, el sistema de pro-tección de menores queda conformado con las dos figurasjurídicas de acogimiento e internamiento. Este binomio esel que, en su consolidación cuantitativa a lo largo del tiem-po, nos ha de dar idea del éxito del acogimiento. La propiaexposición de motivos de la Ley 21/87 señala expresa-mente que es de esperar que se utilice con frecuencia elacogimiento familiar, era por tanto clara idea del legisladorel que la respuesta que se diera a las situaciones demenores en situaciones de abandono no pasase por lainstitucionalización de los menores, que hasta entoncesera prácticamente la única solución que se podía dar.Complemento a la Institución recién creada era su carác-ter de dependencia de una resolución administrativa,aunque bajo el control judicial y del Ministerio Fiscal.Además, se cambiaba la terminología del tradicional"abandono" por la expresión "desamparo"; aún cuandopudiera parecer inocente, este cambio evidencia un fondoen el que al menor se le ha de atender en un espectromucho más amplio de situaciones en las que puede nece-sitar ayuda, para su desarrollo integral en las mejores cir-cunstancias psicofísicas. Esta situación ampliada dedesamparo es la que produce el detonante de la tutelaautomática a cargo de la Entidad Pública. De lo dichoanteriormente se comprende fácilmente la revolución pro-ducida por la modificación legislativa, creando la nove-dosa figura del acogimiento para situaciones de amplioespectro carencial de los menores, que se puede producirde modo automático y se gestiona por la Administración.Como colofón se da carta de naturaleza a la entrada deEntidades privadas colaboradoras en esta misión de laAdministración, superando el tradicional monopolio de laIglesia católica en la intervención con los menores en

desamparo. Tal es la importancia de estas Entidades pri-vadas, que la propia exposición de motivos de la Ley llegaa decir "no se oculta, desde luego que el éxito de la refor-ma vendrá en gran parte condicionado por el buen fun-cionamiento de estas Instituciones".

Corto alcance en la implementación

El resultado de los acogimientos fue muy limitado, siendopreeminente el internamiento de los menores desampara-dos; en definitiva, la aspiración de que el acogimientofuera la piedra angular de la respuesta al desamparo demenores, fue solo un buen deseo.

En esta situación tan sombría aparece, con el intento demejorar la situación, la Ley Orgánica 1/1996 de ProtecciónJurídica del Menor, que como principales novedades alsistema aporta la diferenciación entre los menores ensituación de desamparo y en situación de riesgo, amplian-do nuevamente el espectro de intervención en la casuísti-ca de menores con problemas, de modo que lo que sepretende es hacer un verdadero "traje a medida" paracada menor con respuestas individualizadas, en las quevuelve a ser piedra angular la figura del acogimiento fami-liar. Junto con ello se realizaba una clara diferenciación,con el mismo fin antes expuesto, de los acogimientos. Así,ya claramente se habla de dos tipos de acogimiento, elfamiliar y el residencial, este último en terminologíaeufemística del internamiento. A su vez, el acogimientofamiliar puede darse en la forma en la que se sustituye alnúcleo familiar (verdadero acogimiento familiar) y en laforma del llamado hogar funcional (nuevamente se tratade un eufemismo para referirse a internamientos no insti-tucionalizados). Vemos cómo se quiere huir de cualquierexpresión que recuerde a los internamientos. De igualforma, los acogimientos familiares también se distinguenpor su intensidad en acogimientos provisionales, no provi-sionales y preadoptivos. Los primeros caracterizados porsu breve duración y con la finalidad de retorno a la familiauna vez superada la situación que originó el problema,permitiendo el acogimiento de niños de modo inmediatoaunque no exista consentimiento de los padres, lossegundos llamados a solucionar asuntos prolongados sinotra alternativa, y el preadoptivo, que como paso previo ala adopción se asemeja más a ésta que al propioacogimiento.

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Hasta aquí tenemos una panorámica del marco legisla-tivo que comenzó la pionera Ley 21/1987. Con un arsenallegislativo que podemos calificar de adecuado, sin embar-go no hemos sido capaces de dar la vuelta a la situación:los internamientos de menores siguen siendo la respues-ta mayoritaria frente a los acogimientos familiares. No esque no se haya avanzado, pero desde luego no se halogrado el objetivo de que sea el acogimiento familiar laverdadera estrella de nuestro régimen de protección demenores. Con lo anterior, parece tiempo de hacer una va-loración de las causas que han impedido el desarrollo totaldel objetivo inicial, y con ello proponer remedios quepuedan ser efectivos.

Desconcierto estadístico

El primer problema con que nos encontramos es la dificul-tad estadística para valorar las situaciones, dificultad queen no pocas ocasiones tiene que ver con el distintotratamiento estadístico que cada una de las ComunidadesAutónomas dan sobre el particular, que a su vez provienede distintos marcos legislativos complementarios, y muyespecialmente de la concreta aplicación de dicha legis-lación por las Comunidades. Así solo desde el año 1990contamos con datos estadísticos, aunque muy genéricos.En resumen, podemos señalar que los internamientoscuantitativamente predominan, disminuyendo levementehasta estancarse a mediados de los años 90. Elacogimiento familiar evidencia una tendencia levementecreciente, mantenida desde el año 1990, si bien el dato detodo punto relevante es que el número de acogimientosfamiliares nunca ha llegado a estar ni de cerca porencima del número de acogimientos residenciales.Desde el año 2006, aproximadamente, se constata unpreocupante incremento de los internamientos, con unaleve disminución de los acogimientos familiares, situaciónque podemos achacar al gran número de casos relativosa menores extranjeros no acompañados que han entradoen nuestro país, con la problemática que ello supone paralas administraciones encargadas del acogimiento residen-cial. Podemos decir que estadísticamente, con criteriogeneral, en el histórico reciente, de cada 10 menores queentran en el sistema de protección, aproximadamente 8 sevan a ir a Centros en acogimiento residencial y aproxi-madamente 2 van a tener acogimientos familiares. Peroeste dato, con ser preocupante, pero suficientementeexplicativo de la situación, es aún de peor pronóstico

cuando se valora que en el acogimiento familiar de cada10 menores, aproximadamente 8 van a ser acogidos porsu familia extensa y aproximadamente solo 2 serán acogi-dos por otra familia.

Dos lamentables verdades surgen de la precedente va-loración estadística, una que el acogimiento residencialsigue siendo la respuesta frecuente a las situaciones dedesprotección, y otra que el acogimiento familiar solo fun-ciona verdaderamente en las familias extensas, siendotestimonial la situación del acogimiento familiar quepodremos denominar ajeno, como contraposición al de lafamilia extensa. Esta situación se contrapone con lasituación de los países de nuestro entorno, a los que que-remos y debemos tener como referencia, en los que elacogimiento familiar ajeno es la respuesta normalizada alas situaciones de problemática de menores.

Causas culturales, temporales y de complejidad

El por qué hemos llegado hasta aquí puede comprender-se valorando distintos aspectos; las tradiciones culturalesde fuertes lazos familiares, han salvado la cara delacogimiento, que prácticamente se centra en la colabo-ración de las familias extensas, con lo que se desdibuja laverdadera problemática de los otros acogimientos fami-liares. La toma de decisiones de acogimientos familiaresajenos es complicada por la cantidad de intereses legíti-mos y contradictorios en juego y por una toma de deci-siones de gran contenido garantista que complica y alargamuchas veces el proceso. En este punto es obligadohacer una reflexión sobre el factor tiempo en la gestión delos recursos de la protección de menores; en efecto, eltiempo discurre de manera distinta cuando se trata demenores; el que desde un principio se inicien bien lasmedidas de protección es fundamental, ya que las rectifi-caciones posteriores afectan de manera muy negativa laevolución de los chicos; a ello se une la relativizaciónmanifestada en que, un mismo periodo de tiempo para unmayor, se alarga de manera sobresaliente para un menor;los acontecimientos vivenciales y vitales se producen enuna cascada de acontecimientos que van a marcar decisi-vamente su evolución posterior.

Constatada la transcendental importancia del factortiempo a la hora de tomar decisiones, aparece otro factorde complicación, que es la cantidad de operadores y

CONVENCIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑONACIONES UNIDAS (1989)Artículo 19. Los Estados Parte adoptarán todas las medi-das legislativas, administrativas, sociales y educativaspara proteger al niño contra toda forma de perjuicio oabuso físico o mental, descuido o trato negligente, malostratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras seencuentre bajo la custodia de los padres, de un represen-tante legal o de cualquier persona que le tenga a su cargo.

Artículo 20. Los niños separados temporal o permanente-mente privados de su medio familiar, o cuyo superiorinterés exija que no permanezcan en ese medio, tendránderecho a la protección y asistencia especiales del Estado.

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actores implicados en la materia: la familia de origen, enmuchas ocasiones de difícil localización; las familias aco-gedoras; los servicios sociales comunitarios, que muchasveces se superponen en los distintos ámbitos territorialesde la Administración; los servicios de protección de me-nores; las Entidades colaboradoras en materia de protec-ción; la Fiscalía; los Jueces y Tribunales, tanto en primerainstancia como en apelación. De esta mera enumeraciónse da idea de la complejidad de las decisiones, y por endedel tiempo que se tarda en consolidarlas; si a ello unimosque tratamos con una materia que supone basarse enpronósticos de futuro de conductas humanas, tenemosunas situaciones valorativas tremendamente difíciles.

Pero también avances y esperanzas

Aún con todo debemos de resaltar también los avancesimportantes que han hecho desaparecer las macro institu-ciones de internamiento: el aumento muy significativo delos equipos de tratamiento familiar; la aparición de meca-nismos valiosos, como el acogimiento familiar provisional,para situaciones de urgencia o en las transiciones en lasque se toman decisiones más definitivas; igualmente hanaparecido de manera creciente programas de formación yde apoyo,... . Sin embargo, el verdadero avance transfor-mador ha sido el del éxito de los acogimientos de lasfamilias extensas, situación que, como se ha dicho, tienesu cara y su cruz, ya que este recurso tan sumamenteimportante y efectivo ha ensombrecido al acogimientofamiliar ajeno, que no se ha desarrollado como todoshubiésemos querido.

Debemos reivindicar el pleno desarrollo de losacogimientos en las familias ajenas, sin confor-marnos con sucedáneos como los hogares fun-cionales o la gestión de dichos acogimientos porEntidades privadas mediante convenios o contratoscon la Administración, que por una suerte de inercia deInstitucionalización tienden a desdibujar el acogimientofamiliar ajeno. Este tipo de acogimiento es el que requierela mayor parte de nuestros esfuerzos tanto de captacióncomo de desarrollo de programas. No se trata de con-traponer el acogimiento en la familia extensa con elacogimiento en la familia ajena, pero hay que definir muyclaramente cuáles son los puntos fuertes y carencias decada uno, y aplicar su uso a las necesidades individua-lizadas, desarrollando el acogimiento familiar ajeno,haciendo casi desaparecer los acogimientos residen-ciales, que deberían de quedar reservados para casosmuy puntuales, así como para dos tipos de supuestoscomo son los de adolescentes con necesidades muyespecíficas esencialmente derivadas de patologías psi-cológicas o psiquiátricas, así como los casos de losmenores extranjeros no acompañados. Deberíamos igual-mente entrar en el debate de que los niños de corta edad,hasta los 6 o 7 años, no pudieran entrar en ningún casoen acogimientos residenciales, garantizando esta limita-ción en el marco legal.

Aspectos económicos y sociales del Acogi-miento Ajeno

Pero no solo debemos limitarnos a examinar el marcojurídico y su desarrollo en la práctica, sino que este últi-mo debemos ponerlo en relación con una inevitable con-sideración de coste económico, para saber si la sociedad

está dispuesta a pagar la cuenta del cambio delacogimiento residencial a favor del familiar ajeno. En esteaspecto no nos arriesgamos al decir que un acogimientoresidencial es más caro que un acogimiento familiarajeno; cerrando centros residenciales no solo estamosahorrando sufrimiento e inadaptación sino que podemosahorrar dinero. Esto no se ha querido o no se ha podidover porque nos ha cegado en no pocas ocasiones la efi-ciencia del acogimiento de las familias extensas. EnEspaña, como se ha apuntado ya, es un recurso tremen-damente importante y efectivo, pero también barato, y dala impresión de que se quisiera trasladar este coste prác-ticamente cero al acogimiento familiar ajeno; y esto nodebiera de ser así, puesto que gran parte del éxito deestos acogimientos va a tener que ver con unas remu-neraciones a las familias de acogida suficientementeimportantes. No se trata de que se gane dinero con losacogimientos convirtiéndolos en un negocio, sino que laremuneración se extienda a un programa de seguimientosy apoyos a las familias acogedoras, a las que se ha defacilitar su labor, para hacer atractiva la integración en unprograma de acogimiento, incentivos fiscales, ayudas deescolarización, así como cualesquiera otras que com-pleten esta remuneración heterogénea de la que habla-mos, que hagan que la familia acogedora no tenga másdinero por los acogimientos, sino que su calidad de vidase vea mejorada en muchos ámbitos, con lo que a su vezesa mejora de calidad de vida familiar va a repercutir en elpropio menor acogido.

Debiéramos también entrar en el debate de limitar la par-ticipación de las Entidades Privadas sin ánimo de lucro enlos acogimientos familiares ajenos, pudiendo darles la-bores de apoyo a las familias, pero sin entrar en el proce-so de modo protagonista. La realidad que hemos vividohasta el momento nos invita a pensar que tal vez los recur-sos públicos y el protagonismo que se han dado a las En-tidades privadas han ido en menoscabo del desarrollo delacogimiento familiar ajeno, mitigando su gran potencial.

En conclusión, la Ley 21/1987 supuso la instauración deun régimen de protección moderno que no ha tenido undesarrollo suficiente en la práctica. Podemos decir quehemos tenido herramientas jurídicas idóneas, pero nues-tro manejo de las mismas no ha dado como resultado losfines apetecidos. Hemos de plantearnos una reforma delmarco normativo que, sin alterar la sustancia de lo que yatenemos, nos conduzca al objetivo de hacer soportable lainsoportable levedad de nuestro sistema de respuestasfrente al desamparo de los menores •

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n noviembre de 2012 se cumplirán25 años desde la publicación de la ley21/1987, que significó el comienzo dela modernización de nuestro sistemade protección para la infancia ensituación de riesgo y desamparo. Laley marcó un antes y un después nosólo porque fue la primera en organi-zar la protección de la infancia desdela conquista de la democracia, sinotambién porque toda la legislaciónposterior en la materia se ha hechosobre las bases allí establecidas. Ladefinición del desamparo, la atribucióna las entidades públicas de la respon-sabilidad en protección de la infancia,las condiciones en que debe llevarse acabo la adopción, sus efectos y sucarácter irrevocable, el importantepapel de la fiscalía y los elementosbásicos de la tramitación judicialfueron algunas de las aportaciones deuna ley que pronto cambió el panora-ma de la protección infantil en España.Como prueba de su eficacia inmedia-ta, baste indicar que la existencia de"niños robados" en clínicas privadas(de los que hemos ido teniendoescalofriante noticia en los últimosmeses) fue previa a la promulgaciónde esta ley. Resultaba, en efecto,esencial que la toma de decisionessobre la protección infantil dejara deestar en manos particulares y pasara adepender de la entidad pública, convigilancia del ministerio fiscal.

La ley 21/1987 empezó un camino nor-mativo luego completado por la1/1996, que añadió como mínimo tresgrandes contenidos. Por una parte, ladiferenciación entre el riesgo y el des-amparo, con las implicaciones corres-pondientes de cara a la intervenciónprofesional. Por otra, una mayor pre-cisión y desarrollo de la figura delacogimiento familiar. En tercer lugar, laintroducción de la figura de la adop-

ción internacional, lo que venía obliga-do por la entonces reciente ratificaciónpor parte del Estado español delConvenio de La Haya en materia deadopciones internacionales. A su vez,estas dos leyes fueron la base para laproducción normativa por parte de lascomunidades autónomas en materiade protección de infancia. Aunquecada una de ellas introdujo sus propiosacentos, la gran similitud que existe enla protección infantil en el conjunto delEstado se debe al tronco normativocomún a partir del cual las ramas sefueron diferenciando con matices ape-nas indistinguibles en muchos casos.

En este artículo se analizan tres duali-dades (medidas residenciales/medi-das familiares, acogimiento en familiaextensa/acogimiento en fami-lia ajena, adopción internacio-nal/adopción nacional), se re-flexiona sobre su descompen-sación y sus causas, y se ana-liza el tiempo de espera en elque el sistema en su conjunto pareceestar sumido en estos momentos.

Centros de protección/medidasde integración familiar

Los cambios impulsados por la ley de1987 llegaron pronto a las macro-insti-tuciones infantiles, que por aquellamisma época conocieron una muyimportante transformación. El desarro-llo de los servicios sociales comunita-rios y el comienzo de las políticas deapoyo a la familia acabaron con lapresencia en centros de protección de

niños y niñas cuya problemática teníaque ver más con la falta de recursoseconómicos de sus familias que con eldesamparo, quedando los centrosreservados para aquellos casos sobrelos que se tomaban medidas tutelaresde protección. Por otra parte, la nuevaorganización jurídica de la adopciónpermitió también que un cierto contin-gente de los niños y niñas institu-cionalizados pudieran iniciar otra vidaen una nueva familia a través de laadopción. Los centros de protecciónfueron así cambiando de tamaño y defunción. Por una parte, se fueronhaciendo cada vez más pequeños y sefueron profesionalizando. Por otra,dejaron de ser ciudadelas autosufi-cientes (con su enfermería, su escue-la, su peluquería…) y se abrieron a lacomunidad, cuyos servicios (centrosde salud, escuelas, etc.) utilizaban,normalizando en buena medida la vidacotidiana de los chicos y chicas enellas alojados.

Lamentablemente, la de la ley 1/1996no fue una apuesta decidida y clarapor la desinstitucionalización de lainfancia necesitada de protección. Apesar de que en el preámbulo y elarticulado de esa ley había una claratoma de posición en favor de las medi-das de integración familiar (el preám-bulo habla del "perjuicio psicológico yemocional al verse privados de la per-manencia en un ambiente familiar"; losartículos 11 y 21 especifican de formamuy clara la necesidad de integración

en entornos familiares), la disposiciónfinal 5 determinaba que "la guarda serealizará mediante acogimiento fami-liar o acogimiento residencial". Esdecir, mientras que preámbulo y articu-lado establecían claramente que lasrespuestas familiares (acogimientofamiliar, adopción) eran las adecuadaspara responder a las necesidades delos niños y niñas en situación dedesamparo, la disposición adicionalmencionada ponía en pie de igualdadla alternativa familiar (que la propia leyidentificaba como la adecuada) y lainstitucional (claramente identificadacomo menos deseable).

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PROTECCIÓN DE LAINFANCIA DESAMPARADAEN ESPAÑA: LA IRRESISTIBLETENTACIÓN DE LA FACILIDAD

Jesús PalaciosCatedrático de Psicología Evolutiva y de la EducaciónUniversidad de Sevilla

1.- Nota del autor: Este artículo tiene un tono más reflexivo que analítico.Se trata por ello de un texto sin referencias bibliográficas, que podrán encon-trarse en una reciente versión ampliada de estas reflexiones titulada"Protección de la infancia en España: la transición que no llega", publicadaen la revista Trabajo Social Hoy (2010, vol. I, pp. 13-34).

•• •• •• Lamentablemente, la de la ley1/1996 no fue una apuesta decidida yclara por la desinstitucionalización de lainfancia necesitada de protección •• •• ••

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La consecuencia de aquella contradic-ción, de la falta de apuesta firme ydecidida por la desinstitucionalizaciónde la infancia, ha configurado un sis-tema de protección en el que la medi-da de guarda en centros de protección

ocupa un lugar desmedidamente im-portante. De acuerdo con los datos delObservatorio de la Infancia publicadosanualmente por el Ministerio, si secomparan las cifras de ingresos nue-vos anuales en centros de protección(el llamado "acogimiento residencial"),con las cifras de altas anuales enmedidas de integración familiar(acogimiento familiar y adopción), ladesproporción es extraordinaria: decada 10 menores tutelados para losque se toman medidas de guarda,entre 7 y 8 van a parar a centros,frente a los entre 2 y 3 que van a parara familias. Nos encontramos así con laprimera de las tres dualidades des-compensadas a que se hace referen-cia en este artículo: en la dualidadmedidas residenciales-medidas fami-liares, las primeras tienen unapresencia desproporcionadamen-te superior a las segundas comovía de acceso a la protección.

Ello es así a pesar de dos hechosque deberían haber impulsado al sis-tema en otra dirección. En primerlugar, y por encima de todo, la apabu-llante cantidad de evidencias empíri-cas, nacionales e internacionales, quemuestran que los centros no son unentorno adecuado para el desarrollopsicológico de los en ellos acogidos.Ya se mire desde la perspectiva de sudesarrollo intelectual, de su desem-peño académico, de su desarrollosocial o emocional, niños y niñas insti-tucionalizados presentan perfiles másnegativos que los que están en medi-das de integración familiar. Los cen-tros no tienen por qué ser la causa ini-cial de esos problemas, pero desdeluego no forman parte de su solución.Y la permanencia prolongada en ellosacaba incorporándose como parte dela base etiológica de diversos proble-mas y síntomas.

En segundo lugar, el alto costeeconómico de la respuesta residencialfrente a las alternativas familiares. Sialgunas medidas de integración fami-liar no suponen coste alguno de man-tenimiento para las administraciones

(la adopción) y las demás suponen uncoste claramente inferior a los 800euros mensuales (las modalidades deacogimiento familiar que reciban com-pensación económica, que no suelenser todas ni llegar a la cantidad citada

en la mayor parte de loscasos), el coste del acogimien-to residencial difícilmente bajade los 3000 euros por niño ymes, aunque las cifras concre-tas son difíciles de obtener

como parte del oscurantismo estadísti-co que caracteriza a nuestro sistemade protección de infancia por lo que atodo lo relacionado con el acogimientoresidencial se refiere. Desde luego, nose trata de optar por medidas fami-liares porque sean más baratas, sinoporque responden mucho mejor a lasnecesidades infantiles. Pero es queademás resultan económicamentemenos costosas, aunque debe quedarclaro que un sistema de acogimientofamiliar bien organizado y que respon-da adecuadamente a las necesidadesde acogidos y acogedores, tambiénrequiere de importantes recursoseconómicos, sin duda menores quelos de la respuesta residencial, perosin duda mayores que los que actual-mente se le dedican.

Es inevitable preguntarse por qué lascosas están orientadas en la direcciónque implica menos beneficios psi-cológicos, educativos y sociales, ymás coste económico. Sin duda, elacogimiento residencial resulta muchomás fácil de organizar y gestionar quelas medidas de integración familiar.Frente a la complejidad de la capta-ción, formación, valoración, segui-miento y apoyo a familias acogedoras,por ejemplo, un sistema residencialbasado en la contratación de profe-sionales, frecuentemente a través dela contratación de entidades colabo-radoras, resulta mucho más simple.¿Radicará en esa mayor facilidad degestión la explicación de la anomalíaque supone la muy elevada institu-cionalización de nuestra infancia nece-sitada de protección?

Veinticinco años después de su pro-mulgación, la transición iniciada enEspaña con la ley 21/1987 permaneceinconclusa y no se verá culminadahasta que el acogimiento residencialpierda el desmedido peso que tiene ennuestro sistema de protección. Resulta

inaceptable que en el momento mismoen que estas líneas se escriben o seleen haya bebés ingresando en cen-tros de protección en algún lugar deEspaña, o niños y niñas menores deseis años en semejantes circunstan-cias. Es un escándalo al que es obliga-do poner fin de una vez, haciéndolo deforma progresiva, pero firme, decididay sin excusas permanentes.

Acogimiento en familia extensa/acogimiento en familia ajena

Dentro de las medidas de integraciónfamiliar, el acogimiento familiar ocupaun lugar muy destacado por ser, pro-bablemente, la medida indicada parala mayor parte de los niños y niñasnecesitados de protección. La adop-ción es la medida más extrema que sepuede tomar en casos de desamparo,pues implica, entre otras cosas, unaruptura de relaciones con la familia deorigen y un carácter irrevocable que nosiempre se consideran posibles odeseables. La consecuencia es queson muchos los chicos y chicas paralos que está indicado el acogimiento,pero no la adopción. E incluso muchosde los que acaban siendo declaradosadoptables pasan previamente por

medidas de acogimientofamiliar no preadoptivo, loque de nuevo destaca lamuy superior cantidad deacogimientos que deadopciones.

El acogimiento familiar puede definirsedesde varios ángulos. Así, por suforma de constitución, se puede distin-guir entre el acogimiento administrati-vo y el judicial; por su duración, entreel temporal y el permanente. EnEspaña, la forma más usual de dife-renciar entre distintos tipos deacogimiento familiar es distinguiendoentre los que se llevan a cabo en lafamilia extensa y los que se realizanpor parte de una familia no vinculadacon la de origen del menor (elacogimiento en familia ajena, parausar el término con que comúnmentenos referimos a esta modalidad). Alcontrario de lo que ocurre en otrospaíses de nuestro entorno, donde lamodalidad preponderante es en fami-lia ajena, entre nosotros la opción prio-ritaria es por el acogimiento en familiaextensa. Una opción que sin duda serelaciona con valores culturales afavor de una cierta concepción de lafamilia y de una valoración de los lazosfamiliares como preminentes sobreotros que pudieran considerarse. Enotros países se tiende a pensar que

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•• •• •• De cada 10 menores tuteladospara los que se toman medidas deguarda, entre 7 y 8 van a centros, frentea los entre 2 y 3 que van a familias •• •• ••

•• •• •• Sin duda, el acogimiento residencial resul-ta mucho más fácil de organizar y gestionarque las medidas de integración familiar •• •• ••

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sacar a un niño de su familia nuclearpara emplazarlo en la familia extensa(muy frecuentemente, abuelos) escomo sacarlo de la fotocopia para lle-varlo con el original, pues se cree quelos problemas en la familia nuclear soncon mucha frecuencia un reflejo de losinicialmente vividos en la extensa. EnEspaña, la opción preferente por elacogimiento en familia extensa es tanclara que en torno al 75-80% de losacogimientos son de este tipo, frenteal 20-25% en familia ajena. Es nuestrasegunda dualidad descompensada.

No cabe duda de que el acogimientoen familia extensa presenta notablesventajas: el acogimiento suele comen-zar a una edad más temprana delacogido, siendo menos frecuente queel niño o la niña haya pasado antes porotra medida de protección. Además,se trata de acogimientos con menosriesgo de ruptura, en parte debido a lafidelidad que implican los lazos fami-liares. Se plantean en este acogimien-to menos problemas de identidad y lasrelaciones entre las dos familias sue-len tener un menor grado de rigidez yformalidad.

No todo son ventajas, sin embargo. Enun elevado porcentaje (en torno al 60-70%), los acogimientos en familiaextensa se inician sin intervención pro-fesional alguna. Ante los problemasplanteados a algunos de sus miem-bros más jóvenes, la propia familia seorganiza de una determinada manera,pasando niños o niñas a vivir con susfamiliares sin que haya mediado valo-ración de idoneidad alguna, o prepa-ración para el acogimiento de ningúntipo, o intervención profesional queregule las visitas y contactos, o quebrinde apoyos ante la aparición de difi-cultades. Con alguna frecuencia,aunque no siempre, los acogedoresson personas mayores con problemasde salud física y/o mental, con unacierta sobrecarga de tensiones y difi-cultades, y a veces con su propio his-torial de relaciones con los serviciossociales. Las relaciones de los acoge-dores con los padres del niño o la niñason a veces conflictivas, lo que puedeagravarse, por ejemplo, por la dificul-tad para poner barreras por parte de laabuela a la relación de su hija con sunieto, así como por los conflictos surgi-dos en torno a la toma de decisionesen la crianza y educación infantiles.

Las condiciones de la vivienda,del entorno o de la estimulaciónno son a veces las más adecua-das. Probablemente, son bas-tantes los casos en los que, dehaber existido intervención pro-

fesional en el momento adecuado, lascosas se habrían organizado de otramanera. Pero en muchos de estos ca-sos, el acogimiento se formaliza cuan-do lleva varios años siendo un acogi-miento de hecho, lo que limita muchola toma de decisiones profesionales.

Los acogimientos en familia ajena sonmás complejos en muchos sentidos.Implican una numerosa serie de inter-venciones profesionales (captación,formación, valoración de idoneidad,decisiones sobre asignación, segui-mientos y apoyo, programación ysupervisión de visitas y contactos) ytípicamente conciernen a niños y niñasmás mayores, que frecuentementehan pasado por otras medidas de pro-tección y para bastantes de los cualesel acogimiento será una medida tem-poral. En los últimos años, estosacogimientos se han ido diversifican-do, emergiendo modalidades como elacogimiento de urgencia (típicamente,para evitar el paso de niños pequeñospor centros de protección) o losacogimientos profesionalizados (paraatender a niños y niñas con marcadasnecesidades especiales). Pero estasrealidades están aún en proceso dedesarrollo, a pesar de que respecto aalguna de ellas (acogimiento de urgen-cia) existe dilatada y abundante evi-dencia sobre su buen y satisfactoriofuncionamiento.

Nos encontramos, pues, ante unanueva realidad muy descompensada:un muy elevado número de acogimien-tos en familia extensa, frente a unaporción claramente menor de los quese hacen en familia ajena. Pero ladescompensación no termina ahí.Típicamente, las intervenciones y losapoyos profesionales han venido sien-do mucho mayores en familia ajena,tanto de cara a la constitución delacogimiento, como de cara a su man-tenimiento posterior. Cuando hay com-pensación económica, es menos pro-bable que llegue a la familia extensa, apesar de su frecuente peor situacióneconómica.

Dada nuestra cultura fuertementefamilista, el acogimiento en familiaextensa tendrá siempre una impor-tante presencia entre nosotros, talcomo viene prefigurado, entre otrascosas, por una legislación en materiade protección que da prioridad a éstasobre otras modalidades de acogi-miento. Creemos, sin embargo, que supeso en el sistema de proteccióndebería disminuir algo, al menos pordos razones.

En primer lugar, si se lograra disminuirdrásticamente la institucionalizaciónde nuestra infancia en situación deriesgo y desprotección, es fácil imagi-nar que un elevado porcentaje de losniños y niñas cuya institucionalizaciónse evitara deberían encontrar acomo-do en familias ajenas acogedoras.Puesto que cuando un menor es tute-lado en España la primera opción quenuestro sistema contempla es la fami-lia extensa, se puede suponer queaquellos que van a centros de acogidalo hacen porque no se han encontradoalternativas viables en su entornofamiliar. La implicación inmediata de ladesinstitucionalización sería un impor-tante incremento de los acogimientosen familia ajena. Igualmente, el incre-mento de los acogimientos de urgen-cia y de los profesionalizados sedesarrollaría sobre todo en la modali-dad de familia ajena, lo que de nuevoimplicaría un aumento equivalente enesta tipología.

En segundo lugar, que al menos lasdos terceras partes (seguramente,más) de los acogimientos en familia

extensa se organicen por la pro-pia familia al margen de toda in-tervención profesional no es undato favorable, particularmentepor la existencia de un ciertonúmero de casos -imposible decuantificar- que no hubieransuperado el filtro de la valora-

ción para determinar la idoneidad deesa forma de organizar la protecciónde los niños o niñas implicados. Unamayor coordinación entre los serviciossociales comunitarios y el sistema deprotección, una mejor y más tempranadetección del riesgo, y la intervencióndel sistema de protección antes deque las situaciones de hecho se hagandifíciles de revertir, deberían llevar auna más afinada discriminación entrelos casos que deberían ser de familiaextensa y los que deberían hacerse enfamilia ajena, que sin duda aumen-tarían si la intervención profesionalfuera más temprana y pudieraentonces ser más exigente.

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•• •• •• Al contrario de lo que ocurre enotros países de nuestro entorno, enEspaña la opción prioritaria es por elacogimiento en familia extensa •• •• ••

•• •• •• Las intervenciones y los apoyosprofesionales han venido siendomucho mayores en familia ajena,tanto de cara a la constitución delacogimiento, como de cara a su man-tenimiento posterior •• •• ••

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Lo más fácil de hacer y de gestionaraparece de nuevo como una tentacióndifícil de resistir. Un sistema fuerte-mente basado en el acogimiento enfamilia extensa auto-organizado, insu-ficientemente apoyado y evaluado,con menor tendencia a dar lugar aproblemas y fracasos que llamen laatención, menos exigente en cuanto areivindicaciones y asociacionismo delos acogedores, resulta mucho mássencillo de gestionar que otro en elque las intervenciones profesionales(captación, información, formación,valoración, asignación, seguimientos,apoyos, regulación de visitas…) ten-gan un carácter más proactivo y ofrez-can el nivel de calidad que acogedoresy acogidos necesitan y merecen, conindependencia de cuál sea el tipo deacogimiento en que se encuentren.

Adopción nacional/adopción in-ternacional

Como antes se ha indicado, la ley1/1996 dio entrada a la adopción inter-nacional en nuestro sistema de protec-ción. Para hacerse una idea de ladimensión que esa modalidad deadopción adquirió entre nosotros,baste con indicar que entre 1996 y2005 se produjo un incremento del275% de las adopciones interna-cionales en España, mientras en losmismos años la adopción nacionalconocía un lento declive de en torno aun 30-40%. De hecho, el fulgor de laadopción internacional durante esosaños produjo un eclipse casi total de laadopción nacional, pues lo que se le-gislaba, lo que ocupaba los debatesprofesionales, así como el tipo deinvestigaciones y publicaciones que sepromocionaban, tenían como argu-mento fundamental la adopción inter-nacional. Como ha ocurrido en otrosmuchos países, las cifras de adopcióninternacional han conocido un impor-tante decremento a partir de 2005,probablemente más por cambios en lapolítica de los países de origen que enla potencial demanda de adopcionesinternacionales por parte de los paísesreceptores. Por poner un solo ejemplo,mientras que en el año 2005 sehicieron 2753 adopciones en Chinapor parte de familias españolas, lacifra se redujo a 584 en 2010, lo queimplica una disminución nada menosque del 80%. Mucho más que losdeseos de familias españolas deadoptar en China, los cambios intro-ducidos por las autoridades chinasrespecto al perfil de los solicitantes(exclusión, por ejemplo, de mono-parentalidad, de ciertos niveles socio-

económicos o perfiles de salud…), asícomo la mayor presencia de adopta-bles con necesidades especiales,explican una reducción tan marcada-mente acusada.

La fuerte orientación de las familiasespañolas hacia la adopción interna-cional tiene más de una explicación.Algunas sentencias judiciales introdu-jeron en su momento un gran temorrespecto a la adopción nacional porparte de los potenciales adoptantes,que en absoluto deseaban que conellos se repitiera la historia de Diego,"el niño de El Royo", que por unainsensata decisión judicial, incompren-siblemente apoyada por la fiscalía,tuvo que salir de la familia con la queestaba en acogimiento preadoptivopara volver con una familia de origende muy alto riesgo en la que prontovolvió a aparecer una situación dedesprotección. Aunque en una manosobran dedos para contarlos, a finalesde la década de 1990 hubo unospocos casos de ese tipo, que produ-jeron una inevitable alarma social y lle-varon a muchas familias que queríanadoptar a mirar lejos de nuestras fron-teras, disminuyendo así al máximo laposibilidad de que la familia biológicareapareciera y aumentando la sen-sación de no retorno de la adopción.Por aquellos mismos años, y comoocurrió en otros países, la emisión enla televisión pública del reportaje Lashabitaciones de la muerte, sobre lascondiciones de institucionalización enalgunos orfanatos chinos, movieron amuchas familias a ofrecerse para ali-viar el sufrimiento de quienes crecíanen aquellas execrables circunstancias.

Una razón adicional tenía que ver -par-ticularmente, pero no sólo, en el casode China- con el perfil de quienespodían ser adoptados. En efecto, endiversos países era posible acceder ala adopción de bebés menores de dosaños, mientras que el perfil de la adop-ción nacional iba cada vez acercán-dose a los de las llamadas adopcionesespeciales (niños y niñas mayores de6 años, grupos de hermanos, necesi-dades especiales de diverso tipo).

Ese cúmulo de circunstancias llevó enmuy poco tiempo a un extraordinarioaluvión de solicitudes de adopcióninternacional. Las administraciones sededicaron con ahínco a organizar la

respuesta a esa ingente demanda,ideando procedimientos para agilizarla valoración de idoneidad, la pre-paración para la adopción y la tra-mitación de expedientes de solici-

tantes que pronto demostraron sucapacidad de presión para lograrplazos y procedimientos lo másbreves y ágiles posibles. Los mayo-res y mejores esfuerzos del sistema

se pusieron entonces al servicio deesta masiva y apremiante realidad,con muy poca energía sobrante en posde la adopción nacional, cuya realidadiba languideciendo lejos de los focosque sólo parecían tener luz para lamuy visible adopción internacional.

Como ejemplo de hasta dónde lle-garon las cosas, baste citar lacomisión especial del Senado dedica-da a debatir la problemática de laadopción internacional, de la quederivaron una serie de sugerenciasque acabaron dando lugar a la promul-gación en 2007 de la ley de adopcióninternacional, fuertemente centrada enla mejora de procedimientos, aunquetambién con alguna aportación de con-tenido tan relevante como ladeclaración explícita del derecho aconocer sus orígenes por parte de laspersonas adoptadas. Y, aprovechandoel amplio espacio que las disposi-ciones finales permiten, en la ley seestablecieron límites temporales a lasposibilidades de oposición a ladeclaración de desamparo por partede los padres biológicos, lo que sinduda tiene que ver con la adopciónnacional, no con la internacional que laley regulaba. Era un intento de evitarque casos como el de El Royo se repi-tieran. Una posterior sentencia delTribunal Supremo (STS 569/2009) haayudado a perfilar aún más la concre-ción del indeterminado principio del"supremo interés del menor" enrelación con limitaciones a la posibili-dad de retorno a la familia de origen endeterminadas circunstancias.

Dos comentarios adicionales permi-tirán, tal vez, situar en mejor perspec-tiva la realidad de la dualidad adopciónnacional/internacional. El primero,para destacar el muy positivo papelque la adopción internacional ha juga-do entre nosotros. Además del incues-tionable beneficio que ha supuestopara las decenas de miles de familiasy de menores implicados, la gran visi-bilidad de la adopción internacional enaños recientes ha servido para mejo-rar la percepción social de la adopción,contribuyendo a sacarla del ámbito delo privado y secreto en que se encon-

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•• •• •• El fulgor de la adopción inter-nacional produjo un eclipse casitotal de la adopción nacional •• •• ••

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traba en nuestra sociedad.Además, gracias al enormeesfuerzo profesional desplegado,los procedimientos y técnicas deintervención profesional hanmejorado de forma incuestiona-ble. La investigación sobre adop-ción ha conocido un empuje tambiénmuy importante, con el consiguientebeneficio de cara al conocimiento ymejora de esa realidad.

El segundo comentario sirve paraindicar que, en la dualidad adopciónnacional/internacional, no todos lospaíses han tomado el camino español.En circunstancias más o menos pare-cidas, otros países europeos optaronpor dar prioridad a la adopciónnacional, dedicando una atenciónmenos intensa y casi exclusiva a lainternacional. Se trata de una opcióncon muchas implicaciones, pues, porejemplo, mientras que las familias deadopción internacional acuden al sis-tema de protección de cara a materia-lizar su deseo de adoptar, en los casosde adopción nacional debe ser el sis-tema de protección el que se esfuercepor reclutar familias que se ofrezcanpara hacerse cargo de los niños yniñas españoles susceptibles de seradoptados, en su mayor parte bas-tante alejados del deseado perfil debebé pequeñito y sin especiales pro-blemas. Obviamente, no es lo mismogestionar la demanda existente (adop-ción internacional) que esforzarse porpromoverla y canalizarla en direcciónde los niños y niñas que en nuestrosistema de protección van acumulan-do años de experiencia institucional yque cada vez resultan más difíciles deadoptar. Una vez más, lograr una dua-lidad menos desequilibrada implicaríaun esfuerzo mucho mayor por partedel sistema de protección. Al fin y alcabo, gestionar la realidad es siempremucho más fácil que transformarla.

Como se ha señalado anteriormente,la realidad de la adopción interna-cional ha ido cambiando en muchospaíses, de manera que las posibili-dades de adoptar por esa vía a bebéspequeñitos sin especiales problemasse ha ido haciendo cada vez másremota. Los perfiles de menoresdisponibles en adopción internacionalse parecen cada vez más a los de losexistentes en el caso de la nacional. Sirealmente se pusiera fin a la institu-cionalización de nuestra infancia ensituación de riesgo y desamparo, loscasos de adopción nacional deberían,con toda probabilidad, incrementarse,lo que no ocurrirá si no hay una apues-

ta más clara y decidida en esa dire-cción por parte de los agentes del sis-tema de protección, con esfuerzos vi-gorosos y mantenidos no sólo paraque haya más adopciones nacionales,sino para que se constituyan y desa-rrollen en las mejores condicionespara su éxito. El rumbo que las cosastomen en el futuro dependerá en granparte de cómo se resuelva la situaciónde espera en que nuestro sistema deprotección parece encontrarse.

En espera

A finales de la década del 2000, elSenado español organizó una comi-sión especial dedicada, por fin, adebatir el acogimiento familiar y laadopción nacional, de cara a conocermejor esas realidades y asugerir propuestas legisla-tivas. Las comparecenciaspusieron de manifiesto,entre otras muchas cosas,la realidad de un sistema de protec-ción caracterizado por las descompen-sadas dualidades que se han exami-nado en las páginas precedentes. Lacomisión elevó entonces al gobiernouna serie de sugerencias que dieronlugar a un proyecto de ley que, entreotras cosas, trataba de poner fin a lainstitucionalización de los niños yniñas españoles (empezando por losmás pequeños para luego afectar tam-bién a los de más edad), de redefinirlas modalidades de acogimiento fami-liar y de facilitar los procesos de adop-ción nacional. Se enmendaba así loque algunos consideramos que fue elerror de la ley de 2007 sobre adopcióninternacional. Lo que entonces hubierahecho falta habría sido una revisión enprofundidad de todo el sistema de pro-tección de infancia en España, inclui-dos los aspectos de la adopción inter-nacional que hubieran de ser mejora-dos. Una opción seguramente inviablecuando la adopción internacionalatraía toda la atención social, institu-cional y profesional. Mientras tanto, yde forma aislada respecto a otrostemas, un importante cambio legislati-vo de 2005 abrió la posibilidad deadoptar por parte de parejas delmismo sexo, a las que la reforma delcódigo civil abrió las puertas del matri-monio.

Lamentablemente, el proyecto de leyque hubiera debido servir, entre otrascosas, para poner en marcha una co-rrección en profundidad de las dese-quilibradas dualidades examinadas eneste artículo, se quedó en la agendadel consejo de ministros por el adelan-to de las elecciones que trajeron con-sigo un cambio de gobierno. El sis-tema de protección se ha quedado asíen un tiempo de espera en el que yasabemos cuáles son algunas de lascosas que se quieren cambiar y enqué dirección orientar el cambio, peroen el que todavía se carece de losinstrumentos jurídicos que permitanhacerlo de manera decidida. De todasformas, conviene recordar que con lalegislación actualmente existente sepodrían ya hacer la mayor parte de lascosas contenidas en el proyecto de leymencionado. Por poner un solo ejem-plo, nada en la legislación vigente im-pide que una determinada comunidadautónoma decida que a partir del añoque viene no se producirá ningúningreso en sus centros de protección

de niños y niñas menores de tresaños, así como que a partir de dosaños después la prohibición se exten-derá a los menores de seis años.Además, como ya ha quedado claro, elargumento para no hacerlo no puedebasarse en los elevados costeseconómicos de una medida que, siacaso, supondría algún ahorro mone-tario y mucho mayor beneficio psi-cológico y social.

El sistema de protección de infanciaespañol está, pues, en tiempo deespera. Hasta donde es sabido, elMinisterio correspondiente dispone deun proyecto de ley que fue consensua-do por los diferentes partidos políticosy las distintas comunidades autóno-mas. Un proyecto que seguro puedeaún enriquecerse y mejorarse para darentrada a realidades que, como laposibilidad de adopción abierta, noencontraron lugar en aquel proyecto.Sería una buena ocasión para que elpartido en el gobierno dejara algunaimpronta legislativa positiva sobre elsistema de protección de infanciaespañol, pues ninguno de los cambioslegislativos anteriores (1987, 1996,2005, 2007) llevó la firma de un presi-dente de gobierno conservador •

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•• •• •• El rumbo que las cosas tomenen el futuro dependerá en gran partede cómo se resuelva la situación deespera en que nuestro sistema deprotección parece encontrarse •• •• ••

•• •• •• Con la legislación actualmente existentese podrían ya hacer la mayor parte de lascosas contenidas en el proyecto de ley •• •• ••

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Análisis de los controles Análisis de los controles y registros sanity registros sanitarios de arios de

los menores institucionalizadoslos menores institucionalizadosen el sistema de protecciónen el sistema de protección

Mercedes Rivera Cuello, José Uberos Fernández y Antonio Muñoz HoyosGrupo de investigación subnormalidad y desarrollo

Departamento de Pediatría. Universidad de Granada

INTRODUCCIÓN

l número de menores que seencuentran en el sistema de protec-ción en nuestro país, según el obser-vatorio de la infancia, asciende a45.432, en cuanto a las medidas deprotección adoptadas se continuaobservando un predominio delacogimiento residencial1. Este dibujode la situación del sistema de protec-ción está sujeto a un profundo cam-bio desde 2008 con la creación deuna comisión especial del senadopara el estudio de estas materias,una de las principales dificultadesargumentadas para llevar este cam-bio a cabo es la existencia de unagran variabilidad en cuanto a norma-tiva y legislación en materia de pro-tección, así como, una amplia diver-sidad de centros y de tipos de gestiónde los mismos en cada comunidadautónoma2.

Diferentes estudios, nacionales einternacionales, han demostrado laexistencia de necesidades sanitariasespecíficas en los menores en el sis-tema de protección derivadas de lasituación de desamparo a la que hansido expuestos, así como, a la condi-ción de institucionalización posterior3-6. Pese a esta realidad, se con-statan frecuentemente la existenciade serias dificultades para elseguimiento sanitario de losmenores, dificultades derivadas de:la falta de coordinación entre los ser-vicios sociales y sanitarios, la altamovilidad de los menores, el grannúmero de personas encargadas desu cuidado y la falta de acceso a lahistoria clínica de los niños 7-11.

La normativa vigente en nuestromedio establece que en el expedi-ente de todo menor en el momento

de ingreso en el centro debe constarun informe social, psicológico y sani-tario. En caso de no adjuntarse, la en-tidad colaboradora procurará que elmenor sea objeto de revisión médicapor la institución correspondiente 12,13,no existiendo normativa que estipulela sistematización del seguimientosanitario durante su estancia en elcentro.

Con todo lo expuesto, y habida cuen-ta del escaso número de publica-ciones existentes en nuestro medio aeste respecto, nos propusimosanalizar el grado de cumplimiento dela normativa vigente en cuanto alseguimiento sanitario en términos desalud física y psíquica de los me-nores institucionalizados, así como elestudio de los registros sanitarios delos expedientes de los mismos, aten-diendo a las posibles diferenciasdetectadas según la entidad gestoradel centro. Por último analizamos larelación que pudiera tener el tiempode estancia en la institución con lasvariables analizadas.

MATERIAL Y MÉTODO

Ateniéndonos al Artículo 69 deldecreto 355/2003 de 16 deDiciembre que legisla sobre prácticasacadémicas o profesionales y/o estu-dios de investigación en centros deprotección, se realizó la petición delos permisos pertinentes a las autori-dades competentes14.

Se diseña un estudio transversalacordándose un calendario de visitasa cada centro para la reunión con elpersonal del mismo y la revisión delos expedientes de los menores.

Se visitaron la totalidad de los 26centros con programa residencial

básico de la provincia de Granadaentre Diciembre de 2006 y Enero de2007. Se procedió a la revisión de losexpedientes de los menores para laobtención de los datos que quedanreflejados en la tabla 1 y en los casosen los que éstos no constaban seobtuvo la información a través de laentrevista con el personal del centro.

Las variables cuantitativas se obtu-vieron de la suma de las diferentesintervenciones sanitarias de las quehabía constancia. Es oportunoaclarar que, en cuanto a la proceden-cia del informe sanitario, la categoría"otros" se refiere a aquellas situa-ciones en las que el informe fue emi-tido por el hospital o el especialistaque realizaba el seguimiento de algu-na patología crónica previa al ingresodel menor en el centro. En cuanto ala existencia de registro sanitario, alno existir normativa al respecto,hacemos referencia a la existenciade cualquier tipo de registro internoen el que puedan revisarse todos loscontroles, informes médicos yseguimientos sanitarios del menordurante su estancia en la institución.

Para el estudio estadístico se realizóun análisis descriptivo de cada unade las variables respecto a los trestipos de entidades gestoras, siendoestas, ONG, órdenes religiosas, aso-ciaciones y centros públicos (tabla1). Para la comparación de grupos seutiliza el test de Kruskal-wallis y deMann-Whitne para las variables con-tinuas, aplicando la corrección deBonferroni, y el test de Chi cuadradopara las variables categóricas.Finalmente se realizó un test deregresión lineal utilizando como vari-able dependiente el tiempo deestancia en la institución.

E

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RESULTADOS

Se revisaron un total de 294expedientes, las pérdidas detec-tadas se deben a la imposibili-dad de obtener la informaciónsolicitada por la inexistencia dedatos concluyentes. La edadmedia de la muestra fue de 14.2años y la prevalencia demenores no acompañados(MENA) del 43.5%. Los niños demayor edad así como el mayornúmero de MENA se encuentranen los centros públicos o ges-tionados por asociaciones.

En un 46.9% de los expedientesrevisados no constaban infor-mes sanitarios al ingreso argu-mentándose, en la mayoría delos casos, la falta de emisión delinforme por parte del pediatra apesar de la revisión del menor,no se observan diferencias entrelos centros. La mayor parte delos informes (48.2%) fueron emi-tidos por el centro de acogidainmediata o por el centro desalud. Se constató la presenciade algún tipo de registro sani-tario sistematizado en un 23.2%de los expedientes, siendo másfrecuente en los centros gestio-nados por órdenes religiosas.

La media global de visitas alpediatra, a urgencias y de ingre-sos hospitalarios fue inferior a 1. Existen diferencias en cuanto alnúmero de visitas al pediatra,siendo significativamente mayo-res en los menores atendidos encentros gestionados por órdenesreligiosas.

El 40% de los menores precisanrevisión en al menos una consul-ta especializada, de estos, el37% son seguidos por odon-tología y otra de las consultasenumeradas (tabla 1).

La estancia media de los menores enlos centros es de 14.2 meses, siendolos menores de centros gestionadospor ONGs y órdenes religiosas losque presentan estancias más prolon-gadas. Se encontró asociación entreel tiempo de estancia en la institucióny la condición de MENA con estancias6.7 meses inferiores. Los menorescon mayor demanda asistencial (ma-yor número de consultas al pediatra,servicios de urgencias, ingresos hos-pitalarios y seguimiento en consultasespecializadas) y aquellos en los quese objetiva la existencia de registro

sanitario presentaban estancias hasta4.52 meses más largas.

DISCUSIÓN

Los resultados demográficos obte-nidos concuerdan con la tendenciaprogresiva a buscar alternativas alacogimiento residencial para losniños más pequeños, hecho que justi-fica una edad media de los menoresde 14.1 años, así como un progresivoaumento de la presencia de MENA enlos centros de acogida, llegando asuponer en nuestra serie el 43.5% dela población atendida.

En cuanto a la gestión de los centrosse observa que la mitad de los me-nores se encuentran en centros con-certados gestionados por órdenesreligiosas. La menor representaciónla tienen los centros públicos, en loscuales, en nuestro medio, únicamentese atiende a MENA que según nues-tros resultados son los que menortiempo de estancia registran.

En lo referente al informe sanitario alingreso, se aprecia que hasta en el46.9% de los expedientes revisadosno constaba dicho informe, sin apre-ciar diferencias significativas entre los

Tabla 1. Controles sanitarios de los menores institucionalizados según el tipo degestión del centro.

1. Media del tiempo de estancia en la institución en meses. 2. Centro de acogida inmediata 3. Centro de salud a. Test Chi cuadrado ONG/ O. Religiosab. Test Chi cuadrado ONG/Otros c. Test Chi cuadrado O. religiosa/Otros

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centros. Son numerosas las referen-cias en la literatura sobre la necesi-dad de la realización de una explo-ración específica y un examen básicode salud de los menores en elmomento del ingreso en el sistema deprotección, siendo la detección decualquier tipo de patología física omental muy frecuente en este sectordel 54% al 77% (3-5). Cabe destacar lareferencia a la fala de emisión delinforme por parte del pediatra queargumentaba la mayor parte del per-sonal entrevistado en los centros.

En estudios realizados en EstadosUnidos se ha demostrado la dificultadde detección de dolencias físicas delos menores por parte del personaldel servicio de protección, de formaque, la falta de exámenes al ingreso oseguimientos pediátricos específicospodría ocasionar el detrimento de lasalud de los menores10. A este

respecto, además de la realizacióndel examen inicial, recomendadopediátricamente y estipulado por ley,se recomienda la realización de con-sultas de seguimiento pediátricassucesivas durante la estancia de losmenores en los centros(8,15). En nues-tra muestra se aprecia que la mediade visitas pediátricas de las queexiste constancia en los expedienteses inferior a 1, se objetivan diferen-cias estadísticamente significativasentre grupos, siendo los menores re-sidentes en centros gestionados porórdenes religiosas en los que constamayor número de visitas al pediatra,advertir que son estos centros, juntocon los gestionados por ONGs, losque atienden menores más pequeñosy en los que existen mayor número deregistros sanitarios.

No existe ninguna normativa, estatalo autonómica, que, respecto de los

menores regule, el tipo de controlessanitarios ni el registro de los mismos,a este respecto nos propusimos eva-luar el grado de accesibilidad a la his-toria sanitaria del menor mediantecualquier registro interno del centro,habida cuenta de las dificultadesdetectadas en estudios previos parael seguimiento sanitario de este sec-tor de la población (4,8,11). La existen-cia de algún tipo de registro sanitario(clasificación y constancia de infor-mes clínicos, calendario de citas ydiagnósticos o anotaciones protocoli-zadas al respecto en los expedien-tes) se constató únicamente en el22%, siendo más frecuente en aquel-los centros gestionados por órdenesreligiosas, seguidos por los gestiona-dos por ONGs y nulo en el caso de loscentros públicos. Esta falta de registrode los controles sanitarios de los me-nores, en gran parte atribuida a lamovilidad de los menores durante su

Figura 1. Modelo de pasaporte clínico (Colorado. EEUU).

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estancia en el mismo 7,8, ha sido solu-cionada en otros países mediante lacreación del llamado "pasaporte sani-tario" donde, de forma protocolizada,se hace constar por parte del perso-nal sanitario cualquier tipo de aten-ción dispensada, este documento seadjunta al expediente del menor sien-do facilitado a la persona que en cadamomento este a su cargo8,16,17

(Figura 1). Apuntar que una limitaciónde nuestro estudio es el desco-nocimiento del número de centros ofamilias en las que han residido losmenores, en algunos estudios laprevalencia de menores que hanestado al menos en más de un centroal año del ingreso en el sistema deprotección es del 50% y hasta un 16%en más de cuatro5, lo que es conside-rado por los autores un condicionantede la falta de registros sanitarios.

Con todo lo expuesto resulta llamativala alta prevalencia de seguimiento enconsultas especializadas de losmenores, hasta el 40% se encuentranen seguimiento, al menos en una con-sulta y de éstos el 37% están enseguimiento en más de una, dentistay unidad de salud mental con más fre-cuencia, dicha información, a pesarde la no existencia de registro en elexpediente, fue facilitada por el per-sonal del centro. Estos datos ponende manifiesto la alta detección depatología física y/o mental en losexámenes de salud realizados alingreso, hasta un 72.6% de losmenores en los que consta el informede ingreso se encuentran enseguimiento especializado. En unestudio realizado en Sydney, en elque se valoraba el grado de cumpli-miento de las recomendaciones médi-cas realizadas en el momento delingreso de los menores, se observóque, tras 10 meses, hasta en un21.5% de los casos no se habíancumplido dichas recomendaciones, eincluso, en un 10% no se teníaconocimiento de las mismas. La va-riabilidad de cuidadores, la alta movi-lidad de los menores, así como lafalta de adaptación del sistema sani-tario a estas situaciones (listas deespera, protocolos de derivación..),son referidas como las principalescausas18. Estas mismas podrían con-siderarse algunas de las causas quejustifican la falta de seguimiento sani-tario en los menores de centros públi-cos que cuentan con medias deestancias inferiores a los 5 meses.

Por último, atendiendo a la asocia-ción entre el tiempo de estancia en la

institución y el seguimiento sanitario,se observa que los menores quecuentan con mayor número de visitasal pediatra, servicios de urgencias eingresos hospitalarios presentanestancias más prolongadas, resulta-dos que podrían considerarse espe-rables. Sin embargo, el dato de quesean los menores cuyos informes pro-cedan del hospital o del médico espe-cialista, así como, el hecho de que losque tienen registro sanitario sean losque cuentan con estancias más pro-longadas, puede hacer pensar que elpresentar algún tipo de enfermedadque requiera ingresos y controlesseriados condiciona mayores tiemposde institucionalización, no obstante,para llegar a esta afirmación seríanecesaria la realización de estudioslongitudinales.

Como conclusiones de nuestro traba-jo cabe destacar la falta de constanciade informes sanitarios al ingreso asícomo de las revisiones médicas delos menores. Dichos datos contrastancon la alta demanda de atenciónespecializada por parte de este sectorde la población infantil lo que pone derelieve las necesidades sanitariasespecíficas de estos menores. Seobserva una falta de homogenizaciónrespecto a la metodología empleadaen los diferentes centros, más llamati-va entre los de gestión concertada ypública, lo que conlleva situacionesde inequidad manifiesta dentro delsistema de protección estatal.

En nuestra opinión, se hace nece-saria la homogenización de los se-guimientos sanitarios a los menoresen el sistema de protección, tantomás en el momento actual, que sepretende la generalización delacogimiento familiar frente al institu-cional lo que puede aumentar ladivesificación de los criterios deseguimiento, la elaboración de méto-dos específicos para la recogida deactos médicos evitando la pérdida deinformación en la historia clínica y laadaptación de los protocolos dederivación a consulta especializadapara facilitar la atención de estosmenores

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BIBLIOGRAFÍA

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PROTOCOLOS

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Protocolos

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ada año, cerca de 40.000 niños/as en Españaprecisan ser atendidos por los diferentes sistemasde protección en las comunidades autónomas. Enla mayoría de estos menores se resuelve unacogimiento familiar (en menor número una adop-ción), pasando la mayoría previamente por unacogimiento residencial transitorio, y finalmente aser atendidos por los recursos de salud de zona.

Actualmente se están planteando cambios, conrango de ley, a nivel estatal (concretamente en elSenado), uno de los cuales va a ser el limitar elacogimiento residencial para las edades más pre-coces (menores de 6 años). Con ello se producirá,de forma paulatina, un aumento del número de"acogimientos familiares profesionales", aparecien-do mayor número de niños/as con medidas de pro-tección en los centros de salud, que ahora estánsiendo atendidos, en gran número, por los profe-sionales sanitarios de las residencias de acogida.

Desde hace tiempo, se aprecia un desconocimien-to, por parte de los profesionales sanitarios del sis-tema público de salud, de todo lo relacionado conel sistema de protección y su funcionamiento, delas características sociosanitarias de los menoresprotegidos, y de cómo abordarlas.

En el año 2009, la Sociedad de Pediatría Social,formó un grupo de trabajo de más de 30 profesion-ales relacionados con la atención a esta poblacióninfantil -pediatrías, enfermeros, psicólogos, y de lacomunicación- del que surgió la necesidad de crearuna guía orientativa, para solventar ese descono-cimiento relacionado con la salud de los menores yotros aspectos conceptuales relacionados con elsistema de protección.

En esta guía recién editada, se exponen datosestadísticos de menores protegidos, definiciones

de los tipos de medidas legales que se toman (tute-las, guardas), en qué consisten las diferentes cla-ses de acogimientos (residencial, familiar, con to-dos su subtipos, etc.), comentarios sobre el estudiode la Comisión especial de estudio de la proble-mática de la adopción nacional, y otros temasafines (donde se argumenta la necesidad de poten-ciar el acogimiento familiar sobre el residencial, enmenores de 6 años), etc. Pero sobre todo, se abor-da de forma más extensa todo lo relacionado conlas características sociosanitarias de esta pobla-ción, sus factores de riesgo para la salud (que seinician ya en el periodo prenatal: embarazos nocontrolados, ingesta de tóxicos en el embarazo,presencia de infecciones con posibilidad de trans-misión vertical,…), riesgo de déficits nutricionales(alimentación deficiente o inadecuada), cuidados mé-dicos inadecuados o ausentes, existencia de mal-trato en todas sus formas, déficits afectivos familia-res, hábitos tóxicos y problemas relacionados conla sexualidad en menores peripuberales, etc.

Se incluye también en esta guía, un protocoloorientativo para la atención sanitaria, describiendolas actuaciones desde la primera vez que seatiende al menor (tanto exploraciones como prue-bas complementarias), para determinar su estadode salud física y mental, controles sucesivos, yasean de control de niño sano como de los proble-mas específicos de salud, promoción de la salud yfunciones administrativas.

En conclusión, se pretende con esta guía una sen-cilla orientación para los profesionales interesadoso directamente implicados en el manejo de estosniños/as que, por circunstancias, han precisado deuna medida de protección y que requieren de unaespecial, aunque no complicada , atención de susnecesidades

* Autor de esta reseña

Título: Salud de los Niños Atendidos por el Sistema de Protección a la Infancia

Subtítulo: Acogimiento Residencial, Acogimiento Familiar y Adopción Guía para profesionales sanitarios y acogedores

Autores: Ángel Cortés Lozano*José A Díaz HuertasMercedes Rivera CuelloAntonio Muñoz Hoyos

Editado por: Sociedad Española de Pediatría SocialISBN - 13 : 978-84-695-3460-1Fecha de publicación: 31-5-2012Nª de Páginas: 24

Este documento, cuya reproducción está autorizada por la SEPS, se puede descargar libremente en lasiguiente dirección: http://www.pediatriasocial.es/Documentos/guiaSEPSacogimiento.pdf

C

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través de la teorización sobre lapráctica por parte de científicossociales y técnicos expertos, elacogimiento familiar ha sido clasifica-do y dividido en diferentes tipos. Ladefinición más utilizada1, establecidapor las Directrices de NacionesUnidas sobre las ModalidadesAlternativas de Cuidado de Niños, lodesigna como la práctica en la quelas funciones de cuidado y crianza deun niño se llevan a cabo por parte deuna persona o familia otra que losprogenitores o familia nuclear. Esto,sin modificar su estructura, dinámicao rutinas, y sin que por esto medie unvínculo de filiación. Es decir, sin quela identidad jurídica del niño o sufamilia biológica sean alteradas. Esimportante señalar que los progra-mas de acogimiento familiar, comopráctica llevada a cabo por gobiernosy ONGs con el objetivo de desarrollaruna alternativa a la institucionaliza-ción de los niños sin cuidadosparentales, tienen sus bases en lacostumbre difundida en nuestra cul-tura del cuidado de los niños que seencuentran sin el cuidado de suspadres, por parte de la familia exten-sa, la parentela o miembros de lacomunidad.

Cuando las familias se responsabi-lizan del cuidado del niño, en elmarco de una convocatoria de unorganismo gubernamental o no gu-bernamental, los cuales supervisan yfijan pautas para el cumplimiento deese papel, se habla de acogimientofamiliar formal. Este es también elcaso de la situación de acogimientoque, habiéndose generado comoproducto de un arreglo entre la fami-lia de origen y la de acogimiento, esinformada a los dispositivos buro-cráticos estatales para que sus repre-sentantes medien en el proceso. Porsu parte, en aquellos casos en losque el cuidado es pautado por lafamilia de origen y la acogedora, enun acuerdo en el que no medianinguna autoridad gubernamentalque regule o supervise el traspaso deresponsabilidades, se habla deacogimiento familiar informal.

Si bien esta modalidad de cuidadopuede clasificarse también según suduración, se considera en generalque tiene un carácter temporal. Estoes así puesto que se espera que ensus dos modalidades, la formal y lainformal, los cuidadores se hagancargo de los niños hasta que sean

autónomos o hasta que sus padresbiológicos puedan retomar su cuida-do. En el caso del acogimiento for-mal, cabe aclarar, la medida puedetambién ser interrumpida por ladecisión de las autoridades de dar enadopción al niño a la misma familiade acogimiento o a otra.

La concepción del acogimientofamiliar en América Latina

Hasta aquí, la definición y posiblesclasificaciones del acogimiento fami-liar. Es momento de adentrarseentonces en las particularidades dela práctica, en función de su contex-to. El interés, en este caso, radica enAmérica Latina. Al respecto, loprimero que debe mencionarse escierta particularidad del término. EnEspaña, por caso, se trata de unaexpresión bien conocida, al igual quela práctica que comprende. Sinembargo, en Latinoamérica invocauna serie de complejas representa-ciones ligadas a las prácticas de pro-tección de derechos de niñas y niñossin cuidado parental. Sucede que eltérmino se constituye en la regiónlatinoamericana como un significantenuevo, que si bien se basa en unaantigua experiencia social y cultural,no remite a representaciones asocia-das como en los países anglosajonesrespecto del término foster care.

Para continuar, es preciso decir quela región no cuenta con leyes deacogimiento familiar, a excepción dela Ciudad de Buenos Aires,Argentina, que posee una legislaciónespecífica. Por tal motivo, los progra-mas y sus prácticas se ajustan almarco de la Convención de losDerechos del Niño y sus leyes deadecuación, particularmente en elartículo 20. Respecto de la políticapública, en tanto, el acogimientofamiliar adquiere relevancia en la

EL ACOGIMIENTO FAMILIAREN AMÉRICA LATINAMatilde Luna,Líder del Proyecto RELAF (Red Latinoamericana de Acogimiento Familiar)

con la colaboración de Cecilia Ceriani y Mara Tissera Luna, miembros del Equipo de Trabajo de Relaf.

A

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medida en que se hace visible comopráctica alternativa a la institucional-ización. En los hechos, esto ha suce-dido así en varios de los países lati-noamericanos. Al revisar sus políti-cas públicas, los programas de aco-gimiento son vistos como una salidao como una nueva respuesta a lainternación, junto a los programas defortalecimiento familiar.

La pobreza como telón de fondo

La problemática de los niños sincuidados parentales merece especialatención en la región. Entres lascausas que llevan a esa situación, seidentifica a la situación de pobreza ydesigualdad económica y socialcomo principales. El continente secaracteriza por las altas tasas depobreza e indigencia: en promedio, laprimera llega al 20% y la segunda al12,9%. Más allá de este promedio,en países como Honduras, Nica-ragua y Haití, más del 50% de lapoblación se encuentra bajo la líneade pobreza. Es preciso destacar que,tal como está establecido en la legis-lación internacional, la pobreza nodebe ser la causa de la separaciónde un niño de sus cuidadores, peroésta se convierte en una causanteprincipal en la medida en la que llevaaparejada la falta de acceso, de losadultos responsables y niños, a losservicios de educación, salud vivien-da y trabajo, los cuales deberían serproveídos por el Estado.

Entre las situaciones específicas quese identifican como característicasdel grupo de niños que sufre la pérdi-da de cuidados de los adultos, seencuentran las migraciones, tanto laseconómicas que se producen nacio-nalmente (en general del campo a laciudad) como las económicas inter-nacionales y los desplazamientosforzosos como consecuencia deluchas armadas. Otra de las causases la orfandad, la cual deriva desituaciones de violación de derechos.Por ejemplo, los conflictos armados,la desnutrición y la falta de acceso aservicios de salud, derivan en unaalta incidencia de la enfermedad delVIH/SIDA y otras que pueden ser fá-cilmente prevenidas si se cuenta conlos servicios adecuados. Las catás-trofes naturales, por su parte, tam-bién figuran entre las problemáticas.

Otra de las causas es el embarazoadolescente, que puede derivar en

situaciones en las que los jóvenes seconviertan en jefes de hogar y en elabandono del hogar por parte de lasadolescentes debido al rechazo desu familia. Por último, se identificantambién el trabajo infantil y laexplotación sexual y comercial; lasdificultades en el acceso a la edu-cación; el uso de drogas y situa-ciones de conflicto con la ley porparte de los adultos, así como losabusos y la paternidad irresponsable;y por último, los "hogares encabeza-dos por niños", es decir, los niños yadolescentes que, ante la falta delcuidado de sus adultos responsa-bles, pasan a ser "jefes de hogar".

Situación de la niñez institu-cionalizada

Una mención especial merece lacuestión de la situación de los niñossin cuidados parentales que seencuentran institucionalizados en laregión. Esta dimensión se refleja enestadísticas: las cifras oficialesexpresan que actualmente hay en elmundo 8 millones de niños, niñas yadolescentes creciendo en institucio-nes2. Por su parte, en un relevamien-to de 17 países que incluían nacio-nes sudamericanas, centroameri-canas y del Caribe, se calculó unnúmero total de 374.308 niños vivien-do en instituciones de cuidado3, loque demuestra la magnitud de estaproblemática en el continente (VerGráfico pág. 22). En la Argentina, porejemplo, la cifra asciende a 17.063,repartidos en 642 establecimientosencargados del cuidado de niños,

niñas y adolescentes que se encuen-tran en cuidado institucional porcausas sociales o de violencia fami-liar, también llamadas "de proteccióno asistenciales"4 (en contraposicióna aquellos que se encuentran alber-gados en instituciones debido a unamedida de la justicia penal).

Papel de RELAF

Tras este pantallazo de la situaciónregional, resulta de interés presentarel trabajo de RELAF: la Red Latino-americana de Acogimiento Familiar,por el derecho a la convivencia fami-liar y comunitaria de niñas, niños yadolescentes, promueve y apoya lasestrategias de las organizacionesgubernamentales y no gubernamen-tales para la des-internación de niñosy adolescentes. Trabaja también paraprevenir la necesidad de separaciónde las familias de origen y de lascomunidades, así como en la promo-ción de formas de cuidados alterna-tivos basados en familias, llevando ala práctica el cumplimiento delDerecho a la Convivencia Familiar yComunitaria.

En este sentido, viene trabajandojunto a socios y aliados, ofreciendocooperación técnica, capacitación,formación, supervisión de proyectosy tareas de incidencia en las políticaspúblicas respecto del cumplimientodel derecho a la convivencia familiarde niñas, niños y adolescentes. Enalgunos países, ha promovido larevisión de las prácticas y la ade-cuación de los marcos políticos y nor-

En 2010, el entonces presidente de Brasil, Lula Da Silva compartió el discurso deapertura cdel Seminario RELAF, con la auutora de este informe, Matilde Luna.

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mativos públicos para establecerenfoques de derechos humanos enprácticas concretas.

En tanto centro regional de referen-cia en materia de acogimiento fami-liar, RELAF acompaña experienciasdesarrolladas en diversos países. Tales el caso de Guatemala, donde laRed participa del fortalecimiento del"Programa de Familias Sustitutas"de la Secretaría de Bienestar Social.Este programa es muy importante, yaque brinda cuidados familiares aniños cuyas familias, por distintasrazones, no pueden hacerse respon-

sables de dicho cuidado. Las familiassustitutas actúan hasta tanto seresuelva la situación que dio origen ala separación familiar o se decida laadopción por parte de otra familia.Este programa de gobierno -y otrasiniciativas llevadas adelante porONGs como Buckner, Refugio de laNiñez y Nuestros Ahijados, mencio-nando las más importantes- seencuentra en desarrollo en distintasregiones del país. Sin embargo, aúnalojan a un número pequeño, si secompara con los mil niños y niñas deentre 0 y 18 años institucionalizadosen el Hogar Solidario, una institución

que vulnera el derecho de los niños avivir en familia y comunidad, y que vaen sentido contrario a la adecuaciónde los cuidados alternativos que en laregión se está impulsando a la luz delas Directrices de Naciones Unidassobre las Modalidades Alternativasde Cuidado de Niños.

En Paraguay, en tanto, RELAF hacooperado técnicamente con elPrograma de Acogimiento Familiardel Centro de Adopciones de laSecretaría Nacional de la Niñez, queha permitido el cierre de un centro deinternación de bebés. En cambio, las

Nº Total de Niños en instituciones (de los países señalados): 374.308** La cifra es aproximada, debido a subregistro.

Cantidad de niños institucionalizados en América Latina (por país)

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familias acogen ahora a los bebés yniños pequeños temporariamente,mientras se deciden sus situaciones.En el país, RELAF ha cooperadotambién en el desarrollo de la RedParaguaya de Acogimiento Familiar.

En Perú, la RELAF apoya a BucknerInternacional, que mediante un con-venio con el Programa IntegralNacional para el Bienestar Familiar(INABIF) ha desarrollado el Pro-grama Familias Acogedoras. Esta ini-ciativa busca hogares temporalespara que niños y niñas en abandonomoral y riesgo social puedan crecer ydesarrollarse en el seno de una fami-lia que les brinde atención y facilitesu desarrollo integral durante dosaños. Esto, sin perder contacto consus familias biológicas, que por elmomento no están en condiciones detenerlos. Actualmente, participan enel Programa niños y niñas de 5 a 12años de edad que viven en hogaresdel INABIF en Lima. Las familiasseleccionadas como acogedoras soncapacitadas por profesionales delINABIF y de la Fundación Buckner, yestán sometidas a supervisiones per-manentes.

Por otra parte, en la Argentina,RELAF coopera en las actividadesque realiza Ieladeinu cuyo programade acogimiento trata de integrar enfamilias a niños y niñas de la comu-nidad judía que han padecido malostratos severos en sus familias. Laparticipación de la Red consiste endar apoyo técnico al equipo que rea-liza la selección, preparación yseguimientos de los acogimientos ylos padrinazgos.

En Uruguay, RELAF ha apoyado las

actividades que organizan los inte-grantes del Consejo ConsultivoLatinoamericano por Uruguay y delDirectorio del Instituto del Niño yAdolescente del Uruguay (INAU).Las acciones desarrolladas pro-mueven las prácticas de des-inter-nación, haciendo hincapié en laspolíticas de protección pautadas porlas Directrices de Naciones Unidas.Este país se encuentra ante undesafío marcado por la ley 18.590promulgada en 2009, que imponeplazos máximos de permanencia delos niños en acogimiento institucio-nal. Ante esta situación, se trabajaactualmente en alternativas que pre-tenden tomar como eje la proteccióndel derecho a la convivencia familiary comunitaria. En esa línea, las medi-das de acogimiento familiar y laadopción tienen un lugar preponde-rante en la posición del Directorio delórgano rector de políticas de niñez yadolescencia. Los aspectos cultura-les y de representaciones respectode las familias vinculadas a estasmedidas de protección aparecencomo preocupación del INAU. Eneste sentido, también se ha trabajadoapoyando a las organizaciones en lacreación y fortalecimiento de la RedNacional por el Derecho a la Con-vivencia Familiar y Comunitaria, ini-ciativa que surge a partir de la convo-catoria de los miembros de RELAFen ese país.

En Costa Rica, finalmente, la organi-zación no gubernamental Casa Vivatrabaja, junto con el PatronatoNacional de la Infancia (PANI), paraubicar a niños y niñas en familias,desde octubre de 2005. Esta organi-zación, con la cual RELAF interactúa,capacita familias para acogimiento.

Además, cuenta con un equipo deprofesionales que apoya a las fami-lias y a los niños y niñas. Cabeseñalar que el 70% de los niños quesalen del programa de acogimientohan logrado reencontrarse con sufamilia de origen, y un 15 por cientoha sido adoptado por la familia CasaViva u otra familia.

En concreto, estas experiencias per-miten conocer el trabajo de la RedLatinoamericana de AcogimientoFamiliar. En un plano más amplio, entanto, ofrecen un panorama generalde las problemáticas de la región yde las respuestas posibles en mate-ria de prácticas y programas que tra-bajan por favorecer el cumplimientodel derecho a la vida en familia ycomunidad

* Los documentos y referenciascitados en este artículo se encuen-tran disponibles en el sitio web deRelaf: www.relaf.org. Dirección decontacto: [email protected]

Referencias

1. RELAF. "Informe Latinoamericano.Situación de la niñez sin cuidadoparental o en riesgo de perderlo enAmérica latina. Contextos, causas yrespuestas". Ciudad Autónoma deBuenos Aires, Junio de 2010.

2.- Pinheiro, P. (2006). World report onviolence against children. NacionesUnidas, Nueva York.

3.-RELAF. "Informe Latinoamericano.Situación de la niñez sin cuidadoparental o en riesgo de perderlo enAmérica latina. Contextos, causas yrespuestas". Ciudad Autónoma deBuenos Aires, Junio de 2010.

4.- Secretaría de Derechos Humanosde la Nación y Fondo de las NacionesUnidas para la Infancia. "Privados delibertad. Situación de niños, niñas yadolescentes en Argentina". Argentina.Julio de 2006.

Matilde Luna es psicóloga,magister en niñez y familia. Esdocente en universidades deArgentina, Ecuador y Guate-mala. Desde el año 2008, esLíder del Proyecto RELAF, RedLatinoamericana de Acogimie-nto Familiar, con sede enBuenos Aires y actuación en laregión de América Latina..

Participantes en la Actividad de Validación de Versiones Amigables de lasDirectrices para Niños, realizada en Buenos Aires en 2011, con el objeti-vo de evaluar el documento del mismo nombre, elaborado por RELAF.

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pesar que la protección integral abarca todos losderechos y a todos los niños, niñas y adolescentes, laevolución de las políticas sociales de prevención yatención a este grupo ha sido lenta, mucho más en lostemas relacionados a la privación temporal o definitiva-mente, de su medio familiar.

Históricamente la propuesta de acogimiento institu-cional se ha basado en la construcción de ambientesartificiales para "proteger" al colectivo de niños, niñas yadolescentes que debían ser rescatados de sus famil-ias y de sus comunidades; en esta visión el niño por sísolo no tiene capacidad, solamente la obtiene a travésde un adulto.

En un primer momento surgen Políticas PúblicasAsistencialistas inspiradas en los principios de la cari-dad cristiana y se organizan servicios como casas debeneficencia, asilos de huérfanos y expósitos, y alber-gues con el fin de satisfacer necesidades primarias:comer y dormir; programas focalizados y asistencialesque compensaban políticas económicas excluyentes einstrumentalizaban a los sujetos de beneficio (paterna-lismo, clientelismo), desestructurando sus propias ca-pacidades ciudadanas y de organización. Se aislaba aesta población del resto de la sociedad; esto significa-ba su ingreso a las instituciones por tiempo indefinido,en muchas ocasiones toda su infancia y adolescencia,desde la perspectiva de que allí recibirían mejorescuidados que en su familia, penalizándose con estasmedidas la pobreza y a las familias pobres.

En un segundo momento surgen Políticas sectorialesuniversales limitadas (educación, salud y seguridadsocial), con servicios de facto privatizados, y por tantomercantilizados, y servicios públicos restringidos debaja calidad -para pobres, eternizándose la desigual-dad- donde se asume la Protección Tutelar del Estadoen miras de la minoridad de los Niños, Niñas yAdolescentes, creándose correccionales, colonias agrí-colas y cooperativas infantiles.

En un tercer momento histórico se dio un salto cualita-tivo, supuestamente con un criterio social, con lacreación de leyes de protección de menores y la curadel abandono y la delincuencia infantil y juvenil. Y, por

último, llegó el enfoque de Titularidad de Ciudadaníapara la Niñez y Adolescencia y el de ProtecciónIntegral, que en muchos de los casos se quedó en eldiscurso y no en la práctica de atención.

En las políticas de derechos, normalmente no se esta-blecen programas o formas de prevenir la violación dederechos. Simplemente se definen los derechos y losmecanismos de restitución en caso de que sean viola-dos, y éste es un problema serio en el acogimientoinstitucional: ante situaciones de violencia al interior dela familia, o por percepciones de los operadores so-ciales frente al tema, la solución más fácil es la priva-ción del medio familiar, lo que conlleva a la pérdida delderecho de vivir y disfrutar de la convivencia familiar.

Cada familia hace lo que puede con los recursos quetiene, y cuando hablamos de recursos no son sólo loseconómicos, sino los recursos sociales, sicológicos ybiológicos que tienen.

En este marco, las políticas de protección integral yespecial, deberían estar orientadas a modificar lasituación familiar que motivó el ingreso del niño al sis-tema de protección, y así evitar la pérdida de sus vín-culos familiares y el paulatino abandono de los padreshacia sus hijos/as.

Una actuación previa: el Apoyo Familiar

Una Política Pública de trabajo de prevención del aban-dono o privación del medio familiar de niños, niñas y

Políticas Sociales de Protección a Niños,Niñas y adolescentes: Apoyo Familiar previo al AcogimientoFamiliar e InstitucionalLorena Chávez LedesmaCoordinadora General de Protección EspecialMinisterio de Inclusión Económica y Social - MIESInstituto de la Niñez y la Familia - INFAEcuador

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adolescentes debe ser el APOYO FAMILIAR. Muchasde las familias que acuden a las instituciones pidiendoel internamiento de sus hijos e hijas, están viviendo unasituación de crisis personal o familiar, que conduce abuscar la única solución visible como reacción lógicadel momento que atraviesan. Si el proceso de apoyofamiliar, ya sea intervención en crisis, o apoyo social,psicológico, legal, económico o de cualquier otraíndole, comenzase el mismo momento en que seconoce la situación de violación de derecho o elreconocimiento por parte del adulto de una dificultad,los niños, niñas y adolescentes con los que trabajamosvivirían aún con sus familias.

Esta medida de apoyo familiar es la base del trabajo deprotección integral a los niños, niñas y adolescentes. Elapoyo familiar, no solamente está dimensionado desdeel apoyo puntual a cada miembro de la familia de formaindividual y al grupo familiar, sino a su entorno másinmediato; eso implica la inserción de la familia en lasredes comunitarias existentes, a fin de que este tejidosocial contenga a la familia en su proceso de cambio.

Este servicio también está orientado a promover proce-sos de cambio, al interior de las familias, que posibilitenuna mejor relación y atención con respecto a sus hijos,y apoyar materialmente a los niños, niñas y adoles-centes, con una contribución económica o de otra na-turaleza, para mejorar sus condiciones para el ejerciciode sus derechos a la salud, educación, recreación, ali-mentación, entre otros.

La tendencia a lo más fácil

No obstante, cuando evaluamos el trabajo con la fami-lia por parte de los profesionales de los serviciossociales, nos damos cuenta que la decisión más fácil,ante una situación de violación de derechos de niños,niñas y adolescentes, es el acogimiento institucional.La falta de formación profesional en metodologíassistémicas y grupales de trabajo con familias, hacerecurrir a la solución más fácil para ellos, pero no paralas víctimas y sus familias.

A pesar de la creciente inversión en políticas sociales,los recursos para este tipo de atención son escasos y,si sumamos a esto la falta de propuestas metodológi-cas de trabajo terapéutico grupal, sin desestimar la te-rapia individual cuando sea necesario, hace que estos

procesos sean largos y costosos, sin resultados visi-bles a corto plazo. Por ejemplo, procesos terapéuticosindividuales, durante 3 o 4 años, mientras el niño per-manece institucionalizado, sin posibilidades de serreinsertado en su familia nuclear o ampliada, o declara-do en adoptabilidad.

Si las Políticas Públicas de Protección Social a esta po-blación no se incorporan a un sistema integral, quedalimitado a políticas asistenciales. Por esta razón lapropuesta de construir un abanico de políticas a las quepuedan acceder los niños y sus familias al igual que losprofesionales es importante.

Propuestas

1. Políticas de apoyo familiar: Pensiones no contribu-tivas, acceso a salud, educación, apoyo económico específico, asistencia domiciliaria, asistencia social, legal, psicológica, contención comunitaria, entre otras.

2. Acogimiento familiar: Familias Calificadas, progra-mas territoriales, redes de familias acogientes.

3. Acogimiento Institucional: Espacios familiares y comunitarios (Casas Familias), en los barrios, espa-cios de acogimiento transitorio.

Pero para construir esta propuesta es necesario:

Acción eficiente y de calidad en los factores aso-ciados:

•• Educación y Formación del talento humano:especialmente en derechos, técnicas terapéutI-cas grupales, mediación de conflictos, intercultu-ralidad.

•• Infraestructura: priorizar espacios pequeños para el acogimiento institucional, ubicados en comuni-dades lo más parecidas a las de los niños, niñas y adolescentes.

Políticas y programas diferenciados:

•• Intervenciones diferenciadas de política pública, para disminuir brechas y aumentar las capacida-des de las familias para la contención de sus hijos e hijas •

Foto (MIES): Acogimiento familiar en Loja (Ecuador)

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Page 25: - 25 ANIVERSARIO NIVERSARIOpor una parte, con la celebración del 25 aniversario de la aprobación de la conocida como Ley 21/87, modificación del Código Civil que supuso la transformación

a adopción es una medida de pro-tección permanente que garantiza, alos niños, niñas y adolescentes faltosdel cuidado de una familia, la oportu-nidad de crecer en el seno de unafamilia que les garantice sus dere-chos fundamentales. La adopción ysus procedimientos han sufrido cam-bios en la Republica Dominicana apartir de la Convención sobre losDerechos del Niño (1989), ratificadaen 1991. Por tanto, un largo procesose inicia en la legislación dominicanaa fin de adecuar su marco jurídico alos principios de la Convención. En2004 se promulga la Ley 136-03, quecrea el Código para el Sistema deProtección y Derechos Fundamen-tales de Niños, Niñas y Adolescentes,documento que da directrices de pro-tección a la infancia y adolescencia,en el territorio nacional .

Antes de la CDN, la adopción era unacto consensual entre la familia adop-tante y la familia que entregaba a suhijo para que fuera criado en el senode otra familia. Diversas situaciones,en particular la económica, motivabaneste procedimiento. Para entonces laadopción tenía un carácter jurídico yestaba vinculada exclusivamente alderecho de familia.

El art. 113 de la Ley 136- 03,establece que la adopción debe con-siderarse sólo para casos excep-cionales y en las circunstancias quese determinan en la referida ley. Laadopción es una medida de inte-gración y protección familiar para losniños, niñas y adolescentes en fun-ción de su interés superior, cuyo pro-ceso debe ser llevado bajo la supre-ma vigilancia del Estado.

En cumplimiento de esta responsabi-lidad se han creado los mecanismosnecesarios para evitar que la adop-

ción sea utilizada indiscriminada-mente. Al efecto, los procedimientosadministrativos deberán ser canaliza-dos a través del Departamento deAdopciones del Consejo Nacionalpara la Niñez y la Adolescencia(CONANI), y necesitan ser homolo-gadas por el Tribunal de Niños, Niñasy Adolescentes.

El nuevo marco legal ofrece mayoresgarantías a los niños, niñas y adoles-centes en República Dominicana, sinembargo las condiciones sociales,políticas, económicas sanitariasactuales continúan constituyendoamenazas para el desarrollo integralde la niñez y adolescencia prove-nientes de entornos vulnerables.

Conociendo que los niños adoptadoscon mucha frecuencia son, antes dela adopción, víctimas de malos tratos,negligencias y otras vulneracionesgraves de sus derechos fundamen-tales, investigamos para conocer larespuesta que ofreció el nuevo sis-tema de protección a los niños faltosdel cuidado de una familia, o que

teniéndola no ofrecía garantías parasu desarrollo integral. Además quisi-mos conocer cuáles situaciones dedesprotección motivan la adopción ylas condiciones de salud presentes asu ingreso al centro de acogida.

Material y MétodoSe revisaron los expedientes de loscasos de niños que ingresaron alHogar Moisés (centro de acogidapara menores de 5 años) y que fuerondados en adopción por filiacióndesconocida desde el 2005 al 2008, ycuya adopción estuviera vigente y laentrega a los padres adoptantes ocur-riera en el periodo de estudio.Diseñamos un formulario para larecolección de los datos, y utilizamosel software SPSS Statistics 17.0 parasu análisis.

ResultadosDe 398 niños y niñas ingresados alhogar Moisés en el período de estu-dio, el 19% (76 casos) cumplieron conlos criterios de inclusión.

La adopción, una medida de protecciónpara niños y niñas victimas de abandono y negligencia en República DominicanaMirna I Josefina Luna Rodríguez Pediatra clínico. Ex-directora del Departamento de Salud y Nutrición. CONANI. República Dominicana

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De las situaciones de desprotecciónque dieron lugar a la adopción, el80.3% (61) fue a consecuencia delabandono, seguida del retiro de laautoridad parental en 11.8% (9). Laentrega voluntaria ocurrió en el 7.9%(6) de los casos. (Gráfico 1)

El sexo más frecuente fue el masculi-no, con el 59.2% (45) de los casos.

El abandono, con mayor frecuenciaocurrió (pág. 14.Tabla 3) en los cen-tros hospitalarios, en particular lasáreas de terapia intensiva neonatal yalojamiento conjunto, en 22 casos,seguido del abandono en la comu-nidad o vía pública (iglesias, trans-porte colectivo, terrenos baldíos) en21 casos. El abandono con cuidado-res no relacionados (personas aquienes se les paga por cuidar a losniños), sucedió en 12 casos. En 5casos los niños fueron dejados

abandonados en las áreas de la con-sulta externa de hospitales pediátri-cos. En 1 caso fue abandonado enuna institución de acogida para hijosde padres privados de libertad.

El retiro de la autoridad parental fueen el 44% (4) motivado por la enfer-medad mental de la madre, en 22%(2) por trato negligente. El 11% (1)respectivamente ocurrió por drogode-pendencia de ambos padres, tráficode menores y maltrato físico severo.En todos los casos no se encontrófamilia extendida que asumiera latutela.

La entrega voluntaria fue motivadapor embarazo no deseado en 5.2%(4) de los casos, de los cuales en uncaso se debió a incesto. Dos casosfueron entregados al CONANI pormadres que se encontraban en etapaterminal de SIDA y decidieron asegu-rar el bienestar de sus descendientesde esta manera.

De los niños y niñas que ingresaron aMoisés en el periodo neonatal, el

63.3% (14) eran sanos, el 36.7% (8)presentó alguna condición médicaluego de su nacimiento que requirió

su hospitaliza-ción, (el 50% deestos casoscursaban conun retraso en elc r e c i m i e n t oin t rauter ino) .De los lactantesmenores, el17% (13) teníanuna historia dee n f e r m e d a dque requirió su

hospitalización. Este grupo de edadpermaneció un promedio de 76 díashospitalizados (180-38 días).

Al evaluar los parámetros antro-pométricos de ingreso al centro deacogida, en el 86% larelación peso/edad seencontraba por debajo delpromedio esperado, en el7.9% se encontraba dentrode lo esperado. La relacióntalla/edad estaba por deba-jo del promedio en 56.1%,el resto se encontraban adentro de los parámetrosesperados. No fue posiblerecuperar el perímetrocefálico en los niños estu-diados.

Cerca del 80% de los niñosde nuestro estudio pre-sentaban una o variaspatologías al momento desu ingreso al centro deacogida. La patología másfrecuente fue la infecciónde piel en el 23.7% (18),

seguida de la desnutrición (moderadaa severa) diagnosticada en el 22.5%(17) de los casos. En la siguientetabla enumeramos las distintaspatologías diagnosticadas por el pe-diatra del centro de acogida almomento del ingreso. (Tabla 2)

En el 11.8% (9) se detectó retraso enel desarrollo madurativo (el 5.3% conretraso global, 2.6% con retraso en ellenguaje, 2.6% retraso motor grueso y1 caso con retraso motor fino); en el7.9% (6) de los casos se sospechóretraso del crecimiento corroboradosen los subsecuentes controles depeso y talla. El retraso madurativoglobal y la desnutrición severa(marasmática) se presentaron en losgrupos de mayor edad, en lactantesmayores y preescolares en 2 casosrespectivamente.

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Edad % Casos

Recién Nacido 0-1 mes 28.9 22

Lactante Menor 1-11 meses 11.8 9

Lactante Mayor 1año a 1 y 11 meses 11.8 9

Preescolar 2 a 4 años 13.2 10

Tabla 1. Edad al Ingreso a Centro de Acogida.

Diagnósticos Casos %

Desnutrición 17 22.5

Anemia clínica 9 11.8

Infección de piel 18 23.7

Gingivoestomatitis 9 11.8

IRA 6 7.9

Gastroenteritis aguda 6 7.9

Hijo madre VIH 3 3.9

Hijo madre Hep 1 1.3

Hernia Inguinal 1 1.3

Hernia umbilical 5 5.6

Retraso en desarrollo 9 11.8

Retraso en el crecimiento 6 7.9

Tabla 2. Diagnósticos de Ingreso al Centrode Acogida.

Gráfico 1. Motivo de Adopción. Población Total: 76

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DiscursiónEl abandono, el rechazo y la negli-gencia fueron las principales causasque motivaron la adopción en nuestroestudio. El abandono es una formasevera de maltrato infantil que exponela integridad física de quienes losufren y los priva en muchos de loscasos de conocer su identidad, susorígenes, su historia de vida y susantecedentes. Esta forma de malostratos, ocurre con mucha frecuenciaen los países que no cuentan con unmecanismo legal que les permita a lospadres renunciar de manera formal asus derechos parentales.2 LaRepública Dominicana cuenta con elrecurso legal que permite a los padresabdicar a sus derechos parentales, noobstante la población generaldesconoce de esta posibilidad.Campañas informativas debenrealizarse a fin de dar las informa-ciones que permitan a la poblaciónconocer este recurso, sin que estofavorezca su utilización de maneraindiscriminada.

Los niños de menor edad fueron losmás frecuentemente abandonados,resultados que concuerdan con loexpresado por numerosas investiga-ciones, refiriendo que el intervalo deedad de mayor incidencia de aban-dono o negligencia es el periodo com-prendido entre los 0 a 4 años. Lasinvestigaciones son escasas paraestablecer las causas del abandono,a pesar de ser esta una de las situa-ciones de desprotección más grave yde consecuencias dramáticas quesufren los niños en sus primerosaños.

El Estudio sobre las variables queintervienen en el abandono o negli-gencia reporta que el abandono y lanegligencia se asocian con la relación

de pareja y familiar conflictiva, bajonivel educativo, inestabilidad laboral.Cita además uno de los trabajos deinvestigación más relevantes en loscasos de abandono, específicamentecon madres negligentes, realizadopor Polansky y colaboradores (1972),y distingue los diferentes tipos demadres negligentes (madre inmadu-ra, con retraso mental, madre apática,con depresión reactiva, y la madrepsicótica). Polanky Plantea la hipóte-sis de que se trata de familias endonde las madres se encuentranobjetivamente aisladas y subjetiva-mente solas (Polansky 1985).Factores situacionales y caracte-rológicos se asocian a esta soledad,tales como la movilidad geográfica,maternidad adolescente o sin pareja,la discriminación racial, el sentimientode inutilidad, e infradesarrollo de lashabilidades sociales. Otros modeloshan ofrecido distintas hipótesis paradar explicación acerca de estas for-mas de maltrato infantil; el modelosociológico, (Wolock y Horowitz,1984), el modelo cognitivo (Larrancey Twentyman, 1983), el modelo delprocesamiento de la información,(Criteenden,1993), el modelo delenfrentamiento del stress (Hillson yKuiper ,1994).3

De acuerdo al estudio de la doctoraMargarita Cedeño de Fernández,Influencia de la situación económicaen la Adopción de niños, niñas y ado-lescentes, se establece una relacióncon las adopciones y las situacionessociales y económicas en RepúblicaDominicana. La falta de recursoseconómicos para mantener a los hijoses uno de los principales motivos quedan lugar a la adopción. El desco-nocimiento de los métodos de planifi-cación familiar, asociado a la falta deeducación y conciencia sexual, se

reconoce como una consecuencia.Un motivo referido para dar en adop-ción a su hijo es el deseo de ofreceruna mejor calidad de vida para susdescendientes.4

Diversas situaciones se correlacionanen los casos de abandono, talescomo la pobreza extrema, en dondeel entorno social impide proporcionarun adecuado cuidado al niño o niña,deficiencia en la composición o ampli-tud del red social, escasez del sis-tema de apoyo disponibles en elentorno inmediato, violencia, conflic-tos conyugales, número excesivo dehijos, maternidad /paternidad mono-parental, separación prematura de lamadre, entre otras.

En nuestro estudio no fue posibleestablecer con propiedad las varia-bles relacionadas con el abandono,sin embargo, podemos deducir que lamayoría de las progenitoras de loscasos estudiados no tenían unarelación estable de pareja, o no teníanpareja, pues en ninguno de los casosfue posible obtener información delpadre, y suponemos una red familiardébil o inexistente. En la RepublicaDominicana existe un alto número defamilias monoparentales, general-mente dirigida por mujeres. En loscasos (51%) que fue posible conocerlos datos de la madre, sobre todo enlos casos de abandono hospitalario,pudimos constatar que muchas deellas eran mayores de 25 años, erangran multíparas y provenían demedios socioeconómicos empobreci-dos. Una de las hipótesis que formu-lamos como causa de abandono hos-pitalario, está relacionada conalgunos indicios encontrados en elproceso de investigación, reconfirma-do por los datos obtenidos de lasmadres. Es posible que algunos deestos casos, fueran protagonizadospor mujeres adultas provenientes delinterior del país, con paridad satis-fecha, que se hayan movilizado a lasgrandes ciudades dominicas enbusca de mejores condiciones labo-rales, decisión que les obligó a dejar asus hijos al cuidado de sus familiares,en particular sus propias madres.Muchas de estas mujeres son madressolteras, con varios hijos de diferen-tes parejas, comportamiento muycomún en nuestro país. Al iniciar unanueva pareja, con el agravante delescaso uso de los métodos anticon-ceptivos, quedan embarazadas, derepente son abandonadas por susparejas, y para no afectar el debilitado

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Tabla 3. Lugar de Abandono.

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sistema familiar, ya de por si precario,deciden dejar abandonado estenuevo descendiente.

El abandono hospitalario es una reali-dad a que se enfrenta el sistema desalud pública en la RepúblicaDominicana por no poseer unaestrategia que permita identificar demanera real a los usuarios del servi-cio, dada la alta tasa registrada depersonas que no tienen registro denacimiento y por ende no tienen do-cumentos que las identifique, por loque los datos ofrecidos al momentode solicitar los servicios pueden estarincompletos o ser falsos. Numerososestudios realizados han demostradoque la separación temprana, en loscasos de recién nacidos que requie-ran mantenerse hospitalizados porlargo tiempo, así como el nacimientocon bajo peso, son variables asocia-das con maltrato infantil y abandonoinfantil, sobre todo en recién nacidosy lactantes menores.5 En nuestroestudio pudimos establecer estarelación al conocer que muchos delos recién nacidos y lactantesmenores abandonados en los hospi-tales cursaban con patologías quemotivaron su ingreso por largo tiempo(33 a 180 días), tales como desnutri-ción intrautero (9.2%), septicemianeonatal temprana (3.9%), asfixiaperinatal severa (5.2%).

Un fenómeno digno de tomar encuenta, por el incremento que se estápresentado en los últimos años a raízdel desarrollo de varios polos turísti-cos (que motivan a los trabajadores adesplazarse hasta estos lugares enbusca de mejores oportunidades detrabajo), es el abandono concuidadores no vinculados; esta forma

de abandono utilizada por madresjóvenes trabajadoras, que carecen deuna red familiar que las apoye, solici-tan los servicios de una persona sinrelación familiar para que cuide desus hijos. Transcurrido el tiempodejan de enviar el pago acordadopara tales fines y desaparecen sindejar rastro que les permitieralocalizarlas, por lo que las cuidadorasse ven en la obligación de denunciarel caso a las autoridades compe-tentes.

El retiro de la autoridad parental, enlos casos de madres con enfer-medades mentales, permite estable-cer que la enfermedad mental mater-na con la falta de apoyo social planteaun alto riesgo de negligencia y aban-dono físico, por lo que es precisoreconocer estas condiciones yrealizar intervención oportuna.

La entrega voluntaria fue un recursoque permitió a los padres garantizar laintegridad física de sus hijos e hijasen casos de enfermedad terminal,orfandad y embarazos no deseados.Permitió a las madres jóvenes conembarazos no deseados tomar unadecisión garante de los derechos delniño a tener una familia y conocer susorígenes.

Los trastornos nutricionales, las in-fecciones en piel, sistema gastroin-

testinal, respiratorio, entreotros, así como los retrasosen los parámetros antropo-métricos, retrasos en el creci-miento y en el desarrollo psi-comotor, son hallazgosencontrados en nuestrapoblación de estudio almomento de ingresar al hogarde acogida. En relación a losparámetros antropométricos,el peso fue el principalparámetro afectado, en 86.7%de los casos; en cambio latalla se afectó en 58% de loscasos. Numerosos estudiosrealizados con niños y niñasadoptados ponen de mani-fiesto una alta incidencia de

importantes retrasos en el crecimien-to de los niños y niñas de adopcióninternacional provenientes de paísesde América Latina, Europa del Este,China. El porcentaje de niños y niñasafectados por retrasos severos ini-ciales oscilan desde el 16% enalgunos parámetros antropométricosen la investigación de Miller et al.(2005), hasta el 68% en el trabajo de

Albers et al. (1997). Estos estudiosponen de manifiesto que la alta inci-dencia de retraso en el crecimientoreflejan el impacto de experiencias dedeprivación temprana sobre el desa-rrollo físico.6

Estudios realizados en EstadosUnidos con niños y niñas adoptadosen China demostraron 2 desviacionesestándar por debajo para la talla en39%, en un 18% para el peso y 24%para la circunferencia craneal. Eltiempo de institucionalización fueinversamente proporcional a laestatura. El 75% presentaban retrasoen el desarrollo en al menos un área,55% en área motora, 49% en áreamotora fina, 32% en el área cognitiva,43% en el lenguaje, y en área socio-emocional en 28%. En este mismoestudio se encontró que el 35% teníaanemia, el antígeno de superficie dehepatitis B está presente en el 6%, y22 % tenían anticuerpo contra hepati-tis B1.7

Nuestros resultados apoyan las dife-rentes investigaciones que argumen-tan que muchas de las patologías pre-sentes en los niños y niñas adoptadosestán relacionadas con sus experien-cias vividas, los antecedentes perso-nales patológicos previos a la institu-cionalización, y el entorno en que sedesarrollaban. En este sentido lamayoría de los estudios realizadospara conocer las patologías de losniños y niñas adoptados son basadosen investigaciones con casos deadopciones internacionales, y con-cuerdan en que los problemas másfrecuentes de salud de los niños yniñas adoptados son: trastornos nutri-cionales (25 a 50%), trastornos delcrecimiento o fallo de medro (25 a50%), enfermedades infecciosas pro-pias de los países de origen (35%),trastornos prenatales y perinatales (2a 9%), problemas dermatológicos(18%). Comparando estos resultadosencontramos que existe una ocurren-cia similar en nuestros estudios de laspatologías descrita, variando el por-centaje expresado.8, 9, 10

Los casos de lactantes mayores ypreescolares presentaban la mayoralteración en los parámetrosantropométricos, y su estado nutri-cional estaba más afectado que losgrupos de menor edad, lo queplantea que estos niños y niñas estu-vieron sometidas a situaciones demalos tratos por más tiempo.

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© Unicef/Rep. Dom.

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ConclusiónEs el primer estudio realizado enRepública Dominicana que investigade forma específica las situacionesde desprotección que motivan laadopción, a partir de la imple-mentación del nuevo Sistema deProtección a la Infancia yAdolescencia, ofreciendo datos sobrelas situaciones de salud de los niñosadoptados, antes de su instituciona-lización. De esta manera, es una delas pocas investigaciones que aportadatos sobre el estado de salud en elpaís de origen de los niños adopta-dos. Pues las investigaciones queestudian estos aspectos son reali-zadas en los casos de adopción inter-nacional en los países de recepción.

Los resultados de nuestro estudiorevelan que, aún con los grandesavances en el área de proteccióninfantil, continúan ocurriendo situa-ciones graves de vulneración de losderechos de la niñez, como en loscasos que nos ocupan. La inmadurezdel Sistema de Protección Infantil, ladesvinculación de las institucionesintegrantes en asumir su rolrespecto a la protección infantil,así como la falta de imple-mentación de la arquitectura opera-tiva, y las oficinas administrativasa nivel municipal y local, no per-mite que ocurran cambios consi-derables en la situación de la infan-cia vulnerable. No obstante estaslimitaciones, los resultados revelanque en el área de adopción losavances han sido significativos, loque favorece que esta medida de pro-tección de excepción sea llevada acabo conforme lo establecido en laley, garantizando los derechos de losniños faltos del cuidado de una fami-lia, primando por tanto el InterésSuperior de Niño.

Esta investigación ha puesto de ma-nifiesto la debilidad del Sistema deSalud en asumir su rol relativo a laprotección de la infancia. Las condi-ciones de salud de los niños a suingreso al hogar Moisés pone en evi-dencia la situación que vive la infan-cia en la República Dominicana, con-siderando la pobreza económica, laprecariedad higiénico sanitaria, ladeficiente infraestructura para la asis-tencia sanitaria, entre otros, factoresde riesgo que afectan de maneradirecta a los niños en situación de vul-neración social. La falta de un proto-colo que reconozca las situaciones de

riesgo social de la población infantilatendida, impidió que se detectaran atiempo casos de malos tratos prena-tales, así como el riesgo de aban-dono, que en muchos de los casospudo ser advertido conociendo estosantecedentes. Ante estas realidadeses preciso promover una coordi-nación socio-sanitaria que permitadetectar e intervenir los casos demalos tratos prenatales, identificarsituaciones de riesgo de abandono,así como la falta de cuidados prena-tales, considerando que en laRepública Dominicana se registra lamayor cantidad de nacimientos insti-tucionales en América Latina y elCaribe.11

Un gran reto para asumir por elEstado dominicano es mejorar, através de políticas públicas eficaces,las condiciones de vida de los y lasdominicanas en riesgo social, en par-ticular de aquellas familias vulnera-bles, con carencias económicas, ais-lamiento social o en crisis, confor-madas por niños en la primera infan-cia, etapa muy vulnerable en el desa-rrollo humano; así como la imple-mentación de estrategias que permi-tan mejorar sus habilidades paren-tales, que les permitan asumir unamaternidad y paternidad responsable.

El Estado Dominicano debe tomaracciones precisas a fin de completar eimplementar en su totalidad estenuevo sistema, a fin de ofrecer mayo-res garantías para el disfrute de losderechos fundamentales de todos losniños en el territorio nacional, conmayor énfasis de aquellos en situa-ciones de vulnerabilidad o riesgosocial

Referencias

1.- Ochotorena, J de Paul., Arruabarrena, M.Manual de protección infantil. 2da edición.2005 Masson. Barcelona.

2.- Guía de Buenas Prácticas en virtud delConvenio de la Haya de 1993 Relativo a laprotección del Niño y la Cooperación enmateria de Adopción Internacional. (2005)Versión Digital. http://www.hcch.net

3.- Moreno M., Juan. Estudio sobre las varia-bles que intervienen en el abandono físico onegligencia infantil. Anales de Psicología.Vol. 18, no. 1 (junio); 135-150.

4.- Cedeño de Fernández, M. Influencia de laSituación Económica en la adopción deNiños Niñas y Adolescentes. ColecciónDespacho primera Dama. Series TemasJurídicos. Editora Búho. (2006) SantoDomingo. República Dominicana.

5.- Fomufod, A., Low Birth Weight and EarlyNeonatal Separation as Factor in ChildAbuse. J Natl Med Assoc. 1976 March; 68(2):106-109.

6.- Román R., M. ;(Niños y Niñas de adop-ción Internacional en Familias Españolas:Desarrollo físico y psicológico a la llegada alas familias adoptivas y evolución posterior.Fundación Acción Nacional. Madrid(2007)

7.- Miller, LC., Hendrie, NW (2000) La Saludde los niños adoptados procedentes deChina. Pediatrics. 2000 Jun; 105(6): E76.(versión traducida).

8.- Olivan G. (2005) La Perspectiva sanitariade la adopción internacional. AdopciónInternacional en Galicia. Fundación MaríaJosé Jove. En línea: www.visualcom.es/oli-van-pediatria/12.ART

9.- Fernández L., F. Adopción internacional:pautas para el pediatra. Reunión anual de laSociedad Asturiana de Pediatría de AtenciónPrimaria.

10.- Siman L, Aronson J., Zhou J, Gomez -Duarte, San Gabriel P., Alonso M., Malony S.,Schulte J., Prevalence of Infectious DiseasesAmong Internationally Adopted Children.Pediatric Vol. 108 No.3 September 2001, pp.608-612

11.- CESDEM (2007). República Domi-nicana. Encuesta Demográfica y de Salud2007. Santo Domingo. Macro InternationalINC.

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Más información :http://www.conani.gov.do/

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ervé Boéchat es abogado suizo, y actualmente dirigeel Centro Internacional de Referencia para losDerechos del Niño Privado de Familia (SSI/CIR).Con experiencia en misiones en Afganistán y Sudáncon el Comite Internacional de Cruz Roja, ha sidocolaborador científico de la Oficina Federal de Justiciade Suiza, a cargo de la implementación de laConvención de la Haya en la protección infantil y lacooperación para la adopción internacional. En los últi-mos años ha realizado misiones de asesoramiento enadopción en países de origen, publicado varias investi-gaciones.

El CIR está situado en Ginebra, en la SecretaríaGeneral de SSI (Servicio Social Internacional).

Cuadernos de PS ¿Cuál es el papel de su institu-ción?

El SSI/CIR es un programa del SSI para la defensa delos derechos de los niños. Este Programa se establecióen 1993, después del borrador de la Convención de laHaya, y fue diseñado para apoyar a los gobiernos en suimplantación de la Convención. En la actualidad susactividades han crecido para incorporar el apoyo de losgobiernos y de los organismos internacionales en laimplantación más amplia de los niveles internacionalesen la intención de proteger a todos los niños privadosdel cuidado de sus padres.

SSI/CIR está formado hoy por 21 países consideradoscomo Países Receptores de las adopciones inter país-es, es decir la mayoría de los países industrializados enEuropa (incluida España), las Américas y la regiónAsia-Pacífico. Estos países tienen acceso a toda lagama de servicios del CIR, y sus contribuciones per-miten a los países de origen acceder a estos gratuita-mente.

¿En qué consisten esos servicios?

Los servicios del programa incluyen: la publicación deun Informe Mensual, la publicación de un Análisis de laSituación del País, que aporta información detalladasobre el procedimiento de adopción y el sistema deprotección del niño en los países de origen; la posibili-dad de solicitar información sobre un tema en particu-lar o sobre cuestiones nacionales relacionadas con laadopción y la protección del niño; y acceso a un amplio

espectro de publicaciones mantenidas en el centro dedocumentación. Se llevan a cabo investigacionesacadémicas dependiendo de los recursos disponibles.Este año se publicó el estudio "Investigando las ZonasGrises de la Adopción inter países" .

¿Que otras actividades desarrollan?

A menudo, gobiernos y organismos internacionales,tales como UNICEF, nos comisionan para llevar a caboevaluaciones especificas de proyectos relacionadoscon la reforma socio-legal del sistema de protección yadopción del niño. En particular, y en los últimos años,el SSI/CIR ha realizado evaluaciones de la situación ydel sistema de adopción inter países en Azerbaiyán,Kazajstán, Kirgistán, Vietnam, Costa de Marfil,Guatemala y Laos. También hemos dado formación aprofesionales de adopción en diversos países.

El sitio web de la Secretaria General del ISSI ofrecediversos recursos y presenta las actividades y proyec-tos más detalladamente:

http://www.iss-ssi.org/2009/index.php?id=14

ENTREVISTA

Hérvé Boéchat

Director del Centro Internacional de Referencia para losDerechos del Niño Privado de Familia (SSI/CIR)

Ginebra, junio 2012

H

La Página web del CIR, cuenta con versiones en Inglés,Francés y Español:

http://www.iss-ssi.org/2009/index.php?id=74

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¿Cuál es el estado de la Adopción Internacional enel contexto Europeo?

Como saben los profesionales, las cifras anuales deadopción inter países están descendiendo a nivelmundial desde 2004, incluida Europa. La única excep-ción es Italia, pero allí la proporción de niños connecesidades especiales adoptados es mayor.

Por una parte, esto ha dado como resultado un aumen-to proporcional, o mayor, del número de potencialespadres adoptivos "en espera", tanto para las autori-dades centrales como los cuerpos de adopción acredi-tados. Mientras, sigue siendo extremadamente difícilobtener información precisa sobre este tema; y esesencial tratar de evaluar la situación, aunque sea ensu propia escala. Suponiendo que la demanda per-manezca estable, y considerando el hecho de que lasadopciones inter países han disminuido un tercio enseis años, hay miles de potenciales padres adoptivosque vienen cada año, dando como resultado unaaumento desproporcionado en las listas de espera. Ysin embargo, la frustración puede llevar a elegir alterna-tivas que no siempre respetan las reglas éticas de pro-tección de los niños. El hecho de que el 58% de loscasos registrados en las estadísticas del 2010 caiganfuera del THC-93 ya es una señal que lo pone de mani-fiesto. Sin embargo, algunos paises empiezan a notarun leve decrecimiento en el número de solicitudes.

Por otra parte, la edad media general de los niños per-manece entre uno y cuatro años, pero con grandes dis-paridades dependiendo del país de origen. Es más sig-nificativa la proporción de niños con necesidades espe-ciales: el año pasado en Italia, el 30% de los niñoscolombianos adoptados y el 63% de los niños chinosadoptados fueron descritos con necesidades espe-ciales. En Noruega, la proporción pasó de un 3% en2005 a un 30% en 2010.

La discrepancia entre la situación prevaleciente enpaíses receptores y la de países de origen es el desafíoprincipal que gobierna las adopciones inter países hoyen día, pero aún más importante es la evolución delperfil de los niños adoptados.

En este aspecto, los resultados del estudio del SSI/CIRdel 2010 denominado "La importancia de la salud delniño en el proceso de adopción" (Ver imagen a laderecha) muestra que la preparación pre-adopción y elapoyo a los padres está bastante divulgado en los país-es receptores, a pesar de estar organizados de formadiferente unos y otros. Sin embargo, el apoyo médico alos niños y los solicitantes de adopción tras su encuen-tro en el país de origen, es más imprevisible. En estepunto, las familias a menudo son abandonadas a susuerte en lo que respecta a los aspectos médicos de laadopción, incluso si están recibiendo apoyo de un cuer-po de adopción acreditado. El seguimiento post adop-ción, incluido a la llegada del niño, también es bastantelimitado. A pesar de existir algún tipo de seguimientomédico en la mayoría de los países, esto casi nunca es

obligatorio y aún no está suficientemente especializadoen el campo de la adopción.

Es cierto que el cuidado de los niños y el apoyo a lossolicitantes de adopción han mejorado mucho en losúltimos años y en la mayoría de los países. Sin embar-go, en un contexto de adopción inter país, en el quecada vez más se dan casos de niños con problemasmédicos y con patologías cada vez más serias, esnecesario hacer un esfuerzo adicional para integrarmejor la cuestión de la salud de los niños en todos losniveles, bien sea antes, durante o después de la adop-ción.

Como experto, ¿qué camino cree que hay queemprender?

Para la forma de pensar del SSI, la cooperación en lasadopciones inter países debe ser objeto de un estudioen profundidad, tanto en los países receptores como enlos de origen, a fin de determinar su dirección y sualcance.

En su forma más sencilla, la cooperación en la adop-ción puede traducirse en proyectos puntuales y bienintencionados, tales como formación para la autori-dades centrales de un país de origen (mediante el inter-cambio de profesionales, visitas y la participación enreuniones inter países), apoyo en la preparación y rati-ficación de La Convención de la Haya (Formación,información, intercambio de experiencia) y poner a dis-posición la capacidad de expertos ante las revisiones

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Estudio realizado en 2010 por el CIR, disponibleen Inglés, Francés y español :

http://www.iss-ssi.org/2009/index.php?id=42

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legislativas (por ejemplo cuando se preparan bor-radores de nuevas leyes). Esta cooperación está cier-tamente amparada por la Convención de la Haya ydebería ser promovida.

En otro nivel la cooperación debería tomar formas máscomplejas en el futuro, mediante la estrecha colabo-ración con los países de origen, para en primer lugardefinir sus necesidades. Recordemos que la adopcióninter países es un paso subsidiario para proteger a losniños. Si no es el papel de la autoridad central del paísreceptor el establecer un sistema detallado para la pro-tección del niño en el país de origen, puede al menosintentar identificar con este último cuales son los niñosque tienen una verdadera necesidad en esta medida.

Pero la identificación precisa de las necesidades re-quiere una mejor comprensión de los contextos que pre-valecen en cada distinto país de origen. Por ejemplo:

• En varios países de la antigua Unión Soviéticamuchos niños son mandados a instituciones para niñosdiscapacitados sin que su estado de salud sea un ver-dadero obstáculo para ser adoptados.

El problema es que las instituciones que les acogendependen todas ellas de un ministerio que no es com-petente en asuntos de adopción, y como resultado laadopción nunca les será propuesta (obstáculo adminis-trativo).

• En América del Sur y América Central los niños decolor tienen muy pocas probabilidades de ser adopta-dos a nivel nacional; pasa lo mismo en países dondelos niños nacidos fuera del matrimonio están suma-mente estigmatizados (obstáculo cultural).

• Entre los países del Subsaharianos, los más afecta-dos por el SIDA, en muchos de ellos su sistema legalno prevee la adopción inter país (obstáculo legal).

Estos ejemplos tienden a ilustrar el tipo de cooperaciónque puede esperarse en el futuro. Obviamente, suponeun profundo conocimiento de los países en cuestión yel desarrollo de relaciones especiales con sus autori-dades para decidir con ellas las mejores solucionesposibles. Cada situación mencionada implica necesari-amente una evaluación precisa de los contextos (porejemplo los huérfanos del SIDA reciben muchos cuida-dos por parte de su familiar extensa, y medidas deapoyo dirigidas a este fin harían posible que estosniños permaneciesen en su ambiente social y familiar;queda identificar aquellos para los que la adopción interpaís constituye la mejor solución). Del mismo modo,hoy más y más países de origen están preparados pararealizar un perfil de los niños que necesitan adopcióninter país, el objetivo sería ayudar a los paises que aúnno han conseguido alcanzar esta capacidad.

El SSI tiene el compromiso de apoyar este tipo de coo-peración a favor de los países de origen. El Proyecto"Ayudar a los Niños con Discapacidad a encontrar unafamilia" (ver cuadro a la derecha) es el tipo de iniciativaque busca llevar esta filosofía a la práctica

Ayudar a los Niños conDiscapacidad a encontrar unafamilia: un proyecto del SSI

En el SSI, con ocasión de misiones de evalua-ción, frecuentemente sus equipos han tenidoque afrontar grupos o categorías de niñospara los que la adopción (ya sea nacional ointernacional) no se consideraba una opción.De hecho, en muchos países, hay ni ños paralos que no se preparan planes de vida, peropor motivos que no tienen nada que ver con lacapacidad efectiva de estos niños para bene-ficiarse de una adopción. La mayor parte deltiempo, se debe a la falta de profesionalidad,formación o conocimiento: cuando quienes seocupan de los niños en las instituciones son"nannies" (cuidadoras), estas son a menudoquienes deciden si un niño puede ser pro-puesto o no a la adopción. Normalmentetoman esta decisión basándose en lo emo-cional, lo que significa que solamente se pre-sentaran a niños que son saludables, al pen-sar esos empleados que los adoptadorespotenciales no aceptarán a un niño con algu-na deficiencia, o que no sea perfecto.

Por eso el SSI decidió lanzar un proyecto paramejorar la compresión sobre la adopción enlos países de origen, donde este conceptoaún necesita implantarse mejor. Se firmó unacuerdo de cooperación con la ONG francesaMédicos del Mundo, para los aspectos médi-cos del proyecto. Se eligieron los primerospaíses pilotos -Vietnam y Azerbaiyán- y lostrabajos de campo empezaron este año. Enparalelo, se desarrollarán dos guías: una paralos países de origen y otra para los paísesreceptores.

Dos ejemplos de publicaciones del SSI/CIR: el últimoReporte Global 2009 (izquierda) y el Newletter, queaparece cuatrimestralmente (derecha), ambos se puedenencontrar en el sitio www.iss-ssi.org

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esde hace muchos años, Jorge Fernández del Valley el valioso equipo de la Universidad de Oviedo quedirige, se han preocupado por los niños y niñas separa-dos de sus familias que crecen y se educan enentornos residenciales. El "Grupo de Investigación enFamilia e Infancia" de dicha Universidad se ha conver-tido en el principal equipo de referencia para abordarcuestiones como la calidad del acogimiento residencial,la transición a la vida adulta de los menores protegidos,las biografías de quienes han crecido bajo la protecciónde las instituciones y las posibles alternativas al inter-namiento, especialmente el acogimiento familiar.

En este estudio finalizado en 2010, en el que hancolaborado instituciones de seis ComunidadesAutónomas y una entidad de la relevancia y signifi-cación de las Aldeas SOS, el foco se dirige hacia losniños y niñas que pasan "demasiado tiempo" en esosentornos, de por sí muy diversos, que englobamos bajoel epígrafe del "acogimiento residencial". A través de laparticipación de expertos en la discusión de resultados,también han colaborado instituciones como Cruz Roja,MACI y Meniños, que tanto han aportado en el desa-

rrollo del acogimiento familiar. Es una lástima que estetipo de estudios impliquen siempre cierta reducción decampo porque no todas las Comunidades ni todas lasinstituciones participan en ellos. Es tan unánime yenfático el discurso político en relación a los derechosde los niños y niñas, a su protección y al bienestar delas familias, que sorprende la poca participación de tan-tas instituciones públicas en iniciativas rigurosas deinvestigación y análisis de las condiciones reales devida de los niños y niñas a los que dicen proteger. Noparece descaminado afirmar que la enumeración deinvestigaciones y estudios sobre la atención a la infan-cia y adolescencia que impulsa una administración, oen las que al menos colabora, constituye un indicadorcertero de su compromiso real con los derechos y bien-estar de la infancia, más allá de las proclamas vacías,por otro lado tan frecuentes.

Este estudio se acerca a preguntas que deberíanquitarnos el sueño a todos los que estamos vinculadosde una u otra manera al sistema de protección infantil.¿Por qué hay niños que pasan años de sus vidas fuerade un entorno familiar, que ni regresan a su familia ni

LIBROS

NIÑOS QUE ESPERANEstudio sobre casos de largaestancia en acogimiento residencial

Reseña de: Antonio Ferrandis TorresJefe de Área de Acogimiento Familiar y AdopcionesInstituto Madrileño del Menor y la Familia

Sección coordinada por Gabriel Galdó Muñoz, Catedrático de Pediatría (Universidad de Granada)

D

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Estudio elaborado por:

Mónica López LópezJorge Fernández del ValleCarme Montserrat BoadaAmaia Bravo Arteaga

Investigación realizada por el Grupo de Investigaciónen Familia e Infancia (GIFI) de la Universidad deOviedo, mediante convenio entre la FundaciónUniversidad de Oviedo y Aldeas Infantiles SOS, confinanciación del Ministerio de Sanidad y PolíticaSocial

Disponible On-line: http://www.observatoriodelainfancia.msps.es/productos/pdf/ninosQueEsperan.pdf

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encuentran una familia alternativa? ¿Se debe a sus ca-racterísticas personales o familiares, a decisiones técni-cas, a ausencia de recursos, o a qué? ¿Hay algo quedificulte o impida su integración en una familia alterna-tiva? ¿Puede mejorarse la toma de decisiones másadecuadas para la protección de los derechos del niñoen situación de riesgo o desamparo?

El estudio descriptivo se fija en cuatro grupos dentro delcolectivo de niños y niñas que han pasado más de untercio de sus vidas en acogimiento residencial. Enprimer lugar, hay niños que permanecen en acogimien-to residencial de forma indefinida, probablemente hastasu mayoría de edad. En segundo lugar, están los quese encuentran a la espera de un acogimiento familiar; yen tercero los que esperan una adopción. De un cuartogrupo se prevé la reunificación familiar tras la etapa deacogimiento residencial. Por desgracia, no son pocaslas situaciones en que no existe un "Plan de caso" parael niño, lo que perpetúa ese mal endémico de los sis-temas de protección tantas veces descrito: los niños "ala deriva en la protección" ("drift in care").

Gran parte del documento lo constituye la presentaciónde los datos descriptivos de la muestra analizada, afor-tunadamente completados por algunos aportes cualita-tivos que resultan muy clarificadores y significativos. Laparte final, con la discusión de los expertos y las conclu-siones, incluye aportaciones merecedoras de incorpo-rarse a las agendas de las entidades públicas de pro-tección infantil. En cuanto al acogimiento familiar, que aveces recibe declaraciones políticas de apoyo queparecen inspiradas por el deseo de ahorrar costes, losautores hacen bien en advertir que la supervisión de unniño en acogimiento familiar supone más trabajo que siel niño estuviera en acogimiento residencial. Se añadetambién la importancia de preparar adecuadamente alniño, de apoyar y proteger a las propias familias acoge-doras que son en sí mismas el mejor medio de crear

una cultura del acogimiento, de regular lo más clara-mente posible el estatus de las familias acogedoras, yde promover experiencias de acogimientos especialesy profesionalizados para los casos que hasta ahora noencuentran fácil acomodo en otras familias.

En cuanto al acogimiento residencial, que continuarásiendo una alternativa de protección para determinadosniños y para determinadas situaciones, debe mejorarsela evaluación de sus resultados y la identificación de lascausas por las que los niños permanecen largo tiempoen él. Tampoco debe olvidarse la creciente necesidadde atención a los problemas psicológicos de los niñosde las instituciones.

Pero nos parece que la principal llamada de atención deeste estudio apunta hacia la importancia del Plan deCaso para todos los niños y niñas que entran en el sis-tema de protección y que, sin una planificación funda-mentada y concreta de los objetivos y la intervención arealizar, no se sabe ni cuándo ni por qué saldrán del sis-tema. Es preciso establecer sistemas de alerta ante losplazos, asegurar la coherencia del itinerario protectorque siguen (incluidos técnicos estables de referencia ysupervisión), evitar la provisionalidad, inestabilidad eincertidumbre provocadas por el frecuente cambio demedidas o recursos, y mejorar la oferta de recursosexistentes, de modo que pueda decidirse la medidamás adecuada en vez de resignarse a la única exis-tente.

Si alguna entidad pública de protección a la infancia haperdido el norte, que ponga la brújula apuntando haciaarriba del mapa, que las aportaciones del Grupo deInvestigación en Familia e Infancia (GIFI) de laUniversidad de Oviedo son valiosísimas a la hora detrazar las hojas de ruta para el progreso, a veces tanlento, de nuestro sistema de protección de los niños yniñas y sus derechos •

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Antes de cerrar esta edición, el Observa-torio de la Infancia en Andalucía nos infor-ma de la aparición de esta investigaciónde Antonio Molina Facio, especialista enPsicología Clínica y coordinador de laOficina del Menor, del Servicio deProtección de Menores. DelegaciónProvincial de Cádiz de la Consejería deSalud y Bienestar Social:

El proceso de toma de decisiones profe-sionales en materia de protección infantilapenas ha sido objeto de investigación.

La investigación se llevó a cabo a partir deuna muestra de 84 sujetos de cuatro sec-tores del sistema de protección a la infan-cia en la provincia de Cádiz: Equipos deTratamiento Familiar, Servicio de

Protección de Menores, Centros dePrimera Acogida y Sistema Judicial. Parala obtención de los datos se diseñó uncuestionario empleando una de las técni-cas más utilizadas hasta ahora por lainvestigación, las viñetas o resúmenes decasos. A partir de la presentación de trescasos (maltrato físico, negligencia y abusosexual), los sujetos debían clasificar eltipo de maltrato y su gravedad, decidir elnivel de intervención e indicar los factoresque le llevaron a tomar dicha decisión.Además, el Cuestionario incluía preguntassobre variables personales, sociales y deactividad profesional de los sujetos partici-pantes. Cada uno de los casos y las posi-bles decisiones sobre la intervención aseguir, fueron analizados por un grupo deexpertos como grupo de comparación.

TOMA DE DECISIONESPROFESIONALES EN ELSISTEMA DE PROTECCIÓNA LA INFANCIA

El documento, con 107 páginas, se puede descargar en: http://www.juntadeandalucia.es/observatoriodelainfancia/oia/esp/documentos_ficha.aspx?id=3586

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EEn la actualidad, ningún niño distraído y movido se libra de que le etiquetende TDAH y le coloquen una pastilla en la boca. Es la enfermedad de moda.Ante esta sorprendente situación, una farmacéutica y un médico, los her-manos y doctores Marta Castells y Paulino Castells, unen sus conocimien-tos profesionales para proponer un nuevo enfoque para el TDAH. Es decir,otra manera de tratar este trastorno, tanto a nivel preventivo como en eltratamiento individualizado que no pasa, necesariamente, por la medicación.

«Es bien conocido que existe una conexión entre alimentación y salud.Actualmente contamos con claras evidencias de la relación del TDAH condéficits de nutrientes (vitaminas, minerales y ácidos grasos), por lo tanto esimportante identificar y corregir estas deficiencias por medio de una alimentación personalizada y con la utilizaciónde suplementos naturales. Estos y otros recursos que no hubiera imaginado, son los que podrá encontrar con la lec-tura de este libro, que le guiarán y ayudaran a tratar al paciente con TDAH.» Marta Castells

«Mi manera de actuar con los pacientes diagnosticados de TDAH es calibrar la magnitud de su trastorno. Es decir,valoro cómo afecta este trastorno a sus relaciones familiares, escolares y sociales. ¿Están sus hermanos en contrade él o ella? ¿Se pasa el día castigado, tanto en casa como en la escuela? ¿Está aislado y sin amigos? ¿Sufreacoso escolar? Una vez tomado el pulso de cómo está la situación cotidiana en que se mueve el crío, opto por unasmedidas terapéuticas u otras.» Paulino Castells

TDAH, Un Nuevo EnfoqueTDAH, Un Nuevo EnfoqueCómo tratCómo tratar la faltar la falta de atención a de atención y la hiperactividady la hiperactividadAutores: Marta Castells y Paulino CastellsEdita: Península (www.edicionespeninsula.com)

CCurar a veces, aliviar a menudo yconsolar siempre, es un canto a laprofesión médica firmado por unenamorado de la profesión y de lashumanidades.

El libro está vertebrado en tres pun-tos básicos. El primero, “un rami-llete de amigos”, se dedica al diálo-go con figuras relevantes rela-cionadas con la infancia y adoles-cencia, entrevistados por el autor,como Laín Entralgo y Rof Carballoy otros destacados profesionales.

Un segundo aspecto es el rela-cionado con la relación médico-paciente y los conflictos actuales.

Se analizan los aspectos bioéticosentendidos como el análisisracional de los deberes que comoindividuos tenemos para nosotrosmismos y con los demás en lo rela-tivo a la vida biológica, salud, enfer-medad y gestión del propio cuerpo.

La última parte analiza temasactuales de pediatría social, enforma de compilaciones de articu-los del autor, autenticas joyas conexposiciones breves e iluminadorasde la problemática actual de niños yjóvenes en su entorno familiar,escolar, social, y cómo le reper-cuten

Joaquín Callabed es Doctor enMedicina. Pediatra y Magister enBioética. Dirige el Club de PediatríaSocial de Barcelona.

CUADERNOS PEDIATRÍA SOCIAL Nº 17 PÁGINA 35

CURAR A VECES, ALIVIAR A MENUDO,CONSOLAR SIEMPRE

Autor: Joaquín Callabed

Producción: PPU. Promociones y Publicaciones Universitarias SA

Edición Patrocinada por Club de Pediatría Social([email protected])

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En Sevilla se celebró, entre el 22 y 24 de marzo de2012 , el segundo de los cursos que para residentesy pediatras ha organizado la SEPS.

Dirigido en esta ocasión por las Dras.Andrea Campo Barasoain, VirginiaCarranza Parejo y Mercedes RiveraCuello, se abordaron temas tan cen-trales para la pediatría social como el“Maltrato /Abuso sexual” (por AntonioGancedo Baranda), el “Sistema deProtección de Menores y problemasde salud de los niños” (VirginiaCarranza), “Atención temprana/Dis-capacidad” (Andrea Campo), “Coo-peración internacional/EstrategiaAIEPI. Enfermedades infecciosasemergentes y reemergentes en niñosde origen extranjero” (MercedesRivera), “Cuidados paliativos enPediatría” (Macarena Rus Palacios),“Promoción de Salud, escuelas depadres, atención primaria, puericul-tura, hospitales promotores” (CarmenVidal Palacios), “Adolescentes (aspec-

tos jurídico-sanitarios): Problemas relacionados conadicciones, sexualidad, menor maduro” (Ana RosaSánchez Vázquez) y “Abordaje integral de laObesidad infantil” (Laura Marín López)

CELEBRADO EL II CURSO DE PEDIATRÍA SOCIAL PARA RESIDENTES Y PEDIATRAS

UNICEF y SEPS ponen en funcio-namiento la Red de Promoción de laSalud y los Derechos de los Niñoswww.unicef.es (Madrid, 11 de Mayo de 2012)

UNICEF y SEPS firmaron hoy un Convenio de colabo-ración en el tema de promoción de la Salud y Derechos delos Niños, poniendo así en funcionamiento REPSDI (Redde Promoción de la Salud y los Derechos de la Infancia)cuyo sitio web es repsdi.es

A través de la Red se pretende que los hospitales y cen-tros de salud en España encuentren las herramientasnecesarias para convertirse en espacios promotores delos derechos de la infancia. Es importante, como afirma laDirectora Ejecutiva de UNICEF, Paloma Escudero, garan-tizar en este momento en nuestro país el cumplimiento delderecho establecido por la Convención sobre losDerechos del Niño “a disfrutar del más alto nivel posiblede salud”.

En palabras del Presidente de la SEPS Jose Antonio DiazHuertas, “la creación de esta Red obedece a la necesidadde hablar no solamente de criterios sanitarios a la hora deatender a los niños, sino también de tener en cuenta susderechos”.

Del mismo modo, la promoción de la salud constituye unaparte importante del proyecto, ya que: “promover el cuida-

do de su salud entre los propios niños y adolescentesayuda a prevenir problemas como la obesidad, la saludmental y otros que hoy en día se consideran prioritarios”.

El proyecto cuenta también con el impulso y colaboraciónde instituciones como: el Hospital St. Joan de Déu deBarcelona, la Consejería de Sanidad del Gobierno deCanarias, el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús deMadrid, el Hospital Universitario Son Llatzer de Mallorca yel Departamento de Psicología Social de la Universidadde Salamanca

Paloma Escudero Pérez, directora ejecutiva de UNICEFEspaña, y José A. Díaz Huertas, presidente SEPS, en lafirma del convenio.

Actividades SEPS Actividades SEPS Actividades SEPS Actividades

Los participantes en el curso, en uno de los cofee-breaks.

CUADERNOS PEDIATRÍA SOCIAL Nº 17 PÁGINA 36

Page 37: - 25 ANIVERSARIO NIVERSARIOpor una parte, con la celebración del 25 aniversario de la aprobación de la conocida como Ley 21/87, modificación del Código Civil que supuso la transformación

AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA AGENDA

XVI Congreso Latinoamericano de Pediatría,en Cartagena de Indias (Colombia)

Convocado por ALAPE, este Congreso se llevará a cabo con la participación de laSociedad Colombiana de Pediatría y está dirigido a los pediatras, enfermeras, tera-peutas, nutricionistas, psicólogos y médicos familiares.

Información e inscripciones: http://www.congresosalape.com

ISSOP 2012, en St. Andrews (Escocia)

Congreso anual de la International Society for Social Pediatrics and Child Health, centrado enel lema “Evidence into practice and evidence into policy”.

Contactos e inscripciones: [email protected]

Programa disponible en: http://www.issop2012.co.uk/programme

Second European Conference on FASD, en Barcelona (España)

Fetal Alcohol Spectrum Disorders: clinical and biochemical diagnosis, screening andfollow-up.

Información y programa: http://www.secondeufasdconference.com

21 a 24 de Octubre 2012

14 a 18 de Noviembre 2012

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XIX ISPCAN International Congress on Child Abuse andNeglect, en Estambúl (Turquía)

Organizado por la International Society for Prevention of Child Abuseand Neglect, bajo el lema "Promoción de alianzas locales, nacionalese internacionales para la protección de la infancia”.

Información: www.ispcan2012.org

9 a 12 de Septiembre 2012

XI Congreso Estatal de Infancia Maltratada,en Oviedo (España)

Congreso de la FAPMI, organizado por la Asociación Asturiana para la Atención y Cuidado de laInfancia (ASACI), bajo el lema "Construyendo puentes entre investigación y práctica".

Avance de Programa: www.congresofapmi.es

17 a 19 de Octubre 2012

6 a 8 de Septiembre 2012

XXVICongreso Nacional de la Sociedad Españolade Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria

(SEPEAP), en Sevilla (España)También acoge el III Congreso Internacional Hispano-Luso de Pediatría Extrahospitalaria.Lugar: FIBES - Nuevo Palacio de Congresos (Sevilla)Secretaría Técnica: E-mail: [email protected] - Tel. 932 388 777

http://sepeap2012.pacifico-meetings.com/index.php

4 a 6 de Octubre 2012

12 ° Congreso Argentino de Pediatría Social, en Ciudadde Corrientes (Argentina)

Organizado por la Sociedad Argentina de Pediatría.E-mail: [email protected] - Pag.web: www.sap.org.ar

6 a 8 de Septiembre 2012