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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICOSECRETARIA DE RECTORIA
DIRECCIÓN DE IDENTIDAD UNIVERSITARIACENTRO UNIVERSITARIO UAEM ZUMPANGO
POR GONZALO ALEJANDRE RAMOSCRONISTA DEL CENTRO UNIVERSITARIO
FEBRERO DE 2011
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ÍNDICE
Introducción
Universidad y educación liberal, un proyecto de nación:
Universidad Autónoma del Estado de México
Crónica de la Unidad Académica Profesional Zumpango
Reales fantasías de juventud
Las enchiladas de Doña Díptera
La universidad que fue al jardín de niños
Caminito de la escuela
La demanda en el viejo mercado de Zumpango
Un intersemestre en la UAPZ
UAP Zumpango: una historia saludable
Encuentros y desencuentros de un encuentro
Erase que se era: retrato de un personaje ficticio:
O más vale curarse en salud
Thanatos despalza a eros (lo horrible de valle hermoso)
Los quince años de acá
La hija de universitas
Entre camino y camino vamos caminando
La universidad entre la academia y la política
Te voy a dar un consejo
Veinte años ha
Atlacomulco: convivencia insólita de tiempos y espacios
A diecisiete años de la fundación de la UAP Zumpango, un motivo para recordar: o
más allá de las improvisaciones
De diez en diez se hace una historia
Lo destacado de la cotidianidad en la UAP Zumpango
La otra historia
Crónica por el 22 aniversario del Centro Universitario
UAEM Zumpango
Crónica de mi viaje a cuba 2008
Un asalto a la razón y a la inteligencia
Cinco anécdotas del C.U. UAEM Zumpango
Nace el edificio “E”
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PRESENTACIÓN
A veintitrés años de la fundación de la Unidad Académica profesional Zumpango
hoy Centro Universitario UAEM Zumpango, nos hemos permitido hacer un
recuento de los hechos históricos, desde el quehacer del cronista, el enfoque no
es únicamente la formalidad discursiva ni el registro institucional de los hechos, la
crónica nos permite dar cuenta de la historia desde un discurso menos rígido, más
permisivo que nos da su “anuencia” para utilizar la anécdota como una forma
narrativa que intenta recuperar la frescura de los momentos, el lado relajado e
informal que guarda silencio ante la solemnidad, pero que después busca su
propio momento terapéutico.
La crónica es la voz que quiere establecer una necesaria relación dialéctica entre
la versión de la historia que suele “quedarse callada” y la que domina en los
escenarios institucionales. En todo momento la crónica tiene presente la censura,
la cual, en un extremo de condescendencia llega incluso a convertirse en
autocensura que la torna pudorosa y extremadamente recatada. Sin embargo a
diario vive en un mundo ambiguo, su conciencia no la deja tranquila y aunque en
los más importantes momentos de la Historia suela quedarse “callada” es sólo en
espera a que alguien le de voz y le permita salir y expresar su versión de la
historia o al menos contribuir a ella. Aquí intentamos animar a la voz tímida para
que arribe al escenario de la historia y con sus propias historias contribuya a
aderezar la Historia. Un dialogo entre esas dos voces.
Todo ello en el entendido de que ambas voces participan en la construcción de la
realidad y aunque en la formalidad no se hablen, en los ámbitos privados se dicen
una a la otra sus “verdades”, las cuales casi siempre quedan ahí, en ese ámbito
aparte, excluido, en espera de mejores momentos. Aquí pretendemos al menos
trasladar una pequeña parte de esa otra historia al ámbito de lo decible y de lo
nombrable, a la vez que una convivencia de ambas voces en un mismo espacio:
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este libro. Cada crónica es un fragmento significativo que nos permite abrir un
resquicio para ver otra faceta de la Historia.
Quienes hemos sido protagonistas de los hechos en gran parte de este tiempo,
nos vemos en la necesidad de voltear la vista hacia atrás, de rememorar
momentos y hechos sin el afán de la autocensura, siempre es saludable echar una
mirada retrospectiva a fin de vernos en nuestras acciones, hacer conciencia de
nuestros actos, de nuestro triunfos y de nuestro tesón en lograr lo que hemos
creído que es nuestra misión en una institución tan noble como lo es una
institución educativa, en este caso una parte de la Universidad Autónoma del
Estado de México que tuvo a bien descentralizarse hacia esta parte del Estado de
México y que ha permanecido abriendo brecha y creando entorno en un lugar sin
antecedentes en la materia. La crónica alude nuestras acciones y las de todos y
cada uno de los que nos han acompañado en este recorrido en el tiempo.
Es así como el presente volumen titulado: La Otra Historia: crónicas del Centro
Universitario UAEM Zumpango, intenta contribuir a crear un espacio más para la
construcción de la historia local, es una oportunidad para voltear a ver el pasado,
valorarlo y tomarlo como parte de nuestras bases y fundamentos prospectivos,
pensar e imaginar el futuro que queremos para nuestra institución regional.
Dos han sido las fuentes principales como recursos metodológicos que han
permitido constituir el presente volumen. Por un lado una suerte de configuración
histórica que toma como base y fundamento los datos que se han logrado rescatar
mediante un rastreo en la historia del Instituto Literario desde su fundación en
1828, sus espacios, sus símbolos y sus valores, todo un proceso constitutivo hasta
convertirse en la actual Universidad Autónoma del Estado de México. Es
innegable que en esta labor ha jugado un papel importante la pluma y la asidua
búsqueda del hasta entonces único cronista de la UAEM: Inocente Peñaloza
García. La otra fuente la constituye la observación participante, una forma de
referir los hechos vividos y registrar las coyunturas propiciadas por el proceso
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modernizador que vive nuestra Alma Mater, ello bajo la óptica muy particular de
quien aquí escribe: el cronista de este centro universitario.
Este cúmulo de símbolos y valores van desde el estandarte, el escudo, el himno,
los edificios originales, monumentos, hombres ilustres y destacados y hasta el
árbol de la mora que se encuentra al oriente del edificio central de la máxima
institución educativa del Estado de México.
Todos estos símbolos y valores son los elementos fehacientes de la historia, no
obstante como todo, los símbolos y valores tampoco pueden sustraerse a los
rigores del transcurso del tiempo, como es de suponer se han ido transformando.
Los símbolos y los valores, al igual que los espacios irremediablemente son
sometidos al juicio inflexible del tiempo, la naturaleza nos muestra día a día que
nada puede quedar incólume. Sería imposible que el cronista pretendiera detener
la amenaza que constituye el paso del tiempo y que se cierne sobre los símbolos y
los valores, pero lo que si puede intentar es conciliarlos, una conciliación
necesaria en los tiempos de cambio y expansión de la UAEM, institución que hoy
conjunta la tradición y la innovación, materias primas con las que se hace una
nueva historia.
Nuestro agradecimiento al Colegio de Cronistas como organismo de la UAEM en
este caso representado institucionalmente por el licenciado Alejandro Linares
Zárate como director de Identidad Universitaria quien nos ha impulsado y alentado
a hacer posible este proyecto y otros más que hoy intentan desde la flexibilidad de
la crónica y distintos métodos y formas que la caracterizan rescatar el devenir
institucional todo. Cada cronista se ubica en su nicho de observación, dejando que
el tiempo y los actores hagan lo que tienen necesidad de hacer en cada uno de los
espacios universitarios particulares que hoy conforman la UAEM, cada cumple con
su misión de dar cuenta de la historia de su espacio particular.
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El libro que aquí presentamos en ocasión de los veintitrés años de vida de este
Centro Universitario UAEM Zumpango, es posible gracias al apoyo institucional
que nuestro Rector el Maestro Eduardo Gasca Pliego ha dado a estos proyectos
para hacer posible las otras voces de la historia.
Estar implica también hacer, y con ello contribuir con un granito de arena para
hacer la historia aquí y ahora. Atender las necesidades devenidas de la dinámica
de una institución educativa es siempre un honor que la propia vida agradece, es
una oportunidad para crecer, aunque finalmente el juicio futuro de la historia
calificará las acciones de todos los que en ella laboramos.
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INTRODUCCIÓN
La HISTORIA está compuesta de historias más particulares,las cuales no se resignan a ser contadas desde la HISTORIA.
El Colegio de Cronistas creado en 1996, siendo Rector de nuestra Máxima casa
de Estudios del Estado de México el Maestro Marco Antonio Morales Gómez, hoy
sigue su curso apoyado por el rector Mtro. Eduardo Gasca Pliego, el Colegio es
sin duda un acierto, ya que la HISTORIA de la UAEM requiere ser redimensionada
a la luz de su nueva dimensión que va adquiriendo a partir del proceso de
desconcentración que iniciara a partir de 1984. Desde ese momento la UAEM ha
entrado en una etapa de transformación acelerada, que si bien no trastoca su
herencia centenaria como Instituto Científico y Literario, cuyo nombre ha pasado
por algunas variaciones propias de los procesos históricos, ello no podemos
perderlo en el olvido del tiempo. Siempre estará presente en nuestra HISTORIA
que nació en la Casa de las Piedras Miyeras en San Agustín de las Cuevas,
población que en 1828 pertenecía al Estado de México y hoy, denominado Tlalpan
es una del las 16 delegaciones del Distrito Federal.
La idea inicial fue la de escribir la nueva HISTORIA a partir de la cónica en cada
espacio particular que se iba creando en los distintos puntos estratégicos del
Estado de México, ya que la UAEM desde su traslado a la ciudad de Toluca
empezó a transformarse en una historia particular. Sin embargo las necesidades
derivadas del proceso de modernización en el que entró el país y por supuesto el
Estado de México, fue la razón fundamental para re-escribir la historia desde la
dinámica contemporánea mediante el lenguaje de la crónica, para así poder re-
elevarla a su rango original de HISTORIA, pues la dinámica que ha adquirido hoy
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la Máxima Casa de Estudios del Estado recupera su justa dimensión: ser una
Universidad del Estado de México.
Toda historia tiene un comienzo. La de la Unidad Académica Profesional
Zumpango, hoy Centro Universitario UAEM Zumpango inició como institución
activa y viva, o sea con profesores, estudiantes y trabajadores administrativos un
19 de octubre de 1987 a las 8 de la mañana con cuatro Facultades
descentralizadas hacia este espacio geográfico del Estado de México cada una de
las cuales estaba ligada y dependía de sus respectivas Facultades en Toluca.
Además de una Escuela: la de Enfermería. Estas fueron las entidades académicas
que iniciaron este espacio particular de la historia de la UAEM.
El 19 de octubre de 2007 se cumplieron 20 años y aunque como reza aquel
célebre tango argentino “veinte años no es nada”, y tres más son apenas un
“poquito”. Pero es un tiempo en el cual queremos conmemorar no con una
ceremonia oficial como se acostumbra en estos casos, sino con esta modesta
publicación que intenta rescatar lo más fielmente posible una serie de momentos
de la cotidianidad vivida por esta institución universitaria regional. Estamos
conscientes de que rescatar momentos de la historia es lo único que puede hacer
quien pretende contar una historia, el tipo de momentos y los personajes que
actúan esos momentos hace las diferencias entre las historias, pero dichos
momentos son sólo una fracción y una versión de la historia, pues es más lo no
dicho, lo no contado, lo no visto y lo no oído, ello debido a que el relator de la
historia no es un ser ubicuo, ni tiene dones especiales tampoco recibe consigna
institucional si es que la institución pudiera asignar consignas.
Así, nuestra versión como cronista es una versión fragmentada de la historia, es
una versión particular de lo particular, no pretende ser la historia y mucho menos
la HISTORA, es sólo una de tantas contribuciones cifrada en una particular forma
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de ver lo único que un observador puede ver, si está frente a los hechos y es a la
vez parte activa del acontecer cotidiano.
Es de elemental justicia agradecer la Gestión del Director de Identidad
Universitaria el Lic. Alejandro Linares Zárate y del Encargado de la Dirección del
Centro Universitario UAEM Zumpango M.E.S. Francisco Javier García Lavalley,
ante quienes expuse la idea de la presente publicación y que estuvieron en plena
disposición de apoyar sin más preámbulo este proyecto, además de todas las
instancias que hacen posible dejar un legado que consideramos pueda ser de
alguna utilidad para las generaciones futuras.
Dr. en Soc. Gonzalo Alejandre RamosCronista del C.U. UAEM Zumpango.Febrero de 2011.
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UNIVERSIDAD Y EDUCACIÓN LIBERAL, UN PROYECTO DE NACIÓN.UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO
La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) tiene como antecedente
directo al Colegio Seminario que posteriormente tomaría el nombre de Instituto
Literario del Estado de México, establecido por ordenamiento de la primera
Constitución Estatal de 1827, y fue a partir de 1828 cuando inició su
funcionamiento al ser inaugurado provisionalmente por el primer Gobernador del
Estado Don Lorenzo de Zavala.
En el Instituto Literario, quedó plasmado el espíritu liberal de importantes próceres
mexicanos como el Doctor José María Luis Mora, destacado fundador; la
institución educativa mexiquense representó conjuntamente con otros Institutos
emergidos en circunstancias similares en otras latitudes del país una necesaria
alternativa educativa, ya que la Universidad de México para ese entonces
permanecía dirigida por los clérigos reaccionarios y conservadores opositores y
contrarios a la ideología liberal y a la construcción de la Nación Mexicana.
El Instituto oficialmente quedó establecido por decreto el 16 de febrero de 1928, el
día 18 los diputados le dieron su aprobación formal y el 3 de marzo se publicó y
entró en vigor para iniciar sus actividades en la Casa de las piedras miyeras, lugar
en el que funcionó un poco más de dos años en el poblado de Tlalpan, en ese
tiempo conocido como San Agustín de las Cuevas al sur de la Ciudad de México,
entonces capital del Estado de México, para luego trasladarse a la nueva capital
del Estado de México que se asentó en la Ciudad de Toluca en 18301, ciudad que
se había erigido como tercera y ya definitiva capital del estatal, en virtud de ser en
esa época la única que rebasaba ligeramente los diez mil habitantes. Ahí el
Instituto Literario reinició sus funciones de 1833 hasta 1835 de manera
1Peñaloza García Inocente, Verde y Oro: Crónica de la Universidad Autónoma del Estado de
México, UAEM, 1999, Paginas 15, 18.
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ininterrumpida, año en que fue suprimido por la “Constitución de las Siete Leyes”,
para luego reiniciar en 1846 retomando la ideología liberal representada en ese
momento por Felipe Sánchez Solís, destacado liberal originario del Municipio de
Nextlalpan que estuvo al frente del Instituto y que fuera también Gobernador del
Estado de México2.
El Instituto Literario Mexiquense constituyó un proyecto educativo e ideológico
integral del México independiente, que incluía el nivel educativo de la enseñanza
de primeras letras, con lo que inició un proyecto de país mediante la reorientación
educativa que permitiría formar a los nuevos intelectuales de la nación mexicana,
libre ya del dominio político español.
En 1886, el Instituto se transformó en Instituto Científico y Literario y el año
siguiente adoptó sus primeros símbolos de la colmena, la estrella, la guirnalda de
encino y olivo, además del lema “Patria Ciencia y Trabajo”, que aún pervive.
En el año de 1889, se le impuso el nombre de Instituto Científico y Literario
“Porfirio Díaz”, nombre que conservó hasta el término del porfiriato, y en 1911, se
le denominó Instituto Científico y Literario “Ignacio Ramírez”, para que en nueve
años después recuperara el nombre de Instituto Científico y Literario, ya sin
apellidos.
En 1933, vive su primera huelga de estudiantes y profesores, cuya demanda
principal fue la de la autonomía institutense, la cual se lograría sólo con la
segunda huelga diez años después, durante el periodo de gobierno del también
eminente liberal mexiquense Isidro Fabela, quien concedió la autonomía, misma
que entró en vigor en 1944. Y finalmente el 21 de marzo de 1956, se convertiría en
la actual Universidad Autónoma del Estado de México. Una institución que se
enorgullece de intelectuales como Ignacio Ramírez, o Ignacio Manuel Altamirano
El Nigromante.
2Peñaloza García Inocente, op cit Pagina 30.
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A Principios del siglo XX el Instituto de Toluca gozaba de prestigio en toda la
república, debido al rigor de sus cátedras y la disciplina de la institución, de ahí
que por sus aulas pasaran intelectuales de renombre como Andrés Molina
Enríquez, Gustavo Baz Prada, José Vasconcelos o Daniel Cosío Villegas3,
además de eminentes próceres y estadistas entre los que destaca Adolfo López
Mateos.
Pero la Universidad Autónoma del Estado de México no se quedó sólo en la
ciudad capital del Estado de México, el 10 de enero de 1984, inició una nueva
etapa y redimensionamiento al presentarse el Programa de Desconcentración de
la Universidad Autónoma del Estado de México, (Folia Universitaria Nº 2)
programa con el que la Máxima Casa de Estudios Estatal empezó a llegar a
distintos espacios del territorio estatal. Así surgió la Unidad Académica Profesional
Zumpango cuya creación la informó el Señor Rector el 31 de agosto de 1987, y
anunció su inauguración el 17 de octubre del mismo año, la que iniciaría sus
actividades un 19 de octubre de 1987.
La Unidad Académica profesional Zumpango, es hija de toda una tradición
educativa con espíritu liberal, heredera de un proyecto de nación que hoy se
redimensiona con objetivos humanistas ampliados a esta parte del territorio
mexiquense y que hoy en el 2003 orgullosamente nuestra Alma Mater cumple su
175 aniversario y esta hija cumple sus quince años de existencia procurando ser
digna heredera de tan noble tradición y comprometida historia, todos estos
antecedentes constituyen un cúmulo de privilegios que hoy afortunadamente
podemos compartir al ser universitario mexiquense.
3Peñaloza García Inocente, op cit Pagina 37.
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CRÓNICA DE LA
UNIDAD ACADÉMICA PROFESIONAL ZUMPANGO
Desde la segunda mitad de la década de los ochenta, la Universidad Autónoma
del Estado de México inició un proceso de expansión que comprendió la extensión
y traslado de varias de las facultades originales constituidas en la ciudad capital:
Toluca, así como de varias de sus carreras, a la vez que se crearon y aprobaron
planes de estudio de algunas nuevas, las que fueron creadas exprofeso para los
distintos lugares del territorio del Estado de México donde surgieron las nuevas
unidades de la Universidad, denominadas Unidades Académicas Profesionales,
en este contexto surgió la Unidad Académica profesional Zumpango, creada por
disposición del Rector de la UAEM con fecha 31 de agosto de 1987, e inició su
instalación a principios de septiembre del mismo año, para comenzar a funcionar
fundamentalmente en el campo de la docencia a partir del 19 del mismo mes
(UAEM, Folia Universitaria Nº. 2, P: 28).
Las actividades se iniciaron en instalaciones provisionales, en tanto se gestionara
la construcción de las instalaciones propias y definitivas, por lo pronto se ocupó la
planta alta del edificio en el que se encontraba y todavía hoy (2007) funciona el
DIF municipal de Zumpango, con domicilio en calle Federico Gómez s/n, en el
Barrio de Santiago, compartiendo también algunos espacios con la biblioteca
municipal ahí también instalada.
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Foto del Edificio del DIF, instalaciones provisionales de la UAPZumpango de 1987 a 1988
La Unidad Académica inició sus actividades con la presencia y participación de
cuatro facultades y una escuela:
a) Facultad de Ciencias Agrícolas.
b) Facultad de Arquitectura y Arte.
c) Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública.
d) Facultad de Turismo y
e) La Escuela de Enfermería.
Cada una de ellas envió a Zumpango a un Coordinador que representó la
actividad académica en La Unidad Académica Profesional Zumpamgo, así como a
un profesor de tiempo completo, el que fungía como su auxiliar para la planeación
y organización de todas las actividades de cada Facultad y la Escuela.
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Al inicio fue notoria la inexistencia de un proyecto académico específico y concreto
respecto de la necesidad y de la pertinencia o no de impartir ciertas carreras,
considerando las características y peculiaridades de la región Zumpango; en gran
parte la decisión se dejó a cargo de cada una de las Facultades y de la Escuela de
Enfermería; por ejemplo la Facultad de Arquitectura y Arte a través de su
representación en Zumpango prometió a la primera generación que se inscribió
impartir la carrera de Arquitectura, pero ya en marcha y con alumnos inscritos y
cursando un tronco básico se rectificó la decisión inicial y se procedió a cambiarla
por una carrera de nueva creación que fue la de Diseño Industrial, sobre la que
posteriormente se supo que en realidad era la carrera que estaba originalmente
considerada para la Unidad Zumpango, pues el proyecto de tal carrera había sido
aprobado por el Consejo Universitario el 30 de enero de 1987, (UAEM, Folia
Universitaria Nº 2, P : 26).
En el caso de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública, ésta
inició sus actividades sin ninguna limitación, impartiendo las tres carreras que
también existían en la Unidad de Toluca y que eran en ese momento:
1) Ciencias Políticas y Administración Pública.
2) Ciencias de la Comunicación (de reciente creación, aprobada el 30 de enero de 1987) y
3) Sociología.
Así la Unidad Académica Profesional Zumpango impartió siete carreras a nivel
licenciatura a saber:
1.- Agronomía en Producción (Fac.. de Agronomía)
2.- Diseño Industrial (Fac.. de Arquitectura y Arte)
3.- Enfermería (Escuela de Enfermería)
4.- Ciencias Pol.. y A. P. (Fac., de Ciencias Pol.. y A.P.)
5.- Ciencias de la Comunicación (Fac., de Ciencias Pol.. y A.P.)
6.- Sociología. (Fac., de Ciencias Pol.. y A.P.)
7.- Turismo (Fac.. de Turismo)
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La UAPZ inició sus actividades con personal básico, integrado por: 2 secretarias,
un trabajador de limpieza (prestado por la Preparatoria Regional), un Coordinador
General, un Secretario Administrativo y diez profesores de tiempo completo, cinco
de los cuales fungían como Coordinadores de Facultades y de la Escuela de
Enfermería, el resto del personal académico fue incorporado como profesores por
asignatura.
Posteriormente se fueron incorporando otros elementos tanto profesores como
trabajadores administrativos.
La planta alta del edificio del DIF Municipal permitió que la UAPZ contara
inicialmente con una biblioteca previamente montada (la municipal), y que cada
Facultad y la Escuela pudieron inicialmente hacer uso de un espacio mínimo
necesario para realizar sus funciones primordiales, así cada una pudo contar con
una aula como su espacio académico, por otro lado y considerando que una
universidad requiere de otros espacios para el desempeño de sus labores
fundamentales se dispuso se construyeran espacios cubiculares, por lo que se
pudo contar con once cubículos, en los que trabajaban las Coordinaciones, de las
cuatro Facultades y la Escuela, así como la Coordinación General y para los
profesores de tiempo completo, quienes también tuvieron su espacio privado para
trabajar las horas asignadas a actividades diversas, por supuesto también se tuvo
un espacio adecuado para las imprescindibles labores secretariales.
Los sanitarios eran los preexistentes en el edificio y se ubicaban en la planta baja,
los cuales eran compartidos tanto por el personal de la UAPZ (estudiantes,
profesores y personal administrativo), así como por los infantes del DIF y las
educadoras y algún otro personal de apoyo. Con la primera generación de
estudiantes de la UAPZ se trabajó sólo el turno matutino, pero para la segunda fue
necesario abrir el turno vespertino y para la tercera se gestionó otro espacio en la
calle de Belisario Domínguez Nº 11 en el barrio de San Juan.
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Este nuevo espacio era un edificio que se construyó de forma tripartita con
aportaciones de los Gobiernos Federal, Estatal y Municipal y albergaría una
institución de servicios de salud especializados para beneficiar a la población
local, proyecto que por alguna razón fracasó y el edificio se encontraba
desocupado y evidentemente abandonado, hacho que propició que la Universidad
pudiera adquirirlo y rápidamente acondicionarlo para que funcionara ahí la UAPZ.
En septiembre de 1989, se iniciaron las actividades escolares en las instalaciones
del Barrio San Juan, en este nuevo espacio se dieron los tiempos de redefinición
de las carreras que se venían impartiendo, fue entonces cuando se aclaró en
definitiva que en lugar de la carrera de Arquitectura sería la carrera de Diseño
Industrial, por otro lado sobre la carrera de Ciencias de la Comunicación se tomó
la determinación de trasladarla hacia la Facultad en Toluca, enviando a los
alumnos que la venían cursando a que la concluyeran allá a partir del sexto
semestre y hasta el noveno; ello debido a que en la UAPZ se carecía de apoyos
de carácter técnico necesarios para la carrera según el Plan de Estudios. La
Facultad de Ciencias Políticas y A.P. en ese entonces fue la única que impartía
más de una licenciatura.
Foto del Edificio que ocupó la UAPZ de 1989 a 1997 cuyafunción inicial fue un hospital de participación tripartitaubicado en calle de Belisario Domínguez Nº 11.
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Estas instalaciones permitieron dar cabida por un tiempo más largo al crecimiento
natural de la Unidad, fue en estas instalaciones donde se creó el departamento de
Control Escolar hacia 1993, en cuanto a los espacios ya se pudo contar además
de las aulas, de los espacios administrativos y de la biblioteca con un pequeño
auditorio para 60 personas, además del servicio de una cafetería.
Este edificio fue funcional sólo por tres años, después se tuvieron que rentar otros
espacios particulares, uno de ellos y más alejado fue donde se instalaron los
talleres para la carrera de Diseño Industrial y después se rentó otro más cercano
para dar cabida a parte de la carrera de Enfermería y fue hasta que se usaron las
nuevas instalaciones de valle hermoso, cuando se dejaron de usar las
instalaciones particulares y arrendadas.
Foto de una casa rentada para subsanar la carencia de
aulas de la Lic. en enfermería
En Septiembre de 1997 se iniciaron las actividades en las nuevas instalaciones
construidas expresamente para albergar a la UAPZ, un edificio con 22 espacios
áulicos, sanitarios, biblioteca, siete cubículos para las Coordinaciones de las
carreras, espacios para el control escolar y para el personal administrativo.
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Aunque en un principio no existía la carretera de acceso pavimentada, esta se
acondicionó con apoyo del gobierno del Estado en el año siguiente.
Foto del acto de inauguración del primer edificio de la UAP
Zumpango 1999.
De izquierda a derecha aparecen: Ing. Víctor Manuel Pérez García, el entoncesrector M en A. Uriel Galicia Hernández, el Gobernador en turno Lic. CésarCamacho Quiroz y el entonces Secretario de Educación Pública
Las instalaciones de Valle Hermoso se realizaron en un terreno donado a la UAPZ
por el entonces presidente municipal Sr. Cecilio Barrera Reyes, el cual consta de
una superficie aproximada de 24 hectáreas, el terreno se ubica en una loma
aproximadamente a 4 Kilómetros del centro de Zumpango hacia el norte.
Esa donación, se considera fue el apoyo que la clase política local dio a la UAPZ
como muestra de querer que la Universidad se instalara en Zumpango.
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Fotos de los tres Coordinadores del C.U. ZumpAngo en 24años de vida.
Sergio Sánchez Galindo Izquierda,Victor M. Pérez García, centro y
Francisco Javier García Lavalley, Derecha.
La UAPZ desde su fundación ha tenido tres coordinadores generales, el primero,
C.D. Sergio Sánchez Galindo desde el inicio y hasta el 23 de junio de 1997, el
segundo, Ing. Víctor Manuel Pérez García del 24 de junio de 1997 al 10 de
septiembre de 1999 y el tercero, M.C. Francisco Javier García Lavalley del 11 de
septiembre de 1999, quien a la fecha febrero de 2011, aún funge con el
nombramiento de Encargado del Despacho de la Dirección.
Con la creación de estos nuevos espacios académicos, la Universidad Autónoma
del Estado de México ha entrado en un proceso de transformación acelerada, lo
cual ha hecho necesario la transformación y readecuación de su legislación, ya
que los nuevos espacios requieren de la readecuación del marco legal y jurídico,
pues su estructura es completamente diferente a la estructura y organización de la
Universidad Napoleónica adoptada por la UAEM. Este es un modelo de
universidad conformada por Facultades, las cuales frecuentemente se inician
como escuelas y cuando establecen estudios de un mayor nivel como es el caso
de las maestrías o los doctorados adquieren el estatus de Facultades.
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Otra de las diferencias observadas en los nuevos espacios universitarios, es que
en ellos se originan conductas diferenciales influidas por el entorno social
económico y político de cada región en la cual se ubican. También es menester
considerar la diferencia que marca el tipo de profesorado, el cual se integra de
manera muy sui géneris a partir de los profesionistas de la región, a los cuales se
ha recurrido como prospectos de profesores, algunos de ellos en el mejor de los
casos ya se han dedicado a la actividad docente en los espacios académicos del
nivel medio superior, pero muchos de profesores han tenido que llegar de los
espacios académicos más cercanos ubicados en el área metropolitana de la
Ciudad de México, ya que los académicos de las facultades en Toluca prefieren no
ser “desarraigados” de sus espacios con los cuales han adquirido cierta identidad.
Un aspecto que también hay que considerar en esta serie de cambios y
diferencias que se desarrollan en los nuevos espacios universitarios, es el tipo de
alumnado que en ellos se encuentra y que es proveniente del entorno, el cual por
lo general no es un entorno cosmopolita o metropolitano. Sobre todo hay que
considerar que los nuevos espacios han venido siendo creados en puntos
geográficos considerados estratégicos ya sea en los aspectos económico, político,
social o cultural, lo cual hace de estos nuevos espacios lugares diferenciales entre
sí, lo cual contribuye a la caracterización de cada espacio.
Todo ello ha tenido que ser puesto en la balanza al momento de pensar en las
formas de expandir una institución que se ha caracterizado por una tradición, la
cual se conforma por la cultura y la realidad del espacio en el cual se ha
convertido en Universidad Autónoma como lo que es el caso de la UAEM que
adquirió esa denominación desde 1956.
Así el espacio universitario constituido en la región de Zumpango es un espacio
también sui géneris, el cual se ha constituido una historia particular. Este hoy ha
transitado a una nueva forma legal y jurídica que responde a las nuevas
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exigencias de la realidad tanto nacional, internacional y local, hoy lo que fuera la
Unidad Académica Profesional Zumpango se ha transformado en el Centro
Universitario UAEM Zumpango, para lo cual se han tenido que modificar la ley
universitaria y el Estatuto que rige a la UAEM.
Desde la administración del Rector Doctor Rafael López Castañares se intentó
reformar el Estatuto Universitario. En esa ocasión se consideró una reforma que
involucró la participación de las autoridades de estos nuevos espacios y los puso
en una posición encontrada con los espacios universitarios de la ciudad de Toluca,
la situación se complicó por varios factores, pero que en esa ocasión no fue
posible avanzar en la reforma que diera sustento legal y jurídico a los nuevos
espacios, los cuales ya se habían desligado de manera fáctica de las Facultades
que les dieron origen en un principio.
En el caso de Zumpango se suscitó una fuerte contradicción entre el primer
Coordinador de este éste espacio que en un principio se le denominó Coordinador
General en virtud de que existían otros coordinadores encargados de la actividad y
la planeación académica de cada licenciatura y que originalmente nombrados por
los directores de las Facultades en Toluca, éstos desde 1989 empezaron a
mostrar desavenencias y diferencias con el Coordinador de Zumpango en los
aspectos de la organización y ciertas actividades operativas, los puntos ríspidos
surgieron con respecto a las indicaciones que recibían los coordinadores
académicos de parte de sus directores de Facultad las cuales frecuentemente se
contraponían con las indicadas por el Coordinador General, quien sin tener una
autoridad formal la empezaba a tomar por su cuenta en tanto no existían
indicaciones legales o jurídicas que indicaran lo contrario.
El Coordinador General pretendía ser la Autoridad en ese espacio no obstante
que su nombramiento fue de sólo de Coordinador de las actividades y su función
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era eminentemente administrativa, su nombramiento no implicaba la función de
autoridad tal y como se define en la legislación universitaria.
Las desavenencias que se suscitaron en el espacio universitario de Zumpango
según las versiones extraoficiales de los Directores de las Facultades de ese
entonces implicadas en la desconcentración académica en Zumpango, se
debieron principalmente a que el Coordinador General de Zumpango pretendía
que ellos, los Directores ya no intervinieran en los asuntos de aquel espacio que
consideraba era “su” espacio, pues argumentaba que desde Toluca se ignoraba la
realidad de Zumpango, por lo cual de una manera no siempre la más diplomática y
cautelosa, les urgía a que dejaran que él tomara las decisiones que según él en
materia de educación superior a la región convenían, pues consideraba tener la
visión, la formación, la perspectiva y la aptitud política (dentista) para hacerlo.
Poco a poco la situación quedó fuera de control tanto de parte de los Directores,
quienes ante las reiteradas violaciones a sus disposiciones tomaron uno a uno
posiciones de facto que se desentendían de lo que estaba aconteciendo en
Zumpango, llegó el momento que ya no quisieron saber más del asunto de
Zumpango. Por su parte las distintas autoridades de la universidad tuvieron que
tomar cartas en el asunto, pues las relaciones se habían deteriorada a tal grado
que la situación ya era inmanejable, se consideraba que Zumpango más que ser
una oportunidad para el crecimiento del prestigio universitario les parecía inverso,
pues éste poco a poco se tornaba todo un problema difícil de resolver, sobre todo
porque en ello estaban implicados varios Directores, los cuales si bien se puede
decir diferían en sus puntos de vista y en sus criterios de cómo debía manejarse el
asunto de Zumpango, todos coincidían en que las pretensiones del Coordinador
estaban fuera de toda previsión de la legislación, lo cual complicaba más el
asunto.
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El resultado de todo este panorama fue que las autoridades de la Universidad,
decidieron cortar los nexos existentes entre los Directores y todos los espacios
universitarios ubicados fuera de Toluca, ello con el propósito de evitar que lo
suscitado en Zumpango pudiera repetirse o contaminar a otros espacios en
condiciones similares. Sin embargo la ruptura fue sólo del orden de autoridad,
pues en el caso de lo académico se siguió dependiendo de los planes de estudio
de las Facultades, ya que los nuevos espacios carecían de la capacidad
académica, legal y jurídica para crear sus propios Planes de Estudio.
En el caso de Zumpango la situación se agravó cerca de la celebración de los diez
años de existencia de la Unidad Académica Profesional, ya que en ocasión de la
campaña que los candidatos a rectores hacen por los distintos espacios
universitarios les granjea su posible aceptación. Para ese memento histórico estos
espacios universitarios habían quedado desligados de las Facultades, por lo cual
también fueron excluidos de su derecho a participar en la propuesta de Directores
y consecuentemente también de Rectores.
Sin embargo aún así los aspirantes a la Rectoría consideraban que era necesario
tomar en cuenta de manera extraoficial a los espacios constituidos por las
Unidades Académicas profesionales. Así en ocasión de la gira proselitista de un
candidato a la Rectoría en 1996 y encontrándose en plena propuesta de su plan
de trabajo como aspirante se suscitó un hecho bochornoso, con todo y las
medidas ordenadas por el Coordinador, cargo al cual se le había anulado lo de
General, medidas que ordinariamente eran cuidadosas, en este caso lo fueron
para controlar la entrada al auditorio donde se escenificaría la exposición del
aspirante. No obstante de manera inexplicable hubo una “colada” definida como
alguien indeseable, fue el caso de una egresada de la licenciatura de sociología
quien logró burlar la vigilancia ordenada por el Coordinador, la filtración denotó
claramente que ya no tenía los apoyos necesarios para su continuidad.
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En esa ocasión la egresada, que si bien no era la más agraviada debido a su
condición de ex-alumna, ya que los alumnos son por definición un componente
transitorio de la comunidad universitaria, con todo y ello, la egresada de manera
sorpresiva para todos los ahí presentes, se dirigió al aspirante a la rectoría y de
manera un tanto arrebatada, entrecortada y evidentemente presa de la ira, pero
con gran dosis de verdad, la cual había sido vivida y por tanto corroborada por
muchos de los ahí presentes, la egresada de manera directa y sin ambages
increpó al Coordinador, lo acusó ante el aspirante a la rectoría, éste de momento
no supo que actitud tomar ante el auditorio, era claro que no esperaba un
escenario como ese cuando su anfitrión es inculpado súbitamente.
Fue tal la decisión de la egresada que se expresó de manera directa, sin
compasión ni miramientos, tampoco hizo caso de las recomendaciones del trato
diplomático que recomienda el manual de Carreño, desenvainó la espada de su
inconformidad, sólo ella supo con que motivos o razones, pero era evidente que
no le faltaban, de manera decidida lo desenmascaró y hasta desnudó la
personalidad de un Coordinador que hasta ese momento había dado muestra de
tener todo bajo control.
La serie de acusaciones provocaron que el increpado, quien se encontraba en su
papel de anfitrión sentado al lado derecho del aspirante a la Rectoría y que al oír
aquel airado reclamo, rápidamente su rostro se transformara y se tornara
desencajado, no supo que hacer en el momento, pero fue evidente que no tuvo
argumentos para enfrentar a la egresada, tampoco ejerció la autoridad que tanto
había deseado tener, sólo bajo la testa, quizá no se explicaba que había fallado,
quien lo había traicionado, el hecho para los ahí presentes fue revelador con su
actitud talvez reveló algún grado de culpabilidad o de debilidad o quizá pueda ser
interpretado como el desgaste de manera natural que provoca el sólo transcurso
del tiempo.
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El Coordinador había ya logrado conducir el barco de manera conjunta con los
coordinadores de las licenciaturas, sobre todo con aquellos que daban muestra se
ser más susceptibles a las presiones de una “autoridad de facto”, los cuales ya de
alguna manera habían sido domeñados o moldeados o predispuestos para tal fin,
las cosas parecían marchar como decía uno de esos coordinadores académicos
“todo bien todo bien”.
Las fisuras jurídicas hoy día han quedado zanjadas, el estatuto logró modificarse
sin más oposición, quizá las condiciones ya son otras y los acuerdos con los
actores clave han sido más fáciles, o quizá el rector actual tenga más visión de
realidad, o quizá se han suscitado todo un conjunto de condiciones que provee el
tiempo pero ya cada Centro Universitario cuenta con sus órganos colegiados.
Para el caso de Zumpango el órgano de Gobierno se conformó a principios de
2006 y el de gobierno en junio de 2007, este último se constituyó de manera
diferente a como sucedió en la mayoría de los Centros Universitarios de la UAEM,
aquí el Consejo Académico se conformó como lo prevé la legislación universitaria,
o sea por áreas académicas, sin embargo ello provocó que su conformación fuera
más tardía comparativamente con los otros Centros Universitarios.