Post on 21-Jul-2020
Boletín Nº246
Sara Rus en el Museo del Holocausto
En el mes en el cual recordamos el Día de la Solidaridad con las Víctimas del Atentado Terrorista a la Sede de la AMIADAIA,estudiantes y profesores de escuelas medias de nuestra ciudad visitaron el Museo del Holocausto y tuvieron la oportunidad
de conocer y escuchar el testimonio de vida de Schejene María (Sara) Laskier de Rus, sobreviviente de los camposde concentración de Auschwitz y Mauthausen y Madre de Plaza de Mayo L.F.
En este encuentro estuvieron presentes Claudio Altamirano, coordinador del Programa Educación y Memoriadel Ministerio de Educación porteño y Gabriela Scheyer, Directora Ejecutiva del Museo del Holocausto.
El Programa Educación y Memoria, en el marco de las actividades conmemorativas por el Día de la Solidaridad con las Víctimas delAtentado Terrorista a la Sede de la AMIADAIA, articuló acciones con el Museo del Holocausto para organizar la visita guiada paraestudiantes y profesores de 3er año de la EMEM N° 3 DE 9 Claudia Falcone y alumnos de 5° año de la Escuela N° 2 DE 1 "Domingo F.Sarmiento”, quiénes en sus proyectos pedagógicos están abordando estas temáticas.
La jornada se vio engalanada con la presencia de Sara Rus, sobreviviente de la 2° guerra mundial y Madre de Plaza de Mayo L.F., quienal finalizar el recorrido recibió a los visitantes para brindar con cálidas y emotivas palabras su conmovedor testimonio de vida.
La misión central del Museo del Holocausto es mantener viva la memoria de la Shoá y sus consecuencias para toda la humanidad,integrando en su visión histórica los sucesos de la Segunda Guerra Mundial y sus repercusiones en la Argentina. Su función es investigar,transmitir, informar, difundir y educar, con el objeto de concientizar a la sociedad acerca de las graves consecuencias del racismo, ladiscriminación, la xenofobia y el antisemitismo. El Museo ha sido declarado Sitio de Interés Cultural por la Legislatura de la CiudadAutónoma de Buenos Aires, por su esfuerzo y contribución permanente para incorporar la temática del Holocausto a la Educación comomodo privilegiado de recuperar la historia para prevenir la reiteración de actos racistas y violentos que amenazan una y otra vez a lahumanidad.
Los estudiantes fueron recibidos por Gabriela Scheyer, Directora Ejecutiva del Museo, las guías, y Claudio Altamirano, coordinador delPrograma Educación y Memoria, quienes les dieron la bienvenida. “Este es un espacio valioso de aprendizaje significativo. Aquíesperamos que puedan enriquecer sus conocimientos y adquirir más y mejores herramientas para desarrollar un juicio crítico y reflexionenacerca de lo que representó la Shoá y la última dictadura cívicomilitar. Para ello realizaremos la visita guiada en la primera parte de laactividad y luego tendremos el honor de escuchar el testimonio de Sara Rus. El objetivo es que hechos tan aberrantes no se repitan nuncamás en la historia humana, y para esto nada mejor que ustedes y sus docentes trabajando estos contenidos en la escuela”, con estaspalabras el profesor Altamirano dio por iniciada la actividad.
Nora y Cecilia, con un notable nivel de conocimiento y experticia pudieron interactuar con los estudiantes permitiéndoles conocer lascaracterísticas del antisemitismo, del racismo, los antecedentes de la segunda guerra mundial, la persecución a los judíos, el proceso dedeshumanización y el aislamiento al que fueron sometidos, la organización de los ghettos y los campos de exterminio, los fundamentosideológicos, políticos y económicos que se utilizaron para llevar a cabo la “solución final”. En paralelo, se fue proponiendo el análisis de loque ocurría en nuestro país en esos años de guerra y cómo impactaron en nuestra sociedad y en las decisiones de la dirigencia políticade aquel entonces los sucesos europeos.
En el auditorio del Museo, todo estaba dispuesto para que Sara Rus brindara su testimonio en primera persona. “El museo tiene laspuertas abiertas para ustedes y sus familias. Hoy, además, tenemos el honor de presentar a Sara, sobreviviente de la Shoá y Madre dePlaza de Mayo L.F. Para nosotros no hay nada más importante que los testimonios, sus vidas son ejemplos de lucha y coraje, y creemosque es un privilegio que hoy pueda estar aquí”, dijo Scheyer, dando inició a este momento tan especial.
Altamirano, dirigiéndose a los presentes, manifestó: “Estoy orgulloso de ver el grado de compromiso, el nivel de escucha, sus miradasatentas y sus preguntas durante la visita guiada. Esto habla de su calidad humana y del trabajo que realizan sus docentes. Agradezco aGabriela por este espacio pensado y organizado para generar reflexión y construir conocimiento. Cuando muchos silenciaban y mirabanpar otro lado, Sara, luego de una vida de lucha, siguió trabajando por la verdad y la justicia, su vida es un ejemplo. Sara, con una dulcemirada y sonrisa de satisfacción agradecía este reconocimiento.
“No es fácil llegar a mi edad y poder contar mi historia, pero lo hago con ganas porque lo que importa es que el mundo sepa por todo loque pasamos y hasta donde se puede llegar” dijo Sara, visiblemente emocionada.
En un clima intimista, Sara recorrió los pasajes más significativos de su vida: su infancia y su familia, su vida en el ghetto, las dificultadesde sobrevivir en esas condiciones, los traslados a los campos de concentración, los malos tratos, las humillaciones y carencias a las quefueron sometidos, la esperanza en medio de tanto dolor y sufrimiento, el miedo y el coraje de una niña creciendo durante la guerra y losescollos de volver a organizar su existencia en la posguerra, como fue la llegada de su familia a la Argentina y los nuevos obstáculos paraintegrarse y reconstruir su vida en nuestro país.
Los estudiantes escucharon atenta y respetuosamente esta primera parte de su testimonio. Pero el dolor volvería a golpear fuertemente aSara, cuando durante la última dictadura cívicomilitar, su hijo Daniel Lázaro Rus, científico de la Comisión de Energía Atómica, fuerasecuestrado y desaparecido. Con congoja, relató sus años de búsqueda y su unión a otras madres que tenían el mismo destino: reclamarpor la verdad, la justicia y la aparición de sus hijos.
Sin perder su calidez y su sonrisa, a pesar de todo el dolor vivido, Sara finalizó dejando para las generaciones futuras un mensajeesperanzador. “Lo más importante es saber apreciar la vida y saber querer,…” Vivir con felicidad y no con tristeza “. Y sepamos que elodio mata pero el amor vence”.
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En el mes en el cual evocamos los caminos recorridos para llegar a ser un pueblo independiente, no podemos dejar de recordar ellamentable atentado a la vida que en plena democracia produjo una herida profunda en nuestra sociedad: la AMIA, sus 85 muertos y másde 300 heridos nos obligan una y otra vez a pensar el valor que le damos a la vida, el respeto a las diferencias, la tolerancia a todas lasmanifestaciones culturales, ideológicas y sociales que nos conforman como sociedad plural. Recordar es volver a pasar por el corazón,hasta que entendamos que sólo valorando la vida y la libertad se consigue la auténtica independencia.
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