Post on 12-Mar-2020
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Según autoridades del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, consultores en aeronáutica
les recomendaron cortar 26 metros del cerro porque interfiere con la operación del NAICM
San Pablo Tecalco, un pueblo originario
en defensa de su cerro
El 13 de agosto de 2016 se realizará una jornada académica, ceremonial y cultural, por la
defensa del cerro de Chiconauhtla, en este paraje natural
El comité autónomo de agua potable de este pueblo ha señalado la importancia que
juega el cerro en la recarga de los acuíferos de la cuenca de México
Hace dos años interpusieron un juicio de amparo –aún sin respuesta– en contra de la
autorización de un conjunto urbano en las faldas del cerro, en contra del Ayuntamiento
de Tecámac, la Secretaría de Desarrollo Urbano del Estado de México y CONAGUA
IMAGEN 1. Vecinos de San Pablo Tecalco y otras comunidades de Tecámac, Acolman, Ecatepec y el Distrito Federal nos reunimos en la “Primera jornada de reforestación” en el cerro de Chiconauhtla, el 9 de junio de 2016. Foto: HCO.
Comité Autónomo de Agua Potable de San Pablo Tecalco
Brigada Comunitaria contra el Urbanismo Salvaje
Contacto: Facebook <Tecalco Aguas Obras>; correo e: colectivoautogestivo@hotmail.com,
verayo68@hotmail.com; Tel.: 55-4255-5238; 55-3750-0302; 55-3577-4346
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San Pablo Tecalco, 1 de Agosto de 2016
Son muchos los ejemplos de las poblaciones que han tenido que unirse para salir a la
defensa de su territorio o sus recursos naturales y enfrentar a los poderosos intereses
económicos y políticos. Un ejemplo más es lo que está sucediendo en la localidad de San
Pablo Tecalco, Tecámac, Estado de México, con relación a su cerro (ver Mapa anexo), en
donde varias problemáticas demuestran una severa devastación ambiental: la
multiplicación de minas de materiales pétreos y basureros al margen de la regulación
ambiental, la construcción de conjuntos urbanos en terrenos no aptos para el desarrollo
urbano, y ahora, como si fuera poco, el proyecto del gobierno federal de cercenar el cerro
para permitir la construcción del nuevo aeropuerto de la ciudad de México.
El pueblo de San Pablo Tecalco se ubica en el Estado de México, al sur del municipio
de Tecámac, el cual es la demarcación dentro de la Zona Metropolitana del Valle de
México (ZMVM) con el mayor índice de crecimiento en los últimos 20 años. Ubicado en un
lugar estratégico del contexto metropolitano, en el eje México-Pachuca, fue declarado en
2008, cuando el gobernador del estado era Enrique Peña Nieto, como una de las Ciudades
Bicentenario, junto con Zumpango, Huehuetoca y otros municipios de la región de Toluca.
Estas fueron llamadas así para designarlas como espacios estratégicos de una política de
desarrollo urbano y reordenamiento territorial, en donde se alojarían cerca de 500 mil
nuevas viviendas antes de 2020.
Por su parte, el cerro de Chiconauhtla, es un importante pulmón urbano, y zona de
recarga de los acuíferos que está ubicado al sur del municipio, en el vértice de los límites
de Acolman, Ecatepec y Tecámac, y es un referente geográfico central, como punto
divisorio entre el centro y el norte, el este y el oeste de la cuenca de México.
Surge un movimiento en defensa del cerro
La noche del 30 de mayo del 2016 los habitantes de Tecalco quedamos desconcertados
cuando observamos que en el programa de Televisa, “Punto de Partida”, dirigido por la
periodista Denise Maerker, se informaba acerca de los avances en la construcción del
nuevo aeropuerto de la ciudad de México. Allí, sin sutilezas, el ingeniero Raúl González
Apaolaza, titular de la Dirección Corporativa de Infraestructura del Nuevo Aeropuerto de
la Ciudad de México (NAICM), informaba que existe una recomendación de parte de MITRE,
una empresa consultora en aeronáutica de origen norteamericano, en el sentido de que es
necesario rebanar la cima del cerro de Chiconauhtla, por encontrarse en el eje visual de una
de las pistas de despegue.
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La reacción por parte del pueblo no se hizo esperar. A lo largo del mes de junio
realizamos dos asambleas vecinales en las cuales se expuso y se analizó la noticia, y se
decidió actuar en dos frentes. Por un lado, solicitar información, y por otro lado,
organizarnos para impedir que se lleve a cabo este despropósito. No hay que olvidar que el
Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) es una empresa de participación
mayoritaria del estado, y como ente paraestatal, está obligado a transparentar su gestión.
Así, solicitamos información, por medio del portal de transparencia del INAI, para conocer
a detalle el supuesto estudio del espacio aeronáutico del NAICM, sin que hasta el
momento se haya dado respuesta por parte de la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes (SCT) ni del GACM.
Por otra parte, el 9 y el 23 de julio realizamos dos jornadas de reforestación, con el
concurso amplio de la comunidad. Quienes respondieron a este llamado fueron personas
de San Pablo Tecalco, así como de pueblos del vecino Acolman, de Santa María y Santo
Tomás Chiconauhtla, de Santa María Ozumbilla, así como de otras colonias y
asentamientos circundantes al cerro. El interés común era el de señalar la necesidad de
conservar y valorar la importancia que tiene el cerro en términos ambientales, culturales y
arqueológicos. En esa ocasión, en una ambiente de verdadera solidaridad, se sembraron
fresnos, oyameles, cedros blancos y truenos, gracias a la asistencia técnica de la
Universidad Autónoma de Chapingo, que afirma que en las condiciones en que se
encuentra el cerro recomienda reforestar con especies de árboles nativos.
No hay que dejar de mencionar que en la cima del cerro se encuentran unas piedras
con marcadores astronómicos prehispánicos, registrados como sitios arqueológicos por el
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Estos marcadores, según lo
asentaron los arqueo-astrónomos Anthony F. Aveni y Horst Hartung, en un estudio
titulado “The Cross Petroglyph: An Ancient Mesoamerican and Calendrical Symbol”, son
marcas de cruces grabadas sobre rocas y pisos de edificios en varios lugares de
Mesoamerica y tienen un probable origen teotihuacano. Las cruces del cerro de
Chiconauhtla son muy importantes, porque están alineadas con la pirámide del Sol de
Teotihuacan: desde esa posición, en el amanecer del solsticio de verano, se ve aparecer el
sol encima de las emblemáticas pirámides (Ver Imagen 2).
Los antecedentes
La asociación civil “Tecalco, Aguas, Obras y Eventos” es el nombre de uno de los ocho
comités autónomos de agua potable que existen en los pueblos de Tecámac. Todos ellos
tienen en común que son organizaciones comunitarias que se encargan de prestar un
servicio público, como es el abasto de agua potable. Estos comités de agua son una entre
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varias instituciones comunitarias de los pueblos que se rigen por usos y costumbres. Vale
la pena mencionar que los gobiernos federal y estatal no han visto con buenos ojos estos
entes comunitarios: los tienen como un estorbo en sus afanes de privatización. Para la
muestra basta mencionar que los fallidos proyectos de ley encaminados a la privatización
del agua han buscado otorgar el control del agua a las grandes corporaciones, en
detrimento de la propiedad social.
IMAGEN 2. A un lado de una de las cruces punteadas del cerro de Chiconauhtla se observa al señor Aristeo Duarte Romero, cronista de Chiconauhtla, ofreciendo una explicación de la importancia histórica de este cerro. Esto tuvo lugar durante una visita de prospección realizada por la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH, el pasado 27 de junio. Foto: HCO.
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Además, hay que mencionar que entre 2005 y 2006 hubo un fuerte conflicto en la cabecera
de Tecámac, pueblo que también cuenta con un sistema autónomo de agua. En aquel
entonces, el priista Aarón Urbina Bedolla ―quien estaba en su segundo mandato como
presidente municipal, y que hoy ocupa el mismo cargo por cuarta ocasión― intentó
despojar al pueblo de su sistema de agua y de sus pozos. Los comités de agua y los pozos
que detentan son un bien muy preciado, no sólo para un político que se ha distinguido por
abrir las puertas a las empresas inmobiliarias desde 1997, cuando ocupó por primera vez la
presidencia del ayuntamiento de Tecámac, sino para los empresarios, que han construido
más de 250 mil viviendas nuevas en los últimos 15 años. Sin embargo, en aquel entonces el
pueblo se batió valientemente, contra los granaderos y en los tribunales, para impedir que
se consumara ese despojo disfrazado de municipalización.
IMAGEN 3. En julio de 2012 inició en San Pablo Tecalco una campaña de educación y concientización, que pretende revertir el proceso de ruptura comunitaria que había significado la compra de tierras del ejido. Uno de los resultados de esta campaña fue el cambio de dirección en el comité autónomo de agua, que desde entonces ha encabezado la lucha por la defensa de los recursos de la comunidad. Foto: HCO.
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San Pablo Tecalco es una comunidad de seis mil habitantes, cuyos orígenes históricos se
pueden rastrear hasta la época prehispánica. En octubre de 2012 asumió funciones el actual
comité directivo en medio de una situación financiera apremiante, además de que su pozo
era, hace cuatro años, insuficiente para abastecer a toda la población. Eso los ponía en una
posición vulnerable, y los colocaba en primera línea en los planes de municipalización.
Mientras que en este pueblo se sufría de escasez, en las faldas del cerro de
Chiconauhtla ―que son parte del ejido de San Pablo Tecalco― se empezó a perforar en 2013
tres pozos profundos que tenían como objetivo abastecer uno de estos desarrollos
habitacionales. El comité de agua potable de Tecalco, denunció esta situación ante la
Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), en razón a que esta misma autoridad ha
determinado que el acuífero del valle de México está sobreexplotado. En un principio los
pozos que se perforaban en el cerro fueron clausurados, pero poco tiempo después, y sin
razón aparente, se levantaron los sellos. Ya para entonces era más que evidente que ningún
obstáculo legal iba a ser un impedimento para la empresa Sadasi S.A. de C.V., una de estas
grandes constructoras que manejan recursos financieros ilimitados.
Proceso jurídico en defensa del agua
El 4 de agosto de 2014 apareció publicado en la Gaceta de Gobierno del Estado de México
la autorización para construir el conjunto urbano “Héroes San Pablo”, por parte de Sadasi.
Se trata de un proyecto en el cual se pretenden construir 4 979 viviendas en una superficie
de 86,28 hectáreas ubicadas en el Ejido de San Pablo Tecalco.
Aún antes de que se otorgara la autorización de construcción ya se habían iniciado
las obras de acceso vial, razón por la cual se solicitó la intervención de la Procuraduría del
Medio Ambiente del Estado de México, para que hiciera una inspección de las obras y una
revisión del proyecto; sin embargo, este organismo no consideró que hubiera violaciones
graves a la legislación ambiental. Para el comité de agua ya era evidente que este proyecto
de desarrollo urbano estaba entendido para pasar por encima de cualquier lineamiento
normativo, razón por la cual, en el momento en que fue publicada la autorización, decidió
iniciar una lucha jurídica por medio de la interposición de un juicio de amparo en contra
del ayuntamiento de Tecámac, la Secretaría de Desarrollo Urbano del Estado de México, la
CONAGUA y las autoridades o entes particulares que resultaran responsables.
Son varios los argumentos en los que se basa la solicitud de amparo. En primer
lugar, el ayuntamiento promulgó en enero de 2013 el “Plan Parcial de Incorporación
Territorial, Polígono Tecalco”, el cual es una artimaña para incorporar al suelo urbano una
franja del cerro de Chiconauhtla. El “Plan Municipal de Desarrollo de Tecámac”, aprobado
en 2007, establecía con toda claridad que los terrenos cerriles ubicados a una altura mayor
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de 2 300 metros debían ser incorporados a la zona de protección ecológica. Pero esto se
modificó de un plumazo, sin que hubiera de por medio una consulta al pueblo.
Por otra parte, el comité demandó el hecho de que se había empezado a realizar la
perforación de tres pozos profundos, siendo que la CONAGUA ha reportado que la cuenca
de México está en estado de sobreexplotación hídrica. También se argumentó en el sentido
de que esos pozos habían sido perforados sin que hubiera de por medio un título de
concesión en el lugar donde se excavaron los tres pozos. Por tales motivos este organismo
del orden federal resolvió clausurar de manera temporal los pozos de agua. Sin embargo,
el 30 de octubre de 2014 retiró los sellos de clausura, en un acto cuya legalidad no queda
del todo clara a los ojos del comité de aguas de San Pablo Tecalco.
IMAGEN 4. En septiembre de 2014 se llevó a cabo una inspección junto con la oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los derechos humanos. Se observa uno de los pozos que fueron clausurados temporalmente por CONAGUA. Foto: HCO.
Un tercer argumento iba en el sentido de que, según el Reglamento del Libro Quinto del
Código Administrativo del Estado de México, se establece que para la obtención de una
licencia de uso de suelo para proyectos de desarrollo urbano que ocupen más de seis
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hectáreas se requiere un dictamen de impacto regional, documento que no estaba
acreditado dentro de la citada autorización al conjunto urbano.
Cuando los juzgados leyeron todos estos argumentos, en lugar de analizar la
complejidad del caso, se detuvieron en el hecho de que se apelaba al derecho a la consulta
que tienen los pueblos indígenas para que se desarrollen proyectos en su territorio.
Primero cuestionaron la personalidad jurídica del comité, y le preguntaron en qué se
basaban para afirmar que son una representación comunitaria, y sobre todo, cómo podía
demostrar que San Pablo Tecalco es un pueblo indígena. De esa forma empezaban las
trabas dentro del proceso. El asunto se subsanó mediante un dictamen antropológico
suscrito por especialistas en la materia, el cual se anexa al presente boletín. Sin embargo, se
tardó más de un año para que los jueces pasaran a dictaminar el fondo del asunto.
Los obstáculos y las dilaciones al proceso no se han detenido allí. Para entonces,
supuestamente la empresa ya había logrado subsanar varias de las irregularidades previas
a la obtención de la autorización. Pero aún no ha logrado demostrar que los pozos por
medio de los cuales pretende dar el abasto de agua en “Los Héroes San Pablo” no afecten
el equilibrio ecológico regional y el ciclo del agua. El comité presentó, el 13 de octubre de
2015, un dictamen hidrogeológico, realizado por académicos de la UNAM, contrario al que
había presentado Sadasi, que es un estudio de geofísica realizado por una empresa
privada, que no es propiamente un estudio hidrogeológico, sino un estudio para demostrar
que sí existen posibilidades de aprovechamiento del agua del subsuelo.
Uno de estos amparos está estancado mientras se determina quién puede practicar
un tercer peritaje, que determine si la existencia de estos pozos significa un impacto
negativo para la región. Mientras tanto la justicia no sólo se tarda, sino que cojea, y dada la
manera en que se han dado los procedimientos, no permite que el pueblo abrigue una
esperanza de que verdaderamente llegue algún día. Y por su parte, la constructora no se
detiene: el desarrollo ya está concluido en más del cincuenta por ciento de la obra y en
algunas secciones ya se encuentra habitado.
Conclusiones
De todo lo anterior se deduce la pobreza del estado la elaboración de los planes de
desarrollo urbano; la omisión de parte de las autoridades municipales y estatales en su
trabajo y la sujeción total a lo que determinen los desarrolladores inmobiliarios; y la
irracionalidad, las mentiras y la visión parcial de parte de las empresas privadas a la hora
de elaborar estudios de impacto ambiental.
Mientras que desde la visión de los políticos y de los capitales privados se destaca el
desdén por la naturaleza, en el pueblo empieza a gestarse un cambio de visión y de
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concientización, antes de que la avanzada del progreso nos aniquile. Por tales razones, en
San Pablo Tecalco decidimos denunciar estos hechos, y ante las nuevas y crecientes
amenazas del capital, vamos a realizar en el cerro un encuentro de las comunidades: “Gran
Fiesta de los Protectores: Cerro de Chiucnauhtlan: Historia, Memoria y Patrimonio
Cultural”, el sábado 13 de agosto de 2016, en la cima de nuestro cerro.
IMAGEN 5. Para los estudios de impacto ambiental de las empresas, avalados por las autoridades, la naturaleza en el cerro de Chiconauhtla no tiene ninguna importancia; para nosotros, la biznaga, que es una especie amenazada, es la fuerza que nos sostiene vinculados con la tierra. Foto: HCO.
IMAGEN 6. Desde tiempos históricos el cerro de Chiconauhtla ha tenido una enorme importancia dentro del paisaje cultural de la cuenca de México. Su defensa debe ser una tarea compartida de manera solidaria por todas las comunidades interesadas en la preservación del medio ambiente. Foto: HCO.
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MAPA 1. Territorio de San Pablo Tecalco y sus asentamientos vecinos. Fuente: Aerofotografía digital,
tomada de Google Earth (2016), con información del Archivo General Agrario.