Post on 01-Apr-2016
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Terminando Bien
Por: Alejandra Amador
Gerente de Servicios al Ministerio
Compassion Honduras
Que hermosa bendición la que Dios nos ha dado en depositar su
confianza en nosotros para hacer tan maravillosa labor en favor de
los niños y jóvenes de nuestro País.
Muchos de nosotros hemos escuchado esta frase en el Ministerio:
“Terminando bien”, esto quiere decir, terminando con éxito.
Algo importante para poder terminar bien toda obra que
emprendemos es comenzar bien, es asegurarnos de seguir las
normas y pautas correctas para llegar a ese fin tan deseado de
manera exitosa.
Así como nos toca invertir tiempo y esfuerzo para que nuestros niños y jóvenes
terminen bien, también necesitamos hacerlo con nosotros para que en sus vidas
podamos ver el fruto y que también el propósito de Dios sea cumplido en
nosotros y a través de nosotros.
Hay una realidad y es que como seres humanos queremos
sentirnos plenos en la vida y culminar bien. Normalmente
cuando nos preguntan: ¿Cómo quieren terminar su vida?
Podría asegurar que nadie piensa en querer terminar mal,
todos quieren terminar bien.
Hoy en día los mensajes que nos bombardean por todos los
medios, es que podemos hacernos ricos, populares,
poderosos, famosos, hermosos, alcanzar la cima y tenerlo
todo y para muchos esto significa estar bien o terminar bien.
Pero quienes hemos decidido entregar nuestra vida al Señor
Jesucristo sabemos que nuestra motivación es otra, no son las
riquezas, ni la fama. Nuestra plenitud se alcanza cuando
estamos seguros que tenemos un propósito y que este tiene
que ver con servir y apoyar a otros.
El apóstol Pablo escribió, "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos
en ellas" (Efesios 2:10).
Es bueno saber que Dios desde antes que naciéramos, ya tenía un plan para cada
uno de nosotros y su plan que todo lo que hagamos sea para bien. Las buenas
obras son el resultado necesario de nuestra salvación por la gracia mediante la
fe. Dios destinó estas buenas obras en su propósito para nosotros.
Esto quiere decir que somos parte de su propósito, así como Dios pone en nuestro
camino personas que tendrán un efecto permanente en nuestras vidas, también
así ha dispuesto que nosotros lo tengamos en otras personas, y si lo pensamos
bien, todo lo que hacemos en esta vida va relacionado a nuestras relaciones con
las otras personas, y por tanto podemos entender que tenemos un llamamiento
santo, debemos de estar preparados para realizar aquello que Dios nos envió y
que estemos listos para hacerlo en el momento que nos sea indicado por El.
Que debemos hacer entonces para terminar bien mientras hacemos nuestra
labor:
1. Pelear la buena batalla.
En la vida constantemente estamos librando batallas y debemos recordar que
estamos en el equipo ganador, tenemos asegurada la victoria pero tenemos que
apoderarnos de cada una de las promesas. Jacob luchó por una bendición y Dios
lo bendijo. ¿Estás peleando la buena batalla? Ahora ir a una batalla requiere que
aprendas a conocer y usar las armas que tienes. Cuando conoces tus armas y las
usas bien acabas con los gigantes. ¿Cómo estás librando las batallas de la vida?
2. Terminar la carrera.
La vida es una carrera y debemos correrla bien si queremos ganar el premio. Lo
importante no es correr la carrera es poder terminarla. No pretendas vivir la vida
tomando atajos como en la carrera de la liebre y la tortuga. Para terminar la
carrera necesitas mantener la disciplina, la paciencia, la determinación, el gozo.
No puedes terminar la carrera bien si no te ejercitas para la misma. ¿Estás
preparándote para el futuro? ¿Cómo te ejercitas para llegar a dónde quieres
llegar?
3. Mantener la fe.
Todos hemos leído acerca de la fe y hemos escuchado historias de
fe, pero ¿Tengo fe de que eso va a suceder en mi vida? ¿Cuánto
tiempo debo esperar? Aquí tengo dos cosas que decirte, una que si
tienes fe demuéstrala con tus acciones, establece un plan de acción
y ejecútalo para llegar a tu destino, y lo segundo que es bien
importante y es que la fe requiere espera hasta que Dios nos permita
avanzar en su tiempo. La clave en todo esto es obediencia. Abraham
esperó 25 años para ver su destino cumplido, Moisés esperó 40 años,
David 14 años. ¿Cuántos años tienes que esperar? No lo sé, lo que si
se es que debes tomar acción, debes caminar hacia tu destino y Dios
te irá mostrando lo que necesitas aprender. Sobre todo él quiere es
transformar tu ser así como lo hizo con cada uno de los héroes de la
fe. ¿Estás manteniendo la fe en ti o en Dios?
Tu futuro será de acuerdo a lo que veas en tu corazón y te llene de gozo,
siempre que no sea contrario a la Palabra de Dios.
Que el presente, que los cambios y todo lo que acontece a nuestro alrededor no
sea un obstáculo para terminar bien la carrera que hemos iniciado, Dios ha
puesto un hermoso tesoro en nuestras manos y ha confiado en que nosotros
podemos hacerlo bien. Para terminar bien en la vida necesitamos la actitud de
Pablo: “He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido
en la fe.”2 Tim. 4:7 Sigamos firmes hacia la meta. Dios está con nosotros.
El estado de embarazo en una mujer es una de las
etapas más felices en la vida. La llega de un bebé es un regalo enviado por Dios, envuelto en ternura y amor. Tristemente, cuando algunas mujeres hondureñas se dan cuenta que están embarazadas, episodios de duda y miedo invaden sus vidas, ya que sus circunstancias definitivamente no son fáciles. Donelia Hernández es una mujer humilde y cándida, quien es una beneficiaria del Programa de Supervivencia Infantil (PSI) HOCS06 en la Comunidad de Cofradía, ubicada en la zona norte de Honduras. (El PSI en Honduras es relativamente nuevo. Después de su apertura en Enero 2014, el Programa ha impactado la vida de casi 276 mujeres en seis diferentes comunidades). A la edad de 32 años, Donelia es madre soltera de dos hermosos varones: Kevin quien tiene 12 años de edad y Cristian, un bebé de seis meses. Con el fin de proveer alimento para sus hijos, Donelia lava ropa ajena tres veces por semana o cuando se presenta la oportunidad.
Pero la vida no ha sido un
viaje fácil para Donelia. Hace
algunos años se separó de su
primera pareja, quien le
causaba violencia doméstica.
Después de separarse de su primera pareja,
Donelia visualizó que sus problemas iban a desaparecer. Sin embargo, enfrentó situaciones aún más difíciles que cambiaron su vida completamente. “No podía encontrar trabajo. Las condiciones de vida de mi hijo y las mías comenzaron a empeorar. Estábamos rodeados por el caos, ya que no teníamos lugar donde vivir, ni comida en la mesa. Comencé a pedir dinero en las calles con el fin de alimentar a mi hijo” Compartió Donelia. Un día, mientras Donelia estaba en las calles
pidiendo dinero, algo inesperado pasó. Donelia
decidió dejar a Kevin su hijo mayor, con sus
parientes. “… El I.H.N.F.A se había llevado a mi
hijo. Sentí un dolor profundo, pero decidí tener fe
en Dios. Más allá de mi falta de recursos, tenía la
certeza que Dios cuidaba de Kevin y de mi
persona. ” Compartió Donelia.
Habían pasado varios meses desde
que Kevin había sido llevado por el
I.H.N.F.A. Donelia comenzó a
trabajar temporalmente en el
Batallón de Infantería, lavando ollas,
barriendo y trapeando. Después de
un tiempo, Donelia no fue vista más
en las calles y pudo recuperar a
Kevin. Además ahorró dinero para
comprar láminas de zinc y construir
un cuarto para ella y Kevin.
El año pasado, Donelia conoció a su
segunda pareja, quien no
permaneció a su lado cuando
Donelia se dio cuenta que estaba
embarazada. “No tenía idea que
estaba embarazada. Pero aún con
mis dificultades, no iba a decaer y
haría mi mejor esfuerzo por tener mi
bebé” agregó Donelia.
En noviembre 2013, Donelia se
registró en el PSI HOCS06 cuando estaba por dar a luz a su segundo bebé. Después que el PSI HOCS06 inauguró oficialmente operaciones en Enero 2014, Donelia y su bebé Cristian asistieron a los actos de apertura. Carol, Implementadora del PSI HOCS06
agregó: “Donelia es muy
comprometida. Está puntual en las
reuniones a las cuales se le convoca. Le
hemos enseñado ejercicios sobre
estimulación del motor fino y grueso de
su bebé y ella los practica con Cristian.”
Donelia se siente apoyada y animada por las
Implementadoras del PSI, quienes oran por
ella y le proveen consejería. Donelia está
asistiendo a la Iglesia actualmente, fue
bautizada y recibió una Biblia. “He
aprendido a confiar y tener fe en Dios. Mis
hijos y yo nos sentimos bendecidos, y
sabemos que Dios es nuestro proveedor y
protector”, compartió Donelia.
A través del PSI, Donelia ha aprendido sobre
temas de higiene personal e higiene para el
bebé. Donelia ha aprendido sobre como
alimentar a Cristian adecuadamente y qué
nutrientes el bebé necesita, de acuerdo a su
edad. Además, Donelia ha recibido provisión
de alimentos para ella y sus hijos y leche en
polvo para Cristian. Donelia ha sido
beneficiada con evaluaciones médicas para
ella y Cristian. En el mes de mayo, Donelia
tuvo la oportunidad de participar en un
paseo, donde celebró el Día de las Madres
con el resto de las madres del PSI.
“Me gusta ir a la Iglesia. También me gusta
cuando el Pastor pone sus manos sobre la
cabeza de Cristian para orar por él. Mi deseo
es que mis hijos sean hombres de Dios y que
crezcan bajo su sabiduría.” Compartió
Donelia con alegría.