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Valeria Esposito Mensajeros instantáneos: Radiografía afectiva de la Postmodernidad Comunicación Otra; Análisis de las relaciones sociales que se tejen en el Messenger y otros espacios de socialización on-line.
Esposito, Valeria. Mensajeros Instantáneos: Radiografía afectiva de la posmodernidad 1ra edición, Buenos Aires - www.semiostudio.com.ar -Octubre de 2007 (Versión e-book). ISBN: 978-987-05-3410-5 Hecho el depósito que marca la ley 11.723
Imagen de tapa (versión/ adaptación) Girl at Piano, 1963, Roy Liechtenstein.
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Prólogo......................................................................................7 1- La introducción
2- Los capítulos
3- Las preguntas de investigación
Capítulo I: Comuniquísmo, Comunicología, Comunicomancia (El estado del Arte, definiciones útiles. Posturas teóricas sobre la
web)………………………………………………………………………………………..12
1- De rigor… una cronología de la gestación
2- Tecnofascinados, tecnodesencantados y tecnocríticos
3- Nuevamente de etiqueta… la historia del chat
4- ¿De qué hablamos cuando hablamos de mensajeros instantáneos?
5- ¿Qué es lo virtual?
6- Lo que hasta ahora se dijo del chat y los mensajeros instantáneos
7- Clasificación de los vínculos que se producen en Internet
8- Anonimato… Ser o no ser
9- ¿Por qué los ciberbares se parecen a un callejón del Bronx? Folksonomías
y reciclaje… Una respuesta posible
10- Nos quedamos con las ganas… Porque I Planells ya lo hizo. Análisis
discursivo de los mensajes escritos que se intercambian en un chat abierto.
Capítulo II: Indudablemente a Jakobson… Lo hubiéramos mareado. (Más allá del principio de la evidencia… Estudio cultural y en comunicación del medio)…………………………..........................................33
1- De la era de los medios masivos a la comunicación ‘punto-grupo-
bidireccional’.
2- “Yo quiero tener un millón de amigos”: Relaciones interpersonales
3- ¿Graffitis digitales, O… Nicknames?
4- El Chat: ¿Género confuso o lenguaje con todas las de la ley?
4
Capítulo III: Bam! Pow! Splam!... “¡Esto es juego!” (Análisis del marco metacomunicativo… y algunas condiciones de producción)…………………………………………………………………………… 48
1- La burla y la risa.
2- Un diálogo sin apresto ni jerarquías.
3- ¡All you need is pop!
4- ¿Eso es un guiño, un smile o una alucinación? (La nueva comunicación
lisérgica)
Capítulo IV: ¡Está ahí; No lo veo… Pero me habla! (¿Por qué cuando hablamos nos sentimos tan cerca? Análisis de rasgos indiciales y enunciativos)………………………………………............. 64
1- Las comunicaciones sincrónicas on-line son principalmente indiciales.
2- Acabar con la ausencia… En un solo gesto. El monopolio de la presencia.
3- Jugar al gallito ciego… digo más y no te veo.
El cuerpo
La mirada
4- Motion Pictures o filmes… el lugar de la webcam
5- Jugar al amigo invisible (y anónimo)
6- Reinventar el abecedario en un soliloquio compartido, infantil y familiar.
Capítulo V: Mensajeros instantáneos; Síntoma de esta cultura frita! (Cómo del Estado de Bienestar pasamos al Estado ¿de Malestar?… y la restitución del equilibrio. Conclusiones.)……………………………………………. 88
1- Del Estado de Bienestar al…. ¿Estado de Malestar?
2- Falta y resto: Conclusiones
Post-data: agradecimientos................................................................99
Bibliografía…………………………………………………………………………...101
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“Dirijo sin cesar al ausente el discurso de su ausencia; situación en suma
inaudita; el otro está ausente como referente, presente como locutor. De esta
distorsión singular, nace una suerte de presente insostenible; estoy atrapado
entre dos tiempos, el tiempo de la referencia y el tiempo de la alocución: has
partido (de ello me quejo), estás ahí (puesto que me dirijo a ti). Sé entonces lo
que es el presente, ese tiempo difícil: un mero fragmento de angustia”
Roland Barthes.
A mi papá, que me enseña a transitar…
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Prólogo
1- La introducción:
Tal como a mediados del 1800 el Ferrocarril acortó las distancias
geográficas, aceleró los lapsos y, consecuentemente, modificó la percepción
del tiempo y el espacio, produciendo una revolución no sólo en los modos de
producción sino en todo el complejo sistema de representaciones sociales; el
mensajero instantáneo (Messenger) software paradigmático del las
comunicaciones mediadas por computadora (CMC) sincrónicas y espacio de
socialización definible en Internet viene, en este giro de supresión de
distancias espacio-temporales y culturales, a cerrar ese camino inaugurado
con la invención del tal medio de locomoción.
De este modo, el mensajero inicia la construcción de uno de los últimos
peldaños de la supresión de distancias; llega para terminar con la sociedad
del espectáculo –instaurada por los medios masivos de comunicación
audiovisuales- y, sin embargo, para instalar la inerte quietud que todo sujeto
debe mantener al estar al frente de una pantalla y la consecuente
desmovilización político-social que esto implica.
Es en el contexto del Estado Postsocial y el sistema económico neoliberal que
esta tecnología es acogida por los usuarios, que en su práctica de
chateadores incipientes o aprendices de diálogos orales-escritos, se
acomodan a este nuevo modo de vivir… En el que “paradójicamente estar
cerca, implica estar lejos” (Neri, 2001). Y sin embargo, ese diálogo-risa -
comunicación-entretenimiento- por el efecto del dispositivo técnico y el
estatuto ontológico del habla, logran acercar en la distancia. Esa tercera
persona ausente y evocada el “él” deviene, a diario, segunda persona
interpelada: “tú”. Y en ese dirigirnos mutuamente la palabra, fundamos un
presente compartido y restituimos los lazos sociales afectivos perdidos en el
camino a través de este novedoso espacio común: la web.
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De todas las aristas posibles, focalizaremos en el análisis de los modos y
tipos de relaciones que los usuarios tejen en el Messenger y en los
imaginarios que puede despertar la simbología que propone como
espacio/canal de interacción y, no obstante ello, cargado de signos que tejen
el entramado de representaciones sociales que atraviesan al sujeto
¿pos?tmoderno. Uno de los aspectos en el que nos detendremos es en el
lenguaje que el sujeto utiliza en las interacciones, sin caer en la redundancia
de analizar los códigos lingüísticos, errores de tipeo o economía del lenguaje
que ya fueron analizados por otros autores como I Planells (2002). Lo que
analizaremos es el uso de deícticos en pos de lograr un análisis enunciativo
del medio y los efectos de sentido que ese sistema –de verbos y pronombres-
provoca. Otros de los aspectos a explicar son, por un lado, los flujos
comunicativos que en el chat se instauran, entendiendo como espacios de
comunicación diferenciados a la ventana de diálogo y al nickname y, por otro
lado, el marco metacomunicativo que ambos instauran. Además, abordamos
las vigentes explicaciones sobre el icono gestual -por excelencia: el Smile- y
le aplicamos una lectura ideológica (y no-ingenua) muy distinta a la vigente.
Todos estos elementos serán analizados desde el abordaje interdisciplinario y
cualitativo –más algunos datos cuantitativos- que nos proporciona la teoría
de los estudios culturales que combina elementos de la teoría literaria, la
semiótica, la sociología, la semiología, la antropología cultural y la teoría del
cine. Desde este enfoque explicaremos el funcionamiento –ideas, valores,
creencias, representaciones, etc.- de esta práctica cotidiana, aunque
dejaremos para profundizar en estudios futuros, la cuestión del poder que
en toda interacción se instaura.
2- Los capítulos
El primer capítulo, es el lugar en el que plantamos bandera, delimitamos el
objeto de estudio, lo que analizamos, lo que dejamos afuera y lo que
entendemos por virtual. También analizamos el espectro teórico en el que se
encuentra el debate sobre las CMC y el modo en que -hasta ahora- fueron
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conceptualizadas las relaciones sociales vía Internet, el anonimato, la
indicialidad y los emotíconos. Prestar atención que mucho de lo que se dijo,
de estos conceptos, será refutado a lo largo del trabajo. Este capítulo, puede
ser definido como políticamente correcto y académicamente necesario.
En el segundo capítulo, nos dedicamos a analizar los flujos de
comunicación, el nickname y explicamos por qué este medio posee listas
estables de contactos conformadas, en su amplia mayoría, por: amigos,
conocidos y amores pertenecientes al ámbito local, ‘real’ y cotidiano y no
tanto por amigos virtuales o anónimos. Es también, en este capítulo, que
distinguimos furiosamente al mensajero de otros medios como el teléfono o
la televisión, que poseen un funcionamiento marcadamente diferente.
El capítulo tres ¿Cómo no va a estar bueno si habla de la risa, el recreo y el
arte? En este apartado nos dedicamos a explicar qué tipo de conversación es
la que se produce en el chat y el modo en que las corrientes artísticas de
fines del siglo XX influyeron en la estética de este medio y, por ende, en lo
pensable, decible y representable. También analizamos cómo se ‘disuelven’
las jerarquías sociales al chatear por mensajero y lo que esto connota. Que
trate todos estos tópicos lo convierte en uno de mis capítulos favoritos.
El capítulo cuatro. Revelador e imperdible, aquí está la tesis central.
Revisar cómo se está empleando el lenguaje en el chat, desde el punto de
vista enunciativo, nos explica el corazón del éxito de este medio. Es un
capítulo que abunda en tecnicismos semióticos, sin los cuales hubiera sido
imposible responder a la pregunta ¿Por qué cuanto más hablamos, más
cerca nos sentimos? Es a través de estas categorías que también podemos
explicar cómo se trastocan las nociones de tiempo y espacio en la actualidad.
Lo mejor del capítulo se encuentra en el estudio del funcionamiento del
cuerpo, la mirada, la censura, la webcam y, por supuesto, la palabra.
Capítulo cinco. El más polémico, sin dudas. Aquí respondemos la pregunta
¿Qué sociedad es la que recibe y da la bienvenida a los mensajeros?
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Ampliamos el panorama y nos explayamos en las condiciones sociales y
económicas que permiten la inserción del Messenger como medio de
comunicación cotidiana. Me doy el lujo de responder las cuatro preguntas
que nos dejó McLuhan (1988) y resuelvo las conclusiones con un giro
inesperado en el que claramente se observa cómo los espacios que los
Estados-Nacionales dejaron vacante son ocupados por las empresas
transnacionales. En estas conclusiones, también, se revelan las
contradicciones profundas que tiene aparejado todo invento tecnológico y,
obviamente, la modernidad.
3- Las preguntas de investigación
Esta investigación nace de la extrema curiosidad que me produjo una duda
¿Cómo explicar que los sujetos vayan a buscar a otros sujetos a un lugar en
el que, seguro, no están? ¿Cómo se explica el éxito del ciberbar? ¿Cómo se
explica que los internautas, reunidos todos en un mismo espacio físico, no
hablen entre ellos? ¿Qué hace que privilegien la interacción a distancia al
contexto que, inmediatamente, los rodea? De esta absurda observación
primera e inédita práctica nació esta investigación que se dedicó menos a los
cibercafé que a las interacciones por Messenger.
No me podía explicar que los sujetos privilegiaran estos vínculos mediados,
en detrimento de los muchos otros, a los que tienen acceso directo y que, por
alguna razón, ni les dirigen la palabra. Y como suele suceder, una pregunta
trajo la otra… ¿Qué los mantiene tan quietos frente a las pantallas? ¿Qué
los divierte? ¿Por qué no hablan entre ellos, si lo que quieren es conversar?
¿Qué les da este medio? ¿Son anónimos? ¿Cómo se manifiesta en el medio
la indicialidad? ¿Por qué usan y abusan de esas caritas felices llamadas
Smiles? ¿Por qué no van a un bar si lo que quieren es encontrar a alguien
con quien compartir un momento? ¿Les mienten, se mienten, me mienten,
nos mienten? ¿Qué hacen? ¿Cómo se manejan? ¿Se comunican? ¿Se
contactan? ¿Cuál es la diferencia? ¿Es un medio eficaz para charlar?
¿Cuáles son sus reglas de interacción? ¿Reemplaza a la charla telefónica, al
encuentro cara-a-cara o a ambas? ¿Es charla o escritura? ¿El mensajero los
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vincula o los aísla del contexto social? ¿La pantalla los conecta, los acerca o
los aleja? Y todo esto… ¿Por qué?
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Comuniquísmo, Comunicología,
Comunicomancia…
Capítulo I
El estado del Arte, definiciones útiles.
Posturas teóricas sobre la web.
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“En uno de sus libros Morelli habla del napolitano que
se pasó años sentado en la puerta de su casa mirando un tornillo en el suelo. Por la noche lo juntaba y lo ponía
debajo del colchón. El tornillo fue primero risa, tomada de pelo, irritación comunal, junta de vecinos, signo de
violación de los deberes cívicos, finalmente encogimiento de hombros, la paz, el tornillo fue la paz, nadie podía
pasar por la calle sin mirar de reojo el tornillo y sentir que era la paz” Julio Cortazar
1- De rigor… una cronología de la gestación.
La interconexión de computadoras tuvo su origen en EEUU, en un
departamento primero dedicado a la defensa y luego a la producción de
proyectos paramilitares llamado Advanced Research Project Agency (ARPA).
En 1966, cuando uno de sus directivos advirtió que las computadoras eran
incapaces de comunicarse entre sí, todos los esfuerzos de la agencia fueron
destinados a sortear este problema, que se resolvería si se hallaba un
protocolo capaz de interconectar las máquinas. El protocolo fue encontrado y
de este modo comenzó a funcionar una red con fines exclusivamente
científico-militares (Piscitellli, 2005:24).
Otro de los aspectos que viabilizó el fenómeno Internet y sus consecuentes
comunicaciones mediadas por computadora (CMC) fue el cambio en el
aspecto de la interfaz de la computadora. Debido a la fusión que llevaron
adelante, en 1991, Apple e IBM con objeto de desarrollar un nuevo sistema
operativo es que apareció la Macintosh. La Mac logró ocultar los comandos
numéricos tras la estética de los íconos. De este modo, la pantalla abandonó
su gris característico para adquirir las tonalidades que hoy conocemos; el
diseño se volvió amable con el usuario, atractivo… simulado. Ahora la
interfaz imitaba un escritorio con carpetas, un papel donde se tipea, un
pincel con el que se pinta, un tacho donde se arrojan los documentos
inservibles, mouse, ventanas, etc. El mundo de la computadora cambió y
con este cambio “no sólo se hizo posible la masificación del uso de la
computadora sino que se inventó el mundo de la computadora personal”
(Piscitelli, 1998:137).
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El terreno estaba listo… la computadora había ingresado en los hogares,
tenía un diseño ameno y la posibilidad de interconexión entre máquinas
hacía mucho tiempo que era una realidad.
En 1995, cuando Estados Unidos liberó la conexión de las redes
comerciales a Internet, se produjo el pasaje a la Internet comercial y la
consecuente revolución en la comunicación de los sujetos, jamás conocida
hasta entonces. De este modo, la vida académica quedó rezagada y nació la
World Wide Web de la mano de su creador Tim Berners-Lee (Neri, 2006:54).
Este nuevo multimedia pro-
dujo una revolución irrever-
sible, la comunicación punto
-a-punto se masificó y generó
un hecho inédito en la huma-
nidad. A partir de estas nue-
vas posibilidades técnicas cam
que hoy muchos empiezan a
máquina para luego verse cara
De esta manera, Internet come
sujetos, en principio con un c
con un paulatino ascenso en
navegan.1
2- Tecnofascinados, tecno
A grandes rasgos, estas tres t
espectro teórico en el que se en
Podemos decir que, lo más ca
(que siempre es ciega) en el
convergencia entre el teléfono
postura teórica confía en qu
1 El último dato de la cantidad de usuarios es posee la cifra de 900 millones de usuarios (Pis
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Internet y la Web no son lo mismo: Internet es una red de redes hecha de computadoras y cables. Sistema que permite el envío de paquetes de información. La interconexión la permiten los cables. La www es un espacio abstracto, imaginario, de información. En la web hay información, documentos, sonidos y videos. La interconexión la permiten los hipervínculos.
Esto dijo Tim Berners-Lee. El creador de la web, que prefirió donar su invento
a la humanidad antes que controlarlo y lucrar con él.
bió el modo en que la gente se relaciona; ya
conocerse primero mediatizados por una
-a-cara.
nzó a formar parte de la vida cotidiana de los
recimiento estrepitoso, para luego continuar
la cantidad de usuarios que día a día la
desencantados y tecnocríticos
ipologías, algo estereotipadoras, clasifican el
cuentra nuestro objeto.
racterístico de los tecnofascinados es la fe
tipo de comunicaciones que viabiliza la
, la computadora y los televisores. Esta
e de la mano del progreso técnico y la
de noviembre de 2004. Este indica que, en la actualidad, Internet citelli, 2005:26).
comunicación sin restricciones advendrá el remedio para todos los males
que padece la sociedad actual (Piscitelli, 1998:299). Confían en que, gracias
a la conectividad la sociedad se liberará de la dictadura informativa de los
medios de comunicación tradicionales. Ven a la tecnología como un “vehículo
de la democracia, la cultura y la libertad que conduce a un aumento del
tiempo libre y a una mejora de la calidad de vida. También preveen que la
sociedad de la información será una sociedad sin clases, libre de un poder
dominante y cuyo núcleo social serán las comunidades voluntarias” (Levis,
1999:79 y 115)
A diferencia de los anteriores, los tecnopesimistas muestran una excesiva
nostalgia por el pasado. Si bien no podemos decir que demonicen al medio,
el foco está puesto en lo que no posibilita. Para ellos, Internet es un
poderoso instrumento de comunicación, aunque consideran que la pantalla
provoca más una separación que un acercamiento entre las personas. Un
punto curioso de los tecnopesimistas es que consideran que los que navegan
tienen una especie de doble vida (en fractura) ya que creen que, por un lado,
hay una vida real y, por otro, una virtual; y que, la vida virtual es una vida
propicia para todo tipo de engaños y mentiras gracias a que la falsa ventana
se instaura como un filtro entre nosotros y la realidad (Levis, 2005:22). Para
estos autores, el ciberespacio es un lugar superficial, un no-lugar, un lugar
de simulación que conducirá al hombre al vacío y a la discapacidad motriz
(Baudrillard en Levis, 1999).
Por último, la postura tecnocrítica, que podríamos decir, se mantiene
equidistante de las dos anteriores. No sostienen ni que la sociedad de la
información traerá mayor igualdad o mayor democracia basada en
comunidades virtuales; como tampoco piensan que la pantalla distancia o
que fomenta un paulatino empobrecimiento cultural. Estos autores, tampoco
consideran que haya tal dicotomía virtual/real ni que las interacciones
virtuales puedan catalogarse como no reales. Podemos afirmar que están
más del lado del análisis del medio que de alabarlo o de criticarlo. Para estos
teóricos los avances tecnológicos no son ni la panacea ni el mismísimo
diablo, consideran que, “cada nuevo avance tecnológico implica ganancias y
perdidas. [ y tienen en cuenta que] la violencia se encuentra implícita en
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toda tecnología del conocimiento ” (Piscitelli, 2005). Para ellos Internet no es
un no-lugar como tampoco consideran que el hipertexto sea un
empobrecimiento del texto lineal, más bien, tienen en cuenta que toda
tecnología crea su ausencia o engendra su propia contradicción.
Para los autores que siguen esta línea de pensamiento las problemáticas
pasan por establecer criterios que mejoren la Internet actual, que mejoren su
navegabilidad, el hallazgo de la información, la accesibilidad y la
comprensión de los diferentes sitios Web.
Para esto, hacen fundamental hincapié en la necesidad de instaurar una
Web semántica, de revertir la arquitectura unidireccional de los links y de
pensar en los usuarios antes que en la magnificencia de los diseños web
(Piscitelli, 2005; Neri, 2006).
3- Nuevamente de etiqueta… la historia del chat
Si bien el chat nació en 1969 a partir del intercambio de mensajes entre
diferentes grupos de investigación universitaria, en los primeros años de
Arpanet (cuando la red era sólo científico-militar), el sistema Internet Relay
Chat (IRC) fue creado en 1988 por el finlandés Jarkko Oikarinen (I Planells,
2002:24). Es decir, mucho después de los primeros años de Arpanet pero
bastante antes del nacimiento de la World Wide Web o Internet comercial.
La primera idea de su creador fue diseñar un sistema que permitiera, a las
listas de discusión asincrónicas, debatir en tiempo real a dos o más usuarios
simultáneamente. Así nació el concepto de sala o canal de conversación.
Sin embargo, sólo podemos situar la emergencia generalizada de los
mensajeros instantáneos a finales de los años ‘90 con el software ICQ2. Este
programa fue creado por la empresa israelí Mirabilis en 1996 que luego, en
1998, fue adquirida por America On Line (AOL). El 21 de agosto de 1999
Microsoft lanza al mercado el MSN Messenger que, si bien, logra un rápido
crecimiento (en cantidad de usuarios) su expansión explota entre el 2001 y
el 2002. En ese entonces, casi la totalidad de los internautas abandonan
definitivamente el sistema de mensajería instaurado por ICQ y se pasan a 2 ICQ que suena como: "I seek you", juego de palabras que en castellano significa: "te busco".
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este nuevo soft que crea la empresa de Bill Gates. Por otra parte, desde
2005, con el abaratamiento de los costos de conexión a Internet a través de
la banda ancha, que paulatinamente va sustituyendo el sistema de conexión
dial-up, sumado al constante perfeccionamiento del Messenger, asistimos a
una nueva explosión de las comunicaciones por este medio.
En la actualidad, los mensajeros instantáneos que más se utilizan son: MSN
Messenger3 (que concentra casi la totalidad del flujo de comunicación por
mensajero), le sigue el Yahoo! Messenger y, en menor medida, AIM Aol
Instant Messenger y Google Talk lanzado en este año. Estos programas no
sólo son los más populares de la actualidad, sino que entre otras ventajas
permiten el contacto continuo entre conocidos, desconocidos y amigos. Ya
que, en todo memento, nos indican qué usuario de la lista está conectado y
listo para chatear.
4- ¿De qué hablamos cuando hablamos de mensajeros
instantáneos?
Con el término mensajeros instantáneos estamos designando al conjunto de
programas que soportan, principalmente, conversaciones de texto. Sin
embargo, estas conversaciones de texto pueden producirse no sólo en los
mensajeros sino también en los salones de chat abiertos y a través del
programa SMS (servicio de mensajes cortos) que habitualmente utilizan los
celulares. Pero, las conversaciones que tienen lugar a través de la
computadora (CMC) suelen desarrollarse gracias a la apertura de ventanas
de diálogo, que permiten el intercambio sincrónico de mensajes de texto, que
intentan recrear el ritmo de la oralidad. Esta práctica, -chatear a través del
Messenger- a diferencia de la que se produce en los salones de chat4
abiertos, suele tener comentarios “más elaborados y gramaticalmente
complejos que en los salones de chat abiertos. Ya que la conversación privada
permite cerrar con mayor efectividad las preguntas y respuestas. Además las
3 Según datos de Microsoft, Hotmail –la casilla de correo asociada al MSN- posee en Argentina 7 millones de cuentas activas en la actualidad (Levis, 2005) 4 Chat significa “charla” en castellano.
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apelaciones son siempre directas y exigen la obligación tácita de leer lo que el
par conversacional ha escrito” (I Planells, 2002:113).
En cambio, las conversaciones que se desarrollan en los salones públicos de
chat son como “un registro escrito imparable, una conversación que no se ha
visto empezar y que no se verá acabar. Una conversación de una vitalidad
cultural y expresiva… cuyo final no puede ni siquiera intuirse y cuyo inicio
resulta indescifrable” (I Planells 2002:33). Esto tiene que ver con la multitud
de participantes que se encuentran rotando en dichos salones. En los
salones, al estar 24 horas en funcionamiento, nunca puede saberse en qué
momento empezó la conversación ni cuando finalizará; el participante sabe,
al abandonar el salón, que la charla proseguirá sin él.
El intercambio de mensajes de texto vía celulares (SMS) posee un dinamismo
diferente al intercambio de mensajes vía computadora. Si bien, los mensajes
vía celular también están diseñados para que lleguen instantáneamente, el
tipo de soporte hace que el intercambio sea desfasado, no permitiendo la
sincronía que requiere una conversación, como la que se puede llevar
adelante a través de la computadora. Esto no sólo tiene que ver con la
predisposición de los participantes que, en un caso, se encuentran
realizando una actividad diferente (al intercambio de mensajes) y, en el otro,
están frente a una computadora con el programa abierto, mostrando la
disponibilidad a conversar; sino también, tiene que ver con el tamaño
diferente que poseen ambos dispositivos. Mientas que, el celular es pequeño
y posee un teclado alfanumérico “incómodo”, la computadora tiene un
conveniente teclado y una pantalla lo suficientemente amplia como para que
capte totalmente nuestra atención.
Otra diferencia a recalcar es el tipo de comunicación que se produce en los
mensajeros instantáneos y en los salones de chat abiertos. Si bien, ambas
conversaciones son posibles gracias a la mediación de la computadora.
Mientras que, el Messenger permite al usuario conformar “una lista estable
de contactos” en los salones de chat abiertos estas listas no son estables ni
las conforma el usuario, a su gusto, sino que se crean a partir de los
usuarios que se conectan en ese momento con ese canal temático o salón de
chat.
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Esta lista estable de contactos, entre otras cosas, permite saber qué
contactos están on-line y disponibles para conversar, como los que están off-
line o imposibilitados de hacerlo. Además, a través del Messenger se puede:
mostrar diferentes estados del usuario (disponible, no-disponible, ausente,
etc.), mostrar frases que acompañen o complementen al nickname, realizar
transmisiones de voz y/o de imagen a través de algo parecido a una video
conferencia. También, es posible mostrar una imagen que identifique al
usuario, cambiar los fondos de la ventana, personalizar la tipografía
utilizada, enviar archivos de imagen, texto o voz; enriquecer la conversación
con iconos móviles (también llamados gif) o enviar zumbidos para llamar la
atención del interlocutor. Otra de sus posibilidades es rechazar algún
contacto de la lista, utilizando la opción de no-admisión, como también
mostrarse desconectado o armar conferencias invitando a otros usuarios a
participar de una charla que involucre a tres o más participantes. Éstas son
las posibilidades e imposibilidades que cada tipo de mensajero instantáneo
suele ofrece a sus usuarios5.
Según Diego Levis (2005:32), el uso de los salones de chat abiertos y los
mensajeros instantáneos está vinculado ya que “muchos que comienzan a
chatear por curiosidad, rápidamente se aburren y abandonan los salones de
chat, para emigrar a los servicios de mensajería instantánea, dejando
solamente como medio suplementario el canal de chat [abierto]”. Otra de las
cosas que señala el autor, es que al día de hoy “la forma más extendida de
entrar a un chat, es a través del botón de ‘chat’ que ofrecen los portales más
importantes de la web” (Levis, 2005:33) a diferencia de otros tiempos, en los
que se requería de programas especiales (instalados en la computadora) para
lleva a cabo tal práctica.
Caracterizamos al Messenger como un tipo de software que abre una
ventana en la que el usuario puede permanecer todo el día on-line y ver el
estado de conexión/desconexión de sus contactos, como también iniciar una
conversión fluida abriendo una ventana de diálogo para transmitir textos,
imágenes y sonidos en simultáneo. Estas posibilidades lo distancian
5 Para más información ver http://de.wikipedia.org/wiki/ICQ y links asociados al tema.
19
enormemente de otros medios (como el salón de chat abierto o el SMS) que,
si bien permiten enviar mensajes de texto, no poseen la especificidad del
mensajero. Es sobre el Messenger y el tipo de relaciones, y vínculos sociales,
que éste soporta de lo que vamos a hablar en el presente trabajo.
5- ¿Qué es lo virtual?
Para despejar dudas, dejamos en claro que entendemos por “virtual” a
aquellas actividades y relaciones que se tejen gracias a la interconectividad
de las máquinas operadas por personas. Como este tipo de conexión “no está
basada en ninguna realidad espacial derivada de átomos, la caracterizamos
como no-atómica y por tal la definimos como digital, por ser su materia
constitutiva un código binario” (I Planelles, 2002). Por otro lado, entendemos
que lo virtual no se opone a lo real6, sino que la virtualidad implica poner
“fuera de ahí”, es decir, desterritorializar del ahora temporal y el aquí
espacial: una palabra, una persona, un acto, una información, etc. (Lévy,
1999).
Por último, concebimos que las relaciones “virtuales” que se desarrollan en
la Web, son tan reales como las que se desarrollan por fuera de ella y que las
mismas implican una continuidad entre la vida real y la vida virtual. No
implican un quiebre o una ruptura, sino que son espacios que se comunican
entre sí (Neri, 2001). En síntesis, para nosotros las relaciones virtuales son
aquellas que se tejen en la Web (a través del soporte digital) y que a pesar de
implicar un salto (espacial, temporal o ambos) no representan una ruptura
con la vida cotidiana, mas por el contrario, la amplían y enriquecen.
6- Lo que hasta ahora se dijo del chat y los mensajeros
instantáneos
6 Habitualmente, cuando se manifiesta esta dicotomía, se supone equivocadamente que el hombre es sólo parte de un Universo empírico sin tener en cuenta que el ser humano es un ser de lenguaje y, por tal, es el que le otorga sentido al mundo objetual y es el que produce tanto la realidad empírica como la virtual (Benbenaste, S/D).
20
Como ya lo afirmamos en páginas precedentes, también respecto del chat
encontramos un espectro en donde los teóricos se fascinan, se desencantan
o critican al medio. Entre los temas que más reflexiones, polémicas y textos
ha desatado podemos encontrar: la práctica de cibersexo que posibilita el
medio y el consecuente debate sobre si es o no infidelidad7. Otro de los
temas tratado son las nuevas configuraciones léxicas que posibilita el medio
y el consecuente (o posible) empobrecimiento del lenguaje que podría
acarrear.
Respecto de aquello que, hasta ahora, ha circulado sobre el chat parece
haber acuerdo en el campo en analizarlo desde el interaccionismo simbólico
de Erwing Goffman, como también sobre la falta de dimensión indicial
(dimensión del contacto corporal) que es repuesta por los usuarios, por
ejemplo, a través de emotíconos.
Nosotros, respecto de estos dos últimos puntos, tenemos algunas
diferencias. En principio, no creemos que las categorías elaboradas por
Goffman nos sirvan para explicar las interacciones en el chat o, por lo
menos, entendemos que no alcanzan. Además de ello, observamos que no
toda la cuestión de la indicialidad puede ser repuesta o, al menos,
establecemos que esa pérdida deja secuelas en el modo de leer los textos y
en los efectos de sentido que estos producen (Ver capitulo Nº IV).
Los teóricos8 que siguen la línea que crea Goffman, para explicar las mircro-
interacciones, aseguran que los elementos que componen la fachada del
sujeto (elementos simbólicos) en interacciones cara-a-cara se reponen por
otros medios (emotíconos, nicknames, estilo textual, etc.) en el chat con el
objeto de suplir la falta de lo no-verbal.
Para I Planells “el personaje, salvo excepciones extremas, no puede dejar de
ser jamás uno mismo, a la vez que nunca puede llegar a serlo del todo.
7 Muchos autores sostienen que a través del chat (o los MUD) el sujeto puede vivir experiencias sexuales, fantasías homosexuales, heterosexuales, grupales, etc. sin acarrear consecuencias en sus vidas reales. Para más información sobre este tema, ver el capitulo “Sexo virtual y problemas de género” en La vida en la pantalla Sherry Turkle (1997) Paidós. También consultar artículos como: http://www.uruguaymujer.com/sexo_virtual.htm, http://www.nqnet.com.ar/nqsex/nota12.html y notas relacionadas. 8 Para más información ver: Amores en red (Levis, 2005), Género Chat “Capítulo V” (I Planells, 2002). También se puede ampliar la información con el trabajo de Gisela P. R. Bacigaluppe en http://www.nombrefalso.com.ar/materias/modos/ensayos/rondina_bacigaluppe.html. Otra de las fuentes a consultar es el libro de Erving Goffman (1959) La presentación de la persona en la vida cotidiana.
21
Goffman mantiene que hay dos vertientes de la persona: la representación y lo
que hay detrás, el ser prerepresentacional, presocial. Así niega la naturalidad
o espontaneidad pura del ser social” (Goffman, 1959; I Planells, 2002).
Si bien entendemos que algo de esto ocurre no podemos afirmar que un
sujeto se comporte del mismo modo en una interacción cara-a-cara, en
donde la mirada del otro sobre el cuerpo propio deviene elemento crucial a la
hora de la adopción de tal o cual comportamiento representacional,
actuación o fachada personal; que en una interacción donde un sujeto
tienen la ilusión de estar solo (sin miradas ajenas sobre su cuerpo) frente a
su máquina y, por tal, deviene propicio para el despliegue de otro tipo de
comportamiento.
7- Clasificación de los vínculos que se producen en Internet
Para Carlos Neri (2006:54), la evolución de la cuestión vincular en Internet
puede ser resumida en dos tipos de relaciones entre los sujetos:
1-Los informales: vínculos generados por la incorporación creciente de las
tecnologías en los hogares y la sociedad (mail, chat, foros).
2- los formalizados: que son desarrollados a partir de las concepciones que
se desprenden de la Web semántica9, las folksonomías y la teoría de los 6
grados10.
En cambio, Diego Levis sostiene que hay tres grandes tipos de relaciones
personales en la red, que se encuadrarían dentro de la clase de vínculos que
Neri llama informales.
1) Las relaciones puras de Internet, que sólo se desarrollan en este terreno y
en las que no conocemos físicamente a la persona con la que nos
relacionamos. De este tipo de relaciones se desprenden dos clases:
9 El concepto de Web semántica alude a la posibilidad de dotar a la web de mayor significado para que cualquier usuario pueda encontrar respuestas a sus preguntas de forma rápida y sencilla gracias a una información más definida (Neri, 2006: 67). Para mayor información ver: “El futuro de la red: la web semántica” en Internet: la imprenta del siglo XXI (Piscitelli, 2006). 10 La teoría de los 6 grados indica que dos personas cualesquiera del mundo están relacionadas entre sí por un máximo de 6 personas. Así las personas y las informaciones se agrupan por afinidades y unas llevan a otras, lo cual genera ambientes de encontrabilidad (Neri, 2006: 62).
22
• Las que son eventuales y anónimas de los canales abiertos. Estos
tipos de encuentros son los más propensos a disfraces y a juegos de
personajes.
• Las que alcanzan intensidad y compromiso debido a que se establecen
a través de canales de chat, listas de correos, foros de discusión o
comunidades virtuales que existen en la red. El autor señala que,
muchas de estas relaciones culminan en un encuentro físico.
2) El otro tipo, son las relaciones que establecemos con personas conocidas
(en la vida real) a través del mail o programas de mensajería instantánea y
canales de chat privados (Levis, 2005: 36).
Por último, I Planells analiza un aspecto muy interesante de este tipo de
interacción y propone un recorte de tipologías de usuarios (identidades) por
su grado de sinceridad en su desempeño en el canal. Para el autor los
usuarios pueden clasificarse cómo: sinceros o falsos.
Los sinceros: son aquellos usuarios que interactúan con un nick11 que da
cuenta de los rasgos que posee su personalidad. Estos usuarios, muchas
veces, usan su nombre propio como nick. Aquí “el usuario y el personaje son
una sola cosa” (I Planells, 2002:193).
La conducta de los “sinceros” tiende a ser estable, a forjar relaciones
cotidianas e íntimas con otros usuarios (que conocen, o no, en persona) con
los que interactúan en la web. Estos usuarios suelen asistir a los eventos
físicos convocados por otros internautas con el fin de conocerse. Bajo dicho
modelo de comportamiento se funden personaje y usuario en un solo ser y
no hay forma de distinguirlos: su ‘Yo’ en el chat es su ‘Yo’ fuera de él,
aunque puede haber diferencias respecto de las formas comunicativas. En
su mayoría, este tipo de usuarios, cree que en el chat es más fácil mostrarse
como realmente son ya que les permite vencer su vergüenza o timidez real.
Para ellos, el chat es el lugar de la transparencia, la desinhibición y la
libertad de expresión.
11 Otro planteo es que los nickname son un elemento simbólico crucial dentro del chat ya que permite identificar personalidades cibersociales (I Planeslls, 2002).
23
Los falsos: son aquellos usuarios que deciden crear un personaje,
inventarlo. Estos usuarios son los que deciden tener una actitud diferente a
la que tienen en la vida real. Decimos que tienen una actitud poco sincera
porque se plantean el chat como un lugar para ser aquello que no son. Por
ejemplo, en la vida real son amables y tímidos y en el chat se muestran como
agresivos, ácidos u ofensivos.
Mientras que la primera actitud es de identidad con su personaje en el chat,
la segunda actitud es de diferencia. Aunque I Planells, al igual que Turkle
(1997), sostiene que el personaje salvo excepciones extremas “no puede dejar
jamás de ser uno mismo, a la vez que nunca puede llegar a serlo del todo” (I
Planels, 2002:196).
8- Anonimato… Ser o no ser
Muchos autores sostienen que el anonimato, que prodiga la web, facilita el
engaño y la mentira de los usuarios hacia sus interlocutores de turno.
Nosotros cuestionamos tanto que los usuarios de la web gocen del tan
mentado anonimato, como también que éste sea el causal de incremento de
mentiras en el ciberespacio. Otra creencia que circula en la web es que la
desinhibición y el cibersexo son propicios en el medio gracias a tal
anonimato. Entendemos que, tal categoría no alcanza para explicar el
fenómeno y que hay que buscar las causas más allá de esta “evidencia”.
Debido a que Levis sigue la línea que traza Sherry Turkle para describir lo
que pasa en los MUD (juegos de rol) y traspola tales categorías a lo que
sucede en los chats, sostiene que: el chat, gracias al anonimato, “invita a
hacer de nosotros personajes de ficción. [Aunque, a veces,] el mejor disfraz
sea nuestra verdadera personalidad” (Levis, 2005:56). Para él, tanto el chat
como el mail son lugares propicios para los malentendidos, mentiras,
máscaras y disfraces. Considera que tal medio de comunicación fomenta la
simulación y el cambio de sexo. Según los testimonios que Levis analiza
nuca se puede creer (ni estar seguro) de que lo que dice el otro, el que está al
otro lado de la pantalla, sea verdad. Ya que el alter ego virtual no siempre
responde a la persona que hay detrás de la pantalla.
24
Una de las formas más habituales de caracterizar el desempeño del usuario
en el Chat es emplear el concepto de máscara (suponemos que, siguiendo la
línea de Goffman) y de anonimato, para argumentar que este nuevo lenguaje
es muy propicio para proferir mentiras y engaños. En cambio, I Planells
sostiene que “el anonimato absoluto tampoco es posible en estos entornos,
porque la creación de un personaje establece vínculos que siempre acarrean
consecuencias sociales”.
Tanto para I Planells como para nosotros, el anonimato no es el elemento
definitorio de tal despliegue exhibicionista. Para Neri, lo que explica el
comportamiento desinhibido es la falta de censura en los entornos digitales;
adherimos a tal idea y agregamos que, también, la mediatización de la
interpelación12 y la falta de la mirada de del Otro son los elementos cruciales
de que, a veces, se produzca tal conducta.
Aunque entendemos que, de los diferentes espacios de socialización que
propone Internet, algunos son más tolerantes al anonimato que otros.
Entendemos, al igual que I Planells, que estas “relaciones tejidas en el chat
no son en absoluto anónimas” (I Planeslls, 2002: 210). Y mucho menos en los
mensajeros instantáneos ya que sus usuarios suelen conocer a aquellos con
quienes chatean y por tal toman tan en serio las interacciones en este
entorno como las de la vida real.
Sostenemos, tal como dice I Planells, que si bien un pseudónimo no nos
puede conducir a la persona física, ese apodo puede tener una reputación
sólidamente establecida en el entorno virtual (I Planells, 2002:210).
Entonces, “lo que no existe en los entornos cibersociales es el referente real, el
cuerpo atómico (…), aunque no podamos decir que sean acorpóreos. Ya que,
estos sujetos, describen sus cuerpos, los expresan, los recrean y los
dramatizan sin tener que ajustarse al referente real” (I Planells, 2002:211).
12 Tomamos da definición de interpelación de Louis Althusser (1970), quien sostiene que es la Ideología la que interpela a los individuos como sujetos. Para más información ver Ideología y aparatos ideológicos del Estado.
25
9- ¿Por qué los ciberbares se parecen a un callejón del Bronx?
Folksonomías y reciclaje… Una respuesta posible
“Me esperas allí donde no voy a ir. Me amas allí donde no estoy”
Roland Barthes
En los inicios de este trabajo comentábamos que una de las preguntas que
nos llevaron a tratar este tema fue la incomprensión de ciertas conductas de
los habitué de los ciber-cafés. Nos preguntábamos, una y otra vez, por qué
los cibers tiene ese aspecto, esa geografía cuasi marginal, ese talante de
aguantadero o lugar de rejunte de patotas y callejeros. También, nos
cuestionábamos si no era muy absurdo que la gente vaya a buscar a otra
gente a este lugar… En el que seguro no está. ¿Cómo era posible que vayan
a charlar y que no le hablen a nadie de su entorno? ¿Qué ocurre que
prefieren discutir sus ideas con los que están lejos y no con lo próximo que
está a su alrededor? A nuestra ayuda vienen los conceptos de reciclaje y
folksonomías.
Para Carlos Neri, Internet cumple dos funciones que la diferencian
absolutamente de los medios preexistentes, la posibilidad de: a) gestionar la
información bidireccionalemente y b) conectar y agrupar gente. Estas “son
dos caras de una misma moneda, que la formas de clasificación denominadas
folksonomías unen, junto
a la denominada teoría
de los seis grados la
diversidad de los usua-
rios” (Neri, 2006:54).
Por otra parte, en Bytes y
Cibercafés: Hay 9.000 cibercafés en Capital Federal y Gran Buenos Aires De los 7, 5 millones de usuarios que interenet posee en el país 3,5 millones se conectan desde los cibercafés. El 63% de los usuarios de cibers tiene computadora en su casa con sistema dial-up.
Datos de la consultora Marco Marketing Consultants http://www.canal-ar.com.ar/binario/Notas/NotaMuestra.asp?Id=58
papel (Neri, 2001) sostiene que, la red cumple una función de reciclaje ya
que la web recluta lo que los espacios reales expulsan o segregan, recreando
los lazos sociales. Y esto produce que Internet posea las características de
un no-lugar, pero al recuperar identidades perdidas se convierta en un
lugar.
26
Es decir, los ciberbares tienen el aspecto desprolijo que los caracteriza
debido a que, por un lado, reclutan a esa gente que los espacios reales
excluyen y, por otra parte, a que los usuarios van a charlar con otros sujetos
afines que encuentran en la web y que les es más difícil encontrar y
establecer relaciones, en el orden de lo “real”. He aquí, las razones que hacen
que los sujetos vayan a charlar con gente que no está en ese lugar, prefiera
y ubique en primer plano esta interacción virtual por sobre la que podrían
conseguir en el espacio del ciberbar. Es aquí donde notamos con más fuerza
la presencia del concepto folksonomías o cibercomunidades de gente afín, ya
que en el chat y en los cibers “la vida fluye entre la anomia y la construcción
de la tribu. Donde uno se habla a sí mismo utilizando al otro como partenaire
de su fantasía” (Neri, 2001). Hay que añadir que, los mandatos y la censura
(interior y social) tienen menos peso en la web que en lo social, por cuanto,
eso nos puede explicar la preferencia por este tipo de interacciones antes que
las interacciones que se producen cara-a-cara.
Otra de las cosas que nos señala el autor es que el ciberespacio tiende a
crear relaciones con la
velocidad de lo digital.
Esto logra poner en suspenso
la temporalidad del mundo
“real” ya que en la práctica
del chat y en el intercambio
de mails es el ritmo de las p
diferente, al tiempo de las relac
10- Nos quedamos con
hizo. Análisis discursivo
intercambian en un chat
Joan Mayans I Planells, com
confuso de este modo, al
clasificación de Clifford Geertz
Pasatiempos y actividades en los cibercafés: - El 33% de los usuarios va a chatear - El 29% va a chequear e-mails. - El 22% va a los juegos en red - El 15% va a navegar, buscar infomación. - El 1% va a bajar música, conocer personas o trabajar.
Datos de la consultora Marco Marketing Consultants http://www.canal-ar.com.ar/binario/Notas/NotaMuestra.asp?Id=58
alabras lo que genera un tiempo propio y
iones cara-a-cara.
las ganas… Porque I Planells ya lo
de los mensajes escritos que se
abierto.
ienza definiendo al chat como un género
igual que Sherry Turkle (1995), sigue la
. Sin embargo, en el presente trabajo, nos
27
vamos a basar en las definiciones de género de Bajtín13 (1982) y andaremos
el mismo camino que Crhistian Metz (1974) para demostrar que, el mismo,
no es un género sino un lenguaje. Otro de los temas que vamos a redefinir es
la idea de que este tipo de intercambio de mensajes escritos “está
desprovisto de convenciones y reglas gramaticales o, al menos, de la
obligación de su cumplimiento”.
Por otro lado, si bien adherimos a la idea de que la velocidad, como regla,
prima por sobre la correcta construcción gramatical de la frase, entendemos
que “el sistema de argumentación es más similar al de una conversación oral
(que al registro escrito): el contenido se improvisa más, se distribuye
fragmentado” (I Planells, 2002:43). Asumimos que, dichas faltas ortográficas
y velocidad generan ciertos ‘efectos de sentido’ que son los que hay que
investigar como también hay que encontrar las reglas que rigen este tipo de
interacción por chat. Para este autor, el discurso en un chat es una obra
colectiva, fragmentaria y vital; porque participan de su proceso de creación
varias personas. “Por su vitalidad y espontaneidad es en definitiva el más
segmentado, participativo y ‘oral’ de los registros escritos”.
Por el simple hecho de que “se habla más rápido de lo que se teclea, las
intervenciones resultan más sintéticas y van más directamente ‘al grano’ que
en el registro oral, y también que en el escrito, puesto que no hay lugar para
la excesiva retórica” (Ob. Cit., 2002).
La característica que más lo aleja de las interacciones orales es la ausencia
de información extralingüística o paralingüística: gestos, entonación,
miradas, cuerpos, ruido ambiental, acento, cadencia de voz, etc. Todos estos
elementos están ausentes en este medio. Para I Planells, esa falta de
comunicación extralingüística es suplida por los usuarios a través de la
creatividad en el empleo del código ASCII del teclado. Entre los recursos
expresivos que se utilizan para reponer la instancia paralingüística de la
comunicación cara-a-cara, están:
13 Para Bajtín (1982), cada esfera de la praxis humana contenía una “serie de enunciados estables” que podrían clasificarse como géneros discursivos. A su vez, los géneros discursivos pueden diferenciarse en: primarios y secundarios. Para más información ver: Estética de la creación verbal.
28
• La tercera persona narrativa (TPN) que es escribir el verbo
correspondiente a la acción que se desea comunicar en tercera
persona (“x14” se ríe) o su forma más habitual que es el emotícono.
• Otra forma es formular el verbo en infinitivo (“x” – reír -).
• Por último, tenemos el uso de las onomatopeyas (“x” jajajajaja)
Este autor entiende que, la TPN también puede llegar a actuar como “marca
de clase” o de estilo de determinados usuarios, ya que además de comunicar
posee cierta eficacia estética al describir las acciones físicas de los
personajes (“x” se parte de risa) (I Planells, 2002:55). A su vez, plantea que
el concepto de máscara (que Goffman entiende como personalidad pública o
teatralidad) puede traspolarse a la interacción que se da por chat y que; la
TPN añade a la conversación un narrador omnisciente como sí fuera una voz
en off.
Por otra parte, el citado autor señala que los iconos gestuales al igual que
los gestos faciales pueden contener múltiples significados, por lo tanto, su
interpretación depende del contexto. Los categoriza como: “un tipo de
información de alta dependencia indexical”. Sin embargo, dice que a
diferencia de los gestos reales los emotíconos se transmiten vehemente y
voluntariamente. La información que trasmiten es medianamente reflexiva
con lo cual no se trasmite información involuntaria como en los
intercambios cara-a-cara.
Marta Torres clasificó los emotíconos en:
• Los que expresan la emoción del emisor.
• Los de interpretación del mensaje.
• Los de complicidad.
• Los que preservan la imagen del emisor.
• Los amenazadores de la imagen del receptor.
14 Con “X” estamos designando a cualquier usuario tipo.
29
I Planells señala que los emotíconos (al ser la representación de la
gestualidad de una cara) cumplen una función escenográfica y teatral, que
por ser en parte icono y en parte signo simbólico (gracias a su abstracción y
su convencionalidad) deviene un simulacro desvinculado del gesto concreto
que, teóricamente, representa su emisor; y simula todas las caras posibles.
De este modo, el emotícono de un beso es: todos los besos y ninguno de ellos
a la vez.
Un buen hallazgo de I Planells es la clasificación que realiza de las
incorrecciones gramaticales, ortográficas y tipográficas. Para el autor, hay
tres tipos de incorrecciones:
• Las involuntarias, que se producen por falta de atención y corrección
en el tecleo y por la necesidad de intervenir con rapidez en las
conversaciones. Son errores tipográficos, contracciones, etc.
• Otras son las distorsiones voluntarias que pretenden dar énfasis,
tono, cadencia, volumen, etc. Para esto, los usuarios recurren a
alargar las vocales, usar mayúsculas, repetir intervenciones, reiterar
los símbolos de interrogación o exclamación, usar onomatopeyas…
Estas incorrecciones poseen una función comunicativa evidente, ya
que, persiguen manifestar las emociones que en ‘el cara a cara’
manifiestan los gestos, proximidades, tonos de voz, etc.
• Por último, las incorrecciones vehementes que son las faltas
ortográficas deliberadas, utilizadas con objeto de individualizar la
forma de expresión y hacer del entorno algo mucho más coloquial. Así
se entra en un juego metalingüístico de alto contendido humorístico y
lúdico. Un ejemplo de la significación que poseen las incorrecciones se
puede ver en el uso reiterativo de las mayúsculas. Usar mayúsculas en
el chat es el equivalente a gritar en el cara-a-cara y a la intención de
llamar la atención del receptor.
A su vez, analiza el uso de la “k” en lugar de la “qu”. A dicho uso lo entiende
como una de las prácticas transgresoras a la lengua escrita. Este tipo de
transgresiones son las que más acercan el medio a la espontaneidad con que
30
brotan las conversaciones orales. Por otra parte, la “k” es directa y ahorra
teclear dos veces, lo cual, implica velocidad y un desapego voluntario a los
formalismos propios del registro escrito” (I Planells, 2002: 89).
El saludo es otro de los elementos que el autor analiza. Tanto los saludos de
inicio de conversación como de despedida “son microelementos de
sociabilidad on-line que tiene una función comunicativa incluso mayor que en
una conversación oral”. Éstos cumplen la función no sólo de iniciar o
clausurar la conversación, sino de chequear el canal de comunicación y
aseverar la presencia o indicar la ausencia de los que participan de ella. Por
otra parte, debido a que la lista de nicks puede ser muy larga el saludo
reiterativo, enfático y llamativo, cumple la función de destacar al usuario
que lo emite y mostrar su disponibilidad a la conversación. Es decir, “todo
saludo es una solicitud de atención”. Por otra parte, esta disponibilidad a la
charla también irá asociada a la información que su propio nick pueda
transmitir sobre su estilo, edad, gustos, sexo, etc. (I Planells, 2002:100 y
ss.).
Si bien I Planells trata de analizar cómo se trata un tema en un canal de
chat abierto se puede observar, que sólo se queda en el intento. Tal vez esto
sea debido a que el tema es exterior al canal, ya que, el tema cualifica
culturalmente. A pesar de esto, acierta al decir que todo tema tiene
intervenciones sustantivas o principales, que contienen la voluntad de
aseveración o afirmación dentro del tema, y las intervenciones secundarias.
Habitualmente, en todo tema e intervención sustantiva los usuarios suelen
apelar al humor, la sagacidad y el ingenio; y de esto depende su eficacia.
Por último, analiza la estructura de la conversación en el chat. Señala que
las intervenciones siguen las reglas que rigen la conversación oral, aunque
no la reproduce de forma exacta. También en el chat se respetan los ‘turnos
de habla’, es decir, la alternancia de voz, aunque esto no implique la
alternancia de las intervenciones ya que la información que se requiere
transmitir aparece dividida en dos, tres o más intervenciones,
fundamentalmente, cuando se están narrando situaciones o pensamientos.
31
Este modo de intervenir fragmentado le imprime ritmo, dinamismo y
proximidad a la conversación (I Planells, 2002:112).
32
Indudablemente a Jakobson… Lo
hubiéramos mareado.
Capítulo II
Más allá del principio de la evidencia…
Estudio cultural y en comunicación del medio
33
“Amuchadas, sin tocarse cual moneda en alcancía.
Van soñando con matarse, en un burdel de almas vacías.” Palo Pandolfo.
1- De la era de los medios masivos a la comunicación ‘punto-
grupo-bidireccional’.
Prendo la P.C. y automáticamente frente a mis ojos se despliega la apertura
de esa ventanita alargada con esa inefable lista de muñequitos verdes y
rojos15 poblados de convenciones (signos de contramano, de prohibición,
relojitos16) que me dictan cuál es el estado de conexión y disposición a la
charla que tienen mis contactos. Lista que me acompañará durante todo el
día o todo el tiempo que permanezca en la computadora, inefable, si no se
está familiarizado con ella. Al lado de los muñequitos rojos y verdes aparecen
los nombres o seudónimos de mis contactos –sus nicknames- y las frases del
día o de la semana y la música que están escuchando en ese momento y las
fotografías que se dedicaron a postear al Messenger. Sus colores me
anotician acerca de su presencia o ausencia en la web. Los símbolos que
rodean al muñequito verde me indican si ellos están disponibles -o no- para
la charla, si están -o no- frente a la pantalla y dispuestos a abrir una
ventana de diálogo y charlar conmigo de un modo particular.
Esto nos lleva a postular que en los mensajeros los niveles de comunicación
son, al menos, dos.
El nivel de comunicación evidente o singular: se pone en funcionamiento
cuando el sujeto abre una ventana de diálogo para comunicarse con un
contacto particular. Es decir, se inicia un diálogo con otro/s sujeto/s a
través de la ventana prevista para tal fin.
15 En el MSN de Hotmail, el símbolo de conexión/ desconexión lo expresa una esquemática figura humana que cambia de color (verde- rojo) para indicar presencia o ausencia del usuario en la web. En versiones más nuevas, la ausencia no se expresa en rojo, sino en gris. En otros mensajeros como el Yahoo, la presencia o ausencia del usuario se manifiesta a través de los smiles que indican -o no- la presencia del otro. 16 Si al lado del muñequito aparece un símbolo de contramano implica que el contacto se encuentra on-line, pero ocupado, no-disponible para charlar. Si aparece un reloj implica que “por el momento está ausente, al teléfono, que salió a comer o que vuelve enseguida”. El signo de prohibición, implica que el usuario esta no-admitido a ver mi estado de conexión.
34
El nivel de comunicación no-evidente o colectiva: es aquel que el sujeto
pone en funcionamiento sólo al utilizar el software y crearse un nickname.
Sólo con esta acción el usuario comienza a comunicarse con toda la lista de
contactos estables que él mismo crea, de manera más indirecta que a través
de la ventana, gracias a la riqueza expresiva de los mensajes que publica a
través de su nickname.
Es decir, más allá de la apertura -o no- de las ventanas de diálogo el sujeto
al estar on-line tiene la voluntad de comunicarse con todos sus contactos. La
riqueza comunicativa del sujeto se expresa más allá de lo que suceda en las
ventanas de diálogo, más allá de lo que suceda en cada interacción
individual. El sujeto se comunica con toda su lista de contactos al margen
de las relaciones que establezca individualmente. Se comunica tanto cuando
aparece on-line (en verde) como cuando se muestra ausente o no-disponible.
También se manifiesta a través de su nick, es decir, a través de los
mensajes específicos que publica en el canal como también a través de la
imagen que pone de referencia para que acompañe a su nick.
Esta práctica que el sujeto lleva adelante, que imita a una reducidísima
escala la comunicación que los medios masivos establecen con la población
es la que se produce en la ventana principal del Messenger. Tanto como cada
medio se comunica con sus respectivas audiencias, cada sujeto se comunica
con sus respectivos contactos; imitando la lógica “punto-masa” de los
medios masivos. El caso es que en los mensajeros instantáneos este modelo
se complejiza debido a que cada contacto (receptor) es un emisor, no en
potencia, sino real. Es decir, también puede hacer lo mismo que el emisor y
producir una comunicación punto-grupo. Esto hace que el tipo de
comunicación que se da en los mensajeros sea de tipo bidireccional y
descentrada.
35
Esquema de comunicación punto-grupo bidirecciónal en los mensajeros17 Contacto 1 Contacto 2 contacto 3 Contacto 4 (Mariví) (Yan) (lau) (Reimond) Contacto 3 contacto 4 Contacto 5 (Lau) (Reimnod) (Ale) Contacto 4 Contacto 5 Contacto 9 (Reimond) (ale) (Gardel) Contacto 5 Contacto 9 (Ale) (Gardel) Contacto 6 Contacto 10 (Sarki) (luxor) Contacto 7 (Tenatu) Contacto 8 (Felix)
Esta posibilidad de estar on-line, de comunicarse a diario o más
esporádicamente con su grupo de manera “punto-grupo-bidireccional”
vuelve al Messenger un medio con características únicas, radicalmente
diferente al único medio bidireccional y sincrónico que, hasta ahora, podían
utilizar los sujetos: el teléfono.
Lo que diferencia al mensajero instantáneo del teléfono va mucho más allá
de que el diálogo sea escrito y no oral, de si hay más o menos indicialidad,
de que se puedan enviar archivos, emplear la webcam, etc. Lo novedoso
radica, además de todas las instancias mencionadas, en que el emisor puede
transmitir mensajes a gran cantidad de destinatarios en simultáneo (tiempo
real) gracias a que se ubica en ese espacio desterritorializado que es el
campo de lo virtual. Los sujetos que conforman mi lista de contactos
17Tal como puede observarse en este cuadro y como las flechas lo indican, la comunicación es bidireccional. El contacto Nº 1 se comunica con una lista de contactos, sea de manera directa (abriendo una ventana de diálogo) o indirecta (con mensajes en su nick: disponible, no disponible, ausente, vuelvo enseguida, etc.). Estos contactos, a su vez, se comunican con otros contactos y así sucesivamente en forma de red, que no posee centro.
36
comparten mi aquí (espacio desterritorializado) y ahora (tiempo real y
sincrónico). Por este dispositivo, el sujeto (el “yo”) deviene omnipresente y “la
interfaz el lugar de la interacción” (Scolari, 2004; Anceschi, 1993), es decir,
presente en el mismo tiempo en múltiples territorios.
El sujeto que emplea como medio de comunicación habitual el mensajero
esta presente a diario o cada vez que se conecta en la vida de sus contactos.
Este contacto permanente, este hablar a diario, genera una cercanía, una
familiaridad18 entre el sujeto y sus contactos. Esta sensación se produce
porque el otro se hace presente en mi vida cotidiana, ingresando en ella de
manera virtual a fuerza de presencia y de insistencia; encendido en mi lista
de contactos.
2- “Yo quiero tener un millón de amigos”: Relaciones
interpersonales19
Gracias al estudio empírico20 que realizamos sobre los usuarios pudimos
establecer, en base a las respuestas espontáneas de los entrevistados, un
ranking de preferencias respecto de “a quién buscan primero al abrir el
mensajero instantáneo”.
18 Tal como sostienen las teorías sobre publicidad, la familiaridad con algo (una marca, un producto, un sujeto, etc.) se establece a partir de la comunicación diaria que vuelve al objeto conocido. Cuando un objeto se incorpora, a fuerza de presencia, en la vida cotidiana del sujeto deja de ser temible y se establece una corriente de empatía con el mismo. 19 Para complementar este análisis de los mensajeros instantáneos realizamos un análisis empírico sobre los hábitos de uso y de relaciones, de los sujetos que poseen cuenta en Hotmail y que utilizan el MSN Messenger como modo habitual u ocasional de comunicación. El instrumento de recolección de datos fue un cuestionario estructurado de 15 preguntas con respuestas cerradas pre-codificadas. Debido a que el estudio es no probabilístico, se estableció un criterio para una toma de datos equitativa a través del establecimiento de cuotas de edad y sexo. El Universo investigado estuvo compuesto por 150 casos de mujeres y varones de 14 a 32 años que residan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aries o en Gran Buenos Aires y que, por supuesto, posean y utilicen la cuenta de correo electrónico Hotmail y MSN Messenger (16,6 % para cada categoría de sexo y edad). 20La estructuración de esta investigación cuantitativa fue dirigida por Narciso Benbenaste, y el cuestionario de recolección de datos, la carga y las tablas de porcentajes fueron realizados por Valeria Esposito y Gabriela Chiodo. El trabajo de campo fue posible gracias a la colaboración de los estudiantes de “Pensamiento Científico” del CBC del segundo cuatrimestre de 2005 de la Cátedra de Narciso Benbenaste en la sede de Avellaneda, que relevaron los datos en esquinas concurridas de la ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires como también en la puerta de cibercafés y por contactos –a conocidos- para cumplir la cuota de sexo y edad.
37
En primera instancia, el 58% de los usuarios, busca a sus ‘amigos’; en
segundo lugar (el 12%) busca ‘alguien que le gusta’. Sigue el 9% de los
usuarios que busca a su ‘novio, novia o
pareja’ (Es decir, mientras que el 58%
busca sostener, fortalecer o crear rela-
ciones de tipo amistosas, el 21% hace
lo mismo con relaciones sexo-afectivas
con el partenaire de charla). El 11% manifiesta que ‘no busca a nadie en
especial’, mientras que el 7% y el 3% busca a ‘familiares’ y ‘amigos virtuales’,
respectivamente.
A quién Buscás primero… Amigos 58% Personas que le gustan 12 % A nadie en especial 11% Novio/ novia 9% Familiares 7% Amigos virtuales 3%
De estos datos se desprende que el mensajero es utilizado por la amplia
mayoría de los usuarios para sostener, crear o reforzar relaciones de tipo
primarias21 nacidas afuera de la web. Es decir, el mensajero instantáneo
promueve un incremento en el círculo de amistades de los sujetos que se
vinculan cotidianamente por este medio. De este modo, el Messenger estaría
cumpliendo, en principio, la función social de reforzar los vínculos de
afinidad entre los ‘amigos entrañables’.
En la pregunta complementaria “Habitualmente chateas con…”. El 67% nos
respondió que ‘siempre’ y el 31% que ‘a veces’ chatea con contactos que
frecuenta en su vida diaria (98% en total). Lo cual nos lleva a postular,
nuevamente, que el sujeto habita este espacio de interacción con el fin de
reforzar los lazos de afinidad con sujetos de sus actividades habituales. Por
otra parte, el 31% -siempre- y el 56% -a veces- intenta chatear con los
contactos que conoce en persona y que no frecuenta en sus actividades
cotidianas (87% total). Esto nos lleva a confirmar que el mensajero no sólo
amplía en círculo de amistades, sino que busca reforzar y sostener los lazos
con personas ‘conocidas’ con las que también se tiene cierto grado de
afinidad, pero que por diversos motivos no se mantiene el contacto diario.
21 Entendemos que las relaciones sociales primarias son aquellas que comprenden a todos los sujetos que no son intercambiables. Es una categoría muy amplia que abarca desde los lazos familiares hasta los lazos con conocidos. Se diferencian de las relaciones secundarias en las cuales prima el vínculo por la función, en las que no importa quién la este desempeñando, lo que interesa es la necesidad que cubre.
38
Habitualmente chateas con… Siempre A veces Nunca 1 – Contactos que frecuentás en tus 67% 31% 2% actividades cotidianas. 2- Contactos que conocés en persona pero no frecuentás en tus 31% 56% 13% actividades cotidianas. 3- Contactos que conociste en chatrooms u otras instancias 11% 31% 58% virtuales.
Por último, la gran
mayoría de los
usuarios, el 58%,
no utiliza los mensa-
jeros instantáneos
para vincularse con
gente que conoció en
chatrooms u otras instancias virtuales.
En conclusión, el encanto del mensajero instantáneo radica en que permite
vincularnos con amigos, conocidos y amores –en ese orden-, que provienen
del ámbito “real”, local y cotidiano22; y con ellos profundizar, gestar o
conservar una relación. A partir del “estar ahí” presentes. Disponibles.
3- ¿Graffitis digitales, O… Nicknames?
Hablamos de la naturaleza de la composición de las listas de contactos que
se expresan a través de los nicknames, pero… ¿Cuál es la naturaleza del
nickname? ¿De qué materia están hechos los nick? ¿Qué rol juegan dentro
de esta nueva estructura comunicativa?
Si los analizara, Eliseo Verón diría que son el punto crucial de contacto
con la lista estable de usuarios. Tanto los nick como las tarjetas de contacto
(con la fotografía que el sujeto elige para presentarse) son los elementos
cruciales que, muchas veces, definirán si se abre una ventana de diálogo -o
no- con ese sujeto en particular.
22 Reclutados, habitualmente, en diferentes espacios físicos de socialización: las instituciones educativas (escuelas, universidades, institutos), espacios recreativos (bares, clubes, centros deportivos), espacios laborales, etc.
39
Cuadro Nicknames.23
El nickname tiene su origen en los
graffitis callejeros. Para Leila
Gándara (2002:38) los graffitis
se clasifican por su contenido
temático en: (1) Identitarios:
aquellos que expresan la adhesión
del sujeto a una banda de rock,
un equipo de fútbol o trasmiten
nombres propios y seudónimos. Por
sentimientos y que incluyen verbos c
también – ¿Por qué no?- odiar, repu
graffiti cuyos ejes temáticos están r
poéticas acerca del hombre, la socieda
que, definitivamente, aparecen plasm
otros temas como los políticos o sexu
–al menos por ahora- del nickname.
Los identitiarios24: “Que nacieron h
“Peter el albo25”; “Pero nena, tu r
“Ezquizo”; “Poderosa Sakti”. Los m
alentado, alguna frase de una banda
su personalidad o bien un persona
los nicks identitarios que sólo expr
habitual.
23 El 70% de los usuarios aprovecha el nick para transde frases célebres, refranes, dichos, etc. El 30% prefiepermanece invariante en el tiempo. El 64% se animalista. Amor, odio, adhesión, felicitaciones, encuentros,sus sentimientos. Afecto, aprecio, gratitud, ternura,acontecimientos importantes de su vida. Casamientostambién expresa estados de ánimo. Alegría, tristezaactividades que realiza. Estudio, viajes, fiestas, etc. 24 Algúnos ejemplos de nicks que aparecieron en mi lis25 Por el fútbol
40
Habitualmente a través de tu nickname… Si No
1- Recordás frases hechas que te gustan 70% 30%
2- Transmitís mensajes específicos a algún contacto 64% 36%
3- Expresás sentimientos hacia algún contacto 61% 39%
4- Anunciás acontecimientos importantes de tu vida 55% 45%
5- Expresás estados de ánimo 53% 47%
6- Describís actividades que
estás realizando 41% 59%otra parte, están los que (2) declaran
omo: amar, extrañar, querer, adorar y
diar, etc. A su vez, “hay otro grupo de
elacionados a (3) reflexiones filosófico-
d y el mundo”. Estos tres temas son los
ados en los nicknames; aunque hay
ales que son propios del graffiti pero no
ijos nuestro e hijos nuestros morirán!”;
isa es la magia de los rockanrroles”;
ismos retoman al equipo de fútbol
de rock preferida, una característica de
je de ficción elegido. También tenemos
esan un nombre propio o seudónimo
mitir algún mensaje a todos sus contactos. Ya sea a través re sólo manifestar un nombre o un apodo en su nick, que a transmitir mensajes específicos a algún contacto de su propuestas, etc. El 61% aprovecha el nick para manifestar desprecio, odio, bronca, estima, etc. El 55% anuncia , nacimientos, embarazos, rupturas, etc. El 53% a veces , euforia, decaimiento, etc. Y el 41% también describe
ta de contactos durante los meses de junio y julio de 2006
Luego están los nick sentimentales: “Ah sisisi…Ashlinn Te quiero mucho!
Porque tu dolor es mi dolor”; “Flor y Wale: Mami te extraño!”; “Gracias mi amor
por este año y 3 meses a mi lado, sos lo mejor que me pasó en la vida”;
“Juanma te amo”, etc.
Por último, sin pretender ser exhaustivos, tenemos los filosóficos que
fundamentalmente se expresan a través de frases citadas: “Chinese Rock,
‘Hasta los huesos… solo calan los besos que no has dado’”, “Leon, ‘El corazón
tiene razones que la razón desconoce26’”.
A veces ocurre que un usuario cita el nick de alguno de sus contactos y se
produce un diálogo “público” tal como sucede en los graffitis que se
encuentran en los toilletes. Ellos inauguran un sistema de preguntas y
repuestas y son, marcadamente, dialógicos:
Mariví27: “Hay que terminar con el goce masoquista”
Yan: “Hay que terminar con el goce masoquista (Mariví 22/05/06)28”
Mariví: “¿Vos también, Yan?”
Como se advierte, los nick poseen una gran riqueza comunicativa y de ellos
muchas veces depende – sobre todo, con aquellos sujetos con los que no se
dialoga a diario por ninguna otra vía- que se abra -o no- la ventana de
comunicación. Notemos que, a veces, un diálogo por mensajero comienza
porque un usuario se intriga con el nickname de otro usuario.
Veamos este caso29: “Prohibido dirigirme la palabra aunque esté on-line…
Ojito con transgredir la prohibición, los omito a todos”. Estas fueron las
reacciones de los contactos, quienes se hicieron plenamente cargo del
mensaje y lo respondieron abriendo una ventana de diálogo para refutar:
26 Estos nicks, por ejemplo, inician con su habitual nombre “Chinese Rock” y “León” y luego agregan la cita. 27 Diálogo que ocurrió en mi mensajero en junio de 2006. 28 Veamos cómo el usuario de nick “yan” cita textual y con fecha de aparición el nick de otro usuario que, a su vez, le contesta. 29 Experimento que realicé inscribiendo en este nick la prohibición (a mis contactos) de dirigirme la palabra aunque me vean on-line, en julio de 2006. Por otra parte, la prohibición fue instaurada no sólo para ver la reacción, sino para terminar de escribir el presente trabajo sin interrupciones.
41
Marta: “Hoy te llamé por teléfono, perdón que te dirija la palabra”
Gabi: “Ya me voy, sólo quería decirte que estás totalmente loca”
Ale: “No sé que hacer… ahí dice: prohibido dirigirme la palabra”
Nati: “¿Ëste es otro experimento tuyo?”
Facu: “Sabes que me encanta transgredir”
Jorge: “¿Ni siquiera hola te puedo decir?… Bueno no lo digo”
Fiore: “Me vas a tener que omitir, porque te quiero preguntar algo”
Como se observa claramente, los contactos asumen que el mensaje los
interpela directamente; lo asumen e inician la conversación en la ventan de
diálogo aclarando el motivo por el que transgreden la norma. Todos aluden
al texto del nick, ninguno lo saltea, al pretender iniciar la conversación a
pesar de la prohibición. Este es un ejemplo de los muchos que existen on-
line.
En muchísimas oportunidades cuando un usuario cambia el nick se le
suele preguntar por el mismo, tanto si es afectivo como si no se entiende el
sentido o el hecho al que responde. De este modo, también hay muchos nick
que por la naturaleza de la doble estructura comunicaiconal del mensajero
(evidente y no evidente) invitan a iniciar la conversación con el sujeto que
está al otro lado de la máquina. En este sentido, entendemos al nick como
un elemento crucial en la apertura de la comunicación por mensajero ya que
es el trozo discursivo, lingüístico, que inaugura esta comunicación punto-
grupo y luego –a veces- punto-a-punto.
El nick es a la conversación por mensajero lo que las tapas de las revistas
son a la revista, el nick estaría fundando un contrato de lectura entre el
usuario y sus contactos ya que propone un vínculo entre el enunciador –
usuario- y enunciatarios –lista de contactos-. Excepto los nick escritos en
lengua extranjera o los que citan autores muy selectos, que instauran un
tipo de relación asimétrica entre enunciador y enunciatarios, el resto
acostumbra a instaurar un vínculo simétrico y cómplice con sus
destinatarios.
42
Podemos clasificar a los nicks en dos grandes grupos: los “objetivos” y los
subjetivos. Llamamos objetivos a aquellos nicks identitarios que expresan el
nombre –entero o abreviado- del usuario: Alelí, Marcelo, Félix, etc. Estos
suelen ser permanentes y ocultan los rasgos de subjetividad e ideología que
todo discurso posee.
Llamamos subjetivos a aquellos nick que dejan ver, en esa instancia, los
afectos e ideas del sujeto. Es decir, el sujeto de la enunciación se marca
fuertemente en su enunciado a través de los subjetivemas, a través de esas
palabras que expresan de manera clara y directa emociones, afectos,
adhesiones, gratitudes; también odios y pasiones. Pero, por sobre todo, son
pura pasión, efervescencia y afecto en todas sus formas y variantes. El tipo
de nick con el que el usuario elija mostrarse depende de muchos factores:
manejo del léxico, de la escritura, del canal e incluso del nivel
socioeconómico del sujeto; también de los estilos particulares de cada uno.
De todos modos, la tendencia es a la flexibilización de las relaciones
humanas y el acercamiento de los sujetos y lugares sociales, a través de esta
interpelación que provoca el nickname.
Hay muchos otros tipos de nicknames: están los que apelan a idiomas
extranjeros, habitualmente inglés - que sólo los entiende una parte de la
lista o colectivo restringido-; los que sólo se dirigen a un contacto específico,
los que se dirigen a un grupo específico de la lista, etc. Una vez, un contacto
apodado ‘Gardel’ (en el nick y en la vida off-line) escribió en su nick:
“Borrame”. Al preguntarle por el pedido, respondió: “Es que estoy todo el día
con esta máquina. Si me borran, me hacen un favor”. Este tipo de nicks, que
interpelan al otro –un colectivo amplio, que abarca a toda la lista de
contactos- busca obtener una respuesta explicita y son los que más
movilizan al destinatario por la fuerte y directa interpelación que profieren a
la segunda persona.
Tanto el nickname como el graffiti “están condenados a la concisión”
(Gándara, 2002:39), aunque ambos por razones diferentes. Mientras que, el
graffiti es conciso porque sus lectores están de paso y por su clandestinidad;
el nickname es conciso por el espacio limitado que ofrece el software para su
expresión y porque está en lugar del nombre propio. Por este motivo, los
43
nicks más eficaces son los minimalistas, que apelan a una riqueza expresiva
siendo muy breves: “dicen más con menos” (Ob.Cit.: 39).
Una característica que aparta radicalmente al nickname del graffiti es la
clandestinidad del graffiti y la legitimidad a la que está sometido el
nickname. Mientras que uno se produce transgrediendo la norma del
espacio social, el otro tiene un espacio destinado, ordenadito, para su
expresión. Otra de las diferencias radicales entre el graffiti y el nick es la
naturaleza específica del nick, que es la fugacidad –evanescentes por
naturaleza-. No sólo porque el mismo puede durar desde unos días hasta
unas pocas horas, sino porque ni bien fue receptado pierde eficacia y debe
cambiarse –aunque los identitarios, que publican el nombre real del usuario,
suelen ser los más estables y permanentes-. En cambio, el graffiti por
encontrarse en paredes, murales, árboles, puertas de baño, etc. perduran a
lo largo del tiempo, a veces, permanecen años inscriptos sin que nadie los
borre o los tape con otra inscripción. Sin embargo, ambas formas
discursivas coinciden en retomar los códigos de la oralidad, en buscar
visibilidad pública y en su naturaleza dialógica, intertextual y polifónica.
En síntesis, en todas las categorías puede observarse que el nickname -
elemento temporalmente ambiguo, entre la sincronía del diálogo y la
asincronía del e-mail- es la unidad elegida por el 70% de los usuarios para
comunicarse con su colectivo amplio, mientras que sólo un 30 % de la
muestra prefiere nicks objetivos que sólo comuniquen si se encuentra -o no-
on-line. Por otra parte, aunque no podamos listar los temas habituales de
conversación por mensajero sabemos que hay dos modos habituales de
encontrar tema de conversación, el primero, son los nicknames creados y los
mensajes expuestos por los usuarios; el segundo, es el encuentro cara-a-
cara que da material a la charla e incrementa el diálogo entre estos
usuarios.
4- ¿El chat género confuso o lenguaje con todas las de la ley?
Tal como sostuvimos en el estado del arte el chat no es un género confuso,
sino que es un lenguaje que está compuesto por diversas materias
44
significantes. Tal como señalarían Verón y Peirce; el mensajero está
compuesto por tres dimensiones30:
Cuadro imágenes31:
La dimensión icónica,
que se expresa a través
de todo el sistema de
señalización de presen-
cia/ ausencia de usua-
rios: la fotografía de
dentificación en la tarje-
Imagen en la tarjeta de contacto: • El 66% selecciona una imagen para mostrar a sus contactos. • El 34% no elige una imagen para mostrar a sus contactos.
Tipo de imagen: • El 30% elige una fotografía propia en la que no se encuentra con
nadie -habitualmente de cara o medio cuerpo-. • El 49% prefiere mostrar una imagen en la que se encuentra con
otra persona -amigo, pareja, pariente, conocido, etc.-. • El 12% muestra imágenes abstractas con las que se identifica. • El 5% elige fotos de ídolos • El 4% expone una foto de otro -habitualmente el/ los hijo/ s.
ta de contacto, el eventual uso de web-cam, el empleo de íconos gestuales y
guiños móviles también previstos por el software.
La dimensión indicial, que se expresa a través del sistema de sonidos,
zumbidos y guiños que el mensajero prevee para interpelar al destinatario y
que el usuario pueda llamar la atención de su interlocutor de turno –a través
de estos recursos-. Como también, y fundamentalmente, todo el sistema de
deícticos, pronombres de personas, demostrativos, verbos, adverbios de
lugar y de tiempo, que apunta a los sujetos concretos en relación32.
La dimensión simbólica, se expresa en el empleo del lenguaje que tiene una
importancia capital en este tipo de intercambios. Por otra parte, esta
dimensión atraviesa a los elementos de las dos dimensiones anteriormente
mencionadas; ya que asigna sentidos convencionales –por ejemplo- a los
30 Recordemos que icono, índice y símbolo; son los tres tipos de signos que surgen de la segunda tricotomía planteada por Peirce (1953), en la que explica que estos tres tipos de signo surgen de la relación que el representamen mantiene con el objeto al que está representando. Mientras que el icono es un signo que mantiene una relación de semejanza o parecido físico con el objeto al que remite, el indice es un tipo de signo que remite a su objeto en virtud de que están vinculados en lo real, al ser del orden de la segundidad, están o estuvieron ambos en relación directa, en conexión física. En cambio el símbolo mantiene con el objeto al que designa una relación de arbitrariedad, ley o convención. Podemos decir que en su mayoría los signos poseen las tres dimensiones, sin embargo, hay siempre una que predomina. 31 Que la mayoría de los usuarios (66%) seleccione la imagen para mostrar al lado de su nick indica que la misma posee una alta función comunicativa. Que la mayoría elija una foto propia (solo o acompañado) -79%- indica que no se está buscando anonimato ni ocultar la imagen corporal en este espacio. 32 Para profundizar sobre la dimensión indicial en el Messenger, ver capítulo Nº IV del presente trabajo, en donde establecemos de qué modo se repone a través del lenguaje esta dimensión negada –hasta el día de hoy- por todos los teóricos de las Comunicaciones Mediadas por Computadora (CMC) y Tecnologías de Información y Comunicación (TICs).
45
colores o a todo el sistema de señalización que indica el estado de los
usuarios: presente, ausente, disponible, no-disponible, etc.
Estos tres órdenes: icónico, indicial y simbólico que en cualquier charla oral
–en incluso telefónica- se producen juntos33 y se mediatizan como un todo;
también se mediatizan en el mensajero, pero por separado; y la falta de
reglas que rigen la articulación de un orden y otro se percibe más en esa
mediatización por mensajero, que en otras.
Estos repertorios de signos pertenecientes a diversos sistemas semióticos
están disponibles tanto a través del teclado de la computadora como a través
de la oferta de guiños, iconos gestuales y sonidos que propone Microsoft. Y
tanto en el mensajero como en la interacción cara-a-cara, estos signos se
actualizan a través del empleo que los sujetos hacen en una conversación
concreta. En este sentido, las tres dimensiones deben –la inidicial
fundamentalmente- analizarse desde los estudios de enunciación pertinentes
con objeto de determinar cómo funciona la interacción en el Messenger y
diferenciarlo de otro tipo de interacciones como el encuentro cara-a-cara o
telefónico.
Por lo dicho hasta el momento, establecemos que a diferencia de lo que
hasta ahora se dijo: la conversación por mensajero no es el “el más oral de
los registros escritos” (I Planells, 2002), sino que –a la inversa- es el lenguaje
más escrito de los registros orales.
Esta conversación que no imita lo oral, sino que es oral y dialógica –y a
pesar de ello- ‘textualizada’ debe estudiarse como hasta ahora se estudió
este objeto de difícil anclaje, en principio, desde la Teoría de la Enuciación y,
luego, a través de las categorías de interacción adaptadas al nuevo
fenómeno. Es decir, al estar atravesado por diferentes códigos; como ya lo
dijo Metz (1974) -al estudiar el cine-; “hay que partir de las dificultades,
seriar las cuestiones y estudiarlas por separado para encontrar sus reglas
invariantes” debido al pluralismo códico de este lenguaje en el que no existe
33 Incluso en los medios audiovisuales en donde imagen (iconicidad), sistema de sonidos y proximidades (indicialidad) y lenguaje (simbolismo) se mediatizan como un todo, aunque no haya reglas de pasaje de un orden a otro.
46
un solo criterio gramatical sino varios, y para cada uno de sus niveles de
sentido.
En resumen, debido al pluralismo códico que satura al mensajero
instantáneo para profundizar su conocimiento hay que estudiar los
diferentes sistemas semióticos, por un lado, y al interior del lenguaje
segmentar en géneros para encontrar sus regularidades, por el otro.
Inclusive si quisiéramos iniciar análisis semiótico de la web habría, en
principio, que segmentarla en sus macro-géneros: webblogs, páginas
personales, páginas institucionales, portales, foros, mensajeros, juegos, etc.
Luego, al interior del recorte habría que desglosar en diferentes componentes
y, por último, en géneros en pos de hallar las regularidades en la producción
de sentido de los mismos.
47
Bam! Pow! Splam!... “¡Esto es
juego!”
Capítulo III
Análisis del marco metacomunicativo…
y algunas condiciones de producción.
48
"La conversación sólo es un pretexto para otras formas más sutiles de comunicación.
Cuando éstas no funcionan, la conversación es algo muerto (...) Cuando empiezas a hablar de verdad, te entregas.
Arrojas las palabras precipitadamente, no las cuentas como monedas. No te preocupas de los errores gramaticales o factuales,
de las contradicciones, de las mentiras, etc. Y es cuando esa clase de conversación se pone en marcha, que se produce un enlace. "
Henrry Miller
1- La burla y la risa.
El humor y la broma son “formas ‘elementalmente humanas’ fundamentales
en la exploración y construcción del sentido” (Ford, 1994:150). Ellas rompen
las estructuras rígidas de la cultura burguesa porque burlan y transgreden
las jerarquías sociales, por lo tanto acercan. Son espacios de sentido que
achatan o achican las distancias que se instaura entre dos culturas.
Cuadro34 Nivel socioeconómico35
Es evidente que, en los diálogos produ-
cidos en los mensajeros, los usuarios
retomaron espontáneamente y traspo-
laron los elementos y códigos de la histor
imaginable ese desenlace, ya que tanto el
constituidos por diálogos breves –entre pe
globo o ventana -según el caso-. Se advie
varios puntos en común, por ejemplo el 34 Tal como aparece en el cuadro, la participación en los espaciolas diferentes clases sociales. Mientras que el 17% de los entrev“alto”, el 42% de los entrevistados pertenecen a las “clases med“clases bajas”. 35 Cabe aclarar que el NES (alto, medio y bajo) fue determinasegún las respuestas de los encuestados. Las preguntas que fueron determinantes del NES (C1, C2 y C3 –- Máximo nivel educativo alcanzado por el entrevistado - Máximo nivel educativo alcanzado por el principal sostén econ- Tipo de trabajo del principal sostén - Posesión de computadora con acceso a Internet desde el hogar36 No existe acuerdo sobre el alcance de la definición de historie«ilustraciones yuxtapuestas y otras imágenes en secuencia delibinformación u obtener una respuesta estética del lector».Esta esconciben como «una serie de dibujos que constituye un relato, chttp://es.wikipedia.org/wiki/Comic
Nivel económico y social de los usuarios de mensajeros:
• El 41% posee un nivel socioeconómico bajo
• El 42% pertenece a la franja de la clase media
• El 17% a la clase alta
ieta a la charla instantánea. Era
comic36 como el Messenger están
rsonajes- que se plasman en un
rte que, ambos lenguajes tienen
“buaa”, el “jejé”, el “uffff” son
s de socialización on-line son aprovechados por istados posee un NES (Nivel económico y social) ias” y un gran porcentaje (41%) pertenece a las
do a través de un sistema de puntajes asignados
D1) fueron:
ómico del hogar
ta, ya que algunos autores la entienden como: erada con el propósito de transmitir la definición de Scout Mac Cloud. Otro la on texto o sin él »
49
expresiones habituales tanto en el cómic como en mensajeros; también
comparten la temática de lo cotidiano, el relato breve que se plasma en
forma de “bocadillos” de texto dichos alternativamente por un locutor -u
otro- tanto en la historieta como en el mensajero instantáneo.
De este modo, a través del mensajero los sujetos pertenecientes a las
culturas populares –tradicionalmente orales- ingresan al campo de la
práctica escritural cotidiana tipeando e inventando palabras, usando los
guiños e íconos gestuales, urdiendo frases que antes sólo ideaban los
humoristas dedicados a construir historietas.
Se observa que, en la sucesión de acotaciones (turnos de habla) los
participantes “parodian la vida ordinaria” tal como, alguna vez, se le destinó
meses a la parodia de la cultura oficial en las épocas del carnaval medieval
(Bajtin, 1987:16). Del mismo modo, el mensajero funciona como un
paréntesis en el mercado de intercambios lingüísticos. Se propone –
principalmente- como un espacio de dispersión, diversión y juego y, por
tanto, inversión del orden. Por ello, algunos de los diálogos que se dan en el
medio, si el usuario adquirió las competencias son sumamente graciosos,
expresivos, vitales y frescos. Diálogos capaces de alejar a cualquiera de la
cruel realidad; esto es lo atractivo y divertido del chat.
Tal como señala Ford (1994:152 y s.s.), “los medios nacen encadenados con
las culturas populares anteriores y no sólo con sus géneros sino también con
sus saberes, con sus estrategias cognitivas; géneros y saberes que no pueden
ser vistos como ‘tradicionales’ pues son zonas constitutivas de la cultura del
hombre reprimidas por las culturas oficiales del capitalismo”. Estas formas de
comunicación y conocimiento que no están jerarquizadas ni valoradas por
las culturas institucionalizadas son –en parte- retomadas y reelaboradas en
el chat y más extensamente en todos los espacios de socialización –y juego-
que propone la web.
Lo que los usuarios recuperan en sus diálogos son: el ingenio, el juego de
palabras y el humor. Esos “procesos de construcción de sentido se producen
en los recursos aleatorios y oportunistas de la ‘sanata’, en la desagregación
del ‘doble sentido y en los recursos metacomunciacionales. El humor
50
desestructura, relativiza y distancia de las formas institucionalizadas del
conocimiento” (Ob. Cit.:153).
[…] g a b i t a dice37:
El otro día me pasó algo re-loco, estábamos en lo de Viki, Y cayó un amigo del hermano, que yo había visto un par de veces, pero nunca nada… Y ese ultimo día que lo vi, me re-gustó, me pareció interesante
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice: Bueno, eso es copado
g a b i t a dice: El pibe estaba por entregar su tesis ¿A que no sabes de que se está por recibir???
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice: ¿Comunicación?
g a b i t a dice: No bolu, de físico!!
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice38: No te puedo creer, físico!!!! Guauuuuu!!!!!! Un grosso…
g a b i t a dice: Y me explicó de qué se trataba su tesis… No entendí nada… juajuajua
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice: uff, me imagino!!
g a b i t a dice: …Además escala montañas
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice: ahh, es un grosso
g a b i t a dice: Tenía un defecto… Creo que se puede mejorar…
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice: ¿Qué?
g a b i t a dice: Tenia el pelo rubio al estilo he man Era he man en persona!
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice: ¿Quién es he man?
g a b i t a dice: He man, por el podeeer de Greiscol!!
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice: Jajajaja, me mata tu comparación. He man estaba buenísimo. Aparte uno tenía buen físico y otro estudia física… ¿No te gusta?
g a b i t a dice: Si pero… no da en el 2000, tener el pelo he man
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice: Llevalo a tu peluquería, que le hacen la tintura, la plancha y todo…
g a b i t a dice:
37 Esta charla se produjo el domingo 4 de junio de 2006 duró unas 2 hs. aproximadamente. La misma es un fragmento de toda la conversación y está editada con el fin de lograr mayor legibilidad y evitar la lectura fragmentaria que propone el código escritural del chat. Todas las conversaciones que se presentan al análisis de presente trabajo, son fragmentos de conversaciones más largas y están editadas con el mismo criterio.
38 Notemos cómo a partir de aquí, en la conversación, proliferan las onomatopeyas: mmm, Ahhh, Jajaja, Guauuu, etc. Son expresiones propias de las tiras impresas escritas y rememoran el diálogo de personajes de historieta. Notemos también cómo proliferan los chistes y gags a lo largo de toda la conversación y cómo al final de la misma se la califica de recreo o pausa, diferenciando este tiempo de interacción del tiempo de trabajo.
51
Sí, a lo de lucho jajaja. Además, es físico, es un grosso
Parezco un Gremilis... acogotado... la tesina me va a matar!!! dice: Es un físico que escala montañas… Cuák! Y además, si lo querés, morocho que te lo deje morocho Si lo querés frisado, que te lo frisen, y sino que te lo ricen… Jejé… es sólo una cuestión de forma, física… No tienen novia, ni nada ¿No?
g a b i t a dice: jajajajajajajaja Me parece que no.
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice: Yo tampoco creo… Si, esta con su tesis de físico… Seguro que ni ganas, ni tiempo de novia…
g a b i t a dice: Está haciendo la tesis sobre Espacios-No-Conmutativos!!! Juaajuaajuajua. Yo me acordaba de la nuestra39… jajaja
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice: Más respeto!!! … Epa!! La nuestra es sobre el Ciber-Espacio, cheeee!!!
g a b i t a dice: Juajuajuaaaaaa. Sos muy graciosa
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice: Si ¿No? Tanto chat, tanto chat Que estoy adquiriendo las competencias! Para que el interlocutor se divierta
g a b i t a dice: No es una cuestión del medio…
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice: Bueno, pero es una de sus posibilidades técnicas… jejé.. Nena, te dejo. Tengo que continuar… Y me van a salir llagas de tipear!!
g a b i t a dice: Jajajajajajajajajaja Cuídate
Parezco un Gremilis, la tesina me va a matar!!! dice: Estoy desde las diez de la mañana frente a esta fucking maquina Y cuando tengo un recreo… qué hago?: chateo Uff, demasiado. Me voy, continúo… Besis
g a b i t a dice: Dale, pilas. Chauchis.
En esas conversaciones por chat en las que predomina lo humorístico, el
recuadro de la ventana de diálogo parece indicar a los sujetos: “’Esto es
juego’ […]. La mayoría de los mensajes metalingüísticos y metacomunicativos
permanecen implícitos” (Bateson, 1955:205). La comunicación verbal
humana siempre opera en muchos niveles: el denotativo o niveles más
abstractos, en los que el tema del discurso es el lenguaje (metalingüísticos),
39 Con Gabriela Chiodo “Gabita” empezamos juntas el presente trabajo de investigación sobre las interacciones por Messenger. Sin embargo, al poco tiempo de iniciada la tarea nos dimos cuenta de que a nosotras nos gustaba más chatear juntas que hacer la investigación conjunta sobre el chat. Debido a esto es que no seguimos con el trabajo conjunto, aunque el aporte que Gabriela le hizo a esta investigación fue muy fructífero.
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o bien, la relación entre los hablantes (metacomunicativo). De este tenor
suelen ser las conversaciones que se dan en el mensajero:
metacomunicativas. En las cuales la relación entre los hablantes tiene un
peso fundamental.
Si bien es cierto que muchos de los intercambios40 que se producen vía
mensajero no tienen un fin preciso simplemente son charlas breves iniciadas
para saludar, para comentar algo o sólo para estar ahí; también tenemos las
que poseen un fin definido: pasar una información, obtener una
información, intercambiar puntos de vista sobre un tema con alguien,
debatir, o bien, divertirse en la conversación (como práctica en sí). Estas
charlas, que el 99% de los usuarios llama ‘divertidas’ nosotros las llamamos
lúdicas41 y suelen ser las más largas de todas… Las que se gestan sólo por el
placer de chatear.
No todas las conversacio-
nes por mensajero tienen
por fin jugar. Sin embargo,
Al estar conectado, frecuentemente… Demasiado Algo Nada
1- Te divertís chateando con tus contactos 74% 25% 1%
2- Te sentís contenido si tus contactos están on-line 17% 46% 37%
hay una invariante que es que, a pesar de querer llevar adelante una charla
informativa -o “seria”- sólo por la presencia de emotíconos, guiños y
zumbidos; y todas las otras formas verbales de imitar a la historieta; casi
siempre se cuela el nivel metacomunicativo: “Esto es juego”. Por ello, el
mensajero se vuelve un medio único para desplegar la escena del chiste, el
histrionismo, la sagacidad, el ingenio; sin que la censura apague nuestra
carcajada. Esta característica es la que vuelve al medio un lugar propicio
para el encuentro con amigos, compañeros y conocidos e inaugura lo que
estamos llamando “diálogo o comunicación entretenimiento”.
40 Si bien intentamos hacer una pseudo-clasificación de tipos de conversaciones que ocurren por mensajero, la tarea no fue sencilla, ya que los tipos de conversaciones que pueden producirse en una ventana son tan variados como los intercambios de la vida misma. Debido a esto sólo establecimos algúnas características sin pretender ser exhaustivos. 41La abrumante mayoría, el 99%, dice que se divierte chatenado. El 74% - se divierte demasiado- y el 25% -se divierte algo- El 63% (la mayoría) afirma sentirse contenido por sus contactos on-line. El 17% -se siente demasiado contenido- y el 46% -se siente algo contenido-
53
Se evidencia que la ventana de diálogo funciona delimitando implícitamente
el marco “Esto es un juego” en las veces en que los participantes de la
comunicación, para cambiar el marco, deben decir: “Bueno, pero hablando
en serio”. Que esta declaración deba explicitarse implica que “los mensajes
que estén dentro del marco –que guía el sentido de lo dicho-, denotan: las
acciones a las que estamos dedicados ahora no denotan lo que denotarían
aquellas acciones en cuyo lugar están” (Bateson, 1955:215). Es decir, aclarar
que “ahora vamos a hablar en serio” implica que todo lo que se dijo hasta el
momento podía ser -o era- en broma.
Este tipo de comunicación entretenida, que facilita y promueve el mensajero
lo vuelve un medio propicio para saltar las barreras de las jerarquías
sociales, para acercar posiciones entre diferentes lugares culturales. Y sin
embargo, no deja de ser un juego: una ilusión de desjerarquización. Tal vez,
este marco sea el que protege a los interlocutores de la censura, de lo que
dicho de otro modo sería agraviante. Tal vez, por esto las interacciones vía
mensajero sean más incisivas que las que se dan cara-a-cara y, no obstante
ello, no dejan de ser como las conversaciones cara-a-cara.
En el diálogo por mensajero el contexto compartido lo generan sus
interlocutores y - muchas veces- prende del hilo del tipo de relación que
mantienen (entre sí) los hablantes, de las palabras que utilizan en situación,
de sus nick y de sus fotografías, que son los elementos que –muchas veces-
alimentan la charla. En el Messenger hay varios niveles de contexto, pero se
destacan: el contexto que generan las mismas palabras producidas y los
mensajes precedentes producidos por el mismo emisor (Frascara, 1988:66).
Estos son los puntos de referencia para producir y mantener una
conversación en la que si no hay lugar a la burla o la risa -y a veces a la
trasgresión- la conversación no tiene gracia, y se abandona o se suspende.
“El kairos es el centro del blanco. Cuando alguien habla con oportunidad da
en el blanco” (Bourdieu, 1984:144). En diálogo por chat esto se traduce en el
comentario perspicaz y lúcido que aprovecha el enunciado del otro -la
multiacentualidad del signo (Voloshinov, 1976)- y produce el efecto deseado:
la gracia, la risa, la carcajada… Este comentario de situación –oportuno- en
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el habla da ganancias a ese sujeto que se vuelve dueño del sentido de la
conversación. La negra dice42: Yo le dije: no puedo, estoy con una amiga. ¿Y sabés que me dijo...?: “¿Una fiesta con tu amiga no da?” Y después del agravio, que contesté diciéndole: “Eso pedídselo a tu ex y a tus amiguitas, nene!!” Haciéndose el gracioso me retrucó: “¿Eso significa que no?” Dorita de Haedo dice: Jjajajajaj ¿Y vos qué le dijiste? La negra dice: Nada me dejó muda. Pero le tendría que haber dicho que: “La única fiesta que se le puede ocurrir conmigo es la de casamiento!!” Dorita de Haedo dice: Juajauajauajauajaua!!!! El chiste en el mensajero se produce aprovechando la ambigüedad y la
apertura a múltiples significados de la palabra del Otro (Mattelart, 1995:99).
Es en este completar el sentido, indeterminado e inconcluso, que radica el
placer de la interacción por chat que siempre reclama un “lector activo a los
sentidos potenciales provocados por el acoplamiento de diversos discursos”
(Fiske, 1987:83). Claro que, para aprovechar estas oportunidades que brinda
el medio hay que tener ciertas competencias lingüísticas adquiridas, y en
este marco se da “la lucha por la apropiación del sentido” (Fiske, 1987:72).
2- Un diálogo sin apresto ni jerarquías.
Si bien es cierto que la relación que los interlocutores mantengan fuera de la
web sigue teniendo peso en el modo de llevar adelante la conversación por
mensajero; también es cierto que la rigidez y el apresto de las reglas que
rigen el diálogo cara-a-cara (que tienen las interacciones entre sujetos de
diferentes rangos) pierden peso, justamente, porque no se encuentran cara-
a-cara; sino en una especie de interacción invisible en la que su regla
máxima es “Esto es juego”, provocada por, la atmósfera que crean el 42 Notemos como en esta conversación la frase “¿Eso significa que no?” Se adueña del sentido, introduciendo el comentario atinado en la situación atinada, lo cual le da ganancias a quien la produce, ya que se apodera del sentido de la conversación y da en el “blanco”. Por otra parte, notemos también cómo se advierte la polisemia del lenguaje y los diferentes modos en que se puede acentuar una palabra en el término “fiesta”. Mientras que en la primera ocasión se le asigna un sentido marcadamente sexual, en la segunda oportunidad se invierte la situación acentuando el signo de otro modo y asignándole el sentido de ritual amoroso.
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emotícono y el guiño43. Ambos elementos colaboran en cierta simetrización y
acercamiento de los hablantes que off-line poseen una relación asimétrica.
Habitualmente usa…44
Habitualmente usa… Si No 1- Iconos gestuales en la ventana de diálogo 70% 30% 2- Zumbidos en el cuadro de diálogo 64% 36% 3- Gestos o guiños durante la conversación 59% 41% 4- Web-cam 43% 57% 5- Conversaciones de voz 23% 77%
Queda claro que, la ne-
cesidad de tipear al
ritmo del habla, de
enfatizar frases reite-
rando letras o signos
ortográficos llevan a una flexibilización de los códigos de la escritura y, con
ello, a una flexibilización en las relaciones. Una especie de blandura en la
interacción, una sensación de simetrización de las mismas. El ‘deber ser’
veloz en la escritura implica que la frase producida puede contener múltiples
faltas (gramaticales, ortográficas, sintácticas, abreviaciones impropias,
reiteración de vocales, onomatopeyas varias, etc.). Esta licencia implícita, en
honor a la rapidez, obliga a los interlocutores a hablar con espontaneidad,
con libertad, como si la ventana del mensajero instaurara un paréntesis que
permite “habla espontánea en situación espontánea” (Bourdieu, 1984).
Porque quedan las severas leyes del mercado entre paréntesis es que pueden
proliferar los emotíconos, iconos móviles y guiños. El lenguaje por chat es
lenguaje espontáneo y “desjerarquizado” porque “es un juego excepcional,
que queda al margen de las leyes del mercado”. (Bourdieu, 1984:153). En
esta situación de comunicación el sujeto -pertenezca a la clase social que
pertenezca- rompe la censura, rompe el silencio, porque las leyes del
mercado lingüístico pierden peso y relevancia; y debido a que los
43 Entre los recursos expresivos que propone el mensajero tenemos: Los zumbidos son un cimbronazo con movimiento y ruido en la ventana de diálogo del interlocutor. Es una interpelación violenta, un reclamo que sirve para llamar la atención del otro. Los gestos o guiños en el cuadro de diálogo, son unas animaciones (de imagen y sonido) que expresan diferentes emociones o situaciones. La chica glamorosa, el beso, el burlón, el marciano, el nervioso, etc. Los iconos gestuales son fundamentalmente Smiles en diferentes situaciones emotivas: sonrientes, enojados, tristes, burlones, de festejo, etc. La webcam trasmite imágenes de video en vivo y en directo y puede ser acompañada con transmisión de voz también instantánea. 44 En los mensajeros instantáneos la aplicación que más se utiliza son los íconos gestuales. El 70% de los usuarios los emplea. El recurso que menos se utiliza es: la transmisión de mensajes de voz, sólo el 23% de los usuarios las usan. El 64% de los usuarios emplea como recurso expresivo los zumbidos y el 59 % utiliza los gestos. El uso de webcam alcaza a un 43% de los usuarios.
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interlocutores no se ven a los ojos la autocensura y la censura social
disminuyen aún más. La lucha de clases pierde peso y espesor y un
paréntesis, que en rigor no es más que una ilusión, se instala en esa
interacción.
Luch , "estudiando" dice: Hola profeeee
Dorita de Haedo... dice: Estudiando…. Muy bien!!
Luch , "estudiando" dice: Jajajaj ¿¿ Adivine que materia??
Dorita de Haedo... dice: ¡Fantástico! Seguro que estas estudiando mi materia ¿No?
Luch , "estudiando" dice: Si, para el lunes. Aunque me tomo breaks, como este... […] ¿Cómo anda? ¿Se va a algún lado de vacaciones?
Dorita de Haedo... dice: Ummm,. Estoy escribiendo un libro. Así que estoy trabajando a full ¿Vos?
Luch , "estudiando" dice: Yo por ahí me voy a Pinamar cuando termine con los finales. El 21 tengo que dar física…. Seeeeee, por un punto no promocioné.
Dorita de Haedo... dice: Y… suele ocurrir. No te desmoralices. ¿Qué seguís vos?
Luch , "estudiando" dice: Ingeniería Civil. -Cualquiera la pregunta, pero me interesa eso sobre la gente…- Profe: ¿Qué música escucha?
Dorita de Haedo... dice: Ajá. Lo que estoy escuchando, precisamente ahora, es Marisa Monte (bossa nova). Me encanta ¿Y vos?
Luch , "estudiando" dice: A mí Cerati me gusta mucho, fui al recital hace poco. También Coldplay, Radiohead y electrónico -a la noche, cuando salgo- ¿¿Conoce??
Dorita de Haedo... dice: Si, claro ¿Y dónde salís?
Luch , "estudiando" dice: Últimamente a Adrogue... Voy a bares.
¿Usted sale?? O mejor dicho ¿Vos salís??? jajajaja Dorita de Haedo... dice:
Por supuesto!!. Con mis amigas. Pero seguimos charlando otro día… tengo que seguir trabajando.
Luch , "estudiando" dice: Ok. Nos hablamossss. Dorita de Haedo... dice45: Ok. Bye.
45 Observemos que “Luch” califica a la presente conversación también como un recreo “break” que se instaura en el espacio de trabajo. Esto refuerza la idea de comunicación-entretenimiento que inaugura el Messenger. Más importante que esto, es observar que “Luch” es un alumno que comienza tratando a su profesora, que es su interlocutora, de usted; para luego –al finalizar la conversación- tutearla. Es en virtud de este salto, que se cristaliza en el modo de emplear el lenguaje y de dirigirse al otro, que podemos sostener que a través del mensajero se simetrizan las diferentes jerarquías sociales. Otro momento en que se evidencia la simetrización que se produce en la relación es la pregunta “¿Qué música escucha?” ya que la temática de la pregunta hace que se abandonen los típicos temas docente-alumno y se caiga en un tema muy tratando en relaciones de pares o simétricas.
57
Ante sujetos con diferentes capitales culturales, económicos o simbólicos la
simetría nunca es total: “ningún igualitarismo falaz puede saldar la
desigualdad que [también] persiste en el dato económico” (Alabarces, 1999) y
esto ni siquiera se logra saldar en el chat. Tanto como en las interacciones
cara-a-cara de la vida cotidiana (Ver Bourideu, 1984) como en las
producidas en el mensajero hay reglas que los participantes deben
cumplir46. Pero lo cierto es que, se da cierta proximidad que no se produce
en una interacción directa. “Los rangos sociales” no tienen –en este espacio-
que ser representados de manera tan severa como en la interacción off-
line47.
“Cualquier acto de interacción, cualquier comunicación lingüística –incluso
entre dos personas, entre dos amigos o entre un chico y su novia-, todas las
interacciones lingüísticas son tipos de micromercados que están siempre
dominados por las estructuras globales […]. El micromercado lingüístico, es un
mercado –en menor escala- que le asigna precios a las producciones
lingüísticas de los sujetos. [De este modo, hablar con propiedad en la
situación determinada es ‘dar en el blanco’]. […]. La competencia lingüística,
sólo tiene valor, si tiene un mercado que le asigne un precio al capital
lingüístico” (Bourdieu, 1984:146 y s.s.).
“Cuanto más oficial es una situación, más autorizado tendrá que ser el que
tiene acceso a la palabra. Debe tener títulos académicos, un buen acento, etc.”
(Bourdieu, 1984:152). Es decir, el diálogo que se gesta con el otro en la
ventana de nuestra computadora esta sumamente lejos de lo que se llama
‘situación oficial de comunicación’, por lo tanto, al estar menos sometido a
leyes generales rígidas (gramaticales, de cortesía, etc.) todos están
autorizados a hablar… A decir con un poco más de libertad. En este
contexto, la ganancia se obtiene a través de la elocuencia –en la intervención
46Por ejemplo, los zumbidos o los guiños no se los emplean con cualquiera, sólo con amigos. 47 A diferencia de todo lo que se dijo hasta el momento sobre las interacciones por chat – Ver I Planells, Levis y otros textos que circulan en la web- analizadas desde las categorías del Interaccionísmo simbólico; nosotros no podemos seguir utilizando las categorías que utiliza Goffman para analizar las CMC. Debido a que todas las reglas que Erving Goffman crea para analizar las interacciones cara-a-cara dan cuenta de la rigidez de las mismas, en situación de comunicación directa. En cambio, en el espacio virtual se produce un movimiento diferente y opuesto, las relaciones sociales se flexibilizan: la fachada personal, las insignias, el escenario, el rango, la puesta en escena; pierden peso. Este tipo de intercambios es mucho más “libre” y menos oficial que otros ámbitos de interacción. Para más información ver Goffman (1959) La presentación de la persona en la vida cotidiana.
58
dialógica-, eso es en el mensajero una producción lingüística acertada, eso
es dar en le blanco… El kairos.
3- ¡All you need is pop!
“Everything is beautiful. Pop is everything”
Andy Warhol
Cualquiera podría ver que muchos de los iconos y guiños que el mensajero
acerca a sus usuarios provienen del Pop Art. No sólo porque el mensajero
retoma los códigos de la historieta que, a su vez, influenciaron a la corriente
artística promovida por Andy Warhol, sino porque también retoma su
estética: sus colores planos e intensos, sus formas claras, simples y
precisas y su temática objetual e icónica. Temáticas que relega los tópicos
tradicionales del arte, que eran: la naturaleza, el hombre, la sociedad, el
mito, la religión, los sueños, las fantasías… Y retoma la objetividad y la
figuración que emplean los anuncios publicitarios.
Por su parte, la Bauhaus también ejerce una enérgica influencia en el
mensajero. Se aprecia en la “coherencia, economía y simplicidad” de sus
símbolos gráficos –íconos en el lenguaje peirciano- (Frascara, 1988:41) que
guían las acciones que los usuarios pueden realizar (llamada de voz, inicio
de sesión de webcam, inicio de juego o conversación en conferencia) como
también los gráficos que indican si sus contactos se encuentran conectados,
o no.
Tal como la Bauhaus el Messenger valora la legibilidad de sus íconos
gráficos –forma que da cuenta de la función- y deja la ornamentación para
otros ámbitos tales como los fondos de ventana, que quedan a elección del
usuario. En los fondos de ventana se hacen presentes, principalmente, las
influencias del Surrealismo, del Art Nouveau y, por supuesto, no falta la
inefable vanguardia Futurista, que adoraba la velocidad y la máquina tal
como el mensajero valora la instantaneidad y la comunicación mediada.
59
Si bien no encontramos el Dadaísmo anclado en ningún lugar particular del
mensajero, tampoco se puede obviar su influencia lateral sobre el medio. Un
poco, Warhol, era un dadá aunque sin gorra ni grito de revolución, sin la
urgencia o la impaciencia de la denuncia, sin protesta ni reclamos. Todo el
“Arte Otro” o Informalismo, de un modo u otro, ejerce su influencia en el
mensajero debido a que subraya el valor iconográfico de la sociedad de
consumo.
El Pop Art -o Arte Popular48- deja advertir, sin matices, su influencia cuando
en la pantalla un largo jajá –que a veces salta y baila- se asoma en la
conversación; también cuando un “hola” –multicolor- destella en la pantalla.
O la Pantera Rosa que se cuela pensativa en la conversación; en los Smiles
que buscan transmitir las emociones más sutiles del enunciador, e incluso,
cuando unos puntos suspensivos -que bailan- reclaman nuestra atención.
Todos estos iconos, junto con los signos ortográficos de admiración o de
interrogación que se reiteran o aparecen como gigantes saltarines en la
ventana nos llevan a asociar este medio al dibujo animado, pero también al
comic y a la estética –y filosofía- Pop. Esta glorificación estética que hace el
Pop de los nuevos objetos producidos por la industria es retomada por el
mensajero en su oferta de iconos gestuales.
Notemos que, en los guiños las temáticas que aparecen prediseñadas para
ser usadas son: la chica glamorosa, el beso, la patinadora sexy, el nene
burlón, etc. Jamás el mensajero retoma los grandes temas que, en otra
época, constituyeron la principal preocupación de -por ejemplo- Antonio
Berni; quien expresaba en sus obras su preocupación por: la cultura obrera,
la niñez explotada, la prostitución, la marginalidad, etc. O tal como las
vanguardias que se encargaron de “mostrar las lacras fabulosas del mundo
moderno: el enfermo, el corrupto, la violencia social, lo procaz, la sexualidad
femenina como mercancía, la angustia, la soledad en la muchedumbre
urbana, la incomunicación humana, la falta de sentido, la guerra, la muerte, el
horror, etc.” (Casullo, 1999: 71) 48 Aquí el término popular no remite a la defensa de los intereses de las clases bajas, ni al concepto romántico de pueblo; sino que refiere a la estatización de los objetos producidos en masa, objetos populares y de consumo masivo. Para más información se puede consultar en Internet: http://www.spanisharts.com/history/del_impres_s.XX/arte_sXX/vanguardias1/introdvanguard.html
60
El mensajero es Pop no sólo desde su aspecto estético, sino desde su axioma
ideológico: Optimismo a Rabiar. Esa actitud neutral, acrítica, irónica,
despreocupada y frívola ante la vida; que destilan sus iconos gestuales, sus
guiños, su marco metacomunicativo que indica a sus usuarios “Esto es
juego” desdibuja -con su optimismo anti-revolucionario- las diferencias de
clases, niega los conflictos, la desigualdad de oportunidades; y devuelve una
imagen idealizada -y bella- de las relaciones de clases y de la cotidianidad.
4- ¿Eso es un guiño, un Smile o una alucinación? -La nueva
comunicación lisérgica-
No es casual que el icono dominante en los mensajeros instantáneos sea el
Smile49. Este dibujo, que sonrió por primera vez en 1963, fue creado por una
agencia de publicidad con objeto de fomentar entre los empleados de una
compañía (de Massachussets) la idea de iniciar el día con optimismo y
alegría. Dicho icono, se popularizó en 1970 acompañado de frases como
“Have a happy day” muchísimo antes de proliferar entre las conversaciones
vía mensajero. Luego –el icono- fue adoptado por la cultura lisérgica, el
underground y la corriente musical Acid House de Inglaterra en la década
del ’80; para luego recién, masificarse como icono de la comunicación
mediada por computadora o comunicación de entretenimiento.
El Smile símbolo del optimismo y, por definición, opuesto al sentimiento de
angustia pretende ejercer un efecto parecido a la droga estrella (éxtasis o
MDMA) del movimiento Acid House. Tal como las drogas de diseño “Uno
empieza por tomar una pastilla y luego entrar a una sala de baile tecnológico,
para danzar y dejarse llevar, las luces, el movimiento, la empatía, el fluir del
tiempo y de la escena –llena de sincronismos- […] Sus efectos se contagian por
empatía, por vibración; en este sentido la MDMA es una sustancia particular
no sólo porque sea la experta en abrir las puertas del corazón, sino porque 49 El Smile (cara redonda y amarilla que sonríe, creada por el artista Harvey Ball) es usado tanto en el MSN Messenger como en el Yahoo Messenger. Mientras el yahoo lo utiliza como símbolo gráfico que señala la presencia o ausencia de los usuarios on-line, en el MSN se propone como medio de expresión, por imitación –semejanza- de emociones y gestos del usuario. Para más información ver en Internet: http://www.lacoctelera.com/los80/categoria/maria-jose-lluque
61
contagia su buen rollo por el aire” (Collin y Gdfrey, 2003). Tan optimista como
el Pop y la MDMA, el Smile sonríe contagiando optimismo en las
conversaciones por mensajero, estriando el fluir del tiempo sincrónico,
embelleciendo la vida cotidiana - la charla- y amenizando las relaciones
sociales.
Las coincidencias continúan. Tal como la pastilla de éxtasis que “centra la
experiencia en el ámbito de lo emocional, facilitando la comunicación
interpersonal y derribando las barreras que impone el miedo a abrirse a los
demás” (Collin y Gdfrey, 2003) el Messenger provoca la misma proximidad y
comunicación entre sus usuarios. Ambos fomentan la recreación, el
entretenimiento y el intento constante de fugarse del aburrimiento. Tanto el
éxtasis50, empleado en las Raves o fiestas multitudinarias, como el
mensajero fomentan la empatía colectiva entre los sujetos en interacción
(mediada o no). De este modo, el Smile -icono del mensajero y también de las
Raves- se erige como un omnipresente símbolo de felicidad y movimiento.
Por aumentar la locuacidad y la sociabilidad del sujeto, la pastilla de éxtasis
fue recomendada, en los ’70, por psiquiatras californianos a pacientes con
problemas de comunicación y depresión. Tal como hoy el mensajero
funciona fomentando la verborragia, la locuacidad y la elocuencia entre sus
usuarios. De este modo, el mensajero como nuevo modo de comunicación
asociado a nuevas formas de entretenimiento queda ligado a la cultura del
éxtasis, del Smile “be happy”, de la Rave y su música electrónica o
tecnológica. Y de esta manera, su imbricación con la droga y la alucinación
se patentizan en el guiño, que cuando ocurre deviene imagen tan
alucinógena como las que despierta el ácido lisérgico (LSD). Mundo mágico,
mundo de hadas, mundo bello en donde todo parece estar bien.
50 Para saber más sobre la droga citada y la cultura rave se puede consultar en Internet a las siguientes dirección: http://www.muscaria.com/estd_alt.htm También se puede ver un trabajo de investigación que trata sobre las Representaciones sociales y prácticas del consumo de éxtasis en Buenos Aires, realizado por las investigadoras: Ana Clara Camarotti y Ana Lía Kornblit, que se encuentra en: http://72.14.203.104/search?q=cache:2ZXyiuxwsUwJ:www.uaemex.mx/webvirtual/wwwconver/htdocs/rev38/38pdf/ANA_CLARA.pdf+extasis+acid+house&hl=es&gl=ar&ct=clnk&cd=6&lr=lang_es
62
Es decir, en el siglo XXI tanto el éxtasis como el mensajero proporcionan a
sus usuarios -uno por efecto de la pastilla, el otro por efecto de la palabra y
del uso de las propuestas del medio-: euforia, verborragia, desinhibición y
amento de la empatía. Ambos facilitan la comunicación y las vinculaciones
interpersonales ya que aumentan el deseo de relacionarse y hablar. Y tal
como las drogas psicotrópicas las imágenes, que ocurren en la ventana de
diálogo, emulan una alucinación compartida que impide en esta
“conversación-entretenimiento” la distancia. Justamente, porque estamos
en el ciber-espacio la charla tiene un plus de informalidad, de
espontaneidad. Punto de fuga del espacio oficial- deliberadamente no-
oficial- que provoca, tal como alguna vez lo hizo el carnaval medieval, la
inversión de órdenes establecidos. Es decir, “liberación transitoria, abolición
provisional de las relaciones jerárquicas, privilegios, reglas y tabúes” (Bjatin,
1987:15) y la certeza de que “Esto es un juego” que permite la huída y la
licencia para franquear las infranqueables barreras, que en la vida cotidiana
off-line impone el rango del sujeto. Paréntesis que instaura la ventana ‘meta-
invitando’ a jugar por jugar.
63
¡Está ahí; No lo veo… Pero me
habla!
Capítulo IV
¿Por qué cuando hablamos nos
sentimos tan cerca?
Análisis de rasgos indiciales y enunciativos
64
“La ausencia dura, me es necesario soportarla.
Voy pues a manipularla: transformar la distorsión del tiempo en vaivén, en producir ritmo, abrir la escena del lenguaje
(el lenguaje nace de la ausencia)” Roland Barthes.
1- Las comunicaciones sincrónicas on-line son
principalmente indiciales.
Se inicia el día, se prende la máquina, se abre el mensajero –se lo ojea un
poco- y luego uno se pone a trabajar. Allí están los contactos… que nos
interpelan, se hacen presentes en nuestra vida y por presencia virtual entran
en nuestro mundo cotidiano. Están presentes –acomodaditos, alistaditos- en
el escritorio de la máquina, que en algún punto compartimos. Ellos, los
contactos, nos interpelan directamente, indirectamente, casualmente y –a
veces- al pasar. Nos cuentan e involucran en sus actividades, pasiones y
odios, en el pulso de su vida cotidiana. A través de su nick, ingresan de
modo oblicuo en nuestra vida –lo sé- “están ahí…” casi al alcance de la
mano o de la palabra… Disponibles. “Están ahí…” “el muñequito verde” que
los simula “me” asegura y dicta si ellos están abiertos –o no- a la charla, es
decir, disponibles. Y uno hace lo mismo con su lista de contactos… Los
convoca, los provoca, los interpela y los invita -o no- a hablar con uno. Se
abre una ventana y la pregunta: “¿Cómo estás?” Se propagan las noticias…
Las nuestras, las de ellos. ¿Qué hacen? ¿Qué es de su vida? ¿Qué piensan?
¿Qué les pasa? ¡Tengo noticias; Estoy al tanto de cómo están! No tengo un
resumen de sus vidas… Tengo novedades de su día a día, de su
cotidianidad.
Se dice por ahí que, en el Messenger -en la comunicación mediada por
computadora (CMC)- no hay indicialidad o que tal orden se repone a través
de los emotíconos, que expresan los gestos corporales o faciales del sujeto
que los emplea. Sin embargo, este tipo de comunicación sincrónica no sería
posible si no se estuviera en un mismo espacio compartido. Como tampoco
podría producirse si el “muñequito verde” no me indicara que otro, existente
65
singular, está al otro lado de la línea listo para que una conversación tenga
lugar.
Ya lo dijimos -y no nos cansamos- profundicemos las ideas, citando las
fuentes…
“Un índice es un signo que perdería inmediatamente el carácter que lo
convierte en un signo si su objeto fuese eliminado (…). Los pronombres
personales y demostrativos son, cuando se los usa ordinariamente ‘indices
genuinos’. Los índices pueden distinguirse de otros signos por tres marcas
características: no tienen semejanza física con sus objetos, se refieren a
individuos, unidades singulares, dirige la atención hacia sus objetos mediante
una ciega compulsión (…) La acción indexical, de estos signos, depende de la
asociación por contigüidad y no por semejanza ni asociaciones intelectuales.”
(Peirce, 1953:274-276) “La secundidad, corresponde a los eventos singulares,
a los hechos. Un evento es perfectamente singular. Ocurre aquí y ahora”
(Verón, 1987:107).
El índice mantiene una conexión real con el objeto al que remite, tal como el
“muñequito verde” mantiene una relación con el sujeto al que representa.
Esa lista en verde indica que los contactos están en tiempo real, es decir, en
sincronía y en el mismo espacio virtual… Este hecho no puede ser llamado
con otro nombre que el de indexicalidad.
Ese espacio desterritorializado, pero que es percibido por los sujetos cómo
un espacio físico concreto, se expresa en la pregunta: “¿Estás ahí?” -muy
frecuente en el mensajero-. Ese “Estar ahí” es estar en la web, en Internet,
en la línea… Delante de alguna pantalla, en relación de contigüidad espacial
y temporal con el Otro, con los Otros, con la lista, con la comunidad virtual.
Lucas sabemos que nos estas omitiendo dice51:
Hola Nati. ¿Estás ahí? Poderosa SAKTI dice:
Si ¿Cómo estás? Que bueno que te encuentro… Tengo que hablar con vos.
Lucas sabemos que nos estas omitiendo dice: Decime. Igual, mirá que voy y vengo. Puse agua para el mate.
51 Hay que observar en este fragmento de conversación la conjugación verbal. Dicha conjugación al estar en presente y primera persona del singular (yo) alude al tiempo compartido, que se construye a través del lenguaje. También hay que notar como el “ahí” construye espacialmente a la web como un lugar concreto, a través del lenguaje.
66
Pero decime… ¿Qué te pasó? Poderosa SAKTI dice:
Todavía nada…. Pero lo volví a ver ayer… Y fue un poco raro.
Poderosa SAKTI dice: Te me fuiste amiga.... Y yo con esta desesperación !!!!!!!
Lucas sabemos que nos estas omitiendo dice: Para, que se me cortó Internet. No sé que le pasó al servidor.
Poderosa SAKTI dice: Sí, ya sé. Me di cuenta ¿Y ahora se arregló bien?
Lucas sabemos que nos estas omitiendo dice: Bancame un segundo, please. Bancá que tengo que responder urgente un mail y ver el tema del agua en la cocina. Va, si querés escribime y andá contándome…
Al analizar este fragmento, notamos que en las conversaciones por chat lo
que más se utilizan son: la primera y la segunda persona del singular, que
tienen como característica sobresaliente ser signos vacíos, indiciales. Porque
sólo adquieren sentido -se precisan- en la referencia (en el contexto
situacional y contiguo) cuando el destinatario se entera de quien las
pronuncia.
Observemos que las primeras personas se marcan fuertemente en el “Tengo
que”, en el “voy y vengo”, etc. En ellas, de manera tácita, se cuela el “yo” en
las conjugaciones verbales de la conversación. Esa conjugación verbal invoca
a la persona que la enuncia, en este caso, a “Poderosa Sakti” o Natalia y al
otro nick.
La pregunta: “¿Estás ahí?” No sólo invoca a la segunda persona, sino que es
el adverbio de lugar (“ahí”) que remite, según la semiología, al espacio de la
segunda persona. De este modo, todo el sistema de información gira en torno
al “yo”, al ego, del sujeto. Este sistema verbal es, a su vez, lo que Bettetini
(1984) llama: el tiempo del comentario o diálogo.
“El mundo del comentario es mucho más libre e imprevisible que el mundo
del relato. Aquí el texto demuestra toda su especificidad, despliega la
originalidad material de sus significantes, se abre a las intervenciones del
sujeto enunciativo para dejarse marcar por sus huellas […]. El comentario
verbal se manifiesta a través de los tiempos e índices de intencionalidad
comentativa del sujeto de la enunciación” (Betettini, 1984:177)
67
Gracias al acto de enunciación (lenguaje en acción) el sujeto introduce sus
críticas, juicios y observaciones. La conversación por mensajero es flujo de
aquí y ahora, comentario que perpetúa el presente y evidencia al sujeto-
sujetado al discurso del Otro, a través de sus marcas de subjetividad que
quedan plasmadas en su enunciado.
El alemán dice52: Che… ¿Qué haces? ¿Sabés algo de Marucha?
Valentina dice: Hoy vino, tipo 9 hs, pero yo dormía.
El alemán dice: Haaaa. O sea que está en Baires.
Valentina dice: Sí, sigue viva, aún respira y camina.
El alemán dice: Porque hace un montón que no la veo. La semana pasada no vino. Y hoy la llame pero no contestó.
Valentina dice: ¿La extrañas? Bueno, después si querés te paso una foto.
El alemán dice: Quería saber en que anda. Debe estar por volver.
Valentina dice: Todo es posible, en el reino "Marucha" El chip, Marucha!!
En principio advirtamos algo: El dispositivo técnico (el Messenger y sus
ventanas) se ubica como moderador de la conversación. El dispositivo
técnico es el “yo” principal de tal conversación y esto se marca en que a
continuación de cada nickname aparece la palabra “dice” -que implica la
conjugación verbal de la tercera persona singular. (Él) dice-. Así el
dispositivo se entromete y se marca como figura principal –servidora,
garante y mediadora- de este tipo de comunicación. Es el servidor que con
esta maniobra, se sitúa como mediador de los interlocutores. Sin embargo,
al mismo tiempo, ellos –los interlocutores- olvidan esto, saltean al moderador
y se ubican como fuente de sus enunciados dirigiéndose directamente al tú,
52 Hay que notar también el grado de coloquialidad, familiaridad, de los términos que, a pesar de estar escritos, son del ámbito de la comunicación oral. Por otra parte, se aprecia en este diálogo el grado de instantaneidad que tienen los diálogos por Messenger.
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dirigiéndose mutuamente la palabra y, al parecer, ni siquiera advierten la
mediación y se posicionan como locutores –yo y tú- reversibles.
Merodeemos un poco más las categorías y ampliemos su alcance. Notemos
que lo que más se destaca, nuevamente, en la ventana del chat es un “yo”
que se dirige a un “tú” que indaga el paradero de una tercera persona: el “él”
–en este caso Marucha-. Esta es una característica invariante que abarca a
todas las conversaciones textuales por mensajero al igual que en todo
intercambio oral habitual. Este comportamiento, a su vez, demuestra que los
interlocutores jamás se hacen cargo de la mediación…. La olvidan.
De este modo, este acto de comunicación como todo acto de enunciación se
presenta como centrípeto y se organiza en torno a ese “yo” que interactúa
con otro “yo”. Esos “yo” organizan toda la charla, la discursividad, en torno a
ese eje que se mueve de yo-a-yo. Reversible, diría Benveniste (1997).
En este tipo de conversación, de manera explícita o tácita, el “yo” se dirige al
“tú” y de este modo se marcan los sujetos de la enunciación en el canal y en
el texto a través de pronombres personales o demostrativos, que sólo
completan su sentido por relación de contigüidad respecto de quien los
tipea.
Los adverbios demostrativos de lugar, evidencian la sensación de espacio
compartido y concreto. Aquí, ahí, allí son “tres palabras [que] determinan
su significación atendiendo a los tres puestos de las personas del coloquio. Por
eso son pronombres de la familia de los personales; son también como
gestos”. Gestos verbales que señalan a unas de las tres cercanías: Yo-aquí;
tú-ahí; él-allí (Alonso-Ureña, 1938:91).
Con lo dicho señalamos que son todos estos términos los que actúan
como los gestos corporales, pero en el mensajero. Es decir, no son los
emotíconos los que reemplazan los gestos faciales o corporales que existen
en toda conversación cara-a-cara, sino que son las mismas palabras las que
actúan como los gestos en el Messenger. Esto tiene que ver con que los
emotíconos son, justamente, iconos; que representan al gesto facial concreto
por semejanza. En cambio, las conjugaciones verbales, pronombres
personales, demostrativos y adverbios de lugar son: signos indiciales que
sólo se entienden por relación de contigüidad con el sujeto que los emplea,
69
que representan al gesto por relación de conexión física y dinámica entre
uno y otro.
Con esto enfatizamos que, la indicialidad en el mensajero se manifiesta a
través de las palabras. Palabras que, habitualmente, en la conversación
cara-a-cara van acompañadas de gestos corporales. Aquí, en el Messenger,
sólo quedan las palabras sin el gesto facial, que se intuye o se supone pero
no hay forma de reponerlo ni con los íconos gestuales.
Observemos que en las conversaciones por mensajero el sistema verbal que
se emplea es el del comentario. Tal como lo dirían Betenttini y Alonso: “Con
el presente, nos referimos al momento en que estamos hablando, con el
pretérito, nos referimos a una época anterior y pasada [al momento de la
enunciación]; con el futuro, nos referimos a una época que no ha llegado
todavía” (Alonzo-Ureña, 1938:107).
Por otra parte, “los modos significan las distintas maneras que el hablante
tiene de considerar o encarar la acción del verbo. Los modos son: El indicativo,
se presenta el hecho como real; El potencial, se presenta el hecho como
posible; Con el imperativo ser presenta el hecho como un mandato, consejo o
petición de que exista o de que ocurra; Con el subjuntivo, se presenta el hecho
como un deseo” (Ob.cit., 1938:108).
Al analizar las conversaciones por Messenger, todas absolutamente todas,
presentan los tiempos verbales en el modo indicativo. Justamente, los
tiempos verbales que se utilizan son los del modo indicativo, porque, como
dice Alonzo ‘presentan al hecho como real’. El sistema indexical se repone –en
los mensajeros- con estos elementos indiciales de la lengua. Y puesto que,
no existe una realidad extrasígnica, y que sólo existe aquello que se
distingue y presenta a través de la lengua como real; el mensajero y las
conversaciones e interacciónes que soporta no pueden considerarse de otro
modo que real.
Por otra parte, el sistema verbal empleado en la charla por mensajero es el
que utiliza el presente como tiempo eje (o tiempo cero). Es alrededor de este
tiempo eje que se organizan el pasado y el futuro, que es pasado o futuro
respecto de ese momento de enunciación. La enunciación fija las
coordenadas del discurso, es decir, constituye la base a partir de la cual se
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articulan las personas, los lugares y los tiempos. La enunciación es el grado
cero en base al que se distribuyen los diferentes papeles y los parámetros del
funcionamiento referencial de un discurso, que dependen enteramente –tal
como se evidencia en las charlas por mensajero- de la enunciación.
“’Hola’; ‘Ahora vengo’; ‘Bancame’; ‘Decime’; ‘¿Qué haces?’; ‘¿Cómo estás?’”,
etc. Son frases habituales en el mensajero. Cualquiera sean las elecciones y
enunciados lo que se pone en evidencia es la propia situación de
enunciación (Casetti, 1983: 53-56).
Además, el vocativo que se invoca en la conversación -que siempre es la
interpelación a la segunda persona- no es el nick, sino el nombre real del
sujeto. De este modo, también a través de los vocativos empleados se saltea
el nick, la mediación y el “dice” que instaura el soporte. Y con estas
omisiones se saltea al canal virtual y por ello el usuario se refiere a su
interlocutor con su nombre “real” y no a su graffiti digital (Ob.Cit., 1983).
Por último, la conversación por mensajero está tan anclada en lo real que es
tomada por sus participantes como equivalente a una conversación oral, en
la cual, el sujeto dice “decime” y no “escribime” y cuando prefiere no saber
dice “callate” y no “no escribas más”.
2- Acabar con la ausencia… En un solo gesto. El monopolio de
la presencia.
Hay una publicidad radial de tarjetas telefónicas, por cierto –absolutamente-
olvidable, en la que el slogan de cierre dice: “Cuanto más hablás, más cerca
te sentís”. Esta frase, excesivamente cierta, cristaliza la sensación que
tenemos de ellos, los contactos, que cuando mantenemos un diálogo textual
están cerca, muy cerca… Al alcance de la mano. Cuanto más se habla con el
otro más cerca se lo siente, más familiar, más conocido, más cotidiano.
Pero… ¿Por qué? ¿Por qué, a pesar de la distancia, si uno charla con el otro
lo siente cerca? Esto tiene que ver con el estatuto ontológico del habla. El
habla es la que inaugura el presente del sujeto, sólo porque el sujeto puede
pronunciar “hoy” constituye un presente, un hoy. A su vez, sólo porque el
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sujeto puede apropiarse del lenguaje en el habla se constituye como sujeto,
como un “yo” diferente de un “tú”. Sólo porque puede nombrarse y
diferenciarse del otro el sujeto adquiere subjetividad, porque es sujeto del
lenguaje, sujeto-sujetado al lenguaje. Por este empleo del lenguaje es que se
constituye en individuo, en la mediada que a través de él puede diferenciarse
del “tú”, del “él” y de sus plurales.
Pero necesitamos responder ¿Por qué uno se siente cerca del otro cuando
habla? Ya que tanto el Messenger como el teléfono son lugares de
conversación y porque entendemos que más allá del dispositivo es,
justamente, la charla la que acerca. Es el diálogo el que acerca, justamente,
porque sólo puede producirse un diálogo en tiempo presente. Y la
conversación sólo es posible en tiempo presente, de hecho, es la que funda
un espacio-tiempo compartido por dos sujetos el “yo” y el “tú”. Hablar por
mensajero es estar cerca, precisamente, porque es compartir a diario el
mismo presente (tiempo real) y el mismo espacio desterritorializado,
pero vivido como concreto, percibido/construido como espacio común: la
web.
Esto forja una familiaridad elaborada a través del mismo presente y el
mismo espacio, que se construye con el uso de deícticos que por su forma
vacía -sin referente- permiten al sujeto apropiarse de la lengua y usarla en
situación de enunciación. De este modo, el sujeto se figura este
tiempo/espacio compartido con el otro, con el que charla. “Él está ahí, ahora
conmigo, en el mismo espacio, charlando cotidianamente”.
Como dice Scolari (2004:71) parafraseando a Ferry Winograd “El software
no es sólo un dispositivo con el cual interactúa el usuario, es también el
generador del espacio donde el usuario vive. Estamos creando nuevos mundos
donde los usuarios perciben, actúan y responden a las experiencias”.
Tanto como la foto detiene y perpetúa el aquí-ahora del tiempo el mensajero
lo ensancha, lo agranda. Ya no acorta las distancias como alguna vez lo hizo
el ferrocarril, sino que las elimina y al mismo tiempo instala el monopolio de
la presencia del presente compartido y, de ese modo, acaba en un solo gesto
con la ausencia. Notemos que, cuando uno chatea al mismo tiempo puede
interactuar con múltiples personas, de este modo, en la web el espacio
72
físico se prolonga porque el sujeto al estar on-line está en contigüidad
con lo lejano, con espacios geográficos diversos y durante todo el tiempo
que está on-line, que puede ser todo el día. Así, el Messenger amplía el
tiempo en el que se está con el otro. A su vez, se puede guardar ese
fragmento de espacio-tiempo en forma de conversación producida y
recordada. Cuando uno guarda una conversación por mensajero, guarda no
sólo la palabra en acción del otro, no sólo su testimonio y sus palabras, sino
que guarda un fragmento de tiempo transcurrido en interacción. Guarda el
tiempo del habla. Por estos motivos, el hombre al crear los intercambios
sincrónicos en la web crea un nuevo espacio concreto que se superpone y
encima al espacio concreto clásico y, de este modo, agranda su espacio y
maximiza el uso de su tiempo que al economizarlo le rinde más.
3- Jugar al gallito ciego… digo más y no te veo.
Eliseo Verón (1995:224) dice que “ciertos vínculos simbólicos son sólo
sustitutivos, mientras que existen otros donde la función de reenvío [es decir,
‘estar-en-el-lugar-de’] se funda a su vez en un lazo de contigüidad empírica
entre los elementos relacionados”. En este lugar es donde ubicamos a los
signos de presencia on-line y al diálogo que los sujetos mantienen en los
mensajeros instantáneos.
El “muñequito verde del MSN” es un signo complejo. Es complejo en la
medida en que es un ícono, debido a que mantiene una relación de
semejanza con la fisonomía humana; es un símbolo, sobre el que recae la
convención que le asigna diversos sentidos a los colores en los que cambia;
y es, primordialmente, indicial por ser señal de que “vos y yo” estamos
contiguos en la red y, por tanto, en relación de conexión física real y singular
compartiendo el mismo presente. En el citado “muñequito verde”, que es el
alma de la ventana principal del mensajero hay semejanza, hay convención y
también hay contigüidad… Ya que representa un lazo de existencia entre el
que escribe y el otro que también está en conexión física con su propia
escritura y con la escritura del otro.
73
El cuerpo
Notemos que las reglas53 que invisten a la interacción por mensajero son las
mismas que Verón le atribuye a la acción en el comportamiento social
espontáneo, en la que el elemento interviniente -por excelencia- es: el
cuerpo, en tanto lugar de producción de sentido y, por lo tanto, materia
significante.
La interacción en la ventana de diálogo sería definida por Verón (1995:238)
como un “paquete de comportamiento-y-palabra”, es decir, palabra escrita en
forma de intervenciones -más o menos cortas- y bajo “paquete de
comportamiento” entraría toda la gama de posibilidades de envío/recepción
de: archivos de texto, música, guiños, iconos móviles, fotografía, sesión de
web-cam, zumbidos, interpelación por medio del nickname y, por supuesto,
el cuerpo del sujeto que realiza todas esas actividades en contigüidad con su
máquina y su pantalla, en conjunto con el otro que esta al otro lado de la
pantalla54. Es decir, la interacción en el mensajero es tan translingüística
como el comportamiento corporal del sujeto en interacción “real”.
A pesar de que la relación fundamental que se produce entre los sujetos es
indicial entendemos que, la carencia del cuerpo presente y de la mirada del
Otro provoca que esa relación indicial se instaure de un modo muy
particular… Porque, el sujeto en relación de contigüidad –mediada- sólo
puede interpelar al otro a través de la mediatización de la máquina (juego de
luz, sonido y zumbidos) que indican que el contacto “me llama, me interpela”.
Como bien sabemos, tanto la interpelación directa como los tipos de mirada
ubican jerárquicamente al sujeto en un lugar social -de subordinación o
dominación- sin decir una palabra. Cuando esto desaparece uno de los
elementos que aflora es el exhibicionismo –por ejemplo de las emociones
del sujeto- y, su complemento, el voyeurismo, que propician la soltura en la
expresión, o bien, el humor que, a veces, lo dice todo.
53 Enunciadas brevemente: continuidad, no arbitrariedad (motivación), no similaridad (no hay semejanza) y contigüidad. 54 Pensemos que la contigüidad (que no implica similaridad) se produce a tal punto que se requiere –por ejemplo- para enviar una fotografía por mensajero, archivo de texto o guiño, realizar un trayecto continuo con la mano en el mouse y desplazarse por la pantalla y clikear en los botones indicados; para que el otro reciba y vea (a través del recorrido que realice su mirada) el mismo archivo. Por otra parte esta mismidad a ambos lados de la pantalla las vuelve, de algún modo, contiguas, unidas por la web cuando están en sincronía. Son estos movimientos frente a la PC los que no puedo ver al otro lado.
74
Notemos que lo que nos arranca el mensajero es “la red intercorporal de lazos
de complementariedad” (Verón, 1987:142) que son las aproximaciones y
alejamientos del cuerpo frente a la pantalla, los tonos de voz y los recorridos
que la mirada produciría sobre el cuerpo del otro, con el que interactúa. Es
decir, se pierde parte de “la capa metonímica de producción de sentido”
(Ob.cit., 1987). Sólo pervive la dimensión indicial en los deícticos y en el
espacio compartido. Por esto, la interpelación está casi totalmente
mediatizada, aunque todavía pueden usarse las palabras para ubicar a
alguien a través de la interpelación, pero esta acción es mucho más explícita
que la que se produce en el cara-a-cara por medio de miradas, gestos,
postura corporal y tonos de voz.
“El nivel de funcionamiento indicial es una red compleja de reenvíos sometida
a la regla metonímica de la contigüidad: parte/ todo, aproximación/
alejamiento, dentro/ fuera, delante/ detrás, centro/ periferia, etc. […] El pivote
de este funcionamiento que llamaré la capa metonímica de producción de
sentido es el cuerpo significante” (Verón, 1987:141). Esos sentidos son los
que no se pueden enviar por mensajero, esa ‘textura existencial55’ es la que
se pierde en el diálogo textual. Estos sentidos que nunca jamás se habían
perdido ni siquiera en la instancia de una transmisión por TV o filmación
cinematográfica ya que en su interior recreaban este sistema total son los
que se pierden en el Messenger.
Al perderse o mediatizarse esa parte existencial de la “capa metonímica de
producción de sentido” ocurre que, en el interior de una charla por mensajero
se hace más difícil y más directa la ubicación jerárquica del sujeto, porque
debe producirse a través de la palabra, que es más franca y precisa que todo
índice corporal. Debido a que ciertas barreras -con las que todo sujeto se
topa al estar siendo mirado por alguien- caen en la instancia del Chat;
porque no hay mirada que intervenga se hace necesaria la reposición del
límite a través de palabras “directas, francas y precisas”, que ubiquen
jerárquicamente al sujeto. Esas palabras que marcan el límite de lo que no 55 Llamamos “textura existencial” a la significación que produce el volumen del cuerpo del otro en movimiento. Al que aunque lo vea, lo lea, lo oiga –por webcam, texto o conversación de voz-. no puedo tocar, oler ni degustar esa presencia corporal del otro. De este modo, aunque íntima, esta relación por mensajero deviene un espectáculo producido para un solo espectador… Sin embargo, dejamos para futuras investigaciones la profundización de estas nociones.
75
puede ser dicho ni siquiera por chat, salen de un sujeto, que no requiere de
valentía para emitirlas porque sabe que no es mirado por su interlocutor y
que su cuerpo no está en juego en dicha interacción.
El poder siempre manda dice56: Hola yo le quería preguntar algo.
Dorita de Haedo... dice: Decime.
El poder siempre manda, dice: Mi hermana es contadora recibida en la UBA, y me dijo que: “Por qué no me mostró el final”. No estoy peleando, ni nada… Pero si yo se lo pido ¿Usted no me lo debe mostrar?
Dorita de Haedo... dice: ¿A vos no te parece un poco desubicado, pretender que yo -en época de recesión de clases- te conteste sobre las clases. Teniendo en cuenta que la única nota que te hizo llegar al final fue una nota grupal?
El poder siempre manda dice: Bueno perdoname.
Dorita de Haedo... dice: Yo no estoy a tu disposición
El poder siempre manda dice: Disculpáme. Te dije que no quería pelear.
No te enojes. Usted se cree muy superada… Dorita de Haedo... dice:
¿Cómo? No se pudo entregar el mensaje siguiente a todos los destinatarios:
¿Cómo?
A través de diversos casos, Grimson (1999) muestra la relevancia que tiene
el cuerpo en la comunicación directa, ejemplificando, cómo los movimientos
y las distancias (kinésica y proxémica) comunican un montón de sentidos
ambiguos. Esto no es posible en el chat. En este canal, la ambigüedad se
establece por las elipsis, por al intrínseca característica polisémica del
lenguaje natural, por las desconexiones del canal y no por los movimientos
del cuerpo ni los caprichos de la mirada.
La mirada:
Hay otro elemento fundamental de la producción de sentido en las
interacciones, que pierde vigencia en una charla por chat: la mirada. La
mirada que tiene por característica “aparecer como una bisagra entre el orden
56 Esta conversación mantenida el 23 de julio de 2006 con un alumno del CBC, tal vez, jamás se hubiera producido cara-a-cara debido a que con sólo una mirada se hubiese cortado esta posibilidad. Sin embargo la misma tuvo lugar y en ella lo más notable es que ninguna de las partes apela al eufemismo. Entendemos, que si la misma se hubiese producido cara-a-cara no se habría llegado tan lejos con las palabras ya que los tonos de voz, las posturas corporales, los gestos y las miradas hubieran actuado de “dique de contención” de ciertas preguntas, acotaciones y declaraciones.
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metonímico y el orden icónico” (Verón, 1987:174). En el mensajero juega otro
juego. Este tejido de reenvíos, compuesto de múltiples cadenas
entrecruzadas que instala la mirada haciendo de pivote de la prolongación
y/o anticipación del contacto entre sujetos, en el Messenger –y cualquier tipo
de CMC- pierde eficacia. Esto provoca, paradójicamente, un doble juego
opuesto: por un lado, no produce sentido –no instala ni prolonga el contacto-
y, por otro, instala una apertura en el nivel discursivo, debido a que,
esquiva la censura que provoca mirar –lo que no se debe- y elude la
posibilidad de ser objeto de la mirada del otro.
Lo que cae en la instancia del chat es “La intervención progresiva de las
prohibiciones que provocan rupturas en las cadenas de la contigüidad
intercorpórea dando lugar a suspensiones de recorridos. La suspensión del
acto de mirar es la primera forma de censura. Censura sobre los cuerpos,
sobre las cadenas de deslizamientos metonímicos de la mirada”. (Ob.cit.:147).
Este tipo de censura social que recae sobre lo “mirable” y lo “no-mirable”
juega otro juego en las comunicaciones mediadas por computadora.
Como en el mensajero no se puede mirar al otro57 ni la mirada del otro
puede recaer sobre mi cuerpo… No hay recorrido que censurar ni
suspensión de lo que “no debe” ser mirado. Por otra parte, al advertir que el
otro “no me mira” me puedo explayar y adquirir mayor autonomía en la
expresión –decir un-plus-más- tal como ocurre en el soliloquio o en el diván
del psicoanálisis, pero en el Messenger.
El sujeto que “no ve la mirada del otro que lo mira” (Metz, 1975) dice un plus-
más porque no es mirado, justamente, todo sucede “como si” estuviera solo
y, sin embargo, compromete a la segunda persona gramatical… Se confiesa,
indaga, es incisivo, enfático, recuerda y pregunta, toca temas que no tocaría
en el cara-a-cara. El trayecto de la palabra no es interrumpido por un
reprobante silencio, por un gesto de fastidio o desinterés. De este modo, sin
la presión de la mirada “calificadora del otro” el sujeto –se anima y- puede
decir más porque no es mirado, y no porque sea anónimo o se oculte tras un
pseudónimo.
57 En la interacción por Chat la mirada se dirige a la máquina, a la pantalla, a la ventana de contactos o de escritura. Pero nunca alcanza al “Tú” a la segunda persona.
77
Para Freud “la mirada es un modo esencialmente masculino de ejercer control
a través de una extensión del voyeurismo” (Fiske, 1987:83). El mensajero
arrebata a varones y a mujeres, a dominantes y a dominados; por igual; esta
posibilidad de controlar al otro a través de la mirada y de condicionar su
accionar corporal y verbal. Así, lo que no puede ser dicho cara-a-cara tal vez
pueda decirse a través del mensajero en donde sé “que la mirada del otro no
me mira”, en donde ese régimen no instaura sentido, ni censura, ni
separación. De este modo, el Otro me constituye en sujeto no por su cuerpo
ni por su mirar, sino exclusivamente a través de su palabra.
Tanto para Alabarces quien dice que “la mirada del dominante suele señalar
con precisión al dominado” (Alabarces, 1999) como para Grimson quien dice
que la distinción de clase no se verbaliza; la desigualdad no se instala a
través de la palabra, sino que se “establece corporalmente a través de la
operación metonímica de la mirada. ‘Mirar desde arriba’ implica una operación
de institución indicial y simbólica de las relaciones de asimetría. Si por una
parte hay un lazo existencial entre el que mira y el que es mirado, por otra se
revela la actuación de un código en el modo de leer las formas de la mirada”
(Grimson, 1999:37). Justo es este lazo de existencia -la mirada- el que falta
en las interacciones por mensajero. Y esto nos conduce a la distensión de los
conflictos de las relaciones de clase, que se manifiestan –en la web- de otro
modo. Porque en este espacio “la mirada del dominante no puede señalar con
precisión nada”.
Es decir, ese quiebre en el lazo de existencia instaurado por la mirada
dirigida hacia la pantalla, genera cierta ilusión de soledad –que no es
anonimato-. Tal situación provoca que el sujeto on-line y en comunicación
sincrónica se explaye acerca de lo que piensa, siente y cree. Es decir,
‘comunica’ con menos restricciones y mayor franqueza aquello que le ocurre.
La reprobación o aprobación implícita en miradas, gestos, tonos de voz, no
juega en la conversación por mensajero y no toca al sujeto que chatea. Pero
a pesar de que la censura social tiene menos peso en el chat la autocensura
interiorizada insiste aunque pesa menos y, por ello, en el ámbito de Internet
vale casi todo; pero nunca vale todo. Esto se produce gracias a esa cierta
ilusión de soledad, que no debe ser confundida con el anonimato.
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4- Motion Pictures o filmes… El lugar de la webcam
El año pasado, el Museo de Arte Latinoamericano (MALBA) traía a Buenos
Aires las Motion Pictures de Andy Warhol58. Tal como pueden describirse los
cuadros en movimiento de Warhol, podrían ser descriptas y analizadas las
imágenes por webcam que el 43% de los usuarios emplean en sus
conversaciones.
Lo que Warhol hizo en esa obra fue filmar a varias personalidades y amigos -
por lo general en actitud estática- y proyectar la película a 16 cuadros por
segundo, en vez, de los actuales 24 cuadros por segundo que se utilizan en
el cine. Toda esta colección de filmes de tres minutos, mudos, en blanco y
negro y que se proyectan en paredes blancas de manera ininterrumpida;
provocan en el espectador la sensación de estar viendo algo que no es ni un
cuadro, ni una fotografía, pero que tampoco es un film. Esas imágenes
filmadas por Warhol son las tres cosas al mismo tiempo y a la vez ninguna.
Al ver los Cuadros en Movimiento uno entiende que son cuadros,
justamente, porque está retratado un rostro, porque el encuadre es el típico
encuadre de la fotografía o del retrato pictórico y, porque el rostro esta casi
estático. Por otra parte, se percibe que son cuadros por estar
“colgados/proyectados” en la pared y por su tamaño que supera
ampliamente el de una fotografía, pero no llega a ser del diámetro de una
pantalla de cine. Por último, también se entienden, parcialmente, como un
filme porque, efectivamente, son imágenes tomadas con una filmadora en un
set de cine y aunque casi imperceptible las imágenes -los rostros- se mueven
y, sin embargo, son imágenes que no relatan nada, nada sucede en ellas.
Esta descripción de las Motion Pictures es excepcional para explicar los
efectos de sentido que producen las transmisiones por webcam. La webcam
retrata al sujeto que se filma en un recuadro asombrosamente parecido al
del retrato (pictórico o fotográfico) porque enmarca el rostro del sujeto frente
a su máquina. Por otra parte, las imposibilidades técnicas de hoy provocan
58 La obra de Warhol fue realizada “de 1964 a 1966, en un set de filmación ubicado en la célebre Factory, de Nueva York. […] Dichas obras son todos retratos mudos, en blanco y negro, de "Baby" Jane Holzer, Cass Elliott, Dennis Hopper, Gerard Malanga, Beverly Grant, Edie Sedgwick, Susan Sontag y Salvador Dalí, entre otros”. http://www.palermonline.com.ar/noticias002/nota263_Andy.htm
79
una cierta lentitud en dichas imágenes tomada por webcam (no tanto como
las tomadas por Warhol), es decir, no se ven estáticas, pero sí poseen un
movimiento que no es el que cualquier cuerpo posee en interacción directa
con otro. Estas imágenes en transmisión por chat –al menos a la fecha-
vienen a acompañadas por la charla escrita de los sujetos por lo que las
imágenes transmitidas no coinciden con sonido alguno, sino que son mudas.
La webcam del mensajero toma y transmite imágenes ralentadas,
mudas59 y enmarcadas como si fueran un retrato. Esto las vuelve
asombrosamente semejantes a los cuadros en movimiento creados por
Warhol. Es decir, la transmisión de imágenes en movimiento por
mensajero son un híbrido entre una fotografía, un retrato y una
filmación. Por lo tanto, se hace muy difícil que el cuerpo/rostro que aparece
sólo, mudo y en movimiento lento, transmita esa “capa metonímica de
producción de sentido” que todo cuerpo posee en interacción directa. El
cuerpo en la instancia de la ventana que inicia la sesión de webcam carece
de la dimensión productora de sentidos –total en integrada- a nivel
existencial60. De este modo, el cuerpo en la webcam pierde esa dimensión
única que produce sentido en contigüidad con el otro y deviene sólo imagen
icónica, y descripción, producida por una cámara estática frente a un rostro.
La cámara de cine -a diferencia de la cámara de webcam61: estática,
descriptiva, jamás narrativa ni mucho menos enunciativa- cuenta una
historia, narra sucesiones lógicas y cronológicas62 (Todorov, 1996), y suele
posicionarse de tal modo al interior de esa historia que soportan los cuerpos
de los actores, que es capaz de devolverle la capa metonímica de producción
de sentido al cuerpo.
59 También pueden acompañarse las imágenes con voz y realizarse una video conferencia. Pero debido a que todavía no todas las computadoras –al menos en Argentina- disponen del equipamiento hardware necesario, aún no se pueden estudiar estas nuevas configuraciones de sentido. 60 Para saber a qué nos referimos con “…a nivel existencial” ver el parágrafo anterior del presente capítulo. 61 Dejamos para futuras investigaciones los efectos de sentido que según las vigentes teorías sobre el cine produce la cámara en movimiento (primeros planos, travellings, paneos, subjetivas, etc.) y que, obviamente, en el chat no se pueden manifestar al menos del modo tradicional. 62 Debido a que las imágenes emitidas por webcam son pura descripción de un sujeto frente a su máquina, no se pueden utilizar las herramientas de análisis empleadas clásicamente para analizar el cine, ya que en ese lenguaje, una de las características sobresaliente es la narración (sucesión y transformación) que se aparta de la lógica de la videoconferencia.
80
Por lo dicho, afirmamos que las imágenes que la webcam transmite no
reponen los sentidos que produce el cuerpo en situación directa y, por tanto,
el cuerpo propio visible –en la pantalla de la P.C.-o el cuerpo del otro visto;
no operan como condicionamiento ni como restricción a la charla textual.
Las imágenes de la webcam son como una fotografía en movimiento –signo
icónico por definición- y, en este sentido, no instauran una censura más
fuerte que la autocensura interiorizada que todo sujeto posee.
5- Jugar al amigo invisible (y anónimo)
Ahora nos vamos a ocupar de ese 42% de sujetos (Ver capítulo Nº II) que
“siempre” o “a veces” chatea con contactos que “conoció en chatrooms u
otras instancias virtuales” y, por tanto, son desconocidos en la “vida real” o
desconocidos físicamente. El 39% de los sujetos que chatean con
desconocidos considera que el mensajero instantáneo es un lugar propicio
para las mentiras o engaños. En este tipo de relaciones, entre extraños-
conocidos, gestadas puramente en la web (Según la clasificación de Diego
Levis63) ocurre que los participantes del vínculo no terminan de confiar en
que aquel otro, al chatear, dice ‘la verdad’ o que lo que dice se corresponde
con lo real. Cómo entienden al Messenger sus usuarios: - El 39% entiende al espacio como un lugar propicio para que los desconocidos mientan o engañen. - El 25 % encuentra al mensajero el lugar más propicio para alimentar relaciones de amistad. - El 20% encuentra al mensajero un lugar propicio para iniciar relaciones románticas. - Sólo el 5% asocia al mensajero con un lugar propicio para el sexo.
Esto se produce no sólo a raíz
de los mitos instaurados alrede-
dor de Internet64 que como nuevo
medio y, por tal, desconocido
genera ciertos resquemores que
provienen del miedo a la innovación, a lo no familiar. Sino que también
proviene de lo que los medios masivos de comunicación audiovisuales
instauraron como: lo creíble o increíble, lo que es real y lo que es ficción;
atado a la dirección -o al régimen- de la mirada de los sujetos participantes
de la acción.
63 Ver capítulo I de la presente obra. 64 Es una creencia bastante generalizada “que en la web se miente más que en la vida real”, o bien que los sujetos amparados en el tan mentado anonimato, aprovechan la situación para realizar fechorías que en la vida real no llevarían adelante por la censura social.
81
Advirtamos, nuevamente, en una charla por mensajero “nunca puedo mirar a
los ojos del otro” a mi interlocutor de turno, porque el medio no soporta este
hecho ni siquiera por webcam. Ya que cuando “miro fijo al otro”, en verdad, lo
que miro es el ojo vacío de la webcam y viceversa. Cuando la mirada del otro
“parece mirarme a mi directo a los ojos”, “sé” -o intuyo- que, en verdad, “su
mirada se dirige al ojo de su cámara”. En este vacío se cruzan las miradas de
dos seres que a pesar de charlar no pueden verse ni tocarse…. Y tal vez, el
voyeurismo “lo miro, pero él no me mira mirarlo” (Metz, 1975).
Decíamos que, esta desconfianza que se tiene hacia ciertas relaciones
gestadas on-line proviene de que en la TV los noticieros televisivos,
magazines y todos aquellos programas que tratan temas “anclados en la
realidad”, sus conductores suelen mirar a cámara. Este eje o-o (eje los ojos
en los ojos) instaura como efecto de sentido “mirar a los ojos” del espectador
(Verón, 1983 a) y ello es lo que produce la confianza (índice de realidad) que
el teleespectador deposita en quien “le habla y le transmite las noticias, el
acontecimiento”. Por otra parte, está su opuesto, el índice de ficción
instaurado desde el cine. Ocurre que el buen actor tiene “prohibido mirar a
cámara” para no quebrar el espacio diegético de un filme de ficción. Es decir,
el índice de que esto que “usted” está viendo no es real – y se cuenta sólo- es
la “no mirada a los ojos del espectador/ cámara”, que ocupa el lugar del
voyeur o de espía de la escena ficcional (Metz, 1991).
Y a pesar de todo esto, la conversación se produce. Es decir, aquel que
descree de lo que el otro le dice “hace como sí le creyera” -en el cine o en el
Messenger-, precisamente, para cooperar en la comunicación. Es decir, en
los intercambios sincrónicos se produce la misma operación que cuando nos
emocionamos frente a una ficción: “suspendemos el descreimiento” y
tomamos lo que sucede como si fuera real. De acuerdo a esta convención
tácita, entendemos y explicamos la desconfianza que se gesta y nace en las
interacciones por mensajeros instantáneos con desconocidos y que a pesar
de ello se logre intercambiar palabras en un diálogo65.
65 Claro que todo lo dicho, en este parágrafo Nº 5, sólo es una hipótesis de los efectos de sentido, tejida desde un análisis en producción, que habría que corroborar en futuras investigaciones que se dediquen al análisis empírico focalizado en la instancia de recepción.
82
6- Reinventar el abecedario en un soliloquio compartido,
infantil y familiar.
“Mi lenguaje tiembla de deseo (…) Es precisamente ahí donde no estás: Tal es el comienzo de la escritura”
Roland Barthes. El acto de decir por mensajero, de abrir una ventana de diálogo nos hace
compartir con el otro “el mío, el suyo; nuestro presente” y nos devuelve la
magia del instante y de la presencia del otro. “Él y yo aquí-ahora”. En este
dirigirse mutuamente la palabra se forja un contrato en el que, a veces, uno
es un voyeurista: un espía “que mira sin ser visto mirando” la vida del otro, y
otras es un exhibicionista: “que se muestra sin advertir que sabe que lo
miran” (Metz, 1975). El otro, a uno u otro lado de las posiciones, hace de
partenaire de la situación, que por ambos se sostiene.
La enunciación que implica: “una apropiación de la lengua por parte de un
locutor que la habla; la implantación de un interlocutor y la constitución de un
contrato relacional (se le habla a alguien). La instauración de un presente
mediante el acto del ‘yo’ que habla y, conjuntamente, pues ‘el presente es
propiamente la fuente del tiempo’, la organización de una temporalidad (el
presente crea un antes y un después también) y la existencia de un ahora que
es presencia en el mundo […]. Indisociable del instante presente, de
circunstancias particulares [del contexto] y de un hacer (producir, a partir de
la lengua y modificar la dinámica de una relación), el acto de decir es un uso
de la lengua y una operación sobre ella.” (de Certeau, 1996:40).
En los mensajeros instantáneos tal como hay dos niveles de comunicación,
al menos, hay dos destinatarios construidos intradiscursivamente por este
sujeto que enuncia:
El enunciatario evidente o singular: es aquel con el que el enunciador se
comunica directamente abriendo la ventana de diálogo y llevando adelante
una charla, con el que gestará un vínculo más o menos simétrico y cercano
según quién sea su interlocutor de turno (jerarquía y status). Aunque
83
siempre este vínculo instaurado a través del mensajero será más cercano
que en otras instancias de interacción cara-a-cara.
Y el enunciatario no evidente o colectivo: es la lista de contactos estables
que el enunciador mismo conforma, con la cual se comunica de manera
indirecta a través de las frases que publica gracias a ese “arte ordinario” que
es la creación de un nickname. En esta instancia, cada sujeto movido por su
estilo singular instaurará distintos contratos de lectura o vínculos, que
tenderán más o menos a la simetría. Los nick “objetivos” buscarán
establecer un vínculo más frío, solemne y distante con su lista. Los nick
subjetivos, en cambio, intentarán gestar una relación más cálida, informal y
cercana con sus contactos.
El sujeto que habla, sujeto a su deseo y a su falta, busca suturar la falta de
presencia del Otro en el diálogo por chat. Y en este soliloquio, por primera
vez, compartido llevamos adelante una conversación que en su transcurso
tomará diferentes matices…. A veces diálogo trivial; otras, palabra de lo
cotidiano; a menudo, comentario frívolo y muchas veces palabra profunda,
confesión indecible y, a pesar de ello, dicha.
Sin embargo, la ventana y los signos previstos por el programa ya cargan de
sentido la conversación. Imposible escapar, o escapar sin caer y recaer, del
el tinte humorístico que gran parte de las conversaciones por mensajero
posee. Sus iconos gestuales, sus guiños, sus zumbidos, los colores, las
fotografías, los nicknames… Todo invita al comentario chistoso, gracioso,
sagaz. Todos estos elementos llevan a fundar un vínculo simétrico con
aquel que se charla. Todo invita al chiste y a la complicidad con el que está
al otro lado de la pantalla, disponible. A vece muy profunda y otras entre
conversación y comic humorístico y, por tanto, popular. Alejada de toda
charla oficial, rígida, acartonada, ritualizada.
La obligación de tipear rápido lleva a desconocer la ortografía a no corregir
la escritura y, a veces, a reinventar el abecedario. Esto vuelve la charla aún
más coloquial, más suelta y acentúa la tendencia al diálogo informal.
En tal discurso hay un yo y un tú que al dirigirse mutuamente la palabra
forjan un contrato… El habla descontracturada, coloquial, jocosa, chistosa…
El ardid o el chiste que son una prestidigitación relativa a las ideas y se
84
introducen por sorpresa dentro de un orden son parte del arte de introducir
sentido en la ocasión. Que tal como señala Freud, están hechos de
“economía y condensaciones verbales, doble sentido y contrasentido,
traslados y aliteraciones, empleos múltiples del mismo material” (de Certeau,
1996:44-45). De este empleo del lenguaje nace un vínculo o contrato
simétrico y cómplice, por su cualidad humorística, que solo puede captarse
en el transcurrir de la charla.
Este tipo de conversación deja que el sujeto se suelte, sea informal y
desacartonado. Porque, ni el caprichoso cuerpo ni el elocuente rostro están
comprometidos en la interacción. Así, se recuperan, se restauran y “se
reciclan las relaciones sociales” (Neri, 2001). Porque, en esta interacción se
puede “un-poco-más” que en las cara-a-cara, porque, todo pesa “un-poco-
menos”. Esto lleva a sus interlocutores a moverse con un “plus de libertad”
que no suele ocurrir en la (inter)acción social, que involucra a la presencia
corporal.
Tal como dice Goffman (1959:29 y s.s), en la interacción social el sujeto está
muy preocupado por representar, y que le crean, su papel. Con su fachada
personal y social, con sus modales y con ese trasfondo escénico –“utilería
para el flujo de acción humana”- que emplea para lograr una determinada
apariencia. El actuante, siempre tiene conciencia del grado en el que es
observado, por esto, actúa un aspecto idealizado de sí mismo ya que en este
“paquete-de-comportamiento-y-palabra” (Verón, 1987:142) sabe que, entre
otras cosas, informa acerca de su status social.
La mirada de los Otros que siempre condiciona nuestro actuar, en el ámbito
del mensajero juega-otro-juego (queda afuera). Y el cuerpo al no estar bajo
la mirada del otro tiene la sensación de no estar controlado. En el mensajero
la mirada no existe y no es visto quién actúa o interactúa, de este modo, la
apariencia de la presencia corporal y el contexto pierden peso y densidad.
Este hecho crucial le facilita al sujeto la tarea de explayarse, enviar guiños,
zumbidos, iconos gestuales… En una palabra: infantilizar su discurso.
Efectos de sentido que pueden realizarse gracias a que esa conversación
conlleva “la libertad [que posee] el habla popular en situación popular”, habla
85
espontánea “sin” censuras, ya que esa micro-interacción no tiene nada de
oficial (Bourdieu, 1984:153).
Estos códigos que rigen las interacciones en el mensajero permiten cierta
laxitud en el capital lingüístico que el sujeto debe poseer como también
permiten y promueven la competencia en el envío de guiños e iconos
gestuales. Guiños e íconos que refuerzan el efecto de sentido de comic,
broma o chiste que posee casi toda conversación por mensajero. Es como si
la ventana del Messenger funcionara tal como el marco metacomunicativo
descubierto por Bateson (1955) que nos indica “Esto es juego”. Sin embargo,
el envío de zumbido que posee como efectos de sentido la solicitud enfática
de atención, el reclamo de que el otro escuche, sólo puede emplearse con
pocos destinatarios de la lista66, porque, es casi un reto una invasión al
territorio -a la máquina/ pantalla- del otro. Es el equivalente “a un tirón de
orejas o a una palmada”, por cuanto, inadmisible en ciertas relaciones.
Enviado al destinatario equivocado puede ser leído como falta de respeto y
un quiebre en el “Esto es juego”.
Él ríe, hace chistes, se involucra, se confiesa, juega con las palabras… Abre
el universo discursivo y provoca un caudal asombroso de subjetivemas67.
Siempre en la ventana y, a veces, también en el nickname. Es el sujeto del
deseo quien habla: el sujeto subjetivo, el sujeto ideológico, el atravesado por
la falta, fragmentado y teñido del discurso del Otro (Pecheux, 1978). Es el
sujeto que hablaría en el diván del analista o en el confesionario del cura, a
los que no ve y por tal puede exhibirles “sin” censuras sus anhelos. En el
mensajero ocurre esto. El contacto “al que tampoco veo” está listo para
escuchar mi confesión, mi queja, mi franqueza o mi emoción.
Por lo dicho, este enunciador construido es expresivo, verborrágico,
elocuente; manifiesta sus puntos de vista –aunque él no lo advierta- y se
dirige a un destinatario que sabe de la vida más que de cualquier otro tema,
que sabe del pulso cotidiano más que de ninguna otra cosa. “Sabe de mí” y 66 Inclusive el software de Microsoft limita la cantidad de zumbidos en el tiempo, ya que no se pueden enviar dos zumbidos juntos. 67 Término semiológico que refiere a todos los vocablos calificadores de la lengua, en donde el sujeto toma posición ideológica respecto de aquello que dice. Se evidencian los adjetivos, pero también hay muchísimos sustantivos y verbos que entran en la categoría.
86
coopera para que la conversación pueda llevarse a cabo. Es entre este
enunciador y este enunciatario que suele fundarse un vínculo cercano y
familiar que tiende a la simetría y a la complicidad como en ningún otro
lenguaje, como en ninguna otra interacción: ni cara-a-cara ni tampoco
telefónica.
Se abre nuevamente el mensajero y la ventana al pie de la pantalla empieza
a titilar del azul al naranja. Me reclama, me interpela, me invita a abrirla y
evoca un crisol de efectos de sentido: “¡No lo veo, pero me habla!”, “¡Está
ahí, ahora, en mi vida cotidiana!”, “¡Estoy ahí con vos!”, “¡Estás aquí
conmigo!”… Y nada tan acogedor como mi amigo on-line.
Este software lo abramos en nuestra casa, a unas cuadras o a diez mil
kilómetros de nuestra ciudad natal será siempre el mismo: la misma
estética, el mismo paisaje, los mismos contactos. En todos lados amuchados
sin tocarse. Allí estará la gente que queremos y la sensación de lo cotidiano,
de lo conocido, de sentirnos –nuevamente- “como en casa”. Triste y
tranquilizadoramente familiar como la comida Mc. Donals frente a la misma
pantallita, que está en todos lados. ¡Aquí, ahí, allí… Por todas partes!. Y mis
ojos viendo lo de siempre y mi boca hablando en lengua materna.
87
Mensajeros instantáneos:
Síntoma de esta cultura frita!
Capítulo V
Cómo del Estado de Bienestar pasamos al
¿Estado de Malestar?… Y la restitución del
equilibrio. Conclusiones.
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“Ya sufriste cosas mejores que éstas y vas a andar esta ruta, hoy, cuando anochezca.
Tu esqueleto te trajo hasta aquí con un cuerpo hambriento, veloz. Y aquí ¡Gracias a dios! Uno no cree en lo que oye.
Ángel de la soledad y de la desolación preso de tu ilusión vas a bailar, a bailar... bailar”.
El indio Solari
1- Del Estado de Bienestar al… ¿Estado de Malestar?
Transitamos el siglo XXI con la única certeza de que ya nada es lo que era…
Todo lo sólido se desvaneció ¿En el aire? En el plano internacional: Reagan,
Thatcher, la crisis del petróleo y “¡la mar en coche!” acabaron con el Estado
de Bienestar. Latinoamérica aún conmocionada y con el recuerdo indeleble
de la cobardía, el terror, la masacre y la impostura de los regímenes
autoritarios siguió el pulso de la época y se ‘aggiornó’ al nuevo régimen
económico neoliberal y al nuevo Estado Postsocial, que se erigía victorioso
ante las ruinas de sus víctimas y nos legaba, a cambio del trabajo tradicional
de ocho horas, tiempo libre y la tecnología que nos entretenga.
En América Latina a partir de los ’80 el Estado cambia “pierde su rol de
representante universal de los intereses del conjunto (bien común)” deja atrás
su lugar intervencionista e inaugura un capitalismo más duro que el del
liberalismo clásico. Así, las sociedades se vuelven “sanamente desiguales”
(Minujin, 1998), profundamente desiguales, distraídamente y tristemente
desiguales. Esta fractura, que se conoce con el nombre de globalización fue
“sólo un paso en la mundialización del mercado. El Estado [Ahora] provee y
garantiza la juridicidad de las operaciones del mercado, esto es de la compra-
venta dables en el ámbito nacional” (Benbnaste, 2004:157). Aquel Estado
benefactor, garante de los derechos sociales, que pacificaba y marcaba un
orden social se derrumbó. Esta caída dio paso a un Estado Postsocial
(García Delgado, 1994:41), separado de la sociedad civil, que inclinó la
repartija a favor de los intereses de los grandes grupos económicos y en
detrimento de los pocos asalariados que quedaron dando vuelta.
89
Mientras que en aquellas épocas en las que el Estado se erigía como
organizador de la vida social de los cuidadnos también detentaba la
hegemonía cultural y el control de la producción/reproducción y circulación
de los bienes simbólicos; hoy, al haber sido desplazado por el mercado, es
éste el que hace de las producciones culturales y simbólicas su industria y
su negocio. “La reproducción ideológica siempre estuvo vinculada al sistema
educativo y a las esferas del Estado. En cambio en los últimos años del siglo
XX el mercado tomó a su cargo el control y la tarea de la ‘industria cultural68’”
(Ravalli, 2003:22 y s.s.).
Con este derrumbe también “saltan la cuerda, se enredan y caen de boca” los
sindicatos y partidos políticos. Al ritmo que, comienza a tambalear la escuela
-con su rol socializador69- y se fragmenta definitivamente la tradicional
familia nuclear; se produce, además, la ruptura de los lazos habituales de
socialización; y se instaura un nuevo modo de socialización salvaje en la que
intervienen, en gran medida, los medios de comunicación construyendo
nuevas realidades y estableciéndose como los “malos mediadores entre los
intereses de la sociedad y el Estado” (Quevedo, 1998).
Esta debacle convirtió a una sociedad de productores en una sociedad de
consumidores. Por lo tanto, las viejas y clásicas instituciones panópticas que
modelaban a los individuos productivos cayeron en desuso y se
metamorfosearon. Fue ineludible inaugurar otro tipo de disciplinamiento ya
que el anterior no formaba consumidores, sino personas con un
comportamiento rutinario y monótono (Camarotti y Kornblit, 2005). Ahora
no se necesita más gente, ni personas, ni siquiera ciudadanos. Se necesitan
consumidores, usuarios, es decir, “sujetos no sólo despopularizados y
despolitizados” (Alabarces, 2002), sino también deshumanizados.
Debido a esta ruptura se produce, por un lado, una alteración en la
estructura productiva y de clases y, por otro, una crisis de legitimidad
68 Declaraciones de Guillermo Mastrini en “Industrias Culturales” Nota que salió publicada en el Nº 53 de La Revista de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA . 69 Cabe destacar que la escuela, tuvo un rol importantísimo en la conformación de subjetividades, ideologías y construcción de consensos en todos los Estados modernos. Con el advenimiento del neoliberalismo, no sólo pierde en contenido y protagonismo en esta construcción, sino que producto de la privatización de tantos establecimientos educativos, pierde fuerza como institución homogenizadora. Por otra parte, debido a la proliferación de medios y circuitos de información como Internet, la escuela ya no posee el monopolio de la palabra autorizada, con la que se quedan los medios masivos y, ahora, los canales de difusión de contenidos.
90
política que se trasluce en los medios de comunicación. Ello también
repercutió en el interés que los cuidadnos, alguna vez, tuvieron por la
política (Quevedo, 1998). A causa del ingreso a la era de la ‘videopolítica’ los
sujetos, que antes conformaban la política desde la plaza y desde la
muchedumbre, pasan a ser espectadores de la misma a través de la pantalla
de televisión. De este modo, los medios masivos de comunicación ocuparon
ese lugar vacante situándose como los mediadores y transmisores de la
gestión pública a los que ya no son pueblo ni ciudadanos, sino que son
espectadores o usuarios que en virtud de tal transformación perdieron la
confianza en el Estado.
Al proceso de concentración de capitales se le sumó la influencia de un
nuevo paradigma tecnológico que alteró los procesos de organización en
relación al eje capital-trabajo. Esto produjo que la acumulación de capital
dependa cada vez menos de los recursos naturales y del trabajo, y cada vez
más de la intensidad del conocimiento. De tal manera que, el eje del proceso
económico dejó de ser el trabajador y pasaron a ser el mercado y el
consumidor (García Delgado, 1994:57 y s.s.). De este modo, cayeron en
desuso las típicas formas de producción fordista y se instauraron las formas
de contratación laboral flexibilizadas, desrregularizadas, precarizadas; y con
ello proliferó el autoempleo, el pluriempleo, el empleo informal, el
cuentapropismo y el gran fantasma: los excluidos. Frente a estas nuevas
formas, típicamente posmodernas, se modifica el paradigma de desarrollo y
se pasa de la inclusión, a través, del trabajo asalariado a la preeminencia de
lo individual y de la exclusión. Esto produjo/ce una desintegración, en la
sociedad, de los lugares tradicionales de conformación de la identidad del
sujeto y una desintegración de los espacios en los que se solían tejer los
vínculos sociales: el ejército, que abandona su carácter de obligatorio; la
escuela, que deja de tener peso específico; la familia, que se hace y deshace
al ritmo de la reglamentación de la ley de divorcio; los clubes sociales, que se
funden; las iglesias, que ya no contienen a nadie; la política, que a ninguno
convence y ni hablar de la reunión en la fábrica, en la ofician o en el
sindicato, que también se derrumban.
91
Fastidiosamente acostumbrados a que esté demodé reunirse con ‘los pibes’
en la esquina, que sea ‘out’ tomar cerveza y no speed con vodka, que los
complejos se resuelvan en el quirófano y los vaivenes emocionales
‘maldeamores’ se alivianen con los antidepresivos ‘quitapenas’ que nos vende
el farmacéutico. Nuevamente, nos vamos poniendo duchos y nos
acostumbramos a que cotidianamente las interacciones cara-a-cara sean
menos y las comunicaciones mediadas por computadora -y el mensajito de
texto- sean más. La video cassettera, la video filmadora, la reproductora, la
grabadora, el DVD, el VCD, el CD, el MP3, los celulares, las computadoras,
las súper pantallas líquidas o gaseosas y las cámaras digitales… Llegaron a
nuestras vidas para quedarse. Y en 1995 Tim Berners-Lee con su invento y
su obsequio: Internet, nos cambia la vida para siempre, ya que, además de
multiplicarse lo tecnológico, con la web cambia el modo en que sus
producciones circulan. Este proceso produjo/ce y se traduce en que “cada
vez mayores partes del consumo cultural estén mediados electrónicamente y
que haya una tendencia fuerte al desplazamiento del consumo de la cultura
en espacios públicos, al consumo de la cultura en el ámbito domiciliario70”
(Ravalli, 2003).
A su vez, en este proceso también se fusionaron grandes empresas71 y el
mercado se hizo cargo de la industria cultural que, ahora, no sólo fabrica
contenidos y entretenimiento para consumidores con gran tiempo libre, sino
que administra los canales de comunicación o conexión. Canales de
conexión que ya no son “cable pelado” como alguna vez lo fue el teléfono,
sino que en el mismo canal hay impreso un universo simbólico que ancla los
temas tratables y, por ende, pensables. De este modo, las grandes empresas
vinculadas a este sector de la producción y viabilización de
entretenimiento/comunicación administra hoy “toda la cultura, que es la
expresión simbólica de una sociedad” (Ob.Cit., 2003). Es decir, ya no es la
70Declaraciones de Guillermo Mastrini en “Industrias Culturales” Nota que salió publicada en el Nº 53 de La Revista de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. 71 “En los años ‘80 la mayor fusión, dentro de los medios de comunicación, fue la de la cadena norteamericana de televisión ABC con otra editora llamada Capital City por un monto de 340 millones de dólares. En cambio, en el año 2000 la mayor fusión de industrias culturales fue la creación de la AOL-Time-Warner. Negocio que involucró 350 mil millones de dólares. Esto da cuenta de la cantidad de veces que multiplicó el dinero en la principal transacción comercial del sector” (Ravelli, 2003).
92
escuela, ni el ejército, ni los medios –controlados por el Estado- los que
reproducen las representaciones sociales e ideológicas sino que es el
mercado el que signa las maneras de sentir, ver, percibir y actuar en el
mundo. De allí que los valores fundamentales sean: el consumir, el usar, el
narcisismo, el individualismo y la competitividad, y que del amor a la
bandera se haya pasado al amor a la marca. Valores que la cultura de la
empresa traslada a toda la sociedad. Claro está que, administrar los
consumos culturales de la población mundial occidental y controlar todas
sus vías y maneras de comunicación no sólo es reproducir el sistema de una
manera poco democrática –que absorbe toda voz discordante, queja o
diversidad-, sino que es intervenir de manera directa en la vida cotidiana de
los sujetos, en sus gustos, deseos y costumbres72.
Al ritmo que estas tecnologías de información y comunicación (TICs) se
multiplican –manejadas por inmensos capitales transnacionales- y el Estado
afianza su rol de garante económico de estos grandes monopolios, también
empiezan a emerger los nuevos modos en que los sujetos inscriben sus
ideas, valores y representaciones sociales. Es en este contexto político,
económico y cultural que podemos entender el éxito que rápidamente, desde
1999, obtuvieron los mensajeros instantáneos y con ellos la comunicación
punto-a-punto, que está quitando espacio a la comunicación masiva
tradicional. Es decir, con el uso de las CMC el sujeto se acomoda a la nueva
coyuntura y sigue apostando a la construcción/reconstrucción de redes
sociales, ahora, a través de Internet y de los mensajeros instantáneos.
Mensajeros, mensajes de texto, blogs, e-mails son espacios en los que el
sujeto busca reponer lo que la embestida neoliberal le quitó: los lazos
sociales, los vínculos familiares, las relaciones laborales, los espacios
compartidos y públicos luego del repliegue en el hogar. Paradójicamente,
esta tecnología (hija del neoliberalismo) es empleada por los sujetos en pos
de recrear lazos afectivos estables con amigos, compañeros y conocidos. 72 Esto no sólo lo logran los dueños de la web (Telefónica, Telecom, Impsat y Prima, entre otros) a través del acceso pago. Sino, también los dueños del software aunque hablar en plural sería un eufemismo si al imperio Microsoft no le diera combate su sistema operativo ‘archienemigo’ Linux; y todos los pequeños productores de software que andan dando vueltas; y todos aquellos productores de contenidos de la web, que la ubican como el lugar de difusión democrático... Aunque sea muy clara la disparidad de fuerzas ¿No?
93
El sujeto se apropia –a medias- de la producción de los contenidos de esta
tecnología –aunque no sea dueño del canal- y gracias a la maleabilidad las
producciones que soporta el sujeto puede privilegiar en su práctica la
recreación de relaciones afectivas a distancia a través de la charla
cotidiana, a través de la conformación de páginas web o juegos on-line. De
este modo, repone las frustraciones del mundo familiar devastado y los
espacios de trabajo compartidos, que ya no existen… Y en este accionar
deviene menos individuo y más interdependiente de los lazos sociales
afectivos, más actor y un poco menos espectador de la oferta de
entretenimiento que un medio masivo le propone para su tiempo de ocio.
Ahora sí: Las cuatro preguntas que McLuhan nos legó; y que pensamos que
jamás íbamos a poder responder. Hacia fines de su actividad, y luego de la
lluvia de críticas que recibió durante toda su vida, Marshal McLuhan (1988)
escribe su último libro: Las leyes de los medios: la nueva ciencia. En él
elabora ‘cuatro leyes de los medios’ que plasma en forma de preguntas.
Estas preguntas que McLuhan nos hace respecto de los medios –para
conocerlos- son las que guiaron, de manera oblicua, la presente reflexión
sobre el Messenger: ¿Qué extiende? ¿Qué recupera? ¿Qué revierte? ¿Qué
vuelve obsoleto? Entendemos que, el uso del mensajero instantáneo y la
práctica de chat extiende, a fuerza de un presente compartido, la presencia
individual del sujeto en múltiple espacios geográficos, justamente, por
ubicarlo en un espacio desterritorializado. De este modo, el Messenger
extiende y viabiliza el contacto con el Otro, con el resto de los usuarios.
Respecto de qué recupera; sostenemos que, rescata valores importantísimos
como la cotidianidad, la familiaridad, la amistad, la interacción en lugar de
la expectación, la cercanía, el juego y la risa. Sin embargo, si este tipo de
mediación se lleva al límite o se la emplea como única alternativa revierte el
contacto corporal e inmediato con el Otro y conduce del encuentro al
aislamiento. Por último, entendemos que, con la proliferación de la
comunicación vía mensajero se vuelven obsoletas la muchedumbre, la
reunión colectiva, el contacto corporal, también los medios masivos de
comunicación y el Estado-Nación.
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Entendemos que la respuesta a las cuatro leyes de los medios sintetiza y
cristaliza en pocas oraciones aquello que, de un modo u otro, tratamos de
responder a lo largo del presente trabajo. Ahora sí, las conclusiones…
2- Falta y resto: Conclusiones
Podemos decir que el hombre, luego de haber perdido el reino de los cielos,
la vida eterna y haber matado a Dios intenta recuperar su pequeño nicho en
el cielo a través de la conquista del ciberespacio. De este modo, del mundo
mágico de la religión, aplastado por la matematización y la racionalidad
científico-técnica, pasamos a la creación de un espacio de juego para
nuestra vida cotidiana. Ya no tendremos las expectativas de “vida después
de la muerte”, ni progreso constante o la sensación de que en el futuro “todo
será mejor”; pero, a cambio, nos queda un presente extendido y ampliado…
Y la nueva metafísica posmoderna: “estar al mismo tiempo en todos lados”
ocupando, por fin, el lugar que nos dejó vacante Dios.
Ya que todas las comunicaciones sincrónicas mediadas por computadora
que instaura Internet (mensajeros instantáneos, salones de chat abiertos y
todo tipo de juego virtual) son percibidas por sus usuarios como espacio de
juego y vínculo con el Otro, podemos decir que, son espacios entendidos
como ‘break’ o recreo en el que un plus de acciones son posibles allí y no en
otro ámbito. Esto se debe a que, allí pesa un-poco-menos la censura y la
coacción social; y es por ello que inauguramos dicha comunicación
interpersonal mediada, la comunicación-entretenimiento, la charla-
pasatiempo, en la que siempre se puede decir ‘un-plus-más’. Así, pasamos
de la era de los medios masivos de comunicación a la era de la comunicación
punto-grupo-entretenimiento… Sin embargo, en este nuevo tiempo, tal como
en la vieja era de los medios masivos aquellos que son los propietarios del
canal de comunicación consiguen, nuevamente, orientar sus contenidos.
Es decir, con todas las críticas que se le pueden hacer a los medios masivos
de comunicación -y su fracaso como garantes de la democracia y de los
intereses del pueblo- ellos tenían por materia prima de sus noticias y
contenidos los grandes temas sociales: la guerra, la paz, el hambre, la
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pobreza, el poder político, las revoluciones, las grandes crisis económicas,
los cambios de gobierno, los sistemas democráticos, etc. Temas que
aparecen silenciados en los mensajeros instantáneos, que sólo habilitan la
temática de lo cotidiano-individual: el chisme de lo que ocurrió ayer en mi
experiencia inmediata, el microrelato o la micropreocupación; que se
instalan como temas centrales de las charlas por mensajero. El Messenger
resta tiempo a los medios masivos clásicos, y con ello también le resta
tiempo a las –mal-tratadas- cuestiones sociales que la agenda de los medios
instalaba en la población como temática pública. Ahora se tematiza “el
ahora”, la vida cotidiana tan sencilla y sin grandes acontecimientos como
cualquier vida diaria. Tan privada y tan pública al mismo tiempo, las veces
que hacemos de exhibicionistas de fragmentos de nuestra propia vida
privada o de vouyeristas las veces que hacemos de espectadores de la vida
cotidiana que el otro publicita a través de la ventana o del nickname.
En estas aguas navegamos la desmovilización posmoderna que también
propician los mensajeros, las computadoras o las pantallas. Porque,
literalmente, frente a una pantalla perdemos capacidad de movilización.
Justamente, porque es indefectible la necesidad de estar quietos para
observar/interactuar frente a la pantalla, ya que son acciones mutuamente
excluyentes: tipear y movilizarse.
Y nos acostumbramos, lentamente, a que ahora la fábrica ideológica la posea
Microsoft, porque en definitiva –a esta altura del trabajo- es un eufemismo
seguir hablando de múltiples mensajeros instantáneos cuando Microsoft
debe acaparar –como mínimo- el 90% las comunicaciones mundiales por
Messenger. De este modo, como el Estado-Nación de otras épocas –a través
del sistema educativo y otras instituciones de masificación/homogenización
de conciencias- se quedaba con el monopolio de la producción/reproducción
de valores, creencias, conductas73; hoy Microsoft se queda con ese rol y
produce, de este modo, la tan ansiada sincronización: temporal, espacial y
cultural. Homogenización con la que se construye lo pensable y lo actuable;
73 Para más información ver la distinción que Althusser (1970) hace respecto de los Aparatos ideológicos del Estado y los Aparatos represivos del Estado. En Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado.
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se absorben los disensos, se fabrican los consensos y aceptaciones. De este
modo, el capital se queda con ese universo simbólico común que tiene por
lenguaje universal: el guiño y el icono gestual. A su vez, nos propone como
colores a “respetar, aceptar, defender y – ¿Por qué no?- amar” esos colores
primarios que componen el logo del capital transnacional: ‘Mundo Microsoft’
y para completar el ‘kit’ de símbolos que la globalización instaura, a modo
de bandera Universal, nos deja el simpatiquísimo Smile.
El sujeto que ama sus insignias virtuales, frente a la pantalla en red deviene
menos espectador por la interacción en la que se sumerge y, sin embargo, no
deja de ser, al fin y al cabo, un sujeto quieto corporalmente y físicamente
aislado, es decir, sin la efervescencia que propicia la reunión con el cuerpo
del otro, sin la agitación social que provoca la muchedumbre, la masa, la
reunión corporal del pueblo en la política o en la fiesta. De este modo,
acompañando el pulso instaurado por los medios masivos, ahora, asistimos
al ultimo peldaño de desmovilización social instaurado por la hegemonía de
la pantalla.
Y sin embargo… ¡Queremos tanto al Messenger! Porque, en última instancia,
es el garante de nuestros vínculos sociales afectivos y porque, además, -en
parte- somos los productores de sus contenidos, aunque nunca alejados del
todo de lo pensable y posible en la época. Porque, en definitiva nos acerca
mucho más de lo que nos aleja y, porque, con el diálogo no-oficial que nos
permite y con la risa que provoca y regenera… la cercanía es aún más cerca,
la risa es más liviana, el malestar en la cultura más ameno. Y también
porque podemos tipear un-plus-más que en otros ámbitos porque,
justamente, aquí “no miro al otro que me mira” y, porque, es un encanto
olvidar los problemas y las penas, el Estado maltrecho, las injusticias
sociales, la familia fragmentada, la sensación de vacío o de sin sentido.
Y puesto que en esta oralidad escrita se hace más fácil acceder al centro del
Otro y se vuelve más económico mantener relaciones cotidianas (ya que con
baja inversión de tiempo se mantienen relaciones que de otro modo se
perderían) adoptamos para nuestra vida un staff de sujetos que no
olvidamos porque, al estar on-line, compartimos un aquí y ahora diario
97
gracias a que este medio suprimió las distancias tal como, alguna vez, el
Ferrocarril las disminuyó.
Pero por sobre todo, optamos por el Messenger porque hablar es compartir el
mismo presente y compartir un mismo presente es estar con el otro, es ser
con el otro, es existir para el otro y que el otro exista para mí. Ese “estar
cerca” que es el conjuro y el antídoto contra la ausencia y la distancia que
tanto malestar causan. Y este permanecer cerca es digno de festejo, porque
es restaurar –algo- de los afectos perdidos en las aguas del Estado
Postsocial. Y porque, en definitiva, sabemos de “la violencia implícita que toda
tecnología lleva consigo en los planos cognitivo y socioeconómico” (Piscitelli,
2005), a pesar de sus innumerables beneficios. Y puesto que, también,
sabemos que la ¿Post?modernidad teje su historia enredada en sus propias
contradicciones y, puesto que ya estamos tan acostumbrados –como dijo
Walter Benjamin- a saber que todo documento de cultura es al mismo
tiempo, indefectiblemente, un documento de barbarie; que nos conformamos
con reírnos y decir-un-plus-más en esta práctica, que hoy estamos llamando
contacto y, a veces, comunicación.
* * *
98
Post-data: Agradecimientos
En este agradecimiento quiero rescatar, esencialmente, ese pronombre que
atraviesa toda la obra y expresa el espíritu de este trabajo el “nosotros
inclusivo”. Esa primera persona colectiva y plural –abierta por el encanto del
lenguaje- que expresa a todas las voces que evoco y a aquellas que se me
hizo imposible citar.
En principio agradezco a Narciso Benbenaste el espacio en la cátedra y la
impecable dirección de esta tesis. Gracias también a mi amigo, jefe y
maestro Marcelo Bentancour. Este trabajo jamás hubiera sido posible sin
que él me explique a la perfección el método hipotético-deductivo y todo lo
que sé de la ciencia y la docencia. No me quiero olvidar de Carlos Neri; ¡Que
ya me llama experta! en su bitácora Moebius. Neri que, además, me legó la
importantísima idea -piedra angular de este trabajo- “Internet reconstruye
los lazos sociales”, frase que cristalizó mi pálpito y me allanó el camino de
investigación. A mis compañeros de cátedra favoritos- Raúl Damián y
Marcela Valzolgher -. Las mañanas no serían iguales sin sus super
‘psicovisiónes’… Y a Liliana Garibaldi que me enseñó mucho más de
comunicación que todos los textos leídos.
Párrafo aparte le dedico a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, a
todos y a cada uno de ellos. Pero sobre todo, al genial Pablo Alabarces –que
apareció justo cuando estaba por tirar la toalla-, quien me explicó cómo es la
carrera después de la carrera y más. También quiero agradecerle al ‘palo’
semiótico: Steimberg, Soto y del Coto. Todas las herramientas de análisis
que presenta este texto me las enseñaron ellos. También a todos y a cada
uno de mis compañeros de carrera –a los inolvidables del TAO- que hicieron
de mi facultad un verdadero lugar de ‘sociales’; pero ante todo a Gabriela
Chiodo –mágica- no quiso analizar el chat conmigo, pero siempre “estuvo
ahí” para chatear conmigo y discutir mis ocurrencias.
Infaltables e imprescindibles mis amigos del Messenger… que chatearon
conmigo a diario, me animaron con sus nicks y sus cosmovisiones. A mi
gran amigo del Messenger y la vida off-line: Andrés Guevara, infaltable,
“siempre ahí” a lo largo de los años; A Sebas Delfino –jefe y amigo- que me
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dio la oportunidad de mi vida compartiendo “Sin Falta”, su primera criatura
radial, conmigo.
A la ocurrente Natalia y a su mejor obra: Agostina, que con seis años chatea
conmigo y se ríe de las ocurrencias, de su madrina, por Chat!.
A mis alumnos del CBC, sobre todo a los del 2005, que aceptaron con gusto
hacer las entrevistas y colaborar de diversas maneras con este trabajo.
Por último, a mi madre tan imprescindible como el aire –a veces brisa y otras
huracán- y sin embargo, infaltable. A mi hermana un ‘gran’ gracias, y no
porque leyó y bancó este trabajo; sino -y sobre todo- por existir y ser bella. A
papá… que me deja sin lenguaje. Sin prosa poética, sólo gracias por estar
incondicional.
A Fernando, a él. Cómplice y testigo de mi pequeño nirvana de los noventa
cuando la felicidad sólo era estar… Fernando, que estuvo todo lo que pudo
antes de que esa inefable murga del tiempo, que trae año a año el carnaval,
se lo lleve para siempre. Para la ausencia que no sutura, que no hay
Messenger que la traiga al presente… La comparsa de esta obra, en su honor
y su memoria.
Valeria Esposito
Octubre de 2006
100
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Valeria Esposito Ella es docente de la Universidad de
Buenos Aires y Licenciada en Ciencias
de la Comunicación en la misma
Universidad. Es la fundadora y
Directora SemioStudio, un espacio
dedicado a la semiótica y a la
reflexión sobre las tecnologías de
información y comunicación. Se
desempeñó como Secretaria de prensa
en el sindicato de docentes de la UBA
y dirigió la revista universitaria
Cátedra Abierta. Desde el 2006
colabora en el portal electrónico de la
Facultad de Filosofía y Letras
‘Moebius’ escribiendo artículos sobre
TICs. Actualmente lleva adelante
diariamente una columna académica
en el programa de radio “Sin Falta en
FM “La Isla” junto a Sebastián Delfino.
valeria@semiostudio.com.ar
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En la presente obra, la autora analiza de modo fresco y vital lo que implica el uso cotidiano del Messenger y sus símbolos más característicos: el guiño y el Simile; que inauguran la era de la comunicación-entretenimiento entre sujetos. También demuestra, con incomparable maestría, cómo diversas corrientes artísticas del siglo XX –entre ellas el Pop Art- dejan su impronta en este nuevo medio de comunicación, y con ello toda una filosofía de vida y representación del mundo.
El análisis discursivo cobra profundidad cuando se explora el empleo del lenguaje, que por sus características ontológicas, consigue acercar a sujetos geográficamente distantes.
Por otra parte, Valeria
Esposito, logra mostrar cómo a través de este medio sincrónico –diferente a todos los precedentes- se ensancha el presente subjetivo de las personas y con ello se modifica toda una concepción del tiempo y el espacio, equiparable a la que instaló el Ferrocarril a mediados del sigo XIX.
Este libro es, además, una pintura colorida y minuciosa de cómo se están llevando adelante las relaciones sociales amistosas, amorosas y jerárquicas; en virtud de la risa, la burla y el glamour que el mensajero instantáneo instala en las relaciones afectivas humanas.
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