Post on 15-Jun-2015
Perú y su Historia
La historia del Perú abarca de manera continua más de 13 milenios de años de
ocupación humana. Los primeros grupos humanos habrían llegado hacia fines de
la glaciación wisconsiensehacia el XIII milenio a. C. como cazadores-recolectores, cuyos
descendientes empezaron a desarrollar la horticultura hacia el VIII milenio a. C.. A partir
de entonces se dio inicio un escalamiento en la complejidad social y cultural de los
pueblos de la región, que dio nacimiento al Antiguo Perú. Hacia el IV milenio a. C.,
aparecieron en la costa central las primeras sociedades con arquitectura monumental que
tejieron una extensa red de comercio vinculando productos de la Amazonía y las
costas ecuatorianas. Conformaron la cultura Caral-Supe, desvanecida hacia
el1.800 a. C. mientras daba paso a nuevas poblaciones en la costa al norte y sur, albores
del surgimiento de Cupisnique y al posterior fenómeno de Chavín, un importante centro
cultural que articuló las sociedades agrícolas de su época hasta el 200 a. C..
Chavín fue sucedida por los primero Estados militarizados de las culturas Moche al norte
y Nazca al sur, surgidos en paralelo al ascenso de Tiahuanaco en el Altiplano. Hacia el
año 600, surge en la zona de Ayacucho la cultura Huari, cimentada en desarrollo de
la andenería para el cultivo del maíz, la cual mostró un desarrollo urbanístico y una
notable influencia Nazca y Tiahuanaco. Huari se expandió progresivamente por los Andes
al norte hasta Cajamarca. A inicios del II milenio el poder político se fraccionó dando
origen varios estados centralistas como Lambayeque y Chimú en el norte y Chincha en el
sur. Éste último artículo una vasta red de comercio desde el Ecuador hasta el Altiplano.
En 1438, el Imperio incaico inicia su expansión hasta dominar, hacia el siglo, el territorio
más extenso en el hemisferio occidental.
En 1532, aconteció la Conquista del Perú, conducida por Francisco Pizarro con apoyo de
algunos pueblos disidentes del incanato, sucedida por las guerras civiles entre
conquistadores hasta el definitivo establecimiento del Virreinato del Perú en 1572. La
llegada de los españoles y la era colonial significó la introducción de la Iglesia católica y
un intenso mestizaje entre españoles, indios y negros trasladados en calidad de esclavos
desde África. Durante el siglo XVII, la explotación minera dominó la
economía mercantilista del virreinato, especialmente alrededor de Potosí.
La implementación de las agresivas Reformas Borbónicas en el siglo XVIII fomentó
sucesivas rebeliones que desembocaron en la violenta Rebelión de Túpac Amaru
II (1780-1781). La invasión francesa en España fomentó las ideas libertarias en el Perú,
que declaró su Independencia en 1821 y la consolidó en 1824 con la ayuda de los
movimientos libertadores del sur y del norte.
Tradicionalmente, la historia peruana ha sido dividida en las
épocas Precolombina, Colonial (a partir de la Conquista) y Republicana (tras la
Independencia).
Conquista del Perú (1532-1572
.
En 1532, el triunfador de las guerras de sucesión, Atahualpa, se reunió con los españoles
en la plaza de Cajamarca. Éste, si bien había ganado las guerras, todavía no era
considerado como el Inca, ya que Atahualpa todavía no había reconstruido el mundo, es
decir, no había vuelto a entrelazar los vínculos familiares con los pueblos sometidos, ni
siquiera había llegado al Cuzco (Huayna Cápac habría tenido un buen número de
esposas debido a estos lazos familiares con los diversos grupos étnicos, Atahualpa era
hijo de una princesa quiteña y de Huayna Cápac). De esta manera, el noble cusqueño
mandó a vaciar la ciudad para esta ocasión. Los españoles, con ayuda de los grupos
étnicos opuestos a la dominación cusqueña o simplemente opuestos a que Atahualpa
fuera el gobernante, en favor de Huáscar, se apostaron de manera estratégica por toda la
plaza de la ciudad andina. Así, entró Atahualpa, llevado en andas, seguido por el curaca
de Chincha, también en andas debido a su importante condición como aliado del imperio,
con su enorme séquito: nobles cusqueños, sacerdotes, vírgenes del sol, mujeres que las
asistían, músicos, danzantes, sirvientes diversos: desde personas que barrían el camino
para el paso de Atahualpa, otras que echaban flores, así como personas que cargaban
las andas del Inca con sus múltiples relevos y, finalmente algunos guerreros, mientras que
el grueso del ejército se quedó en las afueras de la ciudad. Así, los españoles se
prepararon para entrevistarse con el Inca, mediante los intérpretes que habían
conseguido en pueblos anteriores, se comunicaron con el Inca exigiéndole que se
sometiera a la voluntad del Rey de España. Después de que el Inca tirara la biblia, los
españoles lo atacaron a él y a su séquito, matando a toda persona que se interpusiera
entre ellos y el Inca. Luego de una sangrienta matanza, él fue hecho prisionero.
A partir de este hecho, miembros de la élite cusqueña que veían una posibilidad de subir
al poder y los diferentes grupos étnicos, liderados por una élite culta, entran en un juego
de negociaciones con españoles, con Cuzco, con otros nobles; se generó una situación
de desconcierto, en la cual muchos grupos étnicos encontraban indispensable un
levantamiento, por lo cual no dudaron en apoyar a este movimiento que recién se
formaba. Así, los antiguos enemigos del imperio,(entre los que se encontraban
los huancas, los chachapoyas, los cañari), apoyaron al movimiento con guerreros,
hospedaje en sus pueblos, guías y todo lo que sirviera para librarse del yugo español.
Estos grupos étnicos que hacían todo lo que su élite local mandara y la élite cusqueña
que quería usurpar el poder, probablemente creyeron que los españoles serían un grupo
étnico más llegado desde tierras lejanas y que a la larga los podrían someter cuando ya
no los necesitaran. Así, esta élite no tenía forma de saber que a la larga el juego de
favores con estos primeros exploradores se les escaparía de su poder con la llegada de
más españoles, de la desconfianza que se originaría entre ellos, y de su falta de unión
frente a una fuerza extranjera.
En 1533, Atahualpa es ejecutado. Los españoles y sus nuevos aliados recorren el imperio
hacia el sur, siendo recibidos entusiastamente por los huancas en la ciudad de Jatun
Xauxa (Jauja). Arriban al Cuzco en 1534 tras enfrentarse con éxito a las tropas de los
atahualpistas e imponiendo a Manco Inca(un noble inca, hijo de Huayna Cápac y opositor
de Atahualpa), como nuevo gobernante de un imperio ya desmembrado. Manco Inca,
luego de obtener el trono, se enfrenta a los españoles por sus constantes saqueos de
templos y palacios en busca de oro. Así pone bajo sitio al Cuzco (dominado entonces por
los españoles y sus aliados) y a la recientemente fundada población española de Lima,
además de enviar una expedición "de castigo" contra los huancas por su "traición" al
imperio. Tras meses de asedio, los españoles y sus aliados rompen el cerco del Cuzco y
tras la batalla de Saqsayhuamán recuperan el control de la ciudad. Los ejércitos del inca
que atacaban Lima, desertan. Al perder su autoridad y su imperio (cuyas provincias todas
se habían independizando, de norte a sur, siendo las únicas fieles las del altiplano al sur
de Cuzco las cuales se enfrentaron al conquistador Almagro) Manco Inca se retira a su
reducto de Vilcabamba, en las montañas al norte de Cuzco. Allí él y sus descendientes
resistirían hasta 1572, año en que el último Inca, Túpac Amaru, es finalmente capturado
y trasladado al Cuzco donde fue ejecutado.
República
Primera época Republicana (1821-1842)
Independencia del Perú
José de San Martín.
En 1820 el escenario se torna favorable a la
independencia. Se produce el desembarco en
Paracas del General argentino José de San
Martín al mando de las tropas de la Expedición
Libertadora del Perú enviada
desde Chile por Bernardo O'Higgins luego de
haber consolidado la Independencia de aquel
país. Luego del mencionado desembarco se
realiza la Batalla De Nasca, el 14 de octubre de 1820, Nasca así jura la independencia el
día 16, Ica lo hará el 20 de octubre. Así, la situación permanece indecisa luego de varios
choques y acciones de propaganda militar (la expedición de Álvarez de Arenales),
proclamaciones de independencia de varias ciudades, algunos encuentros armados
(como la batalla de Cerro de Pasco en 1820) y de negociaciones frustradas con el
Virrey Pezuela. Finalmente el general español José de la Serna, tras un pronunciamiento
militar contra Joaquin Pezuela, asume el gobierno del Virreinato, abandona Lima y se
establece en Cuzco. El cabildo de Lima firma entonces el Acta de independencia que San
Martín proclama el 28 de julio, convocando luego un Congreso Constituyente.
La Serna reorganiza sus fuerzas en la sierra del Perú y en el Alto Perú, desde donde
realizan incursiones sobre la costa, destruyendo un ejército independiente en la batalla de
Ica, 7 de abril de 1822, y retomando las fortalezas de el Callao. Los patriotas envían
expediciones contra los bastiones realistas de la sierra a través de los Puertos
Intermedios (sur peruano), pero que son destruidas en las batallas de Torata y
Moquegua, 19 y 21 de enero de 1823. El presidente José de la Riva Agüero organiza un
nuevo ejército que arriba a Arequipa y se interna en el Alto Perú, llegando a La Paz 8 de
agosto de 1823, pero tras el resultado indeciso de la batalla de Zepita los patriotas sufren
posteriormente la dispersión en una retirada precipitada. Entonces el Congreso de Lima
decide encargarle a Bolívar, establecido entonces en Guayaquil, la dirección de la guerra.
Así y luego de entregarle poderes absolutos, Bolívar con refuerzos de la Gran Colombia
(Venezuela, Colombia y Ecuador) organiza un nuevo ejército que permanece en Trujillo
hasta tener conocimiento de la guerra civil entre los realistas por la sublevación el 22 de
enero de 1824 del general español Olañeta al mando de los realistas alto peruanos.
Bolívar aprovecha esta coyuntura y dirige la campaña de Junín, 6 de agosto de 1824, y
más tarde su lugarteniente Sucre obtiene la victoria de Ayacucho (9 de diciembre de
1824) que determinan el final de la guerra en el Perú tras la toma de la fortalezas del
Callao en 1826.