No es por educación,

por cuestión religiosa;

es simplemente de justicia

Soluciona los problemas diarios

Reparte equidad

Respeta, tolera, aprende

Aligera el tráfico

Pensar en los demás hace más llevadera la vida:

Pensar en los demás es fundamentalmente saber que no estoy solo y que todo lo que hago repercute para bien o para mal en los que me rodean.

Ellos son la imagen y semejanza de Dios. Como yo lo soy para ellos. ¡Con qué cuidado trataríamos al mismo Dios!

Pues lo que hicisteis a uno de estos (Mt 25, 40)

Pensar en los demás:

* Evita las guerras

* Cura las enfermedades

* Destruye la droga

* Suaviza las tensiones

Pensamos en los demás cuando se trata de la propia familia. Esa es la forma cómo deberíamos construir la sociedad: la familia

Sobre todo porque en la familia todos son iguales. Pensar en los demás es saber que somos iguales y que nadie debe creerse superior.

De niños también nos reconocemos iguales

La fuente de todos los conflictos es creerse más que los demás