NatánNatán

El profeta

Natán fue el profeta que representó a Dios ante los reyes David y Salomón, el momento de mayor esplendor del reino de Israel. Aún así no se sabe nada de los orígenes de este profeta.

Su primera aparición en la Biblia tiene lugar cuando el rey David quiere construir un templo para Dios en Jerusalén. Natán le dice a David que sus manos están llenas de sangre por las guerras que ha llevado a cabo.

Dios, le anuncia Natán, bendecirá a David, pero será su hijo, el rey Salomón, quien construya una casa para Dios, después de la muerte de David. Natán aparece así como la voz de Dios ante el rey David.

Cuando David peca contra Dios y contra su prójimo arrebatándole su mujer a uno de sus soldados. Natán se presenta ante él para contarle una historia de una persona malvada y cruel.

Esta persona tenía muchos rebaños y propiedades. Un día le fue a visitar un amigo y esta persona malvada se fue a la casa de su vecino pobre y le quitó la única oveja que tenía para dársela a su amigo.

Al oír esta historia de Natán, el rey David se enfadó mucho y dijo que aquel hombre merecía la muerte. Ese hombre eres tú, le dijo Natán... Y le anuncia el enfado de Dios con Él por haber actuado igual que el malvado.

El rey se puso de rodillas y pidió perdón. Gracias a Natán se dio cuenta del gran pecado que había cometido. Por su arrepentimiento por lo que había hecho, Dios le perdona.

Natán, que significa Dios-dado, es imagen de todos aquellos, sacerdotes, religiosas o religiosos, cuyos orígenes y pasado no importan. Son voces de Dios, que nosotros podemos escuchar o no.

Texto e imágenes

Revista Gesto, Nº 158

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