México A. N. · UNIVERSIDAD DE MEXICO que le sirvieron de fundamento". A ren glón seguido señala...

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UNIVERSIDAD DE MEXICO

que le sirvieron de fundamento". A ren­glón seguido señala a los precursores,desde Leonardo da Vinci, Bernardo dePa!issy y Miguel Mercati. Geólogos, pa­leontólogos, estratigrafos y cronologistasdesfilan por la narración que Comas hacecon la erudición que le es muy peculiar.

México, país que tiene rica antropo­logía y que al mismo tiempo cuenta ensu haber con una bibliografía muy am­plia, no podía faltar en este libro, yaque estuvo presente en varios de los con­gresos internacionales que el Dr. Comasreseña; por ejemplo en el de Londres(1932), y también menciona a grandesantropólogos que se han ocupado de te­mas mexicanos, por ejemplo el Dr. FranzBoas y A. P. Maudslay. C. Peón delValle representó a México en el Con­greso de Copenhague (1938) Y como talfiguró en el Consejo Permanente deaquel Congreso.

Las densas y minuciosas informacionesque este libro ofrece avaloran sus 494páginas. No hay desperdicio en ellas.Permiten tener a la mano los datos dis­persos que figuran en memorias, revis­tas y toda suerte de publicaciones antro­pológicas y etnológicas. Consta (p. 137)que México estuvo representado en lareunión previa de Viena (1952) paracrear la U.I.S.A.E., por el sayio prehis­toriador Pedro Bosch Gimpera, quien fuenombrado secretario general de la UniónNacional de Ciencias Antropológicas yEtnológicas, que preside el gran ameri­canista francés Paul Rivet. En aquellaocasión estuvieron representados, por par­te de México, la Escuela Naciana Ide An­tropología, el Instituto Indigenista Inter­americano, el Instituto Nacional Indige­nista, eJ; Museo Nacional de Antropología,el Instituto N aciona! de Antropología eHistoria y la Sociedad Mexicana de Es­tudios Antropológicos. Hubo también de­legados de México en los Congresos deParís (1889 Y 1900), Mónaco (1906),Ginebra (1912), París (1931), Bucarest(1939), Viena (1952), etc.

La información bibliográfica empiezaen la página 181 y en ella encontramoslas siguientes divisiones: Generales; Eu­rasia y Africa: geología, paleontologíaanimal y vegetal; prehistoria y protohis­toria en relación con el período terciario;la Edad de Piedra (Península Ibérica,Europa Noroccidental, Países escandi­navos, Europa Centro Oriental, Italia ySuiza, Asia, Africa); arte prehistórico;Edad del Bronce; Edad del Hierro y co­Ionizaciones; Roma; período de las mi­graciones e invasiones; Antropología fí­sica: métodos y técnicas de trabajo; Pa­leontología y evolución humana; Gené­tica; Eugenesia; Antropología física engeneral; Craneometría y Osteometría ; So­matometría y Raciología; Lingüística;Criminología y Antropología criminal;Psicología y Psicopatología; Antropologíasocial y aplicada.

Al final del libro aparecen los retratosde Bosch Gimpera y Alfonso Caso entrelos de 80 antropólogos ilustres; y 'uníndice de autores que permite lI1UY bienmanejar el libro; un libro que está lla­mado a enriquecer la bibliografía de lasdisciplinas históricas y antropológicas,hecho con amor y conocimiento por unsabio cuya producción escrita es ya pri­merísima y cuyo entusiasmo juvenil lepermite ahondar en problemas que tienenla dureza dt; l¡.\ piedra y la eternidad delplatino~

PABLO NATORP, Kant y la escuela de Mar­burgo. Imprenta Universitaria. México,1956. 89 pp.

Como es bien sabido, la "vuelta aKant" fUe lIefada a cabo principalmentepor dos escuelas alemanas: la de Mar­burgo (Cohen, Natorp, Cassirer, etc.) yla de Baden (Windelband, Rickert, Lask.e~c.). La di ferencia entre ambas, que novIene al caso en esta nota, estriba enque mientras la escuela marburguensehace hincapié sobre todo en la lógica, yse halla influída por la Critica de la l~a­

zón Pura, la badense se basa de maneraprimordial en la axiologia, y se halla bajola Crítica de la Razón Práctica.

Fundamentalmente dos aspectos nue­vos e interesantes podemos hallar en elneokantismo de Marburgo, que es el qurnos ocupa en este sitio: a) su posiciónradical ante el problema de la "cosa ensí" y b) su relación con el idealismohegeliano.

a) Si el neokantismo supera, en ciertosentido, al fundador del criticismo, sequeda, en otro aspecto, a la zaga deKant. Prurito de los marburguenses esreducir el pensar filosófico al "métodotrascendental", entendiendo por éste unexamen de las condiciones de posibilidad,lógicas, del conocimiento. El método tras­cendental debe ser distinguido (como hacenotar Natorp en esta Conferencia de1912) del método psicológico, del meta­físico y del lógico-abstractivo (como elde Aristóteles y Wolff). El método tras­cendental tiene dos notas principales: pri­mera, debe basarse en un factum, siendoque no puede respirar, apunta Natorp,en el "espacio vacío del pensamiento abs­tracto"; segunda, debe remontarse a lascondiciones de posibilidad, irreductibles,de todo conocer (lo no dado, lo postu­lado por el entendimiento sintético). Porlo que, resumiendo, puede afirmarse queel método trascendental es el que buscanuestro modo de conocer los objetos; elmodo general que se requiere para apre­sarlos. Llevando a sus últimas consecuen­cias el método mencionado, la escuela deMarburgo se ha visto obligada a negarde manera definitiva la cosa en sí. Deahí que Natorp afirme que la reproduc­ción no es en realidad más que una pro­ducción. El factum, entonces, no es algodado, sino meramente propuesto. Y elconceptualismo idealista marburgués, lle­va a Natorp a escribir que el concepto"no debe significar un segundo recono­cimiento de una identidad dada de ante­mano, sino simplemente la postulaciónoriginaria de la identidad". Y también:"nada determinado existe para el pensar,que el pensar mismo no haya determi­nado". Y -con una sencillez espeluznan­te- llega, incluso, a decir (p. 28) queel entendimiento es, no el intérprete o elcolaborador de la naturaleza, sino su ge­nerador. En este idealismo extremo senos ha escamoteado la realidad, en unhábil acto de prestidigitación, bajo el som­brero de copa de unas relaciones lógicasvacías de contenido, de carne real. Kant.a pesar de su tesis de la incognoscibilidaddel noúmeno, aceptaba su existencia; perosus discípulos neokantianos, queriendoser fieles al método trascendental -y noa la realidad-, niegan también la raízde lo dado, la masividad resistencial delcor~elato: la cosa en sí desaparece y todarealJdad queda reducida a conexiones ca­tegoriales, a anudamientos lógicos: másallá de la relación sujeto-objeto hay sólo"mera falta de razón".

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b) Pero hay otro aspecto en que deci­didamente supera a Kant. Nos referimosa la asimilación que los neokantianosCohen, Natorp, Bauch han hecho del he­gelianismo: "nos hemos acercado. afirmaNatorp, en gran medida a las figuras delidealismo y principalmente a Hegel". ¿ Enqué se nota esta in fluencia? En que, yaque conciben el método trascendental co­mo "progresivo. capaz de originar unaevolucón infinita" y como "no es rígidoni está encerrado en la inmovilidad cós­mica eleática", poseen una filosofia diná­mica. Claro que como la dialéctica es asu­mida de una manera inmanrnte, cabría lapregunta de si es posible una dinamicidadconstreñida sólo al pensar.

Con respecto a Hegel dan un tímidopaso hacia adelante y otro, decidido, haciaatrás: el paso hacia adrlante consiste rncriticar someramente, y con razón. el ab­solutismo idealista del autor de la "Cien­cia de la Lógica", quim, por su pruritode racionalizar lo concreto, mal interpretael proceso y lo idealiza; por eso, e\' mé­todo de Hegel, dice Natorp, "como abso­luto que es, no puede conducir a un pro­greso infinito". El firme paso hacia atrás.consiste en la insólita "convicción" deque el ser es tan sólo una resistencia ob­jetiva que se pone a sí mismo el pensa­miento para entrar en función.

E. G. R.

ADOLFO SALAZAR, La mUSlca orquestal enel siglo XX. Brevario 117, Fondo deCultura Económica. México, 1956. 172pp.

Tomando la música moderna como re­sultado de una actitud frente' a las for­mas empleadas por los compositores ddsiglo pasado, el autor de este libro lograuna síntesis completa de las influenciasy relaciones existentes entre las tenden­cias, las técnicas y las personalidades Queentran en el lapso que abarca de 1890a 1950; esto es, desde las primeras ma­nifestaciones del "impresionismo", hastalas últimas consecuencias del "expresio­nismo".

Como guía segura para el desarrollode su hábil exposición, establece tres ma­neras de reacción adoptadas por los com­positores modernos. El proceso de estosmodos de reacción, son titulados comosigue: a) como postnacionalista, la pri­mera forma de reacción; b) impresio­nista-expresionista, la que tiene por basela ampliación o disolución del principiotonal; c) realista-objetivista. la que par­tiendo de la intensificación del carácterdel motivo conduce a la escritura comofin úl timo.

La más evidente de dichas reaccionespara quien no esté iniciado en los secre~tos de la música, es la que tiene por baseel nacionalismo. El nacionalismo ya sele considere como un aspecto d~ la re­sistencia al poderío extranjero o comouna consecuencia del sentimentalismo 1"1­

mántico que inspira el anhelo de hacerseadmirar por los extraños. aparece comoun signo constante de que se hace men­ción en el libro lo mismo al tratar de lasviejas naciones de Europa. que de las nue­vas de América.

Manifestaciones notables del naciona­lismo son, por ejemplo, el ·::mpobreci·miento de Prokofief y la pobreza deShostacovich bajo el "realismo socialis­ta" imperante en la Rusia Soviética, y bsuperación de lo folklórico alcanzada enMéxico por la obra de Carlos Chávez.

A. B. N.