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señala el éxito máximo delatletismo español enlosÚltimos 25 años.

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OtllhiCillCO fiflOS d oa ll la hípica

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1959:A LA EUROPEADE LA COPA DA VIS como culminación de unlargo camino ascensionaF

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Los cuatro mosqueteros de nuestro tenis actual, Santana. Ceuder. Arilla y Glsbert, armados de sus raquetas, . con las que puedenvencer a no importa qué adversarlos.—( Foto Bert)

El tenis español hubo de su- de la Cruzada, se encontró, de que ocupaban la primera línea en partido de Copa Davis jugado porfrir, como los demás deportes, los hecho, en la necesidad de volver el momento de estallar la guerra. España, defendieron a nuestro paísnegativos efectos del largo pa- a empezar, partiendo práctica- A decir verdad, el brillo de esas Enrique Maier y Manolo Alonso,réntesis de inactividad total ini- mente de cero. figuras había empezado a langui- que no eran precisamente dospuesto por nuestra Guerra de Li- En casi tres años que duraron decer ya antes de la apertura de «comingmen». La esperanza delberacion Y sopado que hubo la las hostilidades sobre nuestro sue- ese ,parente,sis bejico en 1936, en tenis español que jugó el doblevénturosa hora de la terminación lo, se habían agostado las figuras el España—Aleinania, el único de aquel España—Alemania for. mando equipo con «Buby» Maier,

1 1 1. U U U 1 U 1 1 1 1 II U U 1 1 1 1 1 1 1 II s.l 1 1 1 1 1 U 1 U 1 1 1 BIiflC— .. --- - , : . -. .-. . • . ración Española—, pero esa es-

peranza se vio frustrada práctica-

- 1 mei4 por la inactividad de esos

trés años de guerra...En 1939, por lo tanto, el cuadro

de figuras del tenis español esta-

ba prácticamente vacío. Hubo que

1 formarlas a través de una labor

necesariamente lenta, cuyas difi

cultades se vieron aumentadas por

la total inactividad internacional

motivada. por la Segunda Guerra

Mundial

Hubo que esperar hasta 1945 pa-

ra que el tenis español pudiese la-

corporarse al movimiento interna-

cional, tratando, así, de crear las

figuras capaces de devolver a es-

te deporte el rango y el prestigio

que había tenido en otros tiempos.

El año 1946 señaló la vuelta de

España a la Copa Davis. Pero fue

una vuelta sin brillo. Suiza, una

potencia de segundo orden —y aún,

quizás, de tercero— nos eliminó

i la primera ronda.

El fracaso en esta primera te-

ma (le contacto con la gran com

petic:ión internacional y los que

seguiría cosechando nuestro equi

po en las ediciones de 1947 y 1948,

hizo aconsejable la inhibición en

los años 1949 a 1952. Nuevo ensayo

en ll)53 tampoco sin -gran relieve

—Suecia nos eliminó en la segun

da ronda—, y en 1954, en cuyo

año Italia nos dejó en la cuneta

en la segunda ronda, por 5—O.

El tenis español siguió haciendo

algunas tímidas irLupciones al pa-

lenque internacional de la Copa

Davis sin caberle otra suerte que

la de simple figurante de la com

petición. Pero al tiempo que la

débil representación española tra

taba, en un empeño vano, de sal-

var eliminatorias, sin conseguir,

las más de las veces, llegar más

allá de la segunda, una joven hor

nada de campeones se estaba fra-

guando en la oscura esfera de los

juveniles. Andrés Gimeno y Ma-

nolo Santana estaban afilando sus

armas para cuando llegase el mo.

mento, ya próximo, de tomar el

relevo. En 1958, Santana y Gime-

no defendieron los colores del te-

fis español en Copa Davis, ven-

ciendo a Egipto en la primera

ronda, y sucumbiendo ante Suecia.

en la segunda, aunque por un

honroso 2—3.

Sería al año siguiente, en 1959,

cuando el tenis español, del bra

so de esos dos maravillosos jo-

gadores —las dos más grandes

raquetas que ha tenido jamás nuez-

tro tenis— conocería su más ruti

lante éxito. Tras una brillante se.

rie de victorias —Finlandia, en

Helsinki Suiza, en Madrid; Bra

sil y Gran Bretaña, en Barcelo

na— España se proclamaría fina-

lista de la Zona Europea de CopaDavis, cuajando así la más reso

nante gesta jamás alcanzada por

el tenis español en una cumpeti

ción internacional. El camino de

la Copa Davis se cortó, para nues

tro equipo, en esa alta cota de lafinal. Italia, su oponente, se ha-

llaba, a la sazón, en pleno disfru

te de su clara hogemonia conti

nental. Pero España. l conseguir

llegar a la misma altura de los

transalpinos. había logrado escri

bir en la historia del tenis su

más brillante capítulo, plasmando

brillantemente, de ese modo, la

larga suma de esfuerzos y desve

los aplicados, durante años, a la

búsqueda de las figuras que dio-

sen al tenis español ese renovado

prestigio internacion al . en cuyo

disfrute se halla desde entonces.

Manuel ESPIN

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-!f ¡,íirt-j-.roIalínea regular que de todo ha te-nido menos de regular. Un de-porte caro, encastillado en jasconvicciones de quienes creenque en el deporte deben existircastas. Sin embargo, el deportehípico tiene fuerte raigambrehispna y ésta se manifiestacon claridad luego de la guerrade Liberación.

El deporte hípico de deportede selección pasa a ser deportede solera. El caballo deja de seranimal de utilidad para convertirse en estos momentos actuales de progreso en utensilio delujo o meramente deportivo. Rayque saber utilizarlo hay que emplearlo con dignidad y al propiotiempo con lustre para ello hayque cuidarlo, preparalo y usarlo.Es, pues, ahora, cuando el caba-110 está dedicado con mayor fuer- za a la competición deportiva ytodos los países crean clubs,sienten la preocupación deportiva, se aprestan a -luchar y al no

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9% euk La novena O’impíada, celebra-

da en Amsterdam en el año 1928Vestando todavía presidido el su-premo organismo olímpico por sufundador el barón de Coubertindio el espaldarazo internacionala la hípica española. Cuatro es-pañoles acudieron con más ilusione5 que convicciones y salle- . . ron a disputar Ja competición

Francisco Aritméndiz, con su victoria en el Cross de las Naciones de • por equipos. Eran éstos el mar-este año, ha escrito la más brillante página en la historia del atIetis.cl1-Iés de los Trujillos — padre dei

mo español. actual gran jinete Alvarez deBohórquez — Navarro Morones,

Aguilar, Haro, entre la élite ac- Pereira y Fernández. A ellos setual de los más selectos. les debe la única medalla de oro

Han sido largos años de bregar olímpica que cuenta el deporteen constante superación, ya contra español desde que participa enel hombre o ya contra el crono. estas competiciones.•Pero han sido siempre las mane Indudablemente que fue unacillas del reloj las qua han con• sorpresa como lo demuestra eltribuido a un mejor clima, en es hecho de que el primer jinetete intento de superación. español que se clasificó, Navarro

Todavía está ahí el reciente éxi- Morones, ocupó el quinto puestoto de Aritmendiz en el Cross de en la tabla individual.tas Naciones, para darse cuenta De entoces hasta aqul el deporde lo mucho que pueden los éxitos te hípico ha seguido su ritmo, supara la difusión de un deporte.

Y con estos 25 años tambiénhemos de recordar los principalescapítulos que ha tenido la historia de nuestro atletismo, en mate-ria de organizaciones. Puede decirse que todo el movimiento internacional del atletismo españolqueda dentro de estos 25 años.Fue el equipo de Cataluña, con elencuentro Triunfo Genovese—Cataluña, que se iniciaron de nuevolos contactos internacionales, queantaño sólo en contadas ocasiones

Sería larga hacer una enumera• habían tenido lugar.ción de las mismas, pero en la Luego, irían Uegando los Suiza—memoria de todos los aficionados España, Luxemburgo—España, Es-al deporte estan la de Anoeta pafia—Francia, Bélgica—España yRiazor, Zaragoza, Sabadell, Gra otros muchos, que todos contribunoliers, Gerona, Vich, Reus, Bil- yeron, sin duda, a la formaciónbao, como las que más han he de nuestros atletas.cho sonar su nombre, por los Pero dentro de las organizadoacontecimientos que se han dis- nes internacionales que le ha topinado en ellas. cado en suerte a nuestro país,

En cuanto a la larga lista de figura entre todas los II Juegosatletas que han ilustrado estos 25 llediterráneos, que tuvieron lugaraños, deberíamos empezar por en Baroelona, y los II Juegos IbeGregorio Rojo, para continuar con roamericanos, en Madrid. Tamlos Bernabeu, Balciomá, Co]l, Pe- bién los Juegos de la F.I.S.S.U.,tinto, Miranda, Torres, Amoros, en san Sebastián, habían de traer-Barris, Foriuica, Jiní’eras, Io nos a gran des figuras del deportehermanos Adarraga, Maciás, Qua- universitario mundial. Luego, pordra Salcedo, Gómez Urtiaga, Ape dos veces, San Sebastián ha vistollaniz, enTe los más destacados, disputar en su Lasarte el Cross75 que indudahlrmcnte existen iru de las Naciones.el:ios otros más que contribuyeron En resumen y en comentario concon su esfuerzo a esta constante ciso, puesto que el espacio no nosmejora que ha experimentado el permite más, estoa han sido losatletismo español, y que ha de- prinçipales i;ecrio le estossembocado a los grandes ases de mos 25 años.hoy, llamados Aritmendiz, Areta,

Estos 25 años últimos condensantodo el progreso que ha sufridoeste deporte, tanto en practican-tes, marcas, como instalaciones,desde que tomó - oficialidad entrenosotros.

Puede decirse que las múltiplespistas de ceniza que existen hoye;k nuestra nación, arranci r i deeste período, ya que con dnterioridad solamente esta formidable ms-talación que todavía en nuestro3tiempos se mantiene —pese al des-cuido que toda ella sufre— comola única de nuestra nación paraalbergar, si ello fuese preciso,unos Juegos Regionales, o si senos apura unos Campeonatos deEuropa. El resto de instalacioneshan ido surgiendo tras estos veinticinco años, y Vallehermoso esuna de las más recientes realidades, habiendo servido para innumerables encuentros internacionales

ser utilizados como auterioi-mente en el Ejército, las fuerzas ar-fiadas dejan su puesto en lostorneos, lugares que son ocupados por nuevas generaciones civiles y deportistas militares queen su preparación marcial han depracticar obligadamente la hipoca como deporte puesto que yano es utensilio imprescindible ensus ejercicios por cuanto la ca-ballena ha sido mecanizada.

Muchos han sido los triunfoshípicos nternaciona1es alcanza-dos por España en estos veintcinco años de paz, per0 el qudio paso a ellos el que hizo queEspaña fuera reconocida interna-cionalmente como primera petencia deportiva. hípicamerite ha-blando, fue la gesta del caballero Francisco G. Goyoaga, el mesde junio del año 1953, montafl(iOa «Quorum» frente a los famososolímpicos Winkles (Alemania)D’Orioló. (Francia) y D’Inzeo (Ita-ha).

Ya, un año antes, Goyoaga sorprendió a la afición y técnicosde París.

Montaba éntonces el famosolord0 «Vergel»,. un • caballo contoda la apariencia de los caba-lbs andaluces poco hechos — enaspecto — para las exhibicionescíe saltos de obstá,culos. Públicoentendido y crítica parisiense,cuandcGoyoaga hizo su apariciónen la pista no pudieron contener un gesto de risa o cuandomenos ce exceptisismo. Fue pues-to en duda el ternperament0 deljinete y la clase del caballo ensus manos. Luego. cuando Go-yoaga fue proclamado vencedoren la prirnela prueba que corrióen Francia con «Vergel» las co-cas cambiaron totalmente y Goyoaga llegó a ser durante muchotiempo considerado corno el primer jinete español y uno de osmejores del miado.

En el mes de junio de 1953 estejinete español, Francisco O. Go.yoaga conseguía, pues, el mayoxéxito de todos los tiempos en lahípica española: ya que si hayque destacar la inicial de Amsteidam, aquello fue la sorpresaque surgíá en un alarde de improvisación y genio, ya que des-tIc entoncés hasta el año 1953 nada importante se dio en este deporte en el ámbito internacionalSin embargo, este triunfo de1953 fue algo previamente elabo.rudo que luego dio una continuidad de éxitos y un reconocimiento internacional de primera po-tencia a la hípica española, precisamente cuando este deporteestá considerado como una demostración selecta ya que en laactualidad carece de la obligadapreocupación impuesta otrorapor Jas circunstancias de utilidadexpuestas.

Francisco CO1ITES

Gerardo GARCIA

Las pistas del R. C. de Polo de Barcelona han contribuído notablemente a que el deporte hípico español haya conquistado up lugar preeminente en el circuito in‘—-ecional con la organización de grandes concursos que obtienen gran favor del núblico

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