Post on 06-Jul-2022
LIBRO VIII.
por la Ilecha envcnenada , y aun los misioneros
creen que Ia carne de los animales no es buena
sino pOl' este medio. Atacarlo de tercianas el pa-
dre Zea que nos acom pariaba , todas ILlSmananas
sc hacia traer it su ha maca una Ilecha, con que
mataba Ia gallinLl que se destinabn a nuestra co-
mida , y no hubiera confiado a otros una
operncicn it que. a pesal' de su estado habitual
de dcbilidad , daba el la mLlyor importancia.
Las grandes aves, por ejemplo , la paV3 de monte•
6 un hoco (alector) herido en el muslo mueren
a los 2 6 ;) minutos , y son necesarios 10 6 12
para que muera un cerdo 6 un p ecari.
EI Indio viejo couocido pOl' c{ amo dei ve-If
ncno se l isoujenba del interes con quc noso-
tros habiarnos seguido sus opcraciones quimi-
cas, y nos consideraba hastantc intcIigcntcs p:1ra
no cludar que sabiamos hacer jabon , arlc que,,
despues de la fabricacion del curare , Ic parc-
cia una de las mas bcllas invcnciones del espi-
ritu humano. Cuando se vacio cl veneno liquido
en los vasos desunados it recibirlc, acorupana-mos al Indio a la fiesta de {as jttvias, cup co-
sccha so ceIebra con danzas y exccsos de la mas
r.APITUr.O XXIV.
salvage horrachcra. La cabana, en que se reunen
los indigenas pOl' espacio de muchos dias , ofrecia
un aspecto muy particular. No habia mesa ni
bancos , pero si graodes monos asados y e nne-
grecidos con el humo, que estaban colocados si-
mett icarnente y apoyados contra la parcel. Eran
de estos marianondos yde estos monos barbudos
que se Ilaman capuchinos, y que no deben con-
fundirse COil el machi 6 sai (simia capucina de
Buffon ). EI modo de asar estes animales an-
tropoformes, contribuye singularmente a que su
aspecto sea desagradable a los ojos del hombre
civilizado.
Vimos bailar it los Indios, y S11 danza es tanto
rnns monotona cuanto que las mugeres no bai-
Ian. Los hombres jCJ\'E'IlCS y viejos se cog-en pOl'
las manos para Iorrnnr uu circulo y dar vucltas
it dcrccha e izqu ierda pOI' espacio de Jos horus
con la mayor graved ad y silencio, haciendo la
musica , las mas veces , los que bailan, Debiles
sonidos de una serie de cauas de diferente lar-
gu:'a forman un acompafiamiento lcnto y triste ,
y para hacer cl com pas cl primer bailarin clo-
bla las dos rodillas de un modo ncompasarlo.
HI 2 I
L1BRO VIII.
Algunas veces se paran todos en su sitio, yeje-
cutan pequeiios movimientos oscilatorios , iu-
clinando el cuerpo de uu lado a otro. Estas ca-
lias, colocadas co una rnisma linea y unidas u nas
a otras , se parecen a la flauta de Pan, tal como
la vemos representada en las procesiones de
Baco, sobre los jarrones de la Gran Grecia. Es
seguramellte una idea Gllly sencilla , y al alcance
de todos los pueblos, el reunir cafias de dife-
ren te largura y haccrlas sona r succsi vamen te
pasandolas por los labios,
Vimos en Ia cabafia destinada al festin I11U-
ehas producciones vegetales que los Indios ha-
bian traido de las rnontaiias de Guyana y que
fijaron nucstra atencion, ]'\0 me o cupare a qui
sino del frulo del juvia, de las cafias de tan pro-
digiosa largura y de las carnisas hechas de la
corteza de man-ima. EI almendron Q juvia.uno de los mas magesluosos arboles de los b05-
ques del nuevo mundo, era casi desconocido
antes de nuestro ,iage al Rio Negro. Empirza
ya i encontrarse i cuatro [or nadns de distancia
al este de la Esmeralda, entre el Padarno y el
Ocamo, al pie del cerro Mapaya , sabre Ia orilla
CAPiTULU XXIV.
derecha del Orinoco, y aun es mas abundante
sobre la izquierda, en el cerro Guana]a. entre el
rio Amaguaca y el Gehcta. Los habitantes de
Esmeralda nos han asegurado que, avanzando
por encirna del Geheta y Chiquira, el juvia y el
cacao son tan comunes, que los Indios salvages
( los Guaicas y Guaharibos blancos) no alteran
las cosechas hechas por los Indios de las rnisio-
ne s j .ni Ies envidian ninguna de las produccio-
nes con que la naturaleza ha enriquecido Sll
propio suelo, En los establecimientos del alto
Orinoco no se ha intentado casi la propagacion
de los alrnendrones , pues se opone a ello la
pereza, mas que la rapidez COD que se enrancia
el acei te en los granos amigdatifoTmes; solo
hemos encontrado tres arboles en la mision de
San Carlo s y dos en la Esmeralda, cuyos ma-
gestuosos troncos de ocho a diez afios no ha-bian aun, arrojado flores. He dicho mas arriba
que M..Bonpland ha descubierto alrnendrones
entre los arboles que cubren las orillas del Ca-
siquiare cerca de los raudalcs de Cananivacari.
EI Novus Orbis de Juan de Laet, en que he
encontrado el primer conocimiento del arbol•2\
LIBRa "III.
de b vaca , ofrece tarnbien una descripcion yuna figura muy cxacta del grano de bertholle-tia. Lacl lc llama totocke v haec rnencion del•drupa quc cncicrra las almendras dandole el
grandor de una cabeza humana. El pew de este
fruto cs tan enorrne , dice, que los salvages ape-
nas se at reven :i cutrar en los bOSqlH'S sin cu-
hrir se b cabeza y las espaldas call un broquel
de madera muy solido. Se venden en Portugal
C Inglaterra los granos triangulares del juvia,bajo u n nombre indeterminado de castaiias 0
nueces del Brasil y el Amazona: y sc ha cr eido
durante mucho tiempo que, semejantes al fruto
del pekea , nacian aisladarnente sabre pcd iculos.
Los habitautes del Gran Par;'. hacen dcspues de
un siglo un cornercio bastante activo. Los ern iau
directarnente , ya a Europa, ya a Caycna eu don-
de son conocidos pOI' el nombre de tonka. EI
celebre boranico , el Sr Correa de Serra, nos
ha dicho que el arbol cs abu ndaute en los has-
ques ccrcanos :\.~Iaca 1:1 «n la cmbocadura del
Amazona; CjIH' alii It' dan el nombre ric Capu-
cay", )' que 105 hrluitnntcs rccogen sus allllen-
dras como las dellech) ti~ para c ...primir cI :lceite.
CAPITULO XXIV.
Un cargamento dc alrnendrns d(' juvias que ha-
hia eutrado en Habra, fue capturado pOl' u n
corsario en 1807, Y sirvio para el mismo uso.EI arbol que produce las castafias del Brasil
no ticne en general sino dos 0 tres pies de dia-
metro, pero su altura es de 100 a 120 pies: su
traza no es como la del mamea, eI caimitier yotros muchos arboles de los tropicos , cuyas
ramus (como en los laureles de la zona tern-.
plada) se elevan derechos hacia el cielo. En el
bertholletia, los rarn os esta n abiertos , son lar-
gos, casi dcsnudos hacia la hasa , y cargadas sus
puntas de frondosas copas Illuy unidas. No he-mos visto 1;n 001' este arbol mugestuoso , que no
da flores ha stn los quince afio s , y estns apa·
receu de fines de marzo hasta principios de abril.
Los frutos rnaduran it fines de mayo, yalgunos
troncos los conservan hasta el rnes tie ngosto.
Como estos Irutos son del grandor de la caheza
de u n nirio , muchas veces de 12 :l 13 pulga-
das de diarnetro , hacen un enor me ruirlo al caer
cle Ins puntas de los arboles. Nada conozco mas
fl prop6sito pilra hacer admil'ar el poder de
las fuerws orgfmicas en 1a zona cquinoccial que
,326 LlBRU VJlI.
eI aspecto de estes grandes pericarpos ICllOSOS,
par ejemplo, del coco dc mar ( lodoicea) entre
los monocotyledones , y dell ber tholetia y el le-
chytis entre los dicotyledones.
Entre los tropicos el bertholletia forma en
menos de 50 a 60 dias un pericarpo, cuya parte
lefiosa tiene media pulgada de grueso, y cuesta
mucho trabajo cortarle aun Call los instrurnen-
tos mejor preparados. Los monos capuchinos
(simia cbiropotes) ama n singularmente las cas-
tafias del Brasil , y el ru ida que hacen los gra-
nos cuando se muevc el fruto para caer del ar-
bol, excita hasta al mas' alto grado el apetito
de estos animales. 511 gusto es extrcriradarnentc
agradable cuando aun estan frescos, pero cl
aceite de que abundan y que los hacc tan uti-
les a las artes, se enrancia con facilidad; mas [,
pesar de que en el alto G . lOCO cornimos mu-
chas veces , par falta de alimento , cantiJades
eonsiderahles de estas almcndras , no tuvimos
jnmas UD mal resultado.
La frecuencia del [u via al cste de la Esme-
ralda pareee indica!' que la Flora del Amazona
cmpieza en 13 parte del alto Orinoco que se e~-
r.HiTULO XX"'. 32')
tieude al sud de las montaiias ; yes. pordecirlo
asf. una nueva pru eha de la reunion de dos rna-
dres de rios. M. Ilonpland ha expuesto muy
bien los medics 'que debian ernplearse paramultiplicar el bcrtholletia excelsa , sobre las
orillas del Orinoco, del Apure , del Meta yen
toda la provincia de Venezuela. Seria preciso
amontonar en los puntas en que crece natural-
mente este arbol , mi!lares de granos cuya ger-minacicn hubiese ya empezado, y colocarlos en
uu semillero sabre cajones llenos de la misma
tierra eo que empezaron su vegetacion. Las
plantas neruas , abrrgadas contra ]05 ra)os del
sol pOl' media de las hojas musaceas 6 de cocos,
podrian transportarse ell piraguas 0 sabre al-
rnadias. De este modo hem os conseguido llevar
un gran uumero de plantas ll1uy raras , pOl'
ejelllpl0 el couurarouna orlora 6 el iuil,« de
tum qa , de las cataratas del Orinoco a Iii AlJgos-lura. y repetirlas en las plantacioncs que las 1'0-
Jcaban.Una de las cuatro piraguas coo que los In-
dios habian ida a la recolcccion de las j uvias,esta ....ba Ilene en gran parle de esta especie de ca-
LlBRO VIII.
•
fias ( carice ] de las que se han hecho cerbatanas.
Teuian 15 a 17 pies de largo, y no se distinguia
sin embargo vestigia de nucla alguno que sir-
viese it In insercion de las hajas y los rarnos.
Estahan perfecta mente derechas , lisas pOl' fuera
y enteramente ciliudr icas. Estas carices proce·
den del pie de las mon tarias de Yu mariquin y
Guanaya y son muy estirnadas aun mas alia del
Orinoco, bajo el nouibrc de cafias de la Esme-
ralda. Un cazador conserva pOl' toda su vida la
misma cerbatana , abba su ligereza, su exacti-
tud y pulidcz , como 005011'05 alabamos las mis-
mas cal idades en n uestras a rill a5 de fuego.
cCu::II pued e SCI' la plauta monocotyledona que
cia tan admirables canas-'
En cl festin it que a sistfrnos , las mugcres es-
taban excluidas del baile y de toda recreaciou
p uhlica , y sc ocupnl) tr isterncnte en servir a los
hombres mono asado, bebidas fer mentadas ycogollos del palrnito No cito esta ultima pro-
duccion que tiene .,1 gusto df' nuestrns coliflo-
res, siuo porque en nil~gun pais hcmos vi-to
nia sas de (.111 prodigioso grandor. Las hojas que
110 estau descubicrtas se conlundcn COil d tierno
CApiTlLO "XIV. 329troneo, que tiene 6 pies de largo sobre cinco
pulgadas de diamctro. Otra substancia que esrnuclio mas nutritiva , sale del reino animal, y
cs Ia harina de pescado. Eo todo el alto Ori-
noco haceo los Indios freir el pescado, 10 se-
can aI sol y 10 reducen it pol vo sin separar las
espinas, He vista masas de 50 a 00 lihras de ha-
rina que se parece a la de yuca, y cuando se
quiere comer se Ie echa agua para reducirla apasta, La abundancia de pescado ha hecho ima-
ginar en torlos los dimas los misrnos medios de
conservacion. Plinio y Diodoro han hecho la
descripciou del pan de pescado de los ichthyo-
fagos habitantes del golfo persico y de las cos-
1,IS del :Uar Rojo.
En la Esmeralda, como cn todas las demas
misiones , los Indios que no han querido bauti-
zarse y que estan solarnente agregados it la po-
blacion viven en poligarnia. EI numero de mu-
,..:'cres varia mucho en Ladas las tribus , y el ma-
yor es el dp. las de los Cnribes v todas las naciones. .que han co.iservado mueho tiernpo el habito de
llevarse las [ovencs de I<.IS poblaciones vecinas,Las mugeres vivcn en una espccie de esclavitud
330 f.IBRO \IIJ.
igUill a la de la mayor parte de las nacioues
muv embrutecidas, ,. como los maridos estan ell- -pleno goce del poder absolu to , no se oye queja
alguna en su presencia. Reina una calma apa-
rente en la casa , y Jas mugeres se apresuran
to das a pr evenir Jos deseos de un sefior exi-
gente y tosco,ycuidan indistintamente sus hijos
y 105 de sus rivales, Como todo el peso del tra-
bajo cae sobre estas dosgraciarlas mugeres 110 es
cxtraiio que haya nacioues en que su numero
sea muv carlo.w
Cuando un Indio que vrve en poligamia se
haec cr is tiauo , los misioneros Ie fuerzan a esco-
gpr entre sus mugeres la que mas quiera gU:lI'-
dar y :i repudiar a las dernas. Este momenta es
dcmasiado critico , porque el nuevo convcrt id o
encucutra en las mugeres que debe abandonar
las mas preciosas cualidades. La una eutieude
de jardineria y del cultivo de hor taliz i ; otra
sabe preparar el ehiza, bebida emborraehadora
que da la raiz del yuca; y todas al fin le pare-
cell igualmente necasarias, AIgun3s vcces cl de-
seo de conservar las mU3cres ticlle mas fuerl,l
sabre cl Indio quP la adhesion al cristi.l1lislIIu;
e-\P1TUI.O XXIV. 531pero las mas veces el marido prcficrc sornctcrse
a la eleecion del misionero eorno it una ctega
fatalidad.
Los Indios que viajan al este de In Esmeralda
desde el mes de majo hasta el de agusto, para
rceoger las producciones vegetales de las 1110n-
tafias de Yumariquin, son precisarnente los
que nos dieron eonocimientos precisos sabre el
curso del Orinoco al este de la misiou, Esta
parte de mi carta rtineraria es enteraniente di-
ferente de las que la han prccedido. Ernpezare
ia descripeion de aquellos paises pOl' el grnpogranitico del Duirla que esta borda do al oeste
par el rio Tamutana , y <II esle pOl' el rio Gua-po, yen euya fulda nos detuvimos pOl' algun
tiempo. Entre estes dos desaguaderos del Ori-noco, en medio de los morichales 6 bosq ues de
palrneras mauritia que rodean Ia Esmerald<t,
desciende el rio Sodomoni, celebre par la e\.-
celencia de los ananas que crecen sabre .sus
orillas. He medido el 22 de nl<JYo, en un pradoque se extiende al pie del Duida , una base de
475 metros de largo, y el angulo bajo el quela cima de la montana pareee a la distancia de
LIBRa VIII.
Ij, 32? metros es a un de gO, Una medida trigo-
nomctrica, hccha can cuidado, me ha dado en
cuanto al Duida (e!> decir , por cl pico mas
elevado que est a ul sudoeste del cerro Mara-
guaca) 2,179 metros 0 1,1 18 toesas sabre la lla-
nura de la Esmeralda. Su altura sabre el nivel
del Oceano esta probl.iblemente cerca de 1,300
toesasi'digo probablemente, porque tu ve la des-
gracia de quebrar mi bar ometro autcs de llegar
:'t lei Esmeralda.
EI cerro Duida no la cede en altura, 51110
Illuy poco (apeuas 80 a 100 toesas) , en Ia punta
del San Gothard y en In Silla de Caracas, sobre
el litor.il de Venezuela. POl' estu razon es consi-
derndo en estes raises como una montana colo-
sal , celebridad que nos da una idea prccisa de
la altura media de la Sierra Parima , y de todas
las moutaiias de la A rner ica oriental. Al este de
Ia Sierra Xevada de ~Ierida, eomo al sudeste del
paramo de las ROSJS , ningu no de los cslabones
6 cordilleras qllc Se exuen den en el sentido pa-
ralelo IlPf)J £1 la altura de Ll cresta central de los
Pirineos.
L\ cim a granitica dvl Duid .. C~Ul tau perpcll-
CAPITUl.O ""IV. -- -J.),)
dicularrncnte cortada , que los Indios no han
podido Begar a ella; y se sabe que las monta-
lias menos elevadas son muchas veces Jas masinaccesihles. A Ia entrada v salida de la esta-•CiOD de las lIuvias Be ven ell la cirna del Duidnpcqueiias Ilamas quI' parecen mudar de pues-
to; y si las aserciones de 105 naturales son ver-
daderas , es probable que en el Duida exista nl-
guna causa subterranea que produzca dichas
llamas.
El granito del cerro Duida esta lleno de ve-
nas ahiertas en parte, y de cristales de CWIl70
y p ir itas. Algunas emanacioncs gaseosas c in-
flarnablcs ( sea de hidrogcno 6 ric nafta) puc-den abrirse paso al traves GC estas venas, El
fuego Be manifiesta cuaudo cl suelo , Iuertr--
mente calentado pOl' los ardores del sol. rccibe
las primcras lluvias , 0 cuando dcspues de grall-
des aguaceros la tierra crnpieza il sccarsc. La
primcra causa de estes fen(JllJenos igncos esta itinrnensas profundidas , debajo de las rocas S('-
cundarias en las primitives formacioncs , las 1111-vias y la dcscomposicion del agua atmosferioa
no haccn en cllas sino un papel secundario.
354 UBRO HII.
Las fuentes mas calientes del mundo salen in-mediatamente del granite. EI petroleo sale delm icaesquita , y det onaciones espan tosas se hanoido en la Encamarada entre los rios Arauca y Cu-chivero , en medio del terreno granitico del Ori-noco y Ia Sierra Parlrn a. Aqui, como sobre to-do el globo, el hogar de los volcanes esta en losterrell os mas antiguos, y parece que existe unaconformidad intima entre los grandes fcno-'meno s que sublevan y derriten la costra de
nuestro planeta, y entre estos meteoros iglleos
que se prcsentan de tiern po en tiem po en la su-perficie , y que, por su pequcfiez, se quierenatribuir al solo influjo de la atmosfera.
EI Duida , aunque inferior ala altura que le da
la cr eencia popular, es sin embargo el punto cul-minante de todo el grnpo de montaiias que sepa-ran la madre riel bajoOrinoco de la del Amazona.
AI este del Du ida, se distinguen por su ele-vacion sobre la orilla derecha del Orluoco , el
Maravaca, u Sierra MarClguaca entre el rio Cau-rimoni y el Padamo , y sobre la izquierda las
montafias de Guanaya e Yumariquin, entre los
rios Amnguaca y Geheta.
CA PITULO X Xl V.
Sc puede subir sin pcligro cl Orinoco desde
Lt Esmeralda hasta las cataratas ocupadas pOl'
los Indios guaicas que impiden to do progreso
ulterior de los Esparioles , y es una navcgacion
de seis dias y medio, En esta travesia tiene el
Orinoco tres 0 cuatrocientas tcesas de ancho ,
y los desaguaderos de la orilla derecha son mas
Irecuentes, porque el rio esta cercado por aquella
parte de las altas montanas del Duida y i\Iara-
gUilca, sabre que se amontonan las nubes,
mientras quc la orilla izquierda esta bajn y con-
tigu:l a la lIanura, CllyO declive general se in-clina al sudoeste : unos soberbics montes de
madera para construccion cubrcn las cordil-Ieras septentrionales. EI acrecentamiento de los
vegetales es tal en este clirna ardiente y cons tan-
temenle hurnedo , que, cl bombax ceiba tiene en
el troncos de 16 pies de diametro. El rio Pada-
mo b Patarno , pOI' el que 105 misioneros del
alto Orinoco comunicaban en otro tiempo coo
los del rio Caura, se ha hecho una fuente de er-
rores para los geografos, En la grnn carla de La
Cruz. un pequerio dcsaguadero del Orinoco. al
oeste lie la division, esta indicado como rio
336 r.mu o \'11"
Padamo , y el verdadero rio de este nomhrc Iellama rio l\Iaquiritari. Salicndo de 5U emboca-dura.que E'S de una anchura bastante considera-blc, Ilegan los Indios en dia y media al rio Mava-ca, que nace en las altas montaiias de UnLurande que hemos hablado mas arriba. EI porlageu nrrastradero entre el nacimiento de este desa-
guadero y el del Idapa 0 Siapa , ha dado lugnra Ia fabuln de una eomunicacion de este COil
cI alto Orinoco. EI rio :\Iavnca eomunica conun lago, sohre cuyas orillas vienen los Portu-
~uesE's del Rio Negro, sin que los vean los Es-pauoles de la Esruernlda , a reeoger los granos
arornaticos del Iaurus pucberi, conocidos en elcomercio bajo los nornbres de ltabn pichu1'im
y de toda especie. Entre los confluentes delPadamo V del ~Ia\'aca, el Orinoco recibe al
norte el Oeamo en que dcsagua el rio iUatd-
eona, yen euyo nacimiento viven los Indios
gtlalllaros que son mueho menos bronceados(') at ezarlos qlH- los dplllas hab itantcs de estos
paises. E~ta tribu es una de las que Ilaman los
misi .neros Indios hlancos y sobrc los fJue prontodnrc couocim ien los mns dc-talla dos. Cerea de la
CAPITUJ 0 XXJV.
embocadura del Ocamo , se indica a los viage-
ros una roea que es la maravilla del pais. Es un
gran ito notable pOl' In disposicion particular del
mica nrgro que forma pequeiias venas ramifi-
cadas : los Espanoles llamnn a esta roea piedralI1apaya ( piedra maparnundi ). EI pequerio
fragmenlo que me he procurado indicaba una
roea estratificada, rica cn feldespato blanco, yencierra , ademas de las pepitas de mica colo-
cadas en grupos por estrias y diversamente con-
torneadas , algunos cristales de anfibolia. Noes
un sienite, sino p~oblablcmente un granite de
nueva formacion analogo <1aquellos a que per-
tenecen los granitos estamniferos ( hyalornic
tos) y los pegmatitos 0 granitos grafieos.
Pasado cl confluente del Mavacadisminuye el
Orinoco repentinamente ~u anehura y profun-
didad , y llcga a ser tortuoso como un torrents
alpino. Sus dos orillas estan rodeadas de mou-
tarin s , y el numero de desaguaderos del sud se
aumenta considerablernente j sin embargo la
cordillera del norte queda la mas elevada. De,
[a boca del Mavaca al rio Geheta hay dos dias
de camino, porque la navegacion es muy inco-
JlJ. 22
338 LlBRO VIII.
mods; y muchas vcces por falta de agua es pre-ciso arrastrar In piragua 10 largo de la ribern.Sobre esta distancia , los dcsaguaderos del sudson el Daracapo y Amaguaca, y cercan , aloeste y al esLc, las montafias-do Cuanaya y deYumariquio, en dcnde se COg-CIl los frutos delberthollctia (caslanas del Marafioll). Son lasmontaiias del norte las que disminuyen su ele-vacion progresivamente des de el cerro l\1ara-guaca, que desciende el rio Manaviche. A me-dida que se sube el Orinoco, Jos chorros y re-molinos se hacen mas 0 menos Irecuentes , it la
izquierda se pasa cl Cafio Chiguire habitadopor los Guaicas, otra de las tribus de Indioshlaneos ; y ~\ des leguas de distancia , esta lacmbocadura del Gehela, donde se halla una
'grande catarata. Un .dique de rocas granilic~satraviesa el Orinoco, y estas son las colurnnasde Hercules ~mas alla de las que ningun blancoha podido peneLrar. Parece quc este punto, co-
\nocido bajo el nombre de gran raudal de Gua-haribos -'csta a "/4 de grado al oeste de In Esmc-ralda I Y pOl' consiguiente al GiG 38" de longiturl.
Una expedicion militnr , que cl cornandante del
CAPITULO XXIV. 339
fortin de San Carlos, don Francisco Bovadilla,
habia emprendido para descubrircl nacimiento
del Orinoco, proporciono conocilnientos mu-
cho mas circunstanciados, acerca de las cata-
ratas de los Gllaharibos. Este comandante ha-
bia sabido que algunos negros fugitivos de la
Guyana holandesa, se habian mezclado , ade-
Ian tandosc hacia el oeste (mas alla del istmo que
separa e1 nacimiento del rio Caroni y Rio Bran-
co), can los Indios independientes. Intento una
entrada sin el permiso del gcbernador , y el
desco de procurarse esclavos africanos, mas uti-
les para el trabajo que los de raza bronccada, seexcedio en zelo por los progresos de la geogra-
fia, He tcnidoocasion de preguntar, en la Esme-
ralda y Rio Negro, it muchos militarcs inteli-
gentes que habian hecho parte de csta expedi-
cion, y supe que Bovadilla llego sin dificultad
hasta el raudal de abajo que esta al fren te del Ge-
heta , pero que habiendose • delantarlo hasta clpie del clique de rocas que forma Ia grande cata-rata, [ue atacado inopinadamcnte , micntras al-
lIlorzabar, par los Indios guaharibos y guaicas ,des tribus guerreras y celebres par In actividad
22'