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UNIVERSIDAD DE JAÉN
Facultad de Ciencias Experimentales
Trabajo Fin de Grado
Alumno: Celia Palomares Ojeda
julio, 2018
La huella ecológica cómo indicador de
sostenibilidad ambiental
UNIVERSIDAD DE JAÉN
Facultad de Ciencias Experimentales Grado en Ciencias Ambientales
Trabajo Fin de Grado
Alumno: Celia Palomares Ojeda
julio, 2018
La huella ecológica cómo indicador de
sostenibilidad ambiental
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN………………………………………………………………1
1.1 Justificación………………………………………………………………1
1.2 Hipótesis……………………………………………………………….....1
1.3 Palabras clave………………………………………………….………...1
1.4 Resumen…………………………………………………………………..2
2. OBJETIVOS……………………………………………………………………3
3. METODOLOGÍA……………………………………………………………….3
4. DESARROLLO Y RESULTADOS………...…………………………………4
4.1 Antecedentes al concepto de huella ecológica…………………………4
4.2 Definiciones y características de la huella ecológica…………………..6
4.2.1 Huella de carbono………………………………………………….8
4.2.2 Huella hídrica……………………………………………………….9
4.3 Aportaciones posteriores relacionadas con el concepto de huella
ecológica……………………………………………………………….......9
4.4 Distintos métodos para medir la huella ecológica……………………..13
4.5 Indicadores de la huella ecológica: pros y contras…………………….15
4.6 Huella ecológica en el mundo…………………………………………...16
4.6.1 Casos concretos………………………………………………….20
4.7 Huella ecológica en España………………………………………….....23
4.7.1 Mide tu huella ecológica…………………………………………25
5. DISCUSIÓN CRÍTICA…………………………………………………….....26
6. CONCLUSIONES……………………………………………………………27
7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………….30
8. ANEXOS………………………………………………………………………36
1
1. INTRODUCCIÓN
1.1 Justificación
La temática general de la revisión bibliográfica que voy a llevar a cabo es la huella
ecológica. Las razones que me han llevado a escoger este tema son:
• Su relación con el desarrollo sostenible.
• El aumento de la degradación del medio ambiente en los últimos años.
• La preocupación por una mejora de las condiciones ambientales.
• Conocer más en profundidad el concepto de huella ecológica, ya que es un
concepto relacionado estrechamente con las Ciencias Ambientales.
• La importancia del estudio de este parámetro para poder llevar a cabo medidas
para solventar los problemas de la degradación ambiental.
1.2 Hipótesis
Las cuestiones que me planteo a la hora de la realización de esta revisión bibliográfica
son:
• ¿Está bien desarrollado y aplicado el concepto de huella ecológica?
• ¿Podría llevarse a cabo un mejor estudio con diferentes aplicaciones?
• ¿Cuál es la relación con el desarrollo sostenible?
1.3 Palabras clave
Huella ecológica, huella de carbono, huella hídrica, desarrollo sostenible, condiciones
ambientales, sostenibilidad ambiental.
2
1.4 Resumen
Breve repaso sobre el concepto de la huella ecológica como indicador de
sostenibilidad, desde sus orígenes hasta nuestros días y su aplicación mundial. Cómo
el concepto de huella ecológica ha ido avanzando dependiendo de las necesidades
de la población mundial y los cambios en las políticas medioambientales. Además, la
importancia del estudio de este parámetro para poder llevar a cabo el desarrollo
sostenible.
En los Anexos he agregado distintos documentos debido a su relevancia y relación
con la temática de este trabajo:
• Carta de Cacique Seattle. Considerada como: “la declaración más hermosa y
profunda que jamás se haya hecho del medio ambiente”.
• Carta de la Tierra. Considerada como: una declaración de principios éticos
fundamentales para la construcción de una sociedad global justa, sostenible y
pacífica en el Siglo XXI.
ABSTRACT
Brief review on the concept of the ecological footprint as an indicator of sustainability,
from its origins to our days and its worldwide application. How the concept of ecological
footprint has progressed depending on the needs of the world population and changes
in environmental policies. In addition, the importance of studying this parameter to be
able to carry out sustainable development.
In the Annexes I have added different documents due to their relevance and relation
to the subject of this work:
• Letter from Cacique Seattle. Considered as: "the most beautiful and profound
declaration ever made of the environment".
• Earth Charter. Considered as: a declaration of fundamental ethical principles for
the construction of a just, sustainable and peaceful global society in the 21st
century.
3
2. OBJETIVOS
Estudio del concepto de la huella ecológica como indicador de sostenibilidad a
partir de una revisión bibliográfica.
Objetivos:
• Conocer el concepto de huella ecológica y sus aplicaciones en el campo
de la sostenibilidad ambiental.
• Ver cómo se mide la huella ecológica.
• Analizar indicadores de la huella ecológica; sus pros y contras.
• Señalar las aplicaciones de la huella ecológica en el mundo.
• Indicar las aplicaciones de la huella ecológica en España.
3. METODOLOGÍA
Realización de trabajo fin de grado a través de la revisión bibliográfica de documentos
online, como: artículos científicos, páginas webs de medio ambiente, revistas
científicas, periódicos, página del Ministerio de Medio Ambiente de España, estudios
ambientales, tanto en español como en inglés.
Uno de los criterios de selección que he utilizado es que estos documentos estén
dentro del área temática del concepto de huella ecológica.
He ido leyendo artículos, revistas, páginas webs y he ido extrayendo la información
que me ha parecido más relevante e interesante para la realización de una revisión
bibliográfica, además, para resolver las hipótesis que me planteo al comiendo de la
elaboración de mi trabajo.
4
4. DESARROLLO Y RESULTADOS
4.1 Antecedentes al concepto de huella ecológica
El concepto de huella ecológica es resultado de abundantes aportaciones a lo largo
del tiempo desde la preocupación del hombre por el deterioro de nuestro
medioambiente y la necesidad de conservación del capital natural, generador de
beneficios económicos.
• 1855, carta que envió Cacique Seattle al Presidente de los Estados Unidos,
como respuesta a la oferta por la compra de las tierras que ocupaba su pueblo.
Hoy en día considerada como “la declaración más hermosa y profunda que
jamás se haya hecho sobre el medio ambiente”. Esta se anticipaba a los
principios de economía ecológica y daba un valor a la naturaleza que superaba
cualquier valoración económica. (Cacique Seattle, 2006.) (Carta de Cacique
Seattle en Anexo I).
• 1970, creación del Club de Roma e inicio del marco de la gestión ambiental por
parte de las Naciones Unidas, para tratar el grave deterioro del medio ambiente
debido a las guerras. Se trata de un pequeño grupo de científicos y políticos de
distintos países que se reúnen para tratar los cambios que se estaban
produciendo en el planeta por consecuencia de acciones humanas. Contará
entre sus filas con más de 100 especialistas de 52 países, habrá publicado más
de 21 informes de sumo interés ambiental y mantendrá una posición
importante, internacionalmente reconocida. (Jubo, 2012)
• 1972:
o Conferencia sobre el Medio Humano que se realizó en Estocolmo; se
incluyen por primera vez los problemas ambientales en la agenda
internacional. Esto condujo a la creación del Programa Ambiental de
Naciones Unidas (UNEP), que se establecería luego en Nairobi. El
término “ecodesarrollo” fue acuñado en la conferencia. (Edith & de Rosa,
2013, pp.168)
o Publicación de dos libros: The Limits to Growth (Los Límites al
Crecimiento) y “The Silent Spring” (La Primavera Silenciosa), que hacen
surgir las primeras olas de ambientalistas. (Meadows & Randers, 1992)
5
• 1982, se elaboraron: una “Estrategia Mundial de Conservación”; la Unión
Internacional para Conservación de la Naturaleza (UICN), el World Wildlife
Fund (WWF) y la UNESCO. Esta última además creó el Programa Man and
Biosphere (MAB), “El hombre y la Biosfera” y promovió las reuniones que dieron
forma a la Educación Ambiental. (Jubo, 2012)
• 1983,
o Informe Brundtland. El propósito de este informe fue encontrar medios
prácticos para revertir los problemas ambientales y de desarrollo del
mundo. (Edith & de Rosa, 2013, pp. 170)
• 1992:
o Conferencia de Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo (UNCED),
también conocida como la Cumbre de la Tierra (Earth Summit), que se
celebró en Río de Janeiro. La conferencia había sido una de las
propuestas concretas de la Comisión Brundtland, y constituyó el evento
internacional más importante de ese momento, incluyendo la presencia
de más de cien jefes de Estado. La intención de los organizadores de
UNCED era poner en foco la preocupación global sobre la crisis del
ambiente y el desarrollo.
o Informe de Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), la
decisión final de estabilizar en 2000 el nivel de emisiones de 1990. (UN
Conference on Environment and Development, 1992.).
o Agenda 21, un plan de acción global que establecía prioridades para el
desarrollo sostenible en el siglo XXI, con tres objetivos principales: la
sostenibilidad medioambiental, la justicia social y el equilibrio
económico.
• 1994, Carta de Aalborg, Conferencia Europea sobre Ciudades Sostenibles. En
ella se produjo la Carta de las Ciudades Europeas hacia la Sostenibilidad, más
conocida como Carta de Aalborg, un documento que registra el compromiso de
las autoridades de ochenta ciudades europeas para participar en las iniciativas
locales del Programa 21 y desarrollar programas a largo plazo para un
desarrollo sostenible de las ciudades de Europa.
6
4.2 Definiciones y características de la huella ecológica
Podemos encontrar muchas definiciones sobre el concepto de huella ecológica. Los
primeros en dar a conocer el concepto como tal, fueron Wackernagel y Rees, a inicios
de la década de los 90. Se trata de un trabajo en conjunto del profesor Willian Rees y
su tutoriado entre 1990 y 1994, Mathis Wackernagel. Definen el concepto de la huella
ecológica en un artículo denominado: “Huella ecológica y capacidad de carga
apropiada: lo que la economía urbana deja por fuera” publicado en la revista:
“Medioambiente y Urbanización”, pp. 9, como:
“La huella ecológica mide la demanda humana sobre los ecosistemas
terrestres. Una huella ecológica es una medida estandarizada de la influencia de una
unidad en su hábitat basada en el consumo y en la contaminación.”
Posteriormente Wackernagel y Rees hicieron una nueva definición de la huella
ecológica:
“La superficie de tierra productiva o ecosistema acuático necesario para
mantener el consumo de recursos y energía, así como para absorber los residuos
producidos por una determinada población humana o economía, considerando la
tecnología existente, independientemente de en qué parte del planeta está situada
esa superficie” (Wackernagel y Rees, 1996, pp. 51).
“Cada actividad humana utiliza tierra biológicamente productiva y/o áreas pesqueras.
La huella ecológica es la suma de estás áreas, sin considerar el lugar del planeta
donde se encuentren” (Rey Benayas, J. M., 2015, pp.6)
“Es una herramienta para determinar cuánto espacio terrestre y marino se necesita
para producir todos los recursos y bienes que se consumen, así como la superficie
para absorber los desechos que se generan usando la tecnología actual.” (Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales, 2017, pp.1)
“La huella ecológica es un índice de cómo afecta al entorno nuestra forma de vida,
expresándolo mediante la superficie de tierras productivas necesarias para satisfacer
nuestros consumos de recursos naturales durante un año y para asimilar los residuos
7
generados, por lo que se expresa en ha/persona/año”. (Vega Marcote, P. y Álvarez
Suárez, P. 2011, pp. 210)
“Es el índice de sostenibilidad que detalla las demandas que tiene la humanidad sobre
la biosfera respecto de la biocapacidad del planeta, es decir, la cantidad necesaria y
la capacidad regenerativa de los recursos naturales. Es <… el área de territorio
ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bosques o ecosistema acuático)
necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos por una
población definida con un nivel de vida específico, donde sea que se encuentre esta
área>.” (Ministerio del Ambiente de Perú, 2013, pp.4)
“La huella ecológica suma todos los bienes y servicios ecológicos que demanda la
humanidad y que compiten por el espacio. Incluye la tierra biológicamente productiva
(o biocapacidad) necesaria para los cultivos, las tierras de pastoreo y las tierras
urbanizadas; zonas pesqueras y bosques productivos. También incluye el área de
bosque requerida para absorber las emisiones adicionales de dióxido de carbono que
los océanos no pueden absorber.” (Hernández Gallego, E. et al., 2014, pp.5)
Según el Informe Planeta Vivo 2016 (Informe Planeta Vivo, 2016, pp. 40):
La huella ecológica equipara la demanda de la humanidad sobre la naturaleza con la
extensión del área biológicamente productiva necesaria para suministrar recursos y
absorber residuos (por el momento, solo el dióxido de carbono generado por los
combustibles fósiles, el cambio en el uso del suelo y el cemento). Considera seis
categorías de demandas:
1. Huella de las tierras de cultivo: tierra necesaria para producir alimentos
y fibra destinados al consumo humano, alimentar el ganado, cultivos
oleaginosos y producir caucho.
2. Huella de las tierras de pastoreo: pastizales para criar ganado con el fin
de producir carne, alimentos lácteos, cuero y artículos de lana.
3. Huellas de las zonas de pesca: ecosistemas de aguas marinas y
continentales requeridos para generar la producción primaria anual (es
decir, fitoplancton) necesaria para sostener las capturas de peces y la
acuicultura.
8
4. Huella forestal: demanda de bosques para el suministro de
combustibles, pulpa y productos de madera.
5. Huella del suelo urbanizado: áreas biológicamente productivas utilizadas
para levantar infraestructuras de transporte, vivienda y estructuras
industriales.
6. Huella de carbono: demanda de bosque necesarios para el secuestro de
carbono, excluyendo la cantidad que absorbería el océano. Las tasas de
captura de carbono varían dependiendo de la gestión y del tipo y edad
de los bosques e incluyen las emisiones relacionadas con los incendios
forestales, el suelo y la madera recolectada. Los bosques son
considerados los principales ecosistemas disponibles para el secuestro
de carbono a largo plazo.
Cuando hablamos de huella ecológica en el ámbito empresarial nos referimos a la
huella corporativa. La huella corporativa permite conocer la cuantía del desgaste
medioambiental producido por una empresa en un determinado proceso de
producción o prestación de un servicio y, por tanto, conocer la sostenibilidad de sus
procesos. Realizar mediciones de la huella ecológica en las empresas contribuye de
manera significativa en la búsqueda de alternativas que permitan cuidar los recursos
naturales y contrarrestar el desgaste producido por la mala utilización de los mismos.
(Carreño & Hoyos, 2010, pp. 20)
4.2.1 Huella de carbono (HC)
“La huella de carbono es un indicador que mide la cantidad de gases efecto
invernadero, expresados en toneladas de CO2 equivalente, asociados a las
actividades de una empresa, entidad evento, producto/servicio o persona individual.”
(Vidal, M., 2011, pp.1)
Por lo tanto, lo que mide la huella de carbono es la contribución de cada una de estas
actividades al Calentamiento Global, convirtiéndose en una herramienta que permite
detectar dónde se producen los principales impactos de la actividad estudiada.
La huella de carbono de productos o servicios se obtiene mediante la medición de las
emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que se generan en la cadena de
9
producción, desde la obtención de materias primas hasta el tratamiento de residuos,
pasando por la manufacturación y el transporte. (Espíndola & Valderrama. 2016, pp.
42-43)
4.2.2 Huella hídrica (HH)
“La huella hídrica es un indicador dinámico de toda el agua dulce que utilizamos
directa o indirectamente, hace explícito el lugar de origen, la fuente, el momento en
que el agua es utilizada y devuelta y la calidad con la que se descarga.” (Morales, R.,
Pliego, P. y Rojas, I., 2015, pp. 2)
La huella hídrica procede de:
• 11% del agua de ríos, lagos y acuíferos.
• 15% agua necesaria para asimilar contaminantes y desechos.
• 74% agua de lluvia almacenada y evapotranspirada por la vegetación.
Tan sólo 6 países representan el 51% de la HH mundial; China, India, Estados Unidos,
Brasil, Rusia e Indonesia. (Morales, R., Pliego, P. y Rojas, I., 2015, pp. 5)
4.3 Aportaciones posteriores relacionadas con el concepto de huella
ecológica
A destacar algunas de las Cumbres y Protocolos realizados sobre el Cambio Climático
y el Desarrollo sostenible:
• 1997:
o Cumbre de la Tierra II, en Nueva York, para evaluar los progresos de los
compromisos asumido en Río. En términos prácticos, muy poco se había
logrado: el programa Agenda 21 no había sido financiado y la emisión
de gases de efecto invernadero por parte de los países industrializados
había crecido con respecto a los valores de 1992.
o Protocolo de Kyoto, donde los países industrializados se comprometían
a una reducción del 5,2% del total de sus emisiones de gases de efecto
10
invernadero en un periodo de 5 años, de 2008 a 2012, con respecto a
los niveles del año 1990.
• 1999, Estados Unidos finalmente firmó el Protocolo de Kyoto, y los países de
la UE se comprometieron a ratificar lo tratado.
• 2000:
o Conferencia de la Haya, intensas negociaciones tuvieron lugar durante
la conferencia respecto de los aspectos técnicos de los sumideros, y no
se llegó finalmente a ningún acuerdo, lo que significó un absoluto fracaso
para el progreso de los temas ambientales.
o Carta de la Tierra (Earth Charter), es una declaración de principios éticos
fundamentales para la construcción de una sociedad global justa,
sostenible y pacífica en el Siglo XXI.
• 2001:
o Cumbre de Bonn, se aprueba un acuerdo que rescata el Protocolo de
Kyoto. 178 países aprueban un protocolo para reducir las emisiones de
gases a la atmósfera con la negativa de EEUU.
o Las disposiciones finales del Protocolo de Kyoto fueron acordadas en
Marrakech. Se debieron aceptar concesiones a las demandas de mayor
flexibilidad de algunos países. La aprobación de las concesiones resultó
en que las reducciones acordadas fueran casi simbólicas, pero el
Protocolo de Kyoto marcó el inicio de un proceso que puede conducir a
significativos recortes en las próximas décadas. (Edith & de Rosa, 2013,
pp.175)
• 2002, Conferencias de Johannesburgo. Conferencia Mundial de la UN sobre
Desarrollo Sostenible (Río + 10, Cumbre de Johannesburgo). Se reafirmó el
desarrollo sostenible como el elemento central de la Agenda Internacional y se
dio nuevo ímpetu a la acción global para la lucha contra la pobreza y la
protección del medio ambiente. Estados Unidos trató de bloquear todas las
metas y agendas propuestas, pero finalmente accedió a apoyar el objetivo de
reducir al 50 % la cantidad de gente sin instalaciones sanitarias en el mundo,
para 2015.
11
• 2004, Declaración de Kuala Lumpur. Conferencia sobre Diversidad Biológica.
No estableció un compromiso claro, dejando descontentas tanto a naciones
ricas como a pobres.
• 2005:
o entra en vigencia el Protocolo de Kyoto, y fue ratificado por 182 países
a mayo de 2008. Estados Unidos no lo ratificó. (Edith & de Rosa, 2013,
pp.175).
o “Iniciativa Europea Countdown 2010”, para detener la pérdida de
biodiversidad en Europa.
• 2007:
o Conferencia Europea sobre Ciudades y Pueblos Sostenibles, esta vez
en Sevilla, donde se evaluaron los progresos alcanzados y se renovaron
los compromisos para la consecución del desarrollo sostenible en las
ciudades del viejo continente.
o Conferencia de Bali. Delegados de todo el mundo se reunieron en Bali,
para dar forma a un itinerario de acción a partir de la expiración del
Protocolo de Kyoto en 2012. Canadá, Japón, Rusia y Australia se
unieron a Estados Unidos en oposición a discutir la reducción de
emisiones de 25% a 40% por debajo de los niveles de 1990, para pronto
intentar un acuerdo comprometido respecto de una mayor reducción de
emisiones, ya que muchos países presentaban dificultades para cumplir
con los compromisos asumidos en Kyoto. Otro tema en el que se registró
algún avance fue la provisión de fondos del Banco Mundial para apoyar
medidas adaptativas para aliviar los efectos del cambio climático,
especialmente en los países pobres. Los avances de la conferencia
fueron considerados como mucho menos que modestos.
• 2009, Conferencia Cumbre de Cambio Climático Global en Copenhague. Fue
clasificada por adelantado como “lugar de esperanza”, pero la esperanza de un
tratado comprometido entre las representaciones de 192 países en doce días
de reuniones lamentablemente se debilitó, debido a la política y a la deficiente
comunicación, que impidió el diálogo responsable que hubiera conducido a una
terminación exitosa. El documento que emergió de la conferencia fue el
acuerdo no vinculante, establecido en Copenhague en 2009.
12
• 2010, Cancún. La XVI Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio
Climático se llevó a cabo a continuación del acuerdo no vinculante establecido
en Copenhague en 2009. Las expectativas internacionales sobre la conferencia
eran reducidas. Otros participantes comentaron sobre “un espíritu positivo de
negociación, allanando el camino para un acuerdo en Cancún”.
• 2012, Doha. La XVIII Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Con el objetivo de pretender asentar las bases para un acuerdo climático que
asegure que el aumento de temperatura global no supere los 2º C. Después de
más de dos semanas de frustrantes negociaciones, los 194 países reunidos
alcanzo un acuerdo de mínimos, conocido como Puerta Climática de Doha, y
que prorroga hasta 2020 el periodo de compromiso del Protocolo de Kyoto.
Esta prórroga tiene obligaciones para muy pocos países y del que se caen
Rusia, Japón y Canadá. Además, se marca como objetivo complicadísimo
pacto mundial en 2015 que debe incluir a Estados Unidos, China, India y Rusia.
(RES, 2012)
• 2015, Paris. El Acuerdo de París reunio por primera vez a todas las naciones
en una causa común en base a sus responsabilidades históricas, presentes y
futuras. 195 naciones alcanzaron un acuerdo histórico para combatir el cambio
climático e impulsar medidas e inversiones para un futuro bajo en emisiones de
carbono, resiliente y sostenible. El objetivo principal del acuerdo universal fue
mantener el aumento de la temperatura en este siglo muy por debajo de los 2
grados centígrado, e impulsar un esfuerzo para limitar el aumento de las
temperaturas incluso más, por debajo de 1,5 grados centígrados sobre los
niveles preindustriales. Además, el acuerdo busca reforzar la habilidad para
hacer frente a los impactos del cambio climático. El acuerdo entrará en vigor
cuando 55 países que representen al menos el 55% de las emisiones
mundiales hayan depositado sus instrumentos de ratificación.
• 2017, Bonn. La Cumbre del Clima de las Naciones Unidas número 23, concluyó
con la aprobación de un documento en el que empiezan a concretarse las
reglas del Acuerdo de Paris contra el cambio climático, con el que cerca de 190
países reafirmaron su compromiso en Bonn a pesar de la salida del mismo de
Estados Unidos. Sus dos principales capítulos, del total de 6, salen más
avanzados de Bonn, pero no cerrados. Se trata del mecanismo de revisión de
los compromisos nacionales de reducción de emisiones del Acuerdo de París,
13
y la financiación que los países ricos van a destinar a los en desarrollo en
mitigación y adaptación al calentamiento. (EFE, 2017)
4.4 Métodos para medir la huella ecológica.
Los cálculos de la huella ecológica se basan en dos elementos medibles, por
un lado, los recursos consumidos y los residuos generados y, por otra parte, la
renovación y conversión de esos recursos y desechos en áreas biológicamente
productivas. (Porroche, Anguas, Mir & Garrido, 2010, pp. 81)
4.4.1 Método de Wackernagel
El método más conocido para calcular la huella ecológica es el planteado por
Wackernagel y Rees (1996); a tener en cuenta el comportamiento de dos variables: la
productividad y el consumo, la productividad utilizada es la global y no la local, por
cuanto los territorios no sólo utilizan productos de origen local, sino que consumen
productos de diferentes regiones o países.
Para la aplicación de este modelo, propuesto por Wackernagel y Rees, es
indispensable conocer el consumo anual per cápita del territorio a estudiar. Comienza
con la medición del consumo total de cada producto que hace cada habitante del
territorio estudiado. Para obtener dichos resultados se debe sumar la cantidad de cada
bien producido en dicho territorio, con aquellos bienes de su mismo tipo que son
importados, y a esta sumatoria se le sustrae la cantidad exportada del mismo bien.
Luego, el anterior resultado se divide entre el total de la población y de esta forma se
obtiene el consumo medio por habitante de cada producto (ton/habitante). Ahora, para
conocer cuánto territorio se necesita para obtener dicha cantidad de consumo,
procedemos a dividir el consumo medio por habitante de cada producto sobre la
productividad biológica del área donde se produce cada producto, la cual está
expresada en ton/ha. Al final, logramos obtener las hectáreas de superficie que cada
persona necesita para que se produzca la cantidad de cada bien consumido. (Carreño
& Hoyos, 2010, pp. 23)
Los autores se dieron cuenta de que el método no podía ser aplicado al consumo de
la energía puesto que esta última no es generada directamente por el medio donde se
consume. Para resolver este vacío Wackernagel y Rees crearon formas alternativas
14
para hallar la huella relacionada con el consumo de energía, dependiendo de la fuente
que origina su producción (energía eólica, solar, nuclear, hidroeléctrica, combustibles
fósiles). La idea que surgió de este cambio fue medir las emisiones de CO2 de la
economía estudiada y estimar la totalidad de superficie de bosques necesaria para
absorber dichas emisiones. Luego, el problema para los autores era determinar una
tasa que sintetizara las emisiones de CO2 que puede absorber una hectárea de
bosque, ya que factores como la latitud, la edad de los árboles, entre otros, pueden
influir en su valoración; para resolver esta situación propusieron una tasa de absorción
de 6,6 ton/CO2/ Ha/año, obtenida de estudios realizados en los bosques canadienses.
(Carreño & Hoyos, 2010, pp. 23)
4.4.2 Método de aproximación de los componentes
Desarrollado por la consultora Best Foot Forward7, este método tiene mayor
aplicación en el Reino Unido. Se basa en el establecimiento de unos componentes
principales de la huella (consumo de gas, alimentos, etc.) representados en
actividades; cada componente tiene una huella estándar representada en unidades
de consumo por hectárea. Entonces, la huella ecológica de una región, país,
organización estaría dada por la multiplicación del factor determinado previamente por
su consumo. (Carballo y otros, 2008, pp. 6)
Algunas de las críticas hechas a este método radican en la incapacidad de los
componentes para recoger la totalidad de la huella y al desconocimiento de
información completa sobre el ciclo de vida de los componentes, lo cual puede
conducir a una doble contabilización. (Carreño & Hoyos, 2010, pp. 24)
4.4.3 Análisis insumo-producto
Aplicado por Bicknell y otros (1998), este consiste en la aplicación del método input-
output al análisis de la huella ecológica. Las tablas insumo-producto (de países o
regiones) existentes expresan a través de un coeficiente las necesidades directas e
indirectas de cada sector económico para obtener determinado nivel de consumo final.
Este método propone convertir esos coeficientes en función de la superficie, para así
obtener la superficie total que necesita cada sector económico dependiendo de su
demanda final.
15
En este método se han detectado algunos problemas. Uno de ellos es la adecuación
de las tablas insumo producto al año en que se quiera estimar la huella y otro es el
supuesto de que la tecnología empleada para los productos importados es la misma
del país que elabora las tablas. (Carreño & Hoyos, 2010 pp. 24)
4.5 Indicadores de la huella ecológica; pros y contras
Con respecto a los indicadores, a pesar de toda la bibliografía que he leído y los datos
que he estado consultando, en cuanto a los pros y contras del concepto de la huella
ecológica he encontrado muchas contradicciones. Unos autores observan como
ventajas lo que otros ven como inconvenientes, los que me han parecido más
adecuados o que se ajustaban más a mi criterio son:
Pros:
• La principal ventaja que se reconoce de este indicador es que permite un
fácil acceso a la comprensión de las presiones humanas sobre los
ecosistemas. Recoge en un sólo número la intensidad del impacto que una
población humana realiza sobre el medio, tanto por su consumo como por
la emisión de desechos (Best et al., 2008)
• Esta herramienta resulta útil cuando se trabaja a grandes escalas
geográficas. (De la Torre Martín, J., 2016, pp.8)
• “Nos alumbra sobre una condición básica para la sostenibilidad” (Lin et al.,
2015).
• Poder ser aplicada en distintas dimensiones: a una persona, una población,
una nación, y las empresas no son una excepción. La huella ecológica
permite determinar la efectividad de las medidas llevadas a cabo a escala
individual, social y empresarial en pro de la conservación del capital natural.
(Carreño & Hoyos, 2010, pp.20)
• McDonald y Patterson (2003) afirman que la huella ecológica permite
difundir información y promover el debate en torno a cuestiones clave del
desarrollo sustentable. (Martínez Castillo, 2008, pp.13)
Contras:
• “No se manifiesta como una herramienta de previsión al basarse en datos
obtenidos de años anteriores. No presenta retroalimentación que permita
16
analizar los efectos futuros de usos actuales.” (De la Torre Martín, J., 2016,
pp. 8)
• “La huella ecológica excluye o aborda de manera incompleta una serie de
aspectos importantes en el uso de recursos, tales como el estado exhausto
de los recursos no renovables, el impacto de los contaminantes en la
biosfera y la salud humana o el método empleado en el uso del suelo y sus
implicaciones sobre la biodiversidad (por ejemplo, no distingue entre
agricultura industrial y agricultura ecológica). Una de las principales críticas
surge de la débil evaluación de los contaminantes diferentes a C02.” (De la
Torre Martín, J., 2016, pp. 8)
• Como cualquier medida, la huella ecológica solo usa un indicador–la
biocapacidad– para medir la dependencia humana de los complejos e
interrelacionados sistemas ambientales. No atiende todas las presiones
ambientales ni los impactos vinculados al consumo humano, como la
contaminación y la pérdida de los hábitats (Galli et al., 2012).
• No puede ser medida de la misma manera para todos los habitantes de un
grupo humano, ya que cada quién tiene sus ingresos diferentes y, en
consecuencia, consume diferente. (Carreño & Hoyos, 2010, pp. 22)
• El manejo del tiempo de las necesidades de los habitantes de una
población, porque el tiempo ecológico no es el mismo que el tiempo
estándar; y la economía no es estática sino dinámica; por ello, las
necesidades de las personas cambian en el tiempo y el efecto sobre el
capital natural también lo hará. (Carreño & Hoyos, 2010, pp. 22)
• El método no es lo suficientemente sensible como para diferenciar entre los
distintos modelos de concentración urbana. (Martínez Castillo, 2008, pp.17)
4.6 Huella ecológica en el mundo
El tamaño de la huella mundial y de las diferencias entre las huellas de los países se
debe a múltiples acontecimientos, procesos y factores, tanto históricos como
coyunturales, mencionaré los que me parecen más destacables:
17
• La revolución industrial. El arribo diferenciado de los países a la era industrial
se ha traducido en que unos han usado durante más tiempo los recursos del
planeta y han contaminado más que otros.
• La razón de ser del sistema capitalista. La ganancia, basada en la producción
en masa para el consumo, en la explotación de la fuerza de trabajo y en la
apropiación de la riqueza socialmente generada.
• Los intensivos procesos industrializadores, durante el siglo pasado en los
entonces países socialistas, en América Latina y en África.
• El crecimiento exponencial de la población mundial y, en consecuencia, la
demanda de más recurso e impactos al planeta (BBC Mundo, 2011).
• El carácter intrínseco del neoliberalismo. La propiedad, usufructo y la
permanente depredación de los recursos naturales por unos pocos y la
acumulación de riqueza sin límite en sus manos, la economía global y
estandarizada (Mora, 2012).
Actualmente la huella ecológica de la mayoría de los países desarrollados supera
ampliamente su propia superficie. Extraen recursos y vierten residuos de y en lugares
muy alejados de su territorio. El valor didáctico del concepto de huella ecológica reside
en que hace evidente dos realidades ligadas que quedan fuera del alcance de la
intuición:
1. Que el modo de vida característico de los países más ricos del planeta no
puede extenderse al conjunto de sus habitantes.
2. Que una economía planetaria sostenible exige de esa misma minoría
acomodada una reducción de sus consumos; y también de su nivel de vida, en
la medida en que no pueda compensarse con un aumento equivalente en la
eficiencia de los procesos productivos.
Para alcanzar sostenibilidad, las ciudades deben esforzarse por reducir su
dependencia de las áreas exteriores de sus territorios. (Jubo, 2012, pp. 231)
En 2013 la huella ecológica se estimaba en 1,5 planetas para proporcionar los
recursos que utilizamos y absorber los desechos. Escenarios modelos realizados por
las Naciones Unidas sugerían que, si la población de 2013 continuaba en su misma
18
línea de consumo, para la década de 2030 se necesitarán el equivalente a dos
planetas Tierra para mantenernos. (Torres, 2013, pp.1)
Figura 1: Huella Ecológica promedio en hectáreas globales per cápita (GHA) y por
país en 2012.
Fuente: Informe Planeta Vivo 2016
Cómo podemos observar en la Figura 1, los países con mayor huella ecológica para
el año 2012 eran Suecia, Canadá, Estados Unidos, Australia y los Emiratos Árabes
Unidos.
Como en la figura anterior, para el año 2017, el continente con mayor huella ecológica
sigue siendo América, con aproximadamente 9 hectáreas por persona,
fundamentalmente por la degradación ambiental en América del norte. (Jiménez, J. et
al. 2017, pp. 181)
“La Figura 2 muestra las tendencias históricas de la Huella Ecológica de la humanidad
y de la biocapacidad, expresadas en hectáreas globales de productividad requeridas
y disponibles respectivamente. Abarca desde 1961 hasta 2012, el último año
evaluado. Además, muestra la proyección de las tendencias hasta 2020.” (Fernández,
C.A., 2016, pp. 41)
19
Figura 2: Tendencias de la huella ecológica mundial entre 1961 y 2012, y
extrapolación estadística para el periodo comprendido entre 2013 y 2020.
Fuente: Informe Planeta Vivo 2016
“Si no cambia la trayectoria actual, la demanda que los seres humanos hacen de la
capacidad regenerativa de la Tierra seguirá creciendo a un ritmo constante y en 2020
sobrepasará esa capacidad en cerca del 75%.” (Fernández, C.A., 2016, pp. 43)
Los países con mayor huella ecológica, en el año 2015, según la revista National
Geographic (National Geographic, 2015, pp. 1-9):
1. Irlanda, debido a la agricultura que es la mayor fuente de emisión por culpa de
los vehículos.
2. Canadá, el país tiene la séptima tasa más alta de emisiones de dióxido de
carbono per cápita.
3. Australia, los australianos emiten 28,1 toneladas de dióxido de carbono por
persona, una de las dos más altas del mundo, además, la demanda de madera
y alimentos del país equivaldría a 7 hectáreas de tierra por persona.
4. Bélgica, debido a la importación de la gran parte de sus alimentos.
5. Dinamarca, sus emisiones son la mitad que las de Estados Unidos, debido a la
importación de pienso para poder mantener su consumo de carne, alrededor
de 2 hectáreas por habitante.
6. Emiratos Árabes, presionan para una nueva renovación del Protocolo de Kioto
para aumentar la producción de energía.
20
7. Qatar, debido a la movilidad por los desplazamientos en carretera, utilizan 22
veces más recursos que los que el país ofrece por persona. Las emisiones son
las más altas del mundo, tres veces más que las de Estados Unidos.
8. Kuwait, debido a la movilidad por los desplazamientos en carretera, al igual que
Qatar, utilizan 22 veces más recursos que los que el país ofrece por persona.
4.6.1 Casos concretos
A continuación, veremos dos casos concretos sobre el estudio de la huella ecológica,
ya que, sobre todo, en los países de América Latina, hay mucha información sobre
esta temática.
1. Ecuador:
Ecuador es uno de los países con mayor biodiversidad del mundo, y en los años 60
su biocapacidad superaba en gran medida a la demanda de recursos y, por lo tanto,
la huella ecológica era mínima, con un consecuente superávit ecológico. Ahora bien,
este superávit ha disminuido con el paso de los años, debido a la tendencia creciente
de la huella ecológica. Además, la población se triplicó desde 1961 y la biocapacidad
del país cayó a su tercera parte en 50 años. (Jiménez, J., et al. 2017, pp. 180)
Para los años 2008 y 2009, Ecuador registró una biocapacidad de 2,35 hectáreas per
cápita, y una huella ecológica de 1,62 hectáreas per cápita (Ministerio del Ambiente,
2015); si bien, para el año 2012 (últimos datos consolidados) la huella ecológica aún
no sobrepasaba la biocapacidad, se evidenciaba ya una tendencia creciente de la
misma.
El Ministerio del Ambiente de Ecuador (2009) señala que la huella ecológica per cápita
de un ecuatoriano promedio fue aproximadamente 1,6 veces menor que la huella
ecológica per cápita mundial. Y según el Distrito Metropolitano de Quito (2009) el
promedio de la huella de Quito es 25% más grande que el promedio dentro de Ecuador
y significativamente más grande que la biocapacidad por persona disponible a nivel
nacional. (Jiménez, J. et al. 2017, pp. 181)
21
Figura 3: Huella ecológica para Ecuador y sus componentes
Fuente: Jiménez, J., et al. 2017, pp. 185
Al comparar los componentes de la huella ecológica con su biocapacidad (ver Figura
3), se observa que existe un superávit ecológico en: tierras de cultivo, tierras
forestales, tierras de pastoreo y la zona de pesca. Mientras que el suelo urbanizado
presenta el mismo nivel entre la HE y su biocapacidad. (Jiménez, J. et al. 2017, pp.
185)
Figura 4: Huella ecológica para América Latina y sus componentes
Fuente: Jiménez, J., et al. 2017, pp.185
En la Figura 4, se evidencia la presencia de un superávit ecológico en tierra forestal y
en la tierra de cultivo. Y de la misma manera, el suelo urbanizado y la tierra de pastoreo
presenta el mismo nivel entre la huella ecológica y su biocapacidad. (Jiménez, J. et
al., 2017, pp. 186)
22
Comparando ambas figuras, podemos observar que el caso de Ecuador y América
Latina son muy semejantes, exceptuando el caso del carbono, que en América Latina
es mucho mayor y las zonas de pesca, que en este caso están más explotadas en
Ecuador, esta situación se da porque la actividad económica del país se basa en el
sector primario.
En un estudio más reciente Pérez-Neira, Marco-Larrauri y Álvarez-Muñoz (2015)
mencionan que, a pesar de ser Ecuador un país con una huella ecológica “media”,
ésta se ha incrementado en los últimos años. (Jiménez, J. et al. 2017, pp. 181)
2. Colombia:
Colombia presenta una huella ecológica relativamente baja, (1,9 ha/persona) no es
posible afirmar que dicha cifra indique la existencia de una sociedad ambientalmente
sostenible. Según los datos de la Global Footprint Network, en 2016 (medición de
2012) Colombia se ubicaba en el puesto 92 entre 150 países analizados por su huella
ecológica, mientras que por su biocapacidad ocupaba el puesto14.
La huella ecológica de Colombia alcanzó 1,9 GHA en 2016 (Figura 5). La mayor
proporción de este valor estuvo representada por las emisiones de carbono que
tuvieron un auge en los años ochenta-noventa, alcanzó los 0,5 GHA y que tienden a
tener un aumento para el año 2012 de hasta 0,7 GHA.
Figura 5: Gráfica histórica del comportamiento de la huella ecológica de Colombia
(1961-2012)
Fuente: National Footprint Accounts 2016 (datos año 2012)
23
A pesar de que la huella ecológica se ha mantenido prácticamente estable desde
1961, la tendencia negativa de la biocapacidad per cápita, sugiere que, nuestras
reservas de recursos están en franca reducción. (Colombia viva. Informe 2017.)
“A escala mundial, los últimos resultados muestran que la huella ecológica de la
humanidad supera la biocapacidad de la Tierra casi un 67%.” (Serena Mancini, M. y
Galli, A. 2017.pp. 269)
4.7 Huella ecológica en España
“Las comunidades autónomas de Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha
son las únicas de España que presentan "superávit" en su huella ecológica, medida
en hectárea global por habitante, es decir, menor generación de residuos y
contaminación.” (ECOticias.com, 2014)
“Las once comunidades autónomas restantes presentan un "déficit en su huella
ecológica", encabezadas por el corredor mediterráneo (Murcia, Comunidad
Valenciana y Cataluña) así como el País Vasco y Madrid, cuyo déficit ecológico es
superior a 7,7 hectáreas global por habitante.” (ECOticias.com, 2014)
“Posteriormente, con un déficit de entre 2,5 y 4 hectáreas global por habitante se
encuentran Andalucía, Cantabria y Asturias, y con un déficit inferior a 2,5 hectáreas
global por habitante están Galicia, Navarra y La Rioja.” (ECOticias.com, 2014)
“Entre 2008 y 2013, con la crisis económica, las emisiones de CO2 se desplomaron
un 27%. Y a pesar de ello para cumplir con el compromiso de Kioto los distintos
Gobiernos tuvieron que comprar derechos de emisión a terceros países.” (Renner, M.
et al., 2017, pp. 58)
“En 2014 y 2015 las emisiones volvieron a subir, debido a una ligera mejora de la
actividad económica, el freno a las energías renovables y el mayor uso del carbón en
la generación de electricidad. En 2016 las emisiones bajaron ligeramente por las
variaciones en el mix eléctrico, pero principalmente al mayor aprovechamiento
hidráulico.” (Renner, M. et al., 2017, 58)
“Según los últimos datos oficiales disponibles, las emisiones de gases de efecto
invernadero en España en 2015 se situarían en 335,6 millones de toneladas de CO2,
un +15,5% por encima de los niveles de 1990.” (Renner, M. et al., 2017, pp. 58)
24
Figura 6: Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en los sectores difusos en
España 1990-2014 (CO2 equivalente)
Fuente: Ministerio de Medio Ambiente, 2014.
Podemos observar como el mayoritario causante de CO2 equivalente en España es
el transporte.
“Las previsiones del gobierno español sitúan las emisiones de los sectores difusos en
niveles un 25% por debajo de las emisiones del año 2005 en 2030, de seguir con las
políticas actuales, incumpliendo el objetivo nacional.” (Renner, M. et al., 2017, pp. 68)
Huella ecológica en algunas comunidades:
• Extremadura:
Cada extremeño necesita 0,1113 hectáreas de terreno agrícola donde se
produzcan los recursos agrícolas que consume en un año y 0,0806 hectáreas
de ecosistemas acuáticos para producir los recursos pesqueros consumidos en
ese mismo periodo. (Pérez, M. A. et al., 2007-2013.)
• Principado de Asturias: La huella ecológica per cápita del Principado de
Asturias se situó en el año 2009 en 6,68 hectáreas de territorio productivo.
(González Álvarez, J. et al., 2011, pp. 39)
• Málaga:
Para el periodo anual de 2011, la Universidad de Málaga calculó su huella
ecológica obteniendo unos valores de 0,20 ha/persona/año, mientras que
necesitaría 7.951,63 ha de bosque mediterráneo para asimilar las emisiones de
25
CO2 producidas. (Vicerrectorado de Infraestructuras y Sostenibilidad, 2011, pp.
15)
• Galicia:
En el caso de Galicia, según las últimas cifras disponibles, la huella ecológica
es de 6,2 hectáreas por habitante y año, mientras que su biocapacidad es de
1,1 hectáreas por persona al año. (Ángel Arnáiz, S. 2017, pp.1)
• País Vasco:
Algunos objetivos propuestos para la mejora del medio ambiente en Euskadi
para el año 2020:
o Mejorar la salud y la calidad de vida en el conjunto de municipios de Euskadi.
o Posicionar al Gobierno Vasco como territorio destacado en el campo de la
ejemplaridad ambiental.
o Construir un modelo de fiscalidad que avance hacia una sociedad y una
producción más sostenible.
o Impulsar la competitividad de la empresa vasca a partir de las oportunidades
que genera la economía circular.
o Favorecer la existencia de una red interconectada de espacios naturales en
zonas rurales y urbanas.
Se trata de un Programa Marco Ambiental que tiene como objetivo vehicular al
conjunto de políticas públicas, las directrices y objetivos del Gobierno en el campo del
medio ambiente y el desarrollo sostenible. (Eusko Jaurlaritza, 2017, pp.1)
• Canarias:
La Huella Ecológica de Canarias (6,52 gha per cápita) supera ampliamente la
Huella Ecológica media mundial (2,30 gha por cada habitante del planeta). Su
biocapacidad (0,24 gha per cápita) es muy inferior a la media del planeta (1,70).
(Fernández-Latorre & Díaz del Olmo, 2011, pp.155)
4.7.1 Mide tu huella ecológica
Existen numerosas páginas webs en internet que permiten calcular nuestra HE a
través de cuestionarios interactivos y sencillos, indicando si nuestros estilos de vida
son sostenibles o no.
Un ejemplo es la página web de fundación vida sostenible, donde podemos valorar
nuestra HE a nivel individual o familiar. Nos proporciona estrategias para el cambio de
26
hábitos con el fin de conseguir una mayor sostenibilidad porque todos debemos
aportar nuestro grano de arena.
El cuestionario consta de cuatro apartados: energía, agua, transporte y residuos y
materiales. En el apartado HE relacionado con la energía se realiza un examen
detallado de la energía consumida en el hogar (cocina, calefacción, agua caliente e
iluminación en general). Proporciona cálculos globales por tipo de energía consumida
al año, así como el gasto total que suponen. La HE del consumo de agua incluye una
estimación del porcentaje de uso de este “bien” sobre la media y las consecuencias
de generalizar esa utilización del agua a todo el país. La HE del transporte proporciona
cifras aproximadas sobre el consumo en transporte y los kilómetros recorridos en un
año. Y, por último, la HE de los residuos y materiales. Habla del consumo y la gestión
de los residuos y materiales realizado en el hogar valorando la cantidad de basura que
se genera por persona. Los resultados revelan el peso de basura que se produce y el
porcentaje de materiales reciclables. (Porroche, Anguas, Mir & Garrido, 2010, pp.82)
Los cálculos más fiables de la huella ecológica son los que se hacen en el ámbito
nacional, considerando todos los recursos que una nación consume y los desechos
que genera. El consumo nacional se calcula sumando a la producción nacional las
importaciones y restando las exportaciones. Para calcular la media por individuo basta
con dividir la huella nacional entre el número de habitantes del país. (Martínez Castillo,
2008, pp, 9)
5. DISCUSIÓN CRÍTICA
Tras la lectura de la documentación que he utilizado para la realización de esta
revisión bibliográfica, he de discutir sobre:
• Documentación repetitiva y no muy clara; la información que me he ido
encontrando a lo largo de mi búsqueda ha sido muy repetitiva, todos los
documentos me daban una información similar e incluso a veces confusa.
Sobre todo, a la hora de la redacción del apartado de: “los indicadores de la
huella ecológica”, donde, unos autores daban por ventajas lo que otros hacían
como desventajas, o incluso en el mismo documento la información llegaba a
contradecirse.
27
• Información poco actualizada; en la búsqueda de documentos actuales para la
redacción del apartado: “huella ecológica en España”, sobre todo, donde la
mayoría de la información que he encontrado no estaba actualizada.
• Aplicación de la huella ecológica; a pesar de ser la mayoría países en vías de
desarrollo, el concepto de huella ecológica está mucho más aplicado en países
de Latinoamérica y hay muchos más estudios e información sobre esta, que en
países como Rusia, que son mucho más desarrollados.
6. CONCLUSIONES
Valoración personal:
La preocupación por el medio ambiente comenzó por intereses económicos, cuando
un Presidente, Franklin Pierce, quiso comprar las amadas tierras de un pueblo, la tribu
de los Swamish. A partir de aquí, comienza a tener sentido todo lo relacionado con la
conservación del medio que nos rodea. Se crean diferentes clubs, se realizan
conferencias, se elaboran estrategias, informes, e incluso, se escriben libros y
artículos haciendo referencia a la situación del medio ambiente. Todos ellos con unos
objetivos comunes: plantearse unas metas y asentar las bases para tomar medidas
sobre el estado del medio ambiente y su conservación.
El concepto de huella ecológica es un término que ha ido evolucionando en el tiempo
en relación a las necesidades de los seres humanos. Dependiendo del autor que
consultes, la definición puede variar, pero lo que todos ellos ponen en común es que
es un indicador de la degradación ambiental.
También podemos encontrar variantes más específicas de este término, como la
huella de carbono o la huella hídrica, que se centran más en el consumo del recurso
agua y la emisión de gases de efecto invernadero, en lugar de hacer una valoración
global como lo hace la huella ecológica. Además, de la huella corporativa que es como
se denomina a la huella ecológica en el ámbito empresarial.
Como indicador, la huella ecológica puede ser muy útil a la hora de su aplicación en
los aspectos ambientales, aunque, creo que el concepto hoy en día no está todo lo
28
empleado posible en su campo de actuación. No se le saca todo el potencial que este
tiene a la hora de sus aplicaciones.
Las aportaciones posteriores al concepto de huella ecológica son calificadas como
modestas. Comenzando con la salida de EEUU o Rusia, entre otros países, del
Protocolo de Kyoto. Lo único positivo de esta salida es que otros países han podido
aumentar su número de emisiones quedando así conformes para su mantenimiento
en el Protocolo.
La iniciativa de reducción de gases de efecto invernadero esta ahí, lo que ocurre es
que después de largas negociaciones no se llega a un acuerdo concreto, por lo tanto,
no se firman unas pautas a seguir y el problema se va posponiendo en el tiempo.
En relación a la medición de la huella podemos encontrar diversas metodologías, a mi
parecer, no es una medición fácil, ya que engloba aspectos muy generales y difíciles
de cuantificar; como lo son las emisiones de gases a la atmósfera o cuánta pérdida
de suelo puede ocasionar una infraestructura civil.
La huella ecológica tiene un desarrollo dispar en el marco mundial, está mucho más
desarrollada en países como Latinoamérica y en otros como Europa o Rusia no. A mi
parecer debería ser un concepto aplicado y desarrollado en todo el mundo por igual
ya que nos ayuda a mejorar el planeta, sobre todo con dos problemas principales a
día de hoy: el Cambio Climático y la Crisis Ambiental.
En cuanto a la relación con el desarrollo sostenible, está claro que son conceptos que
van de la mano a la hora de tratar cualquier tema ambiental, un concepto es
dependiente de otro.
Valoraciones de otros autores:
La crisis socio-ambiental ha alcanzado tal magnitud, que escapa del control humano,
pues, obedece a la (i) lógica productivista, al mercado desregularizado, que se torna
anti-ecológico y anti-social. La gravedad de esta situación se debe sobre todo a la
irresponsabilidad e incomprensión hacia la naturaleza manifestada por el estilo de
desarrollo (producción y consumo) irresponsable. (Martínez Castillo, 2008, pp. 22)
29
La "huella ecológica", al tratar de evaluarla de manera individual, regional o nacional.
Es necesario aplicarlo a nuestras formas de vida, en el ahorro de energía, agua, y
alimentos. Pues en la medida que el ciclo de regeneración de los ecosistemas se lleve
a cabo con normalidad, disminuye la huella ecológica negativa. (Martínez Castillo,
2008, pp. 22)
La progresiva certidumbre de que la sociedad humana está encauzada en un rumbo
insostenible es ya reconocida y compartida por los sectores científicotecnológicos y
los estadistas responsables e informados en casi todo el mundo. Sin embargo,
después de cuatro décadas de eventos internacionales, convocados para lograr
acuerdos que permitan una transición progresiva, no dolorosa, hacia ese destino
inexorable, las dificultades para lograrlo parecen insuperables y, a pesar de todos los
esfuerzos realizados para la generación de propuestas y compromisos al más alto
nivel mundial, ya comentados, los graves problemas que deben abordarse continúan
profundizándose, dejando escaso margen para el optimismo. (Edith & de Rosa, 2013,
pp.182)
Es que el cambio necesario requiere un extraordinario esfuerzo de la sociedad toda
para comenzar a producir la transición hacia la “revolución de la Sostenibilidad”, sin
duda, una transformación infinitamente más profunda, compleja y trascendente, que
las que produjeron la “revolución Agraria” hace 10.000 años y la “revolución Industrial,
hace casi tres siglos. A diferencia de aquellas, que se desarrollaron en forma
espontánea y no planificada, la revolución de la Sostenibilidad deberá responder a
estrategias consensuadas, actuando a escala global, sobre una realidad en continuo
cambio. (Edith & de Rosa, 2013, pp.182)
La limitada oferta de tierra, el crecimiento de la población y los ritmos de producción-
consumo disminuyen la sostenibilidad humana y ecológica futura, lo cual
precisamente debe valorarse, aunado a otra realidad: los límites de absorción que el
mismo medio ambiente ha interpuesto al dinamismo de la actividad económica.
(Desarrollo sustentable, pp.19, 2016)
30
7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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31
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8. ANEXOS
ANEXO I
Carta del Gran Jefe Seattle, de la tribu de los Swamish, a Franklin Pierce
Presidente de los Estados Unidos de América.
En 1854, el Presidente de los Estados Unidos de América, Franklin Pierce, hizo una
oferta por una gran extensión de tierras en el noreste de los Estados Unidos, en la que
vivían los indios Swaminsh, ofreciendo en contrapartida crear de una reserva para el
pueblo indígena. La respuesta del Jefe indio Seattle, que trascribimos a continuación,
37
ha sido considerada, a través del tiempo como uno de los más bellos y profundos
manifiestos a favor de la defensa del medio ambiente.
El Gran Jefe de Washington envió palabra de que desea comprar nuestra tierra. El
Gran Jefe nos envía también palabras de amistad y buena voluntad. Apreciamos
mucho esta delicadeza porque sabemos la poca falta que le hace nuestra amistad.
Vamos a considerar su oferta, pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco
vendrá con sus armas de fuego y tomará nuestras tierras. El Gran Jefe de Washington
puede confiar en la palabra del Gran Jefe Seattle, con la misma certeza que confía en
el retorno de las estaciones. Mis palabras son inmutables como las estrellas del
firmamento.
¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra?, esta idea nos parece
extraña.
Si no somos dueños de la frescura del aire, ni del brillo del agua, ¿Cómo podrán
ustedes comprarlos?
Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo, cada aguja brillante de pino,
cada grano de arena de las riberas de los ríos, cada gota de rocío entre las sombras
de los bosques, cada claro en la arboleda y el zumbido de cada insecto son sagrados
en la memoria y tradiciones de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles
lleva consigo los recuerdos del hombre piel roja.
Los muertos del hombre blanco olvidan la tierra donde nacieron cuando emprenden
su paseo por entre las estrellas, en cambio nuestros muertos, nunca pueden olvidar
esta bondadosa tierra, pues ella es la madre del hombre piel roja. Somos parte de la
tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas, el
venado, el caballo, el gran águila, todos son nuestros hermanos. Las escarpadas
montañas, los húmedos prados, el calor de la piel del potro y el hombre, todos
pertenecemos a la misma familia.
Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco de Washington manda decir que desea comprar
nuestra tierra, pide mucho de nosotros. El Gran Jefe Blanco nos dice que nos
reservará un lugar donde podamos vivir cómodamente. Él se convertirá en nuestro
padre y nosotros en sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a considerar su oferta de
38
comprar nuestra tierra. Pero eso no es fácil, ya que esta tierra es sagrada para
nosotros.
Esta agua cristalina que escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es solamente
agua, sino también la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra,
ustedes deberán recordar que ella es sagrada, y deberán enseñar a sus hijos que ella
es sagrada y que los reflejos misteriosos sobre las aguas claras de los lagos hablan
de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo del agua de los
ríos es la voz del padre de mi padre. Los ríos son nuestros hermanos, ellos calman
nuestra sed. Los ríos llevan a nuestras canoas y nos dan peces para alimentan a
nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deberán recordar y enseñar
a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también los suyos, y por tanto
deberéis tratar a los ríos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.
Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. Tanto le importa
un trozo de nuestra tierra como otro cualquiera, pues es un extraño que llega en la
noche a arrancar de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana, sino su
enemiga y una vez conquistada la abandona, y prosigue su camino dejando atrás la
tumba de sus padres sin importarle nada. Roba a la tierra aquello que pertenece a sus
hijos y no le importa nada. Tanto la tumba de sus padres como los derechos de sus
hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra y a su hermano, el cielo, como cosas
que se pueden comprar, saquear y vender, como si fuesen corderos o collares que
intercambian por otros objetos. Su hambre insaciable devorará todo lo que hay en la
tierra y detrás suyo dejaran tan sólo un desierto.
Yo no entiendo, nuestro modo de vida es muy diferente al de ustedes. La sola vista
de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Tal vez sea por que el hombre piel roja
es un salvaje y no comprende nada. No existe un lugar tranquilo en las ciudades del
hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar cómo se abren las flores de los árboles
en primavera, o el movimiento de las alas de un insecto. Pero quizás también esto se
deba a que soy un salvaje que no comprende bien las cosas. El ruido de las ciudades
parece insultar los oídos. Y yo me pregunto, ¿qué tipo de vida tiene el hombre si no
puede escuchar el canto solitario del chotacabras, ni las discusiones nocturnas de las
ranas al borde de un lago? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el
39
suave susurro del viento sobre la superficie del lago, así como el olor de ese mismo
viento purificado por la lluvia del mediodía, o perfumado por la fragancia de los pinos.
El aire es algo precioso para el piel roja, ya que todos los seres comparten el mismo
aliento, el animal, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre
blanco no siente el aire que respira, como un moribundo que agoniza durante muchos
días es insensible al hedor. Si les vendemos nuestras tierras deben recordar que el
aire es precioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con la vida que
sostiene. El viento que dio a nuestros antepasados el primer soplo de vida, también
recibió de ellos su último suspiro. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deberán
conservarlas sagradas, como un lugar en donde hasta el hombre blanco pueda
saborear el viento perfumado por las flores de las praderas.
Queremos considerar su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla,
yo pondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra
como a sus hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto
miles de búfalos pudriéndose en las praderas, abandonados allí por el hombre blanco
que les disparo desde el caballo de hierro sin ni tan solo pararlo. Yo soy un salvaje y
no comprendo como el humeante caballo de hierro pueda importar más que el búfalo
al que nosotros solo matamos para poder vivir. ¿Qué sería del hombre sin los
animales? Si todos los animales fuesen exterminados, el hombre también perecería
de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra a los animales pronto habrá de
ocurrirle también al hombre. Todas las cosas están relacionadas entre sí.
Deben de enseñarle a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros
antepasados. Digan a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestro
pueblo, a fin de que sepan respetarla. Es necesario que enseñen a sus hijos, lo que
nuestros hijos ya saben, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que ocurra a la tierra,
le ocurrirá también a los hijos de la tierra. Cuando los hombres escupen en el suelo,
se están escupiendo así mismos. Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al
hombre, es el hombre el que pertenece a la tierra... Esto es lo que sabemos: todas las
cosas están ligadas como la sangre que une a una familia. El sufrimiento de la tierra
se convertirá en sufrimiento para los hijos de la tierra. El hombre no ha tejido la red
que es la vida, solo es un hilo más de la trama. Lo que hace con la trama se lo está
haciendo a sí mismo.
40
Nuestros hijos han visto como sus padres eran humillados mientras defendían su
tierra. Nuestros guerreros han sentido vergüenza, y ahora pasan sus días ociosos,
mientras contaminan sus cuerpos con comida dulce y agua de fuego. Importa poco
donde pasaremos el resto de nuestros días, no son demasiados. Unas pocas horas,
unos pocos inviernos y ninguno de los descendientes de las grandes tribus que alguna
vez vivieron sobre esta Tierra, estarán aquí para lamentarse sobre las tumbas de una
gente que un día tuvo poder y esperanza. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios
pasea y habla con él de amigo a amigo, quedará exento del destino común. Quizás
seamos hermanos a pesar de todo, ya se verá algún día. Sabemos una cosa que
quizás el hombre blanco tal vez descubra algún día, el Dios nuestro y el de ustedes
es el mismo Dios. Ustedes creen que Dios les pertenece, de la misma manera que
desean que nuestras tierras les pertenezcan, pero no es así. Él es el Dios de todos
los hombres y su compasión se extiende por igual entre los pieles rojas y los caras
pálidas.
Esta tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su Creador y se provocaría su
irá. También los blancos se extinguirán, quizás antes que todas las otras tribus.
Contaminan sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios desechos.
Ustedes caminan hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del
Dios que los trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre
ella y sobre el piel roja. Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos
por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se impregnan los
rincones secretos de los densos bosques con el olor de tantos hombres y se obstruye
la visión del paisaje de las verdes colinas con un enjambre de alambres de hablar.
¿Dónde está el matorral? Destruido
¿Dónde está el águila? Desapareció
Es el final de la vida y el inicio de la supervivencia.
41
ANEXO II
La Carta de la Tierra
P R E Á M B U L O
Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad
debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más
interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes
promesas. Para seguir adelante, debemos reconocer que, en medio de la magnífica
diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola
comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una sociedad
global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos
universales, la justicia económica y una cultura de paz. En torno a este fin, es
imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad
unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones futuras.
La Tierra, nuestro hogar
La humanidad es parte de un vasto universo evolutivo. La Tierra, nuestro hogar, está
viva con una comunidad singular de vida. Las fuerzas de la naturaleza promueven a
que la existencia sea una aventura exigente e incierta, pero la Tierra ha brindado las
condiciones esenciales para la evolución de la vida. La capacidad de recuperación de
la comunidad de vida y el bienestar de la humanidad dependen de la preservación de
una biosfera saludable, con todos sus sistemas ecológicos, una rica variedad de
plantas y animales, tierras fértiles, aguas puras y aire limpio. El medio ambiente global,
con sus recursos finitos, es una preocupación común para todos los pueblos. La
protección de la vitalidad, la diversidad y la belleza de la Tierra es un deber sagrado.
La situación global
Los patrones dominantes de producción y consumo están causando devastación
ambiental, agotamiento de recursos y una extinción masiva de especies. Las
comunidades están siendo destruidas. Los beneficios del desarrollo no se comparten
equitativamente y la brecha entre ricos y pobres se está ensanchando. La injusticia,
42
la pobreza, la ignorancia y los conflictos violentos se manifiestan por doquier y son la
causa de grandes sufrimientos. Un aumento sin precedentes de la población humana
ha sobrecargado los sistemas ecológicos y sociales. Los fundamentos de la seguridad
global están siendo amenazados. Estas tendencias son peligrosas, pero no
inevitables.
Los retos venideros
La elección es nuestra: formar una sociedad global para cuidar la Tierra y cuidarnos
unos a otros o arriesgarnos a la destrucción de nosotros mismos y de la diversidad de
la vida. Se necesitan cambios fundamentales en nuestros valores, instituciones y
formas de vida. Debemos darnos cuenta de que, una vez satisfechas las necesidades
básicas, el desarrollo humano se refiere primordialmente a ser más, no a tener más.
Poseemos el conocimiento y la tecnología necesarios para proveer a todos y para
reducir nuestros impactos sobre el medio ambiente. El surgimiento de una sociedad
civil global, está creando nuevas oportunidades para construir un mundo democrático
y humanitario. Nuestros retos ambientales, económicos, políticos, sociales y
espirituales, están interrelacionados y juntos podemos proponer y concretar
soluciones comprensivas.
Responsabilidad Universal
Para llevar a cabo estas aspiraciones, debemos tomar la decisión de vivir de acuerdo
con un sentido de responsabilidad universal, identificándonos con toda la comunidad
terrestre, al igual que con nuestras comunidades locales. Somos ciudadanos de
diferentes naciones y de un solo mundo al mismo tiempo, en donde los ámbitos local
y global, se encuentran estrechamente vinculados. Todos compartimos una
responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la familia humana y del mundo
viviente en su amplitud. El espíritu de solidaridad humana y de afinidad con toda la
vida se fortalece cuando vivimos con reverencia ante el misterio del ser, con gratitud
por el regalo de la vida y con humildad con respecto al lugar que ocupa el ser humano
en la naturaleza.
Necesitamos urgentemente una visión compartida sobre los valores básicos que
brinden un fundamento ético para la comunidad mundial emergente. Por lo tanto,
juntos y con una gran esperanza, afirmamos los siguientes principios
interdependientes, para una forma de vida sostenible, como un fundamento común
43
mediante el cual se deberá guiar y valorar la conducta de las personas,
organizaciones, empresas, gobiernos e instituciones
transnacionales.
P R I N C I P I O S
I . RESPETO Y CUIDADO DE LA COMUNIDAD DE LA VIDA
1. Respetar la Tierra y la vida en toda su diversidad
a. Reconocer que todos los seres son interdependientes y que toda forma de vida
independientemente de su utilidad, tiene valor para los seres humanos.
b. Afirmar la fe en la dignidad inherente a todos los seres humanos y en el potencial
intelectual, artístico, ético y espiritual de la humanidad.
2. Cuidar la comunidad de la vida con entendimiento, compasión y amor.
a. Aceptar que el derecho a poseer, administrar y utilizar los recursos naturales
conduce hacia el deber de prevenir daños ambientales y proteger los derechos de las
personas.
b. Afirmar que, a mayor libertad, conocimiento y poder, se presenta una
correspondiente responsabilidad por promover el bien común.
3. Construir sociedades democráticas que sean justas, participativas,
sostenibles y pacíficas
a. Asegurar que las comunidades, a todo nivel, garanticen los derechos humanos y
las libertades fundamentales y brinden a todos la oportunidad de desarrollar su pleno
potencial.
b. Promover la justicia social y económica, posibilitando que todos alcancen un modo
de vida seguro y digno, pero ecológicamente responsable.
44
4. Asegurar que los frutos y la belleza de la Tierra se preserven para las
generaciones presentes y
futuras.
a. Reconocer que la libertad de acción de cada generación se encuentra condicionada
por las necesidades de las generaciones futuras.
b. Transmitir a las futuras generaciones valores, tradiciones e instituciones, que
apoyen la prosperidad a largo plazo, de las comunidades humanas y ecológicas de la
Tierra.
Para poder realizar estos cuatro compromisos generales, es necesario:
I I . INTEGRIDAD ECOLÓGICA
5. Proteger y restaurar la integridad de los sistemas ecológicos de la Tierra, con
especial preocupación por la diversidad biológica y los procesos naturales que
sustentan la vida.
a. Adoptar, a todo nivel, planes de desarrollo sostenible y regulaciones que permitan
incluir la conservación y la rehabilitación ambientales, como parte integral de todas las
iniciativas de desarrollo.
b. Establecer y salvaguardar reservas viables para la naturaleza y la biosfera,
incluyendo tierras silvestres y áreas marinas, de modo que tiendan a proteger los
sistemas de soporte a la vida de la Tierra, para mantener la biodiversidad y preservar
nuestra herencia natural.
c. Promover la recuperación de especies y ecosistemas en peligro.
d. Controlar y erradicar los organismos exógenos o genéticamente modificados, que
sean dañinos para las especies autóctonas y el medio ambiente; y además, prevenir
la introducción de tales organismos dañinos.
e. Manejar el uso de recursos renovables como el agua, la tierra, los productos
forestales y la vida marina, de manera que no se excedan las posibilidades de
regeneración y se proteja la salud de los ecosistemas.
f. Manejar la extracción y el uso de los recursos no renovables, tales como minerales
y combustibles fósiles, de forma que se minimice su agotamiento y no se causen
serios daños ambientales.
45
6. Evitar dañar como el mejor método de protección ambiental y cuando el
conocimiento sea limitado, proceder con precaución.
a. Tomar medidas para evitar la posibilidad de daños ambientales graves o
irreversibles, aun cuando el conocimiento científico sea incompleto o inconcluso.
b. Imponer las pruebas respectivas y hacer que las partes responsables asuman las
consecuencias de reparar el daño ambiental, principalmente para quienes argumenten
que una actividad propuesta no causará ningún daño significativo.
c. Asegurar que la toma de decisiones contemple las consecuencias acumulativas, a
largo término, indirectas, de larga distancia y globales de las actividades humanas.
d. Prevenir la contaminación de cualquier parte del medio ambiente y no permitir la
acumulación de sustancias radioactivas, tóxicas u otras sustancias peligrosas.
e. Evitar actividades militares que dañen el medio ambiente.
7. Adoptar patrones de producción, consumo y reproducción que salvaguarden
las capacidades
regenerativas de la Tierra, los derechos humanos y el bienestar comunitario.
a. Reducir, reutilizar y reciclar los materiales usados en los sistemas de producción y
consumo y asegurar que los desechos residuales puedan ser asimilados por los
sistemas ecológicos.
b. Actuar con moderación y eficiencia al utilizar energía y tratar de depender cada vez
más de los recursos de energía renovables, tales como la solar y eólica.
c. Promover el desarrollo, la adopción y la transferencia equitativa de tecnologías
ambientalmente sanas.
d. Internalizar los costos ambientales y sociales totales de bienes y servicios en su
precio de venta y posibilitar que los consumidores puedan identificar productos que
cumplan con las más altas normas sociales y ambientales.
e. Asegurar el acceso universal al cuidado de la salud que fomente la salud
reproductiva y la reproducción responsable.
f. Adoptar formas de vida que pongan énfasis en la calidad de vida y en la suficiencia
material en un mundo finito.
46
8. Impulsar el estudio de la sostenibilidad ecológica y promover el intercambio
abierto y la extensa aplicación del conocimiento adquirido
a. Apoyar la cooperación internacional científica y técnica sobre sostenibilidad, con
especial atención a las necesidades de las naciones en desarrollo.
b. Reconocer y preservar el conocimiento tradicional y la sabiduría espiritual en todas
las culturas que contribuyen a la protección ambiental y al bienestar humano.
c. Asegurar que la información de vital importancia para la salud humana y la
protección ambiental, incluyendo la información genética, esté disponible en el
dominio público.
I I I . JUSTICIA SOCIAL Y ECONÓMICA
9. Erradicar la pobreza como un imperativo ético, social y ambiental
a. Garantizar el derecho al agua potable, al aire limpio, a la seguridad alimenticia, a la
tierra no contaminada, a una vivienda y a un saneamiento seguro, asignando los
recursos nacionales e internacionales requeridos.
b. Habilitar a todos los seres humanos con la educación y con los recursos requeridos
para que alcancen un modo de vida sostenible y proveer la seguridad social y las
redes de apoyo requeridos para quienes no puedan mantenerse por sí mismos.
c. Reconocer a los ignorados, proteger a los vulnerables, servir a aquellos que sufren
y posibilitar el desarrollo de sus capacidades y perseguir sus aspiraciones.
10. Asegurar que las actividades e instituciones económicas, a todo nivel,
promuevan el
desarrollo humano de forma equitativa y sostenible.
a. Promover la distribución equitativa de la riqueza dentro de las naciones y entre ellas.
b. Intensificar los recursos intelectuales, financieros, técnicos y sociales de las
naciones en desarrollo y liberarlas de onerosas deudas internacionales.
c. Asegurar que todo comercio apoye el uso sostenible de los recursos, la protección
ambiental y las normas laborales progresivas.
d. Involucrar e informar a las corporaciones multinacionales y a los organismos
financieros internacionales para que actúen transparentemente por el bien público y
exigirles responsabilidad por las consecuencias de sus actividades.
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11. Afirmar la igualdad y equidad de género como prerrequisitos para el
desarrollo sostenible y asegurar el acceso universal a la educación, el cuidado
de la salud y la oportunidad económica.
a. Asegurar los derechos humanos de las mujeres y las niñas y terminar con toda la
violencia contra ellas.
b. Promover la participación activa de las mujeres en todos los aspectos de la vida
económica, política, cívica, social y cultural, como socias plenas e iguales en la toma
de decisiones, como líderes y como beneficiarias.
c. Fortalecer las familias y garantizar la seguridad y la crianza amorosa de todos sus
miembros.
12. Defender el derecho de todos, sin discriminación, a un entorno natural y
social que apoye la dignidad humana, la salud física y el bienestar espiritual,
con especial atención a los derechos de los pueblos indígenas y las minorías.
a. Eliminar la discriminación en todas sus formas, tales como aquellas basadas en la
raza, el color, el género, la orientación sexual, la religión, el idioma y el origen nacional,
étnico o social.
b. Afirmar el derecho de los pueblos indígenas a su espiritualidad, conocimientos,
tierras y recursos y a sus
prácticas vinculadas a un modo de vida sostenible.
c. Honrar y apoyar a los jóvenes de nuestras comunidades, habilitándolos para que
ejerzan su papel esencial en la creación de sociedades sostenibles.
d. Proteger y restaurar lugares de importancia que tengan un significado cultural y
espiritual.
IV. DEMOCRACIA, NO VIOLENCIA Y PAZ
13. Fortalecer las instituciones democráticas en todos los niveles y brindar
transparencia y rendimiento de cuentas en la gobernabilidad, participación
inclusiva en la toma de decisiones y acceso a la justicia
a. Sostener el derecho de todos a recibir información clara y oportuna sobre asuntos
ambientales, al igual que sobre todos los planes y actividades de desarrollo que los
pueda afectar o en los que tengan interés.
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b. Apoyar la sociedad civil local, regional y global y promover la participación
significativa de todos los individuos y organizaciones interesados en la toma de
decisiones.
c. Proteger los derechos a la libertad de opinión, expresión, reunión pacífica,
asociación y disensión.
d. Instituir el acceso efectivo y eficiente de procedimientos administrativos y judiciales
independientes, incluyendo las soluciones y compensaciones por daños ambientales
y por la amenaza de tales daños.
e. Eliminar la corrupción en todas las instituciones públicas y privadas.
f. Fortalecer las comunidades locales, habilitándolas para que puedan cuidar sus
propios ambientes y asignar la responsabilidad ambiental en aquellos niveles de
gobierno en donde puedan llevarse a cabo de manera más efectiva.
14. Integrar en la educación formal y en el aprendizaje a lo largo de la vida, las
habilidades, el conocimiento y los valores necesarios para un modo de vida
sostenible.
a. Brindar a todos, especialmente a los niños y los jóvenes, oportunidades educativas
que les capaciten para contribuir activamente al desarrollo sostenible.
b. Promover la contribución de las artes y de las humanidades, al igual que de las
ciencias, para la educación sobre la sostenibilidad.
c. Intensificar el papel de los medios masivos de comunicación en la toma de
conciencia sobre los retos ecológicos y sociales.
d. Reconocer la importancia de la educación moral y espiritual para una vida
sostenible.
15. Tratar a todos los seres vivientes con respeto y consideración
a. Prevenir la crueldad contra los animales que se mantengan en las sociedades
humanas y protegerlos del sufrimiento.
b. Proteger a los animales salvajes de métodos de caza, trampa y pesca, que les
causen un sufrimiento extremo, prolongado o evitable.
c. Evitar o eliminar, hasta donde sea posible, la toma o destrucción de especies por
simple diversión, negligencia o desconocimiento.
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16. Promover una cultura de tolerancia, no violencia y paz.
a. Alentar y apoyar la comprensión mutua, la solidaridad y la cooperación entre todos
los pueblos tanto dentro como entre las naciones.
b. Implementar estrategias amplias y comprensivas para prevenir los conflictos
violentos y utilizar la colaboración en la resolución de problemas para gestionar y
resolver conflictos ambientales y otras disputas.
c. Desmilitarizar los sistemas nacionales de seguridad al nivel de una postura de
defensa no provocativa y emplear los recursos militares para fines pacíficos,
incluyendo la restauración ecológica.
d. Eliminar las armas nucleares, biológicas y tóxicas y otras armas de destrucción
masiva.
e. Asegurar que el uso del espacio orbital y exterior apoye y se comprometa con la
protección ambiental y la paz.
f. Reconocer que la paz es la integridad creada por relaciones correctas con uno
mismo, otras personas, otras culturas, otras formas de vida, la Tierra y con el todo
más grande, del cual somos parte.
EL CAMINO HACIA ADELANTE
Como nunca antes en la historia, el destino común nos hace un llamado a buscar un
nuevo comienzo. Tal renovación es la promesa de estos principios de la Carta de la
Tierra. Para cumplir esta promesa, debemos comprometernos a adoptar y promover
los valores y objetivos en ella expuestos.
El proceso requerirá un cambio de mentalidad y de corazón; requiere también de un
nuevo sentido de interdependencia global y responsabilidad universal. Debemos
desarrollar y aplicar imaginativamente la visión de un modo de vida sostenible a nivel
local, nacional, regional y global. Nuestra diversidad cultural es una herencia
preciosa y las diferentes culturas encontrarán sus propias formas para concretar lo
establecido. Debemos profundizar y ampliar el diálogo global que generó la Carta de
la Tierra, puesto que tenemos mucho que aprender en la búsqueda colaboradora de
la verdad y la sabiduría.
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La vida a menudo conduce a tensiones entre valores importantes. Ello puede implicar
decisiones difíciles; sin embargo, se debe buscar la manera de armonizar la diversidad
con la unidad; el ejercicio de la libertad con el bien común; los objetivos de corto plazo
con las metas a largo plazo. Todo individuo, familia, organización y comunidad, tiene
un papel vital que cumplir. Las artes, las ciencias, las religiones, las instituciones
educativas, los medios de comunicación, las empresas, las organizaciones no
gubernamentales y los gobiernos, están llamados a ofrecer un liderazgo creativo. La
alianza entre gobiernos, sociedad civil y empresas, es esencial para la gobernabilidad
efectiva.
Con el objeto de construir una comunidad global sostenible, las naciones del mundo
deben renovar su compromiso con las Naciones Unidas, cumplir con sus obligaciones
bajo los acuerdos internacionales existentes y apoyar la implementación de los
principios de la Carta de la Tierra, por medio de un instrumento internacional
legalmente vinculante sobre medio ambiente y desarrollo.
Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva
reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el
aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida.