Post on 29-Jul-2015
description
fermonvit@hotmail.com
LA CASA AMADEO
PERVIVENCIA DE UNA HACIENDA DEL SIGLO XVII EN EL
CAMPO ASPENSE
FELIPE MEJÍAS LÓPEZ*
al vez debido a su ubicación privilegiada, junto al antiguo camino de los
molinos, entre tierras de regadío y muy cerca de la confluencia de los ríos
Vinalopó y Tarafa; tal vez por su pertenencia documentada durante siglos a la
familia Miralles de Imperial -de origen ilicitano pero muy vinculada desde siempre con
Aspe-, lo cierto es que la Casa Amadeo (también conocida como finca Mari Luz) resulta
ser uno de los caseríos rurales aspenses de mayor antigüedad conservados cuya
cronología puede ser contrastada mediante la documentación escrita de diversa índole
que ha generado durante al menos tres siglos.
Esta documentación lo cita como una hacienda con casona y tierras cultivadas en
plena producción ya en los primeros años del siglo XVIII. Si a esto añadimos el
inesperado hallazgo de la que casi con total seguridad fue la campana original de su
capilla, con la fecha de fundición de 1684 perfectamente visible en su copa, podemos
entender la singularidad de este lugar y la necesidad de constatar al menos su existencia.
Vista general del paraje de Quincoces. En el centro de la imagen, junto a un bosquete de pinos y
palmeras, la Casa Amadeo.
T
FELIPE MEJÍAS LÓPEZ
LOS MIRALLES DE IMPERIAL, LA CASA Y SU ENTORNO
El conjunto se encuentra situado en el paraje de Quincoces, junto a la actual carretera
de Alicante y al pie de una pequeña elevación a partir de la cual comienza una ligera
pendiente descendente hasta el río Vinalopó, del que le separan unos 400 metros.
La casa desde los altos del barranco Rabosero. Junto al edificio añadido en los años cuarenta se
aprecia la techumbre de la capilla, y tras ella, la de la casa.
La construcción muestra una gran complejidad estructural, fruto de lo dilatado de su
existencia y de las numerosas reformas y ampliaciones sufridas. Básicamente parece
responder a la tipología de casa de dos plantas, con una sola crujía paralela a fachada
orientada a levante, y con un tejado a un agua vertiente a fachada1. Las dependencias de
uso agropecuario, como bodega, almazara y corral se situaban a la espalda de la casa,
presentando su acceso actual por la zona norte, donde encontramos un antiguo aljibe
exento. Adosada al edificio por la parte orientada al sur se levantó la capilla (de la que
más tarde hablaremos, y a la que aventuramos una cronología paralela a la de la
fundición de su campana), y en los años centrales del siglo XX la estructura tipo chalet
que actualmente puede observarse desde la carretera. Usos y segregaciones posteriores
han añadido al conjunto incluso una pequeña fábrica.
Aunque hoy día ya no aparezca dispuesto en la fachada, sabemos que hasta hace
poco todavía figuraba en ella el escudo labrado en piedra de la familia Miralles de
Imperial. Dicho escudo, que también podía observarse en la casa solariega de la familia,
en Elche2, presentaba como figuras principales un espejo octogonal y un águila imperial
1 Para una visión más completa acerca de la tipología estructural de las casas de campo en el ámbito
valenciano, puede consultarse la obra de J. Miguel del Rey Aynat (1998): Arquitectura Rural Valenciana.
Tipos de casas dispersas y análisis de su arquitectura. Valencia, Consellería de Cultura, Educació i
Ciencia. 2 Actualmente desaparecida, se encontraba muy cerca de la Basílica de Santa María, en el solar hoy
ocupado por las dependencias de la Mutua Ilicitana. Pueden verse reproducciones de este escudo en el
LA CASA AMADEO
3
de alas abiertas, lo que viene a confirmar la hidalguía del apellido y el carácter de
burgueses ennoblecidos que parece corresponder a los Miralles de Imperial.
Las primeras noticias relacionándolos con la casa aluden a don Máximo Miralles de
Imperial, al que encontramos vendiendo una parcela de olivar y tierra blanca de esta
finca en 17263. Igualmente confirmamos la existencia en estos años de una bodega en la
casa, por la venta que efectúa de una partida de 370 cantaros de vino por valor de 375
reales al doctor Tomás Aracil en marzo de 17294. Los rendimientos proporcionados por
estas tierras debieron ser extraordinarios, sobre todo gracias a la facilidad de riego que
ofrecían los tres manantiales de agua dulce existentes en la heredad y que ya en 1726 el
concejo de Elche andaba proyectando canalizar para satisfacer las necesidades de la
ciudad5. Estas fuentes, todavía identificables sobre el terreno a pesar del tiempo
transcurrido6, volvieron a interesar al consistorio ilicitano cuando, ya avanzado el siglo,
se comenzó por fin el estudio definitivo de canalización de las aguas de la fuente de
Barrenas por parte del arquitecto aspense José Gonzálvez de Coniedo. En el informe
levantado al respecto en agosto de 1782 se contemplaba la posibilidad de sustituir la
fuente de Barrenas por los afloramientos de agua existentes en la finca del entonces
propietario Pedro Miralles de Imperial (nieto de Máximo). Veamos su ubicación:
"(...) se enquentran tres fuentes que la una de ellas fluye al arrimo de la acienda (sic) de D. Pedro
Miralles, y se llama la fuente de la Texa. Otra que se halla a unos veinticinco pasos de la que antecede,
otra a la distancia de trescientos pasos y se llama la Fuente del Baladre cuyas tres fuentes producen unas
con otras, tres texas de agua que es al respecto de una texa cada una cuya agua es dulce y de muy buena
calidad y creemos ser bastante para surtir este pueblo (...)"7.
Aunque al final la canalización comenzó a construirse en el manantial de Barrenas
(bajo la actual carretera de Monforte, en el margen izquierdo del Río Tarafa), el trazado
del acueducto delineado por Gonzálvez de Coniedo cruzaba de norte a sur la finca. El
detallado proyecto de ejecución de la obra nos permite conocer con precisión los lindes
antiguos de la propiedad y el recorrido -soterrado- de la canalización, que viene a pasar
unos cincuenta metros por delante de la fachada principal de la casa, cruzando la
artículo de Jaime Pomares Perlasia "Rancias estirpes ilicitanas", publicado en 1943 en la revista Festa
d'Elx. También en el Tomo III de los Índices de Cabildos y Sitiadas elaborados a principios del pasado
siglo por el que fue cronista de Elche Pedro Ibarra Ruiz, actualmente depositados en el Archivo Histórico
Municipal de Elche. 3 (A)rchivo (H)istórico (M)unicipal de (N)ovelda. Protocolo del notario Del Pilar. Año 1726, folio 11-v.
4 AHMN. Protocolo del notario Del Pilar. Año 1734, folio 16.
5 El proyecto se encargó a los maestros de obras alicantinos Juan Bautista Guedea y Joseph Terol el
Menor, redactándose los capítulos con las condiciones de ejecución del canal el 16 de octubre de ese año.
En ellos "(...) el Maestro que arrendasse dicha obra tenga obligación de conducir el agua de la fuente
que llaman del Baladre que esta bajo de la Hazienda de Dn. Máximo Miralles sita en el termino de Axpe
(...)" Archivo Histórico Municipal de Elche. Signatura 3-5. Capítulos con los quales se ha de Arrendar la
conducción de las aguas dulces para las fuentes de la Villa de Elche. 16 de octubre de 1726. Finalmente
se desestimó la obra, que había sido presupuestada en 4.000 doblones de 40 reales valencianos. 6 En la visita realizada a la finca, el actual propietario pudo ubicarnos con bastante precisión los
afloramientos de agua; la situación de cada uno de ellos coincide con las descripciones que de los mismos
se hicieron en el siglo XVIII. A día de hoy se mantiene en explotación un antiguo pozo situado a unos
200 metros de la casa hacia el norte. Este pozo, que hace años sustituyó la tracción animal de su noria por
un motor de bombeo, vierte el agua extraída a una vieja balsa circular de mampostería. 7 Informe de peritos referente a la bondad de las aguas que manan de las fuentes de Barrenas, Miralles,
Baladre y otras, y de su cantidad, para el surtido de esta villa de Elche, de orden del M.I. Ayuntamiento.
Cabildo extraordinario de 23 de agosto de 1782, recogido en la obra de Pedro Ibarra Ruiz (1926): Aguas
dulces de Elche. De Barrenas a Romero. Elche, pp. 46 y 47.
FELIPE MEJÍAS LÓPEZ
carretera "(...) en donde se deve (sic) cubrir con una bóveda de Rosca con buenas losas para que el
golpeo del camino no la destruya (...)"8 hacia el barranco Rabosero.
Zona norte del edificio, con el aljibe y el acceso a la bodega.
Vista de la balsa donde se recoge el
agua del pozo de la finca, situado a la
izquierda de la imagen, junto
a la palmera.
El Ayuntamiento de Elche
compró a Pedro Miralles de
Imperial y Tárrega el 9 de
diciembre de 1785 las tres
tahúllas y tres ochavas de tierra
necesarias para el soterramiento
del canal (quinientas ochenta y
dos brazas de longitud por una y
media de anchura), valorándose éstas en 3.000 reales de vellón. Se le ofreció la
posibilidad de variar en cualquier momento el curso del canal, mudándolo a la parte de
poniente de la casa, pero parece ser que no hizo uso de este derecho. Sabemos por este
escrito que la propiedad comprendía entonces una extensión de 479 tahúllas con "(...)
diferentes plantados de viña, olivos y otros frutales (...) con su casa de habitación, cubo, bodega y
descubierto de ganado (...)", y que cruzando la carretera, abarcaba tierras de secano y
plantaciones de higueras junto al barranco Rabosero9.
8 "Año de 1783. Presupuesto del costo de las obras necesarias para la conducción del agua dulce pedido
por el Ilmo. Sr. Obispo D. José Tormo de Juliá a los arquitectos D. Miguel Francia y D. José Gonzálvez
Coniedo". Archivo Histórico Municipal de Elche, Libro de Aguas, signatura 2-5. 9 Ibarra Ruiz, Op. cit. pp. 70 a 75.
LA CASA AMADEO
5
Durante todo el siglo XIX, la casona siguió formando parte de la familia. Al
heredero del anterior, Pedro Miralles de Imperial y Vaillo de Llanos, le sucedió a su vez
en la propiedad su hijo Amadeo Miralles de Imperial, ya residente en Aspe por su
matrimonio con la aspense doña Plácida Gumiel. Desde entonces, la memoria colectiva
aspense le ha adjudicado su nombre a la casa. La figura de Amadeo aparece relacionada
junto a la de los cosecheros y productores de vinos más importantes de la localidad,
muchos de los cuales -incluido él mismo- acabarían ocupando cargos de responsabilidad
política en el consistorio aspense, como así ocurrió en 1870 o 187510
.
Finalmente la casa fue vendida en 1942 por su sobrino nieto, Julián Miralles de
Imperial y Barrie11
, al conocido industrial aspense Julio Cervera Alonso, quién efectuó
importantes reformas, ampliándola notablemente y restaurando por completo la antigua
capilla.
LA CAPILLA Y SU CAMPANA
Se trata de una pequeña
construcción de mampostería con
cubierta plana y cámara superior
con tejado a un agua lateral.
Aparece adosada al muro sur de la
casa, con una orientación este-
oeste. Lo modesto de su estructura
y dimensiones -no olvidemos que
se trata de una capilla de uso
privado en un ámbito rural- no le
resta un ápice de valor, por cuanto
supone ser la única edificación de
carácter religioso originaria del
siglo XVII conservada en el
campo de Aspe.
Presenta una fachada de 3,75
metros de anchura desprovista de
toda decoración, con ingreso de
medio punto de 1,12 metros de luz
y 2,51 metros de altura. El hastial
aparece enmarcado por dos pilares
que, dejando un vano central para
alojar la actual campana, se
prolongan hasta lo que fue una
espadaña, hoy desaparecida. Tanto
Fachada de la capilla. Obsérvese el añadido de obra
moderna de ladrillo desde media altura.
10
Algunas noticias y anécdotas referentes a la casa y a su actividad política aparecen en la obra de
Manuel Cremades Cremades (1966): Aspe, Novelda y Monforte. Alicante. Véanse las páginas 108, 129,
146, 149, 153 y 156. 11
Puede seguirse la genealogía completa de la familia Miralles de Imperial gracias al manuscrito
conservado en el Archivo Municipal de Elche "Genealogías Ilicitanas", elaborado hacia 1890 por Luis
Gonzaga Llorente.
FELIPE MEJÍAS LÓPEZ
esta elevación desde media altura como la campana (que no presenta epigrafía ni
grabados) parecen obra reciente; posiblemente se correspondan con la reforma realizada
en los años cuarenta del siglo pasado.
Campana actual de la capilla.
Interior de la capilla, con retablo y escudo de la orden del Carmen.
LA CASA AMADEO
7
El interior, de una gran sencillez compositiva, dispone una única sala de algo más de 5
metros de profundidad, 2,9 metros de altura y 2,8 metros de ancho. Al fondo, sobre
testero plano y enmarcado por un arco triunfal de escayola sobre columnas exentas, se
dispone un pequeño retablo igualmente de escayola con un nicho central de arco
apuntado albergando a la Virgen del Carmen. En el interior del altar, que muestra en la
predela el escudo de la orden carmelitana entre pilastras, se dispuso en algún momento
una reliquia, de la que no se ha podido averiguar nada más aparte de su existencia. Tras
el molduraje de la cornisa incurvada del ático aparece la inscripción "J. Llopis. Novelda
1943".
Parece claro que la decoración actual de la capilla se realizó íntegramente en ese año
sobre la estructura anterior. El espesor de más medio metro de los muros, y su fábrica de
mampostería trabada con mortero de cal, claramente diferentes del ladrillo hueco de
factura moderna de la parte superior de la fachada, hacen pensar que durante la última
reforma pudo respetarse parte de la construcción original. La restauración de este
pequeño oratorio contó con el colofón de la visita de nuestro paisano, el obispo de
Badajoz don José María Alcaraz Alenda, quien bendijo la obra.
Sin embargo, lo verdaderamente destacable del conjunto, y tal vez el motivo
principal de este artículo, es la identificación de la campana primitiva de la capilla. Esta
campana todavía se conserva y ha sido localizada de forma accidental, casi por
casualidad12
.
Aspecto actual de la primitiva campana con sus rótulos y la fisura.
12
Sus actuales propietarios, la familia Almodóvar González, recuerdan haberla visto desde siempre
colgada en el patio de la antigua fábrica de muebles que poseen en la calle Castelar, donde se hacía sonar
como indicadora de los períodos de trabajo y descanso de los operarios. Sin embargo, la tradición oral que
la familia ha ido trasmitiendo durante años señala que procedía de una capilla ubicada junto a una casa de
campo en la partida de Quincoces, muy cerca del río y de la carretera, y esta casa no puede ser otra sino la
Casa Amadeo. Es más, conociendo la estrecha amistad que unía a la familia Cervera con los Almodóvar,
especialmente a Julio Cervera con Roberto Almodóvar, es fácil deducir que esta campana pudo ser un
obsequio de su anterior propietario.
FELIPE MEJÍAS LÓPEZ
Es una pieza de bronce de 28 centímetros de diámetro en el pie y 15,2 cm en la parte
superior, con una altura de 22,6 cm (29,6 con la corona) y un grosor máximo de 18,5
milímetros medido en la boca, descendiendo a 6,2 mm en el tercio, donde presenta la
falta de un pedazo. Su peso oscila entre los 13 y los 14 kg13
, según se incluyan o no los
herrajes -que todavía conserva- para abrazar el yugo. Carece de melena y de badajo, y
muestra una grieta de uso que cruza el tercio, medio, medio pie y pie, aumentada por lo
que parecen ser marcas antiguas de taladros (tal vez intentos de cuarteo para su
refundición). Pese a estas mermas, puede considerarse una pieza de gran belleza con un
aceptable estado de conservación.
La corona con los anclajes para la melena.
En cuanto a la epigrafía y decoración, muestra dos bandas con caracteres en letra
capital romana:
-La leyenda superior la circunda totalmente y aparece enmarcada por un
doble bocel. Ubicada entre el hombro y el tercio, muestra la frase "AVE MARIA
GRASIA PLENA †" con una doble cruz entre griega y flordelisada14
. El pedazo
faltante ha hecho desaparecer la letra G y parte de la R, pero sin afectar a la legibilidad
ni al sentido final de la frase.
13
Cumple casi a la perfección la regla para las proporciones de las campanas fundidas en Occidente,
vigente desde principios del siglo XIV: la altura de la campana sin corona debe equivaler al 80% de su
diámetro, y su altura con corona debe ser igual a su diámetro. Igualmente se ajusta a la fórmula para el
cálculo de su peso: (Diámetro en metros)3*579.
14 Resulta cuando menos curiosa la forma de escribir la palabra "GRASIA" con s en lugar de con t, como
correspondería por tratarse de un texto en latín. En cualquier caso, es descartable la posibilidad de error
por parte del campanero.
LA CASA AMADEO
9
-La inferior, situada sobre el medio pié y atravesada por la fisura sin
llegar a dañar la inscripción, indica la fecha de fundición: "ANNO 1684".
Detalle del motivo decorativo a
modo de cruz.
Estampillado de la fecha.
Comienzo de la leyenda. Nótese la
técnica de impresión sobre el
molde de barro con pequeñas
cartelas cuadrangulares.
FELIPE MEJÍAS LÓPEZ
No se ha podido localizar marca de fábrica ni el sello del campanero, algo bastante
extraño, aunque tal vez puedan existir en la parte superior junto a la corona, donde
aparecen costras de cal con restos de pintura y pigmentos que podrían ocultarla.
Tampoco se descarta la posibilidad de que figurase impresa en el pedazo desaparecido.
Son perfectamente visibles sobre el bronce el perímetro y las marcas dejadas sobre el
molde original de barro por las tablillas de madera utilizadas para grabar los motivos en
negativo. Fundida mediante la técnica de la cera perdida, pudo ser obra de algún
maestro campanero ambulante, algo muy habitual en aquellos años. El análisis
comparado de sus tipos y marcas con los de otras campanas de la comarca podría arrojar
alguna luz sobre su autoría, aunque puede aventurarse la hipótesis, dada la cercanía en
el tiempo y ciertas similitudes epigráficas con la antigua campana Nieves de nuestra
iglesia, de que pudiera pertenecer a la misma mano que fundió las campanas para la
iglesia del Socorro en 1664, o quizá a algún fundidor ilicitano al que requiriesen sus
servicios los Miralles de Imperial.
Primer plano con la fecha de fundición.
LA CASA AMADEO
11
AGRADECIMIENTOS
A Jaime Campello Antón y Dolores Abellán Suárez, actuales propietarios de la Casa
Amadeo, por su hospitalidad y gentileza al ofrecerme todo tipo de facilidades durante la
visita a la finca.
A Aurelio Almodóvar González, por hacer honor una vez más a la calidad humana de su
familia y dejarme disponer del tiempo y el espacio necesarios para trabajar con la
campana como lo hubiera hecho en mi propia casa.
A Mari Luz Cervera Alcaraz mi gratitud más sincera por su comunicación telefónica
aportando algunos jugosos datos acerca de la capilla.
A Gonzalo Martínez Español por sus desvelos en proporcionarme hasta última hora la
mejor información posible acerca de la familia Miralles de Imperial. Sin su
colaboración desinteresada este artículo habría resultado notablemente disminuido.
A Ginés Martínez Martínez por su buen hacer de fotógrafo paciente, siempre dispuesto
y profesional.