Iglesia Luterana en Valparaíso Pastoral de Diaconía - 2010.

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Iglesia Luterana en Valparaíso

Pastoral de Diaconía - 2010

Chile, 27 de febrero, 03.34 hrs.Mientras la mayoría de los chilenos dormían,

vino lo inesperado… sin aviso, el suelo comenzó a moverse con gran fuerza. Todo comienza a caer…

esperanzas y proyectos.Nuestro amado Chile era sacudido por uno de los

terremotos más grandes de la historia, 8,8º (Richter). Al pasar la

oscuridad pudimos ver lo terrible y dramático que había sido, pero

eso fue sólo el comienzo, después del terremoto, vino el mar, que terminó por destruir

nuestras costas.

Muchos pensamos… “nuestra iglesia debe estar en el suelo…”, pero Dios, aunque herida, la

mantuvo en pie, y de la misma manera, nos hizo levantarnos con valentía para ayudar a otros a ponerse de pie y luchar por sus vidas. A pesar del dolor, y del inmenso miedo que fluía entre nosotros, decidimos ponernos a trabajar sin

descanso, para ayudar a los que más sufrieron. Hicimos campañas de donaciones y ya a los

pocos días del terremoto, pudimos ayudar a 3 Familias de DICHATO (Región del Bío-Bío) que lo habían perdido todo por el Tsunami. En nuestra

iglesia de Viña reunimos, sobre todo: Alimentos no perecibles Vestuario de Invierno Ropa de cama Pañales Medicamentos y Artículos de Aseo

Gracias al apoyo y compromiso de muchas

personas, nuestra iglesia en Viña del Mar, se llenó de alimentos,

vestuario y medicamentos, los

cuales fuimos seleccionando con

cariño y paciencia por la PASTORAL DE DIACONÍA

(= servicio) según las necesidades de cada

lugar.

Como la gente continuó donando grandes

cantidades de alimentos, a los pocos días, ya habíamos entregado nuestras primeras 40 cajas de alimentos al

HOGAR DE CRISTO, para su distribución urgente.

Luego, el sábado 13 de marzo, viajamos a SAN ANTONIO, y trabajando

en conjunto con la Municipalidad,

compartimos todo el día con 25 familias de

pescadores que habían perdido bienes y fuentes

laborales por el TSUNAMI.

Allí entregamos enormes CAJAS familiares con

alimentos, pañales, medicamentos,

artículos de aseo y juguetes para los

niños.

Pero el Terremoto nos conduciría

hacia un desafío mucho mayor, a lugares que ni

siquiera habíamos escuchado, pero

donde se escuchaba el

clamor y el dolor de un pueblo que

estaba en el suelo. Cerca de

400 kms. de Valparaíso, se

encontraba una pequeña, pero

devastada localidad: ISLA DE YAQUIL, a 7 kms.

de Santa Cruz.

Sin pensarlo mucho, y con un grupo de jóvenes más que

motivados, partimos el lunes 8 de marzo, hacia

ISLA DE YAQUIL, sin siquiera saber a dónde debíamos ir, pero con

la guía de Dios llegamos sin problemas.

Mientras más cerca estábamos, el paisaje

se volvía más desolador...

Casi todas las casas patrimoniales

construidas con adobe estaban destruidas.

Al llegar, conversamos con la gente y

recorrimos el lugar para ver en qué podíamos

ayudar. Además llevamos 15 cajas de ALIMENTOS, ROPA y

MEDICAMENTOS. También llevamos 9

bidones de AGUA potable, porque aquí no

había agua, ni luz, ni gas.

El estado de las construcciones en ISLA DE YAQUIL es más que

preocupante, y sus habitantes corren

peligro inminente. Las paredes que no

cayeron, cedieron junto con toda la estructura,

bajando entre 1 y 2 mts.

Se trabajó durante una semana, hasta que el grupo tuvo que regresar a Viña,

pero ya se había establecido un lazo tan

profundo, que pronto nos haría regresar.

El trabajo principal consistió en la remoción de

escombros

El trabajo de nuestros jóvenes habría

transformado la vista del lugar. Ahora se

podía caminar por el patio y el jardín, y se removieron grandes

cantidades de escombros.

Cuando regresamos, lo hicimos con un gran

cargamento de ALIMENTOS, ROPA y

MEDICAMENTOS, según lo que la gente

necesitaba y que nuestros jóvenes nos

informaban. Las familias aún vivían en carpas y

sin ningún servicio básico.

Con un enorme trabajo en conjunto con los locatarios, se logró levantar algunas mediaguas (viviendas de

emergencia) para comenzar a prepararse

para el frío invierno. Nosotros colaboramos con frazadas, y ropa abrigada.

La familia Lira, compuesta por 8 de 11 hermanos y sus familias que vivían juntos en una gran casona colonial, la que ya no existirá más, nos permiten una foto luego

de otra ardua semana de trabajo y servicio.

DONACIÓN DESTINO

65 CAJAS FAMILIARES GRANDES de Alimentos y Aseo personal (para 1 mes)

SAN ANTONIOISLA de YAQUILBLANCA ESTELA (Armada)Región del BÍO-BÍO

40 CAJAS FAMILIARES de Alimentos y Aseo Personal (para 2 semanas)

HOGAR DE CRISTO (destino Región BÍO-BÍO)

16 CAJAS GRANDES DE ROPA Lavada y SeleccionadaISLA de YAQUILRegión del BÍO-BÍO

5 Juegos de ROPA DE CAMAISLA de YAQUIL

VALPARAÍSO (damnificados)

25 Bidones 5 lts. de AGUA POTABLE 5 Cajas con MEDICAMENTOS

ISLA de YAQUIL

3 CAMAS y 4 COLCHONES VALPARAÍSO (damnificados)

180 paquetes de PAÑALES para Niños 80 paquetes de PAÑALES para Adultos

VIÑA DEL MAR (damnificados)SAN ANTONIOISLA de YAQUIL

7 CARPAS y 5 LONAS para techosISLA de YAQUIL

RAUCO

60 Bolsas con HUEVITOS DE PASCUA para los Niños de Isla de Yaquil y compartir la Pascua con ellos.

ISLA de YAQUIL

PASTORAL DE DIACONÍA - IGLESIA LUTERANA EN VALPARAÍSO

LISTA DE DONACIONES ENTREGADAS AL 04/11

Preparando el invierno…En junio volvimos por 4ª vez a la zona de Santa Cruz, pero esta vez a la Escuela “La Finca de Yáquil”. Allí pudimos entregar una buena cantidad de artículos de estudio para los niños y niñas, incluyendo mapas, diccionarios, lápices, cuadernos, etc. y también elementos didácticos para los profesores. Llevamos calefactores para el frío y donaciones en comida y vestuario.

Algunos de nosotros partieron antes para estar con los niños e incluso durmieron en el colegio. Allí se percataron de las

necesidades más importantes , mientras nosotros nos conseguíamos todo lo necesario junto a la Comunidad en Viña del

Mar.

Luego partimos a visitar a cada familia que se logró

ayudar luego del terremoto , a quienes repartimos

remedios y otras donaciones que requerían. Por supuesto que también pasamos a revisar y ayudar

a la familia Lira.

Muchas gracias a todos los que están colaborando con la obra de servicio de la Iglesia y que son partícipes activos del amor cristiano. Sin

la ayuda de ustedes todo nuestro trabajo no podría continuar como lo sigue haciendo hoy. Todos queremos abrazar a nuestro país y para

eso necesitamos seguir entregando el consuelo y la esperanza que el terremoto dejó por el suelo.

No nos detengamos, que aún falta mucho por hacer. El trabajo de reconstrucción de hogares y de las vidas de muchas familias recién comienza.

¡CONTINUEMOS TRABAJANDO JUNTOS!