Post on 22-Apr-2015
“Gracia o don concedido por Dios a algunas personas para que realicen determinadas funciones, para cumplir su misión para el bien general de la comunidad”.
CARISMA
Es un término propiamente paulino y Aparece 18 veces en el Nuevo Testamento.
Pero la realidad del carisma ya está presente en el Antiguo Testamento, lo vemos ya en los reyes, jueces y profetas que reciben la misión y la fusión del Espíritu para ejercerla.
Es un don divino, es una aptitud , gracia sacramental de estado. Gracia del Espíritu Santo, para bien de todos y edificación
de la comunidad.
Hay muchos carismas que capacitan para ejercer ciertos oficios y servicios y todos han de estar al servicio de la comunidad.
CARISMA
PARA SAN PABLO
La palabra CARISMA tiene un doble significado:
En sentido amplio, se refieren al “don” de la vida cristiana; en general, recibido en el Bautismo.
En sentido estricto significa un “don” particular y específico, recibido para el servicio y la edificación de la comunidad cristiana.
San Pablo se preocupa de que no se apaguen los carismas y enseña constantemente que Dios actúa íntimamente en sus hijos, dándoles los dones necesarios para la misión.
El Concilio Vaticano II en la Lumem Gentium define los carismas como:
“Gracias especiales” que el Espíritu Santo “distribuye entre los fieles de cualquier condición”. “Con los que les hace aptos y prontos para ejercer las diversas obras y deberes. Que sean útiles para la renovación de la Iglesia”.
Cada familia religiosa, a través de su fundador o fundadora, ha recibido del Espíritu Santo un carisma particular, para realizar una misión específica en el seno de la Iglesia y del mundo.
Cuando hablamos del carisma nos referimos a una forma de seguir a Jesús.
Este carisma del fundador se ha transmitido a religiosos-as, laicos-as. Todos tenemos una vocación en un mismo carisma.
El carisma del fundador o fundadora no se puede identificar con la "obra" que llevó a cabo.
El carisma es un don vivo, es el aliento del Espíritu creador al servicio de una historia dinámica, que no será nunca una simple repetición del pasado.
Esta fuerza vital, esta energía espiritual deben encarnarse, adaptarse a los tiempos y a los lugares, a los contextos socioculturales y a las necesidades de las gentes y de los pueblos.
Sumergirnos en el CARISMA DOMINICANO es encontrar la “novedad” que Santo Domingo quiso aportar al momento histórico que le tocó vivir.
El carisma de su vocación El carisma de su vocación apostólica y que será también apostólica y que será también
el carisma de la Orden de el carisma de la Orden de predicadores es:predicadores es:
Es el núcleo del CARISMA DOMINICANO, de ahí su nombre: “ORDEN DE PREDICADORES”.
Es el servicio que Domingo quiso prestar a la Iglesia. Por esta razón nuestra predicación es una URGENCIA, una NECESIDAD y una OBLIGACIÓN.
No es una actividad; es un carisma, es una espiritualidad, es una experiencia de vida vivida en la realidad de nuestra vida.
Es una forma de seguir a Jesús, es un estilo de vida evangélica.
Los nuevos “frailes predicadores” nacen para la predicación de la Palabra y la salvación de las almas.
Son enviados a todos los hombres, grupos y pueblos; a los creyentes y no creyentes y, sobre todo a los pobres.
Santo Domingo fundó su Orden según el modelo de las primeras comunidades cristianas que nos dan a conocer los Hechos de los Apóstoles.
COMUNIDAD
VIDA
ORACIÓN
PREDICACIÓN
Santo Domingo amaba la itinerancia, por eso, desde el principio de la Orden envió a sus hermanos por todo el mundo a predicar la Palabra de Dios; iban de dos en dos.
LA ORDEN nació como familia y la manera mejor de manifestar nuestro carisma, es en la MISIÓN CONJUNTA.
Esta misión comporta:Rezar juntos
PlanificarTomar decisiones
Llevar a cabo proyectos
Los proyectos se realizan en diversos
CAMPOS
Enseñanza
Ministerios de oración
Predicación
Justicia y paz
Animación Pastoral
Misiones…
Somos dominicos/as predicadores/as y una de las formas de predicar es a través de la educación.
“La audacia de Santo Domingo
es la de quien se apoya en los valores esenciales
y permanentes del pasado para mirar de frente e ir
adelante”. ( Fr. Vicente de Couesnongle)
Algunos escudos también llevan el lema que define nuestro carisma: ALABAR,
BENDECIR Y PREDICAR. Orar, contemplar y dar lo
contemplado. Toda predicación ha de brotar
de la oración.
En el ESCUDO de la Orden de Predicadores, aparece un lema sublime y ambicioso: VERITAS.El ideal de esa misma Orden ha sido definido repetidas veces como “el ideal de la verdad”.
Su madre, la Beata Juana de Aza soñó que un PERRITO salía de su vientre con una ANTORCHA
encendida en su boca. Esto significaba que su hijo iba a encender el fuego de Jesucristo en el mundo por medio de
la PREDICACIÓN.
Se nos dice en la misma Leyenda que durante el bautismo de Domingo apareció una ESTRELLA sobre su frente. La estrella significa la luz que Domingo transmite por medio de su vida y predicación.
Santo Domingo siempre fue una
ESTRELLA brillante y
una luz para muchas personas.
El mismo Domingo tuvo otra visión: "En la basílica de San Pedro contempló que se le acercaban los gloriosos apóstoles Pedro y
Pablo. Parecíale que Pedro le entregaba un BÁCULO y Pablo un LIBRO mientras le
decían: "VETE Y PREDICA, PORQUE DIOS TE HA ESCOGIDO PARA ESTE MINISTERIO".
El BASTÓN o LAS SANDALIAS simbolizan la vida itinerante que llevó Domingo para dedicarse a la Predicación.
Santo Domingo dedicó su vida a la predicación, caminó por los caminos, pueblos y ciudades predicando la Palabra de Dios,
EL LIBRO representa la Biblia, que era la fuente de la predicación y espiritualidad de Domingo.
Define su personalidad intelectual: vida interior contemplativa y su proyección hacía los hombres.
Manifiesta su pasión por predicar la Palabra de Dios.
Suelen presentar a Santo Domingo con el ROSARIO en la mano, colgado del cinturón, recibiéndolo de la Virgen o incluso colgado de su cuello.
¿Qué es un
Dominico/a?
Los dominicos son hombres y mujeres como tú o como yo, como cualquiera de nosotros, cuyo único
afán es seguir las enseñanzas de Jesús y vivir con el Amor de
Dios Padre siguiendo el carisma de nuestro
padre y fundador Santo Domingo de Guzmán.
Domingo de Guzmán buscó la VERDAD por
eso ...
el dominico se pregunta permanentemente por Dios, la
humanidad, el mundo ... Siembra constantemente inquietudes e
interrogantes.
Domingo de Guzmán compartió y vivió las
necesidades y las precariedades de los más humildes, de los más pobres, vivió la
COMPASIÓN.
Padecer “con” y “por” es la clave de interpretación de nuestra vida y misión.
Domingo quiso para sus hijos las armas del ESTUDIO y así combatir las herejías de la época.
Por medio del estudio, los dominicos buscamos el modo de dar respuesta.
Domingo de Guzmán fundó la orden con un objetivo primordial:
la PREDICACIÓN
Nuestra razón de ser es el anuncio de la Verdad de Jesús de Nazaret, un Dios que libera y humaniza a los hombres.
La orden dominicana se forma y enriquece
a través de todos aquellos que,
siguiendo los pasos de Domingo, comparten su
particular visión con los demás viviendo
en COMUNIDAD.No existimos sin comunidad, no es posible anunciar la buena noticia sin hacerla vida con los hermanos.
Nuestra fuerza y nuestra
fuente es la ORACIÓN donde ...
Dios es el centro de nuestra vida; él da sentido a la comunidad que se reúne en torno a él y a su palabra. El encuentro con la Palabra de Dios ilumina las opciones y
carga de sentido nuestros trabajos.
Nuestro peregrinar hacia Dios según las
enseñanzas de Jesús y bajo el carisma de
nuestro Padre Santo Domingo nos invita a
tener siempre una MENTE ABIERTA.
Vivimos siempre abiertos a la novedad de nuestro mundo, en la tensión de ser vanguardia, de estar en las fronteras.
somos
PRESENTES EN EL MUNDO, PREDICANDO LA PALABRA,
DESDE LA COMPASIÓN Y LA BÚSQUEDA DE LA VERDAD.
Bajo el lema Dominicano:
ALABAR...
BENDECIR...
EVANGELIZAR..
Ser educador/a dominico/a es tener un CORAZÓN
COMPASIVO y vivir en el
mar del AMOR de
DIOS.