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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DE LA PROVINCIA DE
BUENOS AIRES
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
LICENCIATURA EN DIAGNÓSTICO Y GESTIÓN AMBIENTAL
“Evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental
del periurbano de Mar del Plata y lineamientos para
el Ordenamiento Ambiental del Territorio”
Tesista: Daiana Daga.
Directora: Dra. Laura Zulaica.
Co-Directora: Dra. Patricia Vazquez.
Tandil, Diciembre de 2014
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS .................................................................................................. 2
RESUMEN .................................................................................................................... 3
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 5
OBJETIVOS GENERALES ..................................................................................... 10
OBJETIVOS ESPECÍFICOS ................................................................................... 10
CAPÍTULO 1 .............................................................................................................. 12
MARCO TEÓRICO ..................................................................................................... 12
RIESGO Y VULNERABILIDAD ............................................................................... 13
VULNERABILIDAD SOCIAL .................................................................................. 16
VULNERABILIDAD SOCIO- TERRITORIAL........................................................... 18
VULNERABILIDAD AMBIENTAL ........................................................................... 19
VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL .............................................................. 20
ÁREA, FRANJA O INTERFASE PERIURBANA ..................................................... 21
PROBLEMAS AMBIENTALES EN ÁREAS PERIURBANAS ................................. 25
GESTIÓN AMBIENTAL DEL DESARROLLO URBANO (GADU) E INSTRUMENTOS
PARA SU IMPLEMENTACIÓN ............................................................................... 28
CAPÍTULO 2 .............................................................................................................. 37
ÁREA DE ESTUDIO ................................................................................................... 37
CAPÍTULO 3 .............................................................................................................. 59
MATERIALES Y MÉTODOS ...................................................................................... 59
PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO .................................................................... 60
IDENTIFICACIÓN Y EVALUACIÓN DE PELIGROS AMBIENTALES ................ 61
CONSTRUCCIÓN DEL ÍNDICE DE VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL .. 64
LINEAMIENTOS TENDIENTES AL ORDENAMIENTO AMBIENTAL DEL
TERRITORIO ...................................................................................................... 71
CAPÍTULO 4 .............................................................................................................. 73
RESULTADOS Y DISCUSIÓN ................................................................................... 73
1) EVALUACIÓN DE LOS PELIGROS AMBIENTALES DEL ÁREA EN
ESTUDIO………………………………………………………………………………….. . 74
2) ANÁLISIS DE LOS INDICADORES SELECCIONADOS EN FUNCIÓN DE LAS
DISTINTAS VARIABLES PARA EVALUAR LA VULNERABILIDAD SOCIO-
AMBIENTAL ........................................................................................................... 95
3) ÍNDICE DE VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL ................................... 127
4) PELIGROS AMBIENTALES Y DISTRIBUCIÓN DEL ÍNDICE DE
VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL ............................................................ 129
5) LINEAMIENTOS PARA EL ORDENAMIENTO AMBIENTAL DEL
PERIURBANO ...................................................................................................... 131
DISCUSIÓN FINAL Y CONCLUSIONES .................................................................. 141
BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................ 147
ANEXOS .................................................................................................................. 161
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. Servicios en los espacios urbanos, periurbanos y rurales ........................... 24
Figura 2. Dimensiones de la sustentabilidad urbana .................................................. 29
Figura 3. Localización del Partido de General Pueyrredon ......................................... 38
Figura 4. Dinámica del borde urbano-periurbano de la ciudad de Mar del Plata ......... 41
Figura 5. Partido de General Pueyrredon: límite externo (periurbano-rural) del
periurbano de la ciudad de Mar del Plata .................................................................... 43
Figura 6. Localización y delimitación del área de estudio ........................................... 45
Figura 7. Partido de General Pueyrredon: áreas urbanas intraejidales y extraejidales.
................................................................................................................................... 52
Figura 8. Usos del suelo periurbano de Mar del Plata ................................................ 74
Figura 9. Vulnerabilidad sanitaria y principales barrios ............................................. 104
Figura 10. Vulnerabilidad habitacional y principales barrios ..................................... 108
Figura 11. Vulnerabilidad física y principales barrios ................................................ 111
Figura 12. Vulnerabilidad educativa y principales barrios ......................................... 115
Figura 13. Vulnerabilidad social y principales barrios ............................................... 118
Figura 14. Vulnerabilidad económica y principales barrios ....................................... 121
Figura 15. Vulnerabilidad ambiental y principales barrios ......................................... 126
Figura 16. Índice de Vulnerabilidad Socio-Ambiental y principales barrios ............... 128
Figura 17. Distribución de las estrategias de OAT ................................................... 140
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Subsistemas del periurbano de Mar del Plata ............................................... 46
Tabla 2. Importancia del peligro ................................................................................. 62
Tabla 3. Dimensiones, variables e indicadores para la construcción del IVSA............ 68
Tabla 4. Principales peligros ambientales en el periurbano marplatense .................... 75
Tabla 5. Peligros derivados de la exposición a los agroquímicos ............................... 82
Tabla 6. Peligros por incompatibilidades asociadas con la disposición final de RSU .. 83
Tabla 7. Peligros asociados a la ausencia de infraestructura de servicios de red de
agua y cloacas ........................................................................................................... 84
Tabla 8. Peligros asociados al deficiente tratamiento de efluentes cloacales ............. 85
Tabla 9. Análisis de las variables a partir de los indicadores seleccionados en el área
de estudio ................................................................................................................... 96
Tabla 10. Sectores, peligros y estrategias para el OAT ............................................ 134
1
Dedicado a aquellos que prefieren saber un poco de todo,
y no todo de poco.
2
AGRADECIMIENTOS
A lo largo de los años que duró esta inolvidable etapa aprendí y crecí tanto
profesional como personalmente. Entre las personas a las que quiero agradecer, están
por un lado mi directora de tesis Laura, que estuvo a mi lado en cada momento
comunicándonos por miles de mensajes, apoyándome y alentándome en cada
decisión. También agradezco a mi co-directora Patricia, que sin ella no hubiéramos
podido formar el gran equipo.
La familia con la que crecí y la que elegí estuvieron siempre acompañándome
desde los primeros días. Desde antes de decidirme por qué carrera seguir, todos ya
estaban interiorizados en las futuras elecciones que haría en este lugar que me trajo
tantas alegrías. Siempre apoyándome, aconsejándome y preguntándome con detalle,
estaban mi mamá, mi papá, mi hermana, madrina, mis tios/as, abuelos/as y primos/as.
Un angelito muy especial guió mi camino y estuvo a mi lado en cada momento, y sobre
todo a él le dedico este trabajo: mi Beto.
Este viaje y nuevo comienzo llevó a encontrarme con el hombre que estuvo
incondicionalmente cada segundo, ayudándome, aconsejándome e incentivándome
para seguir siempre adelante: Nahuel. Una personita con la que compartí miles de
horas estudiando, y ahora no solo tenemos en común la finalización de una etapa, sino
también el comienzo de otra.
3
RESUMEN
El área periurbana de Mar del Plata manifiesta diversos problemas ambientales
ocasionados por la incompatibilidad de los usos del suelo que acoge el territorio,
debido a una falta de planificación del proceso de urbanización.
Dicho espacio, definido como una zona de transición urbano-rural dinámica,
presenta altos niveles de vulnerabilidad socio-ambiental, que está determinada por las
características particulares de la población y su entorno próximo para enfrentar las
dificultades o riesgos que surgen de las relaciones sociedad-naturaleza.
En este marco, la presente tesis se centró en evaluar la vulnerabilidad socio-
ambiental en el área periurbana de Mar del Plata durante el año 2010, distinguiendo
sectores críticos y principales dimensiones que inciden en su condición, y en definir
lineamientos generales de Ordenamiento Ambiental del Territorio (OAT), tendientes a
la sustentabilidad del periurbano marplatense.
Con este motivo, en primer lugar se identificaron y evaluaron los problemas o
peligros ambientales que surgen en el periurbano. Luego, asumiendo el concepto de
vulnerabilidad socio-ambiental dentro de la teoría social del riesgo, se construyó un
Índice de Vulnerabilidad Socio-Ambiental (IVSA) y se examinó su distribución espacial
para detectar zonas críticas y establecer diferenciaciones dentro del periurbano. Se
recurrió a fuentes primarias y secundarias de información, y para presentar los
resultados se utilizó un Sistema de Información Geográfica. Es importante aclarar que
en este proceso el trabajo partió de estudios y bases de datos elaborados en
investigaciones previas.
Por último, se formularon estrategias y propuestas de OAT con la finalidad de
revertir situaciones críticas, contemplando la dinámica y heterogeneidad implícita del
área de estudio.
Los resultados sugieren que los peligros ambientales a los que la población se
enfrenta son, en orden decreciente de importancia, la exposición a agroquímicos, la
ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y cloacas, la disposición final
de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), y el deficiente tratamiento de efluentes cloacales.
Estos peligros, determinan que la vulnerabilidad socio-ambiental en el área de estudio
afecta a la dimensión sanitaria, educativa, habitacional y ambiental. Las áreas
consideradas más vulnerables pertenecen al eje de la Ruta 226 y al eje de la Ruta 88,
sectores 3 y 4 definidos en la zonificación del periurbano.
4
En relación a los lineamientos de OAT, se plantearon seis estrategias generales:
áreas a optimizar, revitalizar, consolidar, refuncionalizar y recuperar, con sus
correspondientes propuestas específicas.
Finalmente, la complejidad del área de estudio advierte la necesidad de
identificar los principales peligros ambientales, para luego evaluarlos en el marco de la
teoría social del riesgo, con el motivo de determinar la capacidad de la población para
hacer frente a las problemáticas, y establecer lineamientos de OAT para lograr una
gestión ambientalmente sustentable.
5
INTRODUCCIÓN
El complejo proceso de transformación de tierras rurales en urbanas da como
resultado la conformación de un territorio de interfase heterogéneo y de alto
dinamismo denominado periurbano (Adell, 1999; Garay, 1999; Morello, 2000;
Bozzano, 2000; Di Pace y Caride Bartrons, 2004; Barsky y Vio, 2007, entre otros).
Esta área también puede definirse como una zona de interfase rural-urbana que
se encuentra en una situación transicional y en permanente transformación. Es
susceptible a distintas intervenciones muchas de las cuales generan impactos
considerables, traduciéndose en problemas ambientales que afectan a la población
expuesta.
La dinámica periurbana depende de las relaciones que se establecen entre el
sistema social y el sistema natural, con sus distintos niveles o grados de intervención.
Dichas relaciones generan estructuras cambiantes en tiempo y espacio y en
numerosas ocasiones manifiestan desequilibrios que luego se expresan en
incompatibilidades de usos de suelo, procesos de contaminación, insuficiencia de
infraestructura y servicios, exposición a situaciones de riesgo y fragmentación
territorial.
Considerando la Provincia de Buenos Aires, la ciudad de Mar del Plata
constituye la tercera urbanización. Según la categorización introducida por Vapnarsky
y Gorojovsky (1990), integra el grupo de Aglomeraciones de Tamaño Intermedio
(ATIs), y dentro de estas conforma una ATIs mayor (entre 400.000 y 1.000.000 de
habitantes). La misma se encuentra recostada sobre el Océano Atlántico, con una
extensión urbana costera de aproximadamente 50 km. Su periurbano, vinculado al
crecimiento de la ciudad y definido y caracterizado en trabajos previos (Echechuri et
al., 1998; Zulaica et al., 2007; Ferraro et al., 2013) constituye el área de estudio en la
presente investigación.
Las funciones del periurbano de Mar del Plata han variado a lo largo de su
historia, y su conformación obedece, tal como fue mencionado, al crecimiento de la
ciudad de Mar del Plata. Echechuri et al. (1998), establecen períodos en la evolución
de la ciudad que marcan los cambios más significativos. Dichos cambios son
promovidos por políticas nacionales y locales de carácter público y privado.
La evolución del periurbano, realizada por Bengoa (2001), propone un abordaje
ambiental de la historia de este espacio. Señala que los procesos de antropización de
6
un territorio se desarrollan necesariamente en el tiempo, y que este transcurso
temporal genera distintos estadíos de dominación e interrelación entre sociedad y
naturaleza, la cual actúa como soporte de las actividades humanas. Sobre la base de
estos y otros trabajos previos (Mensi, 1984; Zulaica et al., 2007; Ferraro et al., 2013),
se describen sintéticamente los períodos históricos asociados con la expansión urbana
de Mar del Plata y el rol del periurbano en cada uno de ellos:
Entre 1856 y 1875, la actividad predominante en el área es la ganadera. El
emplazamiento de la ciudad responde a las necesidades del establecimiento de
un puerto para evacuar la producción del saladero existente y la mancha urbana
se extiende en el perímetro reducido. En este período, es dificultoso definir un
"periurbano" porque no existe un "urbano".
El inicio de la actividad turística se enmarca dentro del período 1886-1919, junto
con el cierre del saladero. Mar del Plata es elegida por la alta burguesía
argentina para pasar sus vacaciones y posteriormente se inician las
construcciones del puerto en su actual sitio de emplazamiento. La mancha
urbana se expande en forma notoria, aparece el parcelamiento, una red de calles
y manifiesta voluntad urbana de concentrar ciertos servicios. El periurbano
funciona aquí con fines exclusivamente recreativos (excursiones y cacerías en
distintos parajes).
La consolidación de la trama urbana cobra relevancia entre 1919 y 1950, período
en que se intensifican las actividades perfiladas en la etapa anterior: La función
portuaria se diversifica y con la construcción de la Ruta 2 se desarrolla
extraordinariamente el turismo. La expansión urbana se verifica especialmente
en el sector sur. La consolidación de la trama urbana hace que, en
contraposición, exista también el campo y es así que se define la interfase entre
ambas entidades.
Entre 1950 y 1970 surge el turismo social con el que cambia la fisonomía de Mar
del Plata. Se construyen los grandes edificios y se concentran las actividades
terciarias, incrementándose también la actividad industrial. La trama urbana
continúa expandiéndose en todas direcciones, especialmente hacia el sur. A la
inmensa explosión edilicia de los años cincuenta se debe la definición de un
periurbano transformado en una inmensa cuenca de abastecimiento de
productos frutihortícolas y de materiales para la construcción y en una cuenca de
soporte, fundamentalmente de la creciente cantidad de residuos.
7
Un incremento de la actividad frutihortícola tiene lugar en el período 1970-1990.
Este proceso puede considerarse el más relevante en el periurbano de esos
años, definiendo una de las actividades económicas más importantes del área
con actores sociales distintos a los que caracterizan las fases anteriores. Si bien
la mancha urbana continúa en expansión, su crecimiento se desacelera,
consolidándose aún más en materia de servicios.
Después de 1990, es cada vez mayor la heterogeneidad de actividades que
conviven en el periurbano. La horticultura continúa desarrollándose con mayores
rendimientos derivados, entre otros aspectos, del cultivo bajo cubierta que se
intensifica en este período. Se consolidan nuevas áreas ganadas al campo en
períodos anteriores y la mancha urbana se expande principalmente en el sector
costero y sobre los ejes de comunicación más importantes.
Las políticas implementadas a partir de la década de 1990 en el país (apertura
de la economía, desregulación de los mercados, privatizaciones de empresas
públicas, normas sobre la determinación salarial, etc.) consolidan una notable
precariedad en el mercado laboral y un salto cualitativo en las condiciones de
explotación de la fuerza de trabajo. El período se caracteriza por la distribución
crecientemente regresiva del ingreso, el incremento de la desocupación y distintas
formas de subocupación y trabajo precario, estancamiento de la productividad y
transferencias masivas de ingreso desde el trabajo al capital y desde las pequeñas y
medianas empresas a las grandes (Zavaro, 2005).
Según Zavaro (2005), las consecuencias del ajuste estructural, se intensifican
luego de la crisis de 2001. A partir de ese momento, se consolidan en el periurbano
asentamientos de carácter precario cuyo crecimiento se relaciona con la migración
desde el ejido urbano, o bien de otras ciudades, especialmente, del conurbano
bonaerense. En contraste, surgen barrios cerrados, fundamentalmente sobre el eje
conformado por la Av. Jorge Newbery.
Luego de la crisis, numerosos sectores productivos del periurbano se vieron
afectados por un menor acceso a tecnología, créditos, recursos humanos capacitados,
etc.; mientras que otros se vieron sustancialmente beneficiados. En este contexto, se
observa cómo existen sectores insertos en los mercados locales, regionales e incluso,
nacionales e internacionales, y otros que “subsisten” sin posibilidad de mejoras
profundas. Más allá de lo expresado, esta situación pareciera estar revirtiéndose para
algunos sectores.
8
Del análisis anterior se desprende que el proceso de urbanización en la ciudad
de Mar del Plata se dio de manera irregular y sin planificación. Actualmente es
significativa la heterogeneidad de actividades que conviven en el área periurbana y los
escasos o nulos controles que se realizan en muchos sectores. La horticultura tiene
una importante relevancia, destacándose también actividades como las industriales,
mineras, las asociadas al turismo y recreación, de saneamiento urbano, comercial y
residencial. Esto generó un espacio con infraestructura escasamente consolidada, alta
heterogeneidad interna, problemas sociales y ambientales que lo alejan de los
objetivos del desarrollo urbano sostenible.
Frente a los riesgos que implican las actividades mencionadas, su interacción a
lo largo de la historia y las consecuencias de la crisis, la capacidad que posee la
población para prevenir, reducir o afrontarlos, depende de la interacción de varios
factores de origen natural y/o socioeconómico, que determinan diferentes condiciones
de vulnerabilidad socio-ambiental. Como se verá más adelante, la vulnerabilidad socio-
ambiental está determinada por las características intrínsecas de la población y su
entorno próximo para enfrentar las dificultades o riesgos (CARE, 2001; Cortéz et al.,
2002; Ávila García, 2008; Bello Sánchez et al., 2009). Dichas características,
comprenden un conjunto de dimensiones o factores (relativos a salud, accesibilidad,
pobreza, educativos, habitacionales, económicos, ambientales, etc.), cuyo grado de
debilidad define distintos niveles de vulnerabilidad socio-ambiental.
Esa capacidad de respuesta frente a los riesgos se puede evaluar a partir de la
construcción de un Índice de Vulnerabilidad Socio-Ambiental (IVSA). El mismo se basa
en un conjunto de indicadores que se agrupan en variables y factores o dimensiones
de la vulnerabilidad que muestran los diversos aspectos que inciden en la capacidad
de la población para hacer frente a los peligros ambientales1 que están expuestos.
Estos últimos hacen referencia a los problemas ambientales interpretados
conceptualmente desde el enfoque de la vulnerabilidad.
Cuando se manifiestan desequilibrios, que luego se traducen en peligros, es
imprescindible identificarlos y evaluarlos para lograr una gestión de los mismos en el
marco de una propuesta de Ordenamiento Ambiental del Territorio (OAT) (Utria, 1994;
Andrade, 1996; Barragán et al., 2003).
Por esta razón, en el presente trabajo se plantea la identificación y evaluación de
los peligros del periurbano y la construcción del mencionado índice, para así intentar
responder a las preguntas ¿Cuáles son los sectores más críticos del periurbano de
1 En la presente tesis se utilizarán los términos problemas y peligros indistintamente. Es preciso aclarar
que se habla de peligros como sinónimo de problemas, en el marco de la teoría social del riesgo.
9
Mar del Plata en términos de vulnerabilidad socio-ambiental? y ¿Qué dimensiones o
factores son determinantes de la misma?
Complementariamente y en respuesta a las situaciones más críticas
identificadas, el trabajo enuncia estrategias tendientes al OAT, desde la perspectiva de
la sustentabilidad, que permitan revertir situaciones críticas.
En principio, para responder a los interrogantes formulados, se plantea como
hipótesis general que las situaciones más críticas, durante el año 2010, se presentan
en las zonas definidas por los ejes Ruta 88, Ruta 2 y Ruta 11 (en dirección Norte), y
están dadas fundamentalmente por la incidencia de las dimensiones educativas y
sanitarias de la vulnerabilidad.
Si bien se han realizado estudios de vulnerabilidad socio-ambiental en el
periurbano marplatense (Zulaica y Ferraro, 2010; 2011; Cabral, 2014), los mismos se
elaboraron sobre la base censal de 2001 (INDEC, 2001) y responden a áreas
específicas de la interfase urbano-rural. En este sentido se considera fundamental
profundizar en las investigaciones realizadas, revisar los datos aportados y actualizar
la información a partir de una nueva propuesta integrada para la evaluación de la
vulnerabilidad socio-ambiental en todo el territorio periurbano, que permita generar
estrategias de gestión urbana y ambiental.
No obstante lo señalado, es importante destacar que en la presente tesis, la
base de datos utilizada para la construcción del IVSA, ha sido sistematizada en otras
investigaciones realizadas en el marco de distintos proyectos2. Estos se desarrollan
desde hace varios años en el Instituto del Hábitat y del Ambiente bajo la dirección de
la MSc. Rosana Ferraro, y fueron aprobados y financiados por la Secretaría de Ciencia
y Tecnología de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
2 Los proyectos a los que se hace referencia son: Indicadores de sustentabilidad en el periurbano de la
ciudad de Mar del Plata (2011-2012) e Indicadores de sustentabilidad urbana en ciudades intermedias argentinas (2013-2014).
10
En función de lo anterior, se definen en esta tesis los objetivos siguientes:
OBJETIVOS GENERALES
Evaluar la vulnerabilidad socio-ambiental en el área periurbana de Mar del
Plata durante el año 2010, distinguiendo sectores críticos y principales
dimensiones que inciden en su condición.
Definir lineamientos generales de OAT, tendientes a la sustentabilidad del
periurbano marplatense.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Identificar y caracterizar los peligros ambientales en el área de estudio que
impliquen una exposición a situaciones de riesgos por parte de la población en
los cinco sectores que integran el periurbano de Mar del Plata.
Construir un índice sintético que permita evaluar la vulnerabilidad socio-
ambiental en el periurbano en función de los posibles riesgos.
Analizar la distribución espacial del índice, identificando áreas críticas.
Elaborar estrategias y propuestas específicas de OAT que den respuesta a la
vulnerabilidad del periurbano en sus distintas dimensiones.
La presente tesis se organiza en cuatro capítulos. En primer lugar, se abordan
los principales conceptos y aspectos teóricos por medio de diferentes autores y se
enuncian trabajos antecedentes que aportan a los objetivos del presente trabajo
(Capítulo 1). Luego, se realiza la presentación del área de estudio, el periurbano
marplatense, definiendo sus límites y las principales interacciones sociedad-naturaleza
que dan cuenta de su complejidad (Capítulo 2). Por otro lado, en ese mismo capítulo
se destacan los principales aspectos normativos que regulan las actividades
desarrolladas en el periurbano, que manifiestan la complejidad mencionada y que
ayudan a explicar situaciones de vulnerabilidad. Posteriormente, se describen las
metodologías aplicadas al presente estudio para lograr responder los interrogantes
planteados (Capítulo 3). En siguiente lugar, se lleva cabo la discusión de los
resultados obtenidos para la identificación y caracterización de peligros, la
construcción del IVSA, el análisis de su distribución y la elaboración de estrategias de
OAT (Capítulo 4). Por último, se presentan las conclusiones parciales y aquellas
globales que surgen del análisis integrado del periurbano.
11
Finalmente, cabe destacar que con esta tesis se propone generar aportes
teórico-metodológicos que faciliten la comprensión y explicación de la vulnerabilidad
socio-ambiental en el periurbano de Mar del Plata, al mismo tiempo que se plantea
elaborar lineamientos estratégicos de OAT para revertir situaciones críticas,
contemplando la dinámica y heterogeneidad implícita del área de estudio.
12
CAPÍTULO 1
MARCO TEÓRICO
13
MARCO TEÓRICO
El presente marco incluye aquellos conceptos y aspectos teóricos que
relacionados entre sí, contribuyen a profundizar en el conocimiento del problema a
abordar en el trabajo de investigación. Se mencionan y describen además, los
estudios antecedentes que revisan o se apoyan en estas teorías para desarrollar sus
investigaciones.
En primer lugar, se describen aspectos relacionados al riesgo y vulnerabilidad,
ambos enmarcados en la teoría social del riesgo. Posteriormente, se realiza una
revisión de los principales tipos de vulnerabilidades existentes, que conducen a la
concepción de la vulnerabilidad socio-ambiental. Estos son, la vulnerabilidad social,
socio-territorial y ambiental. Luego, se puntualiza sobre la vulnerabilidad socio-
ambiental como proceso multidimensional que explica la capacidad de respuesta de la
población frente a condiciones negativas del medio.
Posteriormente, el análisis se centra en los espacios periurbanos, en su
conceptualización y en las distintas miradas para su abordaje, haciendo hincapié en
los problemas ambientales que enfrentan estos espacios y que implican peligros para
la población expuesta.
Finalmente, se destaca la importancia de una Gestión Ambiental del Desarrollo
Urbano (GADU) para alcanzar la sustentabilidad ambiental. Este concepto se define
en sus distintas dimensiones y luego se desarrollan dos instrumentos centrales para la
gestión ambiental como son el Ordenamiento Territorial (OT) y OAT. Dichos
instrumentos se consideran herramientas propicias al momento de revertir situaciones
críticas del área de estudio, siendo la planificación estratégica, un método de
intervención clave al momento de generar propuestas tendientes al OAT.
RIESGO Y VULNERABILIDAD
El concepto de vulnerabilidad se puede definir desde diferentes escuelas que
tienen al Riesgo como su objeto de estudio. Este trabajo se enmarca dentro de la
teoría social del riesgo (Kaztman, 2000; Busso, 2001; Cardona, 2001; Natenzon et al.,
2003).
El sociólogo alemán Ulrich Beck fue el primero en introducir y popularizar el
concepto de sociedad del riesgo a mediados de los ochenta. Beck (1986) define la
14
expresión “sociedad del riesgo” como aquellas sociedades que deben enfrentarse a
los desafíos o riesgos que ellas mismas han creado, instaurándose situaciones de
peligro social y político potenciales que cuestionan las bases de la modernización.
Esta teoría tiene como eje central el concepto de riesgo social. Puede afirmarse
que se está frente a una situación de riesgo cuando es posible cuantificarla o colocarle
un número. Cuando esto no es así, y la realidad no es cuantificable, no se hace
referencia a riesgo sino a incertidumbre; es decir que no hay probabilidades de
predecir o prever qué acontecerá.
El riesgo también se puede definir como la probabilidad de ocurrencia de un
efecto adverso o un resultado imprevisto proveniente de las actividades humanas; es
un rasgo de la modernidad y esta implica ser consciente de las propias acciones y
también de la capacidad que posee la sociedad para modificarlas.
Natenzon (1998) plantea que al momento de realizar estudios de riesgo es
necesario incluir por lo menos cuatro perspectivas, factores o aspectos. Esto permite
evaluar situaciones complejas y otorgarles un orden. Estos factores son: peligrosidad
(o amenaza), exposición, vulnerabilidad e incertidumbre.
La peligrosidad hace referencia a los aspectos físicos-naturales del proceso
desencadenante. La exposición se refiere a aspectos territoriales y poblacionales. La
vulnerabilidad a aspectos socioeconómicos comprobables del estado precedente de
los grupos sociales involucrados. Por último, la incertidumbre está referida a aspectos
políticos y de percepción de la sociedad.
Cada uno de los factores posee sus propias características, por lo cual, cada uno
debe ser analizado para otorgar información específica y complementaria a cada
situación de riesgo en particular.
Más allá de los aspectos mencionados por Natenzon (1998), para hablar de
riesgo se consideran son indispensables los factores referidos a la vulnerabilidad y
peligrosidad. De otra forma, no se estaría frente a un estudio de riesgo propiamente
dicho.
Según Eraso (2008), es posible entender la vulnerabilidad como la
predisposición o susceptibilidad física, económica, política o social que tiene una
comunidad de ser afectada o sufrir daños en caso de que un fenómeno
desestabilizador de origen natural o antrópico se manifieste.
Por ello no existe un único tipo de vulnerabilidad, sino muchos tipos de
vulnerabilidades. En esta línea se enmarca el concepto de vulnerabilidad global
15
(Wilches-Chaux, 1993). Se habla de la misma con el propósito de destacar la
interacción de diversos factores que convergen en una comunidad y que explican la
incapacidad de respuesta ante un riesgo determinado.
Según esa fuente, las diferentes dimensiones que la componen son:
Vulnerabilidad natural: se encuentra determinada por los límites ambientales
dentro de los cuales es posible la vida.
Vulnerabilidad física: se refiere a la localización de asentamientos humanos en
zonas de riesgo y a las deficiencias de sus estructuras físicas para absorber los
efectos de los riesgos
Vulnerabilidad económica: corresponde a la dependencia de las economías,
condiciones de desempleo e insuficiencia de ingresos para recuperarse ante los
daños.
Vulnerabilidad social: es una dimensión referida a la trama de organizaciones
sociales y su capacidad para absorber los desastres y dar respuestas.
Vulnerabilidad política: referida al nivel de autonomía que posee una comunidad
para la toma de las decisiones que la afectan.
Vulnerabilidad tecnológica: hace referencia a las limitaciones o incapacidad de
acceder al control y manejo adecuado de las tecnologías existentes.
Vulnerabilidad cultural: referida al tipo de códigos de pertenencia e identificación.
Vulnerabilidad educativa: alude al proceso de conocimiento para enfrentar
riesgos.
Vulnerabilidad ecológica: refiere a la alteración de los ecosistemas y los riesgos
derivados de ella.
Vulnerabilidad institucional: el papel de la gestión pública y su capacidad de
respuesta.
La potencialidad del concepto de vulnerabilidad global reside en el
reconocimiento de las condiciones no solo estructurales sino de aquellos aspectos
normativos, culturales entre otros, que entran en juego en las comunidades al
momento de adaptarse a un cambio determinado.
A diferencia de la amenaza, que hace referencia a un factor de riesgo externo, a
un peligro latente o de un sujeto expuesto, la vulnerabilidad constituye un factor de
riesgo interno que expresa la factibilidad de un sujeto o un sistema expuesto por el
fenómeno que caracteriza la amenaza.
16
“Es necesario anotar que la vulnerabilidad en sí misma constituye un sistema
dinámico, es decir, que surge como consecuencia de la interacción de una serie de
factores y características (internas y externas) que convergen en una comunidad
particular. El resultado de esa interacción es el “bloqueo” o incapacidad de la
comunidad para responder adecuadamente ante la presencia de un riesgo
determinado, con el consecuente “desastre”. Hay vulnerabilidad, si hay amenaza”
(Wilches-Chaux, 1993: 22).
La vulnerabilidad se define, según Wilches-Chaux (1993) como la imposibilidad
de una población para lograr adaptarse a un cambio determinado en el ambiente. Es
un concepto eminentemente social, relacionado con la dificultad de absorción de los
cambios como consecuencia de características propias de los elementos o procesos
expuestos. Las condiciones económicas de los grupos afectados es el aspecto de
vulnerabilidad que más se ha generalizado; sin embargo, son diversos los factores que
explican la incapacidad para responder adecuadamente ante un riesgo determinado.
Por otra parte, la vulnerabilidad es entendida como una situación y un proceso
multidimensional y multicausal, en la que confluyen simultáneamente la exposición a
riesgos, la incapacidad de respuesta y adaptación de individuos, hogares o
comunidades, los cuales pueden ser heridos, lesionados o dañados ante cambios o
permanencia de situaciones externas y/o internas que afectan su nivel de bienestar y
el ejercicio de sus derechos (Busso, 2005).
En el marco de un trabajo realizado por Natenzon et al. (2000), la vulnerabilidad
está definida por las condiciones socio-económicas previas a la ocurrencia del evento
catastrófico en tanto “capacidad diferenciada” de hacerle frente. Los niveles de
organización e institucionalización de los planes de mitigación también son un
componente central. Desde este punto la vulnerabilidad está directamente asociada al
desarrollo.
Dentro de la teoría social del riesgo, la vulnerabilidad de la que se habla es una
vulnerabilidad social, por lo que se refiere a la capacidad diferencial de las personas
para hacer frente a la ocurrencia de eventos catastróficos.
VULNERABILIDAD SOCIAL
Brooks (2003), en un estudio sobre Vulnerabilidad y Adaptación, plantea que la
vulnerabilidad es vista como un “estado” que existe dentro de un sistema antes de que
el mismo padeciera una situación de peligro. Esta vulnerabilidad surge del estudio de
17
los factores externos que hacen susceptibles a las sociedades frente a peligros
externos. Es algo que existe dentro del sistema, independientemente del peligro
externo. De la misma manera, la vulnerabilidad social va a depender de la naturaleza
del peligro, ya que ciertas características del sistema pueden verse más vulnerables
de acuerdo a cómo sea la amenaza (Brooks, 2003).
Según Di Pace y Caride Bartrons (2004), el concepto de vulnerabilidad social se
aplica para reconocer las características de los grupos sociales que están expuestos
en mayor medida a situaciones que amenazan su capacidad de reproducción tanto
individual como social.
Basándose en este concepto, Barrenechea et al. (2000), realizaron un trabajo
con el objetivo de caracterizar la vulnerabilidad frente a las inundaciones y accidentes
industriales en el litoral fluvial bonaerense de la baja cuenca del Plata, Buenos Aires.
Para caracterizar la vulnerabilidad (heterogeneidades sociales) se analizaron
indicadores socio-demográficos relacionados con este concepto y luego se agruparon
en un índice. El procedimiento empleado permitió establecer grados de vulnerabilidad
a nivel de las unidades administrativas del área de estudio.
Independientemente del fenómeno amenazante, la vulnerabilidad transita dos
dimensiones. Por un lado, la vulnerabilidad es entendida como debilidad frente a las
amenazas, y por otro lado, es entendida como la incapacidad de recuperación luego
de que el desastre ocurra.
Se plantea, entonces, que la capacidad adaptativa de los seres humanos
representa el potencial del sistema para reducir su vulnerabilidad social y así minimizar
el riesgo asociado a un determinado peligro.
“La noción de vulnerabilidad social tiene como potencialidad contribuir a
identificar individuos, hogares y comunidades que por su menor dotación de activos y
diversificación de estrategias tienen menor capacidad de respuesta y resiliencia, por lo
tanto por su situación de desventaja social están expuestos a mayores niveles de
riesgo por alteraciones significativas en los planos sociales, políticos y económicos
que afectan sus condiciones de vida y la capacidad de habilitarse por sus propios
medios o por ayuda externa” (Busso, 2005:17).
Gallo et al. (2006) definen la vulnerabilidad social como las dificultades que
enfrentan los grupos más débiles de la sociedad a la hora de afrontar las
consecuencias de las reformas estructurales o para beneficiarse de ellas. En el marco
de las reformas estructurales impuestas por el modelo neoliberal, se consolidaron
tendencias expulsivas que impiden las posibilidades de inserción social,
18
desestructuran redes de afiliación y profundizan situaciones de vulnerabilidad,
afectando a gran parte de la población. Lo anterior se profundiza si la cohesión social
es débil.
“Mayor será la vulnerabilidad de una comunidad si su cohesión interna es pobre;
es decir, si las relaciones que vinculan a los miembros de la misma y con el
conglomerado social, no se afincan en sentimientos compartidos de pertenencia y de
propósito y que no existan formas organizativas que lleven esos sentimientos a
acciones concretas” (INDECI, 2006:21).
En relación al área de estudio de la presente tesis, Eraso (2008) en un trabajo
sobre gestión del riesgo hídrico, identifica las problemáticas urbanas presentes debido
al avance de la mancha urbana y la construcción de espacio social en la cuenca del
arroyo El Cardalito de la ciudad de Mar del Plata. En su estudio, concluye que dicha
ciudad se expande territorialmente en procesos sucesivos de crecimiento,
consolidación y densificación, generando problemas de sustentabilidad urbana y
vulnerabilidad social, frente a fenómenos de riesgo hídrico.
Finalmente, es importante mencionar que la comprensión y disminución de la
vulnerabilidad no determina predicciones exactas en relación a la incidencia de
eventos extremos, ya que si bien la vulnerabilidad no se divorcia de cálculos de
probabilidad, su manejo no depende de la predicción de eventos futuros, sino de
resolver problemas actuales (Sarewitz et al., 2003).
VULNERABILIDAD SOCIO- TERRITORIAL
Diversos autores basan sus estudios en la vulnerabilidad socio-territorial (Rozas
et al., 2001; Yáñez Romo y Muñoz Parra, 2014, entre otros). Según Maldonado y
Cóccaro (2011) la vulnerabilidad se explica por un proceso de construcción social,
definido y determinado por la forma en que los distintos actores sociales usan y
producen el territorio.
“Este proceso de producción se expresa en una relación dialéctica que opera
entre la sociedad y el territorio, a distintas escalas espacio-temporales, que tienen su
ámbito de materialización en lo local. Por lo expuesto se considera oportuno calificar
de ‘socio-territorial’ a la vulnerabilidad, para destacar la emergencia de grupos
vulnerables producto de la racionalidad que orienta la forma en que se usa el territorio”
(Maldonado y Cóccaro; 2011:83).
19
Los autores plantean en su trabajo indagar sobre aspectos del proceso de
construcción de la vulnerabilidad socio-territorial en ámbitos rurales, referidos
específicamente a eventos de inundaciones en el sureste de la provincia de Córdoba.
Como resultado, obtienen que las medidas tendientes a la disminución de la
vulnerabilidad constituyen solo paliativos a ser implementados en el momento de la
emergencia, para intentar superar la situación.
Finalmente, en esta forma de conceptualizar la vulnerabilidad se hace hincapié
en la importancia de la ocupación del territorio, la forma en que se distribuyen los usos
del suelo en un determinado lugar y se enfatiza en la importancia del marco y soporte
donde se dan las relaciones sociales: el espacio geográfico.
VULNERABILIDAD AMBIENTAL
La vulnerabilidad ambiental es un concepto desarrollado por diversos autores
(Turcios Samayoa, 2001; Buch, 2001; entre otros), que hace referencia a la
susceptibilidad o predisposición intrínseca del medio y de los recursos naturales a
sufrir un daño o una pérdida, siendo estos elementos físicos o biológicos (Gaspari et
al., 2011). Los autores definen este tipo de vulnerabilidad como el grado de resistencia
del medio natural y de los seres vivos que conforman un determinado ecosistema,
ante la presencia de la variabilidad climática.
Arguedas (2013) realizó una investigación en el espacio urbano costero El Coco,
perteneciente al distrito de Sardinal del cantón de Carrillo, en la península de Nicoya,
Costa Rica, el cual muestra un acelerado crecimiento orientado a la actividad turística,
con el consecuente incremento en el consumo del recurso hídrico. Esta situación
conlleva a una alta vulnerabilidad a la contaminación del acuífero El Coco.
Es importante mencionar, que todos los seres vivos poseen una vulnerabilidad
intrínseca, determinada por los límites que el ambiente establece como compatibles,
por ejemplo la temperatura, humedad, densidad, condiciones atmosféricas y niveles
nutricionales, entre otros, así como por los requerimientos internos de su propio
organismo como son la edad y la capacidad o discapacidad natural (INDECI, 2006).
Por otro lado, está relacionada con factores antrópicos, como es el deterioro del
ambiente (calidad del aire, agua y suelo), la deforestación, explotación irracional de los
recursos naturales, exposición a contaminantes tóxicos, pérdida de la biodiversidad y
la ruptura de la auto-recuperación del sistema ecológico. Los mismos actúan como
factores que potencializan la vulnerabilidad (INDECI, 2006).
20
VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL
Dado que los factores que inciden en la vulnerabilidad son internos y también
externos (determinados por las condiciones del ambiente), es posible hacer referencia
a condiciones de vulnerabilidad socio-ambiental, definidas en estudios anteriores
(CARE, 2001; Cortéz et al., 2002; Ávila García, 2008; Bello Sánchez et al., 2009; entre
otros).
Según Zulaica y Ferraro (2010) la vulnerabilidad socio-ambiental está
determinada por las características intrínsecas de la población y su entorno próximo
para enfrentar las dificultades o riesgos. Estas características comprenden un conjunto
de factores sanitarios, de accesibilidad, pobreza, educativos, habitacionales,
económicos y ambientales. Este concepto hace hincapié en la capacidad de la
población para responder a peligros ambientales, es decir aquellos peligros que
devienen de las interacciones entre la sociedad y la naturaleza.
Por otra parte, Bello Sánchez et al. (2009) proponen estudiar el comportamiento
de la vulnerabilidad socio-ambiental en el Centro Histórico de La Habana. Definen la
vulnerabilidad socio-ambiental como “el deterioro en una localidad determinada de las
condiciones físicas, económicas y sociales (particularmente las relacionadas con el
contexto urbano) lo que puede generar el resquebrajamiento de la calidad de vida de
sus habitantes” (Bello Sánchez et al., 2009:66). Para asumir la calidad de vida y
calidad ambiental con un mismo criterio se parte de que el ambiente y sus
características, entendidas en términos de calidad, son determinantes en el estado de
bienestar de las personas. Este planteamiento supone la calidad ambiental como un
concepto que amplía y matiza, desde el punto de vista ambiental, el concepto de
calidad de vida (Bello et al., 2009).
Partiendo de la idea de que la vulnerabilidad es una zona de interfase entre la
exposición a amenazas al bienestar humano y la capacidad de los individuos para
enfrentarlas, Ávila García (2008) realiza un análisis de la vulnerabilidad socio-
ambiental en relación a la seguridad hídrica en México. Define a este tipo de
vulnerabilidad como:
“el proceso que conlleva a situaciones críticas e irreversibles en torno a la
calidad y cantidad de los recursos hídricos que ponen en riesgo el desarrollo humano y
el funcionamiento de los ecosistemas. La vulnerabilidad socio-ambiental que un país o
región experimenta puede ser un indicador de la seguridad hídrica, es decir, de la
capacidad de la sociedad para garantizar: a) una adecuada cantidad y calidad de agua
para el funcionamiento de los ecosistemas, b) la producción y autosuficiencia
21
alimentaria, c) la satisfacción de las necesidades básicas de la población, d) la
reducción y el manejo adecuado de los conflictos y disputas por el agua y e) la
capacidad para prevenir y enfrentar desastres como sequías, inundaciones y
epidemias asociadas con enfermedades hídricas como el cólera” (Ávila García,
2008:48).
Como se puede observar, los ítems señalados en la cita remiten a condiciones
sociales que la sociedad puede garantizar. Es el componente social de la seguridad
hídrica el que permite a la autora centrarse en el enfoque de la vulnerabilidad socio-
ambiental para el análisis del problema planteado. Para ello tiene en cuenta una serie
de indicadores: vulnerabilidad ecológica, vulnerabilidad climática, vulnerabilidad por
disponibilidad, vulnerabilidad por presión hídrica, vulnerabilidad de aguas
subterráneas, vulnerabilidad por contaminación, vulnerabilidad agrícola, vulnerabilidad
urbana, vulnerabilidad por marginación social, vulnerabilidad económica y
vulnerabilidad política.
El presente trabajo de tesis toma como referencia esta concepción de
vulnerabilidad socio-ambiental para abordar el periurbano de Mar del Plata. Esta
conceptualización se nutre de diversos aspectos asociados a las distintas definiciones
de vulnerabilidad mencionadas con anterioridad. Estas aportan los elementos clave a
tener en cuenta como lo son: los grupos sociales, el territorio, los recursos naturales y
las interacciones de la población con su entorno.
ÁREA, FRANJA O INTERFASE PERIURBANA
Diversos autores toman al área periurbana como objeto de estudio en sus
trabajos de investigación (Adell, 1999; Garay, 1999; Morello, 2000; Bozzano, 2000; Di
Pace y Caride Bartrons, 2004; Barsky y Vio, 2007; entre otros).
La conformación de espacios periurbanos se relaciona directamente con los
procesos de urbanización que se dan a lo largo del tiempo, donde una serie de
transformaciones hace que un área que en su momento no era urbana, adquiera ese
carácter. Dichos procesos modifican sustancialmente la estructura y la dinámica de los
sistemas precedentes, ya que la expansión de las ciudades demanda mayores
extensiones de tierra para el desarrollo de infraestructura, para usos residenciales,
comerciales, de servicios e industriales, entre otros.
Barsky (2005) se propuso estudiar las características sociales, ambientales y
territoriales de los espacios de producción intensiva que rodean y abastecen de
22
materias primas alimenticias a las grandes ciudades sobre los que avanza la
urbanización.
En la medida en que la urbanización avanza sobre el medio rural, origina nuevas
formas de ocupación, organización y funcionamiento de espacios en transición que
van a estar más o menos delimitados y con una morfología característica. Estos son
dinámicos y están sujetos a una amplia gama de transformaciones que emergen tanto
en el interior como en el exterior de sus límites.
El análisis de los procesos de urbanización en los países en desarrollo ha sido
estructurado tradicionalmente en torno a dicotomías rural-urbano, tradicional-moderno,
formal-informal. Dentro de este marco conceptual, la Interfase Periurbana (IPU) es
considerada como un término incómodo que se suele atribuir a la pérdida de valores
rurales (pérdida de suelo fértil, paisajes naturales) o al déficit de atributos propiamente
urbanos (baja densidad, falta de acceso, ausencia de servicios) (Allen, 2003).
En este sentido, las definiciones tradicionales de campo y ciudad, basadas
fundamentalmente en la cantidad de población, densidad y actividades económicas
características, son insuficientes para detectar la naturaleza cambiante de la Interfase
Periurbana (Allen, 2003).
Por este motivo, aunque no existe consenso sobre la definición conceptual del
periurbano, cada vez es mayor el reconocimiento de que los rasgos rurales y urbanos
coexisten dentro de las ciudades y fuera de sus límites.
De esta forma, se suscitan diferentes enfoques que redefinen la dicotomía
tradicional y proponen, por un lado, la existencia de una transición entre el campo y la
ciudad, denominado como la teoría del continuum (Sili, 2002). Esto se basa en que;
entre la ciudad, considerado el ámbito más moderno y las áreas rurales, ámbitos más
tradicionales, existe una gran variedad de espacios de transición donde se entre
mezclan características de uno y otro medio.
Por otro lado, en la década de los 90, debido al proceso de globalización surge
un nuevo enfoque llamado modelo de la fragmentación, el cual considera la existencia
de ámbitos rurales y urbanos, ambos dominados por un proceso de globalización que
valoriza y rescata los espacios según las condiciones de competitividad y riqueza (Sili,
2002).
Como puede observarse el concepto de periurbano asume distintas formas
según los enfoques que se adopten. En función de ello, resulta importante examinar
las definiciones comúnmente utilizadas en estudios de referencia. Según plantea Allen
(2003), por una parte, se caracteriza el periurbano como periferia de la ciudad. Este
23
comprende las áreas que rodean a la ciudad y que se encuentran en proceso de
urbanizarse, por lo tanto los principales criterios que aplican a esta definición son los
de proximidad a las áreas urbanas y la ausencia de atributos urbanos.
Por otro lado, se puede visualizar al periurbano como periferia socioeconómica,
lo que supone que las comunidades que allí existen sufren de desventajas y carencias,
y que sus habitantes se dediquen comúnmente a actividades informales y agrícolas.
La IPU como interacción de los flujos rural-urbanos, es otra definición utilizada y se
refiere a la existencia notable de vínculos, cambios y conflictos rural-urbanos que
suponen un conjunto mayor de factores que explican procesos en lugar de estados,
como las anteriores conceptualizaciones.
Por último, se define a la IPU como mosaico ecológico, socioeconómico e
institucional que la muestran como un sistema particular en términos biofísicos y
socioeconómicos. Como interfase ecológica, la IPU se caracteriza por la disminución
de los servicios propios del sistema urbano, como es el agua potable e infraestructura
sanitaria, y también por un debilitamiento de los servicios ecológicos cumplidos por los
sistemas naturales y rurales, como la capacidad para absorber dióxido de carbono,
reciclar nutrientes, regular flujos de agua. Esto se traduce en una fragilidad ecológica
notoria y que se verá potenciada por las actividades que se desarrollarán
posteriormente.
Desde un punto de vista socioeconómico, la IPU presenta una estructura
amosaicada producida por el mismo proceso de urbanización (especulación con
tierras, cambios en los usos del suelo, actividades informales) de manera dispersa, lo
cual conforma sistemas socialmente heterogéneos. Respecto a la interfase
institucional, se hace hincapié en la fragmentación existente o la ausencia completa de
instituciones capaces de manejar los vínculos urbano-rurales en forma articulada, lo
cual conlleva a la inexorable incertidumbre sobre quién organiza qué.
Zárate Martín (1991) caracteriza, en un primer momento, a la franja periurbana
desde un punto de vista físico. Manifiesta que, aparte de la existencia de suelos de
uso rural, este espacio alberga suburbios, los cuales incluyen agrupaciones de casas y
población próximas a la ciudad; pequeñas urbanizaciones en torno a factorías;
urbanizaciones de viviendas unifamiliares y bloques multifamiliares, y otros usos, como
infraestructura de transporte, servicios y equipamientos urbanos.
Desde un punto de vista poblacional, el autor establece que se trata de un
espacio cada vez más heterogéneo. En este, existe un aumento de las formas y
modos de vida urbanos; una fuerte movilidad de la población; variedad social; un
24
comportamiento social diferenciado a otros ciudadanos, caracterizado por una relación
más intensa, y una valoración contemplativa de la naturaleza.
Morello (2000), asumiendo una perspectiva ecológica útil para definir los límites
del periurbano, define a este espacio como una zona de interfase donde disminuyen
varios servicios del sistema urbano como la red de agua potable, cloacas, pavimento,
desagües pluviales, entre otros.
Por otro lado, se atenúan servicios ecológicos que provee el campo, tales como
la absorción de dióxido de carbono, reciclaje de nutrientes, distribución de flujos
pluviales y amortiguación de extremos climáticos.
Lo anterior permite considerar al periurbano como un área de frontera entre dos
subsistemas con estructuras y funciones diferentes y cuya característica más
significativa la constituyen las discontinuidades en los servicios urbanos y naturales
(Figura 1).
Figura 1 Servicios en los espacios urbanos, periurbanos y rurales
Fuente: Elaboración personal sobre la base de Morello (2000).
25
En relación a lo mencionado, Zulaica (2010), en su trabajo caracteriza los
principales sistemas ambientales del sector sur del periurbano de Mar del Plata. Su
finalidad es aportar una base inicial que contribuya a la comprensión del
funcionamiento del sector y generar alternativas tendientes a la resolución o mitigación
de los problemas socio-ambientales.
Finalmente, como se deduce de párrafos anteriores, el periurbano es un espacio
complejo y conflictivo desde el punto de vista socio-ambiental donde en general se
producen cambios morfológicos, funcionales y de población más rápidos y profundos
que en el espacio urbano. La diversidad de situaciones se refleja en la vulnerabilidad y
por esta razón es importante evaluarla. Además, la gestión de estos espacios
complejos demanda acciones específicas, tales como la implementación de medidas
de OAT, atendiendo a la diversidad de situaciones que se presentan.
PROBLEMAS AMBIENTALES EN ÁREAS PERIURBANAS
Al hacer referencia a los problemas ambientales, Fernández (2000) afirma que
estos son una manifestación de una deficiencia de racionalidad entre expresiones del
subsistema natural y del subsistema social. Esta deficiencia depende de la concepción
de racionalidad que se aplique. Teniendo en cuenta la racionalidad ambiental, esta
supone una lógica de uso o apropiación de los servicios naturales que tienda a obtener
el máximo beneficio social con el mínimo deterioro natural. Asimismo es necesario
aclarar que un problema ambiental es tal, siempre que haya un sujeto social que
recibe la afectación.
Las áreas periurbanas constituyen el escenario donde se desarrollan complejos
procesos territoriales en los cuales se generan importantes conflictos por el uso del
espacio. Todo ello en relación con un intenso dinamismo asociado a las necesidades
espaciales derivadas del crecimiento industrial y urbano (González Urruela, 1987).
La comprensión del periurbano requiere de enfoques capaces de asumir la
interacción urbano-rural que define la zona de interfase. Iaquinta y Drescher (2000)
parten de la noción de que lo rural y lo urbano operan como un sistema y no de modo
independiente.
En ese contexto, el enfoque teórico-metodológico de sistemas complejos ofrece
una perspectiva interesante para interpretar y analizar la interfase periurbana (Ferraro
y Zulaica, 2008); entendiendo que los mismos se definen como un sistema formado
por un gran número de elementos simples que, además de interactuar entre sí,
26
pueden intercambiar información entre ellos y el entorno, y son, a su vez, capaces de
adaptar su estructura interna a tales interacciones (Schuschny, 1998).
El crecimiento urbano ha dado origen a un espacio de difícil definición entre lo
estrictamente urbano y lo estrictamente rural en el cual conviven actividades diferentes
asociadas a ambos medios. A su vez, este proceso se caracteriza por ser expansivo y
lineal, de muy bajas densidades y por no seguir ningún patrón de planificación que
conlleva consecuencias directas e inmediatas sobre el territorio; la ocupación de áreas
naturales, zonas de riesgo, suelos de alto potencial agrícola, la contaminación de
zonas de recarga acuífera y de fuentes de agua, son algunos de sus efectos (Acuña
Araya, 2001).
Ivanega (2009) clasifica en cuatro grandes grupos los problemas a los que se
enfrentan las ciudades como consecuencia de su crecimiento no planificado: a)
dificultades en el acceso a la infraestructura y servicios; b) contaminación por
desperdicios y emisiones; c) degradación de recursos, y d) exposición a peligros
ambientales. Si bien estos problemas son frecuentes en la mayoría de las ciudades,
generalmente alcanzan su manifestación máxima en las áreas periurbanas.
Por otra parte, la ruptura de relaciones sinérgicas entre el campo y la ciudad se
agudiza en la medida que se expande la “huella ecológica urbana” (Rees, 1992). Este
concepto ayuda a comprender cómo van cambiando las relaciones entre las ciudades
y áreas circundantes con el tiempo, así como también los costos ambientales que
suponen dichos cambios.
Debido al comercio y flujos de bienes y servicios ecológicos, las ciudades
extraen recursos naturales y la productividad ecológica de distantes regiones. La
expansión de la huella ecológica urbana de cada ciudad tiene implicancias importantes
para la interfase periurbana, tanto por la intensificación de las presiones sobre su
capacidad de carga, como la pérdida de oportunidades para la producción (Allen,
2003).
Además, tal vez una de las situaciones conflictivas más clásicas y preocupantes
en las áreas periurbanas, esté asociada con los cambios de usos de suelo que
demandan la aplicación de instrumentos de gestión que permitan adoptar estrategias
de intervención. En ese sentido, un instrumento muy útil para dar respuesta a estos
problemas que surgen de cambios e incompatibilidades en los usos del suelo, es el
Ordenamiento Territorial (Zulaica y Ferraro, 2013b).
En síntesis, la interfase periurbana está sujeta a una amplia gama de
transformaciones y cambios, que surgen tanto dentro como fuera de sus límites por las
27
relaciones que se dan entre el sistema social y el sistema natural. Estas relaciones
manifiestan desequilibrios que luego se expresan en problemas ambientales.
Partiendo del análisis de esas desarticulaciones o desequilibrios, Fernández
(2000) establece una diferenciación precisa considerando su situación intrasistémica y
extrasistémica. Esta clasificación resulta muy útil para profundizar en la clasificación
de problemas y problemáticas ambientales del periurbano. Desde esa perspectiva, el
autor interpreta a los problemas ambientales como hechos intrasistémicos derivados
de desajustes entre los subsistemas social y natural, mientras que las problemáticas
ambientales constituyen redes de problemas extrasistémicos que afectan desde su
interior a otro sistema de nivel superior.
Entre los problemas extrasistémicos del periurbano pueden considerarse
aquellos que emergen de la dinámica de flujos en el contexto regional, como por
ejemplo los asociados con emplazamientos en áreas de vulnerabilidad natural o
aquellos ligados a la fragmentación territorial que devienen de políticas globales o
regionales que impiden la integración de algunos sectores.
Dentro de los problemas intrasistémicos, se consideran los de dimensión urbana,
en los cuales sus efectos derivan de la propia ciudad considerada como una entidad
única, susceptible de ser analizada hipotéticamente como una totalidad que interactúa
con un soporte más o menos natural preexistente al surgimiento histórico de la
instalación urbana. De acuerdo con el mismo autor, ejemplos de este tipo de
problemas en el periurbano son aquellos que devienen del crecimiento de la ciudad en
su contexto territorial inmediato, como es el avance de la urbanización sobre terrenos
con potencialidad agrícola.
Otros problemas de esta dimensión son los derivados del manejo del ciclo de
desechos y del manejo ciclo de insumos, como pueden ser las situaciones derivadas
de las formas de disposición de residuos (procesos de contaminación) y de las
demandas de insumos fuertemente remodeladores de las áreas periurbanas
(explotación minera con la consecuente degradación de recursos naturales) y
situaciones derivadas de intensificación tecnológica asociada al uso intensivo de
fertilizantes y plaguicidas en áreas hortícolas.
Asimismo, existen problemas cuyos efectos provienen del interior del sistema
urbano, los de dimensión intraurbana. En estos casos, las soluciones deben generarse
de manera endógena dado que los problemas se manifiestan en las formas de vida
urbana sobre toda o parte de la sociedad urbana. Entre este tipo de problemas se
encuentran aquellos emergentes de la conflictividad relativa de actividades de nula o
28
baja compatibilidad como las industriales y residenciales, y aquellos emergentes de
efectos suscitados por políticas públicas sectoriales como las situaciones derivadas de
ausencia de infraestructura, equipamientos y servicios básicos.
Por último, es necesario mencionar que en función de los objetivos de la tesis y
considerando la teoría social del riesgo, los problemas pueden asumirse como peligros
ambientales. Según INDECI (2006), estos pueden definirse como la probabilidad de
ocurrencia de un fenómeno natural o inducido por la actividad del hombre,
potencialmente dañino, de una magnitud dada, en una zona o localidad conocida, que
puede afectar un área poblada, infraestructura física y/o el ambiente.
GESTIÓN AMBIENTAL DEL DESARROLLO URBANO (GADU) E
INSTRUMENTOS PARA SU IMPLEMENTACIÓN
La GADU supone una reformulación de las políticas urbanas en instancias de
sustentabilidad (Fernández et al., 1999). Es por ello que se considera central introducir
el concepto de la sustentabilidad a la luz de sus distintas dimensiones consagradas
desde 1992 cuando se celebró en Río de Janeiro el Congreso de Naciones Unidas
sobre Medio Ambiente y Desarrollo.
En relación con este paradigma, Guimarães (2003) enuncia y explica las
distintas dimensiones de la “sustentabilidad”: 1) una dimensión ecológica, que implica
preservar la integridad de los procesos naturales que garantizan los flujos de energía y
materiales en la biósfera y que, a la vez, preservan la biodiversidad y los recursos
naturales; 2) una dimensión sociocultural, que promueve el mantenimiento del sistema
de valores, prácticas y símbolos de identidad, la igualdad y el bienestar humano; 3)
una dimensión económica, tendiente a la gestión adecuada de los bienes ambientales
congruente con las metas de la sustentabilidad ecológica, y 4) una dimensión política,
que privilegia la complementariedad entre los mecanismos de mercado y la regulación
pública promovida como política de Estado.
El desarrollo sustentable y las dimensiones que lo componen pueden analizarse
en el contexto de las ciudades que conforman la segunda naturaleza (Fernández,
2000). En función de lo anterior Fernández et al. (1999) establecen las cuatro grandes
políticas sociales urbanas que conforman el paradigma del desarrollo urbano
sostenible: sustentabilidad natural, sustentabilidad social, sustentabilidad económica y
sustentabilidad política.
29
Cada una de estas dimensiones o esferas corresponden a cuatro mega temas
centrales en las políticas urbanas. Estas son la sustentabilidad (referida al capital
natural), la habitabilidad, la productividad y la gobernabilidad, respectivamente (Figura
2).
Figura 2 Dimensiones de la sustentabilidad urbana
Fuente: Elaboración personal sobre la base de Fernández et al. (1999).
En la imagen se verifica cómo se redefinen las políticas en términos de
sustentabilidad y cómo en su entrecruzamiento se obtiene la sustentabilidad
ambiental. El polo P identifica la productividad, la cual se considera como
competitividad entre ciudades. El polo G, refiere a la gobernabilidad, o sea, al conjunto
genérico de las acciones de gestión y administración del gobierno urbano, en tanto
manifestación democrática de representatividad popular de gobierno local.
El polo H, alude a la habitabilidad, esto es, la medida de calidad y organización
de la sociedad local cuya caracterización se realiza en términos de articulación entre
las funciones y prácticas del habitar social urbano y las formas y expresiones del
hábitat social urbano 3 . El polo S identifica la sustentabilidad natural, es decir la
3
El hábitat puede definirse como el “subsistema de oferta” de recursos y servicios urbanos teóricamente disponibles respecto de una sociedad urbana determinada, pudiéndose hablar de una “naturaleza
30
cantidad y calidad de recursos naturales más o menos transformados o antropizados
sobre cuya base se instala o desarrolla la tecnoestructura urbana.
En términos de sustentabilidad, la productividad puede redefinirse como
sustentabilidad económica, la cual debería verificarse como maximización de la
productividad de una economía local (urbana o regional) no de carácter absoluto, sino
en tanto no reduzca significativamente los otros polos. La habitabilidad, entendida
como sustentabilidad social, debería suponer la mejora progresiva de toda la sociedad
local respectiva (urbana o regional) tal que se supere en el corto/mediano plazo los
umbrales de pobreza y de necesidades básicas insatisfechas.
La sustentabilidad, ahora definida como sustentabilidad natural, debería implicar
una reconsideración de la base material de sustentabilidad local a partir de una
racionalidad que articule la sustentabilidad ecológica con la tecnológica (reconocer que
el capital natural primario puede ser potenciado por capital tecnológico). La
sustentabilidad política, antes entendida como gobernabilidad, implica considerar las
externalidades propias de la globalización económica, lo cual determina un rol
específico de gobernabilidad local fundamentalmente ligado a administrar las
manifestaciones regresivas de la exclusión social que dichos fenómenos provocan.
Para esto, es necesario crear capital político local capaz de confrontar decisiones
extralocales que generan exclusión social (Fernández et al., 1999).
Por otro lado, se identifica un punto de equilibrio de las cuatro manifestaciones
sectoriales de políticas urbanas replanteadas en términos de sustentabilidad: la
sustentabilidad ambiental.
Basándose en la optimización de la sustentabilidad ambiental, el proceso GADU
tiene como polo sustancial garantizar la sustentabilidad de un asentamiento, regiones,
cuencas o ámbitos territoriales.
Por otro lado, implica la articulación adecuada de las políticas de sustentabilidad
natural, la productividad y la habitabilidad. Es necesario aclarar, que esta articulación
puede alcanzarse siempre y cuando existan políticas de gobernabilidad (cuarto polo de
las políticas urbanas) que favorezcan dicha integración.
Finalmente, es posible hablar de una gestión de la sustentabilidad ambiental,
redefiniendo la GADU en criterios de sustentabilidad.
secundaria”; en tanto que el habitar es el “subsistema de demandas” de recursos y servicios urbanos teóricamente requeridos por una sociedad determinada, que comprende las condiciones aceptables (definidas por los hombres) para la vida social incluyendo en este concepto la calidad de vida (Fernández et al., 1998). La desarticulación entre el hábitat y el habitar deriva en problemas que surgen cuando los bienes, servicios y condiciones de la ciudad no brindan lo requerido por la sociedad.
31
Al momento de realizar una gestión urbana para abordar la vulnerabilidad socio-
ambiental, es necesaria la implementación de diversos instrumentos, tales como el OT
y el OAT. Ambos están al servicio de la gestión ambiental y del desarrollo. Buscan
organizar, armonizar y administrar la ocupación del espacio de manera que se puedan
prever los efectos que provocan las actividades socio-económicas y precisar los
medios y líneas de acción apropiados para alcanzar los objetivos y prioridades de
desarrollo (Massiris Cabeza, 2002).
Ordenamiento Territorial (OT)
La definición de OT más ampliamente difundida y la más aceptada por la
comunidad científica, es la que proporciona la Carta Europea de Ordenación del
Territorio:
“Es la expresión espacial de las políticas sociales, económicas, ecológicas y
culturales de una sociedad. Es a la vez una disciplina científica, una técnica
administrativa y una política concebida como un enfoque interdisciplinario y global
cuyo objetivo es un desarrollo equilibrado de las regiones y la organización física del
espacio según un concepto rector” (Carta Europea de Ordenación del Territorio,
1983:2).
Pujadas y Font (1998) establecen que ordenar el territorio plantea tres
interrogantes. El primero refiere a qué se ha de ordenar. La respuesta a esta pregunta
son los distintos usos del suelo que coexisten en un territorio, los cuales están
impuestos por las actividades desarrolladas por el hombre.
En segundo lugar, se plantea para qué o por qué se ha de ordenar. En principio,
responde a los fines y objetivos del OT que se relacionan directamente con el
concepto de sustentabilidad: lograr un desarrollo socio-económico equilibrado de las
regiones; mejorar la calidad de vida; gestión responsable de los recursos naturales y
protección del ambiente; utilización racional del territorio.
Además, es necesario ordenar el territorio porque hay que corregir las
desigualdades territoriales generadas por el mercado. Esto se refiere a la
concentración de actividades y población, y la escasa integración económico-espacial.
Finalmente, el tercer interrogante plantea el cómo se ha de ordenar el territorio.
Este último punto, hace referencia a los criterios de ordenación que permiten alcanzar
los objetivos. Uno de los criterios es tener en cuenta el carácter limitado del territorio
32
por ser un bien escaso. Además, es necesario aclarar que la respuesta a esta
pregunta será el resultado final del proceso de OT.
Los mismos autores, plantean que ordenar el territorio implica un proceso de
elección entre alternativas. Para lograr una correcta ordenación deben cumplirse tres
requisitos:
1. Usos alternativos. Ordenar el territorio supone elegir entre diferentes usos de
suelo posibles. El proceso de elección implicará un conocimiento profundo de
los agentes públicos y privados que intervienen sobre el territorio, cuáles son
sus intereses y su manera particular de ocupar el territorio.
2. Criterios sobre qué usos son más adecuados. Los criterios a tener en cuenta
(ambiental, territorial, económica, técnica) evolucionaron y recogen las
principales preocupaciones de la ordenación del territorio, tales como el
desarrollo económico, la calidad de vida, y preservación del ambiente;
jerarquizando alternativas. Esto implica definir un modelo territorial futuro al que
se quiere llegar mediante el proceso de ordenación.
3. Poder político para impulsar la alternativa escogida. Implica diseñar un
conjunto de políticas territoriales y de instrumentos de planificación que
permitirán convertir en realidad las propuestas territoriales elaboradas por el
equipo de trabajo.
El OT implica tres tipos básicos de intervención: legislar, planificar y ejecutar los
planes aprobados. Estas acciones pueden verse como etapas encadenadas dentro del
proceso global de OT.
La planificación constituye una etapa central en el proceso de OT. Se trata del
trazado de líneas de acción para alcanzar objetivos territoriales determinados,
cartografiables en un plano. El plan es el instrumento básico del OT, ya que esta
práctica se fundamenta en la elaboración y aprobación de planes diversos (Pujadas y
Font, 1998).
Por otro lado, se puede definir la planificación como un método de intervención
para producir un cambio en el curso tendencial de los eventos. Está influida por las
ideas que orientan a la sociedad y está limitada por las condiciones en que esta
sociedad se desarrolla (Lira, 2006).
Pujadas y Font (1998), señalan que es importante tener en cuenta que el OT no
se trata de un proceso lineal, sino que es circular. Esto quiere decir, que existe un
modelo territorial actual, luego se realiza una revisión del mismo, se analiza la
33
situación actual para realizar un diagnóstico y posteriormente se hace la determinación
del plan para un nuevo modelo territorial, el cual más adelante se someterá a
revisiones continuas.
Las etapas clásicas de los trabajos de OT tienen una estructura piramidal, donde
en la base se encuentra el análisis territorial, le sigue el diagnóstico y por último las
propuestas:
1. Análisis territorial. Implica tener una primera aproximación al conocimiento de
los procesos territoriales. Se apoya en conocimiento teórico interdisciplinario
y metodologías exteriores al OT.
2. Diagnóstico. Aquí se diagnostica el estado del territorio a partir del análisis
anterior, se identifican los problemas territoriales y las potencialidades. Esto
conduce a la formulación de metas y objetivos.
3. Propuestas. Las etapas anteriores culminan en esta que es la elaboración de
propuestas y líneas de acción. Se determinan las medidas que permitirán
conformar la realidad futura y se evidencia la dimensión política del OT por la
existencia de un proceso de toma de decisiones.
La ejecución de plan producirá, tanto efectos esperados como no esperados, los
cuales deberán ser evaluados y contrastados, en la correspondiente revisión del plan.
En este proceso, el conjunto de disciplinas científicas con las que el OT
mantiene muchos vínculos y que constituyen las teorías sustantivas, aportan criterios
objetivos sobre qué instrumentos o acciones resultarán más apropiadas para resolver
problemas territoriales. Por este motivo se entiende que el OT adquiere un carácter
interdisciplinario. El territorio no es patrimonio de ninguna disciplina científica ni de
ningún campo profesional.
Por último, es importante mencionar que el OT es de carácter público. Es una
competencia de este sector, pero que va destinada a ordenar la ocupación del
territorio por parte de los agentes privados. De esta forma, debe responder a sus
aspiraciones y demandas para que logren desarrollar sus actividades.
Ordenamiento Ambiental del Territorio (OAT)
Debido a la componente ambiental de la presente tesis, es pertinente hacer
referencia al paso de un OT hacia un OAT. Diversos autores utilizan estos conceptos
34
en sus trabajos (Pillet Capdepón y Plaza Tabasco, 2003; Belmonte y Núñez, 2008;
Elissonde, 2012).
Todo OT se apoya en la consideración de la capacidad del territorio y los
impactos de los diferentes usos o actividades, para así lograr maximizar la aptitud y
minimizar los impactos. Es así, que el OT queda subordinado a las consideraciones
ambientales, ya que se trata de que nuestras acciones encajen dentro de las medidas
que eviten el deterioro ambiental.
De esta manera, se puede plantear la existencia de un OAT, que se define como
“la función atribuida al Estado de regular y orientar el proceso de diseño y planificación
del uso del territorio y de los recursos naturales renovables de la Nación a fin de
garantizar su adecuada explotación y desarrollo sostenible” (Oficina Asesora de
Ordenamiento Ambiental, 1998:5).
Además, puede interpretarse como un proceso técnico-político con enfoque
ecosistémico que establece la compatibilidad de las actividades que se realizan en las
diferentes unidades territoriales, con las características ecológicas, sociales y
económicas de las mismas (Utria, 1994).
El OAT suministra al OT una síntesis del funcionamiento de los ecosistemas y le
brinda propuestas de alternativas de uso y actividades para una planificación en el
marco de la sostenibilidad (Andrade, 1996).
Este proceso se articula con los de planificación del desarrollo en el marco de la
descentralización. Por este motivo, debe ser abordado en los niveles nacional, regional
y local, tanto en los aspectos técnicos como en los políticos, y contemplar un horizonte
de largo plazo que involucre objetivos intermedios a corto y mediano plazo (Oficina
Asesora de Ordenamiento Ambiental, 1998).
En sus etapas, el OAT incluye procesos de planificación estratégica para
resolver problemas nuevos o aquellos que tomaron relevancia en los últimos tiempos.
De esta manera, la planificación estratégica se incluye en el OAT para resolver
cuestiones que otras modalidades de planificación no podían hacerlo.
Fernández Güell (2007) hace referencia a la planificación estratégica, como la
elaboración de un plan de acción integral que incluye acciones a desarrollar pero sin
ubicarlas en el espacio. No se trata de un plan normativo, sino que se basa en el
compromiso de agentes e instituciones.
35
Se visualizan temas críticos, se diagnostica la situación y a partir de allí, se
definen líneas de acción para orientar al territorio hacia la dirección futura más propicia
para su desarrollo.
Las etapas de este tipo de planificación, se divide en dos grandes módulos: la
elaboración y la ejecución. Dentro del primero se encuentran:
1. Organización del plan e identificación de temas críticos. Se constituye el
equipo técnico, se identifican las necesidades de información, se informa a
participantes claves, se desarrolla el plan de trabajo y se fijan objetivos.
2. Diagnóstico interno y externo. Se analiza la evolución futura del territorio a
partir del diagnóstico de condicionantes internos y externos. En el primero se
analizan los puntos fuertes de la ciudad y territorio. El otro, posee una
dimensión económica, y se consideran las tendencias globales.
3. Definición de metas, objetivos y estrategias. Las metas y objetivos van
dirigidos a aprovechar los puntos fuertes, como a superar los débiles. La
definición de estrategias señala en qué direcciones se tendrán que tomar las
iniciativas.
4. Definición de objetivos para cada línea estratégica e identificación de
acciones. Se considera la fase que posee mayor participación ciudadana.
Finalmente, se lleva a cabo la ejecución, en la cual se realizan las actuaciones
previstas.
En relación a los espacios litorales, al momento de hacer referencia al modo de
ordenar estas áreas, es necesario mencionar la gestión integrada de zonas costeras.
Sobre la base de un programa de OAT y considerando la planificación estratégica,
Barragán et al. (2003), plantean la necesidad de adoptar un programa de gestión para
el manejo sustentable de estos espacios.
Para concluir, es necesario destacar que si bien hay estudios que abordan la
vulnerabilidad socio-ambiental en el periurbano marplatense, el presente trabajo
constituye una actualización de los resultados obtenidos previamente, debido a que se
utilizan datos del censo nacional del 2010. Además, se incluyeron nuevas variables, se
realizaron entrevistas en instituciones diferentes y se incorporó la metodología de
Conesa Fernández-Vítora para la evaluación de las problemáticas detectadas (la
descripción se encuentra en el apartado Metodología).
36
Por otra parte, son relevantes las propuestas de OAT debido a la falta de planes
reguladores que contemplen la heterogeneidad de actividades y los peligros
ambientales que surgen de las incompatibilidades de los usos del suelo.
37
CAPÍTULO 2
ÁREA DE ESTUDIO
38
ÁREA DE ESTUDIO, EL PERIURBANO
DE MAR DEL PLATA
LOCALIZACIÓN, LÍMITES Y DINÁMICA
El área se vincula con la ciudad de Mar del Plata, partido de General
Pueyrredon. El Partido se localiza al sudeste de la provincia de Buenos Aires,
Argentina y limita al noreste con el partido de Mar Chiquita, al sudoeste con General
Alvarado, al noroeste con el partido de Balcarce y al sudeste con el océano Atlántico
(Figura 3). La ciudad cabecera dista 400 km de la Ciudad de Buenos Aires, 350 km de
La Plata y 460 km de Bahía Blanca.
Figura 3 Localización del partido de General Pueyrredon
Fuente: Elaboración personal.
Mar del Plata se encuentra recostada sobre el Océano Atlántico, con una
extensión urbana costera de aproximadamente 50 km. Por su extensión y cantidad de
habitantes, constituye la tercera urbanización de la provincia de Buenos Aires,
después del Área Metropolitana de Buenos Aires y la ciudad de La Plata. Mar del Plata
39
es una ciudad balnearia por excelencia favorecida por las condiciones climáticas4. En
la temporada estival registra una importante afluencia turística, que duplica y en
ocasiones triplica su población en los meses de verano. Así, el sector terciario está
orientado principalmente a la prestación de servicios turísticos, destacándose la
actividad comercial (Atucha et al., 2012). La actividad industrial pesquera tiene un
relevante significado económico y social en la ciudad. El destino final de la industria de
procesamiento de pescado es el mercado interno y las exportaciones; su puerto es el
principal proveedor de productos pesqueros con destino al mercado interno argentino.
Entre las actividades económicas, se destaca también la agricultura intensiva cuya
producción hortícola abastece a la ciudad y gran parte de la región.
Como contracara de la ciudad balnearia, se sabe que hay más de un centenar
de asentamientos precarios en la ciudad. Según datos del Informe sociolaboral del
partido de General Pueyrredon (Gallo et al., 2014), en el aglomerado Mar del Plata-
Batán, durante los últimos dos años la desocupación muestra una tendencia creciente
y divergente con respecto al desempleo nacional. Luego de haber alcanzado un pico
del 11,7% a fines de 2013, en el primer trimestre de 2014 la tasa de desocupación en
la ciudad se ubicó en el 9%, exactamente el mismo porcentaje que en el primer
trimestre de 2013 y sólo superado por los aglomerados de Gran Catamarca y Gran
Córdoba, con tasas del 9,4% y 9,1% respectivamente. Muchos de los asentamientos
precarios y las problemáticas sociolaborales se presentan en el área periurbana.
Es importante aclarar, que realizar una delimitación territorial para poder acotar
el área de estudio, no es una tarea sencilla tratándose de una zona de interfase.
García (2006) señala que una parte fundamental del esfuerzo de investigación es la
construcción (conceptualización) del sistema como recorte más o menos arbitrario de
la realidad que no se presenta con límites ni definiciones precisas.
El dinamismo del periurbano, se expresa tanto en la definición de su límite
interno (urbano-periurbano) como externo (periurbano-rural) y en el interior de los
mismos. De acuerdo con Alberto (2009) el dinamismo propio de estos espacios
imprime constantes variaciones en sus componentes, en su configuración y en su
apariencia, impulsado por fuerzas endógenas y exógenas.
4
El análisis de los datos pluviométricos del partido de General Pueyrredon provistos por la EEA INTA Balcarce, año 2013 (Carpaneto y Ruffini, 2013) da como resultado un total de 694.3 mm precipitaciones acumuladas anuales. Además ha permitido determinar que el período más lluvioso coincide en general con el primer trimestre del año y el más seco es junio- agosto. El verano y la primavera son las estaciones con más lluvias y el invierno junto con el otoño, son las más secas. Los registros térmicos, muestran una cierta homogeneidad regional, con una media anual de 13.3ºC aunque con un muy leve decrecimiento desde el sector costero hacia el oeste, debido probablemente a la influencia del ambiente marino. El período medio libre de heladas abarca desde mediados de octubre a mediados de mayo.
40
Reafirmando lo anterior, es posible establecer que la delimitación física del
periurbano es arbitraria en la medida que los conceptos conocidos, muchas veces
resultan insuficientes para caracterizar los bordes urbanos. De acuerdo con Ferraro et
al. (2013) una definición de periurbano muy útil para establecer ese límite es la
propuesta por Morello (2000), quien define al periurbano a partir de la presencia o
ausencia de determinados servicios.
A partir del análisis de la extensión de un servicio de saneamiento básico (agua
de red) y de la existencia de amanzanamiento, es posible definir en primera
aproximación el límite interior “urbano-periurbano” de Mar del Plata (Ferraro y Zulaica,
2007a). Cuando no hay amanzanamiento o bien no existe el servicio de agua
corriente, comienzan a aparecer aquellos que provee el medio natural y es aquí donde
“comienza el periurbano”. En un trabajo posterior, Zulaica et al. (2007), ajustan aún
más ese límite siendo más restrictivos en cuanto a la presencia de servicios de
saneamiento básico para considerarse territorio urbano. En función de ello, al
amanzanamiento y a la presencia de servicio de agua corriente, se incorpora la
extensión de la red cloacal como un nuevo indicador de identificación de áreas
periurbanas. Esto es, las áreas con amanzanamiento, red de agua y cloacas se
consideran urbanas mientras que las que no poseen alguno de estos elementos son
periurbanas.
La incorporación de este criterio se debe a la importancia que adquieren los
mismos en relación con la salud de la población y que, en la actualidad, son
sustanciales para asegurar una calidad de vida adecuada en la ciudad.
Este borde fijo delimitado por la presencia de estos dos servicios básicos, que
Ferraro et al. (2013) denominan “borde duro”, es un límite claro y preciso que
diferencia lo urbano de lo periurbano. Dicho borde, es relativamente fácil de definir y
permite mostrar su variación espacial a lo largo del tiempo. En ese sentido, la Figura 4
presenta el borde “urbano-periurbano”, establecido de acuerdo con los criterios
especificados en cuatro años diferentes que comprenden tres períodos (Zulaica y
Ferraro, 2013a).
41
Figura 4 Dinámica del borde urbano-periurbano de la ciudad de Mar del Plata
Fuente: Zulaica y Ferraro (2013a).
De acuerdo con esa misma fuente, en el primer período (1984-1995), se observa
la expansión del borde urbano-periurbano fundamentalmente en el sector sur, en la
zona comprendida entre Vertiz y la Av. Mario Bravo, y sobre la Av. Luro. Entre 1995 y
2005 el límite se extendió de manera relativamente semejante en todas las
direcciones, destacándose el eje correspondiente a la Ruta 2. Finalmente, entre 2005
y 2011, los resultados revelan una extensión muy significativa, sobre todo, si se tiene
en cuenta que el período analizado es el más corto. La extensión de los servicios de
saneamiento básico se destaca principalmente en el sector noroeste, que tiene como
eje la Ruta 226. Los sectores comprendidos en el área en que “se mueve” ese límite
muestran el dinamismo del borde interno denominado urbano-periurbano.
Es importante aclarar que estos criterios adoptados no son de carácter universal
y en este caso se presentan como válidos para la ciudad de Mar del Plata. En relación
a ello, se considera que los criterios para la demarcación de los bordes urbanos
dependen, en general, del grado de desarrollo de las ciudades en cuestión.
El límite externo, es decir el borde periurbano-rural, es más difícil de determinar
a partir de un criterio específico. El mismo conforma una franja difusa cuya extensión
42
varía de acuerdo con la forma en que haya tenido lugar el proceso de expansión
urbana, que en este caso se da sobre los principales ejes de comunicación. En
referencia a esto último, cabe destacar que en las vías de comunicación las
características periurbanas se extienden más allá que en los sectores situados entre
ellas (Ferraro y Zulaica, 2007b; Zulaica y Ferraro, 2007).
En términos generales, este límite periurbano-rural incorpora las actividades
agrícolas intensivas y excluye las agrícolas y pecuarias extensivas. No obstante ello,
se presentan en el periurbano áreas destinadas a las últimas actividades que, dada la
proximidad con otras incluidas en este espacio, se integran al mosaico.
En la Figura 5 se delimita sobre una imagen de satélite del área, el borde externo
del periurbano de Mar del Plata, en los distintos años. Su análisis permite observar
que los cambios verificados no revisten mayor importancia; no obstante, en la década
de 2000, se observa un corrimiento más notorio del límite asociado con la expansión
de áreas residenciales, especialmente sobre las rutas y con el incremento de las áreas
destinadas a horticultura.
43
Figura 5 Partido de General Pueyrredon: límite externo (periurbano-rural) del periurbano de la
ciudad de Mar del Plata
Fuente: Zulaica y Ferraro (2013a).
Una vez definido el periurbano, es importante ajustar sus límites en función de
los objetivos de este trabajo de tesis. Como se verá más adelante, las unidades de
análisis de la vulnerabilidad socio-ambiental son los radios censales de 2010 (INDEC,
44
2010). En ese sentido, es conveniente ajustar los límites a partir de la configuración de
los radios y definir los distintos sectores que lo componen siguiendo esos límites.
De esta manera, el periurbano de Mar del Plata ajustado sobre la base censal
cubre unas 34.071 ha y según los datos de 2010 (INDEC, 2010), posee 125.143
habitantes, es decir, un 20% del total de la población censada en el partido de General
Pueyrredon en ese año (618.989 habitantes).
SECTORES DEL PERIURBANO MARPLATENSE
Los antecedentes de estudios realizados en el periurbano de Mar del Plata
(Echechuri et al.; 1998; Ferraro y Zulaica, 2007a; Zulaica et al., 2009; Ferraro y
Zulaica, 2010; Ferraro et al., 2011; entre otros) identifican en el periurbano de Mar del
Plata, cinco sectores bien diferenciados por sus características socio-económicas,
problemáticas ambientales y su dinámica de conformación. Dichos sectores o zonas
se definieron siguiendo los ejes de comunicación más importantes: eje Ruta 11 hacia
el norte (Sector 1), Ruta 2 (Sector 2), Ruta 226 (Sector 3), Ruta 88 (Sector 4) y Ruta
11 hacia el sur (Sector 5).
La ciudad presenta una extensión urbana costera cuyo límite es rígido y de los
cinco sectores identificados sólo dos, situados al noreste (Sector 1) y sudeste (Sector
5), tienen vinculación con la costa.
El primero de ellos combina actividad urbana de baja densidad y ganadería
extensiva, en tanto que el segundo manifiesta una clara vocación turística. Hacia el
interior del continente, los tres sectores restantes quedan delimitados por grandes vías
de comunicación.
El sector situado al sudoeste (Sector 4) se caracteriza por usos mineros,
industriales y hortícolas; limitando al anterior y en sentido oeste-noroeste, se presenta
otro sector (Sector 3) cuya particularidad definitoria es la actividad hortícola aunque
mezclada con otros usos, destacándose el residencial de crecimiento acelerado sobre
una villa serrana; finalmente, lindero al anterior y en sentido noreste-este (Sector 2), se
distingue otro sector en el que predominan las actividades agrarias extensivas.
A continuación, en la Figura 6, se muestra la localización del área de estudio y
los sectores identificados dentro del periurbano marplatense. Considerando la totalidad
de la población censada en 2010, el Sector 4 concentra la mayor parte de la población
(39,08%), siguiéndolo el Sector 3 (22,38%), luego el Sector 5 (14,42%), y por último
los sectores 1 y 2 con 14,26% y 9,86% respectivamente.
45
Figura 6 Localización y delimitación del área de estudio
Fuente: Elaboración personal sobre la base de Zulaica et al. (2013).
SUBSISTEMAS PERIURBANOS
Una vez establecidos los límites del periurbano y su variación en cuatro
momentos diferentes, cabe preguntarse qué subsistemas definen al periurbano
marplatense y cuáles son sus principales características5. Respecto de ello, Ferraro et
al. (2013) caracterizaron los principales subsistemas que integran el periurbano, con la
finalidad de explicar su heterogeneidad. Dichos subsistemas se sintetizan en la Tabla
1.
5
Como se verá más adelante (Marco Teórico), el periurbano se conceptualiza como un sistema complejo (García, 2006). Partiendo ello, su caracterización puede realizarse considerando diferentes subsistemas interrelacionados, tal como lo interpretan Ferraro et al. (2013).
46
Tabla 1 Subsistemas del periurbano de Mar del Plata
Subsistemas Principales características y componentes
Físico
Está representado por dos componentes: Físico-natural, que incluye el agua, el suelo y el aire, los cuales actúan de soporte, son fuente de recursos y sumidero de desechos. Físico-construido, representado por la infraestructura (redes viales, de agua potable, de cloacas, etc.).
Socio-cultural
Comprende el conjunto de la población y todas sus características demográficas, culturales, de empleo, de salud, educación, tecnológicas, etc. Sus relaciones son, en términos generales, de demanda sobre el resto de los subsistemas.
Productivo
Está representado por todas las actividades que se realizan en el periurbano de Mar del Plata. Sus principales componentes son: Minero, que abarca las actividades extractivas, tanto las de roca de aplicación como las ladrilleras. Su relación con el sistema urbano es como proveedor de materias primas para la construcción material de la ciudad, entre otras. Agroproductivo, de enorme complejidad, habida cuenta de que es el que mayores relaciones establece con el resto de los subsistemas, especialmente con el físico natural. Su relación con el sistema urbano está dada por la provisión de alimentos frescos (productos hortícolas). En menor medida, se presentan entremezcladas actividades agrícolas y ganaderas extensivas. Industrial, comprende al parque industrial y las áreas periurbanas que el Código de Ordenamiento Territorial (COT) admite como industriales. Turístico, comprende todas las actividades relacionadas directamente con el turismo.
Urbano-residencial
Comprende las áreas periurbanas destinadas a residencias tanto de carácter permanente como estacionales o de veraneo, localizadas esta últimas fundamentalmente en los sectores costeros.
Digestor
Incluye al conjunto de infraestructura de saneamiento urbano: el sitio de disposición final de residuos, la planta de tratamiento de efluentes cloacales, así como todas aquellas situaciones en las cuales los desechos de la ciudad son depositados o tratados en el sistema periurbano.
Fuente: Elaboración personal sobre la base de Ferraro et al. (2013).
Entre los aspectos más relevantes de estos subsistemas, se destaca que:
El subsistema físico natural, caracterizado en estudios previos (Del Río et al.,
1995) presenta distintos atributos bióticos y abióticos, diferenciándose en el
periurbano seis grandes unidades ecológicas: ambientes serranos, ambientes
periserranos, llanura ondulada, llanura plana, valles de cauces y ambientes
costeros. Los ambientes serranos pertenecen al sistema Tandilia (Teruggi et al.,
1962; Teruggi y Kilmurray, 1975; Dalla Salda e Iñíguez, 1978). La Llanura
ondulada se caracteriza por presentar relieves suavemente ondulados de
pendientes rectas y ondulados, con suelos profundos y bien drenados (SAGyP-
INTA, 1990). La Llanura plana es una llanura eólico-fluvial de escaso relieve; las
divisorias de aguas son muy extendidas, de escasa expresión topográfica y muy
suave pendiente. Los Valles corresponden fundamentalmente a los cursos de
agua más importantes, cuyas cuencas principales se presentan en Cionchi et al.
47
(2000). Los ambientes costeros incluyen geoformas de acumulación (dunas)
situadas en las desembocaduras de los arroyos, las playas que definen la costa
marplatense y geoformas de erosión como es el caso de los acantilados.
El subsistema construido está conformado fundamentalmente por las redes de
infraestructura y servicios (se contemplan en especial red de agua, cloacas y
ejes viales). La red de agua en el periurbano alcanza mayor extensión en las
áreas costeras y aquellas que se aproximan al borde urbano-periurbano. Lo
mismo sucede con la red de cloacas que en el área de estudio se extiende
principalmente sobre la costa hacia el norte, pero siempre en el límite con el
borde mencionado. Los ejes de comunicación más importantes (rutas 11, 2, 226
y 88) estructuran el periurbano e inciden en la expansión de las áreas urbano-
residenciales.
El subsistema sociocultural puede caracterizarse a partir de indicadores
obtenidos de los censos nacionales. En términos generales, la población del
periurbano presenta condiciones e intereses diversos en toda su extensión, que
muchas veces se traducen en conflictos. Cuando se comparan los datos de
algunos indicadores con los correspondientes a las áreas urbanas, se observa
en general, mayor nivel de pobreza, menor acceso a los servicios sanitarios y
educativos, crecimiento demográfico más acelerado, mayor informalidad en el
desarrollo de actividades económicas y contrastes socioculturales más
significativos, entre otras cuestiones
El subsistema productivo incluye el conjunto de actividades que se desarrollan
en el periurbano y está integrado por varios componentes: minero,
agroproductivo, industrial y turístico:
La explotación minera puede dividirse en dos grandes grupos: minería de
rocas de aplicación y minería de suelos (canteras ladrilleras), esta actividad se
encuentra instalada y desarrollada desde 1930 y actualmente se basa en la
explotación de rocas de aplicación. La extracción de los suelos tiene una
correlación histórica con la explotación de rocas de aplicación ya que surgió
como actividad complementaria para la misma época.
En relación con el componente agroproductivo, la actividad hortícola es la
que mayor relevancia ha cobrado a lo largo del tiempo en el periurbano. Es una
actividad exitosa desde el punto de vista económico ya que contribuye de
manera significativa al Producto Bruto Geográfico. En los últimos diez años se
destaca el incremento de la superficie hortícola bajo cubierta.
48
El desarrollo industrial es de mediana complejidad en la ciudad y se
circunscribe en el periurbano a dos áreas específicas: el Parque Industrial y un
Distrito Industrial, definido así por el COT, en el que predominan talleres y
distribuidoras.
Mar del Plata posee un perfil netamente turístico asociado con las playas; la
ciudad ha sido un centro receptor de turismo interno que, en función de la
evolución de la economía, canalizó el turismo de elite de los sectores medios y
de aquellos de menores recursos, presentando por momentos una afluencia
simultánea diversificada (Gennero de Rearte, 2002). En el periurbano esta
actividad se presenta fundamentalmente en las áreas costeras y se manifiesta
con la presencia de balnearios, áreas comerciales y de servicios, y viviendas de
veraneo.
El subsistema urbano-residencial se caracteriza, por la generación y
consolidación de nuevos usos residenciales con características contrastantes:
viviendas de veraneo y equipamiento vinculado con el sector turístico costero,
barrios cerrados y asentamientos precarios. Estos últimos reúnen más de 5.000
habitantes, de acuerdo con los datos obtenidos de Monteverde (2005).
El subsistema digestor incluye el sitio de disposición final de residuos y el
tratamiento de efluentes cloacales, presentes en el área periurbana y con una
larga historia de conflictos que se irán detallando en el desarrollo de la tesis.
Las interacciones que se establecen entre los complejos subsistemas del
periurbano marplatense, determinan la presencia de problemas ambientales (Donsini,
2004) y por lo tanto a la exposición a situaciones de peligro, siendo diferente la
capacidad de respuesta de la población, en función de distintos factores. El análisis de
la vulnerabilidad socio-ambiental aporta bases interesantes para comprender los
procesos que caracterizan estos espacios tan heterogéneos, tal como fue descripto en
esta presentación del área de estudio.
PRINCIPALES ASPECTOS NORMATIVOS DEL ÁREA DE ESTUDIO
La inclusión de los aspectos normativos en la descripción del área de estudio se
justifica en el hecho de que los mismos, dan cuenta de su complejidad, regulan las
actividades desarrolladas en el periurbano y ayudan a explicar situaciones de
vulnerabilidad. Por lo tanto, este apartado no pretende ser exhaustivo sino tomar las
reglamentaciones que más aportan a los objetivos del trabajo. Esta incorporación de
49
un marco legal de referencia para el área de estudio no significa la inexistencia de
otras normativas aplicables a este espacio complejo. El énfasis puesto en este
apartado, se centra en el Código de Ordenamiento Territorial (COT), en las actividades
que regula y en su relación con la normativa ambiental provincial y/o nacional vigente.
El objetivo último de la aplicación de estas normas es, tal como lo define la Ley
25.675/2002 de presupuestos mínimos, la gestión sustentable y adecuada del
ambiente, la preservación y protección de la diversidad biológica y la implementación
del desarrollo sustentable.
El Código de Ordenamiento Territorial
A nivel local, el COT del partido de General Pueyrredon, regula el uso,
ocupación, subdivisión, equipamiento del suelo y todos aquellos aspectos que tengan
relación con el OT.
En 1979, a efectos de asegurar el cumplimiento del Decreto-Ley 8.912, se
sanciona la Ordenanza 4.514 originaria del COT, actualmente vigente en el partido de
General Pueyrredon. Este código de planeamiento urbano fue parcialmente modificado
durante las décadas sucesivas. No obstante, la aplicación del COT resulta insuficiente
para orientar la organización del territorio y los procesos de trasformación de la ciudad,
debido a la inexistencia de instrumentos generales que establezcan políticas y
estrategias en función de objetivos deseados (Donsini, 2004).
Dicho Código, se enmarca en la Ley Provincial 8.912 (promulgada en 1977) que
rige el Ordenamiento del Territorio de la Provincia de Buenos Aires y regula el uso,
ocupación e infraestructura y equipamiento necesarios. Este, subdivide el territorio en
áreas (urbana, complementaria y rural), subáreas (urbanizada, semiurbanizada) y
zonas (residencial, comercial y administrativa, de esparcimiento, industrial, de reserva,
de usos específicos).
Según el COT, el periurbano de Mar del Plata, incluye áreas definidas como
urbanas intraejidales y extraejidales, complementarias y rurales, con características
específicas.
De acuerdo con Monteverde (2005), el criterio de zonificación según
intensidades de usos del suelo empleado en el COT de Mar del Plata no resulta
diferente del aplicado en la mayoría de las ciudades argentinas: el reconocimiento de
una tendencia "natural" de crecimiento y organización de las áreas urbanizadas, según
el cual se tiene una densidad edilicia decreciente desde el centro hacia la periferia. Un
50
principio que, en términos urbanísticos, se traduce en elevados índices de
edificabilidad para los sectores urbanos más centrales, que van a ir disminuyendo
hasta encontrar los valores más bajos, precisamente en las zonas urbanas que se
ubican el borde con el área rural. En el caso de Mar del Plata, esta particularidad de la
normativa urbanística argentina, se manifiesta en la expansión de la ciudad desde un
modelo difuso.
Como se menciona en el Plan Estratégico de 2005, a través del COT se alienta
una expansión de baja densidad y sin servicios ni equipamientos. Esto es conflictivo,
no sólo por los elevados costos que implica la extensión de las redes infraestructurales
para llegar a aquellos sectores de la ciudad con muy bajos niveles de ocupación, sino
también a que es el mismo COT el que, en su Capítulo 11 "Movilización del Suelo
Urbano", establece que se declararán "zonas de provisión prioritaria de servicios de
agua y cloaca" a los distritos residenciales de densidad media, como así también a los
distritos con destino a servicios, equipamientos e industria. Para la provisión prioritaria
del equipamiento comunitario básico, se indica la necesidad de realizar estudios que
determinen los niveles de carencias que presentan distintas zonas de la ciudad.
Es decir, es el mismo instrumento de OT el que, por un lado, promueve un
modelo territorial con muy bajos niveles de ocupación y densidad y, por el otro,
prescribe que estos amplios sectores de la ciudad no se van a considerar zonas de
provisión prioritaria de servicios y equipamientos: fuera del área urbana de Mar del
Plata, se establece como zona de provisión prioritaria de servicios de agua y de
cloaca, las áreas urbanas UTI2, UTI3 (Batán) y ULM1 (Litoral Marítimo sur hasta Alfar)
y Parque Industrial.
Respecto de las condiciones ambientales, el COT no establece criterios propios
referidos a la protección integral de la calidad ambiental que la ciudad ofrece a sus
habitantes, sino que sólo se limita a enunciar las normas vigentes de aplicación sobre
determinadas cuestiones de la problemática ambiental, en particular la legislación
provincial, tales como:
la preservación y el control de reservas naturales,
las condiciones atmosféricas y efluentes gaseosos,
las condiciones de los efluentes líquidos,
la conservación de los desagües naturales,
la preservación de contaminación en las zonas de puertos,
51
las condiciones del suelo en general para la urbanización, las condiciones de
habitabilidad (ruidos molestos, vibraciones).
Las situaciones mencionadas ponen en evidencia las dificultades que surgen en
el abordaje de estos espacios periurbanos y en la formulación de propuestas
tendientes al OAT. Por este motivo, desde el Municipio, se están llevando a cabo
reuniones con el fin de lograr una reformulación integral del COT, “transformándolo en
un Código de Ordenamiento Territorial y Ambiental”. Se plantea, que el nuevo COT
debiera ser elaborado por un equipo profesional e interdisciplinario de origen local, que
conozca cuáles son las necesidades de cambio en materia de regulación urbanística.
Además, necesita ser elaborado con un sentido amplio, incluyendo en la discusión
aspectos que no estén vinculados estrictamente con el urbanismo, tales como el
desarrollo económico, la vivienda, el ambiente, el transporte, el cambio climático, la
sustentabilidad o el patrimonio.
El periurbano en el Código de Ordenamiento Territorial
Como fue mencionado en párrafos anteriores, el periurbano de Mar del Plata
incluye áreas definidas en el COT como urbanas intraejidales y extraejidades,
complementarias y rurales, con características específicas. Los límites del ejido urbano
de Mar del Plata están definidos por el Arroyo La Tapera, Calle sin nombre, Av. Juan
B. Justo, Av. Tetamanti y Av. Mario Bravo hasta la costa. La delimitación del ejido
urbano y de las áreas extraejidales se presenta en la Figura 7.
Dentro del área urbana intraejidal citada, el periurbano comienza en las
denominadas subáreas semiurbanizadas, las cuales, a diferencia de las subáreas
urbanizadas, cuentan sólo con una parte del equipamiento o infraestructura. Batán
también se define como un área urbana que, a su vez, presenta subáreas urbanizadas
y semiurbanizadas.
52
Figura 7 Partido de General Pueyrredon: áreas urbanas intraejidales y extraejidales
Fuente: Elaborado por Zulaica (2010) sobre la base del COT.
En el periurbano, las áreas urbanas extraejidales incluyen las denominadas
“Áreas Urbanas del Litoral Marítimo”, correspondientes a los asentamientos
localizados sobre el eje de la Ruta 11, tanto al norte como al sur de la ciudad de Mar
del Plata. Dichas áreas están destinadas principalmente al uso residencial.
Otros sectores urbanos extraejidales que también integran la interfase son las
“Áreas Urbanas del Territorio Interior” y las “Áreas Urbanas del Territorio Serrano”. Las
primeras, localizadas sobre los ejes de la Ruta 2 y la Ruta 88, están destinadas al uso
residencial dominante de radicación de población permanente mientras que las
segundas, localizadas en función de la Ruta 226, se encuentran destinadas al uso
residencial exclusivo de radicación permanente o turística.
53
Se incluyen además dentro del periurbano, áreas complementarias que son
aquellas zonas circundantes adyacentes a las áreas urbanas y relacionadas
funcionalmente con estas. Se distinguen así, áreas complementarias a Mar del Plata, a
Batán, al Litoral Marítimo, al Territorio Interior y al Territorio Serrano. En ellas
predominan los usos residenciales, actividades turísticas y recreativas, forestales,
entre otras. Por último, la zona de transición también incluye áreas rurales, es decir,
las destinadas a la localización de usos relacionados con la producción agropecuaria,
forestal, minera. Así, es posible diferenciar áreas de uso rural intensivo (horticultura,
floricultura, apicultura, granjas, etc.), áreas de uso rural extensivo, con una unidad
mínima de parcela de 25 ha, y áreas de uso rural serrano, destinadas a
emplazamientos compatibles con las características serranas.
Dado que gran parte del territorio periurbano se constituye de áreas
extraejidales, conviene resaltar algunas consideraciones enunciadas por Mantobani
(2004) en relación con dichos sectores:
La ausencia casi total de conocimientos y datos sobre el territorio extraejidal, de
sus nexos con la red y el sistema urbano y del papel del proceso de
urbanización.
Es notoria la carencia de un proyecto político local tendiente a construir el
territorio extraejidal como un espacio traslúcido o transparente, requisito para
viabilizar estrategias de desarrollo local, generar un medio innovador y atraer
inversiones y radicación de emprendimientos productivos.
No existe decisión política de integrar a la ciudad cabecera con el resto de los
nodos de su sistema urbano.
Actualmente, los límites del área urbana “sobrepasan” ampliamente el ejido
urbano demarcado en el COT y, de esta manera, el periurbano incluye una enorme
diversidad de situaciones diferentes a regular, que demandan propuestas concretas de
gestión territorial.
El Código de Ordenamiento Territorial y las normativas ambientales
Respecto de las normativas ambientales generales y su aplicación en el ámbito
local, Zulaica et al. (2014) y Calderón y Tomadoni (2014) realizaron una revisión de su
incorporación en el COT en la expectativa de detectar vacíos y aportar al diagnóstico
de la situación actual en vistas a la elaboración del nuevo Código. A continuación se
54
enuncian los aportes más relevantes que surgen de los trabajos citados y se
profundiza en la normativa mencionada en el COT.
En el Capítulo 1 referido a generalidades, y específicamente en la enunciación
de términos utilizados, existe un apartado que define conceptos implicados en las
condiciones ambientales. Se enuncian allí, aspectos relativos a contaminación y
residuos. Se menciona la Ley Provincial 11.720 cuando se definen los residuos
especiales.
Los usos y ocupación del suelo se establecen en el Capítulo 5 del COT. En el
apartado correspondiente a la tipificación y clasificación de usos, se menciona la Ley
de Radicación Industrial 11.459, Decreto Reglamentario 1.741/96 y el Decreto
Municipal 1.474/99.
En el mismo capítulo, en materia ambiental se hace referencia a los usos no
industriales que producen residuos especiales quienes deberán cumplimentar, previo a
extenderse la Resolución de Habilitación, con la Ley Provincial 11.720 y su Decreto
reglamentario 806/97. Se mencionan además, para determinados usos, el
cumplimiento de la normativa vigente para la protección a las fuentes de provisión y a
los cursos y cuerpos receptores de agua y a la atmósfera (Nº 5.965) y Decreto
Provincial reglamentario de la Ley 3.395/96, con sus modificatorias, ampliatorias y
anexos de las mismas.
El Capítulo 8 es el que hace referencia específica a las condiciones ambientales
a ser aplicadas en todo el ámbito de las áreas urbanas, complementarias y rurales del
partido y comprende efluentes líquidos y gaseosos, residuos sólidos y semisólidos,
vibraciones y ruidos molestos a la población provenientes de la actividad residencial,
comercial, industrial y de servicios, públicos y privados. Comprende también la
preservación y control del medio ambiente y de los recursos naturales. Este capítulo
establece las disposiciones para efluentes gaseosos diferenciando las fuentes fijas,
móviles, relativas a incineradores, emisiones olorosas, efluentes líquidos y ruidos
molestos.
Entre las normativas de aplicación se mencionan las relativas a protección de
agua y atmósfera (Ley Provincial 5.965 y sus Decretos Reglamentarios), a residuos
especiales (Ley Provincial 11.720 y sus Decretos Reglamentarios), radicación
industrial (Ley Provincial 11.459 y sus Decretos Reglamentarios), Ley General del
Ambiente y Recursos Naturales (Ley Provincial 11.723 y sus Decretos
Reglamentarios), a preservación y control de recursos naturales y medio ambiente
(Ley Provincial 8.912 y sus modificatorias), al sistema provincial de preservación del
55
medio ambiente (Ley Provincial 8.572), al Código Rural (Ley Provincial 10.081 y sus
Decretos Reglamentarios). Se incluye también la Ley Provincial 6.253 y su Decreto
Reglamentario 11.368 (sobre zonas de conservación de desagües naturales), la Ley
Provincial 4.406 (sobre obras hidráulicas y condiciones altimétricas), así como la Ley
Nacional 20.481 (sobre prevención de la contaminación en zonas de puertos). En
relación con las condiciones del suelo, costas y terreno se menciona la Ley Nacional
24.585 y su Decreto Reglamentario; la Ley Provincial 6.254 (de fraccionamientos
urbanos en cotas inferiores a 3,75 m). Se incluyen también Ordenanzas particulares
vinculadas con las condiciones ambientales que hoy se encuentran desactualizadas.
El Capítulo 9 refiere a la forestación urbana. Allí se menciona que la forestación
de los espacios urbanos aptos constituye un elemento primordial del equilibrio
biológico en el área urbana. En las generalidades, declara de interés público la
preservación, ampliación y mejoramiento de arbolados ubicados en propiedad pública
o privada, incluidos los baldíos, parques, plazas, paseos, calles y avenidas del partido
de General Pueyrredon, tal como lo establece la Ordenanza Municipal 9.784 (Código
de Preservación Forestal).
Del análisis anterior se desprende que la inclusión de la normativa ambiental en
el contexto local se encuentra en algunos casos desactualizada. No se menciona por
ejemplo la Ley Provincial 13.592 de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos ni
el Decreto 968 sobre Mineras, el cual describe los instrumentos de gestión ambiental a
utilizar, como el Informe de Impacto Ambiental y la Declaración de Impacto Ambiental,
para obtener el Certificado de Calidad Ambiental. Tampoco se mencionan Leyes de
protección ambiental como por ejemplo el Decreto-Ley 9.867 de Conservación de
Suelos.
Además, se evidencia desarticulación en el enfoque adoptado ya que, en
ocasiones no están claros los instrumentos de gestión urbano-ambiental a ser
aplicados en las actividades periurbanas, este es el caso por ejemplo de las
Evaluaciones de Impacto Ambiental. Tampoco se hace referencia a la regulación de
actividades rurales que conviven con áreas residenciales y debieran contemplarse de
alguna manera en el COT.
Actividades rurales en el Código de Ordenamiento Territorial
Las actividades rurales aparecen en el COT como dominantes en las áreas más
alejadas del ejido. Sin embargo, en el periurbano existen importantes zonas integradas
en esta categoría.
56
Ante la dinámica de la interfase urbano-rural vale preguntarse cómo serán
normadas dichas actividades dentro del nuevo Código (en etapa de reformulación),
teniendo en cuenta que muchas de ellas suponen conflictos por incompatibilidad como
aquellos ligados al uso de agroquímicos.
Esta problemática adquiere una historia de larga data en el Partido. La
Ordenanza 21.296, de relativamente reciente promulgación (Mayo de 2013), regula la
aplicación de agroquímicos en el Partido y sin duda se relaciona con la vulnerabilidad
socio-ambiental en amplios sectores del periurbano.
Esta Ordenanza recibió muchas críticas por violar artículos de Leyes Nacionales
y Provinciales, y proviniendo menos protección respecto a los efectos de los
agroquímicos en la salud y el ambiente.
De esta manera, diversos actores afectados por las aplicaciones de los
agroquímicos, promovieron la demanda originaria de inconstitucionalidad en relación a
los artículos 19, 23, 27, 28 y 35 de la Ordenanza 21.296/2013 de la Municipalidad de
General Pueyrredon, ante la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires.
Teniendo en cuenta el texto completo de la sentencia y la Ordenanza
21.296/2013, a continuación se describen las situaciones problemáticas evidenciadas,
presentadas en RENACE (2014)6.
En primer lugar, el art. 19 delimita lo que denomina “Franja Transicional
Periurbana”, fijándola en el radio de mil (1.000) metros a partir del límite de los núcleos
urbanos.
Los actores explicaron que la mayoría de ellos vive en la periferia de la ciudad de
Mar del Plata, donde no existe red de agua y el suministro de esta proviene de la
extracción de las napas subterráneas, existiendo pozos clandestinos para el riego de
los cultivos que permanecen abiertos y permiten la filtración de productos químicos en
forma directa a las napas.
Además, sostienen que estos pozos se encuentran en una zona donde ahora sí
se podrá fumigar, a diferencia de lo que ocurría anteriormente, dado que están
ubicados en lo que antes era zona de seguridad.
El art. 22 establece que, en la Franja Transicional Periurbana, sólo se permite la
aplicación de productos de síntesis de Banda IV.
6
RENACE es la Red Nacional de Acción Ecologista de Argentina, y el texto completo de la sentencia se encuentra en su página web www.renace.net
57
Relatan los actores que esta Banda, según definición de la OMS, agrupa
productos que probablemente no presentan riesgos agudos en condiciones normales
de uso, pero sólo se basa en probabilidades, no en certezas y tampoco queda claro
cuáles serían condiciones normales de uso.
Asimismo, advierten que esa clasificación está hecha sobre mediciones de la
toxicidad aguda, es decir, de los efectos a corto plazo, sin tener en cuenta los
potenciales efectos crónicos, por lo que la inclusión de estos productos agroquímicos
en esa clasificación no implica que plaguicidas comprendidos en ella sean “seguros”.
En cuanto al art. 23, se elimina la zona de seguridad prevista en el art. 1 de la
Ordenanza derogada y se establece una zona de amortiguamiento y producción
agroecológica, fijándola en 100 metros, en lugar de los 1.000 metros que abarcaba en
la anterior legislación.
Sostienen que la zona de amortiguamiento no tiene un fin protectorio, por cuanto
no se establece una barrera entre los humanos y el área en la que pueden utilizarse
los productos contaminantes. Por ello, los ciudadanos que no quedan comprendidos
en las excepciones del art. 27, están expuestos a ser rociados con venenos a pocos
metros de sus casas. Así, continúan, una levísima deriva los hace pasibles de
absorber por vía cutánea o respiratoria estos productos no elegidos, forzosa y
violentamente utilizados por un productor.
El art. 25 dispone que, dentro de la zona fijada por el art. 23, debiera
establecerse una barrera artificial o vegetal cuyo objetivo será impedir y/o disminuir el
egreso de agroquímicos a zonas aledañas, aumentar la diversidad y atraer insectos
benéficos.
Respecto a esto, si bien se establece una barrera artificial o vegetal, no se
especifica qué sucede entre el momento en que se plantan y el que crecen los árboles.
Además, los actores explicaron que, si bien la barrera estaba prevista en el art. 4 de la
Ordenanza 18.740, no se ha llevado a cabo ni por los productores ni por la
Administración.
Por otra parte, si bien la zona de amortiguamiento conlleva beneficios, sería
necesario que esa zona debería ser establecida donde termina el núcleo protegido
(zona de seguridad) y no sobre el mismo, como lo reglamentaba la Ordenanza
anterior.
Finalmente, el art. 27 considera como Zona con Puntos de Alto Riesgo Sanitario
y ambiental aquellas que: a) se encuentren a cien (100) metros de escuelas, centros
asistenciales y centros de salud y b) se encuentren a veinticinco (25) metros de cursos
58
de agua, clubes, campings, villas deportivas y complejos turísticos. Según el art. 28,
en las Zonas de Alto Riesgo Sanitario y Ambiental se encuentra prohibido el uso de
agroquímicos.
Este permiso de acercamiento viola la Ley Nacional 25.688 (régimen federal de
aguas) y lo dispuesto por las Leyes Provinciales 5.965 (Ley de protección a las fuentes
de provisión y a los cursos y cuerpos receptores de agua y a la atmósfera) y 12.257
(Código de Aguas).
Anteriormente, la zona de seguridad era 1.000 metros, por lo que era poco
probable que los agroquímicos impactaran en el núcleo urbano y/o contaminaran las
aguas, pero ahora, a tan solo de 100 metros de una escuela y/o 25 metros de un curso
de agua, estos sitios son fácilmente alcanzables por los productos tóxicos que se
dispersen en el aire.
Finalmente, el 25 de Setiembre de 2014 la Suprema Corte de la Provincia de
Buenos Aires decretó la suspensión de los arts. 19, 23, 27 y 28 de la Ordenanza
21.296/2013.
En cuanto al art. 35 de la normativa destinada a regular las tareas de
fiscalización, control, toma de muestras y sanciones que se asignan al Departamento
Ejecutivo y profesionales que han de intervenir en aquéllas, no se aplica la suspensión
debido a que los actores no evidenciaron agravio alguno a su respecto.
Además, se dispone la aplicación del régimen anterior previsto en la Ordenanza
18.740 y sus modificatorias, en relación a las cuestiones planteadas en los artículos
que se suspendieron.
Si bien existen diversas normativas que regulan las distintas actividades que se
llevan a cabo en el periurbano marplatense, es importante hacer referencia a que
muchas de las dificultades derivan de los mecanismos de implementación y aplicación.
Además de que se necesiten más especificaciones, por ejemplo respecto a la
utilización de agroquímicos, es pertinente que se efectúen controles de manera
periódica para que las normas vigentes se cumplan.
59
CAPÍTULO 3
MATERIALES Y MÉTODOS
60
PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO
El proceso metodológico principal a aplicar en la tesis es la construcción de un
índice sintético de vulnerabilidad socio-ambiental en el periurbano estudiado. Para
esto, se debió contar con una serie de datos que ayudaron a elaborarlo y a obtener,
posteriormente, las conclusiones para definir algunas estrategias tendientes al OAT.
En primer lugar se procedió a realizar la recopilación de estudios antecedentes y
de datos provistos por el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas (INDEC,
2010), por el municipio de General Pueyrredon, Plan Estratégico de Mar del Plata y del
partido de General Pueyrredon, entre otros.
Por otra parte, los primeros resultados de la tesis están referidos a los peligros
ambientales (problemas que en términos de vulnerabilidad se refieren a peligros)
observados en el periurbano marplatense que inciden sobre la vulnerabilidad de la
población. En la estimación de la importancia de esos peligros se utilizó un método
elaborado por Conesa Fernández-Vítora (2010) para evaluación de impactos
ambientales.
En general, los peligros que se evidencian se originan por la heterogeneidad de
usos del suelo que acoge el territorio en estudio. Frente a los riesgos que implican las
actividades que se desarrollan, la interacción de diversos factores o dimensiones de la
vulnerabilidad, va a determinar la capacidad que posee la población para prevenir,
reducir o afrontarlos.
La capacidad de respuesta frente a los riesgos se puede evaluar a partir de la
construcción de un Índice de Vulnerabilidad Socio-Ambiental. Para construir el
mencionado índice, es necesario seleccionar variables representativas de la situación
que se pretende mostrar. Es importante aclarar que en la selección de indicadores y
variables se tomaron en cuenta bases de datos existentes elaboradas en
investigaciones previas del área de estudio.
Finalmente, el tipo de investigación es descriptiva-propositiva. El carácter
descriptivo se lo otorgan los antecedentes bibliográficos que existen sobre el tema,
donde se han detectado y definido ciertas variables, y a su vez es posible adicionar
nuevas (Hernández, et al., 1997). A pesar de que lo descriptivo es lo central en este
trabajo, el carácter propositivo otorgado por los lineamientos de OAT, complementa el
estudio.
61
A continuación se presentan los métodos, técnicas e instrumentos utilizados para
identificar y evaluar los peligros ambientales periurbanos, los aplicados en la
construcción y aplicación del IVSA y aquellos tendientes a la definición de estrategias
de OAT.
IDENTIFICACIÓN Y EVALUACIÓN DE PELIGROS AMBIENTALES
Respecto de este objetivo, la metodología empleada parte de estudios
antecedentes que abordan territorios complejos como los periurbanos. En primer lugar,
se revisaron aquellos trabajos sobre peligros ambientales generales de áreas
periurbanas (González Urruela, 1987; Rees, 1992; Schuschny, 1998; Fernández,
2000; Morello, 2000; Iaquinta y Drescher 2000; Acuña Araya, 2001; Allen, 2003;
Ferraro y Zulaica, 2008; Ivanega, 2009; Zulaica y Ferraro, 2013b). En segundo lugar,
se tomaron en consideración los estudios que abordan peligros ambientales en el área
de estudio propiamente dicha: el periurbano marplatense (Zulaica et al., 2013; Donsini,
2004; Ferraro et al., 2013; Mikkelsen, 2008; Mikkelsen y Velázquez, 2010).
Posteriormente, se realizaron salidas de campo con el motivo de corroborar los
datos obtenidos por medio de la recopilación de antecedentes. Las salidas de campo,
de carácter exploratorio, se organizaron fundamentalmente en función de los sectores
que componen el área de estudio definidos en estudios previos (Zulaica y Ferraro,
2007; Ferraro et al., 2013).
A fin de evaluar la importancia de los peligros, se utilizó un método desarrollado
y actualizado por Conesa Fernández-Vítora (2010), para la evaluación de los impactos
ambientales. En el presente trabajo no se aplica el método cualitativo matricial de
Leopold del año 1971 sobre el que se basa el autor (matriz de causa-efecto), sino que
solo se consideran los criterios utilizados para la valoración de los impactos.
Esta metodología, permite identificar y ponderar o evaluar los peligros a partir de
valores otorgados individualmente a un conjunto de criterios que utilizados de manera
combinada dan cuenta de la importancia del mismo.
La importancia de cada uno de los peligros queda representada por un número
que se deduce en función del valor asignado a los símbolos considerados en el
siguiente modelo:
Imp = 3I + 2EX + MO + PE + RV + SI + AC + EF + PR + MC
62
Donde: Imp:importancia; I: intensidad; EX: extensión; MO: momento; PE: persistencia;
RV: reversibilidad; SI: sinergia; AC: acumulación; EF: efecto; PR: periodicidad; MC:
recuperabilidad.
Los criterios utilizados se presentan en la tabla que se presenta a continuación
(Tabla 2).
Tabla 2 Importancia del peligro
INTENSIDAD (I): grado de destrucción
EXTENSION (EX): área de influencia
Baja Media Alta Muy Alta Total
1 2 4 8
12
Puntual Parcial Amplio o extenso Total
1 2 4 8
MOMENTO (MO): plazo de manifestación
PERSISTENCIA (PE): permanencia del efecto
Largo plazo Medio plazo Corto plazo Inmediato
1 2 3 4
Fugaz, efímero o momentáneo Temporal o transitorio Pertinaz o persistente Permanente y constante
1 2 3 4
REVERSIBILIDAD (RV): reconstrucción por medios naturales
SINERGIA (SI): potenciación de la manifestación
Corto plazo Medio plazo Largo plazo Irreversible
1 2 3 4
Sin sinergismo o simple Sinérgico Muy sinérgico
1 2 4
ACUMULACIÓN (AC): incremento progresivo
EFECTO (EF): relación causa-efecto
Simple Acumulativo
1 4
Indirecto o secundario Directo o primario
1 4
PERIODICIDAD (PR): regularidad de la manifestación
RECUPERABILIDAD (MC): reconstrucción por medios humanos
Irregular (aperiódico y esporádico) Periódico o intermitente Continuo
1 2 4
Recuperable de manera inmediata Recuperable a corto plazo Recuperable a medio plazo Recuperable a largo plazo Mitigable, sustituible y compensable Irrecuperable
1 2 3 4 4 8
IMP. = 3I + 2EX + MO + PE + RV + SI + AC + EF + PR + MC
Fuente: Conesa Fernández-Vitora (2010).
Luego, se describen los criterios utilizados para evaluar la importancia de los peligros:
a. Intensidad (I): se refiere al grado de incidencia del peligro. Expresa el grado de
destrucción que tiene sobre el ambiente.
63
b. Extensión (EX): es el área de influencia teórica del peligro.
c. Momento (MO): es el plazo de manifestación del peligro, es decir, el tiempo
que transcurre entre la aparición de la acción y el comienzo del efecto sobre el
ambiente. Cuando el tiempo transcurrido sea nulo, el momento será Inmediato,
y si es inferior a un año Corto Plazo, asignándole en ambos casos un valor (4).
Si es un periodo de tiempo que comprende de una a cinco años Medio Plazo
(2), y si el efecto tarda en manifestarse más de cinco años Largo Plazo (1).
d. Persistencia (PE): se refiere al tiempo que permanecería el peligro desde su
aparición y, a partir del cual, el medio afectado retornaría a las condiciones
iniciales previas a la acción por medios naturales, o mediante la introducción de
medidas correctoras. Si la permanencia del peligro tiene lugar durante menos
de un año, la acción produce un efecto Fugaz (1), si dura entre uno y diez años
Temporal (2), si el efecto tiene una duración superior a los diez años, el efecto
se considera Permanente (4). La persistencia es independiente de la
reversibilidad.
e. Reversibilidad (RV): se refiere a la posibilidad de reconstrucción del entorno
afectado por el peligro, es decir, la posibilidad de retornar a las condiciones
iniciales previas a la acción, por medios naturales, una vez que aquella deja de
actuar sobre el medio.
f. Recuperabilidad (MC): es la posibilidad de retornar a las condiciones iniciales
previas a la actuación, por medio de la intervención humana (introducción de
medidas correctoras). En ciertas ocasiones es posible, mediante la aplicación
de medidas correctoras, disminuir el tiempo de retorno a las condiciones
iniciales previas a la implantación de la actividad, por medios naturales, o sea,
acelerar la reversibilidad y, consecuentemente, disminuir la persistencia.
Si la recuperabilidad se produce en menos de 1 año es de corto plazo; entre 1
y 10 mediano plazo; de 10 años a más es largo plazo; si es recuperable parcial
o totalmente pero con introducción de medidas compensatorias es considerado
mitigable, sustituible y compensable; y si la acción es imposible de reparar
tanto por medios naturales como por intervención humana, es considerada
irrecuperable.
g. Sinergia (SI): este atributo contempla el reforzamiento de dos o más peligros
simples. La componente total de la manifestación de los peligros simples,
provocados por acciones que actúan simultáneamente, es superior a los
64
peligros que se manifestarían si las acciones que las provocan actuaran de
manera independiente y no simultánea.
h. Acumulación (AC): da idea del incremento progresivo de la manifestación del
peligro, cuando persiste de forma continuada o se reitera la acción que lo
genera.
i. Efecto (EF): se refiere a la relación causa-efecto, o sea a la forma de
manifestación del peligro sobre el medio, como consecuencia de una acción.
j. Periodicidad (PR): se refiere a la regularidad de manifestación del peligro, bien
sea de manera cíclica o recurrente (efecto periódico), de forma impredecible en
el tiempo (efecto irregular), o constante en el tiempo (efecto continuo).
Una vez identificados y evaluados los peligros, se describieron aquellos aspectos
más relevantes que inciden sobre la vulnerabilidad socio-ambiental del área estudiada.
CONSTRUCCIÓN DEL ÍNDICE DE VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL
a) Selección de los factores, variables e indicadores
Para construir el índice sintético de vulnerabilidad socio-ambiental en el
periurbano estudiado, es necesario seleccionar variables que sean representativas de
los peligros ambientales detectados y de cómo la población hace frente a los mismos.
Las variables son aquellos atributos, relaciones o contextos que se seleccionan
como relevantes para describir las unidades de análisis. Consiguientemente, toda
variable responde a un criterio de clasificación que se emplea para diferenciar dichas
unidades. Las variables se “miden” a través de indicadores; estos proveen información
agregada y sintética respecto de un fenómeno más allá de su capacidad de
representación propia (Rueda, 1999). Un indicador es una variable, seleccionada y
cuantificada que permite visualizar una tendencia que de otra forma no es fácilmente
detectable (Sarandón, 2002). Es importante tener en cuenta que un indicador debe
reunir ciertas características, tales como: ser adecuados al objetivo perseguido, ser
sensibles a un amplio rango de condiciones, tener sensibilidad a los cambios en el
tiempo, ser expresados en unidades equivalentes por medio de transformaciones
apropiadas, ser de fácil recolección y uso y confiables, no ser sesgados (ser
independientes del observador o recolector), ser sencillos de interpretar y no
ambiguos, de características universales, pero adaptados a cada condición en
particular, entre otras (Sarandón y Flores, 2009).
65
Tal como señala Korn (1984) la medida compleja que se obtiene combinando los
valores resultantes para los indicadores en la medición de una variable se denomina
índice. En este trabajo, el IVSA se elabora a partir de estudios antecedentes sobre el
periurbano de Mar del Plata (Zulaica y Ferraro, 2009, 2010, 2011).
En esos casos, se seleccionaron las variables calidad sanitaria, calidad de la
vivienda, movilidad urbana, nivel de instrucción, Necesidades Básicas Insatisfechas,
Privación Material, inserción laboral y calidad ambiental. En este estudio en particular,
las variables se ajustaron en función de los objetivos perseguidos, la información
disponible y de los datos que surgieron del trabajo de campo propio y del
sistematizado en investigaciones previas, en el marco de proyectos de investigación
desarrollados y en desarrollo. Luego, se seleccionaron indicadores que permitieron
medir las variables elegidas.
Dichas variables, se agrupan en función de los factores que inciden sobre la
vulnerabilidad socio-ambiental. En este caso, se seleccionaron variables (calidad
sanitaria, calidad de la vivienda y servicios, movilidad urbana, nivel de instrucción, NBI,
condiciones de informalidad, inserción laboral y calidad ambiental), que se agruparon
en siete factores que inciden sobre la vulnerabilidad socio-ambiental (relativos a la
salud, habitacionales, relativos a la accesibilidad, educativos, relativos a la pobreza,
económicos y ambientales).
Los factores relativos a salud, accesibilidad, habitacionales y ambientales se
relacionan con las problemáticas emergentes del periurbano e incluyen variables
referentes a la cobertura de algunos servicios urbanos, a las condiciones de vida al
interior de la vivienda y las condiciones ambientales del área. Los tres factores
restantes (educativos, relativos a la pobreza y económicos) se vinculan
fundamentalmente con las características de los grupos sociales y su inserción en el
mercado de trabajo. Es importante mencionar, que los factores definen distintos tipos
de vulnerabilidades (dimensiones) que en conjunto aportan a la vulnerabilidad socio-
ambiental que se pretende evaluar en esta investigación. De este modo, se
encuentran la vulnerabilidad sanitaria (definida a partir de factores que afectan la
salud), vulnerabilidad habitacional (factores habitacionales), vulnerabilidad física
(factores relativos a la accesibilidad), vulnerabilidad educativa (factores educativos),
vulnerabilidad social (factores relativos a la pobreza), vulnerabilidad económica
(factores económicos) y vulnerabilidad ambiental (factores ambientales).
Las distintas dimensiones se ponderaron para alcanzar una escala del IVSA
comprendida entre 0 (mejor situación) y 1 (peor situación), asignándole a cada una de
66
ellas un peso relativo definido por la importancia en el contexto general y por la
cantidad de indicadores que agrupan.
Asimismo, los distintos indicadores se ponderaron en función de su relevancia
respecto de del puntaje total contenido en cada dimensión. La ponderación es, en
definitiva, un coeficiente por el cual se debe multiplicar cada indicador de modo que la
sumatoria de los factores de ponderación de como resultado 1. Excepto la
vulnerabilidad física (que contiene sólo el indicador de movilidad urbana), se asignaron
0,15 puntos a cada dimensión que se distribuyen en función de su importancia definida
a partir de estudios antecedentes.
Se trabajó con una base de datos georreferenciada (gvSIG, versión 1.11) con los
radios censales periurbanos, ajustados a la definición de límites establecida por
Zulaica y Ferraro (2013a), de la cual se obtuvieron gran parte de los indicadores.
Como fue mencionado al principio, esa base fue elaborada en el marco de
proyectos de investigación desarrollados en el Instituto del Hábitat y del Ambiente,
financiados por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de
Mar del Plata, bajo la dirección de la MSc. Rosana Ferraro. De este modo, la
metodología que se describe para la obtención de los indicadores corresponde a
aquella aplicada en la base de datos sobre la que se selecciona la información.
La Tabla 3 muestra las dimensiones de la vulnerabilidad consideradas en la
construcción del IVSA con las respectivas variables, los indicadores utilizados y la
ponderación asignada a cada uno de ellos.
Las unidades de referencia espacial, fueron los radios censales de 2010 (INDEC,
2010) y la mayor parte de los indicadores elegidos (“porcentaje de hogares sin
provisión de agua dentro de la vivienda”, “porcentaje de hogares sin instalación
sanitaria con descarga de agua”, “porcentaje de hogares sin disponibilidad de servicio
de agua de la red pública”, “porcentaje de hogares sin disponibilidad de servicio de
desagüe cloacal”, “porcentaje de hogares sin heladera”, “porcentaje de vivienda de tipo
inconveniente”, “porcentaje de hogares con hacinamiento severo”, “porcentaje de
hogares sin baño de uso exclusivo”, “porcentaje de hogares sin disponibilidad de gas
de red”, “tasa de analfabetismo”, “porcentaje de la población de 18 años o más que no
cursa o cursó nivel terciario o universitario”, “porcentaje de hogares con al menos un
indicador de NBI”, “Índice de dependencia potencial”, “tasa de desocupación”,
“porcentaje de la superficie del radio con asentamientos informales”) se obtuvo de ese
censo. Para esos casos, en los estudios antecedentes, se procesaron los datos
utilizando el programa REDATAM (R + SP Process).
67
El “porcentaje de superficie expuesta a inundaciones” se estimó a partir de las
áreas que exhiben este fenómeno delimitadas en Fernández (1996), en tanto que para
el “porcentaje de superficie del radio ocupada por asentamientos informales” se
utilizaron los datos publicados en el Plan Estratégico de Mar del Plata (Monteverde,
2005), con ajustes en campo.
Luego, los indicadores “porcentaje de la superficie del radio a más de 500 m de
un establecimiento de salud pública”, “porcentaje de la superficie del radio con
cobertura del servicio de transporte público a más de 300 m” y “porcentaje de áreas
ocupadas por actividades que impliquen riesgos ambientales o que limiten a 300 m de
esas áreas” requirieron un procesamiento más complejo para su medición en cada
unidad de análisis.
Para los dos primeros mencionados, a partir de la información oficial y del trabajo
de campo, en la base de datos utilizada para seleccionar los indicadores se
digitalizaron por puntos o líneas (según el caso) la localización puntual o ejes sobre la
base georreferenciada. Posteriormente, utilizando el Gestor de Geoprocesos, se
empleó la herramienta Análisis-Área de influencia. Este geoproceso permite generar
una capa vectorial de polígonos como zonas de influencia alrededor de los elementos
digitalizados previamente. Con las áreas de influencia generadas en una capa, se
utilizó otro geoproceso denominado Solape-Intersección, que permite operar sobre dos
capas de información, una de entrada y otra de salida. Por cada geometría de la capa
de entrada se calcula la intersección con las diferentes geometrías de la capa de
Solape, originando un nuevo elemento por cada intersección. El resultado deriva en
una nueva capa conformada por polígonos que se genera del cruce de las capas que
contienen la información vectorizada por puntos o líneas con aquella conformada por
los radios censales del periurbano. Con el empleo de este procedimiento es posible
calcular, mediante la herramienta Expresión la superficie cubierta por las áreas de
influencia (área de intersección) delimitadas previamente en cada radio de referencia.
El indicador “porcentaje de áreas ocupadas por actividades que impliquen
riesgos ambientales o que limiten a 300 de esas áreas”, se estimó sobre una imagen
de satélite7 Landsat 5, sensor TM con Path/Row 224/86 cuya fecha de adquisición fue
09/09/2009. Sobre la imagen, obtenida de la página correspondiente al Instituto
Nacional de Pesquisas Espaciais del Ministério da Ciência, Tecnologia e Inovação de
Brasil, se midieron las áreas ocupadas por actividades que impliquen riesgos
ambientales o que limiten a 300 de esas áreas. Dichas áreas integran sectores en los
que se desarrolla agricultura intensiva, agricultura extensiva, actividades industriales,
7 Dicha imagen fue procesada en estudios previos (Zulaica et al., 2011; 2012).
68
mineras y relativas al saneamiento urbano como son la disposición final de RSU y el
tratamiento de efluentes cloacales. Una vez digitalizados los polígonos
correspondientes a esas áreas, se aplicó el procedimiento mencionado anteriormente
para la definición de áreas de influencia sobre los radios censales periurbanos.
Tabla 3 Dimensiones, variables e indicadores para la construcción del IVSA
Dimensiones de la vulnerabilidad
Variables Indicadores P
Sanitaria Calidad sanitaria
% de hogares sin provisión de agua dentro de la vivienda.
% de hogares sin instalación sanitaria con descarga de agua.
% de hogares sin disponibilidad de servicio de agua de la red pública.
% de hogares sin disponibilidad de servicio de desagüe cloacal.
% de la superficie del radio a más de 500 m de un establecimiento de salud pública.
% de hogares sin heladera
0,03 0,02 0,03 0,03 0,02 0,02
Habitacional Calidad de la
vivienda y servicios
% de vivienda de tipo inconveniente. % de hogares con hacinamiento
severo. % de hogares sin baño de uso
exclusivo. % de hogares sin disponibilidad de
gas de red
0,04 0,04 0,03 0,04
Física Movilidad urbana % de la superficie del radio con
cobertura del servicio de transporte público a más de 300 m.
0,10
Educativa Nivel de instrucción
Tasa de analfabetismo. % de la población de 18 años o más
que no cursa o cursó nivel terciario o universitario.
0,10 0,05
Social
NBI % de hogares con al menos un
indicador de NBI.
0,10
Condiciones de informalidad
% de la superficie del radio con asentamientos informales.
0,05
Económica Inserción laboral Índice de dependencia potencial. Tasa de desocupación.
0,05 0,10
Ambiental Calidad ambiental
% de áreas ocupadas por actividades que impliquen riesgos ambientales o que limiten a menos 300 m de esas áreas.
% de áreas expuestas a inundaciones.
0,10 0,05
Fuente: Elaboración personal a partir de la base de datos georreferenciada existente.
69
b) Análisis de indicadores en función de las variables y dimensiones
de la vulnerabilidad
Como fue mencionado, las unidades espaciales de referencia en el presente
trabajo son los radios censales de 2010 y sobre ellas se efectuó el análisis. No
obstante, se contempló su distribución en los barrios periurbanos. La delimitación de
barrios y la denominación utilizada son las publicadas en el Plan Estratégico de Mar
del Plata y el partido de General Pueyrredon (Monteverde, 2005).
Una vez obtenidos los resultados de los indicadores y variables de las distintas
dimensiones del IVSA, se elaboraron mapas temáticos sobre la base
georreferenciada, utilizando otro Sistema de Información Geográfica (ArcGIS 10.1),
describiéndose las características más relevantes.
Asimismo, mediante el trabajo de campo y la lectura de antecedentes, se indagó
acerca de las posibles causas de las distribuciones obtenidas, determinando los
factores que pueden incidir mayormente en la vulnerabilidad socio-ambiental.
c) Índice de Vulnerabilidad Socio-Ambiental
Los valores obtenidos para cada uno de los indicadores seleccionados se
estandarizaron con la finalidad de transformarlos en unidades adimensionales que
permitan establecer comparaciones (Buzai y Baxendale, 2002; Buzai, 2003). En este
caso, teniendo en cuenta los estudios antecedentes, se estandarizaron los indicadores
mediante la técnica de Puntaje Omega.
Este procedimiento transforma los datos de los indicadores llevándolos a un
rango de medición comprendido entre 0 y 1, valores que corresponden a los datos
mínimos y máximos, respectivamente. En este caso, tratándose de un índice de
vulnerabilidad, el valor más alto (1) expresa la peor situación de cada uno de los
indicadores. La fórmula utilizada es la siguiente:
VEv= (M - d) * VP
M - m
Donde: VEv: valor estandarizado del indicador; d: dato original a ser estandarizado; M:
mayor valor del indicador; m: menor valor del indicador, y VP: valor de ponderación del
indicador.
Finalmente, el IVSA consiste en la sumatoria de los valores índice de cada
indicador ponderado según el peso relativo estipulado. El resultado reviste un valor
teórico donde el rango entre 0 y 1 refleja la mejor y peor situación, respectivamente.
70
Se definieron cuatro categorías del IVSA que reflejan las diferentes situaciones
de vulnerabilidad: baja, media, alta y crítica. Los resultados obtenidos se
representaron espacialmente mediante el uso de un Sistema de Información
Geográfica (ArcGIS 10.1). La configuración espacial se obtuvo a partir de la
clasificación en intervalos por cortes naturales. Este método identifica los puntos de
ruptura entre las clases utilizando una fórmula estadística (optimización de Jenk), que
minimiza la suma de la varianza dentro de cada una de las clases. La aplicación de
este método permite detectar fácilmente las áreas más críticas de vulnerabilidad socio-
ambiental.
Esta misma metodología de clasificación se aplicó a los resultados de cada una
de las dimensiones de la vulnerabilidad, con la finalidad de analizar la incidencia de los
distintos factores sobre la vulnerabilidad socio-ambiental, que surge de la integración
de las dimensiones consideradas.
Este procedimiento de análisis cuantitativo fue complementado con trabajo de
campo 8 , observación directa y entrevistas, que permitieran indagar sobre la
distribución real del IVSA. Los datos a corroborar corresponden a las áreas específicas
elegidas en función de los resultados del índice. Se trata de una corroboración de tipo
exploratoria, que no es suficiente, pero se considera necesaria para realizar un primer
acercamiento a la validación del índice. Para ello, se realizaron salidas que cubrieron
los principales ejes de comunicación: Ruta 88, Ruta 11, Av. Félix U. Camet, Av.
Martinez de Hoz, Av. Constitución, Av. Mario Bravo, Av. Tetamanti, Av. Pedro Luro y
calle 1.
En esta investigación, se formuló una entrevista del tipo semiestructurada, que
determina de antemano la información relevante que se quiere conseguir. Se realizan
preguntas abiertas dando oportunidad a recibir distintos tipos de respuestas, permite ir
entrelazando temas. Esta técnica, propia de la metodología cualitativa, permite obtener
datos que no podían ser construidos solo con la utilización de fuentes estadísticas. En
este sentido, Lizardi-Gómez (2007) señala que desde una exploración de tipo
semiestructurado se puede propiciar el surgimiento de sentidos y significados de
carácter subjetivo que recuperan la particularidad sobre la temática analizada.
Las principales preguntas que guiaron las entrevistas se enumeran a
continuación, en tanto que la guía completa de preguntas se presenta en el Anexo 1.
8 Los instrumentos que se utilizaron en los trabajos de campo fueron: guía de registro de observación en
campo, cuestionario de entrevista de tipo abierta y semiestructurada, cámara fotográfica, grabadora de voz y cuestionario de Check list.
71
- ¿Qué porcentaje de la población del barrio estima que tiene agua y cloacas?
- ¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que poseen más de cinco
miembros o que pueden considerarse familias numerosas?
- ¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que poseen red de gas?
- ¿Qué porcentaje de familias del barrio estima que poseen transporte público
cercano?
- ¿Qué porcentaje de la población de 18 años o más, estima que asiste a
universidades o terciarios?
- ¿Qué porcentaje de la población estima que vive en asentamientos informales?
- ¿Qué problemas ambientales puede identificar en el barrio?
- ¿Considera que en el barrio coexisten actividades que impliquen riesgos
ambientales, tales como agricultura intensiva, industrias, centros de tratamiento
de efluentes, rellenos sanitarios?
Es importante tener en cuenta esta técnica ya que son los actores sociales
quienes proporcionan los datos relativos a sus conductas, opiniones, deseos, actitudes
y expectativas (Taylor y Bogdan, 1986). Solo los que viven o trabajan en el periurbano
son capaces de aportar la información necesaria para complementar el estudio.
En ese sentido, es importante considerar que para llevar a cabo una buena
recolección de datos de primera mano confiable, se deben triangular las fuentes. Esto
es, realizar las entrevistas a distintos grupos calificados que tengan opiniones variadas
(Denzin, 1989).
Esta tarea se llevó a cabo luego de tener los resultados del IVSA, de esta
manera se preseleccionan algunas escuelas y centros de salud del periurbano
marplatense y se realizaron entrevistas a docentes, profesionales y directivos de las
instituciones. Asimismo, este trabajo se complementó con la realización de entrevistas
de tipo abierto a pobladores del área de estudio.
LINEAMIENTOS TENDIENTES AL ORDENAMIENTO AMBIENTAL DEL
TERRITORIO
En función de las características particulares de cada uno de los sectores
definidos, se elaboraron lineamientos de OAT siguiendo estudios antecedentes
72
(Fernández, 1997; Fernández, 2000; Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, 2008;
Monteverde, 2005; Zulaica y Ferraro, 2013b).
En primer lugar, se partió de los sectores identificados en el periurbano de Mar
del Plata, y luego se realizó un análisis en función de las áreas más críticas en
términos de vulnerabilidad socio-ambiental, dimensiones de la misma y sus
correspondientes peligros ambientales identificados en una etapa anterior.
A su vez, se consideraron dentro de los peligros, aquellos identificados en las
salidas de campo, entrevistas y la construcción del IVSA. Por último se plantearon
estrategias con propuestas de OAT específicas para revertir las situaciones críticas
planteadas.
73
CAPÍTULO 4
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
74
1) EVALUACIÓN DE LOS PELIGROS AMBIENTALES DEL ÁREA EN
ESTUDIO
a) Peligros ambientales del periurbano de Mar del Plata
Las políticas de planificación urbana en Mar del Plata han sido insuficientes para
guiar el crecimiento de la ciudad y las problemáticas originadas por las diferentes
prácticas sociales y económicas, impactan sobre los recursos naturales, base de
sustentación de la ciudad (Fernández et al., 1999), e inciden sobre la vulnerabilidad
socio-ambiental, principalmente de la interfase urbano-rural, sobre la cual avanza el
crecimiento urbano.
En la siguiente figura se pueden observar los distintos usos del suelo del
periurbano marplatense:
Figura 8 Usos del suelo periurbano de Mar del Plata
Fuente: Elaboración personal sobre la base de Zulaica et al. (2013).
75
El crecimiento de Mar del Plata se ha dado de manera desordenada, originando
un territorio periurbano fragmentado, con baja densidad de ocupación, escasa
consolidación y peligros ambientales considerables.
A nivel global, es importante mencionar la ausencia de un sistema de
planificación adecuado, que ya se advierte en el Plan Estratégico de Mar del Plata del
año 2004, y que desencadena, en buena medida, los peligros ambientales que se
enunciarán luego. Por un lado, se plasma que el COT es insuficiente para guiar ese
crecimiento por la inexistencia de instrumentos integrales que establezcan políticas y
estrategias. Por otra parte, se expresa una ausencia de una estrategia de inserción
regional de Mar del Plata, Batán y Sierra de los Padres. Finalmente, la carencia de un
plan urbano-ambiental agudiza los peligros por no estar planificado el avance de la
urbanización.
A continuación se identifican los peligros ambientales del periurbano en cuestión,
teniendo en cuenta los sectores en los que se divide el área:
Tabla 4 Principales peligros ambientales en el periurbano marplatense
Ejes Principales Peligros Ambientales
1- Ruta 11 Norte -Insuficiencia de infraestructura y servicios9
-Contaminación con agroquímicos -Compactación de suelos por sobrepastoreo -Contaminación por vertido de efluentes cloacales con escaso tratamiento - Sustitución de ecosistemas nativos y pérdidas de biodiversidad
2- Ruta 2 -Sustitución de ecosistemas nativos y pérdidas de biodiversidad -Contaminación por agroquímicos -Insuficiencia de infraestructura y servicios
3- Ruta 226 -Sustitución ecosistemas naturales y pérdidas de biodiversidad. -Pérdida de suelos por erosión -Contaminación por agroquímicos -Contaminación por aplicación de abonos - Insuficiencia de infraestructura y servicios
9 En el presente trabajo, al hablar acerca de la infraestructura se hace referencia a la red vial; y por otra
parte, al mencionar los servicios, se tiene en cuenta la red de gas, agua potable, cloacas y recolección de residuos.
76
4- Ruta 88 -Pérdidas de suelo por erosión -Contaminación por agroquímicos -Explotación de recursos no renovables; degradación paisajística; conversión de cavas ladrilleras y canteras en basurales y lagunas estancas -Contaminación de recursos hídricos y contaminación por emisión de gases de industrias -Sustitución de hábitat; aparición de especies indeseadas; contaminación de recursos hídricos por lixiviación; producción de gases tóxicos; proliferación de insectos transmisores de enfermedades por incorrecta disposición de residuos -Incompatibilidad de actividades
5- Ruta 11 Sur -Insuficiencia de infraestructura y servicios
Fuente: Elaboración personal sobre la base de Ferraro et al. (2013) y Donsini (2004).
Teniendo en cuenta el análisis de las relaciones sociedad-naturaleza y como
consecuencia, el impacto social de los peligros identificados, aquellos más
significativos del área de estudio son: exposición a los agroquímicos,
incompatibilidades asociadas con la disposición final de RSU, ausencia de
infraestructura de servicios de red de agua y cloacas, y deficiente tratamiento de
efluentes cloacales.
Como se mencionó anteriormente, en la evaluación de la vulnerabilidad, estos
problemas pueden interpretarse en términos de peligros ambientales que inciden
sobre la población y su entorno. Los peligros inciden sobre la vulnerabilidad y en
conjunto dan una medida del riesgo ambiental. Tal como sostiene Natenzon (1998), un
peligro ambiental puede definirse como aquellos fenómenos, procesos o elementos
naturales (inundaciones, terremotos, huracanes) y/o de organización humana-
tecnológicos (explosiones, derrames de sustancias tóxicas), que pueden ser
potencialmente peligrosos.
Peligros derivados de la exposición a los agroquímicos
La expansión en el uso de agroquímicos se vincula con la incapacidad de los
monocultivos de recrear sus condiciones de existencia: la nutrición de los suelos, los
ciclos naturales y las relaciones bióticas. La utilización de los agroquímicos sin prestar
atención a las condiciones sociales y ambientales de producción y aplicación han
generado impactos socio- ambientales, incluida la salud de la población expuesta
(Souza, 2012).
Souza y Bocero (2008) indican, a través de sus investigaciones, que el modo de
utilización de los plaguicidas lleva a incrementar sucesivamente las dosis de aplicación
77
y hacerlas más frecuentes hasta cambiar por productos cuyos principios activos son
cada vez más tóxicos.
Como parte de un proceso de entrecruzamiento y desvanecimiento de límites
entre las áreas urbanas y rurales en las cuales se realizan actividades de tipo agrario,
y en las cuales se expanden los monocultivos y su paquete tecnológico asociado, el
vínculo entre los tóxicos utilizados y la aparición de problemas de salud moviliza a las
comunidades (Souza, 2012). En consecuencia, el peligro ambiental mencionado, se ha
transformado en un conflicto ambiental que se manifiesta en distintos ámbitos10.
En el periurbano de Mar del Plata la actividad hortícola ha cobrado fuerte
relevancia a lo largo del tiempo. Es una actividad exitosa desde el punto de vista
económico ya que contribuye de manera significativa al Producto Bruto Geográfico. En
los últimos quince años se destaca el incremento de la superficie hortícola bajo
cubierta.
Respecto del subsistema natural, se acentúa la degradación del suelo y los
recursos hídricos, fundamentalmente, por la intensificación en el desarrollo de las
actividades que conducen a procesos de contaminación de los recursos naturales
debido al creciente uso de agroquímicos (algunos de los cuales están prohibidos11) y
la erosión de los suelos que genera pérdida de nutrientes y fertilidad (Zulaica et al.,
2013).
Este problema se agrava luego de la crisis de 2001 a partir de la cual, los
agroquímicos menos nocivos son sumamente costosos para los pequeños productores
hortícolas, quienes retoman el uso de sustancias peligrosas para el control de plagas.
Desde el punto de vista legal e institucional, la preocupación por esta
problemática, llevó a crear una Ordenanza para regular el uso de agroquímicos en
áreas periurbanas que, como se mencionó con anterioridad, actualmente manifiesta
numerosos conflictos entre los distintos actores sociales involucrados, y por lo tanto no
resulta aplicable.
10
El paso de problema a conflicto ambiental se manifiesta con la participación de grupos en desacuerdo respecto a un tema ambiental que afecta a uno de esos grupos. Los problemas ambientales no necesariamente generan conflictos ambientales (Sabatini, 1997). 11
Comunicación personal de Mónica Burmester, Magister, Antropóloga e investigadora del Instituto del Hábitat y del Ambiente con amplia experiencia de trabajo en el cinturón frutihortícola de Mar del Plata.
78
Peligros por incompatibilidades asociadas con la disposición final de
Residuos Sólidos Urbanos (RSU)
La gestión de los RSU, tiene una larga historia de conflictos en la ciudad. El
predio denominado “ex Venturino”, utilizado desde 1979 para la disposición final, dejó
de usarse en 1994, año en el que los residuos comienzan a depositarse en el sitio
utilizado hasta el año 2012 cuya superficie era significativamente inferior a la del
anterior. Desde ese momento, el predio es recuperado en sus aspectos paisajísticos
con cobertura vegetal y árboles en casi la totalidad de su perímetro.
A partir de 1999, el predio en uso se considera en emergencia dado que la
basura sobrepasa la superficie del terreno en más de 20 m, volviéndolo inoperable. En
ese mismo año, se incorpora otro predio vecino de dominio municipal que, debido a
una orden judicial, sólo se puede usar para los residuos denominados “inertes”
(chatarra, restos de poda, escombros, etc.).
Desde el año 1998 surgen distintas propuestas en la búsqueda de un nuevo
predio que nunca se llevaron a cabo. Finalmente, en el año 2005 se decide poner en
marcha el cierre del basural actual y “reabrir” un relleno sanitario en el predio
denominado “ex Venturino”, utilizado entre 1979 y 1994. El proyecto, que comenzó a
concretarse a principios de 2011, se puso en marcha gracias a un préstamo del Banco
Mundial que financió el 70% de la construcción del nuevo relleno sanitario y la
clausura y postclausura del basural en emergencia. Actualmente, la gestión local
emprendió un proyecto (que está en funcionamiento) que incluye la clasificación en
origen de los residuos, la construcción de una planta de clasificación y un nuevo
relleno sanitario (Zulaica et al., 2013).
De esta manera, por Disposición N°1326/11 de OPDS se declara
Ambientalmente Apto el proyecto denominado “Relleno Sanitario partido de General
Pueyrredon”, presentado por la empresa TECSAN INGENIERIA AMBIENTAL S.A., el
cual se emplazó en el predio ya impactado por el vertido de residuos domiciliarios
generados en el municipio entre los años 1979 y 1994, operado por la firma Venturino
Eshiur S.A. y que presenta una superficie de 63 ha. El nuevo relleno se encuentra en
funcionamiento desde el año 2012.
No obstante, en el área de influencia del basural utilizado hasta principios de
2012, algunas molestias causadas por olores, especies indeseables (ratas, moscas),
exposición a situaciones de riesgo por consumo de agua extraída de las napas
freáticas (no existe agua de red), continúan existiendo.
79
Peligros asociados a la ausencia de infraestructura de servicios de red de
agua y cloacas
La red de agua en el periurbano alcanza mayor extensión en algunas áreas
costeras y aquellas que se aproximan al borde urbano-periurbano. Lo mismo sucede
con la red de cloacas, que en el área de estudio se extiende principalmente sobre la
costa hacia el norte, pero siempre en el límite con el borde urbano-periurbano.
Tomando como referencia trabajos precedentes (Ferraro et al., 2013), la
extensión de los servicios mencionados, respecto a cada eje del periurbano, se lleva a
cabo de la siguiente manera:
Eje Ruta N°11 Norte: la red de cloacas alcanza un área reducida próxima al ejido
urbano. Existen proyectos de extensión de agua corriente.
Eje Ruta N°2: escasos sectores próximos al ejido poseen red de agua y cloacas.
Existen proyectos de mejoras de ambos servicios.
Eje Ruta N°226: la infraestructura de cloacas es inexistente en el sector,
mientras que la red de agua se extiende un área reducida próxima al ejido urbano.
Eje Ruta N°88: escasos sectores próximos al ejido urbano poseen red de agua y
cloacas.
Eje Ruta N°11 Sur: la red de cloacas es prácticamente inexistente y hay agua
corriente en áreas próximas al ejido urbano y la costa. Existen proyectos de mejora
para ambos servicios.
Es preciso mencionar que, tal como se señala en la presentación del área de
estudio, la existencia de ambos servicios (red de agua y cloacas) no es posible dado
que, por definición, los sectores comprendidos bajo esta característica se consideran
urbanos y no periurbanos.
Las diferencias en la posibilidad de suministro de servicios entre las áreas
urbanas y rurales, se reflejan en estudios previos en los que se comparan índices de
calidad de vida (Mikkelsen, 2008; Mikkelsen y Velázquez, 2010). En esos trabajos se
enfatiza en la necesidad de realizar ajustes para que las metodologías aplicadas a
territorios urbanos, puedan aplicarse a los rurales.
Las condiciones actuales y potenciales de abastecimiento de agua no es segura,
debido a que se trata de zonas periurbanas expuestas a fuentes puntuales o difusas
de contaminación especialmente microbiológica o con sustancias indeseables en
cantidades excesivas (nitratos).
80
Por otra parte, si bien hay cobertura en algunos sectores periurbanos, existe un
porcentaje significativo de población que no los conecta en las viviendas ya sea por los
costos que ello implica pero, fundamentalmente, por las irregularidades en la tenencia
de los terrenos. Esto se traduce en problemas de contaminación que implican
importantes riesgos sobre la salud de la población expuesta.
Peligros asociados al deficiente tratamiento de efluentes cloacales
De acuerdo con las informaciones publicadas por Obras Sanitarias Mar del Plata,
los líquidos una vez colectados se dirigen a la Planta de Pre-tratamiento “Ing. Baltar”
(en el km 507 de la ruta 11), en la cual se produce el filtrado de la totalidad del efluente
cloacal urbano que llega a la planta.
El pre-tratamiento consiste en un tamizado del efluente cloacal, mediante una
malla de acero inoxidable de 0,5 milímetros de abertura. Por lo cual, el sistema
existente apenas separa los sólidos de líquidos.
Las informaciones oficiales indican que su capacidad de tratamiento se
encuentra comprometida, debido principalmente al alto tenor de grasas que llega con
el efluente cloacal líquido a través de las cloacas máximas (fundamentalmente por el
aporte de las industrias pesqueras).
Finalmente, los efluentes son descargados al mar, el cual posee buenas
condiciones de oxigenación debido a la alta energía cinética y el sistema se completa
con el emisario submarino (actualmente en etapa de prueba). El emisario alcanza
4.100 m, cuyos últimos 540 m corresponden al difusor que cuenta con un puerto de
salida cada 6 m permitiendo descargar hasta 9 m3/seg (777.600 m3/día); y la cañería
es de polietileno de alta densidad (PEAD). El proyecto ya finalizó la etapa de ejecución
y está en período de prueba para comenzar su funcionamiento. Existe además, un
proyecto para completar el tratamiento de los efluentes antes de ser volcados al mar,
cuya licitación está próxima a concretarse.
La obra “Nueva Estación Depuradora de Aguas residuales”, persigue el objetivo
de acondicionar el efluente cloacal, para un adecuado funcionamiento y condiciones
de descarga en el mar a través del emisario submarino, a la vez de dar cumplimiento a
lo establecido en la Declaración de Aptitud Ambiental del proyecto integral Planta–
Emisario.
81
b) Evaluación y descripción de los peligros
Una vez que se identificaron los peligros, se realizó una valoración cualitativa de
la importancia de los mismos para detectar los más relevantes y establecer una escala
de prioridades al momento de que, posteriormente, se generen lineamientos
estratégicos de OAT.
Siguiendo la metodología especificada en Conesa Fernández-Vítora (2010), en
este caso utilizada para evaluar peligros ambientales, la importancia de los mismos
toma valores entre 13 y 100. Los valores obtenidos inferiores a 25 son considerados
bajos. Los peligros que presentan una importancia entre 25 y 50 son moderados,
mientras que son severos cuando la importancia presenta un valor comprendido entre
51 y 75. Aquellos que superan 75, integran la categoría de críticos.
Es importante mencionar, que a pesar de que los valores obtenidos para un
determinado peligro, sean bajos, es conveniente adoptar medidas para prevenirlos,
mitigarlos o corregirlos.
A continuación se realiza la evaluación cualitativa de los peligros ambientales
más significativos identificados en el periurbano de Mar del Plata, con el fin de evaluar
la importancia de los mismos para luego establecer una escala de prioridades.
82
Tabla 5 Peligros derivados de la exposición a los agroquímicos
INTENSIDAD (I): grado de destrucción
EXTENSION (EX): área de influencia
Baja Media Alta Muy Alta Total
1 2 4 8
12
Puntual Parcial Amplio o extenso Total
1 2 4 8
MOMENTO (MO): plazo de manifestación
PERSISTENCIA (PE): permanencia del efecto
Largo plazo Medio plazo Corto plazo Inmediato
1 2 3 4
Fugaz, efímero o momentáneo Temporal o transitorio Pertinaz o persistente Permanente y constante
1 2 3 4
REVERSIBILIDAD (RV): reconstrucción por medios naturales
SINERGIA (SI): potenciación de la manifestación
Corto plazo Medio plazo Largo plazo Irreversible
1 2 3 4
Sin sinergismo o simple Sinérgico Muy sinérgico
1 2 4
ACUMULACIÓN (AC): incremento progresivo
EFECTO (EF): relación causa-efecto
Simple Acumulativo
1 4
Indirecto o secundario Directo o primario
1 4
PERIODICIDAD (PR): regularidad de la manifestación
RECUPERABILIDAD (MC): reconstrucción por medios humanos
Irregular (aperiódico y esporádico) Periódico o intermitente Continuo
1 2 4
Recuperable de manera inmediata Recuperable a corto plazo Recuperable a medio plazo Recuperable a largo plazo Mitigable, sustituible y compensable Irrecuperable
1 2 3 4 4 8
Importancia del peligro: 56
Fuente: Elaboración personal.
83
Tabla 6 Peligros por incompatibilidades asociadas con la disposición final de RSU
INTENSIDAD (I): grado de destrucción
EXTENSION (EX): área de influencia
Baja Media Alta Muy Alta Total
1 2 4 8
12
Puntual Parcial Amplio o extenso Total
1 2 4 8
MOMENTO (MO): plazo de manifestación
PERSISTENCIA (PE): permanencia del efecto
Largo plazo Medio plazo Corto plazo Inmediato
1 2 3 4
Fugaz, efímero o momentáneo Temporal o transitorio Pertinaz o persistente Permanente y constante
1 2 3 4
REVERSIBILIDAD (RV): reconstrucción por medios naturales
SINERGIA (SI): potenciación de la manifestación
Corto plazo Medio plazo Largo plazo Irreversible
1 2 3 4
Sin sinergismo o simple Sinérgico Muy sinérgico
1 2 4
ACUMULACIÓN (AC): incremento progresivo
EFECTO (EF): relación causa-efecto
Simple Acumulativo
1 4
Indirecto o secundario Directo o primario
1 4
PERIODICIDAD (PR): regularidad de la manifestación
RECUPERABILIDAD (MC): reconstrucción por medios humanos
Irregular (aperiódico y esporádico) Periódico o intermitente Continuo
1 2 4
Recuperable de manera inmediata Recuperable a corto plazo Recuperable a medio plazo Recuperable a largo plazo Mitigable, sustituible y compensable Irrecuperable
1 2 3 4 4 8
Importancia del peligro: 43
Fuente: Elaboración personal.
84
Tabla 7 Peligros asociados a la ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y
cloacas
INTENSIDAD (I): grado de destrucción
EXTENSION (EX): área de influencia
Baja Media Alta Muy Alta Total
1 2 4 8
12
Puntual Parcial Amplio o extenso Total
1 2 4 8
MOMENTO (MO): plazo de manifestación
PERSISTENCIA (PE): permanencia del efecto
Largo plazo Medio plazo Corto plazo Inmediato
1 2 3 4
Fugaz, efímero o momentáneo Temporal o transitorio Pertinaz o persistente Permanente y constante
1 2 3 4
REVERSIBILIDAD (RV): reconstrucción por medios naturales
SINERGIA (SI): potenciación de la manifestación
Corto plazo Medio plazo Largo plazo Irreversible
1 2 3 4
Sin sinergismo o simple Sinérgico Muy sinérgico
1 2 4
ACUMULACIÓN (AC): incremento progresivo
EFECTO (EF): relación causa-efecto
Simple Acumulativo
1 4
Indirecto o secundario Directo o primario
1 4
PERIODICIDAD (PR): regularidad de la manifestación
RECUPERABILIDAD (MC): reconstrucción por medios humanos
Irregular (aperiódico y esporádico) Periódico o intermitente Continuo
1 2 4
Recuperable de manera inmediata Recuperable a corto plazo Recuperable a medio plazo Recuperable a largo plazo Mitigable, sustituible y compensable Irrecuperable
1 2 3 4 4 8
Importancia del peligro: 46
Fuente: Elaboración personal.
85
Tabla 8 Peligros asociados al deficiente tratamiento de efluentes cloacales
INTENSIDAD (I): grado de destrucción
EXTENSION (EX): área de influencia
Baja Media Alta Muy Alta Total
1 2 4 8
12
Puntual Parcial Amplio o extenso Total
1 2 4 8
MOMENTO (MO): plazo de manifestación
PERSISTENCIA (PE): permanencia del efecto
Largo plazo Medio plazo Corto plazo Inmediato
1 2 3 4
Fugaz, efímero o momentáneo Temporal o transitorio Pertinaz o persistente Permanente y constante
1 2 3 4
REVERSIBILIDAD (RV): reconstrucción por medios naturales
SINERGIA (SI): potenciación de la manifestación
Corto plazo Medio plazo Largo plazo Irreversible
1 2 3 4
Sin sinergismo o simple Sinérgico Muy sinérgico
1 2 4
ACUMULACIÓN (AC): incremento progresivo
EFECTO (EF): relación causa-efecto
Simple Acumulativo
1 4
Indirecto o secundario Directo o primario
1 4
PERIODICIDAD (PR): regularidad de la manifestación
RECUPERABILIDAD (MC): reconstrucción por medios humanos
Irregular (aperiódico y esporádico) Periódico o intermitente Continuo
1 2 4
Recuperable de manera inmediata Recuperable a corto plazo Recuperable a medio plazo Recuperable a largo plazo Mitigable, sustituible y compensable Irrecuperable
1 2 3 4 4 8
Importancia del peligro: 34
Fuente: Elaboración personal.
Luego de evaluar los principales peligros detectados, se puede afirmar que el de
mayor importancia es la exposición a los agroquímicos, con un valor de 56 puntos,
considerado severo, y el de menor valor es el deficiente tratamiento de efluentes
cloacales, con un total de 34 puntos (moderado).
Es importante realizar una breve reseña de cada uno de los peligros para lograr
comprender la importancia que cada uno conlleva en orden de importancia.
86
Peligros derivados de la exposición a los agroquímicos
Luego de realizar la evaluación de este peligro, se obtuvo un valor de 56 puntos,
considerándolo severo.
Al momento de aplicar la metodología se consideró que entre las actividades
económicas que utilizan los agroquímicos, la horticultura, cobra una fuerte relevancia.
Se destaca también la agricultura extensiva que se presenta en algunos sectores del
periurbano en convivencia con otros usos (Fotos 1 y 2).
Respecto de los agroquímicos utilizados en la producción hortícola, Burmester
(2004), señala los siguientes: Bromuro de metilo, gas altamente tóxico, irritante para la
piel; organoclorados, ocasionan trastornos sensoriales y depresión de los centros
vitales y organofosforados, producen depresión de la respiración constituyendo la
causa de muerte más frecuente por intoxicación. Cabe destacar que una característica
fisicoquímica muy común en la mayoría de los plaguicidas es la liposolubilidad que les
confiere, entre otras propiedades, la de ser absorbidos a través de la piel y
membranas de los animales y de los parénquimas del tejido celular sin ingreso por la
vía oral o radicular; la mayoría son neurotóxicos (Repetto et al., 1995).
Estudios realizados en el Partido (Miglioranza et al., 1999; 2002; 2003; González
et al., 2003), específicamente en la Laguna de los Padres y su área de influencia,
detectan la presencia de organoclorados (entre ellos DDT) en suelos, productos
frutihortícolas y en la fauna de la laguna.
Si bien pueden generarse reglamentaciones para un manejo correcto del
producto fitosanitario, es necesario profundizar en los controles para asegurar el
cumplimiento de las normativas vigentes.
Por otra parte, es importante mencionar que se trata de un peligro que genera
sinergias negativas por el complemento con otros, como es el caso de la insuficiencia
de servicios. Al no existir una cobertura amplia de los mismos, la población se ve
forzada a utilizar agua de pozos que al estar en contacto con las infiltraciones de
agroquímicos, generan problemas de salud.
Por último, la extensión del peligro se da en 4 de los 5 ejes en los que se divide
el periurbano marplatense para su estudio (Ruta 11 norte; Ruta 2; Ruta 88 y Ruta
226). Esto demanda estrategias de aplicación urgentes, ya que gran parte de la
población se encuentra expuesta.
87
Foto 1 Agricultura extensiva (soja) en las inmediaciones
del predio de disposiciòn final de residuos que funcionó hasta 2012
Foto 2 Área de cultivos. Av. Tetamanti. Barrio
Parque Hermoso
Peligros asociados a la ausencia de infraestructura de servicios de red de
agua y cloacas
La importancia de este peligro se traduce en un valor de 46 puntos, otorgándole
la característica de moderado.
Se trata de un peligro cuyos efectos no desaparecerán al menos que asegure la
provisión con fuentes de agua segura.
88
Es importante mencionar, que al igual que el anterior, en este caso también se
generan sinergias negativas. Al existir áreas extensas sin dotación de servicios, y que
la población se ve obligada a recurrir a pozos propios, genera que haya una alta
exposición a los contaminantes derivados de la aplicación de agroquímicos, pozos
sépticos y al lixiviado del relleno sanitario en algunos barrios, como es el caso del
barrio Antártida Argentina.
Además de lo mencionado, otra posible fuente de contaminación del agua para
consumo está ligada a la aplicación de abonos (estiércol) para la producción hortícola
y las filtraciones de pozos sépticos. En relación a ello, Báccaro et al. (2006) realizaron
un estudio sobre calidad de aguas para consumo en establecimientos localizados en la
zona Sierra de los Padres y Laguna de los Padres, dentro del Cinturón Hortícola de
Mar del Plata. Los resultados de los análisis químicos y bacteriológicos revelan que de
las muestras de agua analizadas, el 50% superó los valores críticos establecidos, y
por lo tanto, no es adecuada para consumo humano. Los autores señalan que las
fuentes de contaminación del agua con bacterias coliformes pueden ser varias,
incluyendo el agua de escurrimiento desde los lotes de encierro de los animales, la
aplicación de abonos y las filtraciones desde los tanques sépticos. Destacan además,
que en la mayoría de los establecimientos evaluados, no se obtuvo información sobre
la existencia de cámaras sépticas que eviten la contaminación del acuífero con
material cloacal. Respecto de la presencia de nitratos, que representan un peligro para
la salud, el mismo estudio señala que de las muestras analizadas, el 50% registró
niveles superiores al umbral recomendado.
Por todo lo anterior, resulta sumamente necesario que en las zonas que no
cuentan con servicio de agua de red, se lleve a cabo la construcción de pozos
seguros, ya que en las perforaciones con deficiencias constructivas, se generan
fácilmente infiltraciones que comprometen la calidad del agua.
Finalmente, se trata de otro peligro que está presente en todos los ejes (Ruta 11
norte y sur; Ruta 2; Ruta 226; Ruta 88). Las fotos 3 y 4 muestran zonas sin dotación
de infraestructura que integran el eje de la Ruta 88.
89
Foto 3 Asentamientos precarios. Barrio Parque Palermo
Foto 4 Asentamientos precarios. Av. Tetamanti.
Barrio Parque Hermoso
Peligros por incompatibilidades asociadas con la disposición final de
Residuos Sólidos Urbanos
En este caso, la importancia del peligro es moderada, con un valor de 43 puntos.
A la hora de evaluarlo, se tuvo en cuenta los olores que se generan por la
incorrecta disposición de los residuos en predios anteriores, la evolución de especies
indeseables (ratas y moscas), y la contaminación de aguas por el lixiviado generado,
90
dando como resultado el consumo de agua poco segura por parte de la población
circundante.
Martínez et al. (2004) realizaron un estudio en la cuenca del Arroyo Lobería12
afectado como consecuencia de los lixiviados generados en rellenos sanitarios
existentes en su área de influencia. Los autores señalan que el análisis de los valores
medios para cada estación de muestreo indica la drástica disminución de calidad en
los indicadores de contaminación aguas abajo, especialmente en los puntos próximos
a la desembocadura. Los valores medidos de Demanda Biológica de Oxígeno (DBO) y
Demanda Química de Oxígeno (DQO) y amonio en el lixiviado superan, según la
Administración General de Obras Sanitarias de la Provincia de Buenos Aires
(AGOSBA), los máximos admisibles para descarga a un curso fluvial.
Destacan además que las muestras de agua subterránea, consideradas a
diferente distancia de la fuente de contaminación, permiten reconocer un gradiente de
mayores a menores valores de conductividad eléctrica y concentraciones de
bicarbonato, cloruros, sodio y calcio, respecto de la fuente contaminante.
Otros constituyentes que usualmente indican contaminación, tales como
especies iónicas del nitrógeno13 y los metales hierro y cinc, presentan concentraciones
igualmente elevadas en los pozos cercanos e intermedios y disminuyen en gran
medida o desaparecen a más de 500 m.
Al igual que los anteriores peligros, es considerado del tipo sinérgico, debido a
que potencia el efecto negativo que tiene la insuficiencia de servicios de agua potable
y cloacas. Además, la extensión de este peligro se da en el eje de la Ruta 88. Las
Fotos 5 y 6 exhiben el predio pasado y actual de disposición final de residuos.
12
El Arroyo Lobería, se localiza al sur del ejido urbano de Mar del Plata y tiene sus nacientes en las cercanías del predio de disposición final de RSU del Partido. Desemboca en el mar, en Chapadmalal, en un área destinada al desarrollo de actividades turísticas y recreativas. 13
Amonio, nitrito, nitrato.
91
Foto 5 Predio de disposición final de residuos que funcionó
hasta el año 2012
Foto 6 Actual predio de disposición final de residuos,
cercano al Barrio Antártida Argentina
Fuente: MGP (2014).
92
Peligros asociados al deficiente tratamiento de efluentes cloacales:
El ineficiente tratamiento de las aguas cloacales es considerado de importancia
moderada, otorgándole un valor de 34 puntos. Este peligro se extiende en el eje Ruta
11 norte.
A pesar de que es considerado de importancia moderada, es sustancial tener en
cuenta que la reversibilidad del peligro por medios naturales es a mediano plazo
gracias a la acción del mar al momento de oxigenar las aguas.
Es necesario aclarar que para lograr que el mencionado pre-tratamiento de
efluentes funcione de la manera correcta, además de que se disponga de la
infraestructura adecuada para lograrlo, es pertinente generar controles sobre los
vertidos ilegales de empresas, sobre todo las pesqueras (Foto 7), para que no se
colmate la planta, ni que se disponga los efluentes sin tratamiento previo.
Respecto de los problemas que posee la planta, en el caso de las cribas14 donde
se produce la separación de sólidos, la información oficial indica que su capacidad de
tratamiento se encuentra comprometida, debido principalmente al alto tenor de grasas
que llega con el efluente cloacal líquido a través de las cloacas máximas
(fundamentalmente por el aporte de las industrias pesqueras), para lo cual, el tipo y
modelo de cribas existentes, no es el más adecuado para ese parámetro.
Además de los efluentes cloacales de los habitantes de la ciudad de Mar del
Plata, Batán, Parque Industrial y la Cárcel de Batán, llegan aquellos generados por
otras actividades industriales, comerciales y de servicios desarrolladas en la ciudad.
Los problemas asociados con el vertido de industrias pesqueras a la red cloacal son
de amplio conocimiento.
Según el registro de establecimientos pesqueros del Ministerio de Asuntos
Agrarios, durante el período 2005-2006 se contabilizaron sólo en el mercado interno
un total de 63 establecimientos pesqueros de los cuales 34 se dedican exclusivamente
a dicho mercado. Estas 34 plantas, constituyen pequeñas y medianas empresas
(Pymes) que poseen entre 13 y 75 operarios, incluyendo fileteros, envasadores,
peones y administrativos. Ferraro et al. (2008), realizaron un estudio sobre grados de
afectación del entorno, ocasionados por estas industrias. Para ello, se consideraron
tres elementos centrales: estado sanitario, eficiencia en el sistema productivo y estado
ambiental. En este último se analizó entre otras cuestiones si la planta contaba con el
14
También llamadas mallas, rejas o rejillas, funcionan como barreras reteniendo parte de los sólidos contenidos en el efluente para continuar luego con otros tratamientos. Así, el cribado es un método que remueve del agua residual, los sólidos más voluminosos para hacer más eficientes los procesos posteriores.
93
permiso de vuelco correspondiente a la red cloacal, exigido por la normativa vigente.
Los resultados obtenidos en ese trabajo destacan que, la mayoría de las plantas
pesqueras destinadas al mercado interno (91%), no da cumplimiento estricto a las
normativas sanitarias y ambientales. En este sentido, se destaca que un 76% de los
establecimientos estarían funcionando sin permiso de vuelco.
Viadas et al. (2002) efectuaron un estudio para determinar límites de vuelco para
efluentes líquidos en Mar del Plata, que da cuenta de la complejidad y diversidad de
fuentes de generación de los efluentes que llegan a la planta de pre-tratamiento de
efluentes cloacales.
Actualmente, ya se encuentra en etapas de prueba el emisario submarino (Foto
8) y se construirá una planta que complete el tratamiento de los efluentes (Foto 9).
Foto 7 Aceites y grasas provenientes principalmente de
industrias pesqueras que comprometen el pre-tratamiento de efluentes
Fuente: OSSE MGP (2014).
94
Foto 8 Etapa de construcción del Emisario Submarino
Fuente: ENHOSA (2014).
Foto 9 Próxima Estación Depuradora de Aguas Residuales
Fuente: OSSE MGP (2014).
95
2) ANÁLISIS DE LOS INDICADORES SELECCIONADOS EN FUNCIÓN
DE LAS DISTINTAS VARIABLES PARA EVALUAR LA
VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL
Los indicadores seleccionados en la construcción del IVSA, agrupados a su vez
en variables y dimensiones, muestran características diferenciales en el sector
estudiado.
A partir de los indicadores considerados, se describen a continuación, aquellas
características más relevantes en función de las variables seleccionadas (Tabla 9).
Luego, se analiza la distribución espacial de los resultados obtenidos a partir de las
distintas dimensiones de la vulnerabilidad contempladas en el análisis.
Tabla 9 Análisis de las variables a partir de los indicadores seleccionados en el área de estudio
Dimensiones de la Vulnerabilidad
Variables Análisis de los indicadores en el área de estudio
Sanitaria Calidad sanitaria
Un dato importante que brinda información acerca de la calidad sanitaria de la población es disponibilidad de servicio de agua de la red pública. Al menos el 50% de los hogares no cuenta con el servicio (con máximos del
100%) y esto coincide, en general, con aquellas zonas más alejadas al ejido urbano.
A su vez, un 10% de los hogares periurbanos no poseen provisión de agua dentro de la vivienda, llegando a
máximos del 100%.
Considerando ambos indicadores, la población se encuentra vulnerable a contraer enfermedades por consumir agua sin calidad adecuada, obtenida de pozos construidos precariamente.
Por otra parte, otro de los indicadores que se tuvo en cuenta, fue el porcentaje de hogares sin instalación sanitaria con descarga de agua. En promedio, el 12% de los hogares se encuentran en esa situación, con
máximos de 71% en algunos radios, y esto tiene relación con aquellos barrios donde predominan las viviendas precarias.
Al momento de determinar los límites del periurbano, se precisó que además de no poseer agua de red, los hogares no tienen servicio de cloacas. El promedio de porcentaje de hogares que no presentan disponibilidad
de servicio de cloacas en los radios analizados es de 80% (con máximos del 100%). Este servicio es un componente clave dentro de la infraestructura sanitaria, de manera que evita la ocurrencia de enfermedades, principalmente por contacto del agua residual con agua para consumo humano, cuando hay infiltraciones.
En relación a los riesgos a contraer enfermedades que está expuesta la población en estudio, es importante que los hogares censados tengan acceso a las instituciones de salud. El porcentaje de la superficie del radio que se encuentre a más de 500 m de un establecimiento de salud pública es del 87%, con máximos también del
100%. Esto se debe a que la mayoría de los establecimientos de atención pública de la salud están emplazados dentro del ejido urbano o en áreas próximas al mismo. En consecuencia, los habitantes del periurbano deben desplazarse grandes distancias para ser atendidos.
Finalmente, los hogares que no tienen heladera representan un 4% de los hogares censados y alcanzan
máximos de hasta 19%. Los barrios censados que no acceden completamente a tener una heladera en su hogar, se encuentran más vulnerables respecto de su condición alimentaria, especialmente asociada con el mantenimiento de la cadena de frio.
96
Habitacional Calidad de la vivienda y servicios
En cuanto a la existencia de hogares en viviendas de tipo inconveniente, los porcentajes revelan valores muy
bajos. En promedio, ese tipo de viviendas se presenta en un 4% de los hogares y alcanzan máximos (hasta 47%) en las zonas con características rurales.
El porcentaje promedio de hogares con hacinamiento severo es del 4%, con máximos del 21%. Este indicador
se encuentra relacionado con las viviendas precarias de los barrios que manifiestan condiciones de precariedad.
La mayor parte de los hogares censados en 2010 (casi el 83%) posee baño de uso exclusivo. En promedio,
alrededor de un 4% de los hogares no presentan baños dentro de los hogares. El porcentaje más alto registrado (17,3%) corresponde a radios muy alejados del ejido urbano, y que poseen viviendas precarias.
En relación al promedio de hogares sin disponibilidad de red de gas, el porcentaje promedio casi llega al 60% y
alcanza máximos del 100% en algunos radios. Esto se debe a que el tendido de gas, no ha llegado a los barrios más alejados de la ciudad. La población se encuentra vulnerable por no contar con un servicio continuo, y al tener que realizar recargas, se prioriza su utilización para cocinar y no tanto para calefaccionar ambientes. Esto tiene como consecuencia, que los hogares no pueden hacer frente a las condiciones invernales.
Física Movilidad urbana
El porcentaje promedio de la superficie del radio que tiene cobertura de transporte público a más de 300 m es
del 42%, y en algunos casos llega al 100%. Excepto en radios censales específicos, gran parte de los hogares (58%) poseen el servicio a una distancia menor. Lógicamente, los radios más alejados de la planta urbana y de la costa presentan los porcentajes más bajos. La importancia de encontrarse cerca de un trasporte público radica, principalmente, en la posibilidad de desplazarse hacia hospitales o centros de salud, y hacia instituciones educativas.
Educativa Nivel de instrucción
Uno de los indicadores que se tuvo en cuenta para medir la variable nivel de instrucción, fue la tasa de analfabetismo. En los radios estudiados, solo el 2% de los barrios presentaron deficiencias en este aspecto,
alcanzando un máximo de 21% en uno de ellos.
El porcentaje promedio de la población de 18 años o más que no cursa o cursó nivel terciario o universitario
fue del 82%. El nivel de instrucción de la población puede calificarse -de manera general- como bajo. Los valores de los radios se distribuyen entre un mínimo de 36% y un máximo de 100%. El nivel de instrucción que tenga la población es indispensable para conseguir trabajos remunerados que les permita salir de situaciones carenciadas. Este tipo de situaciones se manifiestan en los barrios en condiciones de mayor precariedad, donde los jóvenes son educados para trabajar, ayudando a la familia, en vez de asistir a establecimientos educativos.
97
Social NBI El porcentaje promedio de hogares que presentan al menos un indicador de NBI (Necesidades Básicas
Insatisfechas) es de 7%, alcanzando máximos de 39,38% y 40,95% en dos radios. La zona costera es la que se encuentra en mejores condiciones respecto de la interior. Los indicadores utilizados para calcular las NBI son la Calidad de vivienda, Condiciones sanitarias, Educación y Capacidad económica. El mayor aporte del método NBI proviene de su capacidad para identificar geográficamente las necesidades no cubiertas por la población, de esta manera resulta más sencillo focalizar propuestas de mejora, a través de políticas públicas, en los lugares más carenciados. La población que no logra satisfacer sus necesidades básicas se encuentra más vulnerable por no tener los recursos suficientes para enfrentar diversos problemas, tales como los relacionados a la salud.
Condiciones de
informalidad
Otra de las variables a estudiar, es la condición de informalidad. En relación a esto, un porcentaje promedio de 2% de la superficie del radio presenta asentamientos informales. Los barrios más afectados son los más precarios, y
en ellos llega a alcanzar un máximo del 92%. Estos barrios se constituyeron mediante distintas estrategias de ocupación del suelo, que presentan diferentes grados de precariedad y hacinamiento, un déficit en el acceso formal a los servicios básicos y una situación dominial irregular en la tenencia del suelo. De esta manera, el indicador contribuye a la vulnerabilidad mostrando los barrios más precarios, y que a su vez reúnen un conjunto de características que se mencionan en otros indicadores, tales como la ausencia de servicios básicos y el hacinamiento.
Económica Inserción laboral
Al momento de evaluar la inserción laboral en el periurbano en estudio, se tomó en cuenta el índice de dependencia potencial. El mismo expresa el número de personas potencialmente no económicamente activas
que serían sostenidas por el total de la población potencialmente activa. En este caso, el porcentaje promedio fue del 55%, alcanzando máximos de 86% en algunos radios. La vulnerabilidad de estos barrios reside en la capacidad que pueden llegar a tener para sostener económicamente a los niños en edad escolar y a la población mayor. Por lo general, esta situación se da en los mismos barrios con condiciones de hacinamiento, en los cuales las familias son numerosas y no pueden hacer frente a todos los gastos que supone la satisfacción de las necesidades básicas.
Por otro lado, se tuvo en consideración la tasa de desocupación, la cual alcanzó un porcentaje promedio de 7% y
llegó a un máximo de 17% en algunos radios. Esta tasa es calculada como porcentaje entre la población desocupada y la población económicamente activa. Los barrios más vulnerables son aquellos donde prevalecen los asentamientos informales, donde no están capacitados para acceder a una educación que les permita formarse profesionalmente, o además, no tienen inculcada la cultura del trabajo desde la familia. Sin contar con ingresos fijos, las familias no pueden acceder a la educación ni a centros de salud. En la mayoría de los casos, esto sucede porque se les dificulta el traslado hacia dichas instituciones, por la gran distancia que deben recorrer.
98
Ambiental Calidad ambiental
Finalmente, para hacer una evaluación de la calidad ambiental del área en estudio, se tomó en cuenta, en primer lugar, el porcentaje de áreas ocupadas por actividades que impliquen riesgos ambientales o que limiten a menos de 300 m de esas áreas. El porcentaje promedio de las áreas en esta situación fue del 46%, alcanzando
máximos de 100% en numerosos radios. Los barrios más afectados son los más alejados al área urbana, debido a que se trata generalmente de actividades agrícolas, por la utilización de agroquímicos, actividades industriales y mineras, de disposición de RSU y de tratamiento de efluentes.
En segundo lugar, se tuvo en consideración el porcentaje de áreas expuestas a inundaciones. El promedio es
del 6%, alcanzando máximos de 99% en algunos radios. Los barrios más vulnerables son aquellos que se encuentran más bajos respecto al nivel del mar. Es importante tener en cuenta que la vulnerabilidad viene dada, además por otros factores tales como, la carencia de condiciones estables para asentamientos poblacionales (tipo de suelo), obstrucciones en arroyos, condiciones económicas que no permiten satisfacer las necesidades humanas básicas como trabajo e ingresos económicos, educación, salud, entre otros; y cuando se han construido casas muy precarias. Las áreas expuestas a inundaciones se ven entonces influenciadas por los otros factores que toma en cuenta el IVSA. Al no existir un control sobre los asentamientos informales, y la forma de vida en los mismos, se potencian riesgos, tales como las inundaciones, lo que hace que la población se encuentre en una situación de vulnerabilidad más crítica.
Fuente: Elaboración personal.99
100
2) 1. Vulnerabilidad sanitaria
Calidad sanitaria
En relación al porcentaje de hogares sin provisión de agua dentro de la
vivienda, las situaciones más críticas se presentan en el barrio Quebradas de Peralta
Ramos (sector norte), Parque Camet (sector norte), Fray Luis Beltran y San Jorge. Por
otra parte, las mejores situaciones se dan en los barrios Quebradas de Peralta Ramos
(sector sur), Alfar, Bosque Peralta Ramos, Faro Norte, El Jardín de Peralta Ramos, El
Jardín de Stella Maris, Parque Independencia, Las Canteras, Parque Palermo (sector
sur) y Sierra de los Padres.
Otro de los indicadores que se tuvo en cuenta, fue el porcentaje de hogares sin
instalación sanitaria con descarga de agua. Los barrios con peores condiciones
fueron Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos (sector norte), Santa Celina, Las
Canteras (sector este), Parque Hermoso y Valle Hermoso (sector oeste), Batán, San
Jorge y La Herradura. En algunos barrios, como por ejemplo, Parque Hermoso, se
observa que los baños se encuentran fuera de las viviendas.
Las mejores situaciones se presentan en Quebradas de Peralta Ramos, Alfar,
Bosque Peralta Ramos, Faro Norte, El Jardín de Peralta Ramos, El Jardín de Stella
Maris, Parque Independencia, Sierra de los Padres, Las Canteras (sector sur), La
Peregrina (sector oeste), La Gloria de la Peregrina (sector sur), Parque Camet (sector
norte), Estación Camet y Las Margaritas.
En relación a la disponibilidad de servicio de agua de la red pública, los
principales barrios afectados son Alfar, San Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Los
Acantilados, Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, Antártida Argentina, Las canteras
(sector oeste), Parque Hermoso y Valle Hermoso (sector oeste), Estación
Chapadmalal, La Peregrina, La Gloria de la Peregrina, El Casal, Dos de Abril, Estación
Camet y Parque Camet. En el caso de Parque Hermoso y Playa Serena, se constató
mediante entrevistas que las familias se abastecen por agua de pozo, los cuales no
están hechos a una profundidad apropiada y se han realizado estudios donde se
observa que hay contaminación por metales pesados15.
15
Comunicación personal de la orientadora social de la escuela 43; la enfermera de la Unidad Sanitaria Parque Hermoso; la asistente social de la Unidad Sanitaria Playa Serena.
101
Las zonas que presentan el servicio son principalmente las que se encuentran
cerca del ejido urbano, tales como Nuevo Golf, Parque Palermo y Jorge Newbery y
Sierra de los Padres.
Teniendo en cuenta la disponibilidad de servicio de cloacas, las situaciones
más críticas se dan en los barrios Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, Antártida
Argentina, Las Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso, Playa Serena, Estación
Chapadmalal, Hipódromo, Batán, Sierra de los Padres, La Peregrina, La Gloria de la
Peregrina, Dos de Abril y Felix U Camet.
Los que presentan el servicio son Quebradas de Peralta Ramos, Aeroparque, El
Grosellar y Zacagnini.
En relación al porcentaje de la superficie del radio que se encuentre a más de
500 m de un establecimiento de salud pública, los hogares censados que se
encuentran más alejados pertenecen a los barrios Quebradas de Peralta Ramos, Las
Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso, Sierra de los Padres, La Peregrina, La
Gloria de la Peregrina, Hipódromo, Dos de Abril, El Casal, Estación Camet y Felix U.
Camet. Aquellos que presentan una mejor situación son Playa Serena (sector sur),
Parque Palermo y Batan (sector sur). Es importante mencionar, que en el caso de
Playa Serena (Foto 10) por ejemplo, se evidenció mediante una entrevista a la
asistente social de la Unidad Sanitaria, que la misma abarca con sus servicios a 13
barrios en total. De esta manera, las personas que necesiten tratarse en un centro de
mayor complejidad, tienen que desplazarse largas distancias.
En relación a los hogares que no tienen heladera, se pueden mencionar los
barrios Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, Estación Chapadmalal, Batán, La
Peregrina y La Gloria de la Peregrina. Los que se encuentran en la mejor situación son
Sierra de los Padres, Quebradas de Peralta Ramos, Bosque Peralta Ramos, Alfar, San
Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Las Canteras (sector oeste), Parque Hermoso y
Valle Hermoso (sector oeste), El Casal, Dos de Abril, Estación Camet, Las Margaritas,
El Grosellar y Zacagnini.
Cuando se profundiza mediante entrevistas en el análisis de las patologías que
podrían asociarse a la vulnerabilidad sanitaria en los barrios periurbanos, las más
recurrentes devienen de problemas respiratorios y de alimentación. A su vez, es
importante destacar que muchas veces los profesionales de la salud señalan
diferencias entre lo que perciben ellos como problemática y lo que percibe la
comunidad. Por ejemplo: las problemáticas más sentidas en algunos barrios como
Hipódromo, La Herradura y San Jorge son las vinculadas a inseguridad y violencia,
102
desestimándose otras relativas a falta de servicios de saneamiento, exposición a
agroquímicos, entre otras16.
La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, integrando la
totalidad de los indicadores, se presenta en la Figura 9. Los resultados exhiben que las
situaciones más críticas (vulnerabilidad sanitaria= 0,10-0,12) se evidencian en los
barrios Antártida Argentina, Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, Parque Hermoso y
Valle Hermoso, Estación Chapadmalal, La Peregrina, La Gloria de la Peregrina,
Parque Camet. Las mejores situaciones (vulnerabilidad sanitaria= 0,01-0,04) se
presentan en Quebradas de Peralta Ramos, La Florida, Virgen de Luján, Zacagnini y
Aeroparque. La foto 11 muestra un área con vulnerabilidad sanitaria crítica.
Foto 10
La Unidad Sanitaria Playa Serena es la que abarca 13 barrios con sus servicios. Calle 1
16
Entrevista realizada por Cabral (2014) al Médico de la Unidad Sanitaria del barrio Ameghino, que nuclea a siete barrios de la zona.
103
Foto 11 Área con vulnerabilidad sanitaria crítica.
Barrio Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos
104
Figura 9 Vulnerabilidad sanitaria y principales barrios
Fuente: Elaboración personal.
105
2) 2. Vulnerabilidad habitacional
Calidad de la vivienda y servicios
Al momento de evaluar la calidad de la vivienda y servicios, es importante tener
en cuenta el porcentaje de vivienda de tipo inconveniente. Los barrios que
ejemplifican lo mencionado son Santa Celina, Las Canteras (sector oeste), La Gloria
de la Peregrina y Parque Hermoso. En este último barrio, se observa que las viviendas
son muy precarias, la mayor parte de la población es de origen boliviano y realizan
actividades de “cirujeo” en sus propios patios, provocando que existan mucha cantidad
de alimañas, como son las ratas17 (Foto 12). Desde el punto de vista sanitario, esto
también es un problema por los tipos de enfermedades que ocasiona (como es la
toxoplasmosis y triquinosis). Esta situación se repite en distintos barrios periurbanos
como Nuevo Golf, Parque Palermo, Las Canteras, entre otros.
Además, numerosas familias asientan sus viviendas sobre terrenos fiscales,
tomados. Esta situación también se evidencia en el Barrio las Heras18, que si bien no
se encuentra dentro del periurbano en estudio, está localizado al lado del barrio
Parque Hermoso, y presenta las mismas problemáticas.
Por otra parte, los barrios con mejores condiciones son Quebradas de Peralta
Ramos, Alfar, Bosque Peralta Ramos, Faro Norte, San Jacinto, Playa Serena, San
Patricio, Las Canteras, Estación Chapadmalal, Sierra de los Padres, Zacagnini, El
Grosellar, Felix U. Camet, Dos de Abril, Las Margaritas y Estación Camet. Mediante
salidas de campo, se pudo constatar que en los barrios mencionados no hay
asentamientos precarios de relevancia. Sin embargo, existen zonas como Playa
Serena en las que las viviendas no presentan condiciones de precariedad pero gran
parte de los terrenos son tomados. En este barrio en particular, tradicionalmente las
viviendas eran de temporada, pero en los últimos años adquirieron carácter
permanente (población proveniente de Buenos Aires o áreas céntricas).
Respecto a los hogares con hacinamiento severo, la peor situación es
representada por los barrios Antártida Argentina, Santa Celina, Nuevo Golf, Parque
Hermoso y Valle Hermoso, Batán, Hipódromo y Playa Serena. En Parque Hermoso y
Playa Serena, se pudo constatar que las familias son del tipo numerosas,
ensambladas, y presentan condiciones de hacinamiento19. Las mejores situaciones se
dan en los barrios Quebradas de Peralta Ramos, Alfar, Bosque Peralta Ramos, Faro
17
Comunicación personal de la enfermera de la Unidad Sanitaria Parque Hermoso. 18
Comunicación personal de la directora de la escuela 47 del barrio Las Heras. 19
Comunicación personal de la orientadora social de la escuela 43; enfermera de la Unidad Sanitaria Parque Hermoso; y asistente social de la Unidad Sanitaria Playa Serena.
106
Norte, San Jacinto, Sierra de los Padres, El Casal, Las Margaritas, El Grosellar y
Zacagnini. En este último barrio, se verificó mediante entrevistas, que las familias no
son muy numerosas y son familias tipo (dos hijos)20.
Dentro de los hogares que no poseen baño de uso exclusivo, se encuentran
los barrios Estación Chapadmalal, Batán, Camino a Necochea, Don Emilio y Parque
Hermoso. Como se mencionó con anterioridad, en el barrio Parque Hermoso
principalmente, se observa que la mayoría de las viviendas no poseen baño dentro de
las mismas. Los principales barrios que poseen baño de uso exclusivo son Quebradas
de Peralta Ramos, Alfar, Faro Norte, San Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Los
Acantilados, Las Canteras (sector oeste), Sierra de los Padres, Las Margaritas, Felix
U. Camet, Parque Camet (sector sur), Zacagnini y El Grosellar.
En relación al promedio de hogares sin disponibilidad de red de gas, los
barrios que ejemplifican esta situación son Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos,
Antártida Argentina, San Patricio, Los Acantilados, Santa Celina, Nuevo Golf, Las
Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso (sector sur), Playa Serena, Batán, Sierra
de los Padres, La Gloria de la Peregrina, La Peregrina, El Casal, Felix U. Camet,
Parque Camet y Fray Luis Beltrán. En el caso de Parque Hermoso y Playa Serena, se
corroboró en campo que las viviendas, así como también las instituciones, no
presentan red de gas, por lo cual se abastecen del recurso mediante gas envasado.
En el caso específico de Playa Serena (Foto 13), en algunos lugares está extendida la
red de gas, pero no todos la conectan por el costo que esto implica21.
Por otra parte, las mejores situaciones se presentan en los barrios Alfar, Faro
Norte, Bosque Peralta Ramos, El Jardín de Stella Maris, Parque Independencia,
Zacagnini y Las Margaritas.
Finalmente, otro de los servicios por el cual se consultó en las entrevistas, fue la
disponibilidad de energía eléctrica dentro de la vivienda y alumbrado público. En
general, todas las viviendas poseen electricidad, pero el alumbrado público se
extiende sobre los ejes principales, como la Av. Tetamanti en Parque Hermoso. En las
áreas costeras localizadas hacia el sur, se manifiesta que hay mejor servicio de
alumbrado público, y de manera general, alejándose de la costa hay menos servicios,
en este caso del alumbrado hay un farol por cuadra22.
20
Comunicación personal de docente del jardín de infantes 909 del barrio Constitución, pero que vive en el barrio Zacagnini. 21
Comunicación personal de la asistente social de la Unidad Sanitaria Playa Serena. 22
Comunicación personal de la asistente social de la Unidad Sanitaria Playa Serena.
107
Las mejores situaciones se presentan en el barrio Zacagnini, donde las viviendas
poseen electricidad y además, el alumbrado público abarca toda la zona.
La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, integrando la
totalidad de los indicadores, se muestra en la Figura 10. Los resultados reflejan que
las situaciones más problemáticas (vulnerabilidad habitacional= 0,08-0,11) se dan en
los barrios Antártida Argentina, Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, un sector de
Las Canteras y Parque Hermoso y Valle Hermoso, Batán, Parque Independencia,
Nuevo Golf y Santa Celina. Las mejores situaciones (vulnerabilidad habitacional= 0-
0,02) se evidencian en los barrios Faro Norte, Alfar, Bosque Peralta Ramos, El Jardín
de Peralta Ramos, Las Margaritas, Zacagnini y El Grosellar.
Foto 12 Asentamientos precarios.
Av. Tetamanti. Barrio Parque Hermoso
Foto 13 Utilización de gas envasado.
Unidad Sanitaria Parque Hermoso
108
Figura 10 Vulnerabilidad habitacional y principales barrios
Fuente: Elaboración personal.
109
2) 3. Vulnerabilidad física
Movilidad urbana
Respecto al porcentaje promedio de la superficie del radio que tiene
cobertura de transporte público a más de 300 m, los principales barrios que se
encuentran en esta situación son Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos (sector norte),
Bosque Peralta Ramos, Antártida Argentina, Las Canteras, Parque Hermoso y Valle
Hermoso, Estación Chapadmalal, Batán, Sierra de los Padres, La Peregrina, La Gloria
de la Peregrina, El Casal, Estación Camet (sector oeste) y Parque Camet.
En muchos barrios periurbanos, la vulnerabilidad física está determinada por el
mal servicio de transporte que se provee. En el caso de Parque y Valle Hermoso, un
solo colectivo pasa por el barrio cada 45 minutos y si es un día lluvioso, directamente
no entra al Valle23. Esta deficiencia en el transporte conlleva a que se vulnere la
educación de los niños. La gran mayoría no tiene la posibilidad de acceder a una
educación superior porque se encuentran aislados de las instituciones educativas. Por
otra parte, es importante considerar que en las áreas en las que predominan las
características rurales “no hay cultura de la educación”, ya que los niños aprenden
viendo trabajar a sus padres en los campos y trabajan desde pequeños.
Otro dato a tener en cuenta, es que debido a la poca frecuencia con la que
pasan los colectivos en Parque y Valle Hermoso, la escuela tuvo que tomar la decisión
de cambiar los horarios para que los chicos puedan asistir a clases24. Además de esto,
la avenida por donde circula el colectivo está muy rota, no hay arreglos permanentes y
se producen accidentes a menudo25 (Foto 14). Los problemas asociados al mal estado
de las calles son frecuentes en la mayor parte de los barrios periurbanos.
Por otro lado, las mejores situaciones se pueden encontrar en los barrios Alfar
(sector oeste), San Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Los Acantilados, Parque
Palermo, Florentino Ameghino, Santa Rosa de Lima, Jorge Newbery y Zacagnini. En
este último barrio, se constata que varios colectivos recorren la zona, y las personas
se movilizan mediante vehículos propios o remises. Cuando las distancias son
importantes, las condiciones socio-económicas determinan la accesibilidad a sitios de
interés y las posibilidades de traslado.
23;
24; 25
Comunicación personal de orientadora social de la escuela 43 de Parque Hermoso y de vecinos de la zona.
110
En algunos casos, los resultados obtenidos de los indicadores, no se condicen
con la realidad desde la mirada de los vecinos. Por ejemplo, a pesar de que la
situación de Playa Serena era buena, mediante entrevistas se pudo observar que la
red de colectivos es realmente insuficiente para brindar un servicio adecuado al área.
Una de las líneas (221) ingresa al interior del barrio pero no lo cubre en su totalidad, y
otra (511) se dirige hasta el barrio Acantilados y la Unidad Chapadmalal, pero pasa
cada 1 hora aproximadamente26. De esta manera, las personas deben utilizar remises
y bicicletas para movilizarse. Esto también afecta a su educación, especialmente en el
nivel superior, ya que muy pocos pueden acceder a universidades o terciarios.
La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, integrando todos
los indicadores, se muestra en la Figura 11. Los resultados manifiestan que las peores
situaciones (vulnerabilidad física= 0,08-0,10) se observan en los barrios Antártida
Argentina, Las Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso, Estación Chapadmalal,
Batán, Sierra de los Padres, La Peregrina, La Gloria de la Peregrina, El Casal,
Estación Camet, Parque Camet y Aeroparque. Las mejores situaciones (vulnerabilidad
física= 0-0,02) se presentan en los barrios San Jacinto, Playa Serena, San Patricio,
Los Acantilados, Florentino Ameghino, un sector de Zacagnini y El Grosellar.
Foto 14 Mal estado de la Av. Tetamanti.
Barrio Parque Hermoso
26
Comunicación personal de asistente social de la Unidad Sanitaria Playa Serena.
111
Figura 11 Vulnerabilidad física y principales barrios
Fuente: Elaboración personal.
112
2) 4. Vulnerabilidad educativa
Nivel de instrucción
Respecto a la tasa de analfabetismo, en los radios estudiados los barrios que
presentaron deficiencias en este aspecto son Parque Camet (sector oeste) y
Aeroparque. Las mejores situaciones están representadas, principalmente, por los
barrios Alfar, San Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Los Acantilados, Quebradas de
Peralta Ramos, Bosque Peralta Ramos, Nuevo Golf, Sierra de los Padres, Batán
(sector sur), La Peregrina, Félix U. Camet, Parque Camet y Zacagnini.
Otro de los indicadores analizado fue el porcentaje de la población de 18 años
o más que no cursa o cursó nivel terciario o universitario. Los barrios que
demuestran esta situación son Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, Antártida
Argentina (sector este), Parque Independencia, Nuevo Golf, Santa Celina, Las
Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso, Parque Palermo, Estación Chapadmalal,
Batan, La Peregrina, Virgen de Lujan (sector oeste), Ameghino Florentino, Jorge
Newbery, El Casal y Parque Camet. Los barrios que se encuentran en mejores
situaciones son Bosque Peralta Ramos, Sierra de los Padres y El Grosellar.
El trabajo de campo y las entrevistas realizadas en carácter exploratorio,
permiten inferir que en muchos de los barrios analizados el nivel educativo es muy
bajo. Docentes e integrantes de los equipos de orientación escolar destacan la falta de
estimulación por parte de los padres, quienes muchas veces, no saben leer ni
escribir27. No destacan la deserción como un fenómeno muy relevante, pero sí señalan
casos de ausentismos aislados, debido a que muchas veces los niños deben ayudar a
los padres en el trabajo (cosecha, cirujeo, cuidado de hermanos menores, etc.)28. En
los barrios donde se localizan los asentamientos más críticos, es rara la asistencia a
instituciones de educación superior.
En contraposición, el barrio Zacagnini, por ejemplo, manifiesta que el nivel de
educación en general es bueno, hay incentivo por parte de las familias, pero en los
últimos años se observa que esto va disminuyendo29. Principalmente, se debe a que
las familias salen a trabajar y los niños se quedan con los abuelos. No hay deserción
escolar, hay seguimiento y apoyo por parte de la institución y la mayoría de los chicos
logran asistir a universidades.
27
Comunicación personal de orientadora social de la escuela 43 del barrio Parque Hermoso. 28
Comunicación personal de directora de la escuela 74 del barrio Las Heras. 29
Comunicación personal de docente del jardín de infantes 909 del barrio Constitución.
113
Las áreas costeras localizadas hacia el sur parecen exhibir en algunos casos,
una situación similar. En general, los niños poseen buen nivel de instrucción, pero los
adultos no. La mayoría no termina el secundario y no accede a niveles universitarios,
por las largas distancias que deben recorrer.
La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, integrando todos
los indicadores, se muestra en la Figura 12. Los resultados muestran que las peores
situaciones (vulnerabilidad educativa= 0,08-0,13) se dan en los barrios Aeroparque, un
sector de Parque Camet (Foto 15), y el radio censal próximo a los barrios Hipódromo y
La Herradura, sobre el eje de la Ruta 226. Las mejores situaciones (vulnerabilidad
educativa= 0-0,03) se presentan en los barrios Alfar, Sierra de los Padres, Bosque
Peralta Ramos, Zacagnini (Foto 16) y El Grosellar.
Foto 15 Área con vulnerabilidad crítica.
Ruta 11 (dirección norte). Barrio Parque Camet
114
Foto 16 Área residencial con bajas condiciones de vulnerabilidad.
Av. José Manuel Estrada. Barrio Zacagnini
115
Figura 12 Vulnerabilidad educativa y principales barrios
Fuente: Elaboración personal.
116
2) 5. Vulnerabilidad social
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI)
Como fue mencionado, una de las variables a tener en cuenta para evaluar el
factor pobreza, son las NBI. Los barrios más perjudicados según los datos censales
son Santa Celina, Nuevo Golf, Parque Independencia, Santa Rosa del Mar de Peralta
Ramos (sector norte), Las Canteras (sector oeste) y La Herradura. Las mejores
situaciones la representan principalmente los barrios Alfar, Faro Norte, Bosque Peralta
Ramos, El Jardín de Peralta Ramos, Quebradas de Peralta Ramos, Las Canteras
(sector este), Estación Chapadmalal, Sierra de los Padres, El Casal, Estación Camet,
Las Margaritas, El Grosellar y Virgen de Luján.
Condiciones de informalidad
Otra de las variables a estudiar, es la condición de informalidad. Las peores
situaciones se manifiestan en los barrios Nuevo Golf (sector este), La Herradura y San
Jorge. Las mejores condiciones se corresponden con Alfar, Faro Norte, Bosque
Peralta Ramos, El Jardín de Peralta Ramos, Quebradas de Peralta Ramos, Las
Canteras (sector este), Estación Chapadmalal, Sierra de los Padres, El Casal,
Estación Camet, Las Margaritas, El Grosellar, Virgen de Luján, entre otros.
Según las entrevistas realizadas en Parque Hermoso, muchos niños de la zona
que viven en asentamientos precarios almuerzan en la escuela porque hay
comedores, y ello garantiza la asistencia a los establecimientos educativos30.
La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, integrando todos
los indicadores, se muestra en la Figura 13. Los resultados demuestran que los barrios
más afectados (vulnerabilidad social= 0,07-0,13) son Las Canteras, Parque
Independencia, Nuevo Golf (Foto 18), Santa Celina, Santa Rosa del Mar de Peralta
Ramos y La Herradura. Las situaciones más favorables (vulnerabilidad social= 0-0,01),
se evidencian en los barrios Alfar, San Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Los
Acantilados, Bosque Peralta Ramos, Faro Norte (Foto 17), Quebradas de Peralta
Ramos, Sierra de los Padres, Las Margaritas, Zacagnini, El Grosellar y Aeroparque.
30
Comunicación personal de orientadora social de la escuela 43 de Parque Hermoso.
117
Foto 17 Área residencial con baja vulnerabilidad.
Av. Mario Bravo. Barrio Faro Norte
Foto 18
Asentamientos precarios. Barrio Nuevo Golf
118
Figura 13 Vulnerabilidad social y principales barrios
Fuente: Elaboración personal.
119
2) 6. Vulnerabilidad económica
Inserción laboral
Teniendo en cuenta el índice de dependencia potencial, los barrios en
condiciones más desfavorables son Los Acantilados (sector norte), Parque
Independencia, Nuevo Golf, Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos (sector norte),
Parque Hermoso y Valle Hermoso (sector oeste), Batán (sector este) y Jorge Newbery.
Los principales barrios que presentan mejores situaciones son El Jardín de Peralta
Ramos, Bosque Peralta Ramos (sector sur), Las Canteras (sector oeste), Batán
(sector este) y Parque Camet (sector norte).
Por otro lado, se tuvo en consideración la tasa de desocupación. Los barrios
más críticos son Alfar (sector oeste), San Patricio, Parque Hermoso y Valle Hermoso
(sector oeste), Las Canteras (sector este), Fray Luis Beltrán (sector sur y norte) y
Nuevo Golf. Los barrios en mejor situación son, principalmente, Antártida Argentina
(sector oeste), Las Canteras (sector oeste), La Peregrina, Sierra de los Padres (sector
norte), El Casal y Parque Camet (sector norte).
Como es de esperar, en las áreas más críticas, los trabajos son en general
informales y temporarios. Muchas familias viven de la albañilería, la industria del
pescado, actividades de “cirujeo” (Foto 19) y del trabajo en las quintas en las áreas
más alejadas del ejido31 (Foto 20). Además, cabe mencionar que en muchos de estos
barrios las familias reciben planes sociales, como la asignación universal por hijo, por
parte del Estado.
En las áreas críticas pero ligadas a la costa, las entrevistas permiten destacar el
escaso trabajo registrado. La mayoría de los habitantes de estas áreas trabaja de
changas (en la construcción, parqueros, plantas de fileteado, ventas ambulantes) o
bien en el rubro servicios, por temporada en vacaciones. También reciben planes
sociales.
La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, se muestra en la
Figura 14. Los resultados reflejan que las peores situaciones (vulnerabilidad
económica= 0,11-0,14) se observan en algunos sectores de los barrios Alfar, San
Jacinto, Playa Serena, San Patricio, Los Acantilados, Las Canteras, Jorge Newbery y
Jardín de Alto Camet. Las mejores situaciones (vulnerabilidad económica= 0-0,05) se
31
Comunicación personal de enfermera de la Unidad Sanitaria Parque Hermoso, entrevistas a vecinos de los barrios y observaciones en el campo.
120
presentan en los barrios Antártida Argentina, un sector de Las Canteras, La Peregrina,
La Gloria de la Peregrina, Aeroparque y un sector de Parque Camet.
Foto 19 Producción hortícola próxima a la ruta 88
que forma parte de la ocupasión de la población con alta vulnerabilidad económica
Foto 20 Acumulación de basura donde luego se practica cirujeo. Barrio Nuevo Golf
121
Figura 14 Vulnerabilidad económica y principales barrios
Fuente: Elaboración personal.
122
2) 7. Vulnerabilidad ambiental
Calidad Ambiental
Respecto al porcentaje de áreas ocupadas por actividades que impliquen
riesgos ambientales o que limiten a menos de 300 m de esas áreas, las peores
situaciones se dan en los barrios Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos, Antártida
Argentina (sector este), Las Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso (sector este),
Estación Chapadmalal, Batán, Hipódromo, La Peregrina, La Gloria de la Peregrina,
Sierra de los Padres (sector sur), Dos de Abril, Parque Camet (sector este) y Estación
Camet. Los barrios que presentan mejores situaciones son Alfar, Bosque Peralta
Ramos, El Jardín de Peralta Ramos, El Jardín de Stella Maris, San Jacinto, Playa
Serena, San Patricio, Los Acantilados, Parque Camet (sector sur), Fray Luis Beltrán,
Zacagnini y El Grosellar. Las fotos 21, 22 y 23 son ejemplos de estas actividades
riesgosas.
En segundo lugar, se tuvo en consideración el porcentaje de áreas expuestas a
inundaciones. Los barrios perjudicados son Faro Norte (sector norte), Don Emilio
(sector este) y Caribe.
Respecto de este indicador, a pesar que el índice no registró valores críticos en
algunas áreas, las entrevistas destacan la presencia de este fenómeno. Por ejemplo,
en Parque Hermoso los entrevistados sugieren que el barrio se inunda regularmente
con las lluvias fuertes, porque el zanjón que se construyó para que circule el agua
desde Batán, está obstruido con residuos y elementos que arrojan los vecinos32. De
esta manera, durante las inundaciones recientes hubo muchas personas evacuadas.
En el barrio Playa Serena, que también fue evaluado como poco afectado por el
fenómeno, también hay registros de desborde de arroyo y de evacuaciones33.
Finalmente, en las entrevistas se introdujo la cuestión ambiental. Respecto a los
problemas ambientales que podían detectar los entrevistados, se detectaron los
siguientes:
En algunas de las áreas en las que predominan actividades rurales, los
entrevistados señalan que durante la época de abono en los campos, se
detectan olores y moscas en los alrededores. En otras zonas, el
almacenamiento de cereal en silos, genera material particulado y la presencia
32
Comunicación personal de orientadora social de la escuela 43 de Parque Hermoso, enfermera de la Unidad Sanitaria Parque Hermoso y vecinos de áreas expuestas a este fenómeno. 33
Comunicación personal de asistente social de la Unidad Sanitaria Playa Serena y vecinos de la zona.
123
de ratas. Respecto a los agroquímicos, los entrevistados manifiestan que en
general, los operadores no utilizan material de protección, como máscaras, y
hay recipientes dispersos en las calles. Además, no se tiene en cuenta la
distancia donde se fumiga.
En otros barrios que presentan características de ruralidad, tal como se
destaca en la Unidad Sanitaria de Gloria de la Peregrina, se registran con
frecuencia en las unidades sanitarias consultas por afecciones vinculadas a
agroquímicos. Esto se debe a que los vecinos no solo reciben los efectos de
las aplicaciones por vivir en cercanías de campos, sino que en varios casos
son quienes trabajan en campos o quintas y efectúan las aplicaciones sin las
protecciones mínimas requeridas para manipular productos tóxicos34.
Ante esta preocupación, cobran importancia los problemas ambientales
asociados con la falta de agua potable y la necesidad de tener que hacer obtener agua
por medio de perforaciones.
En la Unidad Sanitaria Playa Serena, por ejemplo, se destacan patologías como
gastroenteritis y respiratorias. En Alfar, los entrevistados manifiestan complicaciones
por la contaminación del agua y se llevaron a cabo denuncias frente a Obras
Sanitarias, pidiendo que pase la red de agua porque todas las personas tienen agua
de pozo. La inadecuada calidad del agua, obligó a instalar dos tanques comunitarios
para abastecer a la comunidad.
En los barrios con asentamientos precarios, también se evidencian problemas
con la formación de basurales en los parques de las viviendas. Por otra parte, la
recolección de residuos en muchos sitios, sobre todo los más alejados de la ciudad, no
es diaria, lo cual genera acumulación35. A esto se le suma la intransitabilidad de las
calles que incide en el sistema de recolección, dificultando e impidiendo el transporte.
La distribución espacial de esta dimensión de la vulnerabilidad, se muestra en la
Figura 15. Los resultados exhiben que las peores situaciones (vulnerabilidad
ambiental= 0,09-0,14) se observan en los barrios Antártida Argentina, Santa Rosa del
Mar de Peralta Ramos, Las Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso, Estación
Chapadmalal, Batán, Sierra de los Padres, Virgen de Lujan, La Florida, Estación
Camet, Dos de Abril y Parque Camet. Las mejores situaciones (vulnerabilidad
ambiental= 0-0,01) se muestran en los barrios Alfar, San Jacinto, Playa Serena, San
Patricio, Los Acantilados, Zacagnini, El Grosellar y Parque Camet.
34
Entrevistas realizadas por Cabral (2014) en la Unidad Sanitaria de Gloria de la Peregrina. 35
Comunicación personal de orientadora social de la Unidad Sanitaria Playa Serena y observación directa en el área.
124
Foto 21 Área industrial. Barrio Camino a Necochea. Ruta 88
Foto 22 Áreas ganaderas. Barrio El Casal. Ruta 2
125
Foto 23 Cantera Dazeo, próxima a la localidad de Batán
126
Figura 15 Vulnerabilidad ambiental y principales barrios
Fuente: Elaboración personal.
127
3) ÍNDICE DE VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL
La integración de los indicadores seleccionados en un índice sintético, refleja en
este caso la vulnerabilidad socio-ambiental en el área periurbana de Mar del Plata.
Los valores obtenidos del índice a partir de la estandarización por Puntaje
Omega indican que las situaciones más críticas (IVSA= 0,46 – 0,58) se presentan en
los barrios Nuevo Golf, Parque Independencia, Santa Rosa del Mar de Peralta Ramos,
un sector de Antártida Argentina, Las Canteras, Parque Hermoso y Valle Hermoso, La
Peregrina y La Gloria de la Peregrina. Por otro lado, las situaciones más favorables
(IVSA= 0,11 – 0,24) se visualizan principalmente en los barrios del sector costero,
tales como Alfar, Faro Norte, Bosque Peralta Ramos, Playa Serena, San Patricio, Los
Acantilados y El Grosellar. Otros barrios con buenas situaciones son El Jardín de
Peralta Ramos, Zacagnini, un sector de La Florida, Los Tilos y Virgen de Luján.
Teniendo en cuenta el IVSA, el trabajo de campo y las informaciones de estudios
antecedentes, la vulnerabilidad socio-ambiental en el área de estudio está dada
fundamentalmente por la distancia a los centros de salud, la ausencia de servicio
cloacal y red pública de agua (referido a la dimensión sanitaria), la inaccesibilidad a
estudios superiores (referido a la dimensión educativa), la ausencia del servicio de red
de gas (dimensión habitacional) y la convivencia con actividades que resultan
ambientalmente conflictivas para la población (disposición de residuos, actividades
industriales, minería, agricultura intensiva), cuyos efectos tienen alcances superadores
del ámbito en el que se lleva a cabo la actividad (dimensión ambiental).
La distribución espacial de los resultados obtenidos se muestra en la Figura 16.
128
Figura 16 Índice de Vulnerabilidad Socio-Ambiental y principales barrios
Fuente: Elaboración personal.
129
4) PELIGROS AMBIENTALES Y DISTRIBUCIÓN DEL ÍNDICE DE
VULNERABILIDAD SOCIO-AMBIENTAL
Considerando los diferentes sectores que caracterizan el periurbano en estudio,
las zonas más críticas determinadas por el IVSA y los principales peligros ambientales
detectados en primera instancia, las áreas más vulnerables corresponden al sector
definido por el eje de la Ruta 226 (Sector 3) y perteneciente a la Ruta 88 (Sector 4).
En el primero, se manifiestan peligros asociados a la exposición con
agroquímicos. Es una de las zonas con mayor difusión de la agricultura intensiva y
extensiva (en menor medida), por lo que se observa una clara sustitución de
ecosistemas naturales y pérdidas de biodiversidad, pérdida de suelos por erosión y
contaminación por aplicación de abonos. Por otra parte, en esta área también se
detectan ausencia de servicios de red de agua y cloacas.
Teniendo en cuenta la distribución territorial del IVSA, la vulnerabilidad sanitaria
(que tiene en consideración principalmente la ausencia de agua de red y cloacas) y la
ambiental (relacionada a las actividades que impliquen riesgos ambientales, tales
como la agricultura) son las que presentan valores más críticos en este eje. En función
de ello, se considera fundamental generar lineamientos de OAT específicos para
gestionar adecuadamente este sector.
A su vez, es importante mencionar que hay niveles altos respecto a la
vulnerabilidad educativa (gran parte de los chicos no acceden a educación
universitaria o terciaria), habitacional (ausencia de servicio de red de gas) y física (el
servicio de transporte público no se ajusta a las necesidades). Esta situación potencia
la vulnerabilidad de la población que cuenta con menor acceso a información y
conocimientos específicos. A esto se suman los problemas de accesibilidad asociada
con la distancia a los centros de atención pública de la salud.
En el segundo eje, se determinaron peligros asociados a la exposición con
agroquímicos y a incompatibilidades por inadecuada disposición de RSU en la historia
del periurbano, tales como: sustitución de hábitat, aparición de especies indeseadas,
contaminación de recursos hídricos por lixiviación, producción de gases tóxicos y
proliferación de insectos transmisores de enfermedades. Si bien esto se corresponde
con gestiones anteriores al predio actual y se han remediado las principales áreas
degradadas, muchos de los efectos negativos se sostienen en el tiempo.
El análisis del periurbano en su conjunto en función de las vulnerabilidades del
IVSA, permite destacar valores críticos en vulnerabilidad ambiental, por las actividades
130
que implican riesgos tales como agricultura y disposición de residuos, y en segundo
lugar actividades mineras e industriales. Esto resulta en la problemática de
incompatibilidad de actividades que se desarrollan y la urgencia de establecer un OAT
que permita sortear las dificultades.
Además de los peligros detectados en primera instancia, que concuerdan con los
resultados del IVSA, es necesario mencionar que se potencian las problemáticas
debido a otras dimensiones de la vulnerabilidad críticas detectadas en el sector
definido por el eje de la Ruta 88.
La dimensión de la vulnerabilidad sanitaria, demuestra que gran parte de los
barrios no poseen servicios de red de agua potable, ni cloacas. De esta manera, se
potencia la vulnerabilidad de las familias que deben extraer agua de pozos construidos
de manera precaria, con lo cual llegan a la Unidad Sanitaria personas con patologías
gastrointestinales, y además se presentan reclamos por la contaminación del agua.
Otros peligros que potencian la vulnerabilidad, son la incapacidad de poder
acceder a niveles de educación superiores (vulnerabilidad educativa), la ineficaz red
de transporte público (vulnerabilidad física) y la ausencia del servicio de red de gas
(vulnerabilidad habitacional). Al igual que en el primer sector, la población no puede
acceder a instituciones de salud (más que nada las de mayor complejidad), por las
distancias y por las dificultades implicadas en los traslados.
Finalmente, las áreas consideradas más críticas en términos de vulnerabilidad
socio-ambiental, corresponden a aquellas donde se llevan a cabo actividades
incompatibles entre sí, y que además potencian la incapacidad de la población para
hacer frente a otros peligros, tales como los relacionados a la accesibilidad, educación
y disponibilidad de infraestructura y servicios.
131
5) LINEAMIENTOS PARA EL ORDENAMIENTO AMBIENTAL DEL
PERIURBANO
La heterogeneidad de actividades y los peligros ambientales detectados en el
territorio periurbano demuestran que el crecimiento del ejido urbano de Mar del Plata
sobre las áreas circundantes ha sido espontáneo dado que no se basó en un proyecto
de OT que sustente la expansión. Si bien existieron algunos planes sectoriales para
orientar dichos procesos, los mismos disponían de escasos instrumentos de aplicación
(Monteverde, 2005).
Así, el periurbano de Mar del Plata, se caracteriza por la escasez de
lineamientos estructurales de planificación ambiental del territorio, dificultades para el
desarrollo de planes conjuntos entre los distintos niveles públicos, insuficiente
coordinación de acciones concretas para dar respuesta a problemas centrales en el
sector, formulación de proyectos cuyos beneficios podrán verse en el mediano y largo
plazo, entre otras cuestiones (Donsini, 2004).
Como fue mencionado en el apartado correspondiente a los principales aspectos
normativos del área de estudio, el COT, sancionado en 1979 y modificado en las
décadas siguientes y hasta el presente, resulta de aplicación insuficiente para orientar
la organización del territorio, los procesos de trasformación del ejido y la expansión de
las áreas periurbanas, debido a la inexistencia de instrumentos generales que
establezcan políticas y estrategias en función de objetivos deseados. Es por ello que,
como se mencionó en apartados anteriores, se han encaminado acciones para la
reforma del COT36.
Se verifica en ocasiones, un escaso cumplimiento y adecuación de los distintos
sectores en lo que respecta a las normativas vigentes implicadas en la planificación
urbana y ambiental y deficiencias en los mecanismos de control por parte de las
autoridades que, muchas veces, encuentran superpuestas sus funciones.
Los peligros detectados en el periurbano, a lo largo de la presente tesis, tienen
expresiones concretas en el territorio. Los peligros a los que la población se encuentra
expuesta conforman los problemas ambientales identificados, y la capacidad que tiene
la población para hacer frente a estas situaciones de riesgo se evaluó a través del
IVSA. Una vez evaluadas las posibilidades de la población, se determinaron las áreas
más críticas y las dimensiones de la vulnerabilidad que más inciden en esas
condiciones.
36
Entre ellas se destacan las “Jornadas de reflexión y debate: planeamiento y normativa urbana”, organizadas por la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNMdP y llevadas a cabo en julio de 2014.
132
En este sentido, un proyecto de OAT constituiría la mejor alternativa para
gestionar los peligros, armonizar las relaciones entre la sociedad y la naturaleza,
mejorar las condiciones de vida, productivas y aquellas ligadas con la infraestructura.
Con este motivo, se formularon 5 estrategias generales (áreas a optimizar,
revitalizar, consolidar, refuncionalizar, recuperar) para avanzar con propuestas que
contemplen la heterogeneidad implícita en el periurbano, respondiendo a las
demandas específicas de cada uno de los sectores y los resultados obtenidos de la
evaluación de la vulnerabilidad socio-ambiental.
A continuación se describen las principales estrategias para el ordenamiento
ambiental del periurbano marplatense:
Áreas a optimizar: conforman sectores donde se practican actividades que
implican riesgos para la población, tales como agricultura intensiva y extensiva,
industriales y ganaderas, y que debieran llevarse a cabo de manera que logren
satisfacer los objetivos perseguidos, generando la menor cantidad de impactos
posibles.
Áreas a revitalizar: corresponden a sectores en los que es necesario vigorizar
sus condiciones potenciales de desarrollo.
Áreas a consolidar: incluyen sectores del periurbano costero e interior destinados
a la urbanización, que poseen escasa dotación de infraestructura y servicios y, en
general, presentan baja densidad de ocupación.
Áreas a refuncionalizar: conforman sectores susceptibles de intervenir para
establecer nuevas funciones aprovechando sus potencialidades.
Áreas a recuperar: incluyen los sectores altamente degradados por actividades
abandonadas (pasivos ambientales), y en algunos casos, actuales que es necesario
restaurar a fin de hacer más eficientes los usos actuales y fomentar otras actividades
productivas.
Por otra parte, es importante mencionar que, excepto las “Áreas a Optimizar”, el
resto de las estrategias se basan en un trabajo realizado por Zulaica y Ferraro (2013b)
sobre lineamientos para el OT. Las “Áreas a Optimizar” se corresponden en general,
con las “Áreas a Fortalecer”, definidas en el trabajo citado. Las estrategias se definen
de manera general en función de los sectores del periurbano, los principales peligros a
los que están expuestos, las áreas más críticas en términos de vulnerabilidad socio-
ambiental y dimensiones de la vulnerabilidad con mayor incidencia (Tabla 10). Estas
últimas, inciden de distinta manera en cada barrio.
133
Finalmente, es importante tener en consideración que al determinar las
dimensiones de la vulnerabilidad afectadas, se tuvo en cuenta, además de los
principales peligros, los datos obtenidos en campo y los resultados del IVSA. Por otra
parte, las estrategias de OAT deben contemplar todo el escenario. De esta manera,
como puede observarse en la Figura 17, no solo responden a las situaciones más
críticas, sino también al resto de las áreas.
Tabla 10 Sectores, peligros y estrategias para el OAT
Sectores (S)
Peligros Ambientales predominantes
Áreas más críticas en términos de VSA
Dimensiones de la Vulnerabilidad
Estrategias
S. 1
Exposición a los agroquímicos
Deficiente tratamiento de efluentes cloacales
Ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y
cloacas
Un sector de Parque Camet
Área donde se emplazará la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales
Vulnerabilidad ambiental Áreas a Optimizar (OPT) Áreas a Revitalizar (REV)
Vulnerabilidad sanitaria Vulnerabilidad física
Áreas a Consolidar (CON)
S. 2
Exposición a los agroquímicos
Ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y
cloacas
Un sector de Estación Camet
Un sector de El Casal
Vulnerabilidad ambiental Áreas a Optimizar (OPT)
Vulnerabilidad sanitaria Vulnerabilidad física
Áreas a Consolidar (CON)
S. 3
Exposición a los agroquímicos
Ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y
cloacas
Un sector de Batán y radio contiguo
Un sector de La Peregrina
Un sector de La Gloria de la Peregrina
Un sector de Santa Paula
El Coyunco La Herradura y radio
contiguo Un sector de San
Jorge Un Sector de Santa
Rosa de Lima Un sector de Jorge
Newbery Un sector de Caribe
Vulnerabilidad ambiental
Áreas a Optimizar (OPT) Áreas a Refuncionalizar (REF) Áreas de Recuperar (REC)
Vulnerabilidad física Vulnerabilidad sanitaria Vulnerabilidad habitacional Vulnerabilidad social Vulnerabilidad educacional
Áreas a Consolidar (CON)
13
4
S. 4
Exposición a los agroquímicos
Un sector de Batán Un sector de Estación
Chapadmalal Un sector de Parque
Hermoso y Valle Hermoso
Las Canteras Un sector de Antártida
Argentina Autódromo Santa Rosa del Mar de
Peralta Ramos Santa Celina Nuevo Golf Parque Independencia Radio en el cual se
encuentra el actual relleno sanitario
Radio donde se encuentra el parque industrial
Vulnerabilidad ambiental
Áreas a Optimizar (OPT) Áreas a Refuncionalizar (REF) Áreas de Recuperar (REC) Áreas a Revitalizar (REV)
Vulnerabilidad física Vulnerabilidad sanitaria Vulnerabilidad habitacional Vulnerabilidad social Vulnerabilidad económica
Áreas a Consolidar (CON)
Ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y
cloacas
Incompatibilidades asociadas a la disposición final de RSU
S. 5 Ausencia de infraestructura de
servicios de red de agua y cloacas
Un sector de Los Acantilados
Un sector de San Patricio
Un sector de Playa Serena
Un sector de San Jacinto
Vulnerabilidad física Vulnerabilidad sanitaria Vulnerabilidad habitacional Vulnerabilidad educativa Vulnerabilidad económica
Áreas a Consolidar (CON)
Fuente: Elaboración personal.
13
5
136
A continuación se enuncian las propuestas generales de OAT para cada
estrategia:
Áreas a optimizar
Regular el uso de productos fitosanitarios (agroquímicos y fertilizantes) a través
de una nueva Ordenanza que sea más específica en cuanto al manejo y
distancias de aplicación de los productos.
Controlar por parte del Estado el cumplimiento de la normativa respecto a los
productos fitosanitarios.
Capacitar a los encargados de manipular los productos químicos en los
campos.
Informar a la población que habita en las zonas adyacentes a los sitios donde
se emplean los productos fitosanitarios, sobre peligrosidad y efectos que
puedan generar los mismos.
Establecer proyectos ambientales a largo plazo para que se haga efectiva la
continuidad del proyecto.
Dinamizar la actividad científica respecto a las problemáticas urbano-rurales.
Incentivar por parte del Estado, la certificación de Buenas Prácticas Agrícolas,
que se definen como un conjunto de principios, normas y recomendaciones
técnicas, tendientes a reducir los riesgos físicos, químicos y biológicos en la
producción y cosecha y minimizan el impacto ambiental.
Estimar la capacidad de carga de los terrenos utilizados para pastoreo, con el
fin de establecer programas para su uso sustentable.
Establecer planes de protección de los pastizales nativos, respetando las
actividades presentes.
Ordenar las áreas industriales incentivando la densificación de
establecimientos y su relocalización.
Realizar controles periódicos sobre la disposición de residuos, efluentes y
emisiones de las industrias.
Áreas a revitalizar
Propiciar la mejora en el sistema de saneamiento urbano (tratamiento de
efluentes cloacales) a fin de mitigar impactos actuales y potenciales.
Establecer controles periódicos sobre conexiones a la red de cloacas para
determinar aquellas que sean ilegales y que contribuyen a la colmatación y mal
funcionamiento de la planta de tratamiento.
137
Establecer sistemas de tratamiento de efluentes líquidos dentro del área
industrial.
Fijar pautas para realizar la tarea de mantenimiento de la planta de pre
tratamiento y la próxima Estación Depuradora de Aguas Residuales, de
manera periódica.
Implantar mecanismos de mantenimiento eficientes para el emisario
submarino.
Ordenar el área de influencia del predio de disposición de residuos, para que el
acceso sea solo para los trabajadores del lugar.
Proponer la creación de plantas de separación de residuos para optimizar su
disposición final.
Construir un relleno sanitario especial para disponer los residuos del área
industrial y de esta manera alivianar la carga del relleno sanitario actual.
Sanear áreas altamente degradadas (basurales en áreas aledañas al predio de
residuos) a fin de evitar exposición a situaciones de riesgos a la población.
Fomentar charlas y capacitaciones sobre los hábitos del cuidado de la salud e
higiene, para evitar exposiciones a riesgos resultantes de la formación de
basurales contiguos a las viviendas.
Fijar controles periódicos por parte del estado, sobre las condiciones sanitarias,
respecto a la recolección de residuos en los barrios linderos al relleno sanitario.
Áreas a consolidar
Aumentar la frecuencia de los colectivos de aquellas líneas que lo hacen de
manera muy espaciada, y ampliar los recorridos, garantizando la accesibilidad
a los servicios y equipamientos existentes desde los distintos barrios.
Realizar tareas de reparación y mantenimiento de las calles, para evitar
accidentes y así lograr una mayor accesibilidad física.
Construir nuevas instalaciones de salud pública intermedia para garantizar el
acceso a toda la población.
Mejorar la dotación de equipamientos de educación primaria, secundaria y
terciaria.
Realizar talleres con el objetivo de que los padres incentiven la escolaridad de
los niños.
Promover el desarrollo de proyectos urbanos que articulen e integren los
barrios del periurbano y con la ciudad.
138
Relocalizar algunos asentamientos situados en áreas ambientalmente críticas o
bien mejorar las condiciones urbanas asegurando al menos la mínima dotación
de infraestructura y servicios básicos.
Impulsar la construcción de vivienda pública sólo en aquellas áreas que
cuentan con infraestructura y servicios.
Extender la red de agua potable, gas y cloacas en las zonas más alejadas
donde sea posible.
Establecer planes para facilitar el acceso a los servicios mencionados
previamente, de las familias que no pueden conectar el servicio por su alto
costo.
Realizar el control de la calidad del agua por parte del Estado, en zonas donde
se utilice agua de pozo o donde existieran conexiones ilegales a la red de
agua.
Incentivar estudios científicos sobre la calidad del agua, principalmente en
aquellos sectores aledaños a campos donde se utilicen productos fitosanitarios.
Favorecer el desarrollo de actividades productivas asociadas a la conservación
de recursos para generar nuevos puestos laborales.
Fomentar cursos de capacitación laboral gratuitos para que la población de los
barrios más carenciados estén mejor calificados para los empleos.
Áreas a refuncionalizar
Restaurar las áreas en las cuales se desarrolla la actividad minera.
Propiciar investigaciones científicas, principalmente para evaluar la calidad del
agua y disposición de residuos, durante el desarrollo de la actividad minera.
Controlar que la actividad se desarrolle de la manera que genere menos
impactos ambientales, teniendo en cuenta principalmente evitar procesos de
erosión y contaminación del agua.
Establecer nuevas Ordenanzas que regulen de manera efectiva la actividad
minera, principalmente estableciendo parámetros de utilización de agua, vuelco
de efluentes y disposición de residuos, ajustadas a la realidad local.
Áreas a recuperar
Remediar pasivos ambientales (cavas ladrilleras y canteras abandonadas) para
el desarrollo turístico y recreativo.
139
Sanear áreas altamente degradadas (cavas ladrilleras y canteras) a fin de
evitar exposición a situaciones de riesgos a la población y promover nuevas
alternativas de uso para las áreas restauradas.
Incentivar investigaciones científicas sobre nuevos usos de los pasivos
ambientales.
A continuación, en la Figura 17, se muestran las estrategias distribuidas para
cada radio en particular. Se observan aquellas que predominan en cada sector, y
luego, debido a que la mayoría de las áreas críticas demandan la aplicación de varias
estrategias, se prosiguió a identificarlas con círculos de los colores correspondientes.
Al momento de determinar las estrategias predominantes para los radios, se
consideró cuál dimensión de la vulnerabilidad era la más afectada y los usos de suelo
correspondientes. De esta manera, teniendo en cuenta las actividades que se
desarrollan en el área, se logra identificar qué vulnerabilidad predomina, y en
consiguiente, qué estrategia es la más demandada.
Finalmente, es importante mencionar que cada situación en particular requiere
acciones más concretas a desarrollar en investigaciones posteriores.
140
Figura 17 Distribución de las estrategias de OAT
Fuente: Elaboración personal.
141
DISCUSIÓN FINAL Y CONCLUSIONES
Tal como se deduce de la fundamentación teórica, de los antecedentes y del
trabajo empírico realizado, el área de estudio de la presente tesis manifiesta una gran
complejidad debido a que se encuentra sometida a intensos procesos de cambios
(naturales, socioculturales, económicos) y cuyo estudio demanda miradas integrales.
De la revisión bibliográfica realizada surge además, que para abordar el
periurbano desde distintas perspectivas disciplinares, no existe un consenso sobre la
definición conceptual de la interfase. Sin embargo, hay coincidencias generalizadas en
que este espacio manifiesta importantes diferenciaciones socio-ambientales que
asocian distintos niveles o grados de vulnerabilidad.
Al considerar la evolución del periurbano marplatense, el momento analizado se
ubica en el último período definido por Echechuri et al. (1998); Bengoa (2001) y
Ferraro et al. (2013). Ese momento, vinculado con las funciones que tiene el
periurbano para la ciudad de Mar del Plata y el partido de General Pueyrredon, se
caracteriza por la consolidación de nuevas zonas que desplazan al campo y por la
expansión de áreas urbanas, principalmente sobre el sector costero y sobre los ejes
de acceso más importantes. Numerosos sectores próximos al ejido urbano se
densifican, y aparecen sectores de alta vulnerabilidad. La actividad hortícola sigue
teniendo relevancia en el periurbano. La productividad se incrementa por el masivo
uso de agroquímicos y el crecimiento de la producción bajo cubierta. Se generan y
consolidan nuevos usos residenciales con características contrastantes: viviendas de
veraneo o segundas residencias y equipamiento vinculado con el sector turístico
costero, barrios cerrados y asentamientos precarios. Además, en este período
aparecen diferentes normativas ambientales que condicionan el desarrollo de
actividades en áreas periurbanas, acentuándose la preocupación social por estos
temas. Estos aspectos, se verifican en el trabajo de campo y en las entrevistas
realizadas a informantes del área.
Como se desarrolla en la definición del área de estudio, la dinámica periurbana
también se expresa al intentar definir los límites de este espacio. En referencia a ello,
Ferraro et al. (2013) afirman que el sistema periurbano de la ciudad de Mar del Plata
se extiende desde una línea señalada por el amanzanamiento, la presencia de agua
potable por red y red cloacal y constituye una franja de territorio heterogéneo en el que
se mezclan y yuxtaponen diferentes actividades económicas y de servicios con una
población de características socio-económicas diversas, pero identificadas con un
142
común denominador de diferentes conflictividades (sociales, económicas, de
convivencia de usos, etc.), hasta la línea que representa la agricultura y ganadería
extensiva. Lo mencionado plantea una arbitrariedad a la hora de evaluar la
vulnerabilidad socio-ambiental en distintos momentos históricos ya que los límites son
móviles y por lo tanto varía el espacio sobre el que se realiza el análisis.
Partiendo del concepto de problema ambiental (Fernández, 2000) y del enfoque
de la teoría social del riesgo (Kaztman, 2000), puede decirse que los peligros
ambientales que emergen en la interfase periurbana marplatense son resultado de los
desequilibrios que se establecen entre el sistema social y el sistema natural en sus
distintos niveles de intervención. Dichos peligros se relacionan directamente con la
heterogeneidad de actividades que existen en el área, la forma en que se llevan a
cabo y, por consiguiente, con la diversidad de usos del suelo que acoge.
Teniendo en cuenta las principales actividades desarrolladas en el periurbano en
estudio, se identifican como peligros ambientales más significativos: la exposición a los
agroquímicos, incompatibilidades asociadas con la disposición final de RSU, peligros
asociados a la ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y cloacas; y
deficiente tratamiento de efluentes cloacales.
La evaluación de los peligros mediante la metodología de Conesa Fernández-
Vítora (2010), permite afirmar que la interfase rural-urbana estudiada presenta
dificultades severas respecto a la exposición a agroquímicos y moderadas en relación
a la ausencia de infraestructura de servicios de red de agua y cloacas, a la disposición
final de RSU, y al deficiente tratamiento de efluentes cloacales. En parte, estos dos
últimos peligros parecieran revertirse mediante proyectos concretos que actualmente
se encuentran en ejecución.
En relación con el segundo peligro mencionado, el Plan Estratégico de 2005
(Monteverde, 2005) señala que, en el caso de Mar del Plata, se manifiesta un claro
estímulo a la expansión de la ciudad con muy bajos niveles de ocupación y densidad,
lo cual conlleva problemas asociados fundamentalmente con la dotación de
infraestructura y servicios. En este sentido, es importante tener en cuenta la
importancia que tiene la dotación de servicios de red de agua y cloacas respecto a
problemas tales como la contaminación del agua de pozo por infiltración de
agroquímicos y por infiltraciones de pozos sépticos.
Asimismo, es importante destacar que la dimensión ambiental incorporada en el
Código de Ordenamiento Territorial actual muestra un enfoque con escasa articulación
143
entre la implementación de instrumentos de gestión urbano-ambiental y los usos y
actividades reguladas.
La vulnerabilidad socio-ambiental (CARE, 2001; Cortéz et al., 2002, Ávila García,
2008; Bello Sánchez et al., 2009) hace referencia a las condiciones de la población y
su entorno inmediato para enfrentar posibles eventualidades que se traduzcan en
efectos adversos. El grado de debilidad de los factores (sanitarios, habitacionales,
relativos a la accesibilidad, educativos, relativos a la pobreza, económicos y
ambientales) define distintos niveles de vulnerabilidad socio-ambiental que afectan la
sustentabilidad del territorio. En este sentido, el trabajo de tesis asume un concepto
integrador de la vulnerabilidad socio-ambiental, directamente relacionado con la noción
de sustentabilidad y especialmente con la esfera social de la misma. Esta
conceptualización implica considerar distintas dimensiones de la vulnerabilidad
(sanitaria, habitacional, física, educativa, social, económica y ambiental) que implican
la selección de variables e indicadores concretos para su evaluación a través de un
índice sintético: IVSA.
Los resultados muestran que las situaciones más críticas (IVSA= 0,46 – 0,58) se
presentan en los barrios Nuevo Golf, Parque Independencia, Santa Rosa del Mar de
Peralta Ramos, un sector de Antártida Argentina, Las Canteras, Parque Hermoso y
Valle Hermoso, La Peregrina y La Gloria de la Peregrina. Por otro lado, las situaciones
más favorables (IVSA= 0,11 – 0,24) se visualizan principalmente en los barrios del
sector costero, tales como Alfar, Faro Norte, Bosque Peralta Ramos, Playa Serena,
San Patricio, Los Acantilados y El Grosellar.
En general, el análisis territorial del IVSA permite establecer que el sector
periurbano estudiado dista mucho de aproximarse a los logros de equidad y bienestar
socio-ambiental acordes con los principios de sustentabilidad, que sólo se manifiestan
en escasos sectores de la población. Su distribución espacial revela que existe cierta
correlación entre los resultados obtenidos para los valores extremos de los indicadores
en las distintas unidades espaciales en cada una de las dimensiones consideradas.
Los resultados del IVSA obtenidos para el periurbano permitieron distinguir en
primera aproximación tres sectores: a) el costero sur (sector 5), b) las áreas próximas
al ejido, sector costero norte y asentamientos puntuales alejados del ejido (Sierra de
los Padres, Batan, Las Margaritas), c) el interior. El primer grupo abarca un corredor
turístico dotado de algunas infraestructuras, balnearios y con viviendas para veraneo o
segundas residencias que presenta mejores condiciones de vida que el interior. El
segundo, se corresponde con zonas de extensión de servicios sanitarios en los últimos
144
5 años y la proximidad a las áreas centrales determina buenas condiciones del índice
por accesibilidad, presencia de infraestructura y servicios, equipamientos sanitarios y
de salud, transporte, etc. Por otro lado está el interior, que manifiesta generalmente
valores del IVSA más altos, siendo entonces la zona más vulnerable del área de
estudio. La diferenciación señalada pudo verificarse en algunos sectores mediante las
corroboraciones efectuadas en campo.
La vulnerabilidad socio-ambiental en el área de estudio está dada
fundamentalmente por el alejamiento a centros de salud, la ausencia de servicio
cloacal y red pública de agua (referido a la vulnerabilidad sanitaria), la inaccesibilidad a
estudios superiores (referido a la vulnerabilidad educativa), la ausencia del servicio de
red de gas (vulnerabilidad habitacional) y en la convivencia con actividades que
resultan ambientalmente conflictivas para la población y cuyos efectos tienen alcances
superadores del ámbito en el que se lleva a cabo la actividad (disposición de residuos,
actividades industriales, minería, agricultura intensiva) (vulnerabilidad ambiental). Por
otra parte, las áreas más vulnerables corresponden al Sector 3 (definido por el eje de
la Ruta 226) y el Sector 4 (definido por el eje de la Ruta 88).
Teniendo en cuenta la hipótesis planteada en primera instancia37, se observa
que además de la vulnerabilidad sanitaria y educativa, la vulnerabilidad física y
ambiental también registran valores críticos. Por otro lado, los principales sectores
afectados no corresponden a la Ruta 2 (Sector 2) y la Ruta 11, en dirección Norte
(Sector 1) identificados en un primer momento. Esto se debe fundamentalmente a que
las premisas fueron enunciadas de acuerdo con trabajos antecedentes basados en
datos del censo de 2001 y con indicadores que trabajan distintas variables,
respondiendo a objetivos o recortes del área diferentes.
La construcción del IVSA presenta tres limitaciones principales detectadas a lo
largo del trabajo: aquellas que surgen de la selección de variables e indicadores;
aquellas relativas a que no se incorporan aspectos subjetivos implicados en el
concepto de vulnerabilidad socio-ambiental; y por último, no se incluyen en este
estudio aspectos de la vulnerabilidad política, importantes de considerar en el marco
de la dimensión política de la sustentabilidad, basada en la participación y en la noción
de gobernanza (Fernández et al., 1999).
Además, la corroboración en campo realizada es insuficiente para verificar los
resultados del índice, no obstante aporta información relevante sobre determinados
37
En relación con este aspecto, es importante recordar que antes de realizar el trabajo de tesis, se planteó como hipótesis general que las situaciones más críticas, durante el año 2010, se presentan en las zonas definidas por los ejes Ruta 88, Ruta 2 y Ruta 11 (en dirección Norte), y está dada fundamentalmente por la incidencia de las dimensiones educativas y sanitarias de la vulnerabilidad.
145
sectores y demuestra la necesidad de efectuar nuevos estudios de campo más
sistematizados y más profundos que permitan verificar los resultados obtenidos.
No obstante, el procedimiento metodológico empleado permitió caracterizar la
complejidad territorial del periurbano, considerándose válido para analizar la
distribución espacial de las variables seleccionadas e identificar escenarios actuales
de actuación.
Por otra parte, tal como manifiesta Donsini (2004) el sistema existente de
planificación del territorio local no es suficiente para determinar objetivos, políticas y
estrategias de ordenamiento y desarrollo físico-espacial destinados a encauzar el
crecimiento de Mar del Plata y de las demás áreas urbanas y rurales del Partido. En la
actualidad, la población de Mar del Plata dispone de múltiples y variados proyectos
urbanos pero en ocasiones fragmentados y desarticulados debido a la ausencia de
una idea estratégica de ciudad, debidamente consensuada entre ciudadanía y
gobierno y entre los sectores público y privado.
En función de lo anterior y en función de estudios realizados previamente en el
área, la presente tesis plantea seis estrategias generales: áreas a optimizar, revitalizar,
consolidar, refuncionalizar y recuperar. Las propuestas para concretar cada una de
ellas conforman bases para el Ordenamiento Ambiental del periurbano marplatense.
En este aspecto, fue imprescindible realizar un diagnóstico del área, evaluando los
principales peligros, para luego avanzar en estrategias y propuestas tendientes la
gestión sustentable del territorio.
Más allá de lo mencionado, se considera importante profundizar en el diseño de
estrategias ajustadas a la realidad a partir de nuevas unidades de análisis. En relación
con ello, cabe destacar que la escala espacial definida por los radios censales, si bien
permite definir estrategias adecuadas en el nivel de análisis de la tesis, no es
suficiente para captar la diversidad territorial de las particularidades implícitas en cada
radio.
Asimismo, el estudio realizado contribuye a profundizar en el conocimiento de las
dimensiones implicadas en el concepto de vulnerabilidad socio-ambiental, enfatizando
en las diferenciaciones internas del periurbano a partir de datos representativos del
territorio abordado, en el cual, los valores de los indicadores muestran generalmente
condiciones más desfavorables que en el Partido en su conjunto y que las áreas
consideradas urbanas.
En síntesis, el periurbano de Mar del Plata presenta una gran complejidad,
debido a que se encuentra sometido a la interacción constante entre sociedad-
146
naturaleza. Cuando se identifican y evalúan los peligros, es imprescindible lograr una
gestión de los mismos en el marco de una propuesta de Ordenamiento Ambiental del
Territorio. Además, se considera que el procedimiento metodológico empleado es
transferible a otras áreas periurbanas sobre las cuales se pretenda realizar un
diagnóstico integrado que permita revertir problemáticas derivadas de la escasa
implementación de instrumentos de gestión urbana.
147
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ZULAICA, L. (2010) Transformaciones territoriales en el sector sur del periurbano
marplatense: causas y consecuencias ambientales. Tesis de Doctorado en
Geografía. Departamento de Geografía y Turismo, UNS, Bahía Blanca.
ZULAICA, L. y FERRARO, R. (2010). Vulnerabilidad socio-ambiental y dimensiones de
la sustentabilidad en un sector del periurbano marplatense. Estudios
Socioterritoriales (Revista de Geografía), 197-219.
ZULAICA, L. y FERRARO, R. (2011). Índices de Vulnerabilidad Socio-Ambiental en
barrios periurbanos de Mar del Plata: una aproximación al dimensionamiento de la
sustentabilidad social. 4° Seminario sobre Políticas Urbanas, Gestión Territorial y
Ambiental para el Desarrollo Local, Resistencia.
ZULAICA, L.; FERRARO, R. y VAZQUEZ, P. (2011). Análisis temporal de los usos del
suelo en el periurbano de Mar del Plata y el partido de General Pueyrredon (1989-
2009). En 1º Congreso Nacional de Tecnologías de la Información Geográfica y 4º
Reunión de Usuarios de Tecnologías de la Información Geográfica del NEA,
Laboratorio de Tecnologías de la Información Geográfica, Universidad Nacional del
Noreste y CONICET, Resistencia.
ZULAICA, L.; FERRARO, R. y VAZQUEZ, P. (2012). Transformaciones territoriales en
el periurbano de Mar del Plata. Revista Geograficando, vol. 8, Nº 8, 169-187.
160
Departamento de Geografía, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación,
Universidad Nacional de La Plata.
ZULAICA, L. y FERRARO, R. (2013a). El periurbano de Mar del Plata: un sistema
complejo con bordes dinámicos. Trabajo presentado en el 4° Congreso Nacional de
Geografía de Universidades Públicas y 11° Jornadas Cuyanas de Geografía,
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional del Cuyo, Mendoza.
ZULAICA, L. y FERRARO, R. (2013b). Lineamientos para el ordenamiento del
periurbano de la ciudad de Mar del Plata (Argentina), a partir de la definición de
sistemas territoriales. Revista Geografia em Questão. Associação dos Geógrafos
Brasileiros, Seção Local - Marechal Cândido Rondon, vol. 6, Nº 1, 202-230.
ZULAICA, L., FERRARO, R. y VAZQUEZ, P. (2013). Transformaciones territoriales del
periurbano de la ciudad de Mar del Plata (Argentina), entre 1989-1999 y 1999-2009.
Trabajo presentado en el 14º Encuentro de Geógrafos de América Latina, Lima.
ZULAICA, L., CALDERÓN, G. y TOMADONI, M. (2014). La dimensión ambiental en la
normativa urbana: aportes y reflexiones para su inclusión en el Código de
Ordenamiento Territorial del Partido de General Pueyrredon. Trabajo presentado en
las Jornadas de reflexión y debate “Planeamiento y Normativa Urbana, Facultad de
Arquitectura, Urbanismo y Diseño, Universidad Nacional de Mar del Plata, Mar del
Plata.
161
ANEXOS
Anexo 1- Modelo de entrevista
Las preguntas que se muestran a continuación orientan las entrevistas
realizadas a los distintos actores de los barrios que integran el área de estudio, a fin de
poder caracterizar la vulnerabilidad socio- ambiental y verificar de manera exploratoria
algunos de los resultados obtenidos del IVSA.
Modelo de entrevista para actores de los barrios del periurbano estudiado
Información relativa a los entrevistados
Nombre:
Actividad que desempeña:
Nivel educativo alcanzado:
Tiempo que hace que vive o trabaja en el barrio:
Información relativa a la vulnerabilidad sanitaria
Si vive en algún barrio del periurbano estudiado ¿Posee servicio de agua corriente? ¿Posee
cloacas? ¿Cómo evacua los efluentes? ¿Qué tan lejos vive de un centro de salud?
¿Qué porcentaje de la población del barrio estima que tiene agua por cañería dentro de la
vivienda?
¿Qué porcentaje de la población del barrio estima que tiene agua y cloacas?
Información relativa a la vulnerabilidad habitacional
Si vive en algún barrio del periurbano estudiado ¿La casa y el terreno son propios? ¿Alquila?
¿Cuántas habitaciones posee la vivienda? ¿Cuántos baños tiene? ¿Posee agua dentro de la
vivienda? ¿Posee red de gas? ¿Posee energía eléctrica en su vivienda? ¿Posee alumbrado
público?
¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que poseen más de cinco miembros o que
pueden considerarse familias numerosas?
¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que viven en viviendas muy precarias?
¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que comparten el baño?
¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que viven en terrenos que no son propios?
¿Qué porcentaje de familias en el barrio estima que poseen red de gas?
¿Qué porcentaje de familias del barrio estima que poseen energía eléctrica domiciliaria?
¿Qué porcentaje de familias del barrio estima que poseen alumbrado público?
Información relativa a la vulnerabilidad física
¿En qué se moviliza hacia el centro u otros barrios de Mar del Plata?
¿Qué porcentaje de familias del barrio estima que poseen transporte público cercano?
¿Cómo calificaría el servicio de transporte público en el barrio? Malo – Regular – Bueno –
Muy bueno
Información relativa a la vulnerabilidad educativa
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Si tuviera que evaluar el nivel de instrucción de la población hasta 12 años que vive en el
barrio, ¿cómo lo calificaría? Malo – Regular – Bueno – Muy bueno
¿Qué porcentaje de la población que tiene más de 12 años estima que tiene primario
incompleto?
¿Qué porcentaje de la población de 18 años o más, estima que asiste a universidades o
terciarios?
Información relativa a la vulnerabilidad social
¿Qué porcentaje de la población del barrio estima que se encuentra en un nivel crítico de
pobreza?
¿Qué porcentaje de la población estima que vive en asentamientos informales?
Información relativa a la vulnerabilidad económica
Si vive en algún barrio del periurbano estudiado ¿Existe en su familia algún miembro
desocupado? ¿Recibe ayudas o planes sociales?
¿Qué porcentaje de la población estima que se encuentra desocupada en el barrio?
¿Cuál es la principal fuente de ingreso de las familias?
¿Qué porcentaje de las familias del barrio estima que reciben ayudas o planes sociales?
Información relativa a la vulnerabilidad ambiental
¿Qué problemas ambientales puede identificar en el barrio?
¿Considera que en el barrio coexisten actividades que impliquen riesgos ambientales, tales
como agricultura intensiva, industrias, centros de tratamiento de efluentes, rellenos
sanitarios?
¿Suelen registrarse inundaciones frecuentemente?
¿Le gusta el barrio en el que vive o trabaja? ¿Qué le cambiaría?
¿Cuáles han sido los mayores cambios en el barrio desde que vive o trabaja allí?
Para informantes vinculados con las escuelas
¿Cuántos alumnos aproximadamente tiene la escuela?
¿Cómo calificaría la deserción escolar? Muy alta – Alta – Media – Baja
¿Cuáles son las problemáticas más frecuentes de los niños que asisten a la escuela?
Para informantes vinculados con los centros de salud
¿Qué servicios brinda la unidad sanitaria?
¿Cuáles son las patologías más frecuentes? ¿A qué se atribuyen las mismas?
¿Cuáles son las problemáticas más frecuentes en los pacientes que asisten a la sala?
¿Hay participación de la comunidad en las actividades propuestas por el centro de salud?
Fuente: Elaboración personal.
La presente tesis se terminó de imprimir en febrero de 2015