Post on 02-Jul-2015
En una tarde soleada entre una arboleda de mangos y plantas exóticas por el municipio de
Yangame encontraba recogiendo mangos, ya tenia casi dos cajas llenas, quería un poco más así
que decidí apedrear los arboles para que cayeran más de esa exquisita fruta.
Fue tanta la frecuencia con la que apedreé los tupidos arboles que una de esas tantas
pedradas le cayó muy de cerca a un personaje singular, resultó ser el insigne