El rocio de dios

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EL ROCIO DE DIOS. Oseas 14:1–9

Oseas es el primer libro de los profetas llamados menores. No en relación a importancia sino en tamaño y alcance profético. Aun cuando Israel, por su pecado se destruyó y murió como nación, Dios le traerá a la reconstrucción y resurrección nacional. Tan pronto como se arrepienta (4-9), (13:9-16).

I. EL ROCIO HABLA DE NUESTRA HISTORIA 4Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.

5Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.

( Vr 4-5)

Esta promesa gloriosa, no sólo es dada a Israel sino también a nosotros (4-5). Si de veras nos convertimos y decimos: “Quita toda iniquidad…” El nos contestará: “Yo sanaré su rebelión, los amaré. Necesitamos “ROCIO” celestial que es el cálido contacto con Dios. Rocío es vapor que con el fresco nocturno se condensa en gotas.

Así es Dios para nosotros, “como rocío” (5) ( Goteará como la lluvia mi enseñanza;

Destilará como el rocío mi razonamiento; Como la llovizna sobre la grama, Y como las gotas sobre la hierba; (Deut. 32:2;) Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; Como el rocío que destila sobre la tierra. (Sal. 72:6).)

II. EL ROCIO NOS REFRESCA

Cuando la seca ha durado largo tiempo, parece que todo decae. Al caer el rocío, toda la naturaleza se vivifica y fortalece. Cuando nuestras almas sedientas son confortadas con el Espíritu Santo. Somos reavivados con entusiasmo y renovados en lo profundo.

III. EL ROCIO EMBELLECE Y REVELA

¡Cuán hermosa es la tierra en las primeras horas matutinas! Cubierta de gotas de rocío que centellean cual diamantes. Florece cual lirio dándole a Dios la fragancia de la flor. (5). Extiende sus raíces con la firmeza de la gracia de Dios. (6). El rocío revela las telarañas que en la noche han fabricado. Todo se ve: egoísmo, orgullo, envidia, rencor, hipocresía. Todo. Con razón el Sal. 90:12, dice: “Crea en mí, oh Dios, un corazón…”

IV. CONDICIONES PARA QUE DESCIENDA EL ROCIO

1. Vendrá en los valles. No en montañas de orgullo. Pedro se desvió en el monte de la transfiguración con sus pabellones. Es la prueba y humillación que Dios quiere honrarnos. 2. Vendrá donde no hay ruidos, ni vientos ni terremotos. Ni fuegos ni conflictos. Sino “silbo apacible” (1 Rey. 19:11). Entre tempestades no puede esperarse el rocío celestial. 3. Vendrá donde se le espera. Como la tierra seca mira al cielo. Como los apóstoles perseveraron unánimes en oración: (Hch. 1:14). Son benditos los que tienen hambre y sed. (Mat. 5:6; Sal. 42:1-2).

Texto: Oseas 14:5-7.

Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano. Se

extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y perfumará como el Líbano. Volverán

y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid; su olor

será como de vino del Líbano.

En el pasaje anteriormente citado encontramos una preciosa promesa

Yo seré a Israel como rocío.

Lo interesante es que esta promesa no es una exclusividad del pueblo de Israel sino que es para

todo aquel que cree y confía en Dios.

Es importante recordar que en un principio cuando Dios creó los cielos y la tierra no llovía sino

que un rocío cubría toda este planeta; este rocío era un vapor de agua que hacia quela

vegetación permaneciera viva, los árboles florecieran y dieran fruto.

Cuando Dios dice yo seré a Israel como rocío está hablando de forma figurada, lo que está

intentando decir es que El será para su pueblo él bendecidor, él ayudador, él dador de vida

abundante etc.

Es muy especial notar la bendición que Isaac suelta sobre su hijo Jacob (Génesis 27:28-29)

observe las palabras que utilizo Isaac

Dios, púes te dé del roció del cielo

.Isaac tenía la revelación que para que se pudiera manifestar la bendición abundante en la vida

de su hijo lo primero que se necesitaba era el rocío de Dios.

En el libro de Oseas 14:5-7 encontramos cinco elementos producto del roció de Dios: El lirio, el

Líbano, el olivo, el trigo y la vid. Cada uno de estos elementos tiene un significado y vamos a

estudiarlos:

1. El lirio:

Es una planta que florece en cualquier lugar en el frío en el calor- Nosotros con el roció de Dios

no importa el lugar donde estemos allí floreceremos, es decir allí seremos bendecidos.2.

El Líbano:

Es un cedro que tiene una particularidad sus raíces son el doble del tamaño del tronco es decir

si el tronco mide dos metros las raíces miden cuatro.- Estamos llamados a echar raíces a ser

sólidos y no inconstantes a no dejarnos mover con facilidad por los problemas, las criticas, el

desanimo, etc.3.

El Olivo:

El aceite de oliva se obtiene machacando o ejerciendo mucha presión sobre las olivas.- Este

elemento nos muestra el proceso que vive cada cristiano, primero se pasa por un periodo de

formación que siempre va acompañado del quebrantamiento para luego ser exaltado.-

Recuerde que el aceite de oliva es uno de los aceites más costosos.4.

El trigo:

Siempre que se quiere representar la abundancia se busca un sembrado de trigo- El trigo es un

sinónimo de prosperidad multiplicada. Hebreos 6: 13- 14.5.

La vid:

el fruto de la vid son las uvas y de las uvas se obtiene el vino.- Recordemos que el señor

Jesucristo habló del vino nuevo y todos sabemos que el vino nuevo representa el fluir fresco del

Espíritu Santo, cuando el roció de Dios está sobre nosotros siempre habrá un mover nuevo y

fresco del Espíritu de Dios en nuestra vida. Ahora pídele a Dios que derrame de su roció sobre

tu vida, hogar, negocios, hazlo con fe, creyendo que en este mismo instante algo poderoso esta

sucediendo.

Permítame en esta mañana hacer de una manera muy general y muy a groso modo un poquito de la historia del libro de Oseas. La situación la vamos a enfocar unos 200 años desde el momento en que Oseas profetizó. Antes de Oseas, 10 de las 12 tribus de Israel se habían separado del reino davídico. Y estas 10 tribus que se habían separado habían hecho su propio reino y el dios que tenían era un becerro de oro. Dios envía a Elías, envía a Eliseo, envía a Amos para que el pueblo regrese a los caminos de Dios.

Pero ellos en lugar de eso cada vez entraban más en la idolatría. Cuando Dios envía a Oseas, a Oseas le toca vivir la época del rey Jerobeam II y le toca vivir una época en Israel donde el pecado estaba por encima. El pueblo de Israel tenía una decadencia total en todas las áreas, y en todas las esferas de su vida. Tenía decadencia política, tenía decadencia religiosa y tenía decadencia social.

Oseas significa salvación. Y por dirección de Dios Oseas se casa con una mujer llamada Gomer y no le va muy bien con ella. Tiene que vivir por parte de ella una serie de infidelidades. Y entonces Oseas mira en su propia vida lo que es la infidelidad como la estaba viendo Dios en el pueblo de Israel. Pero Oseas también experimenta lo que es el juicio de Dios, la misericordia de Dios y el amor perdonador de Dios.

El libro de Oseas está dividido en cuatro partes. La primera parte que va del Capítulo 1 al 3 se habla de toda la infidelidad de Israel. Del 4 al 7 nos habla de los pecados de Israel. Y del 7 al 10 nos habla de los juicios. Pero del 11 en adelante en este libro nos habla del amor, de la misericordia de Dios y de cómo Dios les está diciendo que él es lo único que necesitan y de las promesas que les está haciendo. En todo el libro de Oseas vamos a ver mucho juicio pero también vamos a ver el amor perdonador de Dios.

Oseas insiste continuamente durante todo el libro en el amor perdonador de Dios. por eso a él se

le llamó el profeta del amor del Antiguo Testamento. Oseas además de ser un profeta era un

maestro. Y entonces él usa muchos símbolos para poder dar ejemplos de las cosas. Y en el

Capítulo 4 vemos cómo él usa una gran simbología para manifestar cuál era la situación del

pueblo de Israel.

Y entonces nos habla de la nube de la mañana. Y al hablarnos de la nube de la mañana lo que nos

está diciendo es que hoy estamos y mañana ya no. eso le quería decía él al pueblo de Israel, que

la vida era un momentito. Y en el Nuevo Testamento vemos en el libro de Santiago que nos dice

lo mismo, que nosotros somos como hierbas del campo, que hoy estamos y mañana no. y que por

eso le tenemos que decir al Señor cuando hacemos planes, si tu quieres iré a tal lugar.

Y también Oseas usa como símbolo una tarta a medio cocer. Porque le está queriendo decir al

pueblo de Israel que ellos son como que no profundizan en lo que es su religión, no profundizan

en nada, son superfluos y también a nosotros en el Nuevo Testamento qué nos dice el Señor?

Nos dice que no seamos tibios, que seamos fríos o calientes pero que si somos tibios nos va a

vomitar de su boca.

Lo que nos está diciendo es que no quiere cristianos de a domingo. Quiere cristianos de verdad. y

el libro de Oseas también utiliza como símbolo la paloma, porque con esto estaba él explicando

que el pueblo de Israel era voluble. No era estable, hacían alianzas políticas como les convenía.

También Dios nos está diciendo a nosotros que nosotros estamos en el mundo pero no somos del

mundo. Y que nosotros tenemos que ser luz para que ellos se conviertan a nosotros y no nosotros

a ellos. Y que tenemos que tener mucho cuidado con las alianzas que hacemos, alianzas

matrimoniales, alianzas de trabajo.

Y también Oseas, utiliza como símbolo un árbol. Y con eso está simbolizando que cualquier

dependencia que haya que no sea la de Dios es inestable. Dios quiere que usted y yo dependamos

única y exclusivamente del Dios verdadero. Y nos va a llevar situaciones en nuestras vidas en las

cuales no vamos a tener más que depender totalmente de él.

La dependencia absoluta de Dios se reconoce dependiendo absolutamente de él. Y para eso

muchas veces tiene que quitar otras dependencias, otras cosas de las que no estamos agarrando.

Todos los libros de los profetas menores tienen tres tipos de enseñanzas, tienen una enseñanza

histórica porque lo que está avalando el libro era una enseñanza que cubría una necesidad

inmediata, una necesidad del pueblo en ese momento. Otra enseñanza es una enseñanza

profética. En estos libros siempre se profetiza lo que va a suceder en el futuro, sea de juicio, sea

de misericordia de Dios. y tienen también una enseñanza práctica, una enseñanza práctica para

ellos pero práctica para nosotros también el día de hoy.

Yo quisiera por favor la siguiente transparencia. Yo quiero que usted vaya conmigo al libro de

Oseas, en el Capítulo 14 y me busque por favor el versículo 5. Dice así:

“…Yo seré a Israel como rocío, él florecerá como lirio y extenderá sus raíces como el líbano. Se

extenderán sus ramas y será su gloria como la del olivo y perfumará como el líbano. Volverán y

sentarán bajo su sombra, serán vivificados como trigo y florecerán como la vid. Su olor será

como de vino de líbano…”

Estas son las promesas que Dios le hace a Israel diciéndole que lo único que necesitan es a él. Y

esto es para nosotros también el día de hoy. Porque usted y yo lo único que necesitamos

verdadera y exclusivamente es a nuestro Dios. y así como acabamos de ver la historia de Israel

usted y yo tenemos una historia y algunas historias son más bonitas que otras, otras son más

largas, otras son más cortas y siempre cada mujer creemos que la historia nuestra es la mejor. La

historia es la más bonita y si es trágica, la más trágica.

Pero cuando oímos otras nos damos cuenta que no es así. En el Capítulo 4 de Oseas usted va a

encontrar que nos habla que él quería traer al pueblo de Israel con cuerdas de amor, con lazos de

amor. Y usted y yo fuimos atraídas a él con cuerdas de amor. Algunos nos tuvo que tirar la

cuerda un montón de veces, y cada vez que nos tiraba la cuerda, la cuerda tenía que ser más

gruesa, ya parecía de aqueos. Y algunos de nosotros la cuerda de amor nos las tuvo que apretar

tanto, tanto, tanto que dolía la cuerda, pero al fin ganó él y por eso es que estamos aquí. Pero ya

que estamos aquí traídos por cuerdas de amor, porque por muy gruesa que haya sido la gruesa,

por muy dolorosa que haya sido la cuerda a través de la cual venimos al Señor, era una cuerda de

amor.

Y ahora lo que tenemos que tener cuidado es de no zafarnos de esa cuerda de amor. El pueblo de

Israel se zafó de la cuerda y agarró su camino. Y sabe que zafarse de la cuerda de Dios es muy

fácil. Zafarse de un tirón tal vez cuesta, pero la manera más fácil de zafarse de las cuerdas en que

Dios nos tiene atados es poquito a poquito. Cuando a uno lo atan, no sé si a usted jugando o algo

lo han atado alguna vez, se ha fijado que uno empieza a moverse así y la cuerda se va zafando. Y

cuando un día no buscamos a Dios, y otro día tampoco porque estamos muy cansadas, hay

mucho trabajo, hay muchas cosas que hacer, hoy no leemos su palabra porque… mañana, hoy la

cabeza no me da para eso. Y mañana tampoco leemos la palabra, mañana menos nos va a dar la

cabeza porque le cuento que el cerebro si no lo usamos, se entumece. No son los años los que

envejecen el cerebro, es cuando no lo usamos, cuando se envejece.

Y hoy tenemos un pecadito pero… una mentirita y un chismito, pero como es tan chiquito no se

lo confieso al Señor si total… y mañana otro, y pasado otro, y cuando venimos a sentir estamos

zafadas de las cuerdas del Señor. Cuando venimos a sentir empezamos a irnos por nuestro propio

camino, ya no estamos atadas a él.

Aquí Oseas nos habla simbólicamente del rocío. Y qué es el rocío? El rocío son las gotas del mar

que se han quedado impregnadas como gotas de agua sobre las hojas después de una noche

fresca. Y me llama muchísimo la atención, mire en la figura cómo las gotas se quedan ahí

impregnadas. Y son unas gotitas transparentes y Dios le estaba diciendo a Israel a través del

rocío que Dios sería para ellos como un rocío, que la gracia de Dios sería para ellos como un

rocío, que los iba a refrescar, que los iba a vivificar.

Y Dios nos está diciendo también el día de hoy que él es para nosotros como un rocío que

refresca, como un rocío que vivifica cuando usted y yo estamos sedientas, cuando usted y yo

estamos en el desierto, cuando usted y yo no creemos ya en nada ni podemos hacer nada,

entonces viene el rocío de Dios, se impregna sobre nosotros y nos da esa frescura.

El rocío de Dios está simbolizando aquí el amor poderoso de Dios. y si usted tiene su Biblia

busque por favor Deuteronomio Capítulo 32 versículo 2. Es el cántico de Moisés que dice así:

“… Goteará como la lluvia mi enseñanza, destilará como el rocío, como la grama y como las

gotas sobre la grama…”

Y vaya también al salmo 72:6, dice así:

“…Descenderá como la hierba cortada, como el rocío que destila sobre la tierra…”

Nos está hablando de su amor poderoso. Pero el rocío de Dios también simboliza el maná que

usted y yo necesitamos. Vaya por favor a Números 11:9, dice así:

“…Y cuando descendía el rocío sobre el campamento el maná descendía con él…”

El Maná era lo que alimentaba al pueblo y el rocío venía con él. El rocío aquí está significando el

alimento que Dios nos da. Y sabe que la palabra de Dios es el alimento que él nos da. Y nosotros

somos los que debemos de comer ese maná, comer ese alimento que viene junto con el rocío que

Dios nos da, junto con el refrescamiento que Dios nos da, está la palabra que significa el

alimento.

Y el rocío también significa la bendición de Dios. si usted va por favor a Génesis, Capítulo 27,

versículo 28, va a encontrar que cuando Jacob bendice a Isaac, mire lo que le dice Jacob

bendiciendo a Isaac:

“…Dios pues te de del rocío del cielo y de la grosura de la tierra, y de la abundancia de trigo y de

mosto…”

Lo está bendiciendo con todo tipo de abundancia. Y sabe que Dios nos bendice a nosotros con

todo tipo de abundancia. Y mire, si usted va también por favor acá, dice así, cuando Moisés va a

morir él le da una bendición a las 12 tribus, y miren la bendición que Moisés le da antes de morir

a las 12 tribus:

“…Serán tierra de grano y de vino y también sus cielos destilarán rocío…”

Si se da cuenta, cada vez que Dios nos habla de abundancia, cada vez que Dios nos habla de

darnos algo, nos está hablando de darnos el rocío. Y si usted va a Números 11:9 va a ver aquí

también lo que dice:

“…Y cuando descendía el rocío sobre el campamento el maná descendía con él…”

Y mire cómo el rocío simboliza también la provisión de Dios. Vaya a Éxodo Capítulo 16,

versículo 13, mire yo sé que voy muy rápido con… quizás creo que tengo que detenerme más.

Quiere que le repita todas las Escrituras? Voy a terminar esta parte y le voy a repetir todas las

Escrituras, no para que las busque sino para que se las lleve a su casa y usted las busque en su

casa, de acuerdo? Si yo me detengo y dejo que las busque no las va a buscar en su casa, Éxodo,

Capítulo 16, versículo 13:

“…Y venida la tarde recibieron codornices que cubrieron el campamento y por la mañana

descendió rocío en derredor del campamento…”

De nuevo tenemos el rocío relacionado con la abundancia y con la provisión de Dios. El rocío de

Dios también significa la revelación de Dios. En el libro de Jueces, en el Capítulo 6, en el

versículo 36, Gedeón le pide a Dios que como una señal de que él quiere estar seguro si el pueblo

va a ser destruido por las manos de él, le de como señal que el rocío caiga sobre el vellón. Viene

Dios y se lo concede. Aquí el rocío lo que está es revelando la voluntad de Dios. eso lo va a

encontrar usted en Jueces, Capítulo 6, versículo 36 que dice así:

“…Pide a Dios que si el rocío está sobre el vellón él sabrá que entenderá que salvaré a Israel por

su mano como ha dicho…”

Y el rocío también significa el poder de Dios. Cuando Dios le da dominio al rey David entre

todas las palabras que le dice, le dice estas:

“…Tu tienes el rocío de tu juventud…”

Así es que mi hermana, el rocío también nos juvenece. Yo creo que eso es suficiente para que le

pidamos a Dios cantidades a diario. Si a usted se le olvida todo lo demás que el rocío nos da,

acuérdese de eso y que eso nos sirva para pedírselo a diario, cuando nos ponemos la cremita que

nos de el rocío que rejuvenece.

Le voy a leer las Escrituras para que usted las tome si quiere, ya? Deuteronomio 32:2, salmo

72:6; Génesis Capítulo 27, versículo 28; Génesis Capítulo 33, versículo 28; Jueces Capítulo 6,

versículo 36; Números Capítulo 11, versículo 9; Éxodo Capítulo 16, versículo 13.

Y para resumirle a usted el rocío nos refresca con el poderoso amor de Dios. el rocío nos da

abundancia. El rocío nos da provisión. El rocío simboliza también la bendición de Dios, el rocío

simboliza el poder de Dios.

Si usted mira ahí, hay un lirio. Es que el rocío nos embellece. Esta foto la tomé un día antes de

venirme y la tomé en la casa de una amiga. Los lirios son unas flores que hay blancas y hay rojas

y los lirios se abren así como unas campanas porque tienen 6 pétalos. Y la palabra de Dios usa

mucho a los lirios, nos habla de los lirios del campo, que son los lirios blancos, pero también

están los lirios rojos. Y cuando Dios le dice a Israel que ellos van a crecer como los lirios, les

está hablando de un crecimiento hacia fuera, les está hablando de un crecimiento que se ve, les

está hablando de un crecimiento que embellece.

Y mi amada hermana, usted y yo tenemos que ser como esos lirios que crecen y como esos lirios

que se embellecen cada día más. La palabra de Dios nos manda que nosotros cada día debemos

de crecer para llegar a la estatura del varón perfecto, y para tener la plenitud de él. Y cuando

usted y yo vamos creciendo verdaderamente en los manos del Señor, el crecimiento se tiene que

ver.

Y sabe cómo se tiene que ver? Con nuestras actitudes, se tiene que ver con lo que hablamos, se

tiene que ver con lo que hacemos, se tiene que ver no solo con lo que decimos sino las actitudes

y el comportamiento que lo acompaña.

Y en este crecimiento de los lirios pasa algo muy especial. Son unas varitas muy, muy largas y

cada bulbo de lirio puede dar hasta 55 bulbos más. Se reproducen de una manera tremenda.

Tienen una multiplicación tremenda. Y sabe cuál es la multiplicación que Dios quiere que usted

y yo tengamos? La multiplicación que Dios quiere que usted y yo tengamos es la multiplicación

a través del ejemplo.

Y la multiplicación a través del ejemplo tiene que venir primero en nuestra casa. Y ese

reproducción para que tengamos la belleza de lirio tiene que venir cuando nosotros empezamos a

romper los patrones relacionales que tenemos. Todos en nuestra casa tenemos patrones

relacionales. Qué les quiero decir con esto? Maneras de relacionarnos unos con otros. Y como ya

son tan continuadas las traemos ya de tanto tiempo, ni siquiera nos damos cuenta si se están

convirtiendo en patrones relacionales disfuncionales.

De repente viene un observador, en mi país hace dos semanas tuvimos elecciones. Llegaron

observadores de todo el mundo, a qué llegaron estos observadores? Porque ellos veían detalles

pequeños y sabe que usted y yo tenemos un observador que está todo el tiempo viendo aún los

detalles más pequeños. Y ese observador quiere que usted y yo rompamos esos patrones

relacionales, maneras de hablarnos, maneras de contestarnos, porque si no nos damos cuenta

pueden llegar a ser disfuncionales y se reproducen.

De repente vemos a los hijos tratando al hermano de una manera, por qué lo tratas así? Y si

nosotros nos viéramos en un espejo, nos vamos a dar cuenta que nosotros nos estamos tratando

así. Muchas veces si queremos conocer como somos veamos cómo se están comportando

nuestros hijos. Al fin y al cabo de quien más han aprendido es de nosotros.

Y en ellos es muy fácil ver esos patrones disfuncionales pero en nosotros no. pero cuando usted y

yo queremos crecer como el lirio para reproducirnos vamos a empezar a romper esos patrones. Y

la manera en que vamos a romper esos patrones es primero dándonos cuenta que los tenemos.

Y cuando rompemos ese patrón es que yo empiezo a romper mi conducto, yo empiezo a romper

mis estímulos o mis respuestas. Yo empiezo a comportarme de otra manera. Yo empiezo a

contestar en otra forma. Y así el patrón se empieza a romper, pero la otra persona va a querer que

ese patrón siga, continúe, pero si ya hemos vivido así tanto tiempo. Así somos nosotros, decimos.

Así nos tratamos. Y uno dice, pero de veras? Sí, sí, ya nos acostumbramos. Dios no quiere

costumbres. Dios quiere crecimiento. Las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.

Cuando era niño actuaba como niño, ahora que soy adulto actúo de otra manera. Y cuando yo

decido empezar a tener un estímulo diferente, empezar a tener una respuesta diferente aunque el

otro al principio fuerce para que sigamos igual, si yo me mantengo el otro va a llegar un

momento, o los otros van a llegar a un momento en que qué va a pasar? Ellos van a empezar

también a contestar de otra manera, a dar estímulos de otra manera.

El patrón se ha roto. Yo crecí como persona y yo me reproduje porque estoy ayudando al

crecimiento de ellos. Mis amados hermanos, el crecimiento nuestro es muy importante pero

también tiene que haber crecimiento en nuestra familia. Cuando yo tomé esta foto de este lirio

los lirios estaban unidos uno al otro de tal manera, porque se reproducen tanto que es así como

un racimo precioso y cuando tomamos la foto, Dios habló a mi corazón y me decía que el

perfume del lirio es algo que nosotros debemos exhalar. Pero que debemos exhalar el perfume de

lirio no solo nosotros, que el perfume de lirio debe ser exhalado por toda la familia.

Sabe qué? Cada persona tenemos un humor diferente físicamente hablando. Pero cuando

tenemos el aroma de Cristo, cuando tenemos el olor al Señor, y entramos en una habitación ese

olor tiene que reflejarse. El aroma a Cristo tiene que llenar la habitación cuando tu entras.

Cuando tu entras a trabajar, tal vez ahí hay tensión y aquella tensión que el cuchillo corta, pero

cuando entra el aroma de Cristo, porque tu reflejas al Dios viviente, esa tensión tiene que

quitarse porque el aroma de Cristo tiene que llenar toda la habitación.

Y cuando alguien muy perfumado se va, se va y deja una estela. Y cuando nosotros nos

retiramos de los lugares no solo nosotros, sino que como familia esa estela de aroma a Cristo

tiene que quedarse registrada. Ay, que bueno que ya se fue, ya viene otra vez. Si esas

expresiones hay cuando llegamos a un lugar, es que no estamos reflejando el aroma del Señor.

Pero cuando nosotros nos vamos de un lugar aún de la iglesia, que nos vayamos, lo que tiene que

quedar reflejado es el perfume de Cristo, el aroma de Cristo que nosotros reflejamos.

Y cuando nosotros nos recordamos de una persona casi la olemos. Ay, cuando hablamos de

alguien como que hasta el olor viene a nosotros. Y ese es el aroma que nuestros recuerdos deben

de dejar en la gente, el aroma de Cristo. La belleza de lirio la encontramos en Mateo, en el

Capítulo 6, versículo 28 y 29. Ahí se nos habla que el lirio crece entre espinos y se nos dice que

ni aún la belleza de Salomón es tan linda y es tan grande como la belleza del lirio. Y a mí me

llama mucho la atención que el lirio crece entre espinos. Y me llama más la atención que no

habla que estos espinos rompen al lirio. Y muchas veces nosotros en lugar de ser ese lirio que

crece entre espinos, porque si algo es difícil es a veces vivir entre espinos. Ay hermana, si usted

conociera la familia que yo tengo, no hablaría del aroma de Cristo, pero aquí dice que el lirio

crece entre espinos.

Y muchas veces los espinos no son de parte de los otros, los espinos son de parte nuestra. A

veces parecemos el puercoespín. Sabe usted que es el puercoespín? Lleno de espinas. Espinas

cuando hablamos, espinas cuando nos acercamos, espinas cuando tocamos, pero Dios quiere que

usted y yo reflejemos la belleza de lirio y el aroma de lirio.

El lirio es mencionado en el libro de Cantares, en el Capítulo 5, en el versículo 13 dice:

“…Sus labios como mirra que destilan mirra fragante…”

Mi amada hermana, cuando usted y yo hablamos las palabras tiene que llevar el olor de la mirra

fragante. Y Cantares, en el Capítulo 2, versículo 2 dice claramente_

“…Como lirio entre espinas es así mi amiga entre las dos ellas…”

Dios quiere que usted y yo seamos un lirio entre espinos. Y mire ahorita viene la parte que a mí

me gusta. Ahí abajo hay una telaraña. El rocío tiene la capacidad de revelar las telarañas. Es tan

bonito que se pone encima de las telarañas, mire ahí encima de las gotas de las telarañas se pone.

Y cuando nosotros lo vemos en la mañana vemos todas las telarañas que tejió en la noche, en la

oscuridad, y que bueno que el rocío de Dios refleja sus telarañas y refleja las mías, porque le

cuento que usted y yo tenemos un montón de telarañas.

Y lo hermoso es que las telarañas que nosotros tejemos Dios las conoce perfectamente. Dice en

Job, en el Capítulo 34, en el versículo 21:

“…Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre y ven todos sus pasos…”

Yo le quiero hablar de tres tipos de telarañas. Yo sé que hay más, pero le voy a hablar de tres

tipos de telarañas porque son los más conocidos. Una telaraña se empieza a tejer poquito,

¿verdad? y cuando venimos a sentir, es una gran telaraña que no sabemos dónde empezó.

Y existe la telaraña de las cosas ocultas, pensamientos ocultos. Ha tenido usted pensamientos

ocultos? Todo el tiempo. Ha tenido usted motivos ocultos? Intenciones ocultas? Deseos ocultos?

Y ¿Saben qué? Los motivos ocultos nos llevan a pensamientos ocultos, a deseos ocultos, a

intenciones ocultas, y finalmente a actuaciones ocultas delante de otros y delante de Dios.

Y siempre las cosas ocultas, los pensamientos, los deseos, las intenciones, van siempre

entrelazadas como una telaraña con la mentira, porque como son ocultas, son mentiras. Estabas

pensando tal cosa? No. Tenés ganas de tal cosa? No. viene la mentira y empieza toda una

telaraña.

Sabe que cuando nos encerramos en la telaraña de lo oculto empezamos a tener dos o más

personalidades. Y de repente la hermanita en la iglesia es preciosa y si alguien describe nuestro

perfil, ay que linda somos. Pero vayamos con los de la casa a preguntarle cuál es nuestro perfil, y

parece que estuvieran hablando de dos personas diferentes que se llaman igual. Por qué? Porque

no nos hemos fijado cómo las cosas ocultas pueden llegar a hacernos con dos o más

personalidades.

Con mucha facilidad nos volvemos como ese animalito que cambia de colores, según la ocasión,

el camaleón. Dios quiere romper las telarañas ocultas. Dios quiere que nosotros nos

comportemos igual aquí abajo que allá arriba, igual en la iglesia que en la casa, que nos vistamos

aquí abajo igual como nos vestimos allá arriba, que nos vistamos para la iglesia como nos

vestimos también para cuando vamos a trabajar con cierto decoro.

Dios no quiere que tengamos personalidades múltiples. Dios no quiere telarañas ocultas. Y un

ejemplo de las telarañas ocultas, hasta dónde nos pueden llevar, usted lo mira con David y

Betsabé. Si ahí tejió toda una telaraña y dónde empezó la telaraña, un deseo oculto, una intención

oculta la mandó a traer y después de que la mandó a traer usted sabe el resto de la historia? Tiene

relaciones con ella, ella queda embarazada, él quiere empaquetarle el hijo al esposo de Betsabé.

Empieza a tramar otra cosa, no le da resultado, no lo logra y como no logra toda su telaraña, a

qué llega? A mandarlo a matar.

Y dónde empezó? Empezó con un deseo oculto. Mire, los deseos ocultos, los motivos ocultos,

los pensamientos ocultos, mis amadas hermanas, son delicados, tienen que ser entregados a Dios

desde el principio. No pueden ser acariciados, no pueden ser desarrollados, porque de lo

contrario podemos terminar como David. David era un hombre de Dios y sin embargo dejó que

la telaraña de las cosas ocultas se desarrollara.

Y otra de las telarañas que también tenemos las mujeres son la telaraña de las emociones. Esa sí

que es entretejida y más que entretejida. La primera emoción del día, mi amada hermana, usted

tiene que tenerle mucho cuidado porque cuando usted reconoce la primera emoción del día, y si

usted se la entrega a Dios, usted empieza a caminar bien, pero cuando la primera emoción del día

no la manejamos bien, las emociones queramos o no son en cadena, y una va a traer a otra, otra

va a traer a otra, a veces hasta sin darnos cuenta. Y cuando termina la noche nosotros estamos

hechas una telaraña de emociones. Terminamos como se dice en mi país, rematando con los que

viven con nosotros. Y generalmente son los hijos, porque son los que nos aguantan, no les queda

otra.

Y qué ha sido? Ha sido la telaraña de emociones. Y cuando no manejamos las emociones

correctamente porque no las vamos identificando una a una, se las vamos entregando a Dios y

entregando a Dios, nos van a suceder dos cosas, o vivimos una vida llena, llena de emociones

que parecemos volcán, o vivimos una vida donde las emociones están guardadas, y donde las

emociones están bloqueadas. Las dos cosas son problemáticas.

Las emociones bloqueadas, las emociones guardadas nos van a llevar a tener una vida, yo le

diría, emocionalmente mediocre. Nos vamos a convertir en aquellas personas que todo lo

guardan, todo lo retienen y ya no quieren expresar nada. Por qué razón? Porque en el momento

en que esas emociones van a ser expresadas como han estado tanto tiempo guardadas, van a salir.

Pero el reprimir las emociones, el no entregárselas a Dios va a tener problemas en nuestras

interrelaciones personales y problemas en la relación con Dios.

En el Capítulo de Neemías habla que el pueblo cuando Neemías y Esdras se paraban enfrente a

leer las Escrituras, sabe qué pasaba? El pueblo se regocijaba, el pueblo tenía contentamiento, el

pueblo tenía gozo cuando podía entender una Escritura y el pueblo tenía una respuesta emotiva,

pero a veces mis amadas hermanas, el gozo por leer la palabra de Dios se ha ido.

Y eso gozo por leer la palabra de Dios a veces empieza a irse por todas las cosas que tenemos

guardadas. Mis amadas hermanas, el abrir la palabra de Dios y leerla tiene que ser un gozo. Ahí

está la dulzura de todas las promesas de Dios, mi amada hermana, si es Dios hablándome cómo

no va a producir gozo, como no va a producir una emoción en mi corazón, una alegría en mi

corazón cuando yo entiendo una Escritura que no entendía, cuando hay una revelación de Dios

para mi vida a través de esa Escritura, cómo no va a haber una respuesta emotiva.

En Guatemala, aclaro, a veces las personas no tienen gozo con la palabra de Dios. Hermano,

amén, oye usted por ahí, un amén por ahí. Y uno tal vez cuando leyó la Escritura, amén.

Revisemos, revisemos si realmente tenemos gozo por leer la palabra de Dios, si realmente

despierta a mí algo o lo leo y ya la leí, pues, va, listo. No. dice que el pueblo cada vez que

Neemías y Esdras abrían el libro de la ley el pueblo la tristeza se le iba, cada vez que leía una

Escritura.

En el libro de Esdras habla de cuando estaban construyendo el templo y dice que cuando veían

que estaban poniendo los cimientos en el templo, cuando veían que estaban poniendo los

ladrillos, el pueblo se regocijaba y decía, que bueno es Dios. y sabe que nosotros tenemos que

tener regocijo por las cosas que se están haciendo para Dios. Pero a veces vemos las cosas

grandes que Dios está haciendo, vemos las cosas grandes que se están haciendo para Dios y ay,

ojalá que lo terminen luego.

Mire, tantas cosas que decimos y hacemos, cuando lo que nos debe de dar es gozo, gozo por el

crecimiento de la obra de Dios, gozo por las cosas que se están haciendo para Dios, aunque no

sea mi grupo, aunque no sea mi iglesia, aunque no sea mi célula, es para mi Dios y el Dios suyo

y el Dios mío es el mismo, mi amada hermana, y tenemos que tener ese gozo y ese regocijo por

las cosas y por el crecimiento de Dios.

Si no hay ese gozo y ese regocijo es buen momento, yo lo he tenido que hacer en mi vida porque

hay etapas así, hay etapas así por las que pasamos que me he tenido que poner de rodillas y le he

tenido que decir, devuélveme el gozo de tu salvación, porque perdemos el gozo de la salvación

por todas las cosas que nos suceden, o las cosas en las que nosotros nos metemos.

Pero cuando usted y yo nos ponemos de rodillas y le decimos, devuélveme el gozo de tu

salvación, volvemos a entender qué significa la salvación en Cristo, volvemos a entender el

sacrificio de la cruz, ese sacrificio que se nos olvida, que es para nosotros y que también es para

otros. Dios quiere devolvernos el gozo de la salvación para que lo que todos hagamos en Cristo

sea gozo no importa que lo haga yo o lo haga otro.

Sabe que otro gozo hemos perdido? El gozo de ver cuando la gente recibe al Señor Jesucristo.

Dice que hay fiesta en los cielos, que los ángeles se regocijan y nosotros qué hacemos? Ay,

pasaron cuatro. Yo ahorita sí le voy a presumir. En mi iglesia tenemos algo que se llama la vía

dolorosa y la presentan tres veces al año, y en cada evento se conviertan como 180, pero creo que

aún nos falta gozo de ver a esos 180 convertidos para que el año entrante sean 300 por función.

Pero, mi amada hermana, para eso necesitamos de nuevo recuperar el gozo de la salvación, que

verdaderamente en su alma haya un regocijo cuando usted mira pasar a alguien aquí adelante a

regocijarse con Cristo. A veces hasta nos volteamos a platicar con el vecino mientras está

haciendo la confesión de fe. No tiene nada que ver conmigo, yo ya tengo a Cristo. Allá él que

ahorita lo encontró. Yo hace rato.

Amada hermana, el gozo de Dios, usted no cree que Dios tiene gozo? Cuando alguien se

reconcilia y ese gozo es para mí y para usted si queremos ser como Cristo.

Hay muchas telarañas, pero yo me voy a enfocar solo en tres, no se preocupen. Mire, la telaraña

de la imaginación. Sabe que a la imaginación nadie le pone atención, pero la imaginación

funciona y vaya si no. ya me imaginaba yo! Ni me lo imaginaba! Funciona. Y la imaginación se

vuelve una telaraña.

Qué es la imaginación? La imaginación es la capacidad que usted y yo tenemos de concretar

algo. Concretar los pensamientos, reducirlos de tal manera que le vamos a dar la forma de una

imagen. Entonces, cuando esos pensamientos se reducen, se juntan, nosotros tenemos una

imagen. Esa imagen generalmente está asociada con experiencias pasadas que yo he incorporado

a mi vida. Pero también la imaginación basada en experiencias pasadas, que he incorporado a mi

vida, va también a tener proyecciones futuras.

La imaginación funciona rápidamente y funciona en base al pasado con proyecciones futuras. Se

ha imaginado usted cosas? La imaginación nos la dejó Dios. y para qué nos la dejó Dios esa

capacidad? Nos la dejó para que usted y yo las imágenes que tengamos sean las imágenes de él,

las imágenes del Dios verdadero, las características de Dios es lo que debe estar en las imágenes

nuestras.

Pero usted sabe que con el pecado de Adán y Eva la imaginación igual que muchas cosas, se

volvió corrupta. Y hoy tenemos una imaginación que tiene que ser sanada. Si algo tenemos malo

en la imaginación. Es que yo me lo imaginé! Se ve la cara de picardía de aquello que nos

imaginamos. Y la imaginación sigue como telaraña. Mire, ah, yo no sé por qué voy a decir, pero

lo voy a decir, de acuerdo? Si usted mira por ahí a alguien y se imagina y luego se imagina más,

y luego se imagina más y crece la imaginación, la imaginación tiene que ser sanada, porque

empezamos a asumir cosas, es que yo asumí, que yo me imaginé que tu querías, que no querías,

que sí querías, que pensabas. Y es tan vívido, porque ya no solo es el pensamiento, es la imagen

que lo creemos y funcionamos así. Asumimos cosas, hacemos juicios, es una imaginación

egoísta que siempre está pensando cosas malas por parte de otros o cosas malas que nos van a

pasar. Es la imaginación que no ha sido sanada por la palabra de Dios. lo que tiene que estar en

nuestra mente son las imágenes del Señor Jesucristo, la imagen de la palabra de Dios, pero si

nosotros no leemos la palabra de Dios, si nosotros no estudiamos la palabra de Dios no pueden

haber imágenes de la palabra de Dios y de Dios en nuestra mente.

Y cuando nos alimentamos, no tengo nada contra la televisión. A mí me gusta, hay programas

que me gustan, pero cuando el alimento es la televisión, el internet y todas estas cosas, las

imágenes que se va a producir van a ser… la imaginación tiene que ser sanada de 12 maldades.

No voy a entrar a ellas, pero tiene que ser sanada de 12 maldades. Y tenemos que pedirles todos

los días a Dios que sane nuestra imaginación para que no se empiecen las telarañas durante el

día, porque quién sabe con cuánta telaraña nos vamos a acostar, de la imaginación. Y en la noche

qué pasa? Es que anoche soñé no sé que cosa. Las telarañas del día. En la noche usted le da más

vida.

Y tenemos que tener cuidado, mis amados hermanos, porque mire hay un versículo, creo que es

este, a mí me preocupa, es Hebreos Capítulo 4 versículo 13, dice así.

“…Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia, antes bien todas las cosas están

desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta…”

Hay que darle cuenta a Dios de la imaginación. Y en la Biblia hay varios casos de cómo la

imaginación funcionó. Usted tiene el caso de Mical. Mical cuando mira a David danzar porque

había llevado el arca, piensa mal de él, se imagina cosas que no son y lo menosprecia. David

cuando va con Saúl, que vienen de la guerra, y empiezan todas las mujeres, solo que esas sí

gritaban así con pulmón, David, vamos a ver, David mató? Saúl mató a…? Y David a…? David

mató 10 mil y Saúl a 1000. Eso decían las mujeres y entonces viene David y qué pasa? Dice ah,

9000 de diferencia, porque así es la imaginación. 9000 de diferencia, y encima hasta quiere ser

rey. El otro no tenía nada que ver con lo que las mujeres gritaban. Ya había sido designado rey,

no estaba pensando en eso. Pero viene Saúl, se imagina que el otro hasta quiere ser rey y desde

ese entonces, dice la palabra de Dios, nunca más lo vio bien. y quién sabe, mi amada hermana,

cuántas personas nunca más hemos vuelto a ver bien porque las cosas que nos imaginamos. La

imaginación, mis amadas hermanas, es una telaraña que tiene que ser sanada todos los días.

Los lirios, como lo vimos anteriormente, crecen para arriba y es un crecimiento que tiene que

verse. No podemos decir que estamos crecidas en el Señor si ese crecimiento no se ve. Tiene que

verse. Pero juntamente como los lirios son frágiles, entonces Dios le está hablando a Israel que

también les va a dar la fuerza, que también les va a dar el poder y entonces les dice que van a ser

como cedros de líbano.

Los cedro de líbano son unos árboles grandísimos, pero enormes, el más grande tiene como 12

metros de alto y como 35 de ancho. Los cedros de Líbano son enormes y su madera es muy

fuerte, su madera es muy fina y la casa de David estaba hecha con esa madera y el templo de

Salomón también.

Y la característica especial de estos cedros de Líbano es que significan poder, significan

estabilidad, significan que no se pueden mover fácilmente de un lugar a otro. Y lo que hace que

los cedros del Líbano no se muevan de un lugar a otro son sus raíces. Mire cómo son las raíces

de los cedros de Líbano.

Las raíces de los cedros del Líbano están extendidas totalmente. Y están agarradas a la tierra. Y

cuando las raíces de un árbol están verdaderamente arraigadas a la tierra, el árbol no necesita que

lo afirme externamente, no necesita ninguna presión para ser afirmado. Por qué? Porque sus

raíces lo tienen afirmados.

Y usted y yo tenemos que tener nuestras raíces en Cristo, bien arraigadas, bien cimentadas, y no

podemos arraigar las raíces si somos cristianos de a domingo. Eso no arraiga las raíces. Y para

que las raíces se arraiguen nuestros afectos tienen que estar en Cristo. Y saben con qué facilidad

los afectos ya no están en Cristo, están en otra cosa, dinero, trabajo, hijos, personas.

Y cuando los afectos empiezan a desviarse de Cristo, las raíces se empiezan a secar. Y cuando

las raíces de un árbol se secan el tronco ya no sirve. Y algo muy hermoso de estos árboles es que

son fuertes y vigorosos. Sin embargo, cuando viene la tempestad, cuando viene la lluvia, cuando

vienen los relámpagos, a veces son tan fuertes que el árbol hasta se agacha un poco, no se

quiebra, solo se agacha. Y las tempestades van a venir a nuestra vida tarde o temprano, son parte

de la vida. Y que nos encuentre con las raíces puestas en Cristo para que nos agachemos, para

que no nos quebremos.

Hace dos semanas mataron al hijo de una pareja amiga mía. Cuando yo vine, creo que fue hace

dos años, yo les mostré el templo de la iglesia, [inaudible], les mencioné que la había construido

un arquitecto amigo mío, pues mataron al hijo de este arquitecto. Le dieron dos balazos en la

cabeza y apareció tirado en el carro. Un muchacho que había sido criado en los caminos del

Señor. Yo podía ver el dolor de esa madre que llegó un momento en que lo único que salía de su

boca era un sonido, porque ya no podía llorar.

Sin embargo, cuando esa mujer a la hora que sacaron el cadáver del hijo amado, porque era un

muchacho criado con mucho amor, la familia ejemplar, cuando lo sacaron esta mujer, que es

muy suave y muy dulce, parecía un roble. Estaba parada en frente del féretro y yo casi podía ver

las raíces que la estaban sosteniendo. Y cuando esta mujer se paró y le habló a todos los amigos

del hijo, haciéndoles ver que ellos eran una familia de promesa, y que por tanto su hijo era una

semilla que se estaba sembrando para que todo los demás jóvenes llegaran a los caminos del

Señor, y para que no se perdieron, y les habló a los jóvenes que estaban ahí, que se habían

descarriados muchos de ellos hijos de pastores, y les habló con una fuerza y con una entereza

pudiendo decir que su hijo era una semilla que se estaba sembrando, que realmente era porque

sus raíces habían crecido como las del Líbano.

Hicieron el llamado al Señor y a los 8 días hicieron todavía otra reunión en la cual invitaron a

mucho más jóvenes, e invitaron a los papás de estos jóvenes, papás de jóvenes que los dejan ir

aquí y allá, por aquí, por allá, para hacerles ver la necesidad de que como padres, como familia,

volvieran a Dios y enseñaran a sus hijos los caminos de Dios.

Y leyeron una carta que el joven había dejado. A los dos días de muerto un amigo llegó y les dio

una carta que el joven había llevado. Y en esa carta que era para la mamá, el papá y la hermana,

y le contaba a la mamá cómo se había reconciliado con Dios, cómo Dios le había dado la

oportunidad, su misericordia de reconciliarse con él, y aquellos padres tuvieron la seguridad que

no importa lo que había pasado, la promesa de Dios, tu y tus hijos había sido una realidad.

Y ella decía, yo tenía promesa de que iba regresar a la casa del Padre, pero no era la casa de su

padre terrenal, era la casa de su Padre celestial. Para aquella pareja eran como robles parados

hablándoles a todos. Por qué? Porque sus raíces tenían años de estar bien cimentadas en la

palabra de Dios.

Y no tienen que ver los años de ser cristianos, mis amados, yo puedo tener muchos años de ser

cristiana y no tener raíces fuertes. Puedo tener pocos años y tener raíces más fuertes. Las raíces

hay que regarlas a diario con mi relación con Dios, con la palabra de Dios, con mis experiencias

con Dios, con mis experiencias con la gente de Dios. Eso es lo que riega las raíces, eso es lo que

hace raíces firmes porque sino cuando venga la tempestad nos quebramos, nos vamos a doblar.

Sí, ese día había un dolor impactante. Estaban doblados pero no quebrados. Y cuando no nos

quebramos podemos seguir haciendo la obra de Dios, no importa lo que pase. Tenemos que tener

raíces firmes.

Mire, Job, Capítulo 18, versículo 16, dice:

“…Abajo se secarán sus raíces y arriba serán cortadas sus ramas…”

Cuando las raíces se secan cualquier cosa, cualquier cosa va a cortar el tronco, cualquier cosa va

a cortar las ramas.

Cuando Dios le da estas promesas a Israel son promesas muy hermosas. Le da el lirio que es el

crecimiento para arriba, que se ve; le dice que también les va a dar el crecimiento de las raíces, el

crecimiento que lo mantiene firme. Pero también les va a dar el fruto del olivo. El cedro del

Líbano, el que acabamos de ver, es fuerte, es firme, da un perfume lindo, pero no saca fruto.