El pueblo que quemó el circo

Hace muchos años,

por fiestas

en las afueras de un pueblo,

se instaló un circo.

Aquel día todo iba normal y la función transcurríacon éxito

Pero cuando el payaso se preparaba

para salir a la pista

algo empezó a marchar mal

—Oye, se ha provocado un incendio. Corre, vete al pueblo y pide ayuda

. Hay que apagar el fuego como sea.

El payaso, tal como estaba, se lanzó al pueblo en busca de ayuda

-¡ Socorro, ayuda. El circo se quema!

-¡Ayuda, se nos quema el Circo!

Pero nadie le hacía caso.

—Oye, ¿pero cómo sabemos que es verdad?

—Es difícil creerle. Ya podían haber mandado a otro.

Pero él seguía insistiendo: - «¡Ayudádme, por favor1». «Vamos a hacer una cadena entre todos».

—Pero ¿no es éste el payaso? A éste le vi yo en la función de ayer.

Y les animaba: -«Echame una mano, tú serás también parte del circo».

-”Anda, qué gracia tiene todo lo que dice. Qué bien lo hace”

-Déjame, tengo muchas preocupaciones.

Y seguía buscando ayuda por el pueblo: 

- «El circo se quema; lo que le pase al circo, os afectará a vosotros».

—”Oye, no puedo. Tengo que preocuparme de lo mío.”

Cada minuto que pasaba, ponía peor las cosas. Si no se dejaba todo y se actuaba con rapidez, el pueblo iba a quedarse sin circo. 

—Pero.., y si es verdad... 

-”Bah, no, no puede ser. Es imposible. Pero si es un payaso. Anda, vamos, déjalo.”

El payaso quería convencer a todos de que valían para trabajar,

de que iban a sentirse contentos por colaborar.

Pero los entendidos le decían que con esa gente no iba a conseguir nada.

La situación era desesperada. En un momento, no pudo más y les increpó:

«Peor para vosotros. Os váis a quedar sin fiesta,

porque no queréis colaborar y hace falta...».

Ya no sabía ni dónde ir ni qué hacer

para convencerles que si ayudaban, se iban a sentir satisfechos.

-—Anda, con lo que nos sale. Esto es una tomadura de pelo, una payasada.

-”Venir ahora con éstas.

Habría que echarle del pueblo por molestar.”

Y el payaso,

cuando se dió cuenta de que aquello no tenía remedio,

se marchó.

«Epidemia en Villanueva del Río. Víctimas de un mal desconocido, sus habitantes mueren lentamente…

Se desconocen sus causas. Se han apreciado síntomas de angustia, aburrimiento y depresión.»