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Diana Campos
Candanedo
Marzo de 2005
Publicado en el semanario
Tiempos del Mundo
El lobby detrás de la guerra de Iraq
La guerra de Iraq ha engordado las chequeras de empresas de sectores “estratégicos” en Estados Unidos que
también son fieles contribuyentes de la campaña del Partido Republicano
El lobby detrás de la guerra de Iraq
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Diana Campos Candanedo
¿Qué tiene que hacer un empresario de
petróleo de Texas heredero de una casta de
políticos para engordar su chequera y la de
sus amigos? Ser presidente de Estados
Unidos, reelegirse y hacer una o más
guerras. ¿Qué tiene que hacer una
multinacional para obtener millones de
dólares en contratos gubernamentales?
Relacionarse con la gente adecuada en el
momento propicio y por supuesto,
contribuir a sus campañas políticas.
Si todavía quedase alguna duda, sólo basta
con preguntar a Halliburton, Bechtel,
Parsons, General Dynamics, Unocal, General
Electric, Boeing y otros gigantes
estadounidenses de los sectores de energía,
construcción y defensa, que han logrado
encontrar el “lado amable de la guerra”.
El dinero de la
política
Para la campaña de
2004, el hoy
presidente George
W. Bush logró
obtener la cifra
récord de 360 millones de dólares en
donaciones, principalmente provenientes
de su originario estado de Texas, seguido
por California y Florida. Sus generosos
amigos son empresas del sector de energía
y petróleo, defensa y construcción, según
reporta el estadounidense Center for
Responsive Politics utilizando datos de la
Comisión Federal de Elecciones de EEUU.
Entre 1989 y 2004, las petroleras donaron
cerca de 154 millones de dólares a
candidatos y partidos políticos, lo cual les
garantiza una gran influencia en el Congreso
y la Casa Blanca, sostiene esta organización
no partidista que se dedica a seguir la ruta
del dinero en la política estadounidense.
De hecho, de los 24 millones de dólares en
aportes políticos de este sector para la
campaña presidencial de 2004, el 80% —20
millones de dólares—fueron para el Partido
Republicano. La petrolera Exxon Mobil
encabeza la lista de donantes, seguida por
otras multinacionales como Chevron
Texaco, vinculada a la secretaria de Estado
Condoleeza Rice; Shell Oil, British
Petrolium, Koch Industries, y otras menos
conocidas internacionalmente. Hasta la
quebrada Enron, tristemente célebre en
2001 por su escándalo de “contabilidad
creativa”, hizo importantes donativos a la
campaña republicana del 2000.
En tanto, las empresas de armamentos
invirtieron 16 millones de dólares en la
campaña electoral de 2004, en una
proporción de 37% para los demócratas y
63% para los republicanos. Desde 1990, el
aporte de este sector a la política
estadounidense ha
sido de 94,3 millones
de dólares.
Aquí destacan
importantes
contratistas del
gobierno
estadounidense como
General Dynamics,
vinculada al secretario de Defensa Donald
Rumsfeld y al ex secretario de Estado Collin
Powel, y otras como United Defense, que
provee armamento al Departamento de
Defensa, Boeing, Lockheed Martin,
Northroop Gruman, United Technologies y
General Electrics.
En tanto, el sector de la construcción aportó
50 millones de dólares a la política
republicana en 2004, con empresas que
repetidamente han obtenido contratos en
Irak y Afganistán como Bechtel Group,
Washington Group International y Flour
Company, según The Center for Public
Integrity, una publicación de periodismo de
investigación sobre las relaciones políticas y
empresariales de las empresas que hacen
negocios con el Gobierno de EEUU.
Las empresas de armamento
invirtieron 16 millones de
dólares en donaciones en la
campaña de 2004, un 37% para
los Demócratas y un 63% para
los Republicanos
El lobby detrás de la guerra de Iraq
Los contratistas de la Guerra
Del 2002 a Julio de 2004
En Millones de dólares
Empresa
Contratos en
Irak y
Afganistán M$ Sector
Donaciones-
campañas
1990-2002 (M$)
Kellogg, Brown & Root
(Halliburton)
11.431 Construcción, servicios,
perforación de pozos petroleros 2,4
Parsons Corp. 5.286 Infraestructura, transporte y
tecnología 1,4
Fluor Corp. 3.755 Construcción, gas y
telecomunicaciones 3,6
Washington Group
International
3.133
Construcción e Ingeniería 1,1
Shaw Group/Shaw E & I 3.051 Infraestructura y ambiente No disponible
Bechtel Group Inc. 2.830 Construcción e Ingeniería 3,3
Perini Corporation 2.525 Infraestructura. Primer
constructor de casinos en EU 0,119
Contrack International Inc. 2.325 Infraestructura de defensa y
construcción No disponible
Tetra Tech Inc. 1.542 Consultoría, servicios técnicos e
ingeniería 0,233
USA Environmental Inc. 1.542 Desarme y destrucción de
municiones y explosivos No disponible
Zapata Engineering 1.479 Infraestructura civil, arquitectura
y desarme de explosivos 0,05
Environmental Chemical
Corporation
1.475 Descontaminación y limpieza de
deshechos radioactivos No disponible
Basado en información del Center for Public Integrity
Contratos millonarios
¿Armas de destrucción masiva, “Ayatolas”,
“Sadames” o talibanes? ¿Un asunto de
democracia y libertad o de billetes verdes
que fluyen con el petróleo? Tal vez la
respuesta esté en ciertos multimillonarios
contratos, como los de Halliburton, la
empresa que dirigió el vicepresidente Dick
Cheney entre 1995 y 2000 y de la cual
todavía recibe “dividendos” por sus
acciones, según reporta el New York Times.
Tras la Guerra de Irak y Afganistán, esta
compañía originaria de Texas ha obtenido
contratos “de emergencia” de la Agencia
de Cooperación Estadounidense USAID y el
Departamento de Defensa por un total de
11 mil millones de dólares, cifra que
duplica lo que había ganado en sus
negocios con el Gobierno entre 1990 y
2002, según datos de The Center for Public
Integrity. (Vea tabla Los Contratistas del
Gobierno de EEUU)
La suerte le ha sonreído a Halliburton ya
que su subsidiaria Kellog, Brown & Root
fue premiada con dos “bonos extras” por
desempeño (conocidos como performance
based bonus) por 72 millones de dólares
en mayo y 9,2 millones en febrero de
2005, debido a “eficiencia” de sus trabajos
en Kuwait, Irak y Afganistán, según informa
la agencia de noticias Reuters.
El lobby detrás de la guerra de Iraq
Ello, a pesar de que en diciembre de 2004,
los auditores del Pentágono encontraron
irregularidades en cinco órdenes de trabajo
de Kellog, Brown & Root por un total 82
millones de dólares, donde se presentaron
fallas técnicas, sobre costos y precios no
sustentados.
En tanto, Bechter, el segundo contratista
más importante en la reconstrucción de
Irak, declaró a finales de marzo ingresos
por 17,4 billones de dólares en 2004, lo
que representa un aumento de 6,4%
respecto a 2003, según el diario The
Chronicle de San Francisco, basado en
informes de un analista de riesgo de la
calificadora Standard & Poor’s.
Por otro lado, el aumento del presupuesto
militar en EEUU ha beneficiado una
empresa de armamento que una vez
estuvo ligada al propio Secretario de
Defensa, Donald Rumsfeld y que además
fue la tercera contribuyente en este sector
a la campaña de los republicanos con 1,4
millones de dólares, según The Center for
Responsive Politics.
Con contratos gubernamentales por cerca
de 9,6 billones de dólares, General
Dynamics, está entre las cinco primeras
proveedoras de armamento, barcos de
guerra, submarinos nucleares, tanques y
jets de combate.
La Marina de EEUU, dirigida por Gordon
England, ex ejecutivo de General Dynamics
es el principal cliente de esta corporación,
según el diario Boston Globe.
Además, una de sus afiliadas, Land
Systems tiene un contrato de cinco años
con el Ejército para el desarrollo de nuevos
vehículos militares bajo acuerdos de
beneficio adicional del 25% sobre las
ventas, según indica la propia empresa en
su sitio web.
Pero, el gobierno de Estados Unidos no es
el único cliente de General Dynamics. Hace
dos semanas acaba de vender tres jets a
Arabia Saudi, uno de los actuales aliados de
EEUU en Oriente Medio.
En el pastel del negocio armamentista
compite también United Defense, que
desde 1997 es propiedad de la empresa de
inversión Carlyle Group, donde
presuntamente la familia Bin Laden habría
tenido participación financiera, aunque
retiró sus inversiones después de los
ataques terroristas del 11 de septiembre.
Carlyle Group indica en su página web que
maneja actualmente unos 16 mil millones
de dólares en activos, siendo algunos de
sus inversores el Gobierno de Singapur, la
Autoridad de Inversión de Kuwait y fondos
de pensión de California y Florida.
United Defense, por su parte, fabrica
vehículos de combate anfibios y de
infantería, tanques y armas navales. Cerca
del 80% de su negocio—con ventas de 1,2
billones de dólares en 2002—provienen de
contratos con el Gobierno estadounidense,
según el perfil que presenta Corporate
Watch. (www.corporatewatch.org)
Pero eso no es todo. Las “guerras de
liberación” también pueden ser capaces de
resucitar planes pospuestos como el de
construir un gaseoducto a través de
Afganistán para extraer petróleo del Mar
Caspio. La petrolera Unocal está ahora
más cerca de lograrlo, cuando Hamid
Karzai, presidente del “liberado país” y
antiguo asesor de la misma Unocal ha
manifestado públicamente su anuencia a
iniciar el proyecto lo antes posible.
El lobby detrás de la guerra de Iraq
Principales contratistas del Gobierno de EEUU
De 1990 al 2002
En Millones de dólares
Nombre de la Empresa
Negocios con el
Gobierno
Aportes
Políticos
1990-2002
General Electric Co. 43.736.487 8,8
Vinnell Corporation (Northrop Grumman) 42.414.198 8,5
Science Applications International Corp. 16.194.431 4,7
DynCorp (Computer Sciences Corp.) 15.809.649 1,2
Bechtel Group Inc. 11.742.537 3,3
Unisys Corporation 10.772.003 0,626
Fluor Corp. 8.544.917 3,6
United Defense Industries, L.P. 7.299.691 1,1
Kellogg, Brown & Root (Halliburton) 5.686.006 2,4
Dell Marketing L.P. 2.714.952 1,8
Raytheon Aerospace LLC 2.697.859 0,089
Preparado con información del Center for Public Integrity
Bush, el presidente del petróleo
Si hay algo en lo que realmente la familia
Bush tiene una larga y experimentada
carrera es en el negocio del petróleo, la
política y la guerra.
Desde la década de los 70, los Bush
estuvieron frente a la compañía Arbusto
Energy Inc., en la cual invirtió Salem Bin
Laden –encargado de los negocios de la
familia Bin Laden–, en un complejo pero
multimillonario eje entre petroleros
saudíes y texanos.
Aún con el dinero saudí, Arbusto estuvo a
punto de quebrar en 1984, pero se recaudó
dinero entre los partidarios políticos del
binomio Regan- Bush padre, lo cual da
origen a otra nueva empresa llamada Bush
Exploration, que posteriormente se
convierte en Harken Energy.
En 1986, Harken Energy se hizo con un
contrato de perforación de pozos
petroleros en Bahrein, pese a que la
empresa no tenía experiencia en tales
obras.
La familia Bush también tiene una empresa
petrolera, llamada Zapata Offshore
Corporation, que ahora forma parte de la
tejana Pennzoil, que a su vez ha sido
adquirida por Shell Oil Corp. La
trasnacional fue una de los contribuyentes
importantes a la campaña de Bush, según
The Center for Responsive Politics.
En cuanto a la guerra, un estudio del
candidato demócrata John Kerry sostiene
El lobby detrás de la guerra de Iraq
que la familia Bush estuvo desde 1980
hasta el 2002, vinculada a la industria
armamentista a través de la empresa,
Buckeye Steel Castings, aunque no es
posible establecer si ésta ha obtenido
algún contrato posterior en las últimas
acciones militares emprendidas por EEUU.
A la luz de las entramadas relaciones de
Bush y su Gabinete con los grandes
intereses trasnacionales, todo apunta a
que el presidente de Estados Unidos es de
los que piensa que un país debe
gobernarse con la eficiencia y
productividad de la empresa privada. ¿O
tal vez sea la empresa privada la que
gobierna al país? Cuestión de política,
management y chequeras.
DICK CHENEY, Vicepresidente
Ex presidente de Halliburton Company, principal contratista para la reconstrucción de
Irak. Tiene acciones en Procter & Gamble, Unión Pacific y Electronic Data Systems Corp y
forma parte del American Enterprise Institute en Washington. Socio del grupo Compass
(Committee to Preserve American Security and Sovereignty), comité que cabildeó en
contra de la aprobación del Protocolo de Kyoto.
Gabinete de multinacionales
CONDOLEZZA RICE, ex consejera de Seguridad y actual Secretaria de Estado
Ex miembro del consejo de directores de Chevron. Ha sido también directora de otras
dos empresas multinacionales Brokerage Charles Schwab y la aseguradora Transamerica
Corp.
DONALD RUMSFELD: Secretario de Defensa
Consejero en compañías como Gilead Sciences, novel compañía biotecnológica; el
gigante de la prensa Tribune, dueña de Los Angeles Times y Chicago Tribune; de Amylin
Pharmaceuticals, la firma suiza Asea Brown Boveri, Kelloggs, Sears y Allstate. Como
director de Gulfstream Aerospace, sus acciones de la compañía estaban valoradas en 11
millones de dólares cuando ésta fue absorbida por General Dynamics en 1999.
SAMUEL BODMAN, Secretario de Energía
Fue por 10 años presidente de Fidelity Investments, que él ayudó a transformar en un
jugador importante en el sector financiero. Fue también CEO de Cabot Corp., un
fabricante de productos químicos. Como secretario de Energía, la agenda de Bodman
incluirá el empuje para abrir el Refugio Nacional Artico de Alaska para la perforación
petrolífera. Bodman ha contribuido con más de $38.000 a los candidatos y a los comités
republicanos del partido desde 1999, incluyendo $3.000 al presidente Bush y $35.000 al
comité nacional republicano.
GALE NORTON, Secretaria de Interior
Como abogada de la firma Brownstein Hyatt & Farber ha defendido los intereses de
British Petrolium-Amoco y de compañía saudita Delta Oil, y ha trabajado haciendo
cabildeo para la empresa NL Industries. Ha sido una de las personas que dentro del
Gabinete de Bush más ha defendido los trabajos petroleros en la reserva de Vida
Silvestre en Alaska. .
El lobby detrás de la guerra de Iraq
La “prensa libre” de EEUU Aunque la libertad y objetividad de prensa
estadounidense se toma como un ejemplo
a nivel internacional, los vínculos entre
políticos, multinacionales y medios de
comunicación son parte del complejo
entramado de los intereses alrededor de
Washington.
El actual secretario de Defensa, Donald
Rumsfeld fue miembro del Consejo de
Administración del gigante mediático
Tribune, dueña de Los Angeles Times y el
Chicago Tribune, según consta en la página
web de NewsCorporation, una publicación
electrónica sobre los medios y sus
relaciones con el Gobierno.
La multinacional General Electric, uno de
los principales contratistas del Gobierno y
que fabrica desde aviones y reactores
nucleares hasta electrodomésticos y
equipo médico, tiene al mismo tiempo
importante participación en importantes
medios como NBC, CNBC y Telemundo. En
asociación reciente con Vivendi, General
Electric agregó Universal Studios a su
imperio mediático de 43 mil millones de
dólares.
En tanto, la cadena Fox, propiedad del
multimillonario neoconservador
ultraderechista Rupert Murdoch, fue la
única que le dio a George W. Bush la
victoria en las elecciones de 2000,
justamente el día en que su hermano Jeb
Bush estaba a cargo, relata Michael Moore
en su documental Fahrenheit 9/11. La Fox
y la CNN, ésta última reconocida como la
cadena “oficial” en EEUU, son las dos con
mayor audiencia.
Y hablando de CNN, los ejecutivos de esta
cadena circularon en noviembre de 2001
un memorándum en el que ordenaban a
sus periodistas evitar hablar de las muertes
de niños, mujeres o ancianos en la guerra
de Afganistán, así como también mostrar la
destrucción de escuelas públicas e
instalaciones de la Cruz Roja por parte de
las tropas estadounidenses.
El memorándum continúa diciendo que los
reporteros deben "orientar a la opinión
pública indicando que los talibanes son los
únicos causantes de la caída de miles de
bombas que están matando a la población
civil... CNN debe informar que solamente
son 25 víctimas civiles de acuerdo al
Pentágono y no los miles de muertos que
informa la prensa árabe", concluye el
memorándum.
También en 2001, Bush firmó una orden
ejecutiva que restringe la divulgación de
los documentos de trabajo de los
presidentes de Estados Unidos, anulando
de esta forma la ley de documentos
presidenciales de 1978 que estableció la
publicación automática de los documentos,
después de 12 años de concluir el mandato
presidencial. La razón que aducida por
Bush fue que estos informes son “asuntos
de seguridad nacional”.