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UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA DE LA SELVA
ESCUELA DE POSGRADO
Maestría en Ciencias Agrícolas
Mención Cultivos Tropicales
TRABAJO ENCARGADO
Tema : Ecofisiología del cultivo de arroz
Curso : Ecofisiología de cultivos
Docente : M. Sc. CHAVEZ MATIAS, Jaime J.
Alumno : VÁSQUEZ POSTILLO, Juan Perciliz.
Ciclo : I - 2015
Tingo María – Perú
Agosto, 2015
INDICE GENERAL
Pág.
I. INTRODUCCIÓN ................................................................................. 3
II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA ............................................................... 4
2.1. Cultivo de arroz ........................................................................... 4
2.2. Origen ......................................................................................... 5
2.3. Adaptación (Coordenadas) .......................................................... 5
2.4. Distribución .................................................................................. 6
2.5. Altitud .......................................................................................... 6
2.6. Condiciones climáticas ................................................................ 6
2.6.1. Luz ................................................................................... 7
2.6.2. Temperatura ..................................................................... 9
2.6.3. Agua ................................................................................. 11
2.6.4. Viento ................................................................................ 12
2.6.5. Humedad relativa .............................................................. 13
2.7. Nutrición ...................................................................................... 14
2.7.1. Nitrogeno (N) .................................................................... 16
2.7.2. Fosforo (P) ........................................................................ 18
2.7.3. Potasio (K) ........................................................................ 19
2.7.4. Elementos secundários: Calcio (Ca), Magnesio (Mg) y
Azufre (S) .......................................................................... 19
2.7.5. Micronutrimentos: (Fe, Mn, Zn, Cu y B) ............................ 20
2.7.6. Silicio (Si) .......................................................................... 20
2.8. Suelo ........................................................................................... 20
2.8.1. Profundidad....................................................................... 21
2.8.2. Textura .............................................................................. 21
2.8.3. Ph .................................................................................... 22
2.8.4. Drenaje ............................................................................. 23
2.9 Fotosíntesis ................................................................................. 23
2.9.1. Tipo ................................................................................... 24
2.9.2. IAF .................................................................................... 24
2.9.3. Intensidad fotosintética ..................................................... 25
2.10 Fotoperiodo y fotoperiodicidad .................................................... 25
2.11. Ciclo biológico ............................................................................. 25
2.11.1. Fenología ....................................................................... 26
2.11.2. Periodos críticos ............................................................. 27
2.12. Metabolitos primarios y secundarios ........................................... 28
2.13. Estrés ......................................................................................... 29
III. MATERIALES Y METODOLOGÍA ....................................................... 28
3.1. Ubicación ..................................................................................... 28
3.2. Materiales .................................................................................... 28
3.3. Metodología ................................................................................. 29
V. CONCLUSIONES ................................................................................ 30
VIII. BIBLIOGRAFÍA .................................................................................... 31
I. INTRODUCCION
El arroz es el alimento básico para más de la mitad de la población
mundial, aunque es el más importante del mundo si se considera la extensión
de la superficie en que se cultiva y la cantidad de gente que depende de su
cosecha. A nivel mundial, el arroz ocupa el segundo lugar después del trigo si
se considera la superficie cosechada, pero si se considera su importancia como
cultivo alimenticio, el arroz proporciona más calorías por hectárea que cualquier
otro cultivo de cereales. Además de su importancia como alimento, el arroz
proporciona empleo al mayor sector de la población rural de la mayor parte de
Asia, pues es el cereal típico del Asia meridional y oriental, aunque también es
ampliamente cultivado en África y en América, y no sólo ampliamente sino
intensivamente en algunos puntos de Europa meridional, sobre todo en las
regiones mediterráneas. (INFOAGRO)
El cultivo del arroz data de tiempos prehistóricos, existen discrepancias
entre especialistas en cuanto al origen del arroz. Igualmente se indican las
generalidades del cultivo de arroz como su distribución, adaptación en altitud,
Se analizan los distintos factores ambientales que influyen en la producción de
grano del cultivo de arroz. Entre ellos están la temperatura, la radiación solar, la
fotosíntesis, el agua, la precipitación, el viento y la humedad relativa. En
síntesis, la respuesta de la planta de arroz a los factores del clima y a diversas
condiciones del ambiente determina, en gran medida, la velocidad y la
intensidad de los procesos metabólicos controlados por el código genético de la
planta, los requerimientos nutricionales optimas, las condiciones y
características de los suelos que mejor son para cultivar arroz, la fotosíntesis
realizado por arroz, los metabolitos generados por el cultivo de arroz y el estrés
que presenta dicho cultivo Cuanto mejor se expresen esos procesos, más altos
serán los niveles de producción y productividad que alcancen las plantas para
responder por el resultado económico del cultivo.
II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
2.1. Cultivo de arroz
El arroz (Oryza sativa, L.) es una planta monocotiledónea perteneciente
a la familia Poaceae de las gramináceas. Posee las siguientes características:
Raíces: las raíces son delgadas, fibrosas y fasciculadas. Tiene dos tipos
de raíces: las seminales, que se originan de la radícula y son de naturaleza
temporal y las raíces adventicias secundarias, que tienen una libre ramificación
y se forman a partir de los nudos inferiores del tallo joven. Estas últimas
substituyen a las raíces seminales.
Tallo: el tallo se forma de nudos y entrenudos alternados, siendo
cilíndrico, erguido, nudoso, glabro y de 60-120 cm de longitud.
Hojas: las hojas son alternas, envainadoras, con el limbo lineal, agudo,
largo y plano. En el punto de reunión de la vaina y el limbo se encuentra una
lígula membranosa, bífida y erguida que presenta, en el borde inferior, una
serie de cirros largos y sedosos.
Flores: son de color verde blanquecino, dispuestas en espiguillas, cuyo
conjunto constituye una panoja grande, terminal, estrecha y colgante después
de la floración. Cada espiguilla es uniflora y está provista de una gluma con dos
valvas pequeñas, algo cóncavas, aquilladas y lisas; la glumilla tiene igualmente
dos valvas aquilladas.
Inflorescencia: es una panícula determinada que se localiza sobre el
vástago terminal, siendo una espiguilla la unidad de la panícula, y consiste en
dos lemmas estériles: la raquilla y el flósculo.
Grano: el grano de arroz es el ovario maduro. El grano con cáscara se
conoce como arroz “paddy”; el grano descascarado de arroz (cariópside), con
el pericarpio pardusco, se conoce como arroz-café; el grano de arroz sin
cáscara con un pericarpio rojo, es el denominado “arroz rojo”. (FRANQUET,
2004).
2.2. Origen
Existen dos especies cultivadas, a pesar de que la consideremos una
única planta: la variedad asiática y la africana. Ambas han sufrido su propio
camino de domesticación. (FRANQUET y BORRÀS, 2004).
El arroz pudo haberse cultivado en otras épocas y pudo originarse en
algún sitio diferente de China. Varios autores aceptan que Oryza sativa L.
procede del sudeste de Asia, de una región cercana a la parte sur de India, o
sea, de la antigua Cochinchina (región meridional de la península de
Indochina), donde las condiciones ambientales son favorables para este cultivo
y hay gran cantidad de especies silvestres del género Oryza. (DEGIOVANNI et
al., 2010). La otra especie cultivada, Oryza glaberrima Steud., es originaria del
oeste de África, posiblemente del delta central del Río Níger. Se dispersó
solamente alrededor de su lugar de origen, Angladette (1969), citado por
DEGIOVANNI et al., (2010).
2.3. Adaptación (Coordenadas)
El arroz se cultiva en condiciones ambientales tan diversas que ha
suscitado, a su vez, una diversidad de criterios entre los investigadores y
especialistas de este cereal. Algunos autores sostienen que es un cultivo
especial de las zonas húmedas del trópico o de los climas de temperatura alta;
otros informan que florece en diversas condiciones ambientales entre los 45°
de latitud norte y los 40° de latitud sur respecto al ecuador, (DEGIOVANNI et
al., 2010). El cultivo se extiende desde los 49º – 50º de latitud norte a los 35º
de latitud sur, (FRANQUET y BORRÀS, 2004).
2.4. Distribución
El arroz se cultiva en 113 países de todos los continentes del mundo (a
excepción de la Antártida). De esos países, los 26 que pertenecen a la región
de ALC producen 25 millones de toneladas de „paddy‟ (arroz con cáscara) que
representan el 4%. FAOSTAT (2004), citado por DEGIOVANNI et al., (2010).
Es ampliamente cultivado en África y en América, y no sólo ampliamente
sino intensivamente en algunos puntos de Europa meridional, sobre todo en las
regiones mediterráneas, como España, Italia, Portugal, Francia y Grecia. Entre
los países que producen más de un millón de toneladas al año figuran
Camboya (3.5 millones), Irán (2.6), Corea del Norte (2.1), Laos (1.6),
Madagascar (2.4), Nepal (3.6), Nigeria (3.2), Pakistán (6.5) y Sri Lanka (2.7),
(FRANQUET y BORRÀS, 2004).
2.5. Altitud
Se ha informado que el arroz puede cultivarse desde el nivel del mar
hasta los 2500 metros de altitud, una extensión que le permite crecer en áreas
donde la temperatura, la longitud del día y la disponibilidad del agua son muy
diversas (PATRICIO, 2010).
2.6. Condiciones climáticas
El análisis de los factores que regulan el crecimiento de la planta de
arroz ha revelado a los investigadores las limitantes relacionadas con el
desarrollo del arroz y con su adaptabilidad al medio que lo rodea (PATRICIO,
2010).
2.6.1. Luz solar o radiación solar.
La radiación solar requerida para el cultivo del arroz varía según
los diferentes estados de desarrollo de la planta. Una radiación solar baja
afecta muy ligeramente los rendimientos y sus componentes durante la fase
vegetativa, mientras que en la fase reproductiva causa una notoria disminución
en el número de granos. Por otra parte, durante el período que va del llenado
del grano a su maduración, baja drásticamente el rendimiento de la planta
cuando se reduce (si se presenta un nivel bajo de radiación solar) el porcentaje
de granos llenos (PATRICIO, 2010).
Cuadro 1. Efecto del descenso de la radiación solar (medida en tres fases del
desarrollo de la planta) en el rendimiento y en los componentes del
rendimiento de la variedad de arroz IR-747B2–6.
Tomado de YOSHIDA y PARAO (1976).
Una relación cuantitativa entre el rendimiento y la radiación solar
se puede observar en el Cuadro 1, elaborado por Yoshida y Parao (1976),
citado por PATRICIO, (2010).
El cuadro 1 muestra que la radiación solar influye mucho en el
rendimiento durante la fase reproductiva de la planta; influye también, aunque
menos, en la fase de maduración, y tiene muy poco efecto durante la fase
vegetativa, Figura 1.
Figura 1. Efecto de la radiación solar, considerada en tres estados del
crecimiento de la planta, en el rendimiento de IR–747B2–6.
(Tomada de Yoshida y Parao, 1976.)
2.6.2. Temperatura
La temperatura afecta el crecimiento y el desarrollo de la planta
de arroz. Durante las distintas fases del desarrollo, la planta no responde a
iguales rangos de temperatura; podría decirse que hay un rango favorable para
cada fase, (PATRICIO, 2010).
El arroz necesita para germinar un mínimo de 10 a 13 ºC,
considerándose su óptimo entre 30 y 35 ºC. Por encima de los 40 ºC no se
produce la germinación. (FRANQUET y BORRÀS, 2004; (GUERRERO, 1992),
destacan que la tasa de crecimiento de la planta de arroz se incrementa
linealmente con el mantenimiento de la temperatura, dentro de un rango de 22
y 31º centígrados, (YOSHIDA, 1973). El mínimo de temperatura para florecer
se considera de 15 ºC. El óptimo de 30 ºC. Por encima de los 50 ºC no se
produce la floración. (FRANQUET y BORRÀS, 2004), En la etapa de floración
temperaturas por encima de 32 ºC en horas de la mañana provocan que el
polen de las flores no germine, lo cual puede generar el vaneamiento de la
panícula, (MOQUETE, 2010), en el período de desarrollo anterior a la floración,
la temperatura óptima diurna era de 31 a 32 °C, mientras que la óptima
nocturna variaba entre 21 y 22 °C. En cambio, para un período de desarrollo 15
días después de la floración, dicha temperatura era de 29 °C en el día y 19 °C
en la noche. Finalmente, para el período de desarrollo 30 días después de la
floración, esas temperaturas eran de 26 °C en el día y 16 °C en la noche,
Matsushima (1976), citado por PATRICIO, (2010).
En líneas gruesas, los valores óptimos de temperatura a favor de
los procesos mencionados, se estiman entre 25 y 35°C. Se consideran valores
críticos aquellos inferiores a 20°C o por encima de 30°C. En todo caso, por
sobre los valores absolutos prevalece la influencia de los altibajos de
temperatura durante el día y la noche, y el tiempo de incidencia de los valores
críticos (VARGAS, 1985).
Cuadro 2. Correspondencia entre las principales etapas de desarrollo de la
planta de arroz y las diversas temperaturas (crítica y óptima) que
pueden afectar esas etapas.
Fuente: (DEGIOVANNI et al., 2010). Para la germinación Tomado de YOSHIDA (1977).
Durante los estados iniciales del desarrollo de la planta la
temperatura del agua afecta el rendimiento porque influye en el número de
panículas por planta, en el número de granos por panícula, y en el porcentaje
de granos maduros que se pueden obtener. En estados más avanzados del
desarrollo, la temperatura del aire puede afectar el rendimiento, porque influye
directamente en el porcentaje de granos llenos y en su peso, (PATRICIO,
2010).
2.6.3. Agua
El agua es indispensable para la planta de arroz. El contenido de
agua de la planta varía según la estructura considerada (hoja, tallo) y el estado
de desarrollo de la planta. La planta absorbe por las raíces la mayor parte del
agua que necesita; emplea menos del 15% del agua absorbida y transpira el
resto a través de los estomas de las hojas (PATRICIO, 2010). A lo largo del
ciclo del cultivo, los requerimientos hídricos varían de acuerdo con las etapas
de desarrollo de la planta, a lo largo del ciclo del cultivo, los requerimientos
hídricos varían de acuerdo con las etapas de desarrollo de la planta. (INIA,
2004). Existen dos tipos de manejo del cultivo de arroz (manejo del cultivo con
riego y en secano).
El manejo del cultivo con riego consiste en el uso de agua por
inundación. La principal razón para inundar un cultivo de arroz es que la
mayoría de las variedades de arroz crecen mejor y dan mayor rendimiento
cuando se cultivan en un suelo inundado. Esta agua cumple tres funciones
esenciales:
Modificar las características físicas de la planta.
Cambiar las características físicoquímicas y el estado
nutricional y físico de los suelos.
Controlar las malezas, alterando la naturaleza de unas y
restringiendo el crecimiento de otras.
La cantidad de agua requerida por el arroz en diferentes funciones
y etapas del sistema con riego se presenta en el Cuadro 4. Las cifras son
promedios de un rango de valores reportado por más de 40 países cultivadores
de arroz (PATRICIO, 2010).
Cuadro 3. Agua requerida por el arroz cultivado con riego.
a. Son mm de lámina de agua equivalente a la que se emplea para medir la precipitación pluvial. Tomado de Kung (1971), citado por PATRICIO, (2010).
El sistema de arroz en secano, la cantidad y distribución de las
lluvias, así como la capacidad del suelo para retener la humedad, son factores
que tienen gran incidencia en el crecimiento y la productividad del cultivo
(FEDEARROZ). Se considera que una precipitación de unos 1,200 milímetros
bien distribuidos durante el ciclo de cultivo es suficiente para la obtención de
buenos rendimientos, 1000 - 4000 mm durante el período de cultivo (SAG y
DICTA, 2003; MOQUETE, 2010). Para obtener un buen rendimiento en secano
son necesarios de 200-300 mm de lluvia bien distribuidos por mes (MOQUETE,
2010). En zonas con menos de 1,000 mm de precipitación pluvial, el riego es
necesario para complementar las deficiencias hídricas del cultivo (SAG y
DICTA, 2003).
2.6.4. Viento
El viento desempeña un papel importante en la vida de la planta
de arroz. Se ha informado que, cuando el viento sopla con poca velocidad, el
rendimiento de la planta aumenta gracias a la turbulencia que se crea en medio
de la comunidad de plantas. En los años 70, algunos investigadores japoneses
hallaron que la tasa de fotosíntesis era mayor cuando aumentaba suavemente
la velocidad del viento, ya que la turbulencia incrementaba el suministro de gas
carbónico (CO2); este resultado confirmaba el obtenido en los 60 por un
investigador australiano de que una velocidad del viento mayor que el rango de
0.3 a 0.9 m/seg causaba un pequeño efecto en la fotosíntesis de la planta
(PATRICIO, 2010).
Por otro lado, los vientos fuertes con características de vendaval
son perjudiciales para las plantas de arroz, puesto que incrementan el
fenómeno del volcamiento. Los vientos muy secos han causado secamiento en
las hojas, que es grave para los cultivos de secano. Los vientos secos y
calientes han producido laceraciones en las hojas y en los granos y, en muchos
casos, han hecho abortar las flores (PATRICIO, 2010 y INIA, 2004).
Los vientos constituyen un factor muy importante para la
transpiración de la planta y la evaporación. En este sentido, se señalan
incrementos de la rata fotosintética en la medida que la velocidad del viento
aumenta suavemente (DE DATTA, 1986).
2.6.5. Humedad relativa
La humedad relativa del aire influye en alto grado y en relación
inversa, sobre el proceso de transpiración de la planta y la evaporación.
Valores muy altos de este factor son determinantes de la disminución de la
evapotranspiración y, en consecuencia, de la absorción y traslocación de
nutrimentos (INIA, 2004). La evaporación es un fenómeno inverso de la
humedad relativa, que se puede definir como el vapor de agua ya contenido en
el aire. Se ha demostrado que, manteniendo los demás factores constantes, un
aumento de la humedad relativa reduce la intensidad de la evapotranspiración,
puesto que el gradiente de presión de vapor de agua entre la atmósfera y una
superficie húmeda es alto. La capacidad del aire para retener vapor de agua
aumenta rápidamente con la temperatura: por tanto, el aire caliente del trópico
contiene más vapor de agua que el aire frío de otras zonas (PATRICIO, 2010).
2.7. Nutrición mineral
Para tener una mayor productividad en los cultivos se requiere una
adecuada nutrición y fertilización, donde se entiende como nutrición la
absorción de los nutrientes necesarios para que la planta pueda desarrollar sus
funciones vitales y los productores puedan obtener excelentes rendimientos a
menores costos de producción (FEDEARROZ).
Hasta el momento se han encontrado 17 elementos esenciales para la
nutrición de las plantas superiores; de ellos, el carbono (C), el hidrógeno (H) y
el oxígeno (O) representan del 90% al 95% de la materia seca vegetal. Los 14
elementos restantes, son tomados principalmente por las raíces y representan
más o menos el 4% de la biomasa acumulada. Los nutrientes minerales
esenciales cumplen diferentes funciones en la planta y su requerimiento varía
según la etapa de desarrollo del cultivo de arroz (MEJÍA y CARLOS, 2010).
Los Cuadros 4 y 5 muestran los requerimientos nutricionales del arroz
en el tejido foliar en diferentes etapas fenológicas del cultivo. Estas diferencias
explican la dinámica de los elementos en las plantas y su influencia en el
crecimiento, en el desarrollo y en el rendimiento de éstas. Las funciones de los
elementos nutritivos se clasifican en cuatro grandes categorías Clavijo- Porras,
(1994), citado por MEJÍA y CARLOS (2010):
Constitución de estructuras orgánicas.
Activación de reacciones enzimáticas.
Almacenamiento y transporte de energía.
Transporte de cargas y osmorregulación.
Cuadro 4. Concentración de nutrientes en el tejido foliar de la plántula de arroz
(plantas de altura mayor que 30 cm).
Fuente: MEJÍA y CARLOS (2010).
Cuadro 5. Concentración de nutrientes en el tejido foliar de la planta de arroz
en la etapa que va del macollamiento al inicio del primordio.
Fuente: MEJÍA y CARLOS (2010).
En varias estructuras de la planta (hojas y panículas) se sintetizan los
compuestos que la planta usará luego en procesos complejos dirigidos a la
obtención de un buen rendimiento. Esta síntesis ocurre gracias a la presencia
de los nutrientes minerales considerados esenciales, que fueron absorbidos por
la planta en las diferentes etapas de su desarrollo. (MEJÍA y CARLOS, 2010).
Al comparar la demanda de nutrientes en las épocas de mayor y menor
oferta ambiental se determinó que en general esta es más alta a mejor oferta
ambiental, presentándose diferencias entre nutrientes. Todos los nutrientes
disminuyeron su absorción por la planta de arroz al pasar de tener alta a baja
oferta ambiental. En el caso del nitrógeno la reducción fue de 41%, Fósforo
37%, Potasio 50%, en los nutrientes secundarios el magnesio presento una
disminución del 80%, Azufre 78%, con relación al silicio esta fue de 52%, en los
elementos menores la reducción fue drástica en Hierro (Fe) la cual fue del 78%,
Manganeso (Mn) 75%, Zinc (Zn) 75%, Cobre (Cu) 80% y Boro (B) 48%. De
acuerdo a estos resultados se hace necesaria una mayor investigación en
buscar estrategias de manejo que conlleven a mejorar la absorción de
nutrientes en época de baja oferta ambiental y así poder mitigar las menores
producciones en esta época (FEDEARROZ).
2.7.1. Nitrógeno (N)
Dependiendo de la especie vegetal, estado de desarrollo y órgano
de la planta, la concentración óptima de N en la planta varía entre el 2% y el
5% respecto al peso seco. El arroz toma el N con más intensidad en las
primeras etapas de su desarrollo, hasta el final del período vegetativo (Figura
3); la absorción desciende levemente durante la etapa de máximo
macollamiento y de diferenciación, y aumenta con rapidez hasta la etapa de
grano pastoso (Perdomo et al., 1985).
Antes de la floración, la mayor cantidad del N absorbido se
acumula en la lámina y en la vaina de las hojas; de allí es transportado al
grano, donde se acumulará el 75% del N absorbido. (MEJÍA y CARLOS, 2010).
Figura 3. Contenido de nitrógeno (N) en las diferentes etapas de desarrollo de las plantas de la
variedad IR 36 bien fertilizada; dds = días después de la siembra. (Adaptada de
Fernández et al., 1978.)
El contenido de N en el grano depende también de la cantidad del
elemento disponible en el suelo, ya sea proveniente de la fertilidad natural o de
la aplicación de fertilizantes. El contenido de N en el grano aumenta (Cuadro 6)
cuando se incrementa la dosis de N aplicado; la variedad, por tanto, ejerce
poca influencia en este fenómeno. Estos datos dan una idea de la importancia
que tiene la cantidad de N que extrae del suelo un cultivo de arroz en el campo
(FEDEARROZ; MEJÍA y CARLOS, 2010).
Cuadro 6. Efecto de la dosis de nitrógeno (N) aplicado al suelo en el contenido
de N del grano de tres variedades de arroz de siembra directa.
FUENTE: Salisbury y Ross (2000).
La mayor concentración de N en el tejido del arroz está en la fase
reproductiva, desde el inicio de primordio floral (IPF) hasta el embuchamiento
(E). Luego la concentración de N disminuye en el tejido foliar desde Floración
(F) hasta maduración (M) (FEDEARROZ).
2.7.2. Fósforo (P)
La absorción de Fósforo muestra dos picos importante en la
concentración de este nutrimento en el tejido del arroz que son durante el
Macollamiento y el Embuchamiento del arroz. En la acumulación de Fósforo
absorbido se determinó que a más biomasa mayor absorción de P por unidad
de área, destacándose la fase reproductiva como la de mayor demanda. Hacia
al inicio del primordio floral (IPF) se ha absorbido el 50% de este nutrimento y
el restante 50% en la fase reproductiva (Embuchamiento). Por tanto de acuerdo
a la dinámica del nutrimento en el suelo las aplicaciones tempranas se deben
realizar en un 100% cuando se tiene buena disponibilidad de agua (suelos
inundados), y si se tiene baja disponibilidad de agua (riego corrido) sería
necesario evaluar un fraccionamiento del Fósforo entre inicio de macollamiento
e inicio de primordio floral con fuentes de alta solubilidad (FEDEARROZ).
2.7.3. Potasio (K)
Con relación a la absorción de Potasio (K) la fase reproductiva y
maduración son las de mayor acumulación en tejido, destacándose la etapa de
Inicio de floración (IF) con el mayor valor. En la absorción acumulada la mayor
demanda se tiene entre el inicio de primordio floral (IPF) y el inicio de floración
(IF) como épocas claves en la nutrición con este nutrimento. El 36% se absorbe
durante la fase vegetativa y el restante 64% durante la fase reproductiva
(FEDEARROZ).
2.7.4. Elementos secundários: Calcio (Ca), Magnesio (Mg) y Azufre
(S)
En la nutrición de elementos secundarios como el Azufre (S),
Calcio (Ca), y Magnesio (Mg) se destaca que la mayor concentración de S se
da en la fase vegetativa, de Ca al inicio de primordio floral (IPF) y al inicio
floración (IF), y el Mg la mayor concentración se da durante la fase vegetativa y
al IF. En la absorción acumulada, el Azufre es absorbido durante la fase
vegetativa en un 43%, el restante 57% se absorbe durante la fase reproductiva.
El Calcio presenta la mayor demanda durante la fase reproductiva y
maduración con el 84% de sus requerimientos. En cuanto al Magnesio la mayor
absorción se registra desde el inicio de floración a maduración con el 82% de
sus necesidades (FEDEARROZ).
2.7.5. Micronutrimentos: (Fe, Mn, Zn, Cu y B)
Los micronutrimentos de mayor absorción por parte de la variedad
de arroz FEDEARROZ 50 son el Hierro (Fe), Manganeso (Mn) y Zinc (Zn) y
luego siguen el Cobre (Cu) y Boro (B). Con relación a la concentración de estos
elementos en tejido, la mayor concentración de Fe, Zn, Cu y Mn es al IPF, el B
al IF. En la absorción del Fe, Cu y Zn se presentan dos picos importantes al
IPF y al IF, el Mn durante la fase reproductiva entre IPF y el IF, y el B tiene su
mayor demanda durante el y el inicio de Floración (IF) (FEDEARROZ).
2.7.6. Silicio (Si)
Es el nutrimento que presenta una mayor demanda por la
variedad de arroz FEDEARROZ 50. La mayor concentración del nutrimento se
presenta en la fase reproductiva con valores entre 8.9 y 9,6% (FEDEARROZ).
2.8. Suelo
El arroz se cultiva en suelos cuyas propiedades químicas y físicas
difieren mucho; por consiguiente, tanto las variedades como el manejo de los
suelos han debido adaptarse a esas condiciones edáficas. En un suelo poco
fértil o de baja disponibilidad de nutrientes, se pueden obtener rendimientos
satisfactorios de varias maneras (RIVEROS y STELLA, 2010):
Aplicando los elementos nutricionales deficientes.
Corrigiendo las condiciones que limitan la disponibilidad de los
nutrientes como la acidez.
Empleando variedades que se adapten a esos suelos.
Una de las principales adaptaciones de una variedad de arroz a un suelo
pobre es su capacidad de desarrollar un sistema de raíces extensas y
profundas, el cual permite a la planta no sólo extraer nutrientes de un volumen
amplio de suelo sino también agua, cuando haya una deficiencia hídrica en las
capas superiores del suelo (RIVEROS y STELLA, 2010).
2.8.1. Profundidad
Profundidad efectiva: se entiende como la profundidad hasta
donde la raíz puede explorar en el suelo, en busca de nutrimentos. Cuando la
profundidad es baja, no solo dificulta la absorción de los nutrientes, sino que
además impide un buen anclaje de la planta al suelo. En la mayoría de los
casos, la profundidad efectiva es menor debida a la compactación del suelo. La
escogencia y el buen uso de los implementos agrícolas, puede ayudar a
descompactar el suelo y a su vez, proporcionar buenas condiciones al
desarrollo radicular de las plantas (FEDEARROZ).
2.8.2. Textura
El cultivo tiene lugar en una amplia gama de suelos, variando la
textura desde arenosa a arcillosa. Se suele cultivar en suelos de textura fina y
media, propias del proceso de sedimentación en las amplias llanuras
inundadas y los deltas de los ríos. Los suelos de textura fina (“pesados” o
“fuertes”) dificultan las labores, pero son más fértiles al tener mayor contenido
de arcilla, materia orgánica y suministrar más nutrientes. Por tanto, la textura
del suelo juega un papel importante en el manejo del riego y de los fertilizantes
químicos y orgánicos (FRANQUET y BORRÀS, 2004).
En suelos de textura franca (F) y franco Arenosa (FA) valores
mayores de 1.5 gr/cc afectan el rendimiento de la planta de arroz y valores
menores a 1.5 gr/cc crean las mejores colisiones físicas del suelo para un buen
desarrollo de planta de arroz (FEDEARROZ).
2.8.3. Ph
La mayoría de los suelos tienden a cambiar su pH hacia la
neutralidad pocas semanas después de la inundación. El pH de los suelos
ácidos aumenta con la inundación, mientras que para los suelos alcalinos o
básicos ocurre justamente lo contrario. El pH óptimo para el arroz es 6,6, pues
con este valor la liberación microbiana de nitrógeno y fósforo de la materia
orgánica, y la disponibilidad de fósforo son altas y, además, las
concentraciones de substancias que interfieren la absorción de nutrientes, tales
como aluminio, manganeso, hierro, dióxido de carbono y ácidos orgánicos,
están por debajo del nivel tóxico (FRANQUET y BORRÀS, 2004).
En suelos ácidos cultivados bajo condiciones de secano el
crecimiento de plantas es limitado debido a los bajos valores de pH, presencia
de Aluminio, Hierro y Manganeso en niveles tóxicos. En un suelo inundado la
corrección de la acidez ocurre naturalmente después de 4 a 6 semanas de
inundación permanente, sin embargo se hace necesario evaluar la necesidad
de Encalar. En pHs alcalinos hay una alta concentración de Calcio y Sodio que
afecta la disponibilidad y la absorción de los nutrientes por la planta de Arroz y
en pHs ácidos se presenta alta concentración de Hierro y Aluminio y baja
disponibilidad de Calcio y Magnesio (FEDEARROZ).
En suelos sulfatoácidos son todos aquellos que tienen en los
primeros 50 cm un pH menor de 3,5 (entisoles) o 4,0 (inceptisoles), situación
directa o indirectamente relacionada con la oxidación de la pirita (FeS2). Los
factores limitantes para la producción de arroz en estos suelos están
relacionados con la toxicidad del aluminio y del hierro, alta acidez, deficiencia
de fósforo y microelementos, baja respuesta a la fertilización y toxicidad de
ácidos orgánicos, entre otros (INIA, 2004).
2.8.4. Drenaje
Suelos arenoso o de textura liviana, requieren de menores obras
para el drenaje. Por otro lado, cuando los suelos son de textura pesada, y de
acuerdo a las necesidades de agua del cultivo, son necesarias algunas obras
de drenaje (FEDEARROZ). Drenaje moderado y alta capacidad de retención de
agua (INIA, 2004).
2.9. Fotosíntesis
La producción de arroz está íntimamente relacionada con el desarrollo
de las hojas, ya que el rendimiento del cultivo depende de la magnitud de la
fotosíntesis que se realice en las hojas. La actividad fotosintética del cultivo
depende de la cantidad de energía radiante que éste pueda interceptar. La
interceptación de esta energía depende de las características de las hojas,
como su color, su grosor, su tamaño, el ángulo de inserción de su lámina en el
tallo, y su duración. Se han podido aumentar las tasas de fotosíntesis
incrementando el área foliar y la duración de las hojas (PATRICIO, 2010).
Una quinta parte se acumula (en tejidos foliares y caulinares) antes de
la iniciación de la panícula (etapas 1, 2 y 3 del ciclo de vida de la planta). En la
floración, cuando los azúcares van a las espiguillas (etapas 1 a 6), se acumula
la mitad de los fotoasimilados producidos en esa fase; la otra mitad lo hace
después de la fertilización del ovario, durante la formación del grano (etapas 7,
8 y 9). En la madurez, alrededor del 95% de los azúcares de la parte aérea de
la planta está en los granos y sólo un 5% permanece en los tallos y en las
hojas (DEGIOVANNI, 2003).
2.9.1. Tipo
Se trata de una planta C3. La baja resistencia de sus hojas a la
entrada de aire, juntamente a un abundante suministro de agua, puede ayudar
a la eficiencia de este sistema fotosintético. Por otro lado, los niveles de luz y
de temperatura en los ambientes propios del arroz no son suficientemente
elevados por ser favorables a la fotosíntesis tipo C4 (FRANQUET y BORRÀS,
2004).
2.9.2. Índice de área foliar (IAF)
Las técnicas de análisis del crecimiento relacionan la producción
de material vegetal con la utilización de la luz solar; para hacerlo, miden
directamente el aparato fotosintético por medio del índice de área foliar (IAF),
es decir, relacionando el área de tejido fotosintético con el área de terreno
ocupada por ese tejido (la relación es adimensional). Este parámetro ha sido
empleado por los fitomejoradores de arroz para comparar genotipos y es de
uso frecuente en los modelos de simulación. Kiniry et al. (2001) hallaron una
relación lineal entre la producción de materia seca y la radiación solar
fotosintéticamente activa que es interceptada por un manto foliar cuyo IAF va
de 9.8 a 12.7 (DEGIOVANNI et al., 2010).
2.9.3. Intensidad fotosintética
Si se admite que la fotosíntesis total se incrementa
asintóticamente y que la respiración (respecto al ciclo total de cultivo) lo hace
más o menos linealmente, se ha reportado un IAF óptimo para el arroz entre 4
y 7 Yoshida, (1983), citado por DEGIOVANNI et al., (2010).
Ahora bien, la máxima intercepción de luz ocurre a un IAF de 6 a
8 y el incremento de área foliar se asocia, hasta esos valores, con un
incremento lineal en el rendimiento Matsushima, (1976), citado por
DEGIOVANNI et al., (2010).
2.10. Fotoperiodo y fotoperiodicidad
Las variedades que se siembran en los trópicos son insensibles al
fotoperíodo y su tiempo de maduración fluctúa entre 90 y 160 días; en estos
cultivares, la variación del ciclo está determinada por la temperatura. El ciclo de
cultivo más adecuado para el arroz parece estar entre 110 y 135 días, pues las
variedades que maduran en este tiempo rinden más, habitualmente, que las
que maduran antes o después de él (en la mayoría de las condiciones
agronómicas favorables) (INIA, 2004; DEGIOVANNI et al., 2010).
2.11. Ciclo biológico
El desarrollo del cultivo atiende a la evolución o estados de transición
sucesivos que ocurren desde la germinación hasta la culminación de la
maduración del grano. Esta evolución o ciclo de vida de la planta, da lugar a la
existencia de variedades de arroz de ciclo corto (105-120 días), intermedio
(130-150 días) o largo (mayor de 150 días) (INIA, 2004).
2.11.1. Fenología
La fenología de la especie O. sativa está formada tres etapas o
fases principales, que a su vez contienen otros estados (AVILA, 2010; 2007;
INIA, 2004).
Figura 4. Fenología del arroz. Tomado de Fisiología y mejoramiento genético del arroz (2007).
Fase vegetativa: inicia con la germinación de la semilla, se
caracteriza por un activo macollamiento, un gradual incremento de la altura de
las plantas, la emergencia de las hojas a intervalos regulares, hasta el
momento en que se inicia la formación de la panícula. Su duración puede variar
entre 35 y 65 días, dependiendo de la variedad, la zona y la época de siembra
(AVILA, 2010; FEDEARROZ; INIA, 2004).
Fase reproductiva: comprende el período entre la iniciación de
la panícula, y el momento de floración. Su duración oscila entre 30 y 35 días
(FEDEARROZ; INIA, 2004). Se caracteriza por un declinamiento del número de
macollas, la emergencia de la hoja bandera, el engrosamiento del tallo por el
crecimiento interno de la panícula, la emergencia de la panícula (ocurre unos a
20-25 días luego de la diferenciación del primordio floral), y la floración
(antesis) (CIAT 1980, AVILA, 2010).
Fase de maduración: período comprendido desde la floración
hasta la completa maduración del grano. Su duración oscila entre 30 y 35 días,
Se caracteriza por la senescencia de las hojas, y el llenado de los granos en
las panículas (AVILA, 2010; FEDEARROZ; INIA, 2004).
Cuadro 6. Fases de crecimiento y Etapas de desarrollo de la planta de arroz.
FUENTE: Manejo integrado del cultivo de arroz, (FEDEARROZ).
2.11.2. Periodos críticos
La condición de secano condiciona la escogencia de la época de
siembra que coincida con las fases críticas fisiológicas del cultivo con los
meses de mayor oferta lumínica. En los últimos años los períodos críticos del
cultivo que demandan mayor cantidad de luz no sobrepasan las 400
Kcal/cm/día, lo que redunda en bajos rendimientos del cultivo.
Figura 3. Periodo crítico en las fases de desarrollo del arroz.
2.12. Metabolitos primarios y secundarios
2.13. Estrés
Estrés nutricional son causados por deficiencia o exeso de los elementos
2.13.1. Caracterización visual de los síntomas (Por deficiencia).
Blanco et al. (1992) citado por DEGIOVANNI et al, (2010)
presentan la siguiente guía visual de los síntomas que muestran las plantas
cuando son deficientes en algún nutriente:
a) Nitrógeno
“Las plantas con deficiencia de nitrógeno presentan un
crecimiento retardado y un macollamiento reducido. Las hojas
nuevas son más verdes, pero las demás hojas son angostas y
cortas, de color verde pálido, y toman una posición erecta.
Todo el cultivo puede adquirir un tono amarillento”.
b) Fósforo
“Las plantas presentan una reducción del crecimiento y del
macollamiento. Las hojas jóvenes toman un color verde oscuro,
y son más erectas, cortas y angostas que las hojas normales.
En algunas variedades de arroz, las hojas más viejas
adquieren una coloración anaranjada o purpúrea”.
c) Potasio
“Las plantas presentan una reducción del crecimiento y del
macollamiento. Las hojas superiores son cortas y de color
verde oscuro. Las hojas inferiores toman un color verde
amarillamiento entre las nervaduras, que empieza en el ápice y
continúa gradualmente hacia la base. En la lámina foliar de
estas hojas aparecen a veces manchas necróticas”.
d) Azufre
“Los síntomas de la deficiencia de este elemento son similares
a los que causa la deficiencia de nitrógeno y diferenciarlos
visualmente es casi imposible”.
e) Calcio
“En las hojas superiores, el punto de crecimiento se torna
blanco y se enrolla. La planta se vuelve raquítica y los puntos
de crecimiento mueren”.
f) Magnesio
“Cuando la deficiencia es moderada, la altura y el
macollamiento de la planta se alteran levemente. Las hojas se
vuelven onduladas y se doblan porque aumenta el ángulo que
forman la lámina foliar y la vaina. En las hojas inferiores
aparece una clorosis intervenal que se caracteriza por su tono
anaranjado”.
g) Manganeso
“En las plantas se reduce el crecimiento, pero el macollamiento
es normal. Las hojas exhiben un listado intervenal que empieza
en el ápice y avanza hacia la base de la hoja; esta parte
adquiere más tarde un color marrón oscuro y sus tejidos,
finalmente, mueren (necrosis)”.
h) Zinc
“La deficiencia se manifiesta como blanqueamiento de la
nervadura central de las hojas, especialmente en la base de las
hojas emergentes. En las hojas viejas aparecen manchas de
color marrón, que se agrandan y se juntan. El macollamiento y
el crecimiento de la planta se reducen. Si la deficiencia es
severa, las plantas mueren”.
i) Cobre
“Las hojas toman un color verde azulino y sus tejidos mueren
(necrosis) cerca del ápice; esta clorosis se desarrolla del ápice
hacia la base de la hoja, avanzando a ambos lados de la
nervadura central. Sigue luego la coloración marrón del ápice y
la muerte de estos tejidos”.
j) Hierro
“Las hojas se tornan completamente cloróticas y blanquecinas,
incluyendo la hoja bandera”.
k) Boro
“Las plantas tienden a perder peso, pérdida que se refleja en
menos materia seca. En las hojas emergentes, las puntas se
ponen blanquecinas. En los casos severos, los puntos de
crecimiento se deforman, aunque sin afectar el macollamiento
de la planta”.
2.13.2. Caracterización visual de los síntomas (Por toxicidad).
Blanco et al. (1992) citado por DEGIOVANNI et al, (2010)
describen los principales efectos tóxicos (síntomas) que el exceso de algunos
elementos nutricionales puede causar en las plantas de arroz:
a) Hierro
La toxicidad de Fe está relacionada con el estrés causado por
la deficiencia de varios nutrientes, situación que reduce el
poder de oxidación de las raíces. Las raíces de las plantas
deficientes en potasio (K), fósforo (P), calcio (Ca) y/o magnesio
(Mg) exudan más metabolitos de bajo peso molecular
(azúcares solubles, amidas, aminoácidos) que las plantas con
adecuado suplemento de estos nutrientes. Durante los
períodos de intensa actividad metabólica (como al macollo),
esta condición resulta en un aumento de la población de
rizoflora, lo cual a su vez incrementa la demanda por
receptores de electrones. Esto hace que las bacterias
anaeróbicas (facultativas y obligadas) reduzcan el Fe3+ a
Fe2+. La continua reducción del Fe3+ contenido en la capa de
óxido de hierro III (Fe2O3) que cubre las raíces puede paralizar
la oxidación del Fe, resultando en un flujo incontrolado de Fe2+
hacia las raíces de la planta. Una mancha negra causada por la
acumulación de H2H se presenta en la superficie de las raíces.
Esta es una clara indicación de condiciones de excesiva
reducción y toxicidad de Fe, (DOBERMANN y FAIRHURST,
s.d.).
Toxicidad directa: “Pequeñas manchas de color marrón en las
hojas inferiores; empiezan en el ápice de la hoja y luego toda la
hoja se torna marrón. Cuando la toxicidad es severa, todas las
hojas adquieren un color marrón púrpura y las inferiores
mueren”. El crecimiento de la planta se reduce y el número de
macollas disminuye. El sistema radical se reduce y las raíces
toman un color marrón oscuro”.
Toxicidad indirecta o anaranjamiento: “El color anaranjado
de las hojas no indica exceso de hierro sino escasez de
nitrógeno, fósforo, potasio y magnesio, por la siguiente razón:
las raíces se cubren de una capa de compuestos de hierro en
su forma oxidada (Fe+3), la cual impide la absorción de los
cuatro nutrimentos mencionados”. “El follaje de las plantas se
torna amarillento o anaranjado; el síntoma (denominado
„amarillamiento‟ o „anaranjamiento‟) comienza en las hojas
inferiores y se extiende a las superiores. En los casos graves,
la mayoría de las hojas mueren”.
b) Boro
“Las puntas de las hojas más viejas adquieren un color
amarillento (amarillamiento), que se extiende a lo largo de sus
márgenes. Aparecen luego grandes manchas elípticas de color
marrón oscuro a lo largo de los márgenes de las hojas. Éstas y
otras partes de la planta afectadas se tornan de color marrón y
se marchitan”.
c) Aluminio
“Las hojas presentan manchas blancas o amarillas
intervenales; en los casos severos, las hojas se secan y
mueren. Las raíces son cortas y escasas”.
d) Manganeso
“El crecimiento de la planta se reduce y, a veces, se altera el
macollamiento. Las hojas más viejas presentan manchas de
color marrón. Las puntas de las hojas se secan. En las
panículas, el porcentaje de esterilidad es alto”.
2.13.3. Estrés hídrico
Es indiscutible la estrecha asociación entre un adecuado
suministro de agua y la obtención de altos rendimientos en arroz. A lo largo del
ciclo del cultivo, los requerimientos hídricos varían de acuerdo con las etapas
de desarrollo de la planta. Pero, en términos generales, las exigencias hídricas
son más importantes hacia la fase de reproducción, ya que los efectos
negativos que pudiera generar una inoportuna o insuficiente suplencia de agua,
sobre todo hacia las etapas de desarrollo de panícula y floración, son
irreversibles y al final afectan drásticamente la producción. Por el contrario, si
durante la fase vegetativa ocurren períodos de escasez de agua, seguramente
el cultivo va acusar sus efectos, pero éstos podrían atenuarse o superarse al
corregir tal deficiencia. (INIA, 2004).
La determinación de requerimientos hídricos para el arroz
están en función de factores diversos que incluyen la modalidad de explotación,
formas de preparación de tierras, textura del suelo y ciclo del cultivo, razón por
la cual esta estimación es variable, sobre todo considerando que numerosas
unidades de producción mantienen la alternativa complementaria de
aprovechar el agua de lluvias.
En épocas pasadas, muy particularmente en la Región de los
Llanos Occidentales, la siembra del arroz de secano (a expensas de la lluvia
exclusivamente), mantuvo alta y extensa difusión. Para ese entonces una
precipitación regularmente distribuida durante el ciclo de siembra, con valores
aproximados a 1300 mm/ciclo, permitía la obtención de rendimientos
aceptables, con los altibajos propios del sistema de siembra. Posteriormente
(hacia 1980, aproximadamente) el ciclo de lluvias y su distribución se tornó
errático e impredecible, lo que determinó prácticamente la desaparición de este
inestable sistema de siembra en las principales zonas arroceras del país. (INIA,
2004).
2.13.4. Estrés Luminosidad
Existe una relación directa entre la alta incidencia del factor luz
y el incremento de los rendimientos en arroz, hecho que se explica en razón de
la alta expresión que observa el proceso de fotosíntesis en presencia de alta
luminosidad. Todo ello considerando que este proceso fotosintético aporta más
de 80% del peso de materia seca de la planta adulta (Rico et al. 1999).
En este orden de ideas, se aprecia que la incidencia de una
baja radiación solar durante la fase vegetativa del cultivo no afecta
significativamente el rendimiento final o sus componentes. Por el contrario, si la
baja radiación solar se manifiesta durante la fase reproductiva, los rendimientos
se afectan debido a la disminución del porcentaje de granos llenos o al menor
número de granos por panícula.
Independientemente del aumento o disminución progresiva de
la radiación solar, valores elevados de este factor en etapas posteriores a la
iniciación de la panícula, se asocian con mayor rendimiento en diversas
variedades de arroz; respuesta que se manifiesta con mayor intensidad en
presencia de altos valores de fertilización con nitrógeno (Evans y De Datta
1979).
Stensel, citado por De Datta (1979), señala como el período
más crítico en cuanto a requerimiento de energía solar, aquel que se encuentra
entre la iniciación de la panícula y diez días antes de la maduración del grano.
En la Figura IV-1 se muestran los valores de radiación solar acumulada,
reportados por la Estación Meteorológica del CIAE-Portuguesa, en la localidad
de Araure, entre un largo período de años (1983-2002), destaca que estos
valores corresponden al período de lluvias, y dentro de este, a un lapso muy
importante para el ciclo de vida del cultivo, como son los meses de mayo-junio-
julio.
En esta gráfica se aprecia la tendencia de un incremento
significativo de la radiación solar para los años 90, aspecto que podría
asociarse como contribuyente a los óptimos valores de rendimiento que se
reportan para dicho período. (INIA, 2004).
2.13.5. Estrés Térmico
El arroz necesita para germinar un mínimo de 10 a 13 ºC,
considerándose su óptimo entre 30 y 35 ºC. Por encima de los 40 ºC no se
produce la germinación. El crecimiento del tallo, hojas y raíces tiene un mínimo
de 7 ºC, considerándose su óptimo en los 23 ºC. Con temperaturas superiores
a ésta, las plantas crecen más rápidamente, pero los tejidos se hacen
demasiado blandos, siendo más susceptibles a los ataques de enfermedades.
El espigado está influido por la temperatura y por la disminución de la duración
de los días.
La panícula, usualmente llamada espiga por el agricultor,
comienza a formarse unos treinta días antes del espigado, y siete días después
de comenzar su formación alcanza ya unos 2 mm. A partir de 15 días antes del
espigado se desarrolla la espiga rápidamente, y es éste el período más
sensible a las condiciones ambientales adversas.
La floración tiene lugar el mismo día del espigado, o al día siguiente durante las
últimas horas de la mañana. Las flores abren sus glumillas durante una o dos
horas si el tiempo es soleado y las temperaturas altas. Un tiempo lluvioso y con
temperaturas bajas perjudica la polinización.
El mínimo de temperatura para florecer se considera de 15 ºC.
El óptimo de 30 ºC. Por encima de los 50 ºC no se produce la floración. La
respiración alcanza su máxima intensidad cuando la espiga está en zurrón,
decreciendo después del espigado. Las temperaturas altas de la noche
intensifican la respiración de la planta, con lo que el consumo de las reservas
acumuladas durante el día por la función clorofílica es mayor. Por esta razón,
las temperaturas bajas durante la noche favorecen la maduración de los
granos. (GONZÁLES, 2010).
En líneas gruesas, los valores óptimos de temperatura a favor
de los procesos mencionados, se estiman entre 25 y 35°C. Se consideran
valores críticos aquellos inferiores a 20°C o por encima de 30°C. En todo caso,
por sobre los valores absolutos prevalece la influencia de los altibajos de
temperatura durante el día y la noche, y el tiempo de incidencia de los valores
críticos, Vargas (1985), citado por INIA (2004).
III. CONCLUSIONES
1. Se concluye que el cultivo de arroz cuando sufre el estrés nutricional en
por deficiencia afecta significativamente la producción.
2. los requerimientos hídricos varían de acuerdo con las etapas de
desarrollo de la planta. Pero, en términos generales, las exigencias
hídricas son más importantes hacia la fase de reproducción
3. Las condiciones de la temperatura varía de acuerdo a la etapa
fenológica del cultivo siendo su óptimo de 20 a 35 ºC.
4. La luminosidad es más importante en la fase reproductiva para
incrementar la producción.
5. Se puede concluir que la protección de la salud, de la biodiversidad, y el
desarrollo económico de Perú dependerán de la legislación y regulación
nacional y de los convenios internacionales que firmó Perú con los
demás países. De ellos dependerán también los beneficios económicos
derivados del uso y explotación de los recursos genéticos originarios de
nuestro país, la diseminación de genes de resistencia a antibióticos, y
los efectos del ADN transgénico, y sumarse al principio precautorio
adoptado en el Protocolo de Bioseguridad de Cartagena, que ha sido
firmado en Nairobi por 68 gobiernos en mayo de 2000. Además se
debería realizar las investigaciones a largo plazo para observar los
efectos.
IV. BIBLIOGRAFÍA
1. CASQUIER, Jesús y ORTIZ, Rodomiro. 2012. Las semillas transgénicas:
¿un debate bioético? Revista de la facultad de derecho. 20 p.
2. DOBERMANN, Achim y FAIRHURST, Thomas. S.d. Toxicidad de hierro en
arroz. (http://www.ipni.net/ppiweb/iaecu.nsf/$webindex/86247A93
E224F45605256A4D006C4CDF/$file/Toxicidad+de+hierro.pdf,
documento, 29 de agosto 2015).
3. DEGIOVANNI B., Víctor; MARTÍNEZ R., César P. y MOTTA O., Francisco.
2010. Producción Eco-Eficiente del Arroz en América Latina. Tomo I.
Cali, Colombia. Centro Internacional de Agricultura Tropical. 513 p.
4. FRANQUET BERNIS, Josep María. 2004. variedades y mejora del arroz
(Oryza sativa L.) Primera edición. Universidad Internacional de
Cataluña. Cataluña, España. 410 p.
5. INFOAGRO. El cultivo del arroz (1ª parte) [En línea]: SINAVEF, infoagro
(http://www.infoagro.com/herbaceos/cereales/arroz.htm, 29 ago.
2015).
6. Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA). 2004. El Cultivo del
Arroz en Venezuela, Comp. Orlando Páez; Edit. Alfredo Romero. 1ra
edición. Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas. (Serie
Manuales de Cultivo INIA N° 1) Maracay, Venezuela. 202 p.
7. GONZÁLES HUIMAN, Fernando S. 2010. Manual técnico “del cultivo de
arroz” Oryza sativa L. Tingo María, Perú. UNAS. 26 P.
.
V. ANEXO
Figura 1. Grano de arroz
Figura 2. Plántula de arroz
Figura 3. Etapa vegetativa
Figura 4. Deficiencia de nitrógeno en Arroz
Figura 6. Los síntomas de la toxicidad de Fe se presentan inicialmente como pequeñas manchas pardas en la punta de la hoja que luego se mueven hacia la base.