PRIMERA LECTURALectura del libro de los Hechos de los apóstoles 10, 25-26. 34-35. 44-48
El don del Espíritu Santo se ha derramado también sobre los gentiles
SALMO RESPONSORIAL Sal 97
El Señor revela a las naciones su salvación
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 4, 7-10
Dios es amor
ALELUYA
El que me ama guardará mi palabra, -dice el Señor- y mi Padre lo amará, y vendremos a él.
EVANGELIO San Juan 15, 9-17
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis el Padre en mi nombre os lo dé.
Esto os mando: que os améis unos a otros.»
Palabra de Dios
Jesús desvela el motor último que ha guiado su estancia en la tierra:
el amor
Jesús nos revela el gran circuito del amor, su recorrido:
"Salí del Padre y vine al mundo;
ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre"
El amor comienza en Dios Padre
Lo primero fue una explosión del amor de Dios
que no quiso estar solo y creó por amor
Dios Padre es, pues, origen y motor del amor.
El Hijo, Jesús, es la manifestación, la Encarnación del Amor del Padre
El amor nace para darse
Y por amor nos envía desde el Padre
el Espíritu Santo
Dios no puede hacer otra cosa
que amar
Toda la creación,
el pájaro que canta,
el perro que juega,
la mosca que vuela,
la flor que huele,
el niño que ríe…
todo lo que te rodea es reflejo del amor de Dios.
Dios es una fuente que desborda amor.
Jesús es el rostro humano del Dios-amor.
Cuando descubrimos este circuito nos sentimos llamados a amar al otro
El amor de Dios manifestado en Jesús, termina en los hermanos
Cada uno de nosotros es destinatario del amor de Dios y portador de ese amor
Podemos amar porque antes hemos sido amados por Dios
Estamos llamados a ser manantial de amor
Este fue el testamento de Jesús en su cena de despedida:
que ese amor del Padre, manifestado en Él, continúe en los suyos.