Post on 07-Mar-2016
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Del Desamor y sus compañías
1
DEL DESAMOR Y SUS COMPAÑIAS
M. Luisa García-Ochoa
2011
M. Luisa García-Ochoa
2
Ya no habrá crepúsculos tristes
donde resbalen pájaros.
Ni tormentas violentas
donde las nubes crujan.
Sólo la esperanza de besos y caricias,
abrazos desnudos de codicia.
Ya no habrá miradas traslúcidas
donde la lágrima se frene,
ni pensamientos amargos
que castran energías.
Seremos ríos que inundan el mar
con la placidez del abandono.
Del Desamor y sus compañías
3
Rondan murmullos de amistades
que nunca fueron,
hablan de razones etéreas
sobre algunas decisiones
y pretenden superfluos argumentos.
Pero las manifestaciones son claras
como la verdad.
Son silencios que justifican actitudes,
son distancias necesarias.
Tú aquí, más allá yo.
Son líneas imaginarias
que se acuerdan con el corazón.
M. Luisa García-Ochoa
4
Nadie nos enseñó a ser libres,
a disfrutar de nuestros sentidos,
de nuestro ser.
Qué superioridad presumimos
si no percibimos nuestra piel,
si nuestra mente obtusa
sólo atiende a lo superfluo,
si nuestros ojos no ven ángeles
ni nuestras manos acarician.
Qué podemos esperar de nosotros…
Y de los demás…
si nuestra naturaleza nos engaña.
Del Desamor y sus compañías
5
El tedio se fue por aquella puerta
sin decir adiós.
Difícil atisbar la huella que dejó,
arduo superar su injusta presencia.
Su plenitud de hastío
inundó la atmósfera sutilmente
sin que su atención nos preocupara.
Pero la claridad entró por un rincón,
por una rendija despistada,
se filtró haciendo hueco,
usurpando la niebla cruel del sinsentido.
Logró ganar espacio con destreza
aprovechando pequeños latidos de felicidad.
Qué fasto me rodea y me sumerge,
qué lejos el agobio de la soledad.
M. Luisa García-Ochoa
6
Se termina la línea del horizonte.
Hasta allí la esperanza
como un mar de augurios benefactores.
Siempre la esperanza
desde un presente intenso
donde el vacío no existe,
donde la soledad se comparte,
donde la luz y la sombra se turnan
como un vaivén de dúos armónicos.
Quién invento esta dicotomía
que se sucede y se antecede,
que se reitera con magia
y que rellenamos con nuestras vidas,
felices o infelices.
Quién ordenó la secuencia
desde que amanece hasta que se apaga.
Del Desamor y sus compañías
7
Cuando ya no hay caricia en los dedos
y las lágrimas caen, invisibles…
es mejor alejarse.
Hace mucho que la palabra no existe
y el gesto tampoco…
Es mejor alejarse.
Sentado frente al espejo
trans-tornarte,
trans-fundirte,
sentir que eres tú.
El entorno fluye y te rodea,
tus hechos,
tus criaturas toman cuerpo,
están ahí,
M. Luisa García-Ochoa
8
te circundan,
forman parte de ti,
las miras y te contemplan
y sientes cuánta energía
y cuántas vidas a tu lado.
Del Desamor y sus compañías
9
Sale el sol por el perfil de nuestra mirada,
qué pérdida olvidarlo,
qué desdicha a nuestra espalda
y que alegría cuando el rayo
soslaya en nuestra frente.
Estamos vivos,
somos.
M. Luisa García-Ochoa
10
Nos quiebra la soledad involuntaria,
nos asusta vernos,
sufrirnos nos compromete.
Cuando padecemos el sinsueño
sólo oímos vientos huracanados
donde la pesadilla se magnifica.
Sordos al alma quieta,
a la brisa tranquilizadora de nuestros sueños,
sordos a la paz silenciosa
de primitivos sentimientos.
Del Desamor y sus compañías
11
Quién dijo que tiene penas
como el mar profundo,
quién osa la tristeza incontrolada,
quién se deleita con la desesperanza.
Nuestras ideas tienen antídotos
que la contención humana desaprovecha.
Nuestras creencias deben recuperar el asombro,
nuestro corazón,
pasajero,
debe latir con la tierra firme,
que también siente,
también es visceral,
también lucha contra el desencanto.
M. Luisa García-Ochoa
12
Las hojas del otoño
se han desprendido,
han caído
y se han arremolinado en mi cabeza.
He intentado que salieran,
deshacerme de ellas,
echarlas,
pero, al final, las he hecho mías.
Las he colocado,
remodelado,
rediseñado
y forman parte de mi ser.
Se volverán ceniza
cuando el tiempo determine.
Del Desamor y sus compañías
13
Lo divino se ha tornado terrenal,
lo sublime es una ironía,
un sueño que se transforma en odisea,
es una eterna tentación,
un deseo infinito,
una meta inhumana,
una huída de la muerte,
una anécdota del pensamiento.
M. Luisa García-Ochoa
14
Se acabó la voz profunda
y doliente a mis oídos,
sobrevino el silencio
a la palabra inoportuna,
llegó la soledad rica en pensamientos,
lejos de un desamor establecido.
Tu palabra ya no es mía,
el mensaje cayó por el barranco del infierno.
Es tiempo de serenidad,
todo se vuelve relativo.
Del Desamor y sus compañías
15
Allá la mirada taciturna
y el gesto enjuto de intolerancia,
Allá la pesada imagen de la amargura.
En el horizonte una luz
que atraviesa la estéril compañía,
una luz que adivina otras fronteras,
incierta la luz,
esperanzadora.
Lejos de ti y de tu sombra.
M. Luisa García-Ochoa
16
Los ojos jóvenes y curiosos,
los he visto crecer
los he visto florecer
ávidos de nuevos horizontes,
unidos a las formas mágicas del intelecto.
Los quiero,
son parte de mi parte,
son fruto de mi alma
¿Quién dijo que dios es el único que hace milagros?
Del Desamor y sus compañías
17
Ese techo tranquilo de palomas de Valery
siempre me ha serenado,
su cementerio marino de palomas
me ha dado paz en el alma,
me ha inspirado ternura,
me ha impactado entre los pinos.
El mar,
espacio tan abierto,
tan intangible,
tan inmenso,
tan bello
y tan plácido.
M. Luisa García-Ochoa
18
Quereos con ardor que dura poco,
dijo una sombra.
A veces no hay ni amor,
contesta otra
¿Por qué?
Pregunta una sombra más alejada.
Porque no hay sentido
solo superficie
¿Y el corazón?
Sólo late.
Del Desamor y sus compañías
19
Vivencia vertiginosa la de la amistad simulada,
híbrida de favores y compañías,
amistad consorte,
útil amistad que se diluye.
De quién el amigo,
de quién cómplice.
Cuanta soledad rodea cuando la certeza cae,
cuanta realidad te inunda cuando los días pasan.
Y cuanta felicidad cuando un fiel amigo me
acompaña,
lo siento a mi lado,
conmigo,
lejos de los consorcios.
M. Luisa García-Ochoa
20
A mis hijos,
a los que nunca quise,
a los que nunca cuidé…
Los veo en la distancia,
tan bellos,
en sus vidas,
ya sus propias vidas,
como las quieran.
Quizá salieron de mi vientre
por un acto más de inhibición,
yo, tan egoísta…
A mis hijos,
a los que nunca quise ni cuidé,
tan dentro de mi corazón,
tan internos a mi ser,
con tantos tiempos compartidos.
Del Desamor y sus compañías
21
Quizás muy cómplices de mi vida,
quizás muy cerca,
con ternura,
con la fortaleza que les deseo,
con la fortuna que les anhelo.
Con mis hijos conviví deseos,
parques,
museos,
lugares,
desacuerdos,
cuidados,
compañías y divertimentos.
Hoy comparto con ellos mi alma
que se honra de verlos,
en la distancia, cerca, tan bellos.
M. Luisa García-Ochoa
22
No todo fue lo mismo,
hubo ratos de lucidez
casi siempre mudos,
hubo momentos de entusiasmo
casi siempre en sueños,
hubo ocasiones imaginadas
casi siempre en la añoranza.
Ahora es diferente,
hay cantos olvidados,
hay razones desconcertantes,
hay recuerdos ignorados,
hay espacios en la nada.
Todo ha existido,
todo lo he pensado,
todo lo he vivido.
Del Desamor y sus compañías
23
Me arrojaron a la vida,
al desamparo,
como a todos.
Me arrojaron a la lucha
con las pobres armas de mi cuerpo,
como a todos.
Me arrojaron al amor
sin conciencia preparada,
al albur,
como a todos.
Necesitaba una buena estrella,
como todos
y la encontré,
no como todos.
M. Luisa García-Ochoa
24
Busco lugares inciertos
en los que no exista melancolía
ni tristeza,
en los que mi vanidad
me permita no desfallecer,
en los que mi orgullo ejerza su influencia.
Busco compañías con cuidado
para no verme imbuida en lo absurdo.
Sueño con conseguir pensamientos,
ideas ricas y nuevas.
Pienso imágenes lúcidas
que me alejen de temores,
de realidades amenazantes.
Quizá indago demasiado,
pero algo encontraré
caminando por el deseo.
Del Desamor y sus compañías
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Los duendes o quizás los ángeles
me ayudan a caminar,
o quizá algún espíritu volandero
que se ha fijado en mí
y planifica mis extremidades.
Mi querido duende/ángel
asesora mis estímulos,
me alegra la mirada,
me retira del peligro
y me rodea de ilusiones.
Quizá, en otras de mis vidas
le cuide y le amé.
M. Luisa García-Ochoa
26
Nos movemos siguiendo un rumbo,
a veces a la deriva,
descontrolado,
con un timón desorientado
en un barco confundido.
Sólo alguna ninfa nos advierte
pero casi nunca la escuchamos.
Oímos leves melodías,
melodías pasajeras
que se van con la brisa
sin apenas disuadirnos.
Nos cruzamos con otros navíos
que ya vuelven de su viaje.
También son advierten,
nos alertan de la tempestad
nos lanzan bengalas
Del Desamor y sus compañías
27
y al final proseguimos…
y hoy los recordamos.
M. Luisa García-Ochoa
28
La verborrea de la víbora
rompió el silencio,
irrumpió con la ira
con el desacuerdo impotente,
impenitente,
desacorde de razón,
revelándose ante lo evidente.
Nada ni nadie la podía parar.
Improvisó desmanes,
palabras incoherentes,
argumentos hirientes,
ataques airados de inútiles pensamientos.
Nadie la interrumpió.
Calló cuando su lengua se secó,
cuando su cabeza reventó,
cuando su energía se agotó.
Del Desamor y sus compañías
29
Luego se produjo un silencio
y mucha pena en el espacio.
La pobre víbora sucumbía,
estaba vencida por la realidad,
incapaz de creer en la verdad del alma.
M. Luisa García-Ochoa
30
Quítate la máscara,
enseña tus ojos,
tu mirada abierta,
tu perfil verdadero.
Anhélalo.
Nada te detendrá en tu vuelo,
nadie se interpondrá en tu viaje,
sólo serás tú,
los que te quieran acompañar,
tu esfuerzo por desear,
tus manos para trabajar,
para abrazar,
para acariciar,
tu piel para sentir
y tu verdad para existir.
Del Desamor y sus compañías
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Quité el espejo roto
que reflejaba el odio,
el desamor y el miedo.
Borré de mis células
cualquier vestigio de hiel
y sus destellos.
Me desnudé de ideas adversas
que comprendían temores provocados.
Recé o más bien hablé
con mis espíritus queridos
que sé que escuchan disfrazados,
camuflados entre el aire,
diluidos en la atmósfera.
Mis adorados espíritus,
quiero ser como vosotros,
M. Luisa García-Ochoa
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hablar como vosotros,
tan plácidos y tan sutiles.
Del Desamor y sus compañías
33
Nunca se creyó,
nunca se quiso, nunca se enamoró.
Anduvo día tras día creyendo que vivía,
sin parar, sin pensar…
Hoy no le quieren sólo le toleran,
le hacen compañía, le compadecen
y soportan su levedad
su pobre ánimo tozudo. Les toca a ellos aguantar
las pesadas andas de su existencia.
M. Luisa García-Ochoa
34
La cobardía no nos libra
no resarce el sufrimiento, no mitiga la soledad,
no nos da oportunidades, no remedia aromas nefastos
ni nos libera de la infamia.
Tampoco sirve la queja ni el victimismo,
sólo tergiversa el pensamiento que se gangrena de ilusiones disolutas.
Brindemos por las ideas
que no se quiebran,
que no se sustentan en el temor, que no se cobijan en el chantaje.
Seamos generosos,
Del Desamor y sus compañías
35
invitemos a los sabios duendes,
a los que habitan en nuestras mentes,
a los que dormitan entre sueños perezosos rodeados de la inquina de nuestros cuerpos.
M. Luisa García-Ochoa
36
Ignoro el pasado estéril, el que nunca me dio nada,
el que me hundió en el menosprecio.
Ignoro los fatuos escollos de la incomprensión y la ruindad.
Desdeño el ánimo hostil que no permite el respeto
porque no es cortés a su alma
ni tolera su frágil ser. Propongo prescindir
del ayer yermo movido por dunas caprichosas.