Post on 04-Dec-2015
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Definición que indica un género pictórico que, nacido en el siglo XVI, se afirma
como especialidad a principios del siglo siguiente. Se reveló decisiva para la
elaboración de composiciones paisajísticas la contribución de los artistas flamencos
y alemanes. Durero fijó sus impresiones de viaje en dibujos y acuarelas y creó
grabados que dan a conocer las pequeñas aldeas nórdicas. Aunque practicado
inicialmente en el norte, el género obtuvo los favores del público culto en Italia. Los
artistas tenían un precedente clásico al que referirse y el hecho no dejó de ejercitar
una influencia positiva para el desarrollo del género. El primero en aplicar a la
pintura el término "paisajista" fue M.A. Michiel hacia 1521 en una colección de
Padua y en Venecia, al referirse a la Tempestad de Giorgione como un "pequeño
país en tela con tempestad, gitana y soldado". En general los artistas del Cinquecento
no se inspiran en escenarios reales sino que prefieren la libre combinación de
elementos escogidos por su valor pintoresco. El filón fantástico fue cultivado, sobre
todo, por los pintores de la escuela de Amberes (J. van Amstel, H. Met de Bles, el
mismo P. Brueghel el Viejo, G. van Coninxloo) los cuales pueblan sus vistas con
rocas, bosques, castillos inaccesibles, etc. Distinta es la tendencia que predomina en
Venecia, donde los pintores que siguen las huellas de Giorgione se sirven del paisaje
para ambientar idilios pastoriles. En Roma resulta excepcional el tono clásico, de los
paisajes pintados al fresco en San Silvestro en el Quirinale (1525). A fines del siglo
XVI corresponde la fortuna de los temas cortesanos relacionados con la actividad de
los nobles en sus dominios. La fidelidad a la naturaleza sigue siendo el punto de
partida, pero el artista se deja guiar por el intelecto: entre su mirada y la realidad se
inserta la idea de una naturaleza armoniosa y perfecta. A principios del siglo XVII el
género está institucionalizado en la práctica artística y el paisaje se ha convertido en
elemento subordinante. La especialidad encuentra numerosos cultivadores entre los
artistas septentrionales. Lorrain propuso una síntesis entre las dos tendencias. La
profundidad de campo de sus escenarios y su intensa luminosidad, no dejaron de
influenciar a los artistas contemporáneos especialmente los holandeses (H. van
Swanevelt, J.Both, N. Berchem). La patria del paisajismo durante el siglo XVII se
encontraba en los Países Bajos. Al gusto por una pintura tonal une Ruysdael una
capacidad para organizar la composición dentro del corte espacial. En esas obras
subyace un cierta inspiración panteísta que resalta mejor en las vistas brasileñas de
F. Post y escandinavas de A. van Everdingen. Hasta los cataclismos naturales se
convierten en uno de los temas predilectos: pintores italianos y extranjeros ilustran
erupciones volcánicas (P. Hackert), temporales (C. J. Vernet) y huracanes (L.
Ducros). No obstante, la interpretación de la naturaleza siguió teniendo sus
cultivadores a lo largo del siglo XVIII (F. Zuccarelli, G. Zais, J. F. van Bloemen) y
se convirtió en la expresión directa del mito de la edad de oro vivido como utopía (J.
A. Watteau, F. Boucher, H. Robert). A la disgregación de la imagen por los efectos
luminosos realizada por Turner, los alemanes contraponen un paisajismo de nítidas
evidencias. El subjetivismo romántico y la percepción directa de la naturaleza abren
contemporáneamente el camino hacia la libertad creativa y la experimentación
cromática de Constable, la Escuela de Barbizon y los impresionistas. Muy
importante fue la aparición del paisaje en la pintura estadounidense del siglo XIX
que se mueve entre dos extremos: el luminoso y quieto (F.H. Lane) y el oscuro,
dramático y expansivo (F.E. Church). En general, el paisaje pasó al centro de la
investigación pictórica, sin embargo el arte contemporáneo hace que sea anacrónico
referirse a él como a un género diferenciado.