Post on 03-Jul-2020
PALABRA DEL SEÑOR
ÓRGANO DE FORMACIÓN E INFORMACIÓN
17 de Noviembre del 2019 Ciclo C Tel. 1158-2276, 1158-2277
“Lucas 21, 5-19: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma"
El trabajo no vale sólo por la «buena intención» que se pone al hacerlo, o por el ofrecimiento
que se hace de él a Dios por la mañana; vale también por sí mismo, como participación en la
obra creadora y redentora de Dios y como servicio a los hermanos.
El Evangelio de este domingo forma parte de los famosos
discursos sobre el fin del mundo, característicos de los
últimos domingos del año litúrgico. Parece que en una de
las primeras comunidades cristianas, la de Tesalónica, había
creyentes que sacaban de estos discursos de Cristo una
conclusión errónea: es inútil afanarse, trabajar y producir,
porque total todo está a punto de terminarse; mejor vivir
al día, sin asumir compromisos a largo plazo, tal vez viviendo un poco del cuento.
A estos responde San Pablo en la segunda lectura: «Nos hemos enterado de que hay entre
vosotros algunos que viven desordenadamente, sin trabajar nada, pero metiéndose en todo. A
estos les mandamos y les exhortamos en el Señor Jesucristo a que trabajen con sosiego para
comer su propio pan». Al comienzo del pasaje, San Pablo recuerda la regla que ha dado a los
cristianos de Tesalónica: «Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma».
Esta era una novedad para los hombres de entonces. La cultura a la que pertenecían desprecia-
ba el trabajo manual; lo consideraban degradante para la persona, como para dejarlo a esclavos
e incultos. Pero la Biblia tiene una visión distinta. Desde la primera página presenta a Dios que
trabaja durante seis días y descansa el séptimo. Todo esto, antes aún de que en la Biblia se ha-
ble del pecado.
CONOCE LOS NOMBRES DE LOS
PASTORES DE TU IGLESIA
PBRO. JUAN ÁNGEL ACOSTA ZAVALA
PÁRROCO
PBRO. OMAR ALEJANDRO FLORES
SOTO
VICARIO PARROQUIAL
HORARIO DE OFICINAS Lunes a Viernes de 9:30 a.m. a 1:30 p.m. y
de 3:30p.m. a 6:30 p.m. Sábados CERRADO.
MISAS
Lunes a Viernes: 8:00a.m. y 7:00p.m. Sábados: 8:00a.m., 5:00p.m., 6:00p.m.
y 7:15 p.m. Domingos: 9:00a.m., 11:00a.m., 12:15p.m., 1:30p.m., 5:45p.m.,
7:00p.m. y 8:15p.m.
CONFESIONES Martes, Miércoles, y Viernes de
5:00p.m. a 6:30p.m. Jueves sólo durante la Hora Santa
BAUTISMOS
Todos los Sábados 12:00p.m. Limitado a 12 niños. Presentar 10 días antes en
oficina: Acta de Nacimiento original del bebé y
comprobante de las pláticas de los papás y padrinos religiosos.
Registro al entregar papelería completa
ADORACIÓN AL SANTÍSIMO
Todos los Jueves y Viernes se expone el
Santísimo después de misa de 8 a.m.,
Hora Santa Jueves de 8 a 9 p.m.
Primer Viernes de cada mes se expone
24 horas después de misa de 8 a.m.
El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros,
Jn 1:14
AVISOS PARROQUIALES
www. san je ron imomt y .o r g
DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDIANRIO:
“JORNADA MUNDIAL EN FAVOR DE LOS POBRES”,
INSTITUÍDA POR EL PAPA FRANCISCO.
Este domingo, 17 de Noviembre, XXXIII del tiempo ordinario, la
Iglesia celebra la jornada mundial en favor de los POBRES. La po-
breza de la que hablamos es la del evangelio, la de Jesús, no la
de los políticos o sociólogos e ideólogos. Cristo mismo se hizo
pobre hasta el extremo, para hacernos ricos a todos. Es un llama-
do a considerar la dignidad y solidaridad con los hermanos más
necesitados que hacen visible a Jesús. Habrá una segunda colecta
para apoyar el programa “Hambre cero”, que nadie muera de
hambre en Nuevo León.
+ROGELIO CABRERA LÓPEZ. ARZOBISPO DE MONTERREY
PRÓXIMO DOMINGO 24 DE NOVIEMBRE,
FIN DEL AÑO LITÚRGICO CICLO “C” Y SOLEMNIDAD
DE N. S. JESUCRITO REY DEL UNIVERSO.
MATRIMONIALES
El próximo 29, 30 DE NOVIEMBRE y 1 de DICIEMBRE tendremos, nuestros próximos retiros matrimoniales si estas interesado a vivir este retiro comunícate con nosotros. Informes: 11582276 y 11582277
RECORDEMOS QUE EL PRIMER DOMINGO DE
ADVIENTO, 1 DE DICIEMBRE 2019, CICLO “A” INICIA
LA COLECTA DEL DIEZMO AÑO 2019-2020
DOMINGO XXXIII ORDINARIO
Recordamos a todos los fieles que el
próximo domingo 24 de Noviembre,
celebramos La Solemnidad de Cristo
Rey del Universo y fin del año
litúrgico ciclo “C”. Hemos hecho un
recorrido de los grandes misterios de
Cristo el Señor, que son los misterios
de nuestra salvación. Años litúrgicos
os llevan a caminar junto con Él perfeccionando nuestra
vida por la fuerza de la gracia y sobre todo crecer en la
imitación de Cristo en la virtud de la Caridad, el balance
de nuestra vida cristiana se hace a través de la caridad con
los hermanos, sobre todo los más necesitados.
CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO:
DIOS NOS ENSEÑA EL AMOR GRATUITO
Dios condena el pecado, pero trata de salvar al pecador, va a buscarlo
para traerlo de vuelta al camino correcto”: lo afirmó el Santo Padre
Francisco a la hora del Ángelus de este XXXI domingo del tiempo ordi-
nario. Deteniéndose en el pasaje del Evangelio de Lucas que relata el
encuentro de Jesús con Zaqueo, Francisco evidencia que el Señor nos
busca siempre con su mirada, como lo hizo con este publicano, para
salvarnos.
En efecto, Zaqueo era un hombre rico que recaudaba impuestos por
cuenta del Imperio Romano y lo hacía no de manera honesta sino pidiendo “soborno” y “esto aumenta-
ba el desprecio por él”. Francisco relata que al saber de la llegada de Jesús, que en su camino a Jerusalén
hace una parada en Jericó, el “jefe de los publicanos” trata de ver a Jesús entre la multitud presente para
acogerlo “porque era curioso” pero siendo de baja estatura, se sube a un árbol para poder verlo. Pero
cuando Jesús llega cerca de él, levanta su mirada y lo ve. Y “esto – señala el Obispo de Roma – es impor-
tante” porque “la primera mirada no es la de Zaqueo, sino la de Jesús” que busca entre tanta gente el ros-
tro del pecador:
“ La mirada misericordiosa del Señor nos alcanza antes de que nosotros mismos nos demos cuenta de que
necesitamos que ser salvados ” Y es a partir de esa mirada del divino Maestro que “comienza el milagro
de la conversión del pecador de Jericó”. Jesús - continúa el Papa - llama a Zaqueo por su nombre, invitán-
dolo a bajar del árbol porque tiene “que parar en su casa”. Y sin reproches le dice que debe ir a su casa
porque ésta “es la voluntad del Padre”.
“ A pesar de los murmullos de la gente, Jesús eligió quedarse en la casa de ese pecador público
”También nosotros nos hubiéramos escandalizado por el comportamiento de Jesús – señala el Papa. Pero,
al contrario, Dios condena el pecado, pero trata de salvar al pecador para llevarlo nuevamente al recto
camino.“ Quien jamás se ha sentido buscado por la misericordia de Dios tiene dificultades para com-
prender la extraordinaria grandeza de los gestos y de las palabras con las que Jesús se acerca a Zaqueo ”
El trabajo forma parte, por lo tanto, de la naturaleza originaria del
hombre, no de la culpa ni del castigo. El trabajo manual es tan digno
como el intelectual y espiritual. Jesús mismo dedica una veintena de
años al primero (suponiendo que haya empezado a trabajar hacia los
trece años) y sólo un par de años al segundo.
Un laico escribió: «¿Qué sentido y qué valor tiene nuestro trabajo de
laicos ante Dios? Es verdad que los laicos nos dedicamos también a
muchas obras de bien (caridad, apostolado, voluntariado); pero la
mayor parte del tiempo y de las energías de nuestra vida tenemos que
dedicarlas al trabajo. Así que, si el trabajo no vale para el cielo, nos
encontraremos con bien poco para la eternidad. Todas las personas a las que hemos preguntado
no han sabido darnos respuestas satisfactorias. Nos dicen: "¡Ofreced todo a Dios!". ¿Pero basta
esto?».
Respondo: No; el trabajo no vale sólo por la «buena intención» que se pone al hacerlo, o por
el ofrecimiento que se hace de él a Dios por la mañana; vale también por sí mismo, como
participación en la obra creadora y redentora de Dios y como servicio a los hermanos. El trabajo
humano –dice un texto del Concilio-- «es para el trabajador y para su familia el medio ordinario de
subsistencia; por él el hombre se une a sus hermanos y les hace un servicio, puede practicar la ver-
dadera caridad y cooperar al perfeccionamiento de la creación divina. No sólo esto. Sabemos que,
con la oblación de su trabajo a Dios, los hombres se asocian a la propia obra redentora de Jesu-
cristo» (Gaudium et spes, 67). No importa tanto qué trabajo hace uno, sino cómo lo hace. Esto
restablece una cierta igualdad, dejando de lado todas las diferencias (a veces injustas y escandalo-
sas) de categoría y de remuneración. Una persona que ha desempeñado tareas humildísimas en
la vida puede «valer» mucho más que quien ha ocupado puestos de gran prestigio. El trabajo, se
decía, es participación en la acción creadora de Dios y en la acción redentora de Cristo, y es fuente
de crecimiento personal y social, pero también, se sabe, es fatiga, sudor, dolor. Puede ennoblecer,
pero igualmente puede vaciar y consumir. El secreto es poner el corazón en lo que hacen las
manos. No es tanto la cantidad o el tipo de trabajo que se hace lo que cansa, sino la falta de
entusiasmo y de motivación. A las motivaciones terrenas del trabajo, la fe añade una
eterna: nuestras obras, dice el Apocalipsis, nos acompañarán (Ap 14,13).
FRASE: Jesús también sabe que siempre hay quien especula sobre la necesidad humana de seguridad. Por eso dice: «no os dejéis engañar» (v. 8), y pone en guardia ante los muchos falsos mesías que se habrían presentado (v. 9). ¡Hoy también los hay! Y añade no dejarse aterrorizar y desorientar por guerras, revoluciones y calamidades, porque esas también forman parte de las realidades de este mundo (cf vv. 10-11). La historia de la Iglesia es rica de ejemplos de personas que han soportado tribulaciones y sufrimientos terribles con serenidad, porque tenían la conciencia de estar seguros en las manos de Dios. PAPA FRANCISCO