Post on 02-Nov-2019
Colegio Seminario Conciliar
La Serena
RESCATANDO
LEYENDAS
ÍNDICE
A modo de prólogo 1
Recolectando tradición 2
Fortaleciendo la identidad cultural 3
Rescatando leyendas 4
La búsqueda de entierros 5
El niño diablo 6
La niña piedra 7
El cementerio y el fundo de las tres cruces 8
El duende del carro 9
El Yestay 10
La lluvia de piedras 11
Misterioso cielo 12
El minero de los sacos de oro 13
El rostro en la ventana 14
Los pies en la ducha 15
Los duendes 16
El cerro la pastora 17
Los caballos en la cima 18
Las trece lunas 19
La noche del 24 de agosto 20
La niña de piedra 21
El huecudo 22
La mona 23
La dama blanca 24
La leyenda del pollo inverso 25
La señora cojeante 26
El perro del diablo 27
El huaso Meche Ramos 28
El hombre de negro 29
Cerro la pastora 30
Buscando refugio 31
Algo cae del cielo 32
El huaso maldito 33
“Un hombre cuenta sus historias tantas veces que al final él
mismo se convierte en esas historias. Siguen viviendo cuando él
ya no está. De esta forma, el hombre se hace inmortal.”
Billy Crudup
A modo de prólogo…
En la mitología griega, Proteo era un antiguo dios del mar, descrito por Homero en
La Odisea como ‘anciano hombre del mar’ y pastor de las manadas de focas de
Poseidón. Se convirtió en hijo de Poseidón en la teogonía olímpica. Tenía el poder
de ver a través de las profundidades y de predecir el futuro, aunque, cambiaba de
forma para evitar tener que hacerlo, contestando solo a quien era capaz de
seguirlo a través de sus metamorfosis. De aquí proceden el sustantivo «proteo» y
el adjetivo «proteico», que aluden a quien cambia frecuentemente de opiniones y
afectos.
El hecho de que la leyenda oral esté destinada a ser contada por hombres o
mujeres distintos en cada ocasión, hace que le podamos aplicar el adjetivo de
“proteica”, cada narrador relata con una versión propia, hasta que alguien la fija
en la palabra escrita y la difunde.
La leyenda nos ofrece la posibilidad de introducirnos en una historia que se mueve
en los límites entre la realidad y la ficción, traspasando las barreras de cualquier
expresión artística. La leyenda desentraña cultura, tradición, idiosincrasia,
hombres y mujeres reales enfrentados a lo inexplicable, pero como una forma de
responder a un racionalismo que agobia.
Con las alumnas y alumnos de los Séptimos básicos de nuestro Colegio,
cometimos la osadía de rescatar leyendas en la hermosa localidad de Paihuano,
en el Valle de Elqui y dejarlas en este testimonio que entregamos a la comunidad.
Sabemos que más que las historias redactadas por nuestros jóvenes, estamos
difundiendo un profundo patrimonio del lugar que nos acogió.
Queremos agradecer especialmente a todas las personas de Paihuano que nos
recibieron acogedoramente y nos compartieron los relatos que alguna vez ellos
también escucharon. Agradecer también al señor alcalde de la Ilustre
Municipalidad de Paihuano señor Hernán Ahumada, al Director de la escuela Cielo
Claro señor Héctor Vásquez, por entregarnos todas las facilidades para que este
viaje diera como resultado una significativa experiencia educativa y humana.
José Salinas Cid
Profesor de Lenguaje y Literatura
Colegio Seminario Conciliar
La Serena
1
Recolectando tradición
Hoy en día los jóvenes y adolescentes parece que no valoran lo antiguo o
tradicional, viven en un mundo donde todo cambia y se adapta a sus necesidades,
nacen con acceso a la información y todo al alcance de su mano.
En esta recopilación de distintas leyendas, apreciaremos el trabajo de alumnos de
séptimo básico en un viaje inédito en busca de las antiguas leyendas del gran
pueblo de Paihuano. Un día jueves 25 de octubre del año 2018 un grupo no menor
de jóvenes partieron de La Serena en busca de realizar algo que ni siquiera
imaginaron, al alero de sus profesores , se embarcaron en la aventura de conocer,
compartir y crear este producto que tendrás el privilegio de leer.
Siendo tan pequeños e inexpertos se han esmerado en realizar tareas muy
importantes, rescatar tradiciones de su región, para acercar a su comunidad
educativa a tan magnos relatos, bañados de palabras que ellos mismos fueron
escuchando y reescribiendo. Este texto pretende mostrar lo que los propios
habitantes de Paihuano recuerdan o saben de su querido pueblo.
En las leyendas se está a corta o mucha distancia de las fuentes, pero la
imaginación popular teje la aventura y la desventura. La imaginación moldea la
realidad y hace que tales relatos formen parte de nuestra cultura común, esa
cultura que poco a poco hemos ido perdiendo y que gracias a estos aportes
queremos rescatar.
Claudio Cea Bórquez
Encargado CRA media
Colegio Seminario Conciliar
La Serena
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Fortaleciendo la identidad cultural
En una época en donde la comunicación no queda excluida de las
transformaciones generadas por la innovación tecnológica y el manejo de la
información, uno de los desafíos de nuestra sociedad ha sido la constante
reducción del tiempo que nos toma acceder a esta o transmitirla, las redes
sociales han sido definidas como una “forma de interacción social”, que si bien dan
respuesta al desafío planteado anteriormente, en términos de reducción del tiempo
que demoramos en comunicarnos a distancia, también trae consigo el reemplazo
de las relaciones verdaderas, con comunicación directa, por relaciones virtuales o
conexiones.
En este contexto es que se vuelve necesario recurrir a la necesidad que el
hombre, como ser social ha tenido desde siempre, de comunicarse, expresando lo
que piensa y siente, de descubrir e investigar, obteniendo información creada,
expresada y transmitida por otros, pero no a través de una pantalla de computador
o de un teléfono celular, sino desde una fuente directa.
Por esta razón nuestros jóvenes estudiantes de séptimo año básico han realizado
un importante trabajo rescatando diversas leyendas de nuestra región en la
localidad de Paihuano, y en lugar de obtenerlas por medio de un buscador digital
han interactuado con sus habitantes en búsqueda de las historias más
significativas para ellos, dignas de ser transmitidas a usted como lector de este
libro, plasmando parte del legado histórico y cultural de este pueblo y de su gente
con estas maravillosas historias que ellos mismos han seleccionado y editado con
cariño y dedicación.
Paula Lara Parada
Educadora diferencial 7° y 8° básicos
Colegio Seminario Conciliar
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La Serena
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RESCATANDO
LEYENDAS
LA BUSQUEDA DE ENTIERROS
La gente del pueblo de Paihuano, en el Valle de Elqui, cuenta que hay lugares con
grandes extensiones de terreno, donde las personas, hace muchos años atrás,
enterraban grandes sumas de dinero o joyas. Los tesoros permanecían ahí hasta
que sus dueños fallecían.
Se dice que cuando por esos terrenos pasa un número de personas de número
impar, uno de ellos es capaz de ver ese tesoro que estaba escondido, lo ve
brillar. Cuando la persona se acercaba las pertenencias enterradas se iban
moviendo debajo de la tierra, pero la ambición siempre hace que las personas se
peleen.
Por esta razón, todos los caminantes terminan peleando, se separan
definitivamente y nadie encuentra nada.
Sara Alfaro
Fernanda Cortés
Danna Espejo
Belén Godoy
Martina Llewelyn
5
El niño diablo
Se cuenta que en el pueblo de Paihuano, antiguamente, en el puente que pasa
por la carretera cerca del río, se aparecía un niño pequeño, de aproximadamente
2 o 3 años de edad. Lo que llamaba poderosamente la atención de las personas
era que se encontraba completamente solo, la gente que lo veía, preocupada por
la integridad del niño, se acercaban a ayudarlo y averiguar quiénes eran sus
familiares para llevarlo a su casa. Al preguntarle por sus padres, el niño mentía y
se llevaba a las confiadas personas a un callejón, por ahí muy cerca. Ellos no se
daban cuenta que mientras más se acercaban al callejón el niño “pequeño” cada
vez crecía más, ya que el niño al parecer era la famosa versión del diablo y nadie
que quiso ayudar al niño se imaginó que caminaba hacia su muerte.
El niño siguió apareciendo, pero ahora acompañado de los que se supone fueron
sus víctimas.
Después de un tiempo, el puente fue demolido, y desde aquel momento no se ha
vuelto a ver al niño ni a los muertos que él dejó.
Maximiliano Cortés
Bastián Alvarado
Gonzalo Cuevas
Herman Pizarro
6
La niña piedra
Hace mucho tiempo en la comuna de Paihuano vivía una mujer que tenía una hija
extremadamente hermosa, razón por la cual tenía muchos pretendientes que
intentaban seducirla. Pero su madre, se mostraba excesivamente celosa y no
dejaba salir a la niña a ningún lugar sin que fuera acompañada por ella.
Un día la niña se enamora de un apuesto joven y comienza un romance sin el
consentimiento de su madre. La mujer se entera y le prohibió salir a su hija con el
joven, dejándola encerrada. La hija de esta mujer sólo quería estar con él y ella
opta por escapar con su novio y tener una vida feliz.
La madre furiosa, le hizo una maldición, pero nadie sabe si la maldición fue para
los dos o solo para la chica. La maldición hizo que se convirtieran en una piedra,
Los habitantes del pueblo hasta el día de hoy la llaman la piedra Mona.
Amaya Cerda
Gabriela Miranda
Sofía Núñez
Pía Rojo
Romina Cepeda
7
El cementerio Y el fundo de las tres cruces
En Paihuano, al interior del Valle de Elqui, vivía una familia en un fundo conocido
como “Las tres cruces”, a unos metros de distancia del único cementerio del
pueblo.
Una noche, hace algún tiempo atrás, dos de las hijas iban caminando hacia su
casa, después de visitar a unas amigas y pasaron cerca del cementerio. De pronto
se percataron de la presencia de una señora que llevaba zapatos de abuelita con
un largo vestido blanco de encaje y en la cabeza una tela blanca con rayas
verdes. Al principio no les dio miedo.
Notaron que la mujer caminaba raro y pensaron que era una broma de alguien que
las conocía. De un momento a otro, se dieron cuenta que la señora no tocaba el
piso. Esto las asustó mucho y salieron corriendo hacia su casa, al darse vuelta ya
no había nadie.
En su casa contaron lo sucedido, pero nadie les creyó. Aunque hay más de una
persona que ha relatado el encuentro con este extraño ser cerca del cementerio.
Sofía Rivera
Isidora Oyanadel
Mia Cabrera
Meeling Robles
8
El duende del carro
Cada vez que algunos amigos se juntaban a beber alcohol en el sector de la línea
del tren en Vicuña, ocurría algo extrañamente particular. Un niño comenzaba a
lanzar piedrazos a la gente sin ninguna razón.
Un día este grupo de amigos, como lo hacían habitualmente, se juntaron para
tomar cervezas y compartir después de la jornada. De un momento a otro, ese
extraño niño comenzó nuevamente a tirarles piedras. Esta vez la gente no soportó
la conducta inapropiada y respondieron a la agresión de la misma forma, hasta
que de repente el niño se esfumó sin moverse de su sitio. Los jóvenes quedaron
aterrados, sin saber qué hacer, pensando solo en salir lo más rápido posible del
lugar.
Al día siguiente la gente del pueblo les contó que siempre aparecía ese niño, pero
que realmente era un duende malo que se podía identificar porque era negro…
Los amigos se conformaron llegando a la conclusión: “nosotros tampoco
estábamos en nada bueno, tal vez eso fue lo que lo atrajo, pensaron.
Maximiliano Cortés
Bastián Alvarado
Gonzalo Cuevas
Herman Pizarro
9
El yestay
Según la leyenda, al interior de las zonas más cordilleranas del Valle, existe un
misterioso personaje que se dedica a proteger a los frágiles animales conocidos
como la vicuña. Se presenta a la gente con la apariencia de una persona anciana,
su rostro es muy parecido al de una vicuña y ronda por los desolados desiertos
con su rebaño de llamas.
Cuando un grupo de ladrones se topa con él e intentan quitarle sus animales, se
transforma en un enorme e intimidante monstruo y no tiene piedad con las
personas que intentan atacar su rebaño, después que ellos se marchan o lo que
queda de ellos, él retoma su forma de anciano y sigue su paso.
Lizzette Marin
Catalina Torres
Matias Castillo
Antonia Chepillo
10
La lluvia de Piedras
Se escucha comentar por los individuos que habitan en la zona de ¨Pisco Elqui¨,
que hace aproximadamente 30 años atrás, por los años 80, existía una familia.
Vivían en una humilde morada, ubicada en una poblada zona. Pacífica, tranquila y
excitante ante la mirada de los turistas.
Sin embargo, esa tranquilidad se había ido por completo al escuchar, un día
cualquiera, en pleno verano, estruendosos y chocantes sonidos provenientes de la
casa, sonaban exactamente como rocas chocando con la madera. El miedo
abundaba en el pueblo, ya que esos sonidos parecidos a los de rocas chocando
parecían no ser más que producto de la imaginación, ya que al ir a ver a la
mañana alguna abolladura, o una marca de las rocas, no se encontraban por
ninguna parte, la casa no tenía daños. A los sonidos de las piedras los
acompañaban burlas de quienes las tiraban.
Como la lluvia de piedras continuaba, la familia tuvo que recurrir a otros vecinos
para que les ayudaran en la situación. Esa noche, se escuchó desde el lado
paralelo al que estos se encontraban un ¨ ¡Ahora tiren! ¡Somos más! ¨.
Atemorizados por dichas palabras, sintieron pasos de ese grupo de desconocidos
individuos, pero que nadie veía. Esta vez las piedras golpeaban los cuerpos de los
integrantes de la familia, pero no dejaban ninguna marca.
Finalmente la familia terminó por irse del lugar con temor de esos desconocidos
personajes que los agredían. Sin embargo, al irse, la menor de la familia, una niña
pequeña se enfermó y nunca pudo recuperarse, falleciendo lamentablemente.
Gabriela Castro
Sofía Novoa
Antonia Segovia
11
Misterioso cielo
En una tranquila tarde de la localidad de Paihuano, la gente se vio alborotada con
una bola de fuego que vieron caer desde el cielo hasta perderse detrás de las
montañas. Nadie se atrevió a acercarse al lugar.
Cuentan las personas que todavía no anochecía, cuando divisaron helicópteros de
militares que levantaban un enorme objeto y se lo llevaron con destino
desconocido. Hubo gente que tuvo que irse de sus casas, por el gran temor que
produjo el episodio.
Desde esa fecha, aún la gente del pueblo se pregunta sobre qué fenómeno
ocurrió. Desde que los militares se llevaron el extraño bulto, cada cierto tiempo
llegan investigadores desconocidos, pero no explican nada a los habitantes de
Paihuano.
Muchos todavía siguen con la duda sobre lo que ocurrió, porque no hay
información oficial al respecto, pero una importante cantidad de hombre, mujeres y
niños, fueron testigos de “algo” que cayó en los cerros…
Ignacio Ardiles
Cristóbal Mondaca
Juan Morgado
Enzo Mettifogo
12
El minero de los sacos de oro
Hace muchos años un caballero originario de Viña del Mar lamentablemente había
caído en las drogas, para sanarse se vino para el Valle de Elqui a trabajar como
temporero.
Arrendó una pequeña casa en el pueblo de Montegrande. Se cuenta que un día
sábado él salió a una fiesta en Paihuano y luego se fue en medio de la noche
caminando hasta su casa, lo acompañaban unos amigos temporeros que iban
unos pasos más adelante y él se quedó solo atrás. En la subida de Quebrada de
Pinto, un poco antes de llegar a Montegrande, como a las 5 de la mañana,
apareció un caballero de la nada con dos sacos así como de papas y le dijo
“PARA DONDE VA AMIGO” y él le dijo “VOY PARA MI CASA A DORMIR”, el
caballero le decía “NO SE VAYA AMIGO, QUÉDESE CONMIGO” y el de Viña le
decía “ME TENGO QUE IR MIS AMIGOS ME ESTÁN DEJANDO ATRÁS” y el
caballero le decía “Le ofrezco estos dos sacos de oro porque yo trabajo en la mina
de Alcohuaz “ y el de Viña le dijo, “YO NO QUIERO ORO” yo me llamo
Wenceslao y trabajo en la mina.
El caballero andaba con el cuerpo lleno de polvo y con un sombrero bien feo que
parecía de ultratumba y el caballero insistía que le comprara el oro y el joven de
Viña se asustó porque cuando Wenceslao lo tocó estaba muy helado y el joven le
gritó a sus amigos que lo esperaran, cuando miraron para atrás el hombre de los
sacos de oro se estaba tirando por la Quebrada.
Después de este incidente, se enteraron por una tía, que Wenceslao era un
minero que había muerto hace muchos años y que siempre se le aparecía a los
que caminaban en la noche por la quebrada.
Renato González
Vicente Codoceo
Bastián Torres
Benjamín Espejo
13
El rostro en la ventana
Mi abuela me contó un día que cuando estaba cocinando vio de reojo algo en la
ventana muy extraño. Al mirar detenidamente se encontró con el rostro de un
hombre. Inmediatamente sintió como que algo pasaba por detrás de ella algo así
como un espíritu maligno que acecha cuando algo malo va a pasar en nuestra
familia, pero mi abuela dice que esa no era una persona común porque hay veces
que se presenta sin un ojo, sin pelo, sin brazo pero igual que siempre nunca pasa
nada. Al día siguiente que me contó, fui a ver el edificio y dentro no vivía nada ni
nadie.
Aún deambula aquel espíritu en la casa, uno más de los tres que hay en ella.
Varios hemos sentido su presencia, incluso amigos de la familia saben y no hacen
nada al respecto.
Herman Pizarro
Gonzalo cuevas
Maximiliano cortes
Bastián Alvarado
14
LOS PIES EN LA DUCHA
Un día como cualquiera me sucedió una experiencia extraña, me fui a duchar a las
9 de la mañana tranquilamente. De la misma manera que lo hacía todos los días
corté el agua, pero al salir de la ducha me encontré con unas huellas de pie, que
por el tamaño supuse que eran de un niño como de unos 6 años de edad. Al
principio creí que era mi hermana pequeña, pero la puerta de su habitación estaba
cerrada desde adentro y además no estaba dormida en su pieza, había
desaparecido. En un momento dado sentí una presencia extraña, me di vuelta y
ahí estaba un niño jugando con mi hermana. El pequeño corrió hacia la ducha, se
metió en ella y desapareció. Fui a ver a mi hermana y la encontré sentada en su
cama, segundos después se acomodó y siguió durmiendo
Al día siguiente mi hermana no recordaba nada. El suceso se repitió un par de
veces más, pero luego no se vio más al niño y mi hermana pudo descansar.
Herman Pizarro
Gonzalo cuevas
Maximiliano cortes
Bastián Alvarado
15
LOS DUENDES
Cuenta la leyenda que en Paihuano habitan unos pequeños seres que se
confunden con niños. Estos son llamados duendes, normalmente se hacen amigos
de los niños pequeños e indefensos.
Se dice que existen dos tipos de duendes, los verdes que traen consigo fortuna y
dicha, y los negros que intentan secuestrar y causar daño a los habitantes más
jóvenes de esta localidad.
La única manera de eliminar un duende negro es cuando se hace presente algún
ser que quiera al afectado, de esta manera al sentir emociones positivas los
duendes negros deciden irse.
Paula Villegas
Antonella Ramos
Oliver Jeraldo
16
El Cerro La Pastora
Hace muchos años atrás, el Valle de Elqui era una zona que tenía
varios pirquenes, pequeños emprendimientos de minería,
explotados por esforzados mineros. El paso del tiempo hizo que los
minerales se fueran acabando.
Había, en años posteriores al abandono de los pirquenes, una
pequeña niña, parte de una humilde familia, que vivía
exclusivamente de la crianza de ovejas. Esta niña, siempre
acompañada por una sencilla muñeca de trapo, llevaba a sus
ovejas todos los días a pastar a un cerro, el que no era visitado por
nadie más en esos tiempos. Pero esta niña tenía un secreto oculto.
Entre tantas subidas al cerro, un día se le perdió una oveja. No la podía encontrar hasta
que escucha desde el interior de un pequeño agujero en el cerro el grito de auxilio del
animal perdido. Le dio miedo ingresar por esta oscura entrada al interior del cerro, pero el
amor por sus animales le dio la valentía necesaria. Ingresó por el agujero en busca de su
oveja sin saber que ingresaba a un antiguo pirquen, el que curiosamente todavía tenía oro
casi al alcance de la mano. Rescató a su oveja, y echó en sus bolsillos un poco de esas
hermosas piedras brillantes y de un intenso color dorado. En días posteriores volvió a ir al
cerro con sus ovejas y mientras los animales pastaban, ella, ya sin miedo, ingresaba al
pirquen a recoger las piedras doradas que había en su interior. Con estas piedrecitas, ella
empezó a construir pequeñas figuras de diferente tipo, animalitos, plantas o figuras de
personas con las cuales ella se entretenía. Después cuando bajaba del cerro ella
guardaba las figuritas dentro de su muñeca, para que nadie se las sacara y así poder
ocuparlas al día siguiente.
Lamentablemente ella enfermó, no pudo resistir y murió. Al tomar la muñeca de la niña,
la madre nota que esta pesaba más de lo que debería pesar una muñeca de trapo, por lo
que con un poco de miedo decide investigar su contenido. Se realizaron los funerales de
la niña y todos estaban tristes, pero los días pasaron y corrió la voz de las figuritas de oro
que se encontraban en la muñeca. Esto generó una revolución en el pueblo, todos se
dirigieron en masa a explorar cada centímetro del cerro en el cual la niñita pastoreaba a
sus animalitos. Pasaron días y semanas en los cuales incluso gente de otros pueblos vino
en búsqueda de la mina de oro de la pastorcita, pero por una misteriosa razón jamás se
encontró la entrada a la mina, ni menos el oro que ambiciosamente buscaban las
personas.
Esto originó el misterio del Cerro de La Pastora, del cual quedó solo la leyenda, pero ni un
gramo de oro.
Fernando Segura
Martín Díaz
Diego González 17
Los caballos en la cima
Hace un tiempo, un caballero llamado Fortunato Peralta y su hermano Armando
que se juntaban en fiestas para contar historias. Una de ellas habla sobre un
patrón el que tenía sus caballos en un corral los cuales no tenían herradura, por
eso les dolían mucho las patas al caminar, debido a eso las remplazaron por unas
herraduras idénticas, pero echas de ramas y hojas de eucaliptus.
Los caballos fueron cuidados durante todas las estaciones del año, menos en
primavera. Cuando terminó la primavera, iniciándose el verano, el patrón de
dichos animales vino a buscarlos. Para su sorpresa no los encontró, sino que
encontró un montón de árboles como si fuera un bosque. Él y sus hombres
estuvieron buscando a los caballos durante más de un año. El patrón perdió la
esperanza de encontrarlos y termina muriendo de vejez. Pocas semanas después
de su muerte, sus hombres descubrieron que las herraduras de Eucaliptus de los
caballos habían brotado, dejando a los caballos atascados en la cima de los
árboles, originados por las herraduras.
Tomás Salinas O
Benjamín Veliz R
Nicolás Portilla A
Vicente Rojas Álvarez
Gonzalo Villalobos S
18
Las trece lunas
Esta leyenda habla de por qué nace el río Claro y el río Turbio…
Deben saber que en Paihuano hace cientos de años vivían unos nativos, de la cultura
molle, una cultura bastante antigua de Coquimbo y ellos eran principalmente agricultores,
eran un grupo semi nómades, ganadero, porque criaban guanacos, un poco de orfebrería,
hacían joyas y usaban un tipo de tembetá que era una deformación en la boca.
Aquellos nativos vivían en Paihuano, tenían un toqui (líder) aquel tenía dos hijos uno de
ellos se llamaba Paihuan y el otro Uchumi, y resulta que este valle era un vergel, todos los
árboles daban frutas, cultivaban de todo un poco, era un valle espectacular y de pronto
justo se empezó a secar porque los ríos y la lluvia se fueron y se empezó a acabar el
agua y toda esta vegetación se empezó a morir. Debido a esta situación, la gente empezó
a emigrar. El toqui subió a una gran montaña que en la actualidad es conocido como cerro
Porongo en Rivadavia, llegó a la cumbre, y se contactó con el Dios máximo, el inti (los
incas del sol) y le dice Dios sol ¿qué puedo hacer yo para salvar nuestro valle? El sol le
respondió tú tienes que sacrificar a tus hijos, pero a la vez tenía que reunir a trece
princesas, niñas que no superaban los 14 años de edad, les llamaban princesas a las
personas con sentimientos puros que no conocían la maldad.
El toqui volvió al valle, triste porque tenía que sacrificar a sus dos hijos. Lo primero que él
hizo fue juntar a las trece princesas y empezar a educarlas. A Paihuan lo llevó a una
quebrada, lo que hablaron es desconocido, pero Paihuan aceptó el sacrificio y su lecho de
sangre formó el río Claro. En cambio a Uchumi lo llevaron a Huanta una localidad cerca
de la cordillera. Él no quería sacrificarse y a él lo mataron con mucha rabia y mucho dolor
y su lecho de sangre formó el río Turbio y entonces cuando se juntan los dos hermanos
nace la casa del eco, porque Elqui viene de la palabra “elcum” y que en las antiguas
lenguas significa la casa del viento, por eso en el Puclaro hay una arpa de viento y todo el
valle hasta el día de hoy nunca se ha secado.
¿Qué pasó con las princesas? Fueron
enviadas a las trece cumbres más altas de
estos valles y ellas desde ahí nos vigilan y
protegen nuestras tierras, para que nunca
más falte el agua, alimento, y que nunca más
la gente vuelva a irse de acá.
Sobre las princesas, ¿Cuántas lunas hay en
el año? Trece lunas.
Areli Echeverría
Josefa Ramírez
Martina Marín
Trinidad Trujillo 19
LA NOCHE DEL 24 DE AGOSTO
Hay que tener cuidado si se piensa visitar las tranquilas calles de Paihuano por
aquellas fechas…
La noche del veinticuatro de agosto, muchos pensarán que se trata de una noche
más, pero nunca se les ocurra salir a las doce de la noche de ese día, ya que si
cometen el error de encontrarse fuera de su vivienda, correrán el riesgo de
encontrarse frente a frente con el mismísimo diablo… sí, tal como les dije, con el
diablo…
Si divisan la imagen de un perro negro y feo, con cadenas atadas al cuello, será
hora de alarmarse y escapar, ya que este endemoniado ser, quien dicen ser una
encarnación del demonio, empezará a ladrar y a perseguirlos.
Poco es lo que se sabe qué ocurre después de que este perro, al parecer salido
del infierno, te empieza a perseguir con sus malévolas intenciones. Pero algo es
seguro, aquella fría y obscura noche de agosto se pueden escuchar los
alarmantes y siniestros ladridos de un perro, los cuales no dejan a nadie
indiferente.
20
Valentín Ramos
Vicente Rojas
Diego Ibáñez
Rocío Peralta
La niña de piedra
Durante años se rumorea una leyenda que involucra a un padre y a su hija. En la
localidad de Chañar Blanco, al interior del Valle del Elqui, un día un padre le pide a
su hija que vaya al negocio a comprar, pero con la única condición que no tardara
más de veinte minutos, esta joven
escuchó a su padre y salió
rápidamente, pero en el camino se
encontró con una familia de amigos,
estos la invitan a conversar y tomar
chicha, la joven acepta la invitación y
estando tan entretenida conversando
no se da cuenta del paso del tiempo y
olvida por completo la advertencia de
su padre.
En un acto de locura, el padre cegado
por la rabia, toma su hacha y va en
busca de su hija con la intención de
acabar con su vida.
La madre de esta joven asustada por lo que iba a ocurrir, y sin poder impedir la
salida de su pareja, solo decide rogarle a Dios, que prefiere mil veces que su hija
se convierta en piedra y que su esposo no se convierta en un asesino.
En el momento en que padre e hija se observan, la niña estando con su vaso de
chicha en la mano, se transforma en piedra, desde aquel momento en la piedra se
puede ver su cara y en la parte de abajo se puede apreciar el vaso de chicha.
La piedra se transformó en un símbolo y cada vez que hay una madre con mucha
pena o desean algo con todo corazón, esta piedra le cumple sus deseos.
Cristóbal Cifuentes
Catalina Rojas
Javiera Valle
Mauricio Olivares
21
El Huecudo
En la comuna de Paihuano se cuenta la leyenda
de un extraño ser, al que le llamaban el Huecudo,
y su historia data de la siguiente manera.
Un día normal y corriente una joven de la
población deseaba ir a bañarse a un pequeño
lago al norte de Paihuano. La chica le pidió
permiso a su madre quien accedió a que fuese.
De esta manera la joven partió rumbo a su destino. Al llegar al lago la joven se
preparó para bañarse y se sumergió en el agua tibia. Así estuvo un largo rato.
Cuando la chica volvió a su casa se encontraba pálida y preocupada, le contó
entonces la trágica historia que le había sucedido, a su madre y decía así:
_” Mientras yo me estaba bañando en el lago noté la presencia de otro ser que se
aproximaba hacia mí, hasta que sentí que me tocaba, salí corriendo y pude
apreciar que era un ser monstruoso y Horrendo”.
La madre al principio creyó que su hija estaba loca y no le tomó mucha
importancia a lo ocurrido, entonces siguió con su vida normal, pero la chica seguía
asustada y no olvidaba lo que pasó en el lago.
Con el pasar del tiempo la madre notó que el vientre de su hija crecía
constantemente y supo que se trataba de un embarazo, pero no veía la lógica ya
que su hija no había salido desde aquel día. Entonces la madre recapacitó y
recordó la historia que le había contado su hija de aquel monstruo en el lago y le
echó la culpa del embarazo de su hija.
Desde entonces todas las madres en la comuna de Paihuano temen mandar a sus
hijas a bañarse en el lago temiendo que queden embarazadas por aquel ser que
llamaron El Huecudo.
Benjamín Kam
Bárbara Cáceres
Francisca Pavletich
Matilda Briceño
22
LA MONA
Muchas hijas sufren por culpa de sus madres, por su falta de comprensión y
muchas cosas que afectan en esta importante relación.
Un día una niña estaba muy enamorada de un niño, la madre se enteró y desde
ese momento contradecía y le hacia la vida imposible a su hija, todos los permisos
para salir se habían acabado.
Un día, después de la escuela llegó la hija con su novio a la casa, la madre muy
enojada le prohibió seguir viéndose con el joven. La enamorada niña, sin pensarlo,
decidió escapar junto al muchacho.
La madre no pudo soportar la situación y usó los poderes que tenía de su antigua
afición por la brujería. El hechizo de la madre, surtió efecto de inmediato
Lamentablemente la convirtió en una piedra y al novio lo dejó ir. La piedra, hasta el
día de hoy recibe el nombre de ‘LA MONA’ y se puede ver claramente en una de
las montañas de Paihuano.
Matías Espinoza
Ángel Chirino
Bastián Rivera
Agustín Cornejo
23
La dama blanca
La dama blanca es un personaje histórico de la comuna de Paihuano, es una
leyenda muy terrorífica sobre una dama fantasma.
Según la leyenda, cuando la gente caminaba por el cementerio, se veía a una
joven con un aspecto muy extraño.
Las personas que la veían empezaban a conversar con ella de cualquier tema, a
medida que pasaba aproximadamente una media hora, las personas que
conversaban con la joven se empezaban a dar cuenta de que ella estaba levitando
y misteriosamente, desaparecía.
La aparición de la dama blanca, le ha ocurrido a mucha gente, jóvenes, adultos,
incluso a niños. A cierta hora, cuando ya cae la noche, la gente de Paihuano evita
caminar cerca del cementerio, aunque no faltan los curiosos o incrédulos que igual
lo hacen, porque dicen que son invenciones…hasta que se les aparece la dama
blanca.
Areli Echeverría
Trinidad Trujillo
Martina Marín
Josefa Ramírez
24
La leyenda del pollo inverso
La señora Melisa era una mujer que criaba pollos, y me los vendía. La señora
tenía un criadero de pollos, y tenía una gallina que iba a poner huevos, cada
semana que iba a recoger mercadería, la señora me vendía pollos para llevarlos a
la feria de la Serena.
Un día que iba a recoger la mercadería, la señora Melisa me contó que su gallina
había puesto huevos, y los pollos ya habían nacido, pero uno de ellos tenía una
peculiaridad.
Ese pollo tenía patas en la espalda; yo le dije a la señora Melisa que me vendiera
el pollo para llevarlo a la feria de Serena y hacer una exhibición con ese pollo para
ganar dinero. La señora Melisa aceptó, y me vendió el pollo a diez mil pesos (que
en ese tiempo era caro). La señora Melisa me dijo que si lo quería, tenía que
atraparlo, y le dije -¿pero cómo?, ¿acaso usted no es capaz?-.
Yo acepté, y empecé a correr tras el pollo, pero cada vez que el pollo se cansaba,
se daba la vuelta, y seguía corriendo con las patas que tenía detrás, y nunca pude
lograr atrapar a ese pollo por su rapidez.
Dicen que la gente cada vez que ve al animal, intentan atraparlo, pero es tanta la
desesperación por no lograrlo que caen en la locura.
Benjamín Bremer
Luis Molina
Cristóbal Alfaro
Vinzenzo Bevilacqua
25
La señora cojeante
Gloria, la simpática comerciante de Paihuano,
un día iba manejando acompañada de su
madre camino a la tienda, cuando se cruzó con
una señora gorda que iba caminando por el
lado derecho de Gloria. La señora cojeando
desapareció al doblar una esquina.
Gloria llegó a la tienda y recostó a su madre
para sentarse y tomarse un té, a los minutos
sonó el timbre que suena cuando entra alguien
al negocio, ella sale para atender y no había
nadie, ella pensó que eran niños jugando pero
cambio de opinión cuando siguió sonando delante de ella. Sacó el timbre
pensando que era una falla del dispositivo entonces apareció en la puerta la
misma señora cojeante de antes para irse al rato acompañada con un canto de
niños, ella al ver que todos los días pasaba lo mismo, llamó a un obispo para
bendecir la casa.
Se dice que si vas entre las 4 a 6 de la tarde a la tienda se escuchan pasos lentos
acompañados de risas y cantos de niños que no se encuentran ahí ni cerca, pero
con el tiempo Gloria se acostumbró y ya es parte de su rutina.
Julián Rodríguez
Benjamín Castillo
Bastián Manzo
Emilio Zagal
Juan Pablo Zuleta
26
El perro del diablo
Pedro era un paihuanino que trabajaba en un parral en la ciudad, pero vivía afuera
de ella, para ir y volver tenía que caminar por un camino largo de tierra que
estaba rodeado de plantas altas, por ello Pedro era incapaz de mirar a sus
alrededores.
Una noche inolvidable él iría a su casa con una sensación de temor y
desconsuelo, a los pocos minutos de su trayecto de alrededor de 30 minutos, él
empezó a sentir ladridos de un gran perro, con temor aceleró el paso y al dejar de
escuchar sus ladridos, se tranquilizó, a los pocos segundos salió un gran y feroz
perro negro con una contextura musculosa y con una cadena gruesa de metal
oxidado en su cuello. Apareció entre las matas y plantas dejando a Pedro sin
palabras y pidiendo ayuda. El perro paró de ladrar y fue tras la sombra de un
hombre alto con un sombrero de vaquero y una guadaña, era la descripción que
su padre hacía cuando se refería al diablo. De pronto, el extraño ser desapareció
como el humo de un cigarrillo.
A partir de esa noche Pedro siempre escucha el ladrido de ese perro, aunque el
camino fue pavimentado e iluminado, entre las 1 y 3 de la mañana aún se escucha
el lamentoso aullido de un perro.
Julián Rodríguez
Benjamín Castillo
Bastián Manzo
Emilio Zagal
Juan Pablo Zuleta
27
El huaso meche Ramos
Cuenta la leyenda, que en un cerro donde se encontraba una mina, había un lugar donde se debía acampar, pero uno al acostarse en ese lugar y quedarse quieto se escuchaba un grito que decía “ya caigo”. Esa era la razón de que nadie se quisiera acostar en ese lugar. Pero una noche el valiente huaso Meche Ramos se atrevió a acampar, por la noche al escuchar la voz “ya caigo”, él le respondió “¡cae!”, y ante el asombro del huaso, encima de la carpa cayeron una pila de huesos, era el cadáver de un minero que había muerto en un accidente por una caída en ese lugar. A la mañana siguiente el huaso enterró los huesos a dos metros de profundidad y desde entonces ya no se escuchan los gritos y se puede descansar en paz o al menos eso se espera.
Benjamín Espíndola
Fernanda Molina
Francisca Quiroga
Renato Olivares
Sofía Pizarro
28
El hombre de negro
Al interior del valle del Elqui, específicamente en la comunidad de Paihuano,
cuenta una señora que cuando joven le gustaba salir a los bailes de Pisco Elqui, a
unos minutos más al sur de Paihuano. Un día, al regreso del baile, ella venía
caminando a pocos metros de su casa, donde hay dos calles, una de esas calles
estaba iluminada pero hacía pocos días había fallecido una persona, y la otra calle
estaba totalmente oscura. Ella decide irse por la calle oscura, pero al final de ese
camino había un hombre vestido de negro, la mujer no se asustó porque creyó
reconocer al pololo de una amiga, al acercarse se da cuenta que no es quien
pensaba y al avanzar este hombre se hacía más grande hasta alcanzar el tamaño
de un poste. Ella, con miedo, le dice buenas noches, pero él ni la mira ni se da
vuelta para verla. Ella se tropieza y cae por el pánico y al pararse sale corriendo,
al llegar a su casa golpea varias veces la puerta pidiendo que su madre le abra.
Con terror su madre le abre la puerta y ella le cuenta lo sucedido, la madre mira
hacia la esquina, pero se da cuenta de que no había nadie.
Hasta el día de hoy, la señora no ha podido caminar por esa calle, temiendo
encontrarse con ese hombre, vestido de negro y del tamaño de un poste de luz.
29
Nicolás Portilla
Vicente Rojas
Benjamín Veliz
Tomas Salinas
Gonzalo Villalobos
CERRO LA PASTORA
Había una familia en Paihuano que tenía una niñita pequeña, vivían en una casa
en el cerro. La niña poseía una muñeca, todos los días ella iba al cerro a pastar
unas ovejas que eran de su familia, siempre salía con la muñeca a todas partes.
Pasado un tiempo, la niña se enfermó y se aferró con más fuerzas a su muñeca,
no permitía que nadie la tocara. Su madre, un poco angustiada, se preguntaba por
qué a la niña le importaba tanto su muñeca. Un día, la madre tomó la muñeca
cuando la niña dormía y se dio cuenta que dentro de la muñeca había figuras de
plata. La madre le preguntó a la niña de dónde sacaba todas esas figuras de
plata, pero ella nunca dijo nada. Tiempo después, lamentablemente la niña nunca
mejoró y falleció ante el profundo dolor de su familia, llevándose a la tumba el
secreto de las figuras de plata que ella guardaba dentro de su muñeca
Algunos dicen que la niña sacaba las figuras de una mina en las montañas
llamada la cueva del diablo, llamada así porque en ese lugar se aparecía el
demonio en forma de persona y ofrecía cumplir un deseo a quien lo encontraba,
pero daba lo contrario de lo que las personas pedían. Si alguien pedía hacerse
rico, lo convertía en el más pobre.
Antonia Álvarez
Valentina Alfaro
Joaquín Castro
Maximiliano Lillo
30
Buscando refugio
En una noche de luna llena, en la ciudad de
Paihuano, una mujer vagaba por las calles con su
hijo que no tenía más de 8 años, buscando algún
lugar para quedarse en la noche. Pasó por varias
casas y ninguna persona la dejó quedarse, su hijo
ya estaba agotado de tanto caminar. Tocó la última
puerta y un señor muy amablemente abrió.
¿Señor usted sería tan amable como para dejar que
este niño y yo nos quedemos a dormir por esta
noche?
-Bienvenida a esta humilde morada, por esta noche mi casa es tu casa- Dijo el
señor.
Tan pronto como la señora se acostó en la cama que le había prestado el
caballero, la señora comenzó a gritar de dolor. Cuando el caballero escuchó los
gritos en seguida llamó a un vecino que era especialista en tratar enfermos
graves. Probaron todos los métodos que conocían, pero la señora seguía gritando
de dolor.
De pronto los dos hombres se fijaron en la maleta donde estaba sentado el niño,
abrieron la maleta y se encontraron con un muñeco negro lleno de alfileres. La
señora había recibido la maldición de una bruja.
El dueño de la casa empezó a sacar los alfileres uno a uno, mientras más sacaba
más fuerte eran los gritos y cuando sacó el último alfiler la señora se murió.
Después de esta tragedia el niño fue mandado a la ciudad de La Serena y nunca
más se supo de él o de ese tipo de maldición.
Rocío Peralta
Valentín Ramos
Diego Ibáñez
Vicente Rojas
31
Algo cae del cielo
En el año 1997 la comuna de Paihuano fue afectada por un gran temporal de
lluvia, nieve y viento, arrancó árboles y votó casas, cortó los caminos y se
produjeron desbordes de ríos, el pueblo quedó aislado.
Cuenta la leyenda, que después de este episodio, en el año 1998 a las 4 de la
tarde cayó en el cerro Las mollacas, un extraño y gigantesco objeto desde el cielo.
En un principio, debido al temor nadie quiso ir a ver.
Al anochecer unos helicópteros fueron a ver el objeto para posteriormente
recogerlo y llevárselo.
Al día siguiente los medios de comunicación fueron a Paihuano a ver qué es lo
que había caído en el cerro, conversaron con la gente y le preguntaron qué era lo
que había caído, pero nadie sabía y quedaron como “los más mentirosos de
chile”.
En el lugar donde había caído el objeto, quedó formada una aurora seca.
Extrañamente nunca más brotó vegetación en ese círculo donde había caído el
objeto, sin embargo, a su alrededor siguieron creciendo las flores.
Vicente Rojas
Diego Ibáñez
Valentín Ramos
Rocío Peralta
32
EL HUASO MALDITO
Era una noche aparentemente típica de Paihuano, pero esa noche no era la
misma de siempre, porque sentía una presencia muy extraña, de repente empecé
a recordar la historia que me contaron cuando yo era muy pequeño, contaba sobre
un huaso que se perdió y nunca volvió. Dicen que este personaje secuestraba a la
gente que se encontraba sola por la calle, pero yo no creía en esas estupideces
que contaban los mayores.
Un día, recorriendo el camino hacia mi casa empecé a escuchar unas espuelas y
las galopadas del huaso y su caballo, yo al escuchar estos sonidos corrí pero fue
en vano, él se puso al frente mío sin decir ninguna palabra, cuando lo miré a los
ojos se pudieron ver las mismas llamas del infierno, él me sube a su caballo a la
fuerza y subimos la colina donde nos encontramos con la lápida del mismísimo
huaso maldito, en la lápida se podía apreciar el antiguo rostro de él. Desde ese día
yo creo en todas las historia, porque sé que cualquier día la realidad va a poder
superar a la ficción.
Joaquín Collao
Matías Rojas
Enrique Mall
Martín Pastén
33
Realizadores:
Departamento de lenguaje
CRA enseñanza Media
Diciembre de 2018