Post on 09-Jul-2015
5/10/2018 C sar Hildebrandt - dinamita en un envase compacto - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/cesar-hildebrandt-dinamita-en-un-envase-compacto 1
César Hildebrandt: dinamita en un envase compacto
Por: Jorge Malpartida Tabuchi
César Hildebrandt se ha mantenido independiente como periodista tal como una virgen cuida su
condición: diciendo no, no, no y no muchas veces al día y por lo menos 30 veces al mes.
Diciéndole no a los dueños del medio de comunicación que creen que porque le pagan el
sueldo a uno pueden tratarle como a su vasallo y manipular la opinión del periodista según sus
intereses. Como esa vez que puso en su sitio a Genaro Delgado Parker, viejo zar de las
telecomunicaciones, y renunció en vivo al programa que tenía en su canal a finales de la década
pasada.
“Yo me retiro, si tu quieres quedarte, te quedas pero después de lo que ha dicho tu padre yo ya
no te escucho, lo siento pero yo me retiro”, dijo en esa ocasión antes de abondonar el set y dejar
a Gustavo Delgado, gerente de Red Global e hijo de Genaro, con la palabra en la boca.
Diciéndole no también al político acostumbrado a una prensa amanzada, habituada a solo poner
la grabadorita y servir de caja de resonancia de los discursos ya preparados y armados, listos
para contentar al auditorio.
Y es quizás esa ferrea actitud – confundida con intolerancia - a no aceptarle pulgas a nadie, de
mantenerse firme a sus principios lo que ha mantenido a Hildebrandt, entrando y saliendo de
un medio de comunicación a otro a lo largo de más de 40 años dedicados al periodismo.
18 veces expulsado de medios de comunicación, 14 veces de una canal de televisión y 4 veces
de medios escritos, Hildebrandt nos ha enseñado que en el periodismo, el desempleo más queuna opción, es una condición.
Usted dijo alguna vez que la misión primordial de la prensa es joder. Y no ha dudado a la largo
de toda su trayectoria en ser esa piedra en el zapato, esa sal en la herida de políticos y
personajes públicos que se quieren hacer los vivos y pasar piola. Pero usted se ha comprado el
pleito, ha pisado callos y nadie se ha salvado de sus incisivas escaramuzas: desde Víctor Raúl
Haya de La Torre hasta el títeretero que maneja a Nicolasa, pasando por el adiposo Alan
García o nuestro actual presidente Ollanta Humala.
El periodista Pedro Salinas, con sobonería o no, dijo alguna vez que Hildebrandt es el mejor detodos nosotros (los periodistas). Cierto o no, y para que esta presentación no sea solo una
pasada de franela, quiero agradecerle por haber sido ese maestro sin aula de muchos jóvenes
de mi generación que eligieron este oficio como un compromiso con la verdad, inspirados en su
respetable forma de siempre incomodar.
Debo confesar que la viejas revistas Caretas de mi padre, amontonadas en el déposito de mi
casa, dejaron de significar el espacio en donde sacié mis primeros impulsos adolescentes
gracias a la infaltable calata de las páginas posteriores, luego que descubrí que ahí también se
5/10/2018 C sar Hildebrandt - dinamita en un envase compacto - slidepdf.com
http://slidepdf.com/reader/full/cesar-hildebrandt-dinamita-en-un-envase-compacto 2
publicaban sus memorables entrevistas que después serían rescatadas en el libro “Cambio de
palabras”. Más que simples transcripciones de preguntas y respuestas de la cinta
magnetofónica, son un duelo de ingenio en el que dos mentes se vaten hasta el final.
Ahí quedan sus diálogos con Jorge Luis Borges, quién le prometió no tomarle el pelo o su
encuentro con Manuel Scorza en el que el escritor terminó paseándose como una fiera a su
alrededor debido a sus insistentes e incómodos cuestionamientos. Gracias por enseñarnos quela buena entrevista, esa que perdura en el tiempo, requiere, antes que de agresividad, de
sagacidad basada en la preparación.
Gracias por enseñarnos que el periodismo, destino o maldición, oficio decadente o no, aún tiene
esperanzas de salir de su letargo, porque todavía hay gente que no se resigna a agacharse y
asentir ante lo que los patrones, los condicionamientos de publicidad y los políticos dicen.
Deliciosamente venenoso, fiscalizador de la realidad que un país como el nuestro requiere,
malévolo a veces, complejo y punzante siempre. Dinamita en un envase compacto, ese es
César Hildebrandt. Gracias.
Arequipa, 30 de setiembre del 2011
Universidad Nacional de San Agustín.