Post on 07-Mar-2016
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¡Por una vida productiva, sana y feliz; libre de transgénicos!
COMPARTIENDO N° 48
Editor: Fernando Alvarado de la Fuente E-mail: bioferdi@hotmail.com
Blog: http://fernandoalvaradodelafuente.blogia.com/ FaceBook: Fernando Alvarado BioFerdi
WEB: www.ideas.org.pe Facebook: http://www.facebook.com/centroideas.peru
Lunes, 28 de octubre 2013
I N D I C E
CENTRO IDEAS, 35 AÑOS DE SERVICIO AL PAÍS (1)/ Alfredo Stecher
EL 16 Y 17 DE FEBRERO INAUGURAMOS ASTRID Y GASTON CASA MOREYRA.
Brasil lanza un gigantezco Plan de Nacional de Producción Orgánica y Agroecología "Brasil Agroecológico "
Agricultura Natural: La Historia de una Huerta
¿Cómo afecta el agua embotellada al medio ambiente?
Chilenos repudian presencia de corporación Monsanto !
El veneno nuestro de cada día. Una epidemia mundial
Ciudadano ecológico: ¿mito o realidad?
La importancia del color en el e-commerce
UBA: m “ á ” z
¿Puede Latinoamérica alimentar al mundo?
CALENDARIO AGROECOLOGICO 2013
NOTICIAS Y EVENTOS DE LA SEMANA
jueves, 24 de octubre de 2013
CENTRO IDEAS, 35 AÑOS DE SERVICIO AL PAÍS (1)/ Alfredo Stecher Como cofundador, ex -y ahora otra vez- directivo de una de las más antiguas ONGs del Perú, el
Centro Ideas, comprometido con la promoción del desarrollo, me permito un auto publicherry.
Quiero visualizar con algunas pinceladas lo que ha significado para nosotros ser ONGD, es decir
organización no gubernamental para el desarrollo, sin fines de lucro, con una rica y polifacética
experiencia similar a la de muchas ONGDs. Nos preciamos de haber estado en varios aspectos y temas entre los pioneros del gran cambio
cultural que ha vivido y sigue viviendo nuestro país, en consonancia e interactuando con
procesos similares a nivel internacional, que pueden resumirse en el concepto de desarrollo
democrático, sostenible y más equitativo. Me referiré a ellos, a título personal, con un cierto
sesgo hacia aquellos con los que he tenido mayor cercanía, con el prisma de la mirada
retrospectiva y enfatizando lo positivo. Cumplimos en noviembre 35 años desde nuestra fundación como Centro de Investigación,
Documentación, Educación, Asesoría y Servicios, por un grupo de seis personas, con motivación
altruista y voluntad de servicio público; tres mujeres y tres hombres, de izquierda, pero no de
una sola posición política – con Luis Ruiz, Teresa Ciudad, Marina Irigoyen, Rosario Bernardini y
Gabriel Carrasco. La idea inicial era canalizar fuentes progresistas internacionales hacia el apoyo
organizativo y luego también técnico a sectores populares en lucha económica. Al inicio
trabajamos principalmente con campesinos sin tierra que ocupaban y trabajaban tierras no
cultivadas de las cooperativas formadas por la Reforma Agraria del Gobierno Militar en las
antiguas haciendas, en Piura y con campesinos aimaras en Puno; también con organizaciones de
pobladores en Ate-Vitarte. El contexto era el gobierno del general Morales Bermúdez, que había
destituido al general Velasco, con la Asamblea Constituyente ya instalada, como parte del
proceso de restauración democrática exigido por los partidos y las movilizaciones populares, con
el que nos identificábamos. Nuestros estatutos y la composición inicial ya indicaban dos rasgos fundamentales permanentes:
normas de funcionamiento democráticas para la institución y proyectadas hacia las
organizaciones sociales, e igualdad de condiciones de la mujer y preocupación por el rol de la
mujer en la vida económica y social. Esto iba acompañado del compromiso por el cambio social,
de carácter no partidista y no confesional, y la autonomía respecto de los partidos políticos en los
que algunos todavía participábamos, válido tanto para la propia institución como para las
organizaciones sociales, y para éstas respecto de la institución. Desechamos expresamente privilegios para los fundadores, limitamos la reelección inmediata en
un cargo a una sola vez y hemos dado a quienes trabajaban en Ideas la posibilidad de
convertirse en asociados. Inicialmente nos veíamos más bien en contraposición al Estado, pero a los pocos años,
comenzamos a colaborar con el Estado, primero a nivel municipal, para ayudar a orientar mejor
su gestión. Muchos de nuestros colaboradores han tenido posteriormente roles destacados y
positivos en diferentes empresas, organizaciones civiles y estatales. Hemos querido prefigurar en nuestro microcosmos aspectos básicos de cómo queremos que
mejoren nuestra sociedad y nuestro Estado, con criterios, tareas y metodologías que el Estado
podría asumir. Claro que también hemos cometido errores, tenido defectos importantes y
pequeños conflictos, pero ha sido invariable nuestro compromiso con altos estándares éticos y
con una progresiva evolución de conceptos y metodologías para aportar mejor al desarrollo del
país. Seguramente hubiéramos debido ser aún más innovadores, más ambiciosos en cuanto al
impacto y más preocupados por la sostenibilidad de nuestras iniciativas y resultados. Nuestra cultura organizacional, de la cual estamos orgullosos, se ha caracterizado por la
valoración de lo que ahora llamamos capital humano y relacional, por relaciones muy
horizontales y amicales, de respeto mutuo, por la búsqueda de consensos y el acatamiento de
decisiones mayoritarias, por el cumplimiento de los compromisos asumidos, por un equilibrio
entre el centro y las regiones así como por el estímulo al surgimiento de liderazgos institucionales
desde las regiones, por transparencia, por el fomento del desarrollo personal y profesional y de la
movilidad interna, por la solidaridad, por ningún tipo de discriminación. Hemos mantenido una
política de evitar excesivos desniveles de ingresos y de tener un ambiente de trabajo positivo,
correspondida con una gran dedicación y compromiso con la institución. Hemos valorado y estimulado las iniciativas personales y el aporte creativo, así como las
discrepancias y críticas alturadas. Hemos recurrido repetidamente a diagnósticos
organizacionales y de personalidad y a talleres para mejorar la dinámica interna. Hemos practicado la equidad de género y hemos tenido y tenemos en nuestro seno mujeres y
hombres feministas y no feministas, pero todos respetuosos de las mujeres y de diferentes
opciones sexuales y contrarios al machismo en sus expresiones más negativas. Siempre hemos
estimulado y apoyado el acceso de mujeres a cargos de dirección en la institución y en las
organizaciones sociales y de promoción. Actualmente son mujeres nuestra presidenta, Luz María
Gallo, proveniente del programa Piura, las responsables de nuestros tres programas de
promoción y de la administración, así como dos de los cinco miembros del Consejo Directivo. Nuestros proyectos han solido estar a cargo de profesionales y técnicos de diferentes
generaciones, con un trabajo interdisciplinario, e incluir la formación de promotores técnicos y
organizacionales así como la formación de dirigentes comunitarios. Posteriormente agregamos el
apoyo a la gestión de autoridades municipales y el fomento de la cooperación entre entidades
populares y municipales y entre municipalidades y con programas del Gobierno central. Muchas
personas de organizaciones populares con las que hemos trabajado han llegado a ejercer de
manera positiva cargos en organizaciones populares y municipalidades. Nos hemos propuesto, con perspectiva nacional, un trabajo de largo aliento en las zonas y
regiones de intervención, conscientes tempranamente de que el apoyo que brindamos debería
tener tanta continuidad como la que necesitan las empresas de sus profesionales o asesorías
económicas y técnicas. Aunque también hemos trabajado en otros lugares, nuestro
enraizamiento se centra en Piura, Cajamarca, Lima metropolitana y Lima región. Hemos procurado sistemáticamente un uso austero, eficiente y transparente de los recursos, con
una administración proba, y hemos tenido regularmente autoevaluaciones, además de las
evaluaciones externas periódicas. Hemos sido una de las primeras ONGs en usar computadores
para una gestión más eficaz, incluso antes que las agencias de cooperación que nos apoyaban. Hemos apostado siempre a la cooperación entre instituciones y a la formación y fortalecimiento
de redes, tanto de promoción como de investigación. Hemos estado entre los fundadores y
primeros directivos de la Asociación Nacional de Centros (ANC) y aportado desde allí al logro de
una normativa legal más o menos adecuada para las ONGs. Y hemos impulsado la realización de
la primera conferencia nacional por la descentralización y el desarrollo, con participación de
personas del Estado, de partidos políticos, de organizaciones sociales y de intelectuales. Hemos contribuido a los esfuerzos de paliar las consecuencias de los dos grandes fenómenos del
Niño, especialmente en Piura, y a los procesos que llevaron a la regionalización del país. Como muchas otras ONGDs y la propia ANC, ofrecimos resistencia a los embates del terrorismo y
uno de nuestros directivos, dirigente popular en Ate-Vitarte y subdirector del Programa Urbano,
Zacarías Magallanes, fue víctima de su insania. Contribuimos a generar mecanismos de toma de
conciencia al respecto y de seguridad entre ONGDs y organizaciones populares. Nuestra
presencia en zonas populares, así como la de otras ONGDs, ha apoyado a las organizaciones
contra el terrorismo y favorecido la pacificación. En un siguiente artículo tocaré algunos de los temas de nuestra intervención. Publicado por ESPACIO COMPARTIDO Etiquetas: Alfredo Stecher
Gaston Acurio en Facebook
EL 16 Y 17 DE FEBRERO INAUGURAMOS ASTRID Y GASTON CASA
MOREYRA.
Han sido largos meses en los que hemos podido hacer la restauración y puesta en valor mas
ambiciosa de una de las casas haciendas mas hermosas y llenas de historia de América del sur.
Una joya de nuestro patrimonio que hoy, gracias al trabajo de arquitectos, historiadores e
investigadores podrá brillar por siempre con la certeza de que tendrá como guardián a uno de los
espacios gastronómicos mas lindos del mundo. Durante dos días, desde los cinco continentes, vendrán los mas renombrados chefs del planeta,
para celebrar juntos el inicio de este nuevo camino. Vendrán también periodistas y personas renombradas en el mundo de la gastronomía, los cuales
ademas de los eventos programados podrán descubrir lima capital gastronómica de América,
visitar Cusco, machu pichu y el amazonas y lograr con ello que retornen a sus países
enamorados del Peru. Gracias al generoso y muy cariñoso apoyo de los vecinos y al aliento del consejo municipal, hoy
podemos decir que en unos pocos meses podremos inaugurar un espacio mágico que esperamos
conquiste los corazones del mundo, mientras contribuye a la puesta en valor del distrito, de Lima
capital gastronómica y del Peru como destino. Con seis millones de dólares de inversión, en unas semanas, terminada la etapa de restauración,
iniciamos la implementación de lo que es sin duda una apuesta muy ambiciosa y llena de retos
por delante. Lo hacemos con la ilusión de estar a la altura de lo que el mundo espera de nuestra cocina, lo
hacemos por nuestra juventud que hoy mas libres que nunca, busca señales de que es posible
soñar en grande, lo hacemos porque es hoy el momento de apostar sin miedo, con honor,
compromiso y creatividad por el futuro del Peru. 20 años después, esta mudanza, para nosotros marca el inicio de un segundo capitulo en este
hermoso y humilde camino que nos ha tocado vivir: El hermoso camino de la cocina peruana. Miles de gracias a todos.
Brasil lanza un gigantezco Plan de Nacional de Producción Orgánica y Agroecología "Brasil Agroecológico "
21/10/13
Brasil
La Presidenta Dilma Rousseff lanzó el Plan para la producción nacional Orgánica y Agroecología -
Agroecología Brasil , cuyo objetivo es coordinar las políticas y acciones para fomentar el cultivo
de alimentos orgánicos con base agroecológica. Inicialmente , hemos invertido EE.UU. R$ 8,8 mil
millones en tres años. La mayoría de los recursos , R $ 7 mil millones, estarán disponibles a
través del Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar ( Pronaf ) y el Plan
Agrícola y Ganadero .
Los fondos restantes se aplicarán a los programas específicos, tales como la formación y
promoción de la asistencia técnica y extensión rural, el desarrollo de innovaciones tecnológicas y
su asignación a los productores , así como un mayor acceso a los mercados institucionales a
través del Programa de Adquisición de Alimentos ( PAA ) y la Alimentación Nacional Escolar
(PNAE ) .
"Vamos a fomentar la producción orgánica de los agricultores familiares, el aumento de sus
ingresos y el aumento de la oferta de alimentos saludables en la mesa de los brasileños. Los
pequeños agricultores, asentados en la reforma agraria y las comunidades tradicionales, tienen
acceso a créditos subsidiados Pronaf Capacitación, extensión y ampliación del acceso a los
mercados ", escribió Rousseff en su cuenta de Twitter.
También se firmó acuerdo de cooperación que se establece el Programa Ecoforte, que tiene como
objetivo mejorar las acciones de Brasil Agroecología, el apoyo a la producción y transformación
de los productos por las cooperativas, las redes y los grupos de la agroecología y la ampliación
del acceso a los mercados convencionales, y la alternativa institucional para ampliar los ingresos
de los productores.
El Ecoforte incluirá R$175 millones, de los cuales R$ 100 millones provendrán del Banco Nacional
de Desenvolvimiento Económico y Social ( BNDES) , R$ 50 millones de otros socios y R$ 25
millones por un acuerdo entre BNDES y la Compañía Nacional de Abastecimiento ( Conab . ) El
Banco de Brasil también proporcionará R $ 150 millones en líneas de crédito , con el
acompañamiento de cada cooperativa seleccionada . Ecoportal.net
Agencia Brasil
http://agenciabrasil.ebc.com.br
Fuente: http://www.ecoportal.net/Eco-
Noticias/Brasil_lanza_un_gigantezco_Plan_de_Nacional_de_Produccion_Organica_y_Agroecologia
_Brasil_Agroecologico
Agricultura Natural: La Historia de una Huerta
¿Sabes algo sobre la agricultura natural?
Agricultura Natural: La Historia de una Huerta
www.youtube.com
Hermoso corto documental sobre los fundamentos de agricultura natural de Masanobu Fukuoka,
puestos en práctica en una pequeña granja de Preston Hollow, NY..
http://www.youtube.com/watch?v=CwvclsL_lCI&feature=c4-
overview&list=UUDrsTSkHhw_dAeaxK_i0OAg
¿Cómo afecta el agua embotellada al medio ambiente? Lunes, 21 de octubre del 2013
Investigadores afirman que la publicidad nos hace creer que es más pura y saludable que la del
grifo. ¿Cuáles son los mitos al respecto?
El mito de que el agua embotellada es más saludable y más ecológica por reciclar sus envases es
cuestionado por varios investigadores, que acusan a las multinacionales de acallar los daños
medioambientales que se derivan de las botellas de plástico. El 75% de las botellas usadas se vierte en vertederos, ríos y lagos, ensuciando el medio
ambiente, mientras que solamente el 25% termina reciclándose, indica Emily Wurth, miembro de
la ONG Vigilancia de alimentos y agua. No obstante, el círculo vicioso de la contaminación arranca aún más allá, en la etapa de la
producción de este tipo de agua. “El Instituto Pacífico descubrió que la industria de agua en botellas utiliza anualmente de 32 a
54 millones de barriles de petróleo, lo que equivale al consumo de combustible de entre uno a
dos millones de coches al año’‘, señala Wurth. Pese a ello, el consumo de nuevas marcas de agua en botellas sigue creciendo cada año a causa
de las estrategias agresivas de marketing que lanzan las multinacionales. “Las personas son como niños, los productores diseñan la botellas de una manera agradable
para que nos guste tenerla en las manos, muestran gente bella, cascadas espectaculares y
hablan sobre buena influencia en nuestra salud”, subraya Irena Salina, directora del documental
‘‘Flujo: Por el amor al agua’. Los investigadores indican que la publicidad nos hace creer que el agua embotellada es más pura
y saludable que la del grifo. “Durante las últimas tres décadas las compañías de la industria de agua embotellada como
‘Coca-Cola’, ‘Pepsi’, ‘Nestle’ han intentado a convencer a la población de EE.UU. de que el único
lugar donde se puede conseguir agua limpia y segura es en una botella. Y sabemos que no es
verdad”, concluye Erin Diaz, experto sobre responsabilidad social corporativa. (Fuente: RT en
español )
No Existe Consenso Científico Sobre la Seguridad de los OGMs
Muchas gracias Ignacia:
Excelente traducción de una sólida respuesta de científicos independientes a la industria OGM.
Saludos
Rodrigo Lampasona
Campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile
http://www.yonoquierotransgenicos.cl/
Exige Vivir Sano
http://exigevivirsano.wordpress.com/
Enviado desde mi iPhone
(se omiten acentos)
El 21-10-2013, a las 20:41, Ignacia Guzmán Zuloaga <ignaciaguzman@gmail.com> escribió:
http://www.yonoquierotransgenicos.cl/2013/10/no-existe-consenso-cientifico-sobre-la-
seguridad-de-los-ogms/
por Ignacia | publicado: 21 octubre, 2013
science-microscopoe
Científicos publican declaración diciendo que el público está siendo engañado.
Comunicado de prensa, Earth Open Source, Lunes 21 Octubre 2013
Contacto claire.robinson@earthopensource.org / +44 (0)752 753 6923
No existe consenso científico sobre que los alimentos y cosechas genéticamente manipuladas son
seguras, de acuerdo a una declaración publicada hoy por un grupo internacional de más de 85
científicos, académicos y médicos.
La declaración viene en respuesta a las recientes declaraciones de la industria GM y algunos
científicos y comentadores de que hay un “consenso científico” que las cosechas y alimentos GM
son seguras para la salud humana y animal, y al ambiente. La declaración llama a dichas
declaraciones “engañosas” y estipula, “el declarado consenso sobre la seguridad de los OGMs no
existe.”
Comentando sobre la declaración, uno de los signatarios, el Profesor Brian Wynne, director
asociado e investigador co- principal del período 2002- 2012 del UK ESRC Centre for the
Economic and Social Aspects of Genomics, Cesagen, Lancaster University, dijo: “No existe
consenso entre los investigadores científicos sobre la seguridad a la salud o el ambiente de las
cosechas y alimentos GM, y es engañoso e irresponsable que cualquiera declare que lo hay.
Muchas destacadas interrogantes permanecen abiertas, mientras más están siendo descubiertas
y reportadas por científicos independientes en la literatura científica internacional. De hecho,
algunas preguntas de interés público claves que son reveladas por dichas investigaciones han
sido desestimadas por años por el gran desbalance en términos de financiamiento de
investigaciones, en contra de investigaciones exhaustivas de bioseguridad y a favor de la
promoción comercial- científica de esta tecnología.”
Otro signatario, el Profesor C. Vyvyan Howard, toxicopatólogo médicamente calificado de la
University of Ulster, dijo: “Un número sustancial de estudios sugieren que las cosechas y
alimentos GM pueden ser tóxicos o alergénicos, y que pueden tener impactos adversos en
organismo beneficiosos o no- objetivos. Se declara con frecuencia que millones de americanos
ingieren alimentos OGM sin efectos adversos. Pero como en USA no hay etiquetado de alimentos
OGM y carece de estudios epidemiológicos, no hay forma de saber si las crecientes tasas de
enfermedades crónicas vistas en dicho país tienen o no algo que ver con el consumo de los
alimentos OGM. Por lo tanto, esta declaración carece de base científica.”
Un tercer signatario, Andy Stirling, profesor de políticas de ciencia y tecnología de la Sussex
University y miembro del GM Science Review Panel del gobierno de UK, dijo: “La razón principal
de que algunas multinacionales prefieran tecnologías GM por sobre las muchas alternativas es
que la GM ofrece formas más lucrativas de controlar la propiedad intelectual y la cadena global
de suministros. Para dejar de lado la discusión abierta sobre estos temas, los intereses
relacionados están ahora tratando de negar las muchas incertidumbres y suprimir la diversidad
científica. Esto socava el debate democrático – y a la ciencia misma.”
La declaración de los científicos fue publicada por la European Network of Scientists for Social
and Environmental Responsibility una semana después de que el World Food Prize fuera otorgado
a empleados de los gigantes de semillas GM, Monsanto y Syngenta; y que el secretario
ambiental de UK, Owen Paterson estigmatizara a los opositores de los alimentos GM como
“perversos”.
Los signatarios de la declaración incluyen prominentes y respetados científicos, incluyendo al Dr.
Hans Herren, un previo ganador del World Food Prize y laureado con el Premio Nobel Alternativo,
y Dr. Pushpa Bhargava, conocido como el padre de la biotecnología moderna en India.
Claire Robinson, directora de investigación de Earth Open Source, comentó, “La declaración
conjunta y los comentarios de científicos senior y académicos deja claro que aquellos que
declaran que hay un consenso científico sobre la seguridad de los OGMs están en realidad
comprometidos en una oferta partidista para callar el debate.
“Tenemos que preguntar por qué esta gente está tan desesperada en prevenir más exploración
sobre un tema que es de una inmensa importancia para el futuro de nuestros alimentos y la
agricultura. Realmente no necesitamos menos, si no que más debate público sobre los impactos
de esta tecnología, particularmente dadas las efectivas alternativas que han sido comprobadas,
que están siendo puestas a un lado en el apuro por promover los OGMs.”
http://earthopensource.org/index.php/news/150
10/21/13
Declaración: No existe consenso científico sobre la seguridad de los OGMs
Como científicos, médicos, académicos y expertos en disciplinas relevantes a los aspectos
científicos, legales, sociales y de evaluaciones de seguridad de organismos genéticamente
manipulados (OGMs), [1] rechazamos tajantemente las declaraciones hechas por los
desarrolladores de semillas GM y algunos científicos, comentadores y periodistas de que hay un
“consenso científico” sobre la seguridad de los OGMs[2] [3] [4] y que el debate sobre este tema
está “cerrado”.[5]
Nos sentimos obligados a abordar esta declaración, ya que el declarado consenso sobre la
seguridad de los OGMs no existe. La declaración de que sí existe es engañosa y tergiversa la
evidencia científica disponible actualmente y la amplia diversidad de opiniones entre científicos
sobre esta materia. Más aun, la declaración alienta un clima de complacencia que podría llevar a
una falta de rigor científico regulatorio y la precaución apropiada, potencialmente arriesgando la
salud de humanos, animales y el ambiente.
La ciencia y la sociedad no proceden sobre las bases de un consenso construido, ya que el
conocimiento actual está siempre abierto a desafíos bien fundados y al desacuerdo. Ratificamos
la necesidad de más investigación científica independiente y a la discusión del público informado
sobre la seguridad de los productos OGM y urgimos a que los defensores de los OGMs hagan lo
mismo.
Algunas de nuestras objeciones sobre la declaración del consenso científico están listadas más
abajo.
1. No existe consenso sobre la seguridad de los alimentos GM
Respecto a la seguridad de las cosechas y alimentos OGM para la salud humana y animal, una
revisión comprensiva de estudios de alimento animal de cosechas GM encontró “Un equilibrio en
el número [de] grupos de investigación sugiriendo, sobre la base de sus estudios, que un número
de variedades de productos GM (principalmente maíz y soya) son tan seguros y nutritivos como
la respectiva planta no- GM convencional, y aquellos que elevan serias preocupaciones”. La
revisión también encontró que la mayoría de los estudios que concluían que los alimentos GM
eran tan seguros y nutritivos como aquellos obtenidos por crianza convencional eran “llevados a
cabo por corporaciones de biotech o asociadas, las cuales también son responsables [de]
comercializar estas plantas GM”.[6]
Una revisión separada sobre estudios de alimento animal que es frecuentemente citada como
prueba de que los alimentos GM son seguros incluyó estudios que encontraron diferencias
significativas en los animales alimentados con OGMs. Mientras que los autores de la revisión
desecharon estos descubrimientos como carentes de significado biológico,[7] la interpretación de
estas diferencias es sujeto de debate científico continuo[8] [9] [10] [11] y no existe consenso
sobre el tema.
Estudios rigurosos que investigan la seguridad de alimentos y cosechas OGM normalmente
involucrarían estudios de alimento animal en los cuales un grupo de animales es alimentado con
alimento GM y otro grupo es alimentado con una dieta equivalente no- GM. Estudios
independientes de este tipo son poco comunes, pero cuando sí se han hecho, algunos han
revelado efectos tóxicos o signos de toxicidad en animales alimentados con alimento GM.[12] [13]
[14] [15] [16] [17] Las preocupaciones que nacen de estos estudios no han sido seguidas por
investigaciones focalizadas que pudieran confirmar o refutar los descubrimientos iniciales.
La falta de consenso científico sobre la seguridad de alimentos y cosechas GM es destacada por
los recientes llamados a la investigación por parte de la Unión Europea y el gobierno francés
para que se investiguen los impactos a la salud a largo plazo del consumo de alimentos GM a la
luz de incertidumbres nacidas a partir de estudios de consumo animal.[18] [19] Estos llamados
oficiales presuponen el reconocimiento de la insuficiencia de protocolos existentes de
investigación científica relevante. Ponen en duda la declaración que la investigación existente
puede ser declarada concluyente y pone fin al debate científico sobre la bioseguridad.
2. No hay estudios epidemiológicos que investiguen los efectos potenciales en la salud humana
del consumo de alimentos GM
Se declara con frecuencia que “trillones de dosis de alimentos GM” han sido consumidos en USA
sin efectos adversos. Sin embargo, no hay estudios epidemiológicos en poblaciones humanas
para establecer si existen efectos a la salud asociados con el consumo de alimentos GM. Ya que
no existe el etiquetado de alimentos GM en USA, principal productor y consumidor de alimentos
GM, es científicamente imposible rastrear, y por lo tanto estudiar, patrones de consumo y sus
impactos. Por lo tanto, las declaraciones de que los alimentos GM son seguros para la salud
humana basadas en la experiencia de poblaciones en Norte América carecen de toda base
científica.
3. Declaraciones que científicos y cuerpos gubernamentales apoyan la seguridad de los OGMs son
exagerados o inexactos
Las declaraciones que hay un consenso en los cuerpos científicos y gubernamentales sobre la
seguridad de los alimentos GM, o que no son más riesgosos que los alimentos no- GM,[20] [21]
son falsas.
Por ejemplo, un panel de expertos de la Royal Society of Canada emitió un informe altamente
crítico del sistema regulatorio para las cosechas y alimentos GM en dicho país. El informe
declaraba que es “científicamente injustificado” presumir que los alimentos GM son seguros sin
pruebas científicas rigurosas, y que la “predicción por defecto” para cada alimento GM debiera
ser que la introducción de un nuevo gen causará “cambios inesperados” en la expresión de otros
genes, el patrón de proteínas producidas y/o actividades metabólicas. Posibles resultados de
estos cambios identificados en el informe incluyen la presencia de nuevos o inesperados
alergénicos.[22]
Un informe de la British Medical Association concluyó que con respecto a los efectos de largo
plazo de los alimentos GM sobre la salud humana y el ambiente, “quedan muchas preguntas sin
respuesta” y que “las preocupaciones sobre seguridad no pueden, por ahora, ser completamente
desestimadas sobre la base de información disponible actualmente”. El informe llama a más
investigación, especialmente sobre los potenciales impactos a la salud humana y al ambiente.[23]
Más aun, las posiciones tomadas por otras organizaciones han sido con frecuencia altamente
calificadas, reconociendo lagunas en los datos y riesgos potenciales, así como el potencial
beneficio de la tecnología GM. Por ejemplo, una declaración de la American Medical Association’s
Council on Science and Public Health reconoció “un pequeño potencial de eventos adversos …
debido principalmente a la transferencia horizontal de genes, alergenicidad y toxicidad” y
recomendó que el procedimiento de notificación voluntaria actual que es practicado por USA
antes de liberar las cosechas GM al mercado, sea obligatorio.[24] Debe ser notado que incluso un
“potencial pequeño de eventos adversos” pueden ser significativos, dada la amplia exposición de
poblaciones humanas y animales a las cosechas GM.
Una declaración de la Junta Directiva de la American Association for the Advancement of Science
(AAAS) afirmando que la seguridad de las cosechas GM y el oponerse al etiquetado[25] no
pueden ser asumidos como que representa la visión de los miembros de la AAAS como un todo y
fue desafiada en una carta abierta de un grupo de 21 científicos, incluyendo a miembros de
amplia trayectoria de la AAAS.[26] Este episodio destaca la falta de consenso entre los científicos
respecto a la seguridad de los OGMs.
4. El proyecto de investigación de la UE no provee evidencia confiable sobre la seguridad de los
alimentos OGMs
Un proyecto de investigación de la UE[27] ha sido citado internacionalmente como evidencia de
la seguridad de las cosechas y alimentos GM. Sin embargo, el informe basado en este proyecto,
“A Decade of EU-Funded GMO Research”, no presenta datos, de estudios a largo plazo en
alimentación animal que pudieran proveer dicha evidencia.
De hecho, el proyecto no fue diseñado para testear la seguridad de ningún alimento GM, si no
que se enfoca en “el desarrollo de los enfoques de evaluación de seguridad”.[28] Solo cinco de
los estudios de alimentación animal publicados están referenciados en la sección SAFOTEST del
informe, la cual está dedicada a la seguridad de los alimentos GM.[29] Ninguno de estos estudios
testearon un alimento GM comercializado; ninguno testeó los alimentos GM para efectos de largo
plazo más allá del período sub—crónico de 90 días; todos encontraron diferencias en los animales
alimentados con GM, los cuales en algunos casos eran estadísticamente significativos; y ninguno
concluyó sobre la seguridad de los alimentos GM testeados, sin hablar de la seguridad de los
alimentos GM en general. Por lo tanto, el proyecto de investigación de la UE no provee evidencia
alguna de las radicales afirmaciones sobre la seguridad de siquiera un solo alimento GM o
cosechas GM en general.
5. Una lista de varios cientos de estudios no muestran la seguridad de alimentos GM
Una declaración frecuentemente citada publicada en una página de internet, que declara que
varios cientos de estudios “documentan la seguridad general y salubridad nutricional de alimento
humano y animal GM”[30] es engañosa. La examinación de estos estudios listados revela que
muchos no proveen evidencias sobre la seguridad de alimentos GM, de hecho, algunos proveen
evidencia de falta de seguridad. Por ejemplo:
•Muchos de los estudios no son estudios toxicológicos de alimento animal del tipo que pudiera
proveer información útil sobre los efectos a la salud del consumo de alimentos GM. La lista
incluye estudios de producción animal que examinan parámetros de interés a la industria de
alimentos y agrícola, tales como producción de lácteos y aumento de peso;[31] [32] los estudios
sobre los efectos ambientales de cosechas GM; y estudios analíticos de la composición o
cosmética genética de la cosecha.
•Entre los estudios de alimento animal y revisiones de dichos estudios en la lista, un número
sustancial encontró efectos tóxicos y signos de toxicidad en animales alimentados con alimento
GM comparados con sujetos de control.[33] [34] [35] [36] [37] [38] Preocupaciones planteadas
por estos estudios no han sido satisfactoriamente abordadas y la declaración que el cuerpo de
investigación muestra un consenso sobre la seguridad de cosechas y alimentos GM es falsa e
irresponsable.
•Muchos de los estudios fueron conducidos por períodos cortos de tiempo comparados con la
expectativa de vida total del animal y no pueden detectar efectos a la salud a largo plazo.[39]
[40]
Concluimos que estos estudios, tomados como un todo, son tergiversados en la página de
internet ya que no “documentan la seguridad general y la salubridad nutritiva de los alimentos
GM humano y animal”. Más bien, algunos de los estudios otorgan serias causas de preocupación
y deben ser seguidos por investigaciones más detalladas por un período de tiempo prolongado.
6. No existe consenso de los riesgos ambientales de las cosechas GM
Los riesgos ambientales representados por las cosechas GM incluyen los efectos de las cosechas
insecticidas Bt sobre organismos no objetivos y efectos del herbicida usado en tándem con las
cosechas GM tolerantes a herbicidas.
Igual que con la seguridad de alimentos GM, no existe consenso científico respecto a los riesgos
ambientales de las cosechas GM. Una revisión de métodos de evaluación de riesgos ambientales
para las cosechas GM identificaron deficiencias en los procedimientos usados y no encontraron
“un consenso” global sobre las metodologías que debieran ser aplicadas, mucho menos sobre los
procedimientos de ensayos estandarizados.[41]
Algunas revisiones de los datos publicados sobre las cosechas Bt han encontrado que pueden
tener efectos adversos en organismos no objetivos y beneficiosos[42] [43] [44] [45] – efectos
que son ampliamente desechados en las evaluaciones regulatorias y por algunos comentaristas
científicos. La resistencia a la toxina Bt ha emergido en plagas objetivas,[46] y problemas con
plagas secundarias (no objetivas) han sido notadas, por ejemplo, en el algodón Bt en China.[47]
[48]
Las cosechas GM tolerantes a herbicidas han probado ser igualmente controversiales. Algunas
revisiones y estudios individuales las han asociado a un incremento en el uso de herbicidas,[49]
[50] la rápida dispersión de malezas resistentes a herbicidas,[51] y efectos adversos a la salud
en poblaciones humanas y animales expuestas al Roundup, el herbicida utilizado en la mayoría
de las cosechas GM.[52] [53] [54]
Al igual que con la seguridad de alimentos GM, el desacuerdo entre científicos sobre los riesgos
ambientales de cosechas GM puede ser correlacionado con las fuentes de financiamiento. Una
inspección revisada por sus pares sobre la visión de 62 científicos sobre los riesgos ambientales
de las cosechas GM encontró que el financiamiento y entrenamiento disciplinario tenían un
significativo efecto sobre las actitudes. Los científicos con financiamiento de la industria y/o
aquellos entrenados en biología molecular eran propensos a poseer una actitud positiva respecto
a las cosechas GM y al momento de declarar que no representan riesgos únicos, mientras que los
científicos financiados por entidades públicas que trabajan de manera independiente de las
compañías que desarrollan cosechas GM y/o aquellos entrenados en ecología eran más propensos
a declarar una actitud “negativa moderada” sobre la seguridad de las cosechas GM y enfatizaban
la incertidumbre y la ignorancia involucradas. Los autores de la revisión concluyeron, “Los fuertes
efectos de entrenamiento y financiamiento pueden justificar ciertos cambios institucionales
respecto a cómo organizamos la ciencia y cómo tomamos decisiones públicas cuando se deben
evaluar tecnologías nuevas.”[55]
7. Acuerdos internacionales muestran amplio reconocimiento de los riesgos representados por
cosechas y alimentos GM
El Protocolo de Bioseguridad de Cartagena fue negociado a lo largo de muchos años e
implementado en 2003. El Protocolo de Cartagena es un acuerdo internacional ratificado por 166
gobiernos alrededor del mundo que busca proteger la diversidad biológica de los riesgos que
plantea la tecnología GM. Encarna el Principio de Precaución, el cual permite a los estados
signatarios tomar medidas precautorias para protegerse a sí mismos de las amenazas del daño
de las cosechas y alimentos GM, incluso ante la falta de certeza científica.[56]
Otro cuerpo internacional, el Codex Alimentarius de la ONU, trabajó con expertos científicos por
siete años para desarrollar guías internacionales para la tasación de cosechas y alimentos GM,
debido a las preocupaciones sobre los riesgos que plantean. Estas guías fueron adoptadas por la
Codex Alimentarius Commission, la cual más de 160 naciones son miembro, incluyendo
productores principales de cosechas GM como USA.[57]
El Protocolo de Cartagena y el Codex comparten un enfoque precautorio sobre cosechas y
alimentos GM, en ellos se acuerda que la ingeniería genética difiere de la crianza convencional y
que las evaluaciones de seguridad deben ser requeridas antes de que los organismos GM sean
usados en alimentos o liberados al ambiente.
Estos acuerdos nunca hubieran sido negociados, ni los procesos de implementación que elaboran
cómo dichas evaluaciones de seguridad hubieran sido conducidos, sin el amplio reconocimiento
internacional de los riesgos que pueden plantear las cosechas y alimentos GM y el estado no
resuelto sobre el entendimiento científico existente.
Las preocupaciones sobre los riesgos están bien fundadas, y han sido demostradas por estudios
en algunas cosechas y alimentos GM que han mostrado efectos adversos en la salud animal y
organismos no objetivos, indicados más arriba. Muchos de estos estudios han, de hecho,
alimentado las negociaciones y/o procesos de implementación del Protocolo de Cartagena y el
Codex. Apoyamos la aplicación del Principio de Precaución con respecto a la liberación y
movimiento transfronterizo de alimentos y cosechas GM.
Conclusión
En el ámbito de aplicación de este documento, podemos destacar solo unos cuantos ejemplos
para ilustrar que la totalidad de investigación científica en el campo de la seguridad de los
cultivos GM es matizada, compleja, a menudo contradictoria o poco concluyente, confundida por
las opciones, supuestos y fuentes de financiamiento de los investigadores, y, en general, ha dado
pie a más preguntas de las que ha respondido hasta el momento.
Si se continúa y se expande la introducción de alimentos y cosechas GM en la cadena de
suministro de alimentos humana y animal, y si los riesgos identificados son aceptables o no, son
decisiones que involucran consideraciones socioeconómicas más allá del alcance de un debate
científico estrecho y las agendas no resueltas de investigación de bioseguridad. Estas decisiones,
por lo tanto, deben involucrar a la sociedad más amplia. Debieran, sin embargo, ser apoyadas
por fuerte evidencia científica sobre la seguridad a largo plazo de las cosechas y alimentos GM
para la salud humana y animal y el ambiente, obtenidas de manera honesta, ética, rigurosa,
independiente, transparente y lo suficientemente diversificada como para compensar el sesgo.
Las decisiones en el futuro de nuestra comida y agricultura no debieran ser basadas en
declaraciones engañosas y tergiversadas de que existe un “consenso científico” respecto a la
seguridad de los OGMs
El documento ha sido firmado por 92 personas hasta el momento.
El documento está ahora abierto a más firmas y todo aquel que esté de acuerdo con lo descrito
está invitado a firmar la declaración en:
www.ensser.org
[1] In the US, the term “genetically engineered” is often used in place of “genetically modified”.
We have used “genetically modified” because this is the terminology consistently used by many
authorities internationally, including the Food and Agriculture Organization of the United Nations;
the World Health Organization; Codex Alimentarius; European and Indian legislation; peer-
reviewed studies by industry and independent scientists; and the international media. It is also
consistent with the Cartagena Protocol’s term “living modified organism”.
[2] Frewin, G. (2013). The new “is GM food safe?” meme. Axis Mundi, 18
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[12] Domingo, J. L. and J. G. Bordonaba (2011). Ibid.
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http://ensser.org/increasing-public-information/no-scientific-consensus-on-gmo-safety/
Chilenos repudian presencia de corporación Monsanto !
Estimad@s: Muy contento al saber que en todo Chile se movilizan contra Monsanto y sus representantes. Ver video: http://youtu.be/Ud8v49awNAY La ciudad chilena de Pucón ha albergado bajo un total hermetismo, el encuentro de la
corporación estadounidense, Monsanto. A pesar de dicho carácter, este evento ha llegado al
conocimiento de las organizaciones ambientalistas y sociales, las que rechazan a este tipo de
empresas por considerarlas peligrosas para la salud humana. Las comunidades de Pucón, Villarrica y Curarrehue, han manifestado su absoluto rechazo ante la
polémica reunión realizada aquí, en la zona lacustre de la Araucanía, por la empresa
transnacional, Monsanto. Las organizaciones sociales y ambientalistas chilenas han declarado "persona non grata" a la
corporación estadounidense, Monsanto, y a los cerca de 90 ejecutivos que han asistido a su
encuentro corporativo en Pucón. Monsanto pretende ampliar su monopolio de semillas
transgénicas. El pueblo mapuche es uno de los más afectados. En esta funa o manifestación, las organizaciones recibieron apoyo del Gobierno local. Esta situación transgrede las normas ancestrales y culturales del trabajo campesino chileno. Monsanto ha prohibido la entrada a cualquier medio de comunicación a este evento, sin embargo,
son cada vez más las organizaciones sociales que muestran su rechazo a este tipo de
corporaciones , las que son acusadas de fomentar la imposición de alimentos transgénicos a
países como Chile, factor que resulta ser nocivo para la salud humana. Saludos Rodrigo Lampasona Campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile http://www.yonoquierotransgenicos.cl/ Exige Vivir Sano http://exigevivirsano.wordpress.com/
El veneno nuestro de cada día. Una epidemia mundial 21/10/13 Por Paco Puche
Desde hace medio siglo se han lanzado al medio ambiente unas 100.000 moléculas de síntesis,
potencialmente tóxicas[1], que invaden nuestros platos. “¿Existe relación entre la exposición a
estas sustancias químicas y la progresión espectacular de los cánceres, las enfermedades
neurodegenerativas, los problemas de fertilidad, la diabetes o la obesidad que se constata en los
países ´desarrollados´, hasta el punto de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) habla
de ´epidemia´?”[2].
A partir de esta pregunta (que se puede desde ahora mismo contestar positivamente: sí, existe
relación estrecha) cuando invoquemos “el pan nuestro de cada día” habrá que añadir “ecológico”,
sin venenos.
No podría vivir en paz si guardara silencio
Rachel Carson[3]
Pesticidas
Con este nombre designamos venenos químicos que sirven para matar. Su propia etimología lo
expresa con toda claridad: “pesti” procede del latín pestis que designa plagas o enfermedades
contagiosas, y “cida”, procedente igualmente del latín caedere, significa matar. Por tener esta
denominación tan expresiva los fabricantes nos lo han hecho denominar como productos
fitosanitarios, y su aplicación en el terreno, comúnmente, se designa con los términos médicos de
“curar” y “tratar”.
Aunque en forma de compuestos minerales o plantas, los pesticidas se han utilizado desde la
Antigüedad, pero es en la Primera Guerra Mundial cuando se ponen las bases de su producción
masiva, que está ligada en muchos casos a la guerra química cuya paternidad corresponde al
alemán Fritz Haber (1868-1934). Este investigador descubrió la fijación de nitrógeno atmosférico,
base para la fabricación de abonos nitrogenados pero también para la obtención de explosivos. A
la vez desarrolló el gas de cloro, usado como arma en la Gran Guerra, y a partir de ahí el fosgeno
que sigue siendo muy usado en la industria de los pesticidas (es uno de los componentes del
sevín, el insecticida que fue el origen de la catástrofe de Bhopal en 1984, en la que murieron
20.000 personas y quedaron heridas medio millón). Estos trabajos de Haber sobre los gases
clorados abrieron el camino hacia la producción industrial de insecticidas de síntesis, la familia de
los organoclorados, de los cuales el más célebre es el DDT -diclodifeniltricloroetano.
Unas historias de prohibiciones tardías
El DDT fue utilizado por primera vez en 1943 como insecticida y fue casi prohibido en 2001[4].
En esos 60 años se arrojaron cerca de dos millones de toneladas por todas partes: en campos,
ciudades y hogares. La primera gran denuncia sobre sus efectos fue la realizada por Rachel
Carson en 1962 que muestra que “el mito de su inocuidad se basa el hecho de que en tiempo de
guerra se usó en miles de combatientes para luchar contra los piojos”, y en que tiene muy poca
toxicidad aguda en mamíferos. Pero sus efectos a largo plazo son terribles: “actúa como
perturbador endocrino, induce cánceres, malformaciones congénitas y problemas de
fertilidad…”[5]. Y es que, como confirma el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA) en 2005, “las características de estos químicos (DDT, y otros once plaguicidas y
contaminantes industriales más) es que son altamente tóxicos; son estables y persistentes y
tienen una duración de décadas antes de degradarse; se evaporan y se desplazan a largas
distancias a través del aire y el agua, y se acumulan en el tejido adiposo de los seres humanos y
las especies silvestres”. A su descubridor le dieron el premio Nobel.
Esta proliferación de DDT en el mundo hace que, dadas sus características, aún persita en
muchos seres vivos con el consiguiente daño. En EEUU, el Centro para el Control de
Enfermedades (CDC), en un informe de 2009, relataba que había hecho pruebas a 2.400
voluntarios sobre la presencia en orina y sangre de 212 moléculas químicas y se habían
encontrado todas en casi todos los testados. El bisfenol A figuraba a la cabeza pero había restos
de muchos pesticidas entre ellos el DDT, ya prohibido en ese país desde 1973.
Otro caso es el del lindano, un insecticida que se empezó a utilizar en 1938 y se prohibió en
Europa en 2006, 68 años de uso mezclado con los alimentos, con características parecidas al
DDT-tóxico, persistente, etc.
En cuanto a la situación en Europa, la Autoridad de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha llevado a
cabo una revisión para restringir o prohibir la utilización de sustancias cuando son susceptibles de
constituir un grave riesgo para la salud o el ambiente, y de unas mil sustancias activas
autorizadas en 1990 se ha pasado en la actualidad a solo trescientas. Aún son muchas.
La OMS, en 1990, nos advirtió que cada año mueren 220.000 personas en el mundo a
consecuencia de la intoxicación aguda de pesticidas, entre uno y dos millones de
envenenamientos involuntarios con ocasión de de la pulverización de los mismos y otros dos
millones de intentos de suicidios. Asimismo, quinientos millones, principalmente campesinos u
obreros del campo, son víctimas de intoxicaciones “menos graves”[6]
¿Por qué se ha tardado tanto en detectar la toxicidad de estos y otros biocidas?
Las multinacionales de la industria mandan
Para ponernos en sazón, adelantamos el poder de las corporaciones en este capítulo. Solo seis
empresas (Syngenta, Bayer, BASF, Dow, Monsanto y DuPont) tienen el control del 60% del
mercado de semillas, del 76% del de insumos agrícolas –pesticidas y abonos- y del 100% de
transgénicos. En cuanto a la industria de procesamiento de alimentos y bebidas, 10 empresas
transnacionales controlan el 26% del mercado global de comestibles, entre los primeros lugares
se encuentra Nestlé, KraftFoods y PepsiCo. No es extraño que tengan de entrada un enorme
poder.
Pero hay algo más. Se trata de los mecanismos por el que las Agencias públicas de evaluación de
alimentos de distintos países (AESAN., FDA, EFSA, etc.) proceden a autorizar un producto. La
carga de la prueba recae sobre los usuarios. Hay que demostrar que un producto determinado es
dañino para la salud o para el ambiente, y eso solo se puede hacer contando muertos, a
posteriori. Tampoco las entidades públicas evaluadoras lo hacen, no tienen medios, luego se han
de fiar a priori con los resultados toxicológicos y las pruebas de campo[7] que les facilitan las
empresas cuando piden la autorización para lanzar un producto al mercado. O sea, que son las
industrias las que suministran los estudios en los que se tienen que basar los evaluadores
públicos para dar o no su autorización al producto presentado para tal fin. Y parte de los
contenidos que facilitan estas empresas son secretos, están acogidos a una cláusula de
confidencialidad, solo los conocen una veintena de expertos que son los que deciden. Estos
informes, por tanto, no son públicos y su calidad no puede ser verificada por nadie externo al
proceso. Nuestra salud en manos de la industria a la que se le supone que está más interesada
por la salud de los consumidores que por su cuenta de resultados, es decir la presunción de
inocencia mientras no demostremos los consumidores lo contrario.
Pero no solo eso, la penetración de la industria entre los investigadores y la universidad es
alarmante. Un trabajo publicado en la prestigiosa revista Journal of the American Medical
Association, en 2003, muestra que los estudios publicados en Internet por Medline (una buena
base de datos) entre 1980 y 2002 demostró que “aproximadamente una cuarta parte de los
investigadores[8] tienen una relación con la industria y dos terceras parte de las instituciones
universitarias tienen participaciones en las empresas nacientes que financian la investigación en
las mismas universidades”.
James Huff que fue directivo de una entidad muy prestigiosa, la Agencia Internacional de
Investigación del Cáncer (IARC) dependiente de la OMS, encargada de clasificar las sustancia
cancerígenas por su grado de toxicidad, declaraba en 2010: “examiné la composición de los
grupos de expertos que redactaron las monografías (sobre las sustancias cancerígenas) desde
1995 a 2002 y el resultado fue que la influencia de la industria era ampliamente dominante”[9].
Aún así, el hecho de que una sustancia sea clasificada como cancerígena de tipo I (máxima
seguridad de toxicidad en humanos) no significa que las Agencias de alimentación de los países
la prohíban automáticamente, lo que ocurre es que es sometida a una fuerte presión en ese
sentido.
Pesticidas y cánceres
Los trabajos de Séralini[10] y su equipo, publicados en 2012, han puesto en la picota al famoso
Roudup que es el pesticida más utilizado en la actualidad y que, especialmente, se aplica al maíz
transgénico resistente a este herbicida. Según este trabajo: “por primera vez en el mundo, un
transgénico y un plaguicida han sido estudiados por su impacto en la salud a más largo plazo de
lo que habían hecho hasta ahora las agencias de salud, los gobiernos y la industria. Los
resultados son alarmantes”, declaraba el investigador a la Agencia France Press.
Como los agricultores están más cerca de los pesticidas que el resto de la población, es
interesante saber qué pasa con ellos en relación al cáncer. Un resultado significativo de un
metanálisis[11] de 1992, que recoge los resultados de 28 estudios epidemiológicos, revela que
en general los agricultores mueren menos de cáncer y de enfermedades cardiovasculares que la
población general, lo que muestra que esa vida al aire libre y físicamente activa es más
saludable, pero “tienen un riesgo significativamente más elevado de padecer un cáncer de labios,
de piel, de cerebro, de próstata, de estómago o del sistema linfático”. Y estos tumores más
frecuentes entre los agricultores son los que también están en aumento en la población general
de los países desarrollados
Siguiendo esta pista, encontramos que cada año se aplican a los cultivos 2.5 millones de
toneladas de pesticidas (datos de 1997) y solo entre el 0.1% y el 0.3% entra en contacto con los
organismos indeseables, el resto migra al medio ambiente y contamina el suelo, el agua y el aire
del ecosistema, desde donde afecta a la salud pública. Esto no es neutral.
El denominado “Llamamiento de París”, declaración internacional sobre los peligros sanitarios la
contaminación química, lanzada en mayo de 2004 en la UNESCO, en un coloquio con eminentes
científicos independientes, se decía: “ convencidos de la urgencia y de la gravedad de la
situación, declaramos que el desarrollo de muchas enfermedades actuales se debe a la
degradación del medio ambiente; la contaminación química constituye una grave amenaza para
los niños y para la supervivencia del ser humano; como nuestra salud, la de nuestros hijos y la
de las generaciones futuras está en peligro, lo que está en peligro es la propia especie
humana”[12]. La conclusión evidente es que el cáncer es una enfermedad medioambiental
creada por el ser humano[13].
Y el cáncer aumenta cada año. En Europa, la tasa de incidencia del cáncer infantil aumentó de un
1% a un 3% anual en el curso de las tres últimas décadas[14], y eso no tiene que ver con el
consumo de tabaco, ni con el aumento de la esperanza de vida, ni con la detección precoz,
argumentos estos convencionales que sirven para echar una cortina de humo sobre esta
epidemia. Asimismo, el toxicólogo francés André Cicolella afirma que “entre una mujer nacida en
1953 y otra nacida en 1913, el riesgo de cáncer de mama se ha multiplicado por tres y el de
cáncer de pulmón se ha multiplicado por cinco. En hombres, en los mismos periodos, el riesgo de
cáncer próstata se ha multiplicado por doce y el de pulmón ha sido el mismo”[15]
El cáncer es una enfermedad de la “civilización”, especialmente presente a partir de finales el
siglo XIX; en las sociedades prehistóricas y neolíticas no hay indicios de esta enfermedad. El
envenenamiento químico global, como hemos visto, tiene todo que ver con esta plaga.
Del campo a la mesa a través de la industria alimentaria
La industria química multinacional no solo está presente en el campo, también lo está en la
propia industria agroalimentaria, que dominan las grandes empresas como hemos visto (Nestlé,
Danone, PepsiCo…) y las grandes distribuidoras (Wal-Mart, Carrefour, etc.).
Hablamos de los aditivos alimentarios procedentes de la química de síntesis que acompañan a la
mayor parte de los alimentos que consumimos, a excepción de las frutas verduras y otros
alimentos de temporada de producción ecológica. Estos añadidos a los alimentos, que son la
delicia de los fabricantes pues reducen mucho los costes, cumplen muchas funciones. Son, como
dice la Directiva Europea que los regula, “conservantes”, “antioxígenos”, “acidificantes o
correctores”, “emulsificantes”, “potenciadores del sabor” (como el glutamato), “gelatinizantes”,
“espesantes”, “edulcorantes (como el aspartamo)”, y varios más. Y la mayoría tienen calculada
su IDA, su ingesta diaria admisible, es decir, recordemos, la cantidad que pueden ingerir
cotidianamente los consumidores toda su vida sin caer enfermos. Por tanto, a dosis mayores son
venenos, no son inofensivos. Más venenos en la alimentación por esta otra vía.
Pondremos algunos ejemplos de la suerte de estos aditivos. En el caso del aspartamo hay
trabajos científicos[16] publicados recientemente que lo consideran un poderoso agente
cancerígeno, y sin embargo no está prohibido en la actualidad ni en EEUU ni en Europa. El lobby
de este producto ha sido y es muy poderoso. En cuanto a la sacarina, fue prohibida en Canadá en
1977 pero sigue permitida en el resto de países; en este asunto la OMS, a través de su agencia
sobre el cáncer IARC, la pasó de “cancerígeno posible para los seres humanos” a la categoría de
“inclasificables” en 1999, lo que justifica su autorización actual. El ciclamato, que fue prohibido
en EEUU en 1970, aun sigue permitido en Europa. En cualquier supermercado español podemos
encontrar los tres productos, lógicamente, sin problemas.
El efecto cóctel
Si, como hemos visto, el consumo convencional nos va suministrando cantidades diversas de
venenos, todos ellos por debajo del IDA, la ingesta mínima admisible, el resultado es que
terminamos acumulando en nuestros cuerpos restos de cientos de venenos, como ya vimos en
diversos estudios realizados. Pero como la filosofía del IDA es que a esas dosis no pueden
hacernos daño, pues no pasa nada. Pero los evaluadores no han caído en un detalle, el cálculo
del IDA de cada sustancia química autorizada se ha hecho (de aquella manera) producto a
producto. ¿Qué ocurre con la interacción de estas dosis de venenos en nuestro cuerpo cuando se
encuentran? Es el efecto cóctel.
Ulla Hass, una toxicóloga danesa, pionera en estudios de estos efectos combinados, lo explica
así: “tenemos que aprender nuevas matemáticas cuando se trata de toxicología de las mezclas
porque lo que dicen los resultados es que 0+0+0+ es un 60% de malformaciones” (se refería sus
experimentos con fetos animales expuestos a mezclas).
Y como sabemos poco aún de estos efectos sinérgicos, es necesario aplicar el principio de
precaución: en caso de incertidumbre, los organismos públicos evaluadores han de ponerse a
favor de la salud no de las industrias, en ellas recae la carga de la prueba.
El IDA también se basa en el concepto de Paracelso, del siglo XVI, de que “solo la dosis hace el
veneno”- sola dosis facit venenum-, o sea que son posibles dosis mínimas de por vida inocuas.
Como ha mostrado el amianto o la talidomida, dosis mínimas pueden tener efectos graves. La
única dosis segura es cero, o sea la prohibición.
El caso de la talidomida, que hoy sigue en los tribunales en nuestro país, es muy ilustrativo. Salió
al mercado en 1957 en cincuenta países y se prescribía como tranquilizante y para las nauseas
matinales de las embarazadas. En cinco años la droga deformó a 8.000 niños. Algunos de los
bebés expuestos se habían salvado aunque sus madres habían tomado la pastilla durante mucho
tiempo, pero otros que su madre solo tomó el medicamento una sola vez padecen mutilaciones
atroces. La razón es que el efecto teratógeno depende del momento en que se toma la droga y
no de la dosis.
El IDA, que apareció en la toxicología a finales de los cincuenta, aunque esté completamente
superado se ha convertido en un dogma intangible, según opina Erik Millstone, uno de los
mejores especialistas europeos en sistemas de reglamentación sobre seguridad de los alimentos.
Ya lo hemos visto: ni tiene en cuenta los efectos cóctel e ignora las consecuencias de dosis de las
sustancias por debajo de ese mínimo llamado IDA[17].
Una muestra en alimentos infantiles
“El balance es abrumador”, decía el periódico francés Le Monde el 1 de diciembre de 2010, en
un artículo titulado “Residuos químicos en los platos de los niños”, en el que glosaba la
investigación llevada a cabo por una asociación francesa que hizo analizar la alimentación diaria
de un niño de diez años, que comprendía tres comidas según las recomendaciones oficiales. En
efecto, había razón para asustarse, porque aparecieron en la muestra “ciento veintiocho
residuos, ochenta y una sustancias químicas, cuarenta y dos de las cuales están clasificadas
como cancerígenas posibles o probables y cinco sustancias que están clasificadas como
cancerígenas seguras, así como treinta y siete sustancia susceptibles de actuar como
perturbadores endocrinos…”[18]
La alternativa
No nos queda otra más que la producción, la distribución y el consumo de alimentos ecológicos
garantizados y de proximidad para no contaminar con los recorridos kilométricos que recorren
hoy nuestros alimentos[19]. Para ello es condición indispensable y estratégica una tenaz
denuncia contra las multinacionales que dominan la alimentación en el mundo.
Luchar contra Monsanto o Nestlé es luchar por nuestra salud y la de nuestros hijos, es la lucha
por la vida y por la soberanía.
Ecoportal.ne
NOTAS
[1] M.M Robin en una entrevista al que fue director de IARC (Agencia Internacional de
Investigación sobre el Cáncer de la OMS) en 2010, Vincent Cogliano, obtuvo la siguiente
respuesta: “de los 100.000 productos que usted ha mencionado, solo uno 3.000 han sido
testados desde el punto de vista de su potencial cancerígeno”.- (Y en caso de que se declaren
cancerigenos ¿provoca esto su prohibición?)- En absoluto. Y en cuanto a los pesticidas solo
hemos evaluado una treintena de ellos en toda la historia”.
[2] Robin, M.M. (2012): Nuestro veneno cotidiano. La responsabilidad d la industria química en la
epidemia de las enfermedades crónicas, Barcelona, Península, p.23
[3] Rachel Carson es autora de la obra La primavera silenciosa, publicada en 1962, que la
convirtió en la pionera del movimiento ecologista y de la alimentación sin venenos.
[4] Ese año se aprobó en el Convenio de Estocolmo la prohibición del DDT junto a otros
Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), pendiente de ratificación por los Estados. En 2005,
en la 1ª reunión de este Convenio, se planteó “suprimir gradualmente el uso del DDT, sin socavar
la lucha contra el paludismo”.
[5] Robin (2012), o.c. p. 68
[6] OMS, “ Public health impacto of pesticides used in agriculture”, Ginebra, 1990
[7] Las pruebas toxicológicas tienen por objeto calcular la “ingesta diaria admisible” (IDA) del
producto en cuestión, que se supone que pueden ingerir cotidianamente los consumidores toda
su vida sin caer enfermos. Para ello se hacen pruebas con cobayas en laboratorio entre dos
meses y dos años. Las pruebas de campo tienen por objeto calcular la tasa de residuos en los
cultivos “tratados” con pesticidas para calcular los “límites máximos de residuos” (LMR)
autorizados para cada producto agrícola “tratado”.
[8] El caso del famoso epidemiólogo Richard Doll, máximo azote contra la industria del tabaco, es
representativo. Estuvo financiado por Monsanto para otros productos y cuando trabajaba para la
empresa ganaba 1.600 dólares al día. En Robin, o.c. p.288
[9] Robin (2012) o. c. p.265
[10] Séralini, G.E. y otros : “Long term toxicity of a Roundup herbicide and a Roundup-tolerant
genetically modified maize”, Food and ChemicalToxicology, Volume 50, Issue 11, November 2012
[11] Robin (2010), o. c. p. 134
[12] Robin, (2010), o.c. p. 307
[13] La IARC, el pasado 17 de octubre de 2013, ha incorporado la contaminación ambiental del
aire al tipo de sustancia del grupo 1, aquellas que son cancerígenas seguras para los seres
humanos; dicha contaminación está causada en la mayoría de casos por el transporte y las
emisiones industriales o agrícolas: http://www.iarc.fr/en/media-centre/iarcnews/pdf/pr221_E.pdf
[14] Robin (2010), o. c. p. 178
[15] Cicolella, A. (2007): Le Defí des èpidémies modernes, París, La Decouverte
[16] Robin(2010), o.c. p. 425 y 426
[17] El IDA lo fija un organismo de la OMS (El Joint Meeting on Pesticide Residues-JMPR-),
creado en 1963. Este organismo también establece los ·”límites máximos de residuos”- LMR,
autorizados para cada producto agrícola “tratado”.
[18] Robin (2010), o.c. pp. 544 y 545
[19] Un trabajo de Amigos de la Tierra para España, titulado “Alimentos kilométricos”, calcula
que las frutas y verduras recorrieron por término medio, en 2007, 5.034 km antes de llegar a
nuestros platos; los animales vivos 2.439; los cereales 4.234, el café 6.227 y los piensos
animales 7.901km. Como media 5.013 km, 760 km más que en 1995. Las emisiones de CO2
debidos a este ajetreo fueron un 67% más en 2007 que 1995.
Fuente:
http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Salud/El_veneno_nuestro_de_cada_dia._Una_epide
mia_mundial
Ciudadano ecológico: ¿mito o realidad? 17/10/13 Por Josep Vives-Rego
La sostenibilidad debe entenderse como un proceso político, pero también como un proceso
social; es, si se quiere, un proceso social orientado políticamente. En ese proceso, el ser
ciudadano conlleva una serie de deberes y también de derechos que el propio ciudadano debe
hacer respetar y cumplir en la sociedad. Etimológicamente, el término tiene su origen en "ciudad", ya que originalmente ésta era la
unidad política más importante. Con el tiempo la unidad política pasó a ser el Estado y, hoy en
día, nos referimos a los ciudadanos/as en relación a los Estados. Sin embargo en la
organizaciones políticas supranacionales como es caso actual de la Unión Europea se plantea el
dilema de si debemos hablar de una ciudadanía europea que desplace, diluya o anule a la
ciudadanía conferida por los Estados o por el contrario tenemos que hablar de ciudadanos con
dos estatus de ciudadanía: el de su Estado de origen y el de la Unión Europea. Ante esta
disyuntiva, una definición de ciudadanía más acorde con las tendencias europeas sería: el
derecho y la disposición u obligación de participar en una comunidad, a través de la acción
autorregulada, inclusiva, pacífica y responsable, con el objetivo de optimizar el bienestar público. Podemos decir que en el espacio privado predominan los intereses de las individuos, mientras
que en el espacio público se caracteriza por una justicia común para todos y que es la que hace
posible la convivencia entre la multiplicidad de intereses privados a través de la mediación, que
no responde a ningún interés específico y pretende satisfacer a los interés generales. Sin
embargo, la emergencia del ciudadano ecológico puede modificar la cosmovisión que hoy día
tenemos de lo social y lo político e incluso de los cambios socio-políticos pueden preveerse. En
los últimos años el debate sobre la ciudadanía ha renacido y nos encontramos con una serie de
adjetivaciones que tienen su origen en el problema de la sostenibilidad y que van desde el
denominado "ciudadano Kioto" hasta "ciudadano sostenible" o "ciudadano de la Tierra", pero
todos esos términos tienen que ver en mayor o menor grado con el concepto de "ciudadano
ecológico". La ciudadanía ecológica implicaría simultáneamente cinco elementos: i) extender la comunidad
moral mas allá de los humanos o dicho de otro modo ampliar los espacios éticos actuales a la
Naturaleza en su conjunto; ii) contemplar responsabilidades hacia los seres de los que no
podemos esperar reciprocidad ya sea por motivos biológicos o sociales; iii) reconfigurar el
espacio de la ciudadanía a partir del marco de la biosfera, es decir adaptar la vida humana a la
biosfera y no pretender adaptar la naturaleza a la vida humana; iv) tener en cuenta la
repercusiones, consecuencias y subconsecuencias de nuestras acciones sobre las generaciones
venideras y v) rechazar la concepción puramente instrumental de la Naturaleza, abandonando el
rancio antropocentrismo en el que estamos instalados.
Las preguntas hoy día básicas desde el punto de vista político y sociológico son sí
verdaderamente existe ese tipo de ciudadano, que nuevos elementos cosmovisionales puede
aportar y hasta donde está dispuesto a actuar y sacrificarse para conseguir sus fines. Para todo
ello, el ciudadano ecológico necesita asociarse a otros ciudadanos ecológicos para distanciarse de
la superficialidad de aquel ciudadano moderno que solo se preocupa por su bienestar y
comodidad y que da la espalda a los graves riesgos que implican el consumismo y sus negativas
consecuencias en la biodiversidad, el agotamiento de los recursos y la contaminación de aguas,
atmósfera y suelos. La pasividad y falta de criterio ecológico que ha caracterizado al ciudadano
del siglo XX se denuncian y empiezan a ser abandonadas para entrar en una nueva sociedad
sostenible. El ciudadano ecológico se da cuenta del valor que tiene la Naturaleza que le rodea y opta por
hacer sacrificios y renunciar a comodidades para que su vida sea sostenible. En consecuencia la
ciudadanía ecológica puede definirse desde una perspectiva operacional como el conjunto de
individuos que están dispuestos a hacer sacrificios en aras del medio ambiente y la
sostenibilidad. Esta disposición o predisposición necesariamente se traducirá en una acción
política que puede de forma variable integrarse o no en las denominadas políticas verdes o
ecologistas. Las diferencias fundamentales entre el ciudadano ecológico y el ciudadano tradicional
son básicamente tres: 1) Para empezar, la ciudadanía ecológica no es únicamente una cuestión
pública (como lo es la ciudadania tradicional) si no que incorpora la esfera de lo privado en el
ámbito de lo público, en el sentido de que sus actos privados tienen consecuencias directas en el
dominio público. 2) El espacio político del ciudadano político no es su estado o territorio, si no
que su actuación como ciudadano afecta de manera más o menos directa a otros territorios y
naciones y en el límite las consecuencias de esas acciones son globales. Es decir que uno de sus
objetivos es minimitzar las consecuencias ecologicas negativas de los actos de los ciudadanos
sobre otros individuos. 3) El ciudadano ecológico considera que es su responsabilidad minimizar
el impacto ecológico negativo que sus acciones tienen sobre los demás, sin esperar derechos o
contrapartidas a cambio, como así asume el ciudadano tradicional republicado o liberal. El ciudadano ecológico busca un poder político que permita desactivar la violación que el
consumismo de la sociedad actual ejerce sobre la Naturaleza. Pretende además que a ese poder
político se llegue a través de la concertación, pues considera que si se hiciese a través de la
violencia, esa propia violencia también se expresaría contra la Naturaleza. El objetivo del ciudadano ecológico es adaptarse a la Naturaleza como lo hizo el hombre anterior
a la revolución industrial y no pretender domeñarla y ponerla a su disposición amparándose en la
tecnociencia como así lo pretende el ciudadano moderno de nuestros días. El ciudadano ecológico
se considera capaz de interpretar y saber lo que la Naturaleza necesita, o le favorece o perjudica.
De alguna manera se erige en representante, defensor y protector de un ente al que por otra
parte no puede interrogar, ni con el que puede conversar ni debatir. Lo que al ciudadano
ecológico le hace sentirse legitimado en su papel de valedor de la Naturaleza es por un lado la
palmatoria evidencia de que su vida y su mundo externo dependen absolutamente de la
Naturaleza. Pero este reconocimiento egoísta y antropocéntrico no le impide por otro lado que su
vivencia axiológica ante la Naturaleza, le dé a entender que está ante un ente de valor estético y
ético. Para que el ciudadano ecológico pueda erigirse en juez y a la vez garante de la sostenibilidad
debe dar prioridad al derecho a saber lo que se consume, lo que se destruye, al estado
cuantitativo y cualitativo de las reservas de los recursos, los riesgos y beneficios que aporta la
tecnociencia vigente y quienes son los responsables directos e indirectos de las situaciones
medioambientales. El ciudadano ecológico hereda de este modo el legado ancestral de la cultura
de Oriente que en palabras de Rabindranath Tagore "encarece a los hombres a buscar en su
interior la auténtica riqueza y el verdadero poder, que les permite dominarse ante la pérdida y el
peligro, que les lleva a sacrificarse sin tener en cuenta los costes ni la esperanza de obtener
beneficios, a desafiar a la muerte o aceptar las innumerables obligaciones que nos impone
nuestra naturaleza social".
Para el ciudadano ecológico es mas urgente evitar que el planeta se convierta en un acúmulo
invivible de residuos y tóxicos, que fabricar nuevos artilugios que nos hagan la vida más fácil y
cómoda. Es más importante y transcendental reducir el despilfarro y el consumismo de energía,
agua y recursos naturales que conseguir que sean más baratos. Estas actitudes han quedado
recientemente reflejadas en la frase de Judt y Snyder "Es menos urgente imaginar mundos
mejores que evitar peores". Es imprescindible que dejemos de creer que por tener mas
posesiones y riqueza somos mejores, para pasar a entender que el valor de las personas radica
en lo que son y en los valores que defienden, en ser más cuidadosos con lo que poseemos y más
responsables reflexivos y razonables con nuestros planteamientos y actuaciones sociales y
ecológicas. Para el ciudadano ecológico la Naturaleza es su modus vivendi, imprescindible e insustituible que
existe como única condición de posibilidad para ser ciudadano. El poder legislativo constituido es
la Naturaleza y sus representantes humanos tienen como misión interpretarla y aplicar sus leyes
en el respeto de las futuras generaciones, los otros seres vivos y la Naturaleza en su totalidad.
Para el ciudadano ecológico, la Naturaleza es la suma de las leyes eternas que no han sido
establecidas por el hombre, pero que el hombre debe respetar no solo por necesidad si no
también por formar parte de su propia esencia. De alguna manera el ciudadano ecológico
considera que hay que ser intolerante con determinadas situaciones, comportamientos, normas,
leyes e incluso con determinadas formas de tolerancia cuya función social es la de mantener un
orden de consumo y explotación de recursos que van en contra de la sostenibilidad y de que las
generaciones futuras puedan gozar de esos recursos. La política en general y de modo muy especial la política ecológica tiene un primer objetivo e
interés a nivel local. Los electores de cualquier país o región votan en primera instancia de
acuerdo con sus intereses locales y en segundo término lo hacen pensando en el mundo global.
En consecuencia el éxito de los políticos depende de su capacidad (y la de sus equipos) para
captar cuales son los intereses y preocupaciones cotidianas de sus electores, para acto seguido
prometerles soluciones (que en contados casos se satisfacen), a través de la actuación política
del representante elegido. Obviamente una de las tareas de cara al futuro es concienciar al
ciudadano y en particular al ciudadano ecológico de que lo que pasa mas allá de las fronteras de
su municipio, región o país afecta de manera cada vez más importante a sus actividades locales y
a lo que sucede en su familia y hogar. Es decir, nos encontramos ante la necesidad de globalizar
cada vez más nuestras políticas locales y por otro lado hacer más locales las políticas globales.
Se trata indudablemente de una cuestión extremadamente difícil que todavía no sabemos como
podremos resolver, básicamente debido a que los recursos (humanos, dinerarios y materiales) en
contadas ocasiones están disponibles localmente. En un mundo globalizado la falta de actitudes y prácticas sostenibles a nivel global afecta
profundamente a las sociedades que si las asumen. No tiene ni sentido ni utilidad cumplir con las
praxis sostenibles a nivel nacional, si transnacionalmente no se hace lo propio. Por ejemplo, en el
contexto del cambio climático o la destrucción de la capa de ozono, insistir en el dogmatismo de
la inviolabilidad de la soberanía nacional constituye un claro cinismo cuando las actividades
tienen un impacto que va mas allá de las fronteras de los países que violan los principios de la
sostenibilidad. Entrados en el siglo XXI, parece evidente que ya no podemos anular la
globalización, está aquí para quedarse. La cuestión por tanto es cómo hacerla funcionar y
utilizarla para resolver los problemas los ecológicos. El ciudadano ecológico se auto exige y practica deberes en mayor medida que reclama derechos,
pero lógicamente, esta autoexigencia solo puede plantearse ante una situación en la que los
derechos básicos de libertad, trabajo y una vida digna estén reconocidos y satisfechos. La
paradoja de que la gran mayoría de hombres y mujeres hasta finales del siglo XIX practicaban la
sostenibilidad sin ser conscientes de ello, se debía al simple motivo de que tanto la población
mundial como el consumo medio per cápita eran muy inferiores a los de la actualidad, siendo
entonces el impacto medioambiental mínimo cuando no inapreciable. De la época en que sobrevivir en la naturaleza era difícil, arriesgado y penoso y que la lucha
contra el hambre y el frío ocupaban todo el tiempo y la energía, hemos pasado al confort fácil del
sistema consumista actual con la gran ayuda de la tecnociencia que hace fácil no solo el consumo
si no el despilfarro. Se hace por tanto necesario, considerar que debemos abolir los privilegios
ecológicos, es decir el acceso fácil y barato a la energía no renovable; el consumo irresponsable
del agua, su contaminación difícilmente recuperable, la producción incontrolada de residuos, los
comportamientos egoístas olvidando las generaciones futuras y la insolidaridad con las
sociedades coetáneas que sueñan con nuestro confort. El ciudadano ecológico es consciente del sentimiento de valor que tiene ante la Naturaleza al
menos en dos situaciones. Una, cuando adoptando una actitud básicamente utilitarista, cae en la
cuenta de que le es imprescindible para subsistir y realizarse biológicamente. La validez y el nivel
de este sentimiento de este valor pueden ser arbitrarios pero en cualquier caso subyace en todo
ser humano de manera más o menos patente. La otra situación se da cuando contempla la
Naturaleza, se identifica con ella y goza de su estética y monumentalidad, lo que constituye de
por si un valor apriorístico. Tanto en un caso como en el otro, esos sentimientos de valor no son
conocimiento intelectual si no emocional e intuitivo. Desafortunadamente, los valores ecológicos
solo pueden florecer cuando se han cubierto los valores vitales básicos. En consecuencia, las
políticas ecologistas solo pueden consolidarse en el terreno de la prosperidad y cuando el
bienestar social haya alcanzado unos ciertos niveles. José Vives Rego Departamento de Microbiologia, Facultad de Biología, Universidad de Barcelona. Avda. Diagonal
643, 08028 Barcelona. EcoPortal.net Globalízate http://www.globalizate.org Esta nota proviene del artículo: J. Vives-Rego. 2013. El ciudadano ecológico: reflexiones sobre
algunos contextos sociales y elementos cosmovisionales. Sociología y Tecnología nº 3, vol. 1,
pags 83-104. https://sites.google.com/site/sociologiaytecnociencia/home/no-3-vol-1-2013 Fuente:
http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Educacion_Ambiental/Ciudadano_ecologico_mito_o_
realidad
La importancia del color en el e-commerce Inicio » Emprendedores » Comercio Electronico » 20 octubre, 2013 9:45 AM / Autor: Tania Mendoza
importancia-de-los-colores-en-el-ecommerce ¿Sabías que el color puede influenciar en el comportamiento del consumidor? Es por ello que la
psicología de los colores es un tema bastante debatido en la web, sobre todo en el sector de
marketing y publicidad. Lo ideal para los emprendedores que piensan abrir en e-commerce es
estudiar qué tipo de color les conviene más, hay uno adecuado para cada producto ¿Cómo
saberlo? Aquí unos datos resaltantes: ◾Rojo: relacionado con algo inmediato, se usa en festividades como San Valentín o el Día de la
Madre. Usado comúnmente en avisos de rebajas, para hacer referencia a comidas y en la venta
de joyas. ◾Rosa: un tono femenino, ideal para tiendas online destinadas a este tipo de público. ◾Amarillo: Se asocia a la juventud y lo usan los e-commerce para llamar la atención del público
¿Hay un producto que tiene pocas ventas? Es preferible usar ese color para destacar el precio
durante un corto tiempo (ya que al estar por un periodo prolongado puede producir molestias al
consumidor). ◾Blanco: Ideal para productos que son reflejo de armonía y ligereza. ◾Negro: Realza estilo y sofisticación, perfecto para productos de lujo. ◾Naranja: Llama a la acción del usuario, conveniente para que los e-commerce los usen en
sus carritos de compra. Perfecto para ventas, promociones y hace ver al producto accesible para
todos. ◾Azul: Refleja lealtad y confianza, los e-commerce lo usan en sus secciones relacionadas con la
seguridad de la compra. También por causar falta de apetito no son recomendables para
alimentos, pero sí para productos o programas dietéticos. ◾Verde: Da una sensación de relajación y bienestar. ◾Morado: También produce relajación y calma, ideal para productos de cosmética. ◾Dorado: Asociado a productos exclusivos y de calidad. ◾Marrón: Se asocia a la masculinidad que se vincula a la elegancia. Via: tecnologiaparapymes
CUBA: El dilema “orgánico” de los fertilizantes 19/02/08 Por Varios
Cuando muchos países en el mundo priorizan las producciones orgánicas, Cuba las aplicó urgida
por el período especial. Sin embargo, los abonos químicos que garantizaban altas producciones
nos han dejado un suelo anémico. Recuperarlo, pero sobre todo no dañarlo más está en el centro
de los debates
«En honor a la verdad, con la química la planta responde más rápido, pero con el abono orgánico
se logra mejor calidad. Por ejemplo, el tomate obtenido con los químicos es más grande. Sin
embargo, con los orgánicos la calidad es notable: la cáscara es más suave, y resulta menos ácido
y más jugoso».
Así contó a este diario su experiencia el campesino Gaspar (Nardo) Brito Cepero, productor de
posturas de distintas variedades en el poblado de Ceballos, municipio de Ciego de Ávila, cuyo
patio es Referencia Nacional en el Programa de la Agricultura Urbana.
Este guajiro, que tiene una hectárea cultivada completamente con fertilizante orgánico, fue uno
de los tantos interrogados en busca de respuestas sobre su uso en Cuba, una iniciativa conocida
desde antaño que se generalizó a todo el país cuando el período especial obligó a buscar
alternativas para producir en la agricultura.
La hemorragia de químicos que durante años recibieron los suelos cubanos, el despilfarro de
estos, al punto de que algunos se utilizaban hasta para «enfriar cervezas», se vio cortada
bruscamente con el derrumbe este-europeo.
Con una importación que quedó en 80 ó 90 000 toneladas, hoy la adquisición de fertilizantes
químicos se ha ido recuperando paulatinamente y llega a unas 165 000 toneladas. Pero el futuro
augura que esta cifra podría seguir creciendo.
Para nadie es secreto que con la reducción de estos productos químicos durante el período
especial, también disminuyeron los rendimientos de los productos agrícolas. Y fue la fertilización
orgánica, como alternativa, lo que posibilitó que no decayera totalmente la producción.
Esta variante propició, incluso, que el suelo recuperase gran parte de toda esa materia orgánica
que había perdido durante decenios por su sobreexposición a productos químicos, siguiendo un
modelo donde sin fertilizantes industriales casi no se concebía sembrar.
Hoy, ante las posibilidades de rescatar la producción de fertilizantes nitrogenados con la planta
que se construye en Cienfuegos, la ampliación de la capacidad de producción de la Rayonitro
matancera y la de nitrato de amonio en Nuevitas, es necesario pensar por partes.
Innegable es que con la fertilización química se pueden alcanzar beneficios realmente altos en los
cultivos a los que se les aplique, pero existe el riesgo de ir deteriorando el suelo a largo plazo, en
un país que tiene más del 75 por ciento de sus tierras consideradas poco productivas y con su
suelo como el recurso más afectado, según reconocen autoridades del CITMA. Cifras de ese
organismo indican que el 60 por ciento de los suelos está degradado, lo cual tiene serias
afectaciones en los rendimientos agrícolas
Bolsillo inorgánico
«Hay muchos campesinos que usan los orgánicos, pero no hay conciencia ni conocimiento. La
gente no está preparada sicológicamente para usar los orgánicos. Con los químicos se obtienen
grandes rendimientos y con estos ganancias. Sin embargo, las producciones obtenidas con los
orgánicos tienen mayor calidad, pero no se reconocen. Es decir, todavía los precios no benefician
las producciones agroecológicas, a pesar de que son limpias y no les hacen daño a las personas»,
asegura el productor avileño Gaspar (Nardo) Brito Cepero.
Esta situación, paradójicamente, contradice la iniciativa del país de fomentar la producción
agroecológica, que sin embargo no encuentra una diferenciación monetaria cuando llega al
mercado nacional.
También, aunque se penaliza el mal uso de fertilizantes químicos, pocas veces se premia con
mejores precios a quien prioriza los orgánicos, ni siquiera teniendo en cuenta que ellos están
salvaguardando el suelo.
Así sucede por ejemplo en Guantánamo, provincia urgida del mejoramiento de sus muy
erosionados suelos, que hoy echa mano a cuantos recursos faciliten la naturaleza y las
producciones tradicionales para usarlos como abono orgánico; tales son los casos del carapacho
del coco, la bellota del cacao, cascarilla del café y en menor cuantía la cachaza de la caña de
azúcar.
De hecho, el uso del humus de lombriz, el llamado compost, solo en el pasado año ascendió en
este territorio a 150 000 toneladas, avance que se corresponde a su vez con el auge de la
agricultura urbana en el territorio, la que cada vez demanda más abono.
Sólo para la producción de humus, Guantánamo dispone actualmente de unos 400 centros, entre
grandes, medianos y pequeños. Y el fomento acelerado de las unidades de producción se
extiende a las CPA, UBPC, CCS, granjas, organismos, a todos los organopónicos y huertos
intensivos, así como a numerosos campesinos individuales y viviendas, asegura el ingeniero
Teudis Limeres, director de la Estación Provincial de Suelos.
Limeres explicó a que más importantes que las cifras son el conocimiento y la aplicación cada vez
más generalizada de estos fertilizantes en los municipios, mediante un programa organizado, que
conlleva también el empleo eficiente de la tecnología para producirlos con calidad.
Guantánamo, por ejemplo, dispone de cinco centros de lombricultura de referencia nacional, y
tiene un plan de elaboración de 1 080 000 toneladas de compost, así como altas cifras de
obtención de biofertilizantes como el azotobácter, el rhyzobium y la fosforina, destinados a
mejorar los rendimientos de las cosechas.
Esta preocupación por los agrofertilizantes en Guantánamo no es fortuita ni tampoco exagerada.
Durante los años que el país tuvo escasez de fertilizantes químicos y utilizó como alternativa la
materia orgánica, esta resultó de gran valor no solo por su acción fertilizadora, sino como
sanadora del suelo.
Pero aunque esta «solución» dio muy buenos resultados, estos «abonos verdes» ofrecen bajos
niveles de los elementos potenciales que necesita la planta para crecer y reproducirse. Por lo
tanto, se requiere gran cantidad de estos productos para que el cultivo ofrezca el mismo
rendimiento que cuando se le aplica un fertilizante químico.
Ante el aumento de los fertilizantes químicos que entran al país, el Ministerio de la Agricultura y
el Instituto de Suelos han dejado claro que su política no es potenciar uno con respecto al otro,
sino llegar a un equilibrio en su uso.
Fertilización integrada
Dagoberto Rodríguez Lozano, director del Instituto de Suelos del Ministerio de la Agricultura,
asegura que «existe una diversidad de cultivos que por su corto ciclo reproductivo y su alto
potencial de rendimiento, nunca lograrían obtener elevados beneficios solamente con alternativas
de fertilizaciones orgánicas.
«Tendríamos que ir al uso de los fertilizantes químicos, sobre la base de los estudios reales del
suelo, pero con un concepto renovado: la fertilización integrada».
Este balance entre el químico y el orgánico todavía es un sueño en muchos lugares. Los estudios
en el país han dado como resultado, según el investigador Olegario Muñiz, que «el fertilizante
químico se utiliza convenientemente cuando se conocen las dosis que se van a aplicar según el
tipo de suelo y la problemática que tenga».
«La utilización del humus, el compost y los biofertilizantes pueden reducir los factores limitantes
y tienen estimuladores de crecimiento, pero si unimos ambos tipos de abono, es más
conveniente para el suelo. Esa es una tendencia renovada, no solamente en nuestro país, sino en
muchos otros latinoamericanos».
Por eso el Ministerio de la Agricultura, ante la posibilidad de adquirir determinadas cantidades de
fertilizantes químicos en los próximos años, mantiene la postura de conservar los programas de
producción y aplicación de abonos orgánicos y biológicos, porque si no volveríamos a caer en el
abuso de los agentes químicos.
Actualmente, según el investigador Oliverio Muñiz, más del 75 por ciento de los suelos agrícolas
de Cuba están afectados al menos por un factor limitante que restringe la producción, como
pueden ser el bajo contenido de materia orgánica, acidez, pedregosidad, compactación, mal
drenaje, salinización u otros.
Si tenemos en cuenta que el uso intensivo de los fertilizantes químicos se consideran entre los
factores que más influyen en la acidificación de los suelos cubanos, no nos sorprenderá que el
Instituto de Suelos reporte un total de 3,4 millones de hectáreas afectadas en todo el país,
representadas por 14 tipos de suelos.
Solo en la región occidental estas tierras ocupan el 25,48 por ciento del área; en la región central
el 28,91 por ciento, y en la oriental un 9,89 por ciento.
Por eso la estrategia, al menos a nivel nacional, parece estar clara en cifras. Reportes del
Instituto de Suelos indican que en 2008 habrá un aumento de la cantidad de fertilizantes
químicos que se introducen en el país, pero ya se rondan los 6 millones de toneladas de humus,
y los 15 millones de toneladas de compost.
¿ Pero qué sucede en la práctica? ¿Sabe el guajiro, el productor directo, cuál es el mejor
fertilizante que debe utilizar? ¿Tiene datos precisos sobre el suelo que trabaja y lo que este
necesita?
Mapas viejos, un mundo perdido
Uno de los factores que actúa de manera contraria a las intenciones de los investigadores y la
aplicación adecuada de fertilizantes, es que los estudios de agroproductividad datan de 1989, y el
control de los ciclos de fertilidad han disminuido en todo el país después del período especial.
Aunque según Miguel Soca, subdirector de Servicios Técnicos del Instituto de Suelos, «nunca se
dejó de muestrear, sí bajó la cantidad de muestras que se estudiaban, y existen fuertes daños en
la logística y en laboratorios».
Los mapas que se hicieron en 1989 poco a poco han perdido vigencia, y aunque hoy se quiere
aplicar una fertilización que tome en cuenta los niveles que el suelo realmente necesite, en 2008
estos valores no son válidos porque están desactualizados, sobre todo los de fertilidad, erosión y
mal drenaje, ya que cambian constantemente. De ahí que se requiera un constante monitoreo y
modernización de los datos.
En 2007, según de Miguel Soca, se muestrearon 80 691 hectáreas de todo el país. Si analizamos
que la cifra de hectáreas sembradas es de 3,5 millones, este muestreo, para tener un nivel de
actualización alto, aún deja mucho que desear. Además se supone que se haga frecuentemente,
teniendo en cuenta los eventos climáticos, para poder ajustar la dosificación de fertilizantes
químicos, compost, humus y otros.
A esto se suma que los datos anteriores son únicamente de las producciones agrícolas que
reciben fertilizantes, los potenciados estratégicamente, como los de cultivos varios, arroz, cítrico
y café, que según el director del Instituto de Suelos representan únicamente un 20 por ciento del
total de cultivos en el país. ¿Qué sucede en el resto de los suelos?
Un monitoreo para las condiciones de un país tropical como el nuestro requiere fuertes
inversiones, una consistente logística de laboratorio que ahora es que recién comienza a mejorar,
mediante los servicios de 13 laboratorios todavía víctimas del impacto del período especial.
Orgánica, Biológica y Química
«Los fertilizantes que más reciben los suelos de Cuba hoy son los orgánicos», fue la respuesta de
todos los especialistas ante las interrogantes relacionadas con el tema.
Esta afirmación parece cierta cuando observamos que la producción de abono verde es cada vez
mayor. En este año, por ejemplo, se han obtenido 6 millones de toneladas de humus de lombriz
y 15,6 millones de toneladas de compost, tanto para la agricultura tradicional como para la
urbana.
«Claro, es definitivo que se producen más fertilizantes orgánicos que los químicos que se
compran, pero desde hace unos años se han incrementado las inversiones para estos últimos»,
asegura el subdirector de Servicios Técnicos del Instituto de Suelos.
Es cierto que en algunos cultivos como la papa o el tomate no basta la fertilización orgánica,
«pues esta puede resolver los niveles de producción quizá hasta un 30 o un 40 por ciento. Por
eso es que surge la idea de fertilización integrada, orgánica, biológica y química», afirma el
especialista.
El país basa fundamentalmente su fertilización química en portadores como el nitrógeno, el
potasio, el fósforo y el suplemento de magnesio, sobre todo para la agricultura intensiva y
extensiva, que mayormente compra estos componentes en el exterior por separado o integrados
en una fórmula.
Existen también formulaciones que se realizan en Cuba, a partir de los estudios agroquímicos de
la isla. «Con el levantamiento de la fertilidad de los suelos, sabemos en qué lugares del país hay
más nitrógeno, menos potasio, más fósforo, y a partir de esa condición se formula una mezcla y
se recomienda el cultivo que la lleva», explica el investigador Muñiz.
Realizar estas fórmulas ha hecho posible que no haya una receta «fertilizada» para todas las
tierras, ni para todos los cultivos, sino dependiendo de sus características. Incluso hacerla en
Cuba ahorraría mucha divisa al país. Pero la capacidad instalada de las fábricas de fertilizantes no
da hoy respuesta para formular lo que se está importando, por lo cual se compran ya mezclados
y eso disminuye su efectividad.
En el país también se han realizado estudios para reducir las importaciones mediante el uso de
roca fosfórica y zeolita, aplicando así alternativas nacionales que actúan como mejoradores del
suelo. Pero las soluciones «criollas», entre estas el uso de minerales como el carbonato de calcio,
que contrarresta la acidez del suelo, son cobradas por los proveedores «nacionales» en «divisa
convertible», haciendo que muchas de las empresas que tienen este problema en sus tierras no
puedan solucionarlo.
Todo no es tan gris, pues la solución se va buscando a través del subsidio por parte del Estado o
de la firma de acuerdos con el Ministerio de la Industria Básica (MINBAS) para que estos
productos se puedan adquirir en moneda nacional. A su vez se examinan programas de
enmiendas químicas con el uso de dolomitas, magnesita y rocas fosfóricas, caliza fosfatada y
zeolita, de amplio uso y conocimiento en la agricultura.
Y es que a pesar del aumento de la obtención de fertilizantes en el país, la demanda sigue siendo
muy alta, por lo cual no dan abasto y Cuba continúa entregando al suelo uno de los índices de
NPK (nitrógeno, fósforo y potasio) más bajos de América Latina, según datos de la FAO.
Productos biológicos como la fosforina, rhyzobium, azotobácter, microrriza o el azospiril, que muy
buena aceptación han tenido entre los agricultores, lamentablemente han decrecido en sus
volúmenes debido a un problema de logística de los laboratorios. El pasado año solo se cumplió
el plan en un 89 por ciento, por las carencias de reactivos, cristalería, insumos y equipos.
La ley contra la orden
La protección del recurso suelo ha sido tema de preocupación permanente del Estado cubano.
Muestra de ello es la creación de instituciones docentes de investigación y desarrollo, y el servicio
estatal que se presta en esta rama.
No obstante, el uso intensivo del suelo por la agricultura ha provocado degradación del mismo,
pérdida de sus propiedades iniciales y de muchas de sus cualidades físicas y químicas, que se
manifiestan en bajo rendimiento de los cultivos.
El Programa Nacional de Conservación y Mejoramiento de Suelos, financiado por el Estado,
encierra aproximadamente unas 22 acciones para proteger este recurso y después, con la
aplicación de materia orgánica, enmendantes químicos y con la recogida de obstáculos, controlar
los daños causados en áreas que han perdido el potencial productivo.
Para medir el impacto que ha tenido este programa se han realizado investigaciones en los
cultivos y se ha apreciado que en alrededor de 20 años el suelo ha recuperado algunos de sus
indicadores. Por ejemplo, la materia orgánica ha subido, el Ph se ha desplazado a niveles más
adecuados, la condición física del suelo ha mejorado y el potencial productivo ha aumentado.
El programa recibe del Estado unos 15 millones de pesos aproximadamente, aunque para este
año se prevé que aumente, con el crecimiento también de las acciones.
El año pasado se sembraron 554 000 hectáreas ya beneficiadas con el programa, y se trabajó en
nueve cuencas priorizadas del país, incluyendo por primera vez la de Mayarí. También se
beneficiaron unas 154 000 hectáreas del Plan Turquino.
Este programa se ha dirigido esencialmente a obras de conservación, obras de drenaje, siembra
transversal a la pendiente, barreras vivas y coberturas vegetales, realizadas por la misma
empresa, pero subvencionadas por el Estado y controladas por el Instituto de Suelos. Aun así al
programa le falta mucho, pues todavía deben resolverse problemas como la salinidad de los
suelos o la acidez.
También el Ministerio de la Agricultura y el Instituto de Suelos han dado su aporte, no solo
legislativo y regulador en el uso de los fertilizantes, sino en la capacitación, la explicación y el
convencimiento a los productores de por qué no es conveniente aplicar sobredosis.
Además, el Capítulo 1ro. del Decreto 179, sobre las normas de aplicación y calidad de los
fertilizantes, abonos orgánicos y materiales enmendantes con fines agrícolas, está siendo
modificado en este momento, y se recrudecerán las sanciones y multas a los incumplidores.
El sistema de examinación del suelo, que antiguamente llegaba hasta la provincia, bajó a partir
del año 2007 hasta el municipio y a la empresa en algunos casos. Ya se aplican controles
operativos de trabajo en los lugares de producción a través de técnicos municipales.
«Existen 145 técnicos, en 144 municipios; también tenemos técnicos de suelos en empresas, y
en las UBPC se está creando un movimiento de activistas, encargados de utilizar el Decreto 179,
a partir del cual están facultados para poner multas, cuando exista ilegalidad o mal uso de la
tierra», explicó a JR el subdirector Miguel Soca.
Sin embargo, estas y otras muchas medidas parecen todavía insuficientes, en buena medida
porque el suelo necesitará muchos años para recuperarse, y en otra gran parte porque la presión
económica para producir más hace que muchos se hagan de la vista gorda ante regulaciones y
normas, y busquen de cualquier forma incrementar sus ganancias.
Incluso si son productores estatales, al ser fuertemente cuestionados por no obtener lo que de
ellos se espera, a nadie extrañe que prefieran «apretar la mano» con el fertilizante químico,
rápido garante de mayores índices, antes que balancear con el orgánico, que le conviene más al
suelo.
El justo equilibrio entre ambos, plasmado en investigaciones y documentos, entonces depende de
muchas cuestiones que se deben analizar a fondo.
Hay que sopesar también criterios de quienes están directamente en el campo, como Nardo, para
quien la diferencia de rendimientos entre los orgánicos y los químicos en el cultivo de posturas no
es tan grande, y para colmo el abuso de químicos podría dañar a la población.
«La mayor afectación yo la veo en la salud de las personas. Con los orgánicos uno tiene la
seguridad que se está comiendo un alimento limpio. Además, últimamente he visto tratamiento
contra las plagas a base de químicos que me ponen a pensar. Por ejemplo con la chinche del
aguacate, que para combatirla le hacen unas barrenas a la mata por donde le inyectan los
químicos, y eso le quita vida útil a la planta. Para mí eso es un gran peligro». www.ecoportal.net
Autores:
Sonia Regla Pérez Sosa, estudiante de Periodismo, Luis Raúl Vázques, Lisván Lescalle, Marianela
Martín y Amaury E. Del Valle, publicado en Juventud Rebelde, Cuba.
http://www.juventudrebelde.cu
¿Puede Latinoamérica alimentar al mundo? Se calcula que para el 2050 habrá 2.000 millones más de bocas que alimentar Subirá la presión sobre los países productores de alimentos, muchos de los cuales están en
Latinoamérica. Termómetro Social de América
Julia Barrera Borruel 18 OCT 2013 - 19:04 CET16 ¿Cuánta comida necesita el planeta? Muchísima, sin duda. Por poner sólo un ejemplo: el mundo
produjo más de 2,000 millones de toneladas métricas de cereal en 2010 y 280 millones de
toneladas métricas de carne. Para ayudar a visualizarlo imaginemos el equivalente de 40.000
barcos Titanic de cereal, o una pila de hamburguesas tan alta como de aquí a la luna 4.000
veces. Pero, por grandes que parezcan las cifras, esta cantidad no será suficiente para alimentar a la
población mundial al ritmo que crece. Al contrario. Se calcula que para el 2050 habrá 2.000
millones más de bocas que alimentar –la mayoría en los países en desarrollo- , con lo cual subirá
la presión sobre los países productores de alimentos, muchos de los cuales están en
Latinoamérica. De acuerdo a un nuevo estudio del Banco Mundial, la región tiene las condiciones para contribuir
a alimentar al mundo, y ayudar a lograr lo que los expertos llaman “seguridad alimentaria”, es
decir la garantía de que nadie pase hambre en el mundo, lo cual es uno de los principales
desafíos de las próximas décadas. Para satisfacer esta demanda futura de alimentos, la producción deberá aumentar de un 50% a
un 70%, según diferentes estimaciones. Y esto ocurrirá a la vez que el cambio climático se
agudiza, afectando especialmente a los países más pobres y vulnerables. Aumentar la producción mundial de alimentos es sólo parte de la historia. La otra parte es contar
con un sistema de comercio que garantice que los países con ventaja comparativa aumenten las
exportaciones de alimentos y alcancen a quienes más las necesitan. Bajo esta óptica, el informe
examina cómo América Latina y el Caribe puede hacer frente a este desafío mundial —y concluye
que la región tiene mucho que decir. ¿Superpotencia alimentaria? En las últimas décadas, América Latina ha contribuido significativamente a la producción y
comercio mundial de productos agropecuarios. La región es exportadora neta de alimentos, si
bien existen diferencias significativas de país a país. Las exportaciones agrícolas han crecido anualmente un 8% desde mediados de los noventa,
hasta llegar a representar un cuarto de las exportaciones totales de la región —más que
cualquier otro sector. Latinoamérica también tiene mayor relevancia global: hoy representa el
13% del comercio agrícola mundial, frente a un 8% a mediados de los noventa. De cara al futuro, hay buenas perspectivas para la región. Su ventaja comparativa se debe, entre
otros, a sus reservas de agua y tierra. Alberga una tercera parte de la superficie disponible para
el cultivo sustentable, sólo por detrás de África subsahariana. También cuenta con la mayor
proporción de recursos hídricos renovables del mundo, a pesar de las sequías y escasez de agua
en algunas subregiones. Obstáculos en el camino ¿Significa esto que América Latina está camino de convertirse en una potencia alimentaria? Sí y
no, de acuerdo al informe titulado Cómo alimentar al mundo y promover el desarrollo con ayuda
de las exportaciones agropecuarias de América Latina. Este identifica algunos de los obstáculos
que enfrenta la región: su régimen comercial e infraestructuras y regulaciones inadecuadas. Pese a los avances de los últimos años, las barreras a las exportaciones agropecuarias en
Latinoamérica siguen siendo mayores que para cualquier otro sector, algo que debería cambiar
para que la región alcance su potencial. Por otro lado, la falta de infraestructura apropiada puede aumentar los costos logísticos hasta un
25% del valor del producto en varios países, en contraste con un 9% para los países de la OCDE.
La debilidad de algunas instituciones y regulaciones también puede frenar el futuro crecimiento
del comercio agrícola. El informe usa métodos de estimación para analizar el papel de la región como proveedor de
alientos, fibra y biocombustibles bajo diferentes escenarios futuros. En el escenario más
probable, para el 2050 la región podría proveer un tercio de la carne, un tercio de las frutas y
verduras, y la mitad de las oleaginosas comerciadas a nivel mundial. ¿Suficiente para ayudar a
alimentar a todas esas nuevas bocas? Julia Barrera es comunicadora del Banco Mundial
CALENDARIO AGROECOLÓGICO
OCTUBRE 7 octubre, feriado estatal
8 octubre, feriado, Combate de Angamos 15 octubre, Día Mundial de la Mujer Rural 16 octubre, Día Mundial de la Alimentación
19 octubre, sexto aniversario de la Plataforma PERÚ PAíS LIBRE DE TRANSGÉNICOS
29 octubre, noveno aniversario de la Red Peruana de Comercio Justo y Consumo Ético
NOVIEMBRE 7 noviembre, décimo primer aniversario del Comité de Consumidores
Ecológicos 10 noviembre, Día del Libro 17 noviembre, Aniversario 15 del Grupo EcoLógica Perú
20 noviembre, Día Universal de los Derechos del Niño 25 noviembre, Día Internacional de la NO Violencia contra la Mujer
29 noviembre, el Centro IDEAS celebra su 35 aniversario
DICIEMBRE 1 diciembre, Día de la Prevención del SIDA 3 diciembre, Día Internacional del No Uso de Agroquímicos. Día nacional de
la promoción de la Agricultura Ecológica. 7 diciembre, Décimo Cuarto Aniversario de la BioFeria de Miraflores.
8 de diciembre, feriado religioso 10 diciembre, Día de la Declaración de los Derechos Humanos 14 diciembre, día del Cooperativismo Peruano
25 diciembre, feriado por Navidad 30 y 31 de diciembre, feriado estatal.
COMPARTIENDO #48- 2013 ¡ Por una vida productiva, sana y feliz, libre de transgénicos ! Miembro de Centro IDEAS: Innovando procesos de calidad de vida RAE Perú (Red de Agricultura Ecológica del Perú) Promoviendo sociedades con cultura agroecológica CCE (Comité de Consumidores Ecológicos): Por una vida productiva, sana y feliz; libre de transgénicos
SEPIA (Seminario Permanente de Investigación Agraria) Perú: el problema agrario en debate