Post on 05-Feb-2018
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
1/16
........ ' - - .
Il
Desde mediados dei decenio de 1890 hasta la primera guerra mundial, la
orquesta economica global realizo sus interpretaciones en el tono mayor de
la prosperidad mas que,
coma
hasta entonces; en el tono menor de la depre
sion. La afluencia, consecuencia de la prosperidad de los negocios, constitu-
yo
el
trasfondo de
10
que
se
conoce toava en el continente europeo como
la belle poque. El paso de la preocupaci6n a
l-
euforia fue tan subito y dras:
lico, que los economistas buscaban alguna fuerza externa especial para
ex...,
plicarlo, un Deus x machina que encontraron en el descubrimiento de enor
mes depositos de oro en Surafrica, la ultirna de las grandes fiebres dei oro
occidentales, la Klondike (1898),
y
en otros lugares. En conjunto, los histo
riadores de la economfa se han dejado impresionar menos por esas tesis ba
sicamnte monetaristas que algunDs gobiernos de finales dei siglo xx. No
. obstante, la rapidez de1 cambio fue sorprendente y diagnosticada casi de
fonna
inmediata por un revolucionario especialmente agudo, A.
L
Helphand
(1869-1924),
cuyo nombre de pluma era Parvus, como indicativo ~ e J co
mienzo de un perfodo nuevo y duradero de extraordinario p'rcigreso capitlis
ta.
De
hecho, el contraste entre la gran depresi6n y
el
boom secular posterior
constituy 6 la base de las pr imeras especulacJones sobr e las -ondas largas en
el desarrolJo dei capitalismo mundial. que mas tarde se asociarfan con el
nombre dei economista ruso Kondratiev. Entretanto era evidente, en cualquier
caso, que quienes habian hecho IUgu'bres previsiones sobre
l
futuro dei ca
pitalismo, 0 i n l u s ~ sobre su colapso inminente, se habian equivocado. Entre
LA
ECONOMfA- CAMBIA DE RITMO
55
los marxistas se suscitaron apasionadas discusiones sobre 10. q u ~ eso impti
caba para el futoro sus movimientos y si las doctrinas de Marx tendrian
que ser revisadas.
Los historiadores de la economia tienden -a centrar su atenci6n eri dos as
pectos dei periodo: la redistribucin dei poder y la iniciativa economica, -es
decir, en el'declive relativo dei Reino Unido y en el pr ogreso relativo y ab
soluto--de
los Estados Uni dos y s obre todo de Alemania,
y
asirnismo en el
problema de las tluctuaciones a largo y a corto plazo, es decir. fundamental
mente en la onda larga de Kondratiev, cuyas oscilaciones hacia abajo y ha
cia arriba dividen
daramente en_
dos
el
perfodo que. estudiamos. Por- intere
santes que puedan ser estos problemas, son--secundarios desde el punta de
vista de la economfa mundial. -
--- --
Coma cuestin de principio. no es sorprendente que Alemania. cuya po
blacion se elev de 45 a 65 miJJones, y los Estados Vnidos que pas de 50 a
92 millones, superar an al Reino Unido, con un territorio mas reducido y me
nos poblado. Pero eso no hace menos impresionante el (riunfo de las xpor
taciones industriales alemanas. En los treinta anos transcurridos hasta 1913
pasaron de menos
de
la mitad
de
las exportaciones britanCas a superarlas.
Excepto en
10
que podriamos Hamar los pafses semiindustriaHzados --es
decir, a efectos practicos, los dominios rcales
0
virtuales dei imperio britni
co, incluyendo sus dependencias econ6micas
latinoameticanas-.
las expor
taciones alemanas de productos manufacturados superaron a las dei Reina
Unido en toda la lfnea. Se incrementaron en una tercera parte en el mundo
industrial e induso el1 0 por 100 en cl mundo desarrollado. Una vez mas hay
que decir que no es sorprendente que
l
Reino Uoido no pudiera man{ener su
extraordinaria posicin corna taller dei mundo, que posera hacia J860. In
cluso los Estados Unidos,- en el cenit de su
supremada
global a comienzos
de 1950 y cuyo porcentaje d la poblacin mundial er a -tres veces mayor
que el dei Reino Vnido en
1860-
nunca aJeanz el 53 por 100 de la pro
ducci6n de hierrc y acero y el 49 por 100 de la: producCn textil. Pero esto
no explica exactamente por qu se produjo 0 incluso si se
produjo--
la ra:'
lentizaci6n dei crecimiento y la decadcncia de la economfa britnica, as
pectos que han sido objero de gran numero de estudios. El tema realmente
importante no cs quin cr ecio mas y mas deprisa en la economfa mundial en
expansion, si
rio
su crecimiento global coma un todo
En cuanto al ritmo Kondratiev
-llamarIo cielo en el sentido estricto
de la palabra supone asumir la verdad de la
cuestion-
plantea cuestiones
anaHticas fundamentales sobre la naturaleza deI crecmiento econ6mico en la
era capitalista 0 como podrian argumentar algunos estudiosos, sobre eI cre
cimiento de cualquier economfa mundial. Lamentablemente, ninguna de las
teorias sobre esta curios . alternativa de fases de confianza
y
de djficultad
econ6mica, que forrnan en conjunto una onda de aproximadamerite medio
siglo, tieue aceptaci6n generalizada. La teorfa mejor conocida y mas eIegan
te al respecto, la de Joseph Alois Schumpeter (1883-1950), asocia cada fase
descendente con el agotarniento de los beneficios potenciales de una serie
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
2/16
56
LA ERA DEL IMPERIO, 8 7 5 ~ 9 J 4
de innovaciones econmcas y la nueva fase ascendente con una serie de
innovaciones fundamentalmente -aunque no de forma exclusiva- tecnol
gicas, .cuyo potencial se
agotara
a su vez. Asf, las nuevas industrias, que ac
tuan como sectores pum dei crecimiento econ6mico
- po r
ejemplo, el l-
godn
en
la primera revoluci6n industrial, el fcrrocarril en el decenio de 1840
y despus de
I -
se convierten en tina especie de locomotoras qlle arrastran
la economfa mundial dei marasmo en
el que se ha vista
sumida
durante un
ticmpo. Esra
tcoda
es plausible, pues cada perfodo ascendente secuIar desde
105
inicios
de
1780 ha estado asociado con IRaparicilI de nuevas industrias, cada
vez mas revolucionarias desde
cl
punto de vista tecnol6gico; tal vez. dos de
los mas notables bopms econ6micos globales son los dos decenios y medio
anteriores a 1970. El problema que se plantea respecto a la fase ascendente
de los iltimos aiios dei d e c ~ n i o de 1890 es que las industrias innovadoras deI
perfodo - -en trminos generales. las qufmicas y elctricas
0
las asociadas
con las nuevas fuentes
de
energfa que pronto competirfan seriamente con el
vapor- no parecen haber estado todavfa situaci6n
de
dominar los
~ o v i
mientos'de la economla mundial.
En
definitiva,
coma
no podemos exphcar
las adecuadamente, las p e r i o d i c ~ d a d e s de $.ondratiev
no
nos son de gran ;lyu
da. nicamente nos permiten' observar que el
penodo
que estudia este libro
cubre la cafda y el ascenso de una onda Kondrtiev, pero eso no es 50r
prendente,
por
cuanto toda la historia modema de la economla global queda
dentro de ese modelo.
Sin embargo, existe un aspecta dei anlisis
de
Kondratiev que es perti
nente para un penodo
de
rpida globalizaci6n de la economfa mundial. Nos
referimos a la relaci6n entre el sector
indus rial
deI munda, que se desarroll
mediante una revoluci6n continua de la producci6n, y la producci6n
agr[co-
la mundial, que se increment6 fundamentalmente gracias a la incorporacion
de nuevas zonas geograficas de producci6n
0
de zonas que se especializaron
en la producci6n para
la
exportaci6n. En 1910-1913 el.mundo occidental dis
ponfa para el consumo de doble cantidad de tri go (en pr omedio) que e n el
decenio de 1870. Pero ese incremento procedfa bscamente de unos cuantos
pafses: los E s t a d ~ s -Unidos. Canada, rgentina y Australia y en E ~ r o p a Rusia.
Ruman y Hungrfa. El crecimiento de
la
produci6n en la Europa occiden
tal (Francia,-LAlemanfa; el
Reina
Unido, Blgica, Holanda
y
Escandinavia)
suponla tan solo el 10-15 por 100 del nuevo abastecimiento. Por tanto, no es
sorprendente, aun si prescindimos de catastrofes agrfcolas como los ocho
ailos de sequa
0895-1902)
que acabaron con la mitad
de
la cabafia de ove
jas de Australia y nuevas plagas-c omo el g o r g o j o L 9 ~ _ f : : _ ~ t a c 6 el cultiv.o de al :
god6n en los Estados Unidos a prtir de 1892, que la tusa de crecimlento de
la producci6n agrfcola mundial se ralentizara f l e s p u ~ deI iriicial salto hacia
adelante.- As, la relaci6n de jntercambio tenderfa a- variar en favor de la
agriculmra y en contra de la industria, es d e c i r ~ los agricultores -p_agaban me
nos,
-de
forma relativa -y absoluta, por 10 que compraban a la indusrria, mien
tras que la industria pagaba
mas
tanto relativa corna absolutamente,
por
10
que compraba a la agricultura.
57
Se ha argumentado que esa
v ~ r i a i 6 n
en las relaciones de intercambio
puede explcar que los precios, que hal?fan cafdo
n o t a b l e ~ ~ n t e
entre 1873
y
1896. experimentaran un importante aumento d e ~ d e esa ultlma fecha hasta
1914 y posteriormente. Es posible, pero de cualqUler forma 10 seguro es que
ese cambio en las relaciones de intercambio supuso una presin sobre los
costes de producci6n en la industria y en consecuencia, sobre su tasa de be
neficio. Por fortuna para la l)elleza de la belle poque la economa
e s t ~ b a .
estruc[urada de tal
fonna que esa
presn se podfa trasladar de los beneficlOs
a los trabajadores. El rapido incremento de los salarias reales, caracfe.rfstico
deI perfodo de la gran depresi6n, disminuyo notable.mente. En FranCia y el
Reino Unido hubo incluso un
descenso
de los s a l a n o ~ reales entre 1899 y
1913. Esto explica en parte el incremento de la tension social y de los esta
Ilidos de violencia en
los-
ltimos anos anteriores a 1914.
l.C6mo explicar. pues, que la economfa mundial tuviera. tan gran dn a
mismo? Sea cual fuere la explicaci6n en_detalle, no hay duda de que la clave
en esta cuesti6n hay que buscarla en el niicleo de pafses industriales
0
en p ~ o
ceso de industrializacin, que se distIibufan en la zona templada del
hemlS:
feria norte, pues actuaban
camo
locomotoras dei crecimiento global, tanta en
su condici6n de productores
camo
de mercada.
Esos palses constitufan ahora una masa productiva in gente y en rapido
crecimiento y ampliaci6n en el centro de la economfa mundial. Inclufan
no
s610
los niicleos grandes.,y pequefios
de
la industrializaci6n de mediados de
siglo,
con
una tasa de expansi6n
que
iba,desde
la
i m p r e ~ i o n a n t e h a ~ t a 10
i n ~ -
maginable - e l Reina Unido, A l e m a n ~ a l o s - E s ~ a d o s Umdos, Fra.ncla,. Bel gl
ca, Suiza y los territorios
checos-,
sma tambln un nuevo .conjunto .de rc
giones en proceso de ind lstrializacion: Escandinavia, los Pases BaJos, el
norte de ltaHa, Hungna, Rusia e incluso J a p 6 n ~ Constitufan tambin u . n ~ masa
cada vez ms impres onante t;ie compradores de los productos y s e r v l c ~ o s dei
mUlldo: un conjunto que vivJa cada vez mas-de las compras. es declr, -que
cada vez era menos d e p e n d i ~ n t e
de
las economias
ruples
tra,dicionales. La
definici6n habituaI de un hbtanre de una
c i u d a d -deI
siglo X X era la
de
aquel que vivra en un lugar
e
mas de 2.000 habitantes, .pero incluso
s.i
adop
tamos un criterio menos modesto (5.000), eI- porcentaJe
europeos
de la
zona desarrollada y de norteamericanos que_,vivan en ciudades
se
habla in
crementado hasta el
41
por 100 en 1910 (desde
l
19 Y el 14 por 100, res pec
tivamente. en 1850), y laI vez eI80por100 de los habitantes de las ciudades
(frente a los dos tercios en_1850) vivlan en niicleos de mas.de 20.000 habi
tantes; de eIlos, un numero-muy superior a la mitad
v i v l a n 3 ~ n dudades.
de
ms
de
cien mil habitantes, es decir, grandes masasdeconsumidores.
9
Adems, gracias
ar
descnso de Jas precios que se habla prociucido du
rante el perfodo de la depresion, esos consumidores disponfan de mucho
~ s
dinero que antes para gastar, aun considerando el descenso los .salanos
reales que se produjo a partir de 1900. Los
h a m b r ~ s
negocIOs. o m p r ~ n -
dian la gran importancia colectiva de esa acumulacl6n de' consumldores, m
Cluso entre los pobres. Si los fil6sofos polfticos temfan la aparici?n de las
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
3/16
58
-LA ERA DEL IMPERIO. 1875-1914
rnasas, los vendedores la ac ogieron muy -positivamente. La industria de la
pu
blicidad.
que se
desarroJl6 como fucrza importante
en
este perfodo. los
tomo
como punto de mira. La venta a plazos, qu_c aparcci6 durante esos aiios, tc
nfa
como
objetivo.permitir que los sectores con escasos rccurSQS' pudieran
camprar
productos de alto precio. El arte
y
la industria revolucionarios dei
cine (vase
infra
capitulo 9) crecieron desde la nada en 1895 hasta realizar
autnticas exhibiciones de riqueza en 1915
y
con unos productos tan caros
de fabricar que supei aban a los de las operas de principes, y todo ello apo
yandose en la fuerza de
un
publico que pagab a en monedas de cinco centavos.
Ulla sola cifra basta para i1ustrar la importancia
de
la zona desarroHada
dei
mundo
en este periodo. A pesar dei notable crccimiento que experimen
taron -regiones
y
cconomias nuevas en u l t r a m a r ~ a pesar de la sangria de una
emigracin masiva sin precedentes, el porcentaje
de
europeos en
cl
conjunto
de la poblaci6n mundi'al aument6 en el sigle
XIX
y su lasa de crecimiento se
aceler desde el 7 por 100 anual en la primera mitad dei siglo y el 8 por 100
en la segunda hasla el 13 por 100 en los anos 1900-
J
913. Si a ese continen
te
u r ~ n i z d o
de compradores potenciales anadjmos los Estados Unidos
y
al
gunas
economias
de
ultramar. en nipido desarrollo pero de mucho menor en
vergadura, tenernos
un
mundo desarr01lado
que
ocupaba aproximadamente
el15 por
100 de la superficie dei planeta, con alrededor dei
40
por 100 de
sus -habitantes. .
Asi pues. estos paises constituian el nucleo'central de la economa mun
dial. En conjunt o forma ban el 80 por 100 dei mercado internacional. Ms
aun, determinaban el desarrollo deI resto dei mundo, de unos paises cuyas
economias 'crccieron gracias a que abastccfan las necesidades de otras eco
nomlas.
No
sabemos q habrfa ocurrido si
Uruguay
u Honduras hubieran
'seguido su propio camino. (De cualquier forma,
efa
diffcil que eso pudiera
suceder: Paraguay intent en una ocasin apartarse deI mercado mundial y
fue obligado por la fuerza,a reintegrarse en.l;,:vase
l
era
deI capital
ca
pftulo 4.) Lo que sabemos es que el primero
de
esos paises producfa
came
porque habia un mercado para ese'producto eri- el Reino Unido, y-cl segun
do. pltanos,porque algunos comerciantes de Boston pensaron que los norte
americanos
gastariari dinero
para
consumirlos.-, Aigunas de esas economias
satlites consegufan mejores resu)tados que otras. pero cuanto rriejores eran
esos re;sultados, mayores eran los beneficios para las economias deI nucleo
central. para las cuales ese crecimiento significaba
la
posibiJidad de exporta r
. una
mayor
cantidad
de
productos y capital.
La
marina mercante mundial, '
cuyo crecimiento indica aproxirnadarnente
la
expansi6n
de' l a ' ~ 9 n o m f a . ' ; g l < > - :
bal, permaneci mas
0
menos invariable entre 1860
y
1890. fluctuando en
tre los 16
y
20 millones de tOReladas. Pero entre 1890
y
1914, ese tonelaje
casi se duplic6.
LA ECONOMfA CAMfHA DE RITMO
59
nI
l.C6mo tesumir. pues, en unos cuantos tasgos
10
que fue la economfa
mundial durante la em deI imperio?
En.
primer logar. coino hemos visto, su base geogrfica era mucho mas
amplia que antes. El sector industrial y en proceso de industrializaci6n se
ampH6, en Europa mediante la revolucion indusmal que conocieron Rusia y
.otros pafses -coino Suecia
y
los Pafses Bajas, apenas afectados hasta ento.n
ces
par
esc proceso,
y
fuera de Europa por los acontecimientos que tenlan lu
gar en Nortcamrica
Y
en cierta
. f l ~ d i d a , en
Jap6n. El mercado intemacional
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
4/16
': .
,
60
LA
ERA-DEL IMPERI. 8 7 5 ~ 9 4
Reina Voida.
Por
uoa parte, la City londinense efa, mas qu Dunea, el ceo
tm de Jas transacciones internacionales, de tal fonna que sus servicios
CQ-
merci ales
y
financieros obtenan ingresos suficientes
como
para compensar
el importante dficit en la balanza de articulos de consuma (137 millanes de
libras frente a 142 millones en 1906-1910). Por otra parte, la enorme impor
tancia de las inversiones britanicas en el extranjero
y
su marina mercante re
forzaban atin
mas
la posici6n central deI pais en una economa
mundial
abo
cada en Londres y cuya
base
monetaria em la libra esterIina. En el mercado
internacional de capitales. el Reina Unida conservaba un dominio abruma
dor. En 1914, Francia, Alemania. los Estados Unidos, Blgica, los Paises
Bajas, Suiza y los demas palses acumuJaban. en conjunto, el 56 por 100 de
las inversiones mundiales en ultramar. mientras que la participaci6n dei
Reina Unido ascendfa al
44 por
100.13
En 1914,
la
flta briuinica de barcos
de vapor era un
J
2
por J00
mas numerosa que la f10ta
-de
todos los paises
europeos juntos.
De
h e c h ~ ese
pluralismo al que haec.ms referencia refon por
el
m
mento la
pO.sicin
central dei Reino Unido. En efeclo, conforme las nuevas
economfas
_en
proceso de industrializacion comenzaron a comprar mayor
cantidad de malerias prims eri el mundo subdesarrollado, acumularon un d
ficit importante
en"
su comercio con esa zona deI mundo.
Era
el Reino Uni
do el pafs que restablecfa el equilibrio global importando mayor cantidad de
productos manufacmrados de sus rivales, gracias rambin a sus exportacio
nes de productos industriales al mundo dependiente, pero, sobre todo, con sus
ingeotes ingresos invisibles, procedentes tanto' de los servicios internaciona
les
en
el mundo de los negocios (banca. seguros, etc.) corno de su condicin
de principal acreedor mundial debido a sus importantfsimas inversiones en el
extranjero. El relativo declive industrial dei Reino Unido reforz, pues, su
posicin finariciera y su riqueza. Los intereses de la industria britanica
y
de
la City, compatibles hasta entonces. comenzaron a entrar en una fase de en
frentamiento.
La tercera caracterfstica de la economia mundial es, -a pr imera vista. la
mas obvia: la revo ucin tecnolgic. rrib sabernos, fue en
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
5/16
62
LA
ERA
DEL IMPERIO. 1875-1914
bucin, incluyendo la campra a crdita, fundamentalmente por media de los
plazos.
ASI, comenzo
en el Reina Unido en 1884 la venta de t en paquetes
de 100 gramos. Esta actividad permitiria hacer una gran fortun a mas de un
magnare de los ultramarinos de los barrios obreros, en las grandes ciudades.
como sir Thomas Lipton, cuyo yate
y
cuyo dnero le permitieron conseguir
la amistad dei monarca Eduardo VII, que s senta muy atrafda por la pro
digalidad
de
los millonarios. Lipton. que
no-
tenia establecimiento alguno
en 1870, posea 500 en 1899."
Esta encajaba perfectamente con la sexta caracterfstica de la economfa:
el
importante crecimiento, tanto absoluto como relativo, dei sectaT terciario
de la economfa, publico -y privado: el aumento de puestos de trabajo en las
oficinas. tiendas y otros serv idos. onsideremos unicarncnte el caso del Rei
na Unido, pais que en el m0l lento de su mayor apogeo dominaba la econo
mla mundial con
un
porcentaje realmente ridfculo de mana de obra dedicada
a las tareas adrninistrativas: en -1851 habla 67.000 funcionarios publicos y
91.000 personas empleadas en aetividades comerciales de una pobJacion ocu
pada total de unos n,ueve mi1lopes de personas. En 1881 eran ya 360.000 los
ernpleados-en el seetor eomercial
--casi
todos el10s deI sexo maseulin(}-,
aunque 8610 120.000 en
el
sector publico. Pero en
1911
eran ya casi 900.000
las personas empleadas en
el
comercio,- siendo el
17
'por 100
de
eHas
muje
res, y los puestos de trabajo d ~ l sector publico se'haban triplicado.
El
p o r ~
cent,aje de _
manO
de obra que trabajaba en el sector del comercio se haba
quintuplicado'-desde 1851. Nos oeuparemos ms adelante de las c o n s e e u e n ~
cias sociales de ese gran ineremcnto de los empleados administrativos.
La ultima earactetfstica
e
la economa que sefialaremos
es
la
c o n v e r ~
gencia creciente entre la poltica y la economa,_ es decir, el papel cada vez
mas importante deI gobiemo
y
dei sector publicQ,
0
la que los idelogos de
tendencia liberal, como cl abogado
A. V.
Dicey, consideraban como el m e ~
nazador avance deI (colectivismo, a expensas de la tradicional empresa in
dividual 0 voluntaria. De hecho,
era-
uno de los sfntomas deI retraceso de la
eeonomfa de mercado libre -competitiva que habia sido el ideal y hasta
cierto punto la. realidad- del capitalismo.
de,
mediados de -la centuria. Sea
como
f u e r e ~
a 'partk de
-1875
comenzo a extenderse el escepticismo sobre
la
eficacia de la economa de mercado at6noma.y autoeorrectora, la famosa
mana oculta de Adam Smith. sin ayuda de ningun
Eipo
dei estado
y
de las
autoridades pblicas. La mano cra cada v ~ z
~
claramente visible.
Par una parte. camo verernos (capitulo 4), la democratizaci6n de la p o l f ~
tica impuls6 a los gobiemos, muchas veces, renucntes, -a apHcar polfticas de
reforma y bienestar social asf como a inic iar una acci6n polftica para la de
fensa de-los intereses econ6micos de detenninad os grupos de votantes, como
el proteccionismo y diferentes disposiciones
-aunque--menos
eficaces
contra la eoncentraei6n econ6mica, caso de Estados Onidos y Alemania.-Por
otra parte, las rivalidades polfticas entre los estados
y
la competitividad ecc
nomiea entre grupos nacionales de empresarios convergieron contribuycndo
--como
veremos-
tanto al imperialismo como a la gnesis
de
la primera
S G B ~ E . ~ / ; : ~
_ ~ L L 1 U i d M m M f ~ C A M B I A E
R TMO
63
guerra mundiaL Por cierto, tambin condujeron al desarroHo de industrias
como la de armamento, en la que el papel deI gobierno era decisivo.
Sin' embargo, mientras que el papel estratgico.del sector publieo podia
ser fundamental, su peso
-real
en
la
econornfa
_sigui6
siendo modesto. A
p e ~
sar de los cada vez mas numerasos ejernplos que hablaban en sentido
c o n ~
trario
--coma
la intervencion dei gobierno britnico en la industria petroH
fera dei Oriente Medio
y
su control
e
la nueva teIegrafia sin hilos, arnbos de
significacion rnilitar, la voluntad del gobiemo aleman
e
nacionalizar secto
re.. de su industria y, 'sobre todo, la polItica sistemtica de industrializacion
iniciada por el gobierno ruso en 1890- ni los
g o b ~ e m o s
ni la .opinion con
sideraban
al
sector publico como Qtra cosa_que un complemento secundario
de la economa privada, aun admitieIido el desarrollo que aIcanz6 en Europa
la administracion publica (fundamentalmente local) en
el
sector de los servi
cios publicos. Los socialistas no cornpartan esa conviccion de la supremaca
deI
sector privado, aunque no se planteaban los problemas que podJa s u s c i ~
tar una economfa socializada. Podnan haber considerado esas iniciativas mu
nicipales como socialismo municipal, Pero 10 cierto es que fueran realizada'i
en
su mayor parte par unas autoridades que no tenian ni intenciones ni sim
patlas socialistas. Las economfas modernas, controladas, organizadas y ~ o ~
minadas en gran medida por el estado, fueran producto de la _primera guerra
mundial. Entre 1875 y 1914 tendieran, en todo casa, a disminuir las inver
siones publicas en los productos nacio.nales en rapido crecimiento, y ello a
pesar deI importante ineremento
de
los gastos cprno consecuencia de la pre-
paradon para la g u e r r a ~ .
Esta fue la' forma en que crecio y se transformo la economa
deI
mundo
desarrollado. P ero 10 que impresion6 a los contemporaneos en el mun
do
desarroUado e industrial fue mas que la evidente transformaci6n de su
economfa, su xito, aun mas ootorio. Sin duda, estaban viviendo una poca
floreciente. Incluso las masas trabajadoras se beneficiaron de esa expansi6n,
cuando menos porque la economf. industrial de 1875
0
1914 utilizab. un.
rnano
de
obra muy-
numerosa
y
parecia ofrecer un numero casi ilirriitado de
puestos de trabajo de escasa cualificacion
0
de."nipido ap.rendizaje para los
hombres
y
mujeres que acudfan a la ciudad
y
a la industria. Esta permiti6 a
la masa de ,europeos que emigraron a los Estados Unidos integrarse en el
mundo de hi industria. Pero si la economfa ofreca puestos, de trabajo,
s610
aliviaba de forma m-odesta, y a veces minima, la- pobreza que la mayor parte
de la clase obrera habia creido que cra su destino a 10 largo de la historia. En
la mitologa retraspectiva de las ,clases obreras, Jos decenios anteriores a
1914
no figuran como una edad de oro, coma ocurre en la de las clases
p u ~
dientes. e incluso en la de las ms modestas clases medias. Para stas, la
belle poq ue
era el parafso, que se perden. despus de 1914. Para los hom
bres
de negocios
y
para los gobiemos de despus de la guerra, 1913 seria el
punta de referencia pennan ente,
al
que aspiraban regresar desde una era de
perturbaciones. En los anos oscuros e inquietos de la posguerra, los momen
tos extraordinarios del 61timo boom de antes de la guerra aparecian en 're-
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
6/16
64
LA
ERA DEL IMPERIO. 1875-1914
trospecliva como la normalidad radiante a la que a s ~ i r a b a n r e t ~ m a r
t:; r n
veremos fueran las mismas tendencias de la economla de los anos anteno
res a
19i4.
y
gracias a las cuales las clases medias v i ~ ~ e r o n una poca d o r ~ -
da las que llevaron a la guerra mundial, a la revoluclOfl
y
a la perturbaClOn
e {mpidieron
l
retomo
al
pamso perdido. .
3.
LA ERA DEL IMPERIO
Solo
-la
confusion polltiea total y el oprimismo ingenuo pue
den impedir eI-.reconocimiento de que los esfuerzo s inevitp.bles por
alcanzar la expansion
comercial por
parte
de
r o ~ a s
.Ias naejones
civilizadas burguesas, tras
,un
perfodo de transici6n de aparente
competencia pacifiea, se aproximan al punto en que solo el fJoder
decidir la participaci6n de cada naci6n en el control econ6mico
de la Tierra y, por tanto, la esfera de aedan de su pueblo y. espe-
: eialmen , el pote neial.de ga nancias
de
sus
t ~ b a j a d o r e s
MAX WEBER,
1894
Cuando ests entre los chinos afirma {el emperador
de-
Ale
maniaJ---. -recuerda que eres la vanguardia dei eristianismo -afir
ma- y
atraviesa con
tu bayonera
a rodo
odiado)nfiel al
que
veas
-af imia- .
Hazle comprender
10
que signifca nuestra civilizacian
occidental
... Y
si por easualidad consigues un poco-de teffa. no
permitas que los franceses 0 los rusos le la arrebaten.
MT
Dooley s Philosophy, 1900
2
Un mundo en el que el ritmo de la econornfa staba detenninado pOl' los
paises capitalistas desarroIlads 0 en proceso de desarrllo ,existentes en su
seno terua grandes probabiJidades de convertirse en
un
mundo
en
el que los
paises avanzados.dorninaran,_a los -atrasados: en definitiva,
en-un
mundo
imperialista. Pero, paradjicamente.
al
perodo transcurrido entre 1875 y 1914
se le puede calificar como era deI imperio- no 5610 porque en l se ,desarroU6
un nuevo tipo Jie .imperialismo, sino tambin pot otro motivo ciertamente ana
cr6nico. Probablemente, fue el perodo de la historia moder-ria en que hubo
mayor numero de gobema ntes que se autottulaban of icialmente -emper,ado
res 0 que er an cons iderados por los diplornaticos Occiden.tales _como mere
cedores de ese titulo.
En
Europa. se reclamaban de ese tftulo los gobernantes le
A l e Q 1 a r i : i a ~
Aus
tria, Rusia, Turquia
y
en s calidad de senores de la India) el
Re.ino
Unido.
Dos de ellos (Almania
y
el Reino Unid.olIndia) eran i n n o v a c i o n e s ~ d e l d e c e n i o
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
7/16
66
LA ERA DEL IMPERIO. 1875-1914
de 1870. Compensaban con creees la desaparici6n deI segundo imperio-de
Napoleon III en Francia. Fuera de Europa, se adjudicaba normalrnente csc tl
tulo a los gobemantes de China, Japon, Persia y ta i vez en este casa con un
grade mayor de cortes fa diplomatica internacional- a los de Etiopa
y
Ma
rruecos. Por olfa parte, hasta 1889 sobrevivi6 en Brasil un emperador ameri
cano.
Podnan
anadirse a
esa
lista uno
0
dos cmperadores) an mas oscuros.
En 1918 hablan desaparecido cinca de ellos. En la actualidad [1987]
el
nico
superviviente de csc conjunto de supennonarcas' es
el
de
Japon,
euyo perfil po
ltico es- de poea consistencia y cuya influencia politica es insignificante.*
Dcsde una perspectiva menos trivial, el perfodo que estudiamos es una era
h
que aparece un nuevo tipo de imperio, el imperio colonial.
La supremada
econmica y'militar de los'pases capitalistas no haba sufrido un desaffo se
rio dcsde hada mucho tiempo, pero cntre finales dei' siglo XVIII y el ultimo
cuarto dei siglo XIX no se haba llevado a cabo intento alguno
por
convertir
esa supremada en una conquista, anexi6n y admiriistraci6n fonnales. Entre
1880 y 19
J
4 ese intentose reali z y la mayor parte del mundo ajeno a Euro
pa y al continente amerlano fue dividido formalmente en temt orios que que
damn
bajo cf gobierno
fonnal 0
bajo el dominio poHtico infonnal
de
unD u
otro de una serie de estados. fundamentalmente
cl
Reino Unido, Francia, Ale
mania, Italia, los Paises Bajos, Blgi ca, los Estados Unidos y Japn.- Hasta
cierto punta, las 'vctimas
de
ese'proceso fueran los antiguos imperios prein
dustrialcs supcrvivientes
de
Espaia
y
Portugal, el primero ----rese a los inten
tas de extender'el territorio bajo su control al noroeste de Africa- mas que
el
.segundo. Pero la supervivencia, de los maS importantes temtorios portu
g leses en Africa (Angola y Mozambique), que sobrevivirian a otras colonias
imperialistas, fue consecuencia, sobre todo, de la incapacidad de sus rivales
. modem os para pone rse de acuer do sobre la mane ra de repartirselo. No hubo
rivalidades del_mismo tipo que pennitieran salv'ar los restos
4-el
imperio espa
fiai en Amrica (Cuba, Puerto Rico)
y
en el
Padfico
(Filipinas) de los Esta
dos Uni dos en 1898. Nominalment e,
la
mayor parte de los grandes imperios
tradicionales de'Asia se mantuvieron independientes, aunque las potencias oc
cidentales establecieron en clios zonas de influencia 0
i n c l u s ~
una admi
nistraci6n directa_que en alg1,lnos casos (como en
el
acuerdo
anglOlTIlSO
sobre
Persia en 1907) cubrfan todo el territorio. De hecho, se daba por sentada su
indefensin militar y politica. Si conservaron su independencia fue bien por-
. que resultaban convenientes
coma
estados-t ap6n (c omo ocuIT en Siam l a
acrual
Tailandia-.
que dividfa las zonas britanica y francesa en el SUreste
asiatico.
0
en Afganistan,
que
sepai:aba al Reino Unido
y
Rusia),
-{J9F
inea
pacidad de las potencias'
impenales
rivales para acordar una fnnula para la
division,
-0
bien por
su
gran extension. El i i n i ~ 9 estado no europeo que resis
tio con xito la conquista colonial. fonnal fue ;Etiopfa; que-pudo mantener a
raya a Italia, la mas d1:?iI de las potencias imperiales.
* El suItn de Marrue
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
8/16
68
,
B e
reparro
de
mundn entre un
nUme-ro
reducido
de
esl2ills. que
d su
tlWJ ?
~ . ~ e n t e
voIumen. era la expreson
mas ~ p e c t a c u I a r de la p r o g r e s i ~
va dJVJ51DO
de globo
en
fuerres
y
dbiles
( cierto es que
se consideraba camo una novedad y coma tal fue analizado.
Los debates que rodean a
-este
delicado tema son tan apasionados, densos
y_confusos que
la
primera tarea del historiador ha de ser la de aclararlos para
que sea posible -analizar el fen6meno en
10
que realmente _ s. En efecto, la
mayor parte de los debates se;han centrado n6 en
10
que sucedi6 en el mundo
entre 1875
y,l914,
sino en el marxismo;-un tema que levanta fuertes pasio
nes. Ciertainente, el anlisis deI imperialsmo, fuertemente erftico, re'aEzado
par Lenin se convertirfa en un elemento centdU deI marxismo, revolucionario
de los movimientos eomunistas a partir de 1917 y tambin en los movimien
tos revolucionarios dei tere,er mundo. Lo que ha dado al debate un tono es
pecial es el hecho de que una de las partes protagonistas parece tener Ulla li
gera ventaja intrfnseca,., pues' el trmino
ha
adquirido 'graduairriente
y
es
diffcil que pued.a
perdila-
una connotaci6n peyorativa. A diferencia de
la
que ocurre con el trmino democracia
al
que ape1an incltiso
sus
enemigos
por
,sus connotaciones favorables, el imperialismo es' una actividad
que
habitualmente se desaprueba.
y
que, por tanto, ha sida siempre practicada por
otros. En 1914 eran muchos los polfticos que se sentfan orgullosos de -llamar
se imperialistas, pero a 10 iargo de este siglo
]05
que asf actuaban han desa
parecido casi 'por completo.
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
9/16
70
L E R . ~ DEL IMPERIO. 1875 1914
El
punw
esencial dei anlisis leninista (que se basaba c1aramente en una
serie de autores contemporaneos. taoto marxistas
como
no marxistas) era
que
el
nueVQ
imperialismo tena sus ralces econ6micas en una nueva fase especi
ficu dei capitalismo, que, entre otras cosas . conducfa a la divS:i6n territorial
deI mundo entre las grandes potendas capitaHstas en una serie de colonias
formales e inforrnales
y
de esfera.... de influencia. Las rivalidades existentes
entre los capitalistas que fueron causa
de
esa
divisi6n engendraron tambin
la primera guerra mundial.
No
analizaremos aqui los mecanismos
~ s p e c f f i c o s
mediante
los cu ales el ca pitalismo
m o n o p o l i s t ~
condujo al colonialismo
l as
opiniones
al
respecto diferfan incluso e ntre los
marxistas-, ni la u t i l i ~
zaci6n mas recierite de esos anaIisis para formar una teorfa de
la
dependen
cia mas global
a
finales dei siglo xx. Todos esos, analisis asumen de una
u
atm forma que la expansi6n econ6mica
y
la explotacion dei munda en uItra
mar eran e..;;enciaIes para los pafses capitalistas.
C ~ i t i c a r esas teorfas no revestirfa un inters especiaI
y seri,a
irrelevante en
el contexto
_que
nos ocupa. Sefialemos simplemente que los analisis no rnar-
xistas dei imperialis TI? establecfan conclusiones opuestas a 'las de los marxis
tas
y
de esta fonna han aiiadido confusin al. terna. Negaban la conexi6n
especffica entre el imperialismo
de
finales deI siglo
XIX
y
dei siglo xx con el
capitalismo'en general
y
con la fase concreta deI capitalismo
que,
coma
he
mas-vi sta, parecio_surgir a finales .del siglo
XIX.
Negaban que el imperialismo
tuvierd
i"aices
econ6micas importantes, que beneficiara economicamente a los
palses imperialistas
y, ~ s i m i s m o
que la explotaci6n de las zonas atrasadas fue
ra fundamental para
el
capitalisma
y
que hubiera tendo efectos negativos so
bre las economfas coloni'ales. Afim13ban que el:imperialismo no desemboco
en rivalidades insuperables entre las poten cias irriperialistas y que no habfa te
nido consecuendas decisivas sobre
el
origen
de la
primera guerra mundial. Re
chazando las -explicaciones econmicas,
se
concentraban- en los aspectos
-psi
colgicos, ideoJgicos, culturales
y
politicos, aunque por.lo general evitando
cuidadosamente
el
terreno resbaladizo
de
la poIftica interna, pues los Iharxis
tas tendfan tambin}l hacer hincapi en las ventajas que habfan supuesto para
las c1ases gobernantes de las metrpolis la politica
y
la propaganrla imperia
lista que, entre 9tras casas, sirvieron
para
contrarrestar el atractivo que los ma
vimientos obreros de masas ejercan sobre las clase..
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
10/16
72
LA ERA DEL IMPERIO. 1875-1914
accesibles, muchas de eS3S regiones parecfan a primera .vista simples ~ x t e n
siones potenciales dei mundo desarrollado. que estaban slendo ya colomzadas
y desarrolladas por hombres y mujeres de origen eu:opeo. que
~ x p u l s a b a n
0
hacfan retroceder a los habitantes nativos, creando clUdades. y, sm d ~ d a a su
debido tiempo, la civilizacin industrial: los
E s t a ~ o ~
U mdos oeste dei
Mississippi Canada Australia, Nueva Zelanda. Surafna, Argeha y el
_cona
sur de Sura'mrica.
Camo
veremos, la predicci6n era erronea. Sin
e m b a r g ~ .
esas zonas, aunque muchas veces remotas, eran para las mentes
c . o n : e ~ p o r a -
neas distintas de aquellas atras regiones donde,
pOT
razone.s chmancas, la
colonizaci6n blanca no se senta atraida; pero donde por citar las palabras
de un destacado membro de -la administraCi6n imperia.l de la poca.: el
europeo puede venir en I):meros r e d u c i ~ o s . con su capItal, su energla y su
eonocimiento para -desarrollarun eomerclO muy l u c r a t I ~ ~ o b . ~ n e r ~ produc
tas necesarios para el funcionamiento de su
a v a n z a d ~ ~ l v l h z a c t o n .
La civilizaci6n necesitaba ahora el elemento exaUeo .EI ~ e s a r r o l l o tec
nol6gico dependa de materias primas q ~ e p ~ r razones chmatlcas 0 par los
azares de la gealogfa se-encontraban excluslva a muy a b u ~ d ~ n t e m e n t e
~ e n
lugares remotos.
El
motar de combustin interna, producto tlplCO deI peno:
do que estudiamos, necesitaba petr61eo y caucha. El petr61e? procedla caSt
en su tota idad de los Estados Unidos
y
de Europa (de Rus a en mucha
menar medida, de Rumana), pero_los pozos p e t r o H f ~ r o ~ d e l . O r l e n t e .
MedlO
eran ya objeto de un intenso enfrentaniento y negOCIaClOn d l ~ l o m a t ~ c o s . El
caucho era un producto exclusivamente tropical, que se extrala medlante la
terrible explotaci6n de los nativos en las selvas deI ~ o n g o . y ,deI A m ~ z o n a s
blanco de las primeras y justificadas protestas
a ~ t n m p e n a : - l s t a s .
N.Ias ade
lante se cultivarfa intensamente en Malaya. El estarto p r o c ~ d i a de .Asla y
S u ~
amrica. Una serie de metales, no frricos que antes carecIan,de l m p o ~ t a n c l a
comenzaron a ser flmdamentales. para las aleaciones de-aeero
qu.e ,eXIgfa
la
tecnologta de aIta velocidad. Algunos de esoS minerales se encontraban'
e?
grandes' cantidades en el munda desarrollado. ante todo en los .Estado.s Um
dos pero no ocurrfa 10 mismo con algunos atros. Las nuevas mdustnas ct;l
a u t ~ m 6 v l
y elctricas necesitahan irnperiosamente
~ n o
de los metales
maS
antiguos, el cabre. Sus principales reservas y, p o s t e n o n n ~ n t e . sus p r o d u c t ~
res mas importantes se hllahan en
10
que a finales
d.el
siglo
x
se
~ e ~ o r r u
naria camo el tercer mundo: Chile. Per.
Zare.
Z a m b ~ a . Ademas, exlstla u ~ n a
constante y nunea satisfecha demanda de metales preclOsos que en este peno-.
da convirti6 a Sunifrica en el mayor productor de oro ~ e l mundo, .par no
mencionar su riqueza de diamantes.-Las minas, fueron l?s g,randes- p l o n e r o ~
que abrieran el mundo al imperialismo. Y fueron e x t r a o r d i n a n ~ e n ~ e eficaces
porque sus beneficios eran la bastante
i m p o ~ t a n t e s
camo para Jusuficar tam
bin la consthlcci6n de ramales de ferrocamI. ~
Cornpletamente a pane de las demandas de la
nue.va t e c n ~ l o ~ I a el c r ; e ~
miento deI consuma.de masas en los paises metropolItanos slgmfic6 la rapl
da expans6n deI mercado de productos alimentarios. Por 10 .que respecta aL
volumen,
el
mercado estaba dominado por los productos baslCOS de la-zona
LA ERA DEL IMPERIO 73
templada, cereales' y came que se producfan a muy bajo coste y en grandes
cantidades en diferentes zonas de asentamiento europeo en Norteamrica y
Suramrica, Rusia y Australasia. Pero tambin transform
el
mercado de pro
ductos conocidos desde hac1a mucho tiempo (al menos en Alemania) como
productos coloniales y que se vendian en as}indas dei mundo desarrolla
do: azcar,
t
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
13/16
78
LA
ERA DEL IMPERIO. 1875-1914
sina [ambin sobre todo el ocano
indico.
inc1uyendo sectores de la costa
africana
y
su traspais. Los gobiemos britnicos eran p e r f e c t a m ~ n t e conscien
tes
de
clIo. Tambin es
derta _que
la desintegraci6n deI poder local en algunas
zonas esenciales para conseguir esos objetivos, como Egipto (incluyendo
Sudan), impulsaron a los bntnicos a protagonizar una presencia politiea
directa .mucha mayor de la que habfan pensado en un principio. Ilegando
i n c l u s ~
hasta el gobierno de hecho. Pero estos argumentos no eximen de
un
anlisis econqmico del imperialismo. En
primer
lugar, subestiman el incen
tiva econmico presente en "Ia ocupaci6n de algunos territoros africanos,
siendo en este sentido el casa mas claro el de Surfrica. En,cualquier caso,
lbs e ~ f r e n t a m i e n t o s por el frica occidental
y
el Congo tuvieron causas fun
damentalmente econmicas. En :segundo lugar, ignoran .el hecho de -que la i
India era la joya mas radiante de la corona imperial y la pieza esencial '
de la 'estrategia britnica global, precisamente por su gran importancia para
la-economia britnica. Esa importancia nunea fue mayor que en este periodo.
cuaodo el
60
por
100
de las exportaciones britanicas de algodn iban a pa
rar a_ la India y
al
Lejano Oriente, zona hacia la cual
la
India era la puerta
de acceso --el 40-45 por 100 de las exportaciones las absorbia la India-,
ycuando la balanza de pagos
deI
Reino Unido dependfa para su -equilibrio
de
_los
pagos de la India. En tercer lugar, la desintegracion de gobiemos in
digenas_locales. que en oeasions llev6. a los europeos a eslableeer el control
directo sobre uoas zonas que anteriormente no se habian acupado de admi
nistrar, se debi al hccho de que las estructuras locales se habian vista soca
vadas
par la
penetracin ec:n6mica. Finalmente, no se sostiene el intento de
demastrar que no hay nada-en el desarrallo interno del capitalismo occidenta1
en el decenia de
1880
que explique
la
redivision territorial deI mundo, p u ~ s
, el capi talismo mundial er a muy diferente en ese -periodo deI deI deceoio
de
1860.
Estaba constituido ahora por uoa pluralidad de economias oacio
nales rivales, que-se protegfan unas de otras. En definitiva, es imposible
separar la polftica y la economia en una sociedad capitalista, como
10
es se
parar la religion y 'la sociedad en una comunidad islmica; La pretension de
explicar el nuevo imperialismo desde una optica no econmie es tan poco
realista
camo
el intenta de explicar la aparicin de los partidos obreros sin
tener en cuenta para nada los factores economicos.
De hecho, la aparicion de los rhovimientos obreros
0,
de fonna mas ge
neral, de la polftica democratica (vase el capitulo siguiente) tuvo una clara
influenca sobre el desarrollo deI nuevo irnperialismo. Desde que el
gran
imperialista Cecil Rhodes afinnara en 1895 que si s'e quiere--evitar-la guerra
civil hay que convertirse -en imperialista,9 r n u c ~ o s observ'adores han tenido en
cuenta la existencia del llamado imperialismo
s o c i a l ~ ,
es decir, el intento de
utilizar la expansion imperial para amortiguar el descontento interna a travs
de mejoras econmicas a refonnas sociales,
0
de otra forma. Sin duda nin
guna, todos los polfticas 'eran perfectamente conscientes de los
b e n e f i ~ i o s
potenciales deI imperialismo. En algunos casos, ante todo en Alemania, se
ha
.apuntado como razon fundamental para el desarrollo del imperialismo
la
l ERA DEL IMPERIO
79
primacfa de la polftica interior; Probablemente, la version' deI imperialismo
social de Cecil Rhodes, en la que el aspecto fundamental eran los beneficios
economicos que una politiea impcrialista: podia suponer, de forma dirccta 0
indirecta, para las masas descolltentas, sea hi menos relevante. No poseemos
pruebas de que la conquista colonial tuviera una gran influencia sobre el em
pleo 0 'sobie los salarios reales de la mayor parte de los trabajadores en los
paises metropolitanos,* y la idea de que
la
emigraci6n a las eolonias
pocHa
ser una vlvula de seguridad en los paises superpoblados era poco mas que
una fantasa demagogica. (De hecho, nunca fue mas facil encontrar un Jugar
para einigrar que en el periodo
1880-1914.
y solo una pequefia
mi
noria de
emigrantes acudia a las colonias; 0 necesitaba_hacerlo.)
Mucho
mas
relevante nos parece -la-prtica'habitual de.ofrecer a los vo
tantes gloria en lugar de refomlas costosas, y i,qu podia ser mas glorioso que
las conquistas de tcrritorios exoticos y razas de piel oscura, cuando adems .
csas conquistas se 'consegu an con t ~ l escaso coste? De fonna mas general, el
imperialismo estirp.ul a las masas, y en especial a los elementos potencial
mente descontentos, a identificarse
co'n
el estado y la nacion imperial, claudo
asf, de- forma inconsciente, justificacion y legitimidad al sistema social y po
lftico representado par
eSe
estada. En una era de polftica de masas (vase el
capitulo siguiente) incluso los viejos sistemas exigan una nueva legitimidd.
Tambin
sobre este punto
los
contemporneos eran totalmente claros. En
1902
se eJogi6 la ceremonia de coronacion britnica, cuidadosamente modificada,
porque estaba dirigida a expresar el reconacimiento, por una democracia
libre, de una corona hereditaria.
coma s{mbolo deI dominio unversal de su
r z
(la cursiva es mfa).ro En resumen, el imperialismo ayudaba';a crear un
bueu
cementa ideol6gico.
Es dificil precisar hasta qu punto era efectiva esta variante especffica de
exaltacion
p a t r i 6 t i c a ~ sobre
todo en aquellos paises donde elliberali smo
y
la
izquierda mas radical habfandesarrolla.do fuertes sentimientos antiimperia
listas; a n t i m i l i t a r i s t a s ~ 'ariticolaniales 0, de forma 'mas generaJ-, antiaristocrti
cos. Sin duda, en algunos paises el imperialismo a1canz una -gran populari:'
dad entre las 'nevas clases medias
y
de trabajadores administrativos, cuya
identidad social descansaba en la pretension de ser los .vehiculos elegidos deI
patriotismo (vase infra capitulo 8). Es mucha ,menos
evid,ente
que los tr3-
bajadores sineran ningun tipo de entusiasmo espontaneo por las conquistas
coloniales. por las guerras,
0
cualquier inters en:las colonias, ya fueran
nue-
vas
a antiguas (excepta las de colonizaci6n blanca)" Los intentos de insti
tucionalizar
un
sentimiento de orgullo por el imperialismo.
'por
ejemplo crean
dO Jn dfa deI imperio en el Reino Voido
(1902),
dependian para conseguir
,* n
~ t 1 g u n o s
\ asos
el
imperialismo podia ser tiI.
Lof mncro:i de
CornualJes b n d o n ~
ron-masvamente las minas de est3fio de su peninsula. ya en decadencia. y se trasladaron a las
minas. de t'ro de Surfrica, donde ganaron mucho dinero y donde morian inc1uso a nna edad mas
temprana
de
10
habitua] como consecuencia de las enfennedade.s pnlmonares. Los propietarios
de
minas de Comualles compraron nuevas minas de estaiio en Malaya con
menor riesgo
para
sus
vidas.
r(nl Jr:::
1 . , l F : : ~ ~ : : ~ ' : r ' l ; - ~ ' _ ~ 1 ~
j;iFO?,MAC1D:
t ~ i . i \ - d \ J ; I . ; ; ; I ~ . r . ; - , . - ; " l . , , t , " ' ~ -' ' ' '. '
-
""0,5'
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
14/16
6 LA ERA
DEL
IMPERIO. 1875-1914
f
el xito de la capacidad
de
moviljzar a los estudiantes. Ms adeJante anali Ji
zaremos el recurso
al
patriotismo en un sentido maS 2'eneraJ.)
De rodas formaI , no sc puede negar que la jdea sup erioridad y de
do
minio sobre un munda poblado por gentes de piel oscura en remtes Iugares 1
tenla arraigo popular y que, por tanto. benefici6 a la poHtica imperialista.
En
sus grandes exposiciones internacionales (vase
a
era de capital capitula 2)
la Cvilizaci6n burguesa habla glorificado siempre los tres triunfos de la cien
cia; la tecnologia
y
las manufacturas. En la Cfa de los imperios tarnbin glori
ficaba sus colonias. -En las posrrimerfas de la centuria se multiplcaron los
pa
.beUones
colpniaIes,
hasta
entonces
prcticamente inexistentes:
ocha 'de
cilas
complement.ban I.Torre Eiffel en 1889. mientras que en 1900 eran 14 de
es6s pabellones los que atraian a los turistas n Paris.
l
Sin duda alguna, todo
eso efa publicidad planificada, pero como roda la propaganda, ya sea corner
cial 0 poltica, que t iene realmente -xito, consegufa ese xito porque de aIgu-
na
forma tocaba la
fibra:
de la gente. Las exhibiciories coloniales causaban sen
saci6n. EIi Gran Bretaiia, los anvers arios; los funerales
y
las
coronaciones
reles resultban tanto mas impresionantes -por cuafita. al
iguaJ
que los anti
-gu"os triunfos
romanos, exhibfan
a
sumisos maharajas con
ropas
adornadas con
joyas; no cautivos, sina libres y leales. Los desfiJes militares resultahan eXtra J
ordinariamente
aniniados
gracias a la presencia de sijs tocados
Con
turban tes,
rajputs adornados con bigotes, sonrientes e implaables.gurkas. espahfs y al-
tos
y
negros senegaleses: el mundo considerado
bdicales consideraban'
que
las discusiones sobre'las colonias
eran
i r r e l e v a n ~ e s
o veran a las gentes de color-'-ante
todQ
como- una
mana
de
obra
barata
que
planteaba una am enaza a los trabajadores blancos: En 'este- senti do, es cierto
que las presiones para la expulsi6n
de
los inmigrantes
de
color, ~ u e deter-
Entre 1876
y
1902 se realizaron
119 t r a d u ~ c o n e s - d e
la Biblia frente a las 74 que
se
hi
cleron en los treinta anos anteriores y 40 en los anos 1816-1845. Durante el periodo
1 8 ~ 6 1 8 9 5
hubo 23 nuevas misiones protestantes en Africa, es decir. tres veces mas que en _cualquier dece-
niD
anteo)C;
12
'
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
15/16
82
LA
ERA DEL IMPERIO. 1875-1914
minaron la poltica de California Blanca
y
Australia Blanca entre 1880
y. 1914,
fueron
ejercidas sobre todo por las clases obreras, y los sindicatos
dei Lancashire se unieron a los cmpresarios deI algod6n de esa misma regi6n
en su insistcncia en que
s'e
mantuviera a la India al margen de la industriali
zacin. En la esfera intemaciona l, el socialismo fu hasta 1914 un r'novimien
tode
europeos y emigral1tes blancos
0
de los descendientes de stos (vase
infra captulo 5). El colonialismo cra para cHos una
cuestion
marginal. En
efecto, su a"nalisis
y
su detinici6n
de
la nueva fase
~ < m p e r i a l i s t a
dei capita
lismo, que detectaron a finales de la dcada
d'c
1890, consideraba correcta
mente la anexi6n y la explotaci6n coloniales coma_un simple sntoma y una
caractcrsca de esa nueva fase, indeseable- coma tadas sus caracteristicas,
pero
no fundamental. Eran pocos los socialistas ,que, 'como Lenin, centraban
ya su atenci6n en el rnaterial- inflamable de la -periferia- deI 'capitalismo
mundial.
El analiss socialista (es dccir, basicamente marxista) deI imperialismo,
que integraba el coloniaIismo en un concepto mucho mas amplio de una
nueva fase deI capitalismo, era corr ecto en principio, aunque no _ ecesa
riamente en Ips detalles de su modelo terico. Asimismo, era un anlisis que
en ocasiones tendia a exagerar,
coma
10 hacfan los capitalistas contemponi
neos,'la importancia econmica de
la
expansion colonial para los pafses me
tropolitanos. Desde luego.
el-
impcrialismo de 'los ltimos aiios dei siglo
XIX
_ ra 'un fen6meno_ nuevo.
Era
el produclo de una poca de competitividad
entre economas nacionales capitalistas e industriales rivales que cra nueva
y que se vio _ nlcnsificada por las presiones para asegurar y salvaguardar
mrcados en un penodo de incertidumbre economica (vase supra capitu-
10 2);
:en
resumen. era \ln perfodo en que las tarifas proteccionistas y la ex
, pansin cran la exigenda que planteaban las clases dirigentes.M Formaba
parte de un proceso de alejamiento de un capitalismo basado en la pnictica
privada y pblica deI
laissez-faire
que tambin era nuevo. e implicaba la
aparicin de grandes corporaciones
y
oligopoUos
y
la intervencion-cada vez
ms intensa dei estado en los asuntos ecoll9micos; Correspondia a un mo
mento en que las zonas perifricas de la economfa global eran cada
vez-
mas
importantes. Era un fenomeno que parecfa
ta.n
natural
en 1900 coma
in
verosfmil habrfa- sido considerad o
en
1860. A no ser por esa vinculaci6n
entre
el
capitalismo posterior- a 1873
y
la exparisin en el mundo no ndus
trializado, cabe dudar de que i n c l u s ~ el imperialismo social hubiera de
sempefiado el papeI que
jug6
en la poltica interna de los estados, que vivian
el proceso de adaptaci6n a la poltica electoral d e masas: Todos los intentes
de separar l a explicacin deI imperialisrno de los acontecimientos especffi
cos deI capitalismo en las postrimerfas dei sigle XIX han de ser considera
dos como meros ejercicios ideo16gicos, aunque
m l : 1 ~ h a s v ~ e s
cultos y en
ocasiones agudos. -
._
-.
;
LA -ERA DEL IMPERIO
83
" ~ ' . - - - ..-
II
. Quedan todavia
par
responde i las
cuestio- 1es
sob1J el impacta de la ex
pansion occidental (y japonesa a partir de 1890) en el -resto dei mundo"y so
bre el signifiado de Jos aspectos imperialistas: deI. imperialismo para los
Vaises
metropolitanos.
Es mas facil contestar a la primera de esas cuestiones que a la segunda. El
impacta econ6mico deI imperialismo fue importante, pero
_10
mas destaable
s
que result profundamente _desigual, por cuanto las relaciones entre las me
tnSpolis y sus colonias eran m u y _ a s i m t r i c a s ~ El impacta de -las primeras so-
0>
bre'las segundas.-fue fundamental y decisivo, -incluso aunque no- se produjera
la ocupacin real, mientras que el de las colonias sobre las metr6polis tuvo
casa significacin y pocas veces fue un asunto' de vida 0 muerte. Que Cuba
mantuviera su posici6n 0 la perdira dependia dei precio dei azcar y de la
dispasicin de 10sEstados Unidos a importarlo;':pero
inclus,O
pafses ~ ( d e S a I T O -
lIados muy pequefios -Suecia, -por ejemplo- no habrian sufrido graves, in
convenientes si todo el azucar del.Caribe hubiera desaparecido subitamente
dei m e r c a d o ~ porque no dependfan exclusivamente de esa region para su con- .
sumo de
eSte
producto. Practicamente todas las importaciones y
eXpOrtaciories
de cualquicr zona dei frica subsahariana procedfan
0
se-dirigfan a un nu
mem ,reducido de rnctr6polis occidentales, pero el
c o m e ~ c i o
metropolitano
g 1
con Africa, Asia y Oceanfa siguio siendo muy poco importante,
' a u n q u e ~
se incremento en una modesta cunta entre 1870
y
1914. El 80 por 100 dei
comercio europeo, tanto por
10
que respecta a las importaciones coma a las ex- Z
portaciones, se realiz6, en
l
siglo
XIX,
con otros- paises desarrollads y
10
mis- .5
mo puede decirse sobre las inve,?iones europeas en el extranjero.
is
Cuando
esas.g
inversiones ,sc: dirigfan a ultranfar, iban a parar a un nmem redliCido de eco-
namias en rapido desarroUo con
,V
7/21/2019 Arc1 Hobsbawm Cap 3
16/16
84
LA ERA
DEL IMPERIO. 1875-1914
hasta una cuarta parte de
la
superficie dei planeta (que en los atlas britnicos
se coloreaba orgullosamente de raja). Si incluimos el mperio informaI, cons
tituido por estados independientes que, en realidad, eran econom{as satlites
del Reina Unido, aproximadamente una tercera parte deI globo era britnica
en un sentido econ6mico
y.
desde luego, cultura1. En efecta, el Reina Unido
export i n c l u s ~ a Portugal
la
forma pecuHar de sus buzones de correos,
y
a
Buenos Aires una instituci6n tan tpicamente brtnica como los almacenes
Harrods. Pero en 19l4.,otras potencias se haban comenzado a infiltrar
ya
en
esa zona de influencia indirecta, sobre
tOOo
en Amrica Latina.
Ahoca bien, esa -brillante operaci6n defensiva no tenla mucha que ver con
la
nueva
e x p a n ~ i 6 n
imperialista, excepta en el casa de los diamantes Y
el
oro de Surfrica. Estos dieron lugar a la aparicin de una serie de millanarios.
casi [Odos
e . ~ l a s
alemanes
l o s
Wernher, Beit, Eckstein, etc. . la mayar par
te de los cules se incorporaron rapidamente a la alta saciedad britnica, muy
receptiva a1 dnera cuanda se distribufa en cantidades
Jo
suficientemente im
portantes. Desemboc6 tambin en el ms grave de los conflictos coloniales, la
guerra surafricana de 1899-1902. que acab6 con la r e s i s t ~ n c i a de dos peque
fias repblicas
de
calonos campesinos blancos.
> En
gran mdida, el xita deI Reina Unido
.en
ultramar fue consecuencia
de la explotacin ms sistemtica de las posesiones britnicas
ya
existentes.a de
la posicion especial deI pafs
coma
principal impona dor e inverso en zonas
tales coma Suranirica. Con la excepcion de la India, Egipto
y
Surafrica, la
actividad econori1ica britnica se centraba en paises que eran practicamente in
dependientes, coma los
ominions
blancos a zonas corna los Estados Dnidos
y Amrica Latina, dande las iniciativas britanicas no fueron desarroBadas
no
podfan serie con eficacia. A pesar de las que as de la Corporation of
Foreign Bondholders (creada ducantela gcan depresi6n) cuando tuvo que ha
eer frente a
la
p r ~ c t i c a
habituaI
en
los pases latinas, de spspension de la
arnortizacin
de
la deuda
0
de su arnonizaci6n n moneda devluada,
el
go
biemo no apoy6 eficazmente a sus inversores en Amriea Latina porque
no
podl3 hacerlo.
La
gran depresi6n fue una prueba fundamental en es te senti do,
porque, al igual que otras depresiones mundiales posteriores (entre las que hay
que incluir las de las dcadas de 1970
y
1980), desemboc6en una gran crisis
de deuda. extema interna,clonal que hizo correr un grail riesgo a los bancos de
. la metr6poli.
TOdo 10
que el gobierno britnico pudo 'hacer fue conseguir sal
var de la insolvencia
al
Bano Baring .en la < c r i s i s Baring de 1890. ciJando
ese banco se habfa avenfurado coma 10 seguirn h a c i ~ n d o los bancos en el
futuro
demasiado alegremente en medio de la voragine de las morosas fi. .
nanzas argentinas. Si apoy6 a los inversores con
la
diplomacia de la fuerza,
coma
comenzp a haerlo cada vez mas
f r e c u e n t e r n e ~ t ~ :
a partir 1905, era
pat:a
a p o y a r ~ o . s
frente a los hombres de negocios de orros pafses .respaldados
par
sus gobiemos, mas que frente a los gobiemos dei mundo dependierit.
...
Pueden citarse algunos ejemplos
de
enfrentamientos armados par motivos econ6micos
~ o o
en Venezuela, Guatemala, Haili, Honduras y Mxico--. pero que
no
alteran
s u s ~ d a l -
I l U ~ i 1 L
UI.:Jr.iUUJJ Ut\l JfHW
. LA ERA DEL IMPERI
85
De hecho
si
hacemos balance de los alios buenos y malos,
10
cierto es que
los c a p i t a l i s t ~
britanicos saIieron b a s t a ~ t e bien
p a r ~ d o s
en sus a c t j v i d ~ d e s
e,n
el impcrio informaI
0
libre: Pnktica.rnente, la mltad
d,e
todo el. capItal
blico a largo plaza emiiido en 1914 se hallaba en Canada, Austr aha
y
Amen-
ca Latina. Mas de la mitad ~ l aholTo britnica se invirti6 en el extranjero a
partir de 1900. .
Naturalmente, el Reino Unido consigui6 su parcela propia en las nuevas .
regiones colonizadas deI mundo
y,
dada la fuerza,r la
~ x p e r i e n c i a
b r i t ~ ~ i c ~ s ,
fue probable mente una parcela mas exte nsa
y
mas, vahosa que la de nmgun
otro estado.
Si
Francia ocup6
la
mayor parte dei Africa occidental, las cun
tra colanias britnicas de esa zona controlaban las poblaciones africanas
mas densas, las capacidades productivas mayores Y tenan la prepon.deran,cia
dei comercio.
n
Sin embargo, el objetivo britanico
no
era la expanSion, smo
la defensa frente a otras, atrincherandose en territorios que hasta entonces,
como ocurra en la mayor parte deI mundo de ultramar. habian sido domina-
dos por el comercio
y
el capital briuinicos. , . .
'Pue de decirse que las dems potencias obtuvieron un beneficlO slmllar de
" . 1
u expansi6n colonial? Es imposible responder a este. n t e r r o g a n t e po.r9u.e a
colonizaci6n formaI solo fue un aspecta de la expanSiOn y la competmvldad
econmica globales
y,
en el casa de las dos potencias industriales ms impor
tantes, Alemania
y
los Estados Unidos,
no
fue un aspecta
f u ~ d a r : n e n ~ ~ 1 .
Ade
ms, coma ya hernos visto,solopara el Reina Unido
y
tal vez tamblen, para
los Pases Bajos, era crucial desde el punta de vista ecan6mico rnantener una
relacion especial con el mundo no industrializado. Podernos establ.ecer. alg.u
nas conc1usiones con cierta seguridad. En primer lugar, el impulsa colomal
parece haber sido ms fuelte en los pafses m e t r a ~ o l i t a n o s menOs ~ i n ~ r n i c o s
desde el punto de vista econ6rriico, donde hasta clerto punta eonstltlllan una
compensaci6n potencial para su inferioridad econ6mica
y
politiea f r e ~ ~ e a sus
rivales,
y
en el caso de Francia, de su inferioridad demografia
y
mlhtar. En
segundo lugar, en todos los casas existlan grpos econ6n:ico.s concretos
en .
tre los que destacan los asociados con.el cornerco
y
las inqustrias
de
ultramar
que utiIizaban rnaterias primas procedentes
de
las
colonias
que ejercfan una
fuerre presi6n en pro de la expansion colonial, que u s t f i c a b a n ~ naturalmente,
por las perspectivas de los
b e n ~ f i c i o s
para
la
nacian. En
t e r c ~ r
lugar. mientras
que algunos de esos grupos obtuvieron importantes beneficJOs
d:
e ~ a . cxpan-
sion
l a
Compagnie Franaise de l'Afrique Occidentale, le pago dlvldendos
dei
26
par 100 en 19l3': -,12.1a mayor parte de las riuevas colonias atrajeron es
casos capitales
y
sus resultadas econmcos fueron mediocres. En resumen,
mente este cuadro. Por supuesto, el gobiemo
y
los capital.istas ~ r l n i c o s . obligados a elegir en
tre
parti dos 0
e ~ t a d o s
locales que favoiedan los inlereses econ6micos
b r i t ~ i c o s .y . a ~ u e l o s
q ~ e
se
mostraban hostiles a .stos, apoyaban a quienes favorecfan los beneficlOs
bntaOlCOS:
Chlle
contra Pern en la guerra dei Pacffico (1819-1882). los enemigos dei presidente Balmaceda en
Chile en 1891.
a
mareria en disputa eran los nitratos.
Francia
nO
consigui6
ni
siquiern imegrar sus nuevas colonias total mente en
un
sistema
p ~ t e c c i o n i s t a .
aunque en
1913 el 55 pot
100 de las"transacciones comerciales dei imperio
f r a n ~