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UNIVERSIDAD DE BARCELONA
“ALOPECIA ANDROGENÉTICA Y SU
RELACIÓN CON LA ENFERMEDAD
CARDIOVASCULAR”.
TESIS PARA LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE
MASTER EN MEDICINA COSMÉTICA ESTÉTICA Y
DEL ENVEJECIMIENTO FISIOLÓGICO.
Dra. Ma. Fernanda Mantilla
Dra. Marysol Meraz
Barcelona, Mayo de 2014.
2
ÍNDICE GLOSARIO ................................................................................................................................................ 4
1. RESUMEN ........................................................................................................................................... 6
2. ABSTRACT ........................................................................................................................................... 7
3. INTRODUCCIÓN: ................................................................................................................................. 8
3.1. Alopecia Androgenética ........................................................................................................ 10
3.1.1.Definición de alopecia Androgenética ................................................................................. 10
3.1.2.Clasificación de la Alopecia .................................................................................................. 11
3.1.3.Prevalencia de la alopecia ................................................................................................... 17
3.1.4.Patogénesis de la Alopecia Androgenética .......................................................................... 17
3.2.Factores de riesgo de enfermedad cardiovascular ..................................................................... 23
3.2.1. Obesidad ............................................................................................................................. 23
3.2.2. Hipertensión ...................................................................................................................... 24
3.2.3.Dislipidemia .......................................................................................................................... 26
3.2.4. Síndrome metabólico ........................................................................................................ 27
3.2.5. Resistencia a la insulina ..................................................................................................... 29
3.2.6.Andrógenos ........................................................................................................................... 31
4. OBJETIVO .......................................................................................................................................... 33
5. METODOLOGÍA: ................................................................................................................................ 34
6. RESULTADOS ..................................................................................................................................... 42
6.1. Asociación de la alopecia Androgenética con enfermedades cardiovasculares ................... 42
6.2. Asociación de la alopecia Androgenética con resistencia a la insulina ................................ 51
6.3. Asociación de la alopecia Androgenética con los componentes del síndrome metabólico . 53
3
6.4. Asociación de la alopecia Androgenética con dislipidemia ................................................... 56
6.5. Asociación de la alopecia Androgenética con la hipertensión .............................................. 57
7. DISCUSIÓN ........................................................................................................................................ 63
8. CONCLUSIÓN .................................................................................................................................... 75
9. BIBLIOGRAFIA: .................................................................................................................................. 76
10. AGRADECIMIENTOS .......................................................................................................................... 85
4
GLOSARIO
AAG: Alopecia Androgenética
AHRQ: Investigación y calidad de la salud
APF: Alopecia Androgenética de patrón femenino
APM: Alopecia Androgenética de patrón masculino
APO A: Apolipoproteina A
APO B: Apolipoproteina B
ARIC: Comunidades de riesgo en Ateroesclerosis
CAD: Enfermedad Cardiaca Arterial
CCA: Arterias Carótidas Comunes
CHD: Enfermedad Cardiovascular
DHEA: Dehidroepiandrosterona
DM 2: Diabetes Mellitus 2
DTH ó DHT: Dehidrotestosterona
ECHO: Ecocardiograma
EVC: Enfermedad cardiovascular
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ExECG: Electrocardiografia de esfuerzo
HDL: Lipoproteína de alta densidad
IC: Intervalo de confianza
IM: Infarto de miocardio
IMC: Índice de masa corporal
IMT: Intima media de la carótida
LDL: Lipoproteína de baja densidad
OMS: Organización Mundial de la Salud
RI: Resistencia a la Insulina
RR: Riesgo Relativo
SEEDO: Sociedad Española para el estudio de la obesidad
SHBG: Globulina fijadora de hormonas sexuales
SM: Síndrome Metabólico
TCHOL: Colesterol total
TG: Triglicéridos
VLDL: Lipoproteína de muy baja densidad
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1. RESUMEN
Introducción: La alopecia se define como la pérdida de cabello del cuero cabelludo que
afecta a la mayoría de hombres y en un 30% a las mujeres en su vida. Alrededor del 90% de
las alopecias se deben a la Alopecia Androgenética (AAG).Objetivo: Estudiar y analizar la
relación que existe entre la Alopecia Androgenética (AAG), los factores de riesgo
coronarios y las enfermedades cardiovasculares en ambos sexos. Método: revisión no
sistemática de los estudios más relevantes sobre la Alopecia Androgenética y su relación
con la enfermedad cardiovascular. Resultados: Los estudios analizados a lo largo de este
trabajo demuestran la existencia de una relación entre la Alopecia Androgenética y la
enfermedad cardiovascular, así como con los diferentes factores de riesgo cardiovasculares.
De los 19 estudios seleccionados solamente uno no certifica esta relación, y esto puede
deberse a varios factores que no son analizados en él. Conclusión: La alopecia
Androgenética, la enfermedad cardiovascular y sus factores de riesgo coronarios están
íntimamente relacionados. Esta asociación con las enfermedades cardiovascular se
presentan en ambos sexos, pero dependen de la severidad de la alopecia, del tipo de patrón
alopécico (vértice) y de la edad de aparición.
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2. ABSTRACT
Introduction: Alopecia is defined as hair loss on the scalp that affects the majority of men
and 30% women along life. About 90% of alopecia’s are due to androgenetic (AAG)
alopecia. Objective: To study and analyze the relationship between androgenetic alopecia
(AAG) and coronary risk factors and cardiovascular disease in both sexes. Method: Non-
systematic review of the most relevant studies on androgenetic alopecia and its relationship
to cardiovascular disease. Results: The studies analyzed throughout this paper demonstrate
the existence of a relationship between androgenetic alopecia and cardiovascular disease as
well as with various cardiovascular risk factors. Of the 19 selected studies only one does
not certify this relationship, and this was due to several facts that were not analyzed.
Conclusion: Androgenetic alopecia, cardiovascular disease and coronary risk factors are
closely related. This association with cardiovascular diseases occurs in both sexes, but
depend on the severity of alopecia, balding pattern type (vertex) and the age of onset.
8
3. INTRODUCCIÓN:
La alopecia se define como la pérdida de cabello en el cuero cabelludo que afecta a la
mayoría de hombres y en un 30% a las mujeres en su vida. Alrededor del 90% de las
alopecias se deben a la alopecia Androgenética(AAG). (1)
La alopecia Androgenética es un desorden hereditario andrógeno dependiente que se
caracteriza por un proceso progresivo que causa una conversión gradual de cabello terminal
en miniaturizado definido por varios patrones. (2)
Este tipo de alopecia afecta a hombres y mujeres pero es más común en hombres. En 1972,
Cotton y sus colaboradores (3) fueron los primeros en sugerir que la AAG puede ser un
factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular (ECV) ellos demostraron una asociación
entre la aparición de las enfermedades cardiovasculares y la pérdida del cabello. En
estudios posteriores, a la AAG se le asoció con varias enfermedades, tales como
enfermedad cardíaca coronaria, resistencia a la insulina, hipertensión arterial, perfiles
anormales de lípidos, obesidad y algunos factores ambientales, como fumar. Sin embargo,
también existen controversias respecto a la asociación de estas enfermedades y de los
factores medio ambientales en la AAG.
La gran mayoría de estos han analizado el riesgo de enfermedades cardiovasculares y la
alopecia Androgenética en hombres y muy pocos estudios han investigado esta situación en
mujeres.
9
Finalmente el mecanismo de esta asociación entre la enfermedad cardiaca y la AAG
todavía no se ha establecido completamente por lo que un estudio de la existencia o no de
esta relación y de su mecanismo en ambos sexos sería necesaria para emplear un plan
preventivo en este tipo de pacientes.
10
3.1. Alopecia Androgenética
3.1.1. Definición de alopecia Androgenética
La Alopecia Androgenética es el tipo más frecuente de pérdida o adelgazamiento del
cabello tanto en hombres como en mujeres, a causa de andrógenos sistémicos y factores
genéticos principalmente, esta condición también es conocida como calvicie de patrón
masculino ya que se produce con mayor frecuencia en hombres menores de 30 años.
También se le define como una miniaturización del folículo piloso con un patrón de
distribución característico en hombres y mujeres genéticamente predispuestos. (13)
El resto de los términos utilizados en la literatura para la alopecia androgenética son
pérdida de cabello de patrón masculino (APM) o calvicie en los hombres, y la pérdida de
cabello de patrón femenino (APF). El término "pérdida de cabello", también es
ampliamente utilizado, pero se lo ha criticado por no ser científico. (1)
La caída del cabello comienza entre los 12 y 40 años en ambos sexos y aproximadamente la
mitad de la población expresa esta característica antes de los 50 años. El patrón de herencia
de AAG es y se puede heredar de uno o ambos lados de la familia. (4)
11
3.1.2. Clasificación de la Alopecia
Desde 1950, varias clasificaciones han sido recomendadas para la alopecia masculina y
femenina. De estas, las más utilizadas son la escala de Hamilton (5) con su modificación
de la escala de Norwood a la cual se la denominó Hamilton-Norwood (6) para los hombres.
Mientras que la escala de clasificación de Ludwig se utilizó para la alopecia femenina. (7)
La alopecia androgenética en los hombres produce una la pérdida de cabello con un patrón
específico, que comienza con la recesión bitemporal de la línea del pelo del frontal, seguido
de un adelgazamiento difuso sobre el vértice de la cabeza. Con el tiempo se produce una
pérdida total del cabello en el centro en el vértice, produciéndose un parche de calvicie.
El cual se agranda y se une a la línea frontal del cabello que retrocede, dejando atrás una
isla del cabello en el cuero cabelludo frontal.
Finalmente, esta isla también desaparece y sólo el cabello parieto-occipital marginal se
mantiene. En última instancia estos cabellos se adelgazan y se puede perder. (8)
12
Figura 1. Alopecia Androgenética en hombres
Fuente: M. Bienová, et al. Androgenetic alopecia and current methods of treatment.
Disponible en http://www.zsd.si/ACTA/PUBLIC_HTML/acta-apa-05-1/1.pdf
En las mujeres la alopecia inicia como adelgazamiento del cabello sobre el área frontal, y
gradualmente el cuero cabelludo se hace más visible. Con el tiempo el adelgazamiento
puede implicar la mayor parte del cuero cabelludo, sin embargo, suele ser más marcado
sobre la parte frontal y parietal, y con mayor densidad sobre el cuero cabelludo occipital.
Típicamente, las mujeres conservan un borde de pelo a lo largo de la línea de implantación
frontal, incluso cuando el cuero cabelludo es visible detrás de la línea del cabello. Rara vez
el adelgazamiento ocurre con la pérdida de cabello de la línea de implantación frontal, pero
esto es en forma variable asociada con andrógenos circulantes marcadamente elevados. (4)
La mayor parte de la pérdida de cabello está en la corona (vértice) de la cabeza o en la línea
del cabello. La alopecia de la mujer por lo general comienza alrededor de los 30 años y se
nota a los 40 años.
6 Acta Dermatoven APA Vol 14, 2005, No 1
Androgenetic alopecia R e v i e w
tion of the hair-line occurs. The hair in the central part ofthe vertex is rarefied and thin, and the skin becomestransparent (Figure 1). The alopecia progresses andsooner or later results in a bald spot on the vertex. Theremaining hair is distributed in crown-like pattern abovethe ears and at the scruff of the neck. However, it alsobecomes gradually thinner and silky, and growing moreslowly.
Histological findings of the initial phase are charac-terized by focal perivascular basophil degeneration ofconnective tissue around the lower third of the anagenfollicle. A perifollicular lymphocyte infiltrate then oc-curs. In the late stage, involution of all the structures incorium becomes apparent; the terminal hairs turn intosubtle, vellus hairs, which are located higher in the der-mis. The sheaths of the progressively diminishing fol-licles are appearing hyaline and sclerotic (2). Diagnosisof AGA in men is not difficult as the clinical picture isquite typical, especially in patients with a positive fam-ily history reporting a gradual hair loss (3). An increas-ing number of telogen hairs can be seen on microscopicexamination. The rate of telogen hair increases prima-rily at the front and on the crown. Dystrophic hairs maybe found less often. The increased number of telogenhairs in the peripheral areas of alopecia indicates the
progressive character of the alopecia (4). The so-calledphototrichogram is a non-invasive method of examina-tion (5). It can provide data on the number of follicles(pictures taken immediately after the involved area wasshaved) and the percentage of anagen and telogen hairsmonitored (photos taken 72 hours after shaving) –anagen hairs are fairly well visible, while telogen looklike dots (Figure 2).
TreatmentTopical and systemic drugs, individually or com-
bined, may be used for the treatment. Minoxidil 2% or5% solution is the most frequently used drug for topicalapplication. Originally, minoxidil as a peripheral vasodi-lator was used in the treatment of hypertension. It wasnoted that systemic administration produced hypertri-chosis as one of its side effects. Minoxidil has a specificdirect effect on the proliferation and differentiation offollicular keratinocytes which leads to prolongation ofthe anagen phase. In the case of AGA, topical applica-tion is necessary twice a day over a longer period oftime. However, the therapeutic effect is usually onlytemporary. After discontinuing the drug the hair slowlyfalls out again. In adddition, irritative dermatitis or con-tact allergic dermatitis are mentioned as adverse reac-tions. Minoxidil may be combined with tretinoin in0,025% - 0,05% concentration. The preparations areadministered separately, e.g. minoxidil in the morning,tretinoin in the evening or vice versa. The combinationof the two pharmaceuticals results in better stimulationof hair growth. However, the risk of an irritative reac-tion is also higher. A derivative of minoxidil – aminexil,or the combined preparation containing the patent RTH16 molecule, extracted from Ruscus aculeatus, aphytotherapeutic agent containing ruscogenins and fla-vonoids. The RTH 16 molecule stimulates the produc-tion of VEGF (vascular endothelial growth factor) in the
Figure 2. Phototrichograms. 72 hours aftershaving: a. dots in alopecia; b. fairly visibleanagen hairs.
Figure 1. Androgenetic alopecia in a male. Figure 3. Androgenetic alopecia in a female.
a b
13
En las mujeres, la escala de clasificación de Ludwig describe por tres grados (I-III) de
acuerdo al aumento de la gravedad de la alopecia difusa sobre la corona de la cabeza, pero
sin la recesión fronto-parietal vista en los hombres. Sin embargo, las mujeres
posmenopáusicas pueden desarrollar alopecia con patrón masculino. (9)
Figura 2. Alopecia Androgenética en mujeres
Fuente: Vera H. Price, Androgenetic Alopecia in Women. Disponible en
http://www.nature.com/jidsp/journal/v8/n1/full/5640087a.html
A continuación se ilustran las tablas de las escalas de Alopecia de Norwood- Hamilton y
Ludwig.
14
Figura 3. Escala de Hamilton- Norwood.
Fuente: clínicas mato ansorena. Alopecia Androgenética.
Disponible: http://www.clinicasmatoansorena.com/unidad-trasplante-capilar/perdida-del-
cabello-masculina-alopecia-androgenetica/
Escala de Hamilton-Norwood para alopecia masculina.
Tipo I: Retroceso del pelo inapreciable o escaso por la parte frontal.
Tipo II: Caída del cabello por la zona temporal. Se dibujan las entradas.
Tipo III: Pérdida de cabello especialmente por la zona de la coronilla. El estadio III añade
a los I y II más pérdida en la zona frontal. Es el nivel mínimo a partir del cual se considera
que hay calvicie.
Tipo IV: Se amplía la zona sin pelo en la coronilla. La pérdida de cabello en la zona frontal
es superior a la del estadío III. Una banda de pelo separa nítidamente las dos zonas calvas.
15
Tipo V: Las zonas de la coronilla y de la frente están separadas solamente por una región
estrecha. Vista desde arriba, la zona que aún conserva cabello, dibuja la forma de una
herradura (también en los tipos VI y VII).
Tipo VI: Las zonas sin pelo anterior y posterior se juntan, y se produce un ensanchamiento
de la zona afectada.
Tipo VII: En este estadio solamente queda una porción estrecha del cabello original, que se
extiende sobre las orejas y se junta en la nuca.
Figura 4. Escala de Ludwig
Fuente: medico guía. Escala Ludwig. Disponible en http://alopecia.medico-
guia.com/escala-ludwig.html
16
Escala de Ludwig para alopecia femenina.
Tipo I: La calvicie se presenta como un pequeño debilitamiento del cabello en la zona
central de la cabeza.
Tipo II: En este segundo grado, el debilitamiento del pelo se amplía y comienza a afectar
también a la coronilla.
Tipo III: La ausencia de cabello se extiende por toda la parte superior de la cabeza.
17
3.1.3. Prevalencia de la alopecia
La prevalencia de la alopecia aumenta progresivamente con la edad tanto en hombres como
en mujeres. En los hombres a la edad de 30, el 30% presenta Alopecia Androgenética, y a
los 50 años el 50% la padecen. Alcanzando el 80% en mayores de 70 años, de los cuales el
50-60% se encuentran con una alopecia severa de acuerdo a la escala de Hamilton-
Norwood un puntaje de V-VII. (12) Los hombres de raza blanca tiene 4 veces más
posibilidades que los hombres de raza negra en desarrollar calvicie prematura, alcanzando
un 30 a 40% de prevalencia en varones caucásicos. (8) Mientras que en Asiáticos, nativos
americanos y afroamericanos la prevalencia es menor y la alopecia es menos severa. (10)
En las mujeres la alopecia con patrón femenino presenta una incidencia del 3% en menores
de 30 años, de 6% en mujeres menores de 50 años y esta aumenta significativamente
alcanzando de 30 a 40% de prevalencia en mujeres mayores de 70 años. (11) Al igual que
en los hombres la frecuencia y severidad de la AAG en mujeres caucásicas en comparación
con las mujeres orientales, no existen datos sobre la frecuencia en mujeres africanas. (13)
3.1.4. Patogénesis de la Alopecia Androgenética
En la última década los avances han logrado una mejor comprensión en el desarrollo de los
mecanismos de la pérdida del cabello, este tiene una vida cíclica que se divide en las
siguientes fases: (14)
18
1. Anágena o crecimiento activo: La columna epitelial aumenta en longitud a partir de la
proliferación de las células de base, la duración gobierna el ciclo del cabello en diferentes
regiones del cuerpo. El folículo del cuero cabelludo tiene la fase anágena más larga y la
mayoría de las veces se encuentra en esta fase. Aunque no muy a menudo se producen
alteraciones en ciclo del cabello humano presentando más caída en los meses de otoño. Al
iniciarse esta fase el siguiente pelo está débil, la adhesión se rompe y el pelo anterior se cae.
2. Catágena o fase de involución rápida, donde al finalizar las mitosis en las células de la
matriz basal, la columna celular y el bulbo se retraen.
3. Telógena o fase de inactividad, el pelo es corto y su unión al bulbo es débil. (15, 16)
En esencia, mientras que algunos pelos están en la fase activa de crecimiento (anágena),
otros están en la fase de reposo (telógena), y viceversa, dando la impresión de un
crecimiento continuo. La longitud de tiempo de la fase de crecimiento variará dependiendo
de donde se encuentra el folículo del piloso. Por ejemplo, en el cuero cabelludo, la fase
anágena puede durar de 2 a 6 años, mientras que la fase anágena del vello corporal sólo
puede durar de 3 a 6 meses. Alternativamente, la duración de la fase catágena y la fase
telógena es similar en el cuero cabelludo y en el vello corporal, que dura de 2 a 3 semanas y
de 3 a 4 meses, respectivamente. La relación de anágena-telógena (la proporción de
cabellos en fase anágena para el número de cabellos en fase telógena) se utiliza a menudo
para estimar la actividad del crecimiento del pelo en áreas específicas de la piel, una
proporción más alta indica un crecimiento del cabello más activo.
Hay otras dos fases que se consideran componentes finales de la telógena y que no se
observan fácilmente en los estudios histológicos de rutina. Éstas son:
19
4. Exógena (telóptosis): Estudios recientes han observado que la pérdida del pelo después
de la fase telógena es un fenómeno activo, altamente controlado, mediado por un
mecanismo proteolítico que rompe las uniones aún presentes entre el bulbo piloso y la
vaina radicular externa. Los pelos en fase exógena corresponden a los que están en fase
telógena y que se pierden espontáneamente cada día (aproximadamente 100), sin necesidad
de tracción.
5. Kenógena: Se refiere al intervalo de tiempo después de la fase exógena en que el
folículo piloso permanece vacío, antes de que salga un nuevo folículo piloso en fase
anágena. La frecuencia y duración de los cabellos en fase kenógena están incrementadas en
mujeres y hombres con alopecia androgénica. (17)
Figura 5. Fases del ciclo. Anágena (A), Catágena (C), Telógena (T), Exógena (E) y
Kenógena (K)
Fuente: Rodrigo Restrepo, Anatomía microscópica del folículo piloso. Disponible en:
www.revistasocolderma.com
20
Los esteroides sexuales y un número de factores locales y sistémicos pueden actuar directa
o indirectamente en la papila dérmica para regular el crecimiento del cabello. Además,
estos factores pueden también actuar en otras partes del folículo piloso, incluyendo las
envolturas exterior e interior de raíz y las células madre foliculares de la zona
protuberancial, que pueden ser tan importantes como la papila dérmica en el crecimiento
del cabello. (18)
La alopecia Androgenética no se caracteriza por una pérdida de cabello esta solo ocurre en
casos muy severos, sino más bien como una miniaturización gradual y progresiva del pelo
en las regiones afectadas. (19)
La miniaturización indica una transformación gradual desde el vello terminal a un folículo
piloso indeterminado y esto se produce como resultado del efecto de los andrógenos en
folículos susceptibles. Durante el proceso de miniaturización cada ciclo de crecimiento del
pelo se vuelve más corto, como resultado los folículos se vuelven más superficiales y
pequeños con ejes de pelos más delgados, más cortos y más pálidos. A continuación
ilustramos el proceso.
21
Figura 6. Esquema de Miniaturización.
Fuente: Antonella Tosti, Androgenetic alopecia. Disponible en:
http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1046/j.1365-4362.1999.00002.x/abstract
Dibujo esquemático de la miniaturización que muestra cómo, ciclo tras ciclo, un folículo se
convierte en un pelo terminal de pequeño y superficial. Este proceso suele tardar varios
años, pero se puede acelerar por cualquier factor que produce desprendimiento prematuro
telógeno. (19)
Los folículos miniaturizados tienen una fase anágena más corta como consecuencia de un
gran número de cabellos en telógena que se encuentran en regiones de cuero cabelludo
afectadas por la Alopecia Androgenética. En ésta la miniaturización ocurre en ciertas áreas,
en el hombre en el área fronto-temporal y vértice, y en las mujeres en el vértice.
Los folículos pilosos sensibles a los andrógenos son capaces de transformar la testosterona
en su metabolito más activo dihidrotestosterona (DTH) esta reacción esta mediada por la
enzima 5 alfa reductasa. (20)
22
Existen dos tipos de isoenzimas presentes en el folículo la tipo 1-5 alfa reductasa presente
principalmente en las glándulas sebáceas, y la tipo 2- 5 alfa reductasa presente en la vaina
radicular externa y en la papila dérmica. Ésta es por lo tanto la responsable de la
producción de la DTH en el folículo piloso. Los niveles de esta isoenzima son más altos en
hombres que en mujeres y se encuentran elevados en las áreas afectadas por la alopecia
androgenética. (21)
Un vez que la DTH se forma esta se une al receptor de andrógenos y es llevada al núcleo
donde se controla la expresión de genes. El receptor de andrógenos es otro factor
importante en la alopecia androgenética y sus niveles son mayores en hombres que en
mujeres y en la región fronto-parietal. (22)
Alopecia Androgenética Femenina: La Alopecia Androgenética en mujeres es menos
frecuente, su etiología es principalmente igual que en el hombre, sin embargo siempre se
debe excluir una disfunción endocrina. La conversión de la dehidroepiandrosterona
(DHEA) en testosterona y la falta de aromatasa contribuyen a la conversión de andrógenos
en estrógenos. A parte de los andrógenos los niveles reducidos de estrógenos también
contribuyen a la incidencia de la alopecia androgenética. Así como también altos niveles de
prolactina, tumores ováricos o adrenales productores de andrógenos pueden ser causa de
este trastorno. (23)
23
3.2. Factores De Riesgo De Enfermedad Cardiovascular
3.2.1. Obesidad
La obesidad se define como un exceso de acumulación de grasa en el cuerpo. (24)
Producido a consecuencia de una alteración de coordinación entre la ingesta calórica, el
gasto energético, y el equilibrio entre la liberación de energía y la deposición de grasa. (25)
En 1997 la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Nacional de la Salud
definieron al peso normal como el Índice de Masa Corporal (IMC) desde 19 a 24.9 kg/m2,
sobrepeso 25-29.9 kg/m2 y obesidad ≥30 kg/m2.
El IMC se calcula a través del peso en kilogramos (Kg.) dividido para la talla en metros
cuadros (m2). (26)
Para los obesos o personas con IMC mayor de 30 se recomienda una subclasificación
mostrada en la tabla 1.
Tabla 1.Clasificación del sobrepeso y obesidad por la OMS
24
Según la OMS en la actualidad al menos 300 millones de adultos son clínicamente obesos y
en países como EE.UU. y el Reino Unido más del 20% de su población presenta valores de
IMC de 30 kg/m2 o superiores. España se sitúa en una posición intermedia de acuerdo al
estudio SEEDO 2000 (Sociedad Española Para el estudio de la de la Obesidad) la
prevalencia de obesidad en España fue del 14.5% significativamente más elevada en el sexo
femenino que en el masculino. (27)
La obesidad es el resultado de la combinación de factores genéticos y un estilo de vida
inadecuado, caracterizado por una alimentación no balanceada y la falta de actividad física
regular. Está estrechamente asociada con el desarrollo de diabetes tipo II, hipertensión,
dislipidemia, y las enfermedades cardiovasculares. (28)En la obesidad central, los depósitos
viscerales constituyen un órgano endocrino altamente activo, secretor de adipocinas
complejas, que tienen un efecto perjudicial sobre la pared vascular. (29) Se planteó la
hipótesis de que el aumento de tejido adiposo abdominal es el responsable de un estado
inflamatorio crónico leve, que puede inducir resistencia a la insulina y problemas
vasculares, como la disfunción endotelial y un estado protrombótico (30).
3.2.2. Hipertensión
De acuerdo al estudio ERICE la prevalencia de la hipertensión arterial se acentúa en las
edades avanzadas llegando hasta un 64% en mujeres y un 66% en los varones. El
incremento de la presión sistólica con la edad es más marcado en las mujeres sobre todo a
partir de los 65 años lo que explica la mayor prevalencia de la hipertensión arterial.
25
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica caracterizada por un incremento
continuo de las cifras de la presión sanguínea en las arterias. El valor óptimo de acuerdo a
las guías es una presión sistólica de < 120 mmHg y una diastólica < 80 mmHg. Aunque no
hay un umbral estricto que permita definir el límite entre el riesgo y la seguridad, de
acuerdo con consensos internacionales, una presión sistólica sostenida > 139 mmHg o una
presión diastólica > 89 mmHg, están asociadas con un aumento del riesgo de
aterosclerosis, y por lo tanto enfermedades cardiovasculares, como infarto agudo de
miocardio. Para un abordaje diagnóstico y terapéutico más óptimo en la práctica clínica
diaria. Se indicó una clasificación de la hipertensión utilizada en las guías de ESH/ESC de
2003. (31)
Tabla 2.Clasificaciones de los valores de presión arterial (mmHg)
CATEGORIA PAS PAD Óptima < 120 < 80 Normal 120-129 80-84 Normal alta 130-139 85-89 Hipertensión de grado 1 140-159 90-99 Hipertensión de grado 2 160-179 100-109 Hipertensión de grado 3 ≥ 180 ≥ 110 Hipertensión sistólica aislada ≥ 140 ≥ 90
PAD: Presión arterial diastólica PAS: presión arterial sistólica.
26
3.2.3. Dislipidemia
Las dislipidemias o hiperlipidemias son trastornos de los lípidos en sangre caracterizados
por un aumento de los niveles de colesterol o hipercolesterolemia e incrementos de las
concentraciones de triglicéridos (TG) o hipertrigliceridemia, que acompañan a diversas
alteraciones como la diabetes mellitus tipo 2 (DM-2), la gota, el alcoholismo, la
insuficiencia renal crónica, el hipotiroidismo, el síndrome metabólico (SM) y el empleo de
algunos fármacos. La prevalencia es variable. En sujetos sanos se reportan cifras de 57,3 %
para la hipertrigliceridemia y de 48,7 % para la hipercolesterolemia; valores más altos en
pacientes con resistencia a la insulina (RI). (32)
La clasificación de Fredrickson divide a las hiperlipidemias en seis grupos según los
patrones de aumento de lípidos y de lipoproteínas: I, IIa, IIb, III, IV y V (tabla 3).
Tabla 3. Clasificación de Fredrickson de las dislipidemias.
TIPO LIPOPROTEINA AUMENTADA
LIPIDOS AUMENTADOS
I Quilomicrones Triglicéridos IIa LDL Colesterol IIb LDL y VLDL Colesterol y triglicéridos III VLDL y residuos de
quilomicrones Triglicéridos y colesterol
IV VLDL Triglicéridos V Quilomicrones y VLDL Triglicéridos y colesterol
LDL: lipoproteína de baja densidad. VLDL: lipoproteína de muy baja densidad.
27
La presencia de un incremento de la lipoproteína de baja densidad (LDL), se observa sobre
todo en los pacientes con resistencia a la insulina y obesidad abdominal, aunque muchos de
estos individuos pueden mostrar niveles relativamente normales de colesterol LDL. De
acuerdo a los estudios prospectivos un aumento en el nivel de TG en plasma y el bajo nivel
de colesterol HDL predice independientemente ECV. Y una concentración sérica elevada
de colesterol LDL se asocia con un mayor riesgo de ECV. (33)
Las dislipidemias son trastornos frecuentes de los lípidos sanguíneos que favorecen la
aterosclerosis y sus secuelas, principalmente las cardiopatías isquémicas. Se relacionan con
hábitos de vida dañinos como el consumo de dietas hipercalóricas, y escasa actividad física
que originan incremento del peso corporal y de adiposidad y aparece con más frecuencia en
determinadas enfermedades. (32)
3.2.4. Síndrome metabólico
Se define síndrome metabólico como una condición metabólica asociada a resistencia a la
insulina e hiperinsulinemia que presenta un alto riesgo de desarrollar Diabetes Mellitus tipo
II y enfermedad cardiovascular ateroesclerótica. Otros componentes de este síndrome son
la hipertensión, dislipidemia y obesidad abdominal. (34)
No se trata de una única enfermedad sino de una asociación de problemas de salud que
pueden aparecer de forma simultánea o secuencial en un mismo individuo, causados por la
combinación de factores genéticos y ambientales asociados al estilo de vida en los que la
resistencia a la insulina se considera el componente patogénico fundamental.
La presencia de síndrome metabólico se relaciona con un incremento significativo de riesgo
28
de diabetes, enfermedad coronaria y enfermedad cerebrovascular, con disminución en la
supervivencia, en particular por el incremento unas 5 veces en la mortalidad cardiovascular.
(35)
El National Cholesterol Education Program – Adult Treatment Panel III reconoce al
síndrome metabólico como un gran factor de riesgo de enfermedad coronaria y señala los
criterios de diagnostico para su aplicación clínica. (36)
Tabla 4. Diagnostico del Síndrome Metabólico según el National Cholesterol Education
Program – Adult Treatment Panel III.
29
3.2.5. Resistencia a la insulina
La resistencia a la insulina (IR) se puede definir como un deterioro de la respuesta
biológica a la insulina exógena o endógena. Produce una insuficiencia de glucosa,
estimulada por la insulina, alteración del transporte en el músculo esquelético y en el tejido
adiposo, así como una supresión de la producción de glucosa en el hígado. (37) Está
influenciada por un número de factores que incluyen la edad, el peso y la actividad física.
(38)
Se dice que la resistencia a la insulina está presente cuando los efectos biológicos de la
insulina son menos de lo esperado, tanto para la eliminación de glucosa en el músculo
esquelético así como la supresión de la producción endógena de glucosa en el hígado. (39)
Ésta es conocida por ser el más fuerte predictor del desarrollo de diabetes tipo II. (40)
Además, la hiperinsulinemia, como un marcador de la resistencia a la insulina, ha
pronosticado la asociación de evento vascular cerebral y mortalidad. (41)
Normalmente en ayunas la insulina basal puede alcanzar hasta 12.5 uU/ml; durante la
prueba de sobrecarga de glucosa con 75 gramos a los 90 minutos, la insulina debe estar por
debajo de 100 uU/ml y a los 120 minutos no debe pasar de 55 uU/ml. En pacientes con
tolerancia normal a la glucosa, los niveles elevados de insulina durante la sobrecarga de
glucosa, reflejan imperfectamente la magnitud de la resistencia insulínica. Cuando existe
intolerancia a la glucosa, con glucemia a las 2 horas entre 140 y 200 mg/dl las insulinemias
pierden su valor porque hay una moderada falla de las células beta y desde luego en
30
Diabetes Mellitus de características severas, lo normal es una producción insulínica pobre,
en presencia de importante resistencia a la insulina (42,43).
Otros datos prácticos para evaluar la resistencia a la insulina es considerar un valor ≥ 16.7
uU/ml en mujeres y 15,7 uU en hombres; glucemia en ayunas > 110 mg/Dl. Índice de masa
corporal > 25kg/m2 y triglicéridos ≥ 110 mg/dl.
El Índice HOMA RI., actualmente es un método validado para evaluar la insulino
resistencia. (44) Se correlaciona con el clamp euglucémico en individuos con diferentes
grados de tolerancia a la glucosa y sensibilidad insulínica.
La fórmula para calcular este índice es la siguiente:
- Insulina sérica uU/ml x Glucosa plasmática en ayunas mmol/l / 22.5
Interpretación: entre mayor es el índice, menor la sensibilidad a la insulina y más severa la
resistencia a la insulina. En general se considera que entre mayor sea el valor del índice,
menor es la sensibilidad a la insulina y se ha definido como resistencia valores iguales o
mayores de 3,99.
Bonora y colaboradores encontraron correlación entre el índice HOMA y el clamp
euglucémico en individuos con diferentes grados de tolerancia a la glucosa y sensibilidad
insulínica (45).
La resistencia a la insulina juega un papel principal en el desarrollo de diabetes tipo II y
también puede estar implicada en el proceso de aterogénesis. La prueba de tolerancia a la
glucosa permite conocer si una persona no es diabética, tiene intolerancia a la glucosa o es
francamente diabética. Administrando 75 gramos de glucosa anhidra disuelta en agua y
manteniendo un período de ayuno de 8 horas, según lo recomendado por la Organización
Mundial de la Salud, en ayunas la glucemia plasmática < 100 mg/dl es normal; valores
31
entre 100 y 125 mg/dl indican intolerancia, ≥ 126 mg/dl indica diabetes, en tanto que a las 2
horas poscarga se considera normal con glucemias <140 mg/dl, intolerancia a la glucosa
con valores ≥ 140 y < 200 mg/dl y diabetes; valores ≥ de 200 mg/dl. (46).
Las categorías anteriores permiten conocer el grado de hiperglucemia, pero no la
sensibilidad o resistencia a la insulina.
3.2.6. Andrógenos
En un 90% la alopecia masculina y femenina es el resultado de una
sensibilidad anormal de los folículos pilosos del cuero cabelludo a los andrógenos
circulantes genéticamente susceptibles. (47)
Los andrógenos actúan como mediadores del crecimiento del pelo terminal y afecta al
cuero cabelludo y otras áreas del cuerpo en diferentes maneras. La hormona esteroide más
estudiada en relación con el crecimiento del cabello es la conversión periférica de la
testosterona en dehidrotestosterona (DHT), que es catalizada por la enzima 5α-reductasa.
La testosterona es conocida por ser el principal andrógeno circulante de los cuales sólo una
pequeña fracción sale de esteroides libres en el sistema de circulación, 70% está unido a la
globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG) y 19% a la albúmina. La testosterona
libre puede ser metabolizada en dehidrotestosterona (DHT), que es cinco veces más potente
que la testosterona. En los hombres, un posible mecanismo entre la alopecia y la EVC es el
metabolismo del andrógeno. (48)
En las mujeres, la alopecia es sin duda, una característica de hiperandrogenismo y éstas
tienen más probabilidades de tener niveles elevados de andrógenos o mostrar un aumento
de otras características de exceso de andrógenos. (49)
32
Por otra parte el síndrome de ovario poliquísticos con mayor testosterona total y el
agotamiento pre menopáusico de estrógenos está asociada con la alopecia, hirsutismo y
otros signos de masculinización. (50)
Las mujeres con alopecia y síndrome de ovario poliquístico tienen índices alterados en su
perfil hormonal (testosterona elevada, androstendiona, índice de andrógenos libres y SHBG
inferior). (49) Sin embargo las mujeres con alopecia típica de patrón femenino no presentan
síntomas clínicos de hiperandrogenismo y los niveles de testosterona en suero por lo
general están dentro del rango de lo normal. (51)
En algunas mujeres con alopecia androgenética los cambios hormonales no están
involucrados en el proceso de ésta. (52)
33
4. OBJETIVO
Estudiar y analizar la relación que existe entre la Alopecia Androgenética (AAG), los
factores de riesgo coronarios y las enfermedades cardiovasculares en ambos sexos,
mediante una revisión no sistemática.
Se evalúan los diversos mecanismos fisiopatológicos para explicar la relación existente
entre AAG y las enfermedades cardiovasculares. Se analizarán los resultados y las
conclusiones de los estudios seleccionados, de acuerdo a su importancia y su trascendencia
en la práctica diaria en el tratamiento de la alopecia adrogenética.
34
5. METODOLOGÍA:
Para obtener la selección de nuestros artículos se realizó una búsqueda intensiva y
exhaustiva de estudios publicados hasta el momento. Se utilizaron diversas páginas médicas
como Pubmed, Cochrane y Medline, en búsqueda del tema planteado, introduciendo
palabras claves como:
v Alopecia
v Alopecia androgénica
v Enfermedad cardiovascular
v Factores de riesgo cardiovascular
v Infarto agudo del miocardio
v Síndrome metabólico
v Calvicie
Durante la búsqueda se revisaron diversos artículos que exponían el tema seleccionado y
que nos permitieran desarrollar los objetivos. Las diversas fuentes consultadas fueron de
revistas científicas de reconocido prestigio internacional como: JAMA Dermatology,
European Journal of Dermatology, American Academy of Dermatology, Dermatology on
line Journal, Clinical Endocrinology, British Journal of Dermatology, American Journal of
Epidemiology, Journal of European Academy of Dermatology and Venereology,
Dermatology Surgery, International Journal of Dermatology, Actas Dermo-sifiliográficas,
British Medical Journal Open, Clinical Science, JAMA Internal Medicine, entre otros.
35
Los artículos analizados han incluido estudios comparativos, estudios prospectivos,
estudios de casos y controles, estudios de cohorte transversal, estudios epidemiológicos de
cohorte, meta-análisis y estudio de cohorte retrospectivo.
El proceso por el cual se obtuvieron los artículos es el siguiente:
Se colocó en PubMed las palabras claves “Androgenetic Alopecia and Cardiovascular
Disease” desde las fechas de publicación de 1ro de Enero del 1990 al 31 de Octubre del
2013 y se encontraron 416 artículos que se desplegaron de acuerdo al tema, de los cuales se
excluyeron 364 que no se enfocaban en el tema propuesto.
Obteniendo como resultado 52 artículos que relacionaban a la Alopecia y La enfermedad
cardiovascular, de éstos se excluyeron 33 artículos, ya que no cumplían con los criterios de
inclusión. A continuación señalamos las causas de los artículos excluidos:
8 artículos por ser Editoriales
5 artículos por ser Revisiones Sistemáticas
3 por ser comentarios de otros artículos
6 artículos por ser pacientes con Alopecia Areata post quimioterapia
8 artículos por ser en pacientes con alopecia más otras patologías de base
3 artículos por no presentar relevancia significativa en el tema a tratar
36
Los criterios de inclusión y exclusión utilizados fueron:
CRITERIOS DE INCLUSIÓN CRITERIOS DE EXCLUSIÓN
§ Estudios epidemiológicos
§ Alopecia Androgenética y:
§ Síndrome metabólico
§ Factores riesgo cardiovascular
§ Dislipidemias
§ Ateroesclerosis
§ Infarto Agudo de miocardio
§ Ambos sexos
§ Editoriales
§ Revisiones sistemáticas
§ Comentarios de artículos
§ Otros tipos de alopecia
§ Pacientes con patologías de
base
Finalmente tomamos 19 artículos que cumplían con los criterios de inclusión y que
estudiaban la relación de la alopecia androgenética con la enfermedad cardiovascular. El
nivel de evidencia fue evaluado aplicando la tabla US Agency for Health Research and
Quality (AHRQ), Agencia de EE.UU. para la Investigación y la Calidad de la Salud.
Tabla 5. Niveles de evidencia
Nivel de evidencia
Ia La evidencia proviene de metanálisis de ensayos clínicos
controlados y aleatorizados
Ib La evidencia proviene de al menos un ensayo clínico controlado y
aleatorizado
IIa La evidencia proviene de al menos un ensayo prospectivo
controlado no aleatorizado
IIb La evidencia proviene de al menos un estudio no completamente
experimental, bien diseñado, como los estudios de cohorte
III La evidencia proviene de estudios retrospectivos controlados no
37
Fuente: US Agency for Health Research and Quality (AHRQ). Agencia de EE.UU. para la
Investigación y la Calidad de la Salud. Disponible en http://www.ahrq.gov
Tabla 6. Grados de recomendación
Fuentes: US Agency for Health Research and Quality (AHRQ). Agencia de EE.UU. para
la Investigación y la Calidad de la Salud. Disponible en http://www.ahrq.gov
Para los artículos seleccionados el nivel de evidencia fue de III con recomendación C para
uno, dos estudios retrospectivos, nueve estudios de casos y controles, un meta-análisis de
seis estudios observacionales y un estudio comparativo. Y IV con recomendación D para
dos estudios de cohorte transversal y tres estudios prospectivos.
aleatorizados con controles históricos o estudios de casos y
controles
IV La evidencia proviene de documentos u opiniones de comités de
expertos o experiencias clínicas de autoridades de prestigio o los
estudios de series de casos, encuestas, registros y bases de datos
Grados de Recomendación A Basada en nivel de evidencia I. Extremadamente recomendable
B Basada en nivel de evidencia II. Recomendación favorable
C Basada en nivel de evidencia III. Recomendación favorable pero
no concluyente
D Basada en nivel de evidencia IV. Consenso de expertos, sin
evidencia adecuada de investigación
38
Algoritmo de Selección de Artículos
416 ARTÍCULOS "ANDROGENETIC
ALOPECIA AND CARDIOVASCULAR
DISEASE"
Se excluyeron 364 por no enfocarse en el tema
propuesto .
Quedando 52 para ser elegidos de acuerdo a los
criterios de inclusión
19 artículos cumplieron con los criterios de
inclusión
10 artículos alopecia androgenética y
enfermedad cardiovascular
4 artículos alopecia androgenética y
síndrome metabólico
3 artículos alopecia androgenética e
hipertensión
1 artículo alopecia androgenética y resistencia a la insulina
1 artículo alopecia androgenética y
dislipidemia
39
TABLA 7.Serie de Estudios Revisados
PRIMER AUTOR
AÑO NOMBRE DEL ARTICULO
# DE PCTES
DISEÑO NIVEL DE EVIDENCIA
TIEMPO DE SEGUIMIENTO
Lin-Hui Su. 2005 Association of androgenetic alopecia with mortality from diabetes mellitus and heart disease
7,126 Estudio de cohorte prospectivo
IV D 57 Meses
Arias-Santiago Salvador.
2010 A comparative study of dyslipidaemia in men and woman with androgenic alopecia
300 Estudio comparativo
III C ------
Arias-Santiago Salvador.
2010 Androgenetic alopecia and cardiovascular risk factors in men and women: a comparative study
154 Estudio de casos y controles
III C -------
Lin-Hui Su. 2010 Association of androgenetic alopecia with metabolic syndrome in men: a community-based survey
740 Estudio de cohorte transversal
IV D 3 meses
Arias-Santiago Salvador.
2010 Male androgenetic alopecia and cardiovascular risk factors: A case-control study
70 Estudio de casos y controles
III C -----
AC Dogramaci.
2009 Is androgenetic alopecia a risk for
50 Estudio de casos y controles
III C -----
40
atherosclerosis?
González González Jose Gerardo.
2008 Androgenetic alopecia and insulin resistance in young men
80 Estudio de casos y controles
III C -----
Ahouansou Serge.
2007 Association of androgenetic alopecia and hypertension
250 Estudio prospectivo
III C 2 meses
Mansouri Parvin.
2005 Androgenetic alopecia and coronary artery disease in women
106 Estudio de cohorte transversal
IV D ------
Sasmaz S. 1999 The risk of coronary heart disease in men with androgenetic alopecia
76 Estudio de casos y controles
III C 5 meses
Herrera CR. 1995 Baldness and coronary heart disease rates in men from the Framingham Study
2,017 Estudio de cohorte prospectivo
IV D 30 años
Lotufo Paulo A.
2000 Male pattern baldness and coronary heart disease: the Physicians' Health Study
22,071 Estudio retrospectivo de cohorte
III C 11 años
Lesko Samuel M.
1993 Case-control study of baldness in relation to myocardial infarction in men
1,437 Estudio de casos y controles
III C 3 años
Shahar Eyal.
2007 Baldness and myocardial infarction in men: the atherosclerosis risk in communities study
5,056 Estudio de casos y controles
III C 3 años
Ellis Justine 2001 Male pattern 1,219 Estudio de IV D 5 años
41
A. baldness is not associated with established cardiovascular risk factors in the general population
evidencia prospectivo
Yamada Tomohide.
2013 Male pattern baldness and its association with coronary heart disease: a meta-analysis
36,690 Meta-análisis de seis estudios observacionales
III C Estudio con seguimiento de 11 a 14 años
Arias Santiago Salvador.
2010 Hypertension and aldosterone levels in women with early-onset androgenetic alopecia
80 Estudio de casos y controles
III C -------
Arias Santiago Salvador.
2009 Elevated aldosterone levels in patients with androgenetic alopecia.
80 Estudio de casos y controles
III C -------
Ford Earl S. 1996 Baldness and ischemic heart disease in a national sample of men
3,932 Estudio de cohorte prospectivo
IV D 14 años
42
6. RESULTADOS
6.1. Asociación de la alopecia Androgenética con enfermedades
cardiovasculares
Ø Domagraci, et al, (58) realizaron un estudio de casos y controles con 50 pacientes
varones con AAG y 31 controles sanos, emparejados por edad y sin alopecia. Se
excluyeron a los pacientes que presentaban antecedentes de diabetes mellitus,
tabaquismo, hipertensión, enfermedad cardio o cerebrovascular e insuficiencia renal
en ambos grupos. La AAG se clasificó de acuerdo a la escala de Hamilton-
Norwood. Así como examinaron los lípidos en suero, proteína C reactiva,
testosterona total y sulfato de dehidroepiandrosterona a todos los pacientes del
estudio. Finalmente la ecografía carotídea se utilizó para medir índice de grosor de
la intima media de la carótida (IMT) de las arterias carótidas comunes (CCA). Un
estudio de ecocardiograma (ECHO) y electrocardiografía de esfuerzo (ExECG)
también se incluyeron dentro del procedimiento. Como resultado se obtuvo que el
grosor de la intima media (IMT) de la CCA era significativamente mayor en
pacientes con AAG severa con patrón de vértice en comparación con los pacientes
con otros patrones de AAG y con los controles sanos (P <0,05). La proteína C
reactiva en pacientes con cualquier tipo de AAG no fue significativamente diferente
de los controles sanos (P> 0,05). ECHO demostró que las medidas estructurales y
funcionales cardiacas estaban dentro de los rangos normales. ExECG también fue
normal en todos los sujetos. Por lo tanto concluyen que el patrón de AAG con
patrón de vértice grave debe considerarse como un factor de riesgo de
43
aterosclerosis subclínica. Por esta razón sugieren la medición del IMT de las
carótidas comunes como un método de diagnóstico no invasivo y preventivo.
Ø Mansouri (61) et al. realizaron un estudio analítico, descriptivo, transversal, de un
total de 106 mujeres menores de 55 años, que fueron reclutadas de las salas de
cateterización cardiaca de la Universidad de Medicina de Teherán y Hospitales
cardiacos Shahid Rajaee durante 1 mes. El muestreo se llevó a cabo mediante la
distribución de los diferentes factores como sexo (mujeres), edad (menos de 55
años) y el informe de la angiografía. Todos los análisis estadísticos se realizaron
utilizando el programa de software estadístico "Epi-Info" (versión 6). La prueba de
Chi-cuadrada se utilizó para las asociaciones bivariadas y comparaciones múltiples.
El valor de p<0,05 fue aceptado como prueba de significación estadística. De las
106 mujeres menores de 55 años que toleraron la angiografía cardiaca, 51 pacientes
tenían enfermedad cardiaca arterial (CAD) y 55 mujeres no. El promedio de edad
fue de 45 años. La alopecia Androgenética estuvo presente en 15 (29%) de 51
pacientes con enfermedad coronaria y en 6 (11%) de 55 pacientes sin CAD. Hubo
correlaciones estadísticamente significativas entre la alopecia Androgenética
femenina (AAG) y la enfermedad arterial coronaria (p =0.0l, riesgo relativo (RR)
=1,26), entre AAG y la historia previa de infarto de miocardio (p=0,02, RR=1,42), y
entre el encanecimiento del cabello y CAD (p =0,0000).
La relación entre la AAG y la presión arterial alta(p=0,02,RR=1,69), CAD y la
hipertensión (p =0,0027, RR=1,65), AAG y antecedentes familiares de
AAG(p=0,009), CAD y antecedentes de infarto de miocardio (p=0,0002), CAD y
arrugas faciales(p =0,011),fueron estadísticamente significativas. Sin embargo, ya
44
que algunas de estas variables puede mostrar asociación con la edad, se ajustaron
para las diferencias de edad. En la correlación de encanecimiento del cabello con
CAD, y el de la presión arterial alta con el CAD, la edad no fue un factor de
confusión, en la relación de CAD con las arrugas faciales que era un factor de
confusión.
Este estudio es una de las pocas investigaciones sobre la asociación de AAG y CAD
en mujeres. En cuanto a la correlación estadísticamente significativa entre la AAG
femenina y CAD, y entre AAG y la historia previa de infarto de miocardio, sugiere
que la alopecia androgenética femenina como un posible marcador de mayor riesgo
de eventos de CAD, pero aún quedan muchas preguntas por responder.
La relación entre la AAG y CAD en los hombres, después de más de 30 años de
investigación sigue siendo un tema controvertido, se necesitan estudios más grandes
en los hombres y las mujeres para confirmar nuestros hallazgos.
Ø SM Sasmaz (62) et al. desarrollaron un estudio de casos y controles con una
muestra de 41 hombres con patrón de alopecia androgenética tipo vértice (grupo de
estudio) de acuerdo a la Escala de Hamilton Norwood y 36 hombres, emparejados
por edad, en situación normal del pelo (grupo control). El objetivo era de estudiar
la relación entre la AAG y enfermedad coronaria cardiovascular y determinar la
relación que existe con los parámetros lipídicos.
Para su realización se tomaron muestras sanguíneas después de un período de
ayuno de 12 h , y se analizaron los parámetros lipídicos de rutina, tales como el
45
colesterol total (T Chol ), triglicéridos ( TG ) , se analizaron las lipoproteínas de alta
densidad ( HDL), el colesterol y las lipoproteínas de baja densidad ( LDL). Otro
tubo se congeló (-70 ° C ) para análisis de la Lp ( a) de la apolipoproteína A1 ( Apo
A l ), y Apo B para un máximo de 2 meses. Los ensayos se repitieron tres veces.
Los análisis estadísticos que utilizaron fueron SPSS para Windows y la prueba t
Student para los parámetros normales y la prueba U de Mann Whitney para los
parámetros irregulares. Los datos no paramétricos se analizaron por la probabilidad
X2- test. Una probabilidad menor de 0,05 fue considerada como significativa.
Se encontraron diferencias significativas en las lipoproteínas de suero (a) y los
niveles de triglicéridos entre los grupos de estudio y control (P <0,05). Cuarenta y
siete por ciento de los pacientes y 30% de los controles tenían una lipoproteína (A)
con un nivel mayor de 30 mg / dl, más alto que el nivel crítico para la enfermedad
cardíaca aterosclerótica.
Por lo tanto concluyen que es preciso investigar el perfil de lípidos, especialmente la
lipoproteína (a), de los pacientes con alopecia androgenética y referir a un
cardiólogo si es necesario.
Ø CR Herrerra. (63) y colaboradores evaluaron la relación entre la extensión y
progresión de la alopecia y la enfermedad coronaria. La alopecia se evaluó en dos
ocasiones, en 1956 y en 1962, en una cohorte de 2.017 hombres de Framingham
Massachusetts. El alcance de la calvicie se clasificó en cuanto a número de áreas de
calvicie: ninguna área calva (n = 153), una zona calva (n = 420), dos zonas calvas (n
= 587), y todas las áreas alopécicas (n = 857). Los hombres que fueron evaluados
46
dos veces y que tenían dos o menos áreas alopécicas en la primera evaluación se
clasifican en uno de tres grupos: " progresión lenta", "progresión moderada" o
"rápida progresión". La cohorte fue seguida durante un máximo de 30 años para las
nuevas apariciones de la enfermedad coronaria, enfermedad coronaria que ocasiona
la muerte, enfermedad cardiovascular y muerte por cualquier causa. Las relaciones
entre la extensión y progresión de la calvicie y los resultados mencionados
anteriormente se evaluaron mediante un modelo de riesgos proporcionales de Cox,
ajustando por edad y otras enfermedades cardiovasculares conocidos de los factores
de riesgo. El alcance de la calvicie no se asoció con ninguno de los resultados. Sin
embargo, la velocidad de la progresión de la calvicie se asoció con la ocurrencia de
enfermedad coronaria (riesgo relativo (RR) = 2,4, intervalo de confianza del 95%
(IC) 01.03 a 04.04), mortalidad por enfermedad coronaria (RR = 3,8, IC del 95%:
1,9- 7,7), y la mortalidad por cualquier causa (RR = 2.4, 95% 1.5 a 3.8). Ellos
concluyeron que la caída rápida del cabello puede ser un marcador de la enfermedad
coronaria.
Ø Latufo PA. (64) et al. realizaron un estudio de cohorte retrospectivo con 22.071
médicos de sexo masculino, entre los 40 y 84 años matriculados en las Physicians
Health Study. De éstos, 19.112 eran libres de cardiopatía coronaria al inicio del
estudio y completaron un cuestionario a los 11 años de seguimiento en relación con
su patrón de pérdida de cabello a la edad de 45 años. Las opciones de respuesta
incluyen pérdida de cabello en zona frontal o calvicie frontal leve, moderada o
severa, y calvicie en vértice. Los eventos por enfermedad coronaria fueron definidos
como infarto de miocardio no fatal (MI), angina de pecho y / o revascularización
coronaria. Durante 11 años de seguimiento, se documentaron 1.446 casos de
47
enfermedad coronaria en esta cohorte. En comparación con los hombres sin la
pérdida del cabello, los que tenían calvicie frontal presentaban un riesgo relativo
ajustado por edad (RR) de enfermedad coronaria de 1,09 (95% intervalo de
confianza [IC]: 0,94 a 1,25), mientras que aquellos con alopecia de vértice leve,
moderada o grave tuvieron un RR de 1,23 (IC 95%, 1,05-1,43), 1,32 (IC 95%,
1,10-1,59) y 1,36 (IC 95%, 1,11-1,67), respectivamente (p para la tendencia
<0,001).
Los resultados fueron similares cuando IM no fatal, angina y revascularización
coronaria se examinaron por separado, y cuando se analizaron los acontecimientos
entre los hombres mayores y menores de 55 años al inicio del estudio. Los que
presentaron calvicie en vértice estaban más fuertemente asociados con el riesgo de
enfermedad coronaria entre los hombres con hipertensión (RR multivariado, 1,79,
IC 95%, 1,31-2,44) o altos niveles de colesterol (RR multivariado, 2,78, IC 95%,
1.9 a 7.12).
Finalmente concluyen que la alopecia con patrón de vértice parece ser un marcador
de mayor riesgo de eventos cardiovasculares, especialmente entre los hombres con
hipertensión o colesterol alto.
Ø Lesko SM (65). et al llevaron a cabo un estudio de casos y controles en el este de
Massachusetts y Rhode Island. Los casos de estudio fueron hombres admitidos en
un hospital por presentar un primer episodio de infarto de miocardio no fatal (n =
665), y los controles fueron hombres ingresados en los mismos hospitales con
diagnósticos no cardíacos (n = 772). El grado de la alopecia se evaluó mediante la
48
modificación de 12 puntos de la Escala de Hamilton; y otra información importante
se obtuvo mediante entrevista personal. Entre los controles, la prevalencia de
cualquier alopecia era 34%, mientras que la prevalencia de la calvicie que implica el
vértice del cuero cabelludo era 23%.
Después de considerar la edad, la estimación del riesgo relativo para la calvicie
frontal en comparación con ninguna pérdida de cabello fue de 0,9 (intervalo de
confianza 95%, 0,6 a 1,3), para la alopecia de vértice del cuero cabelludo fue 1,4
(intervalo de confianza 95%, 1,2 a 1,9). El riesgo de infarto de miocardio aumentó
a medida que el grado de alopecia vértice aumentaba (P <0,01); para la calvicie
severa de vértice, el riesgo relativo fue de 3,4 (intervalo de confianza del 95%, 1,7-
7,0). La relación entre la alopecia de vértice y el infarto de miocardio era coherente
dentro de estratos definidos por la edad y otros factores de riesgo para la
enfermedad arterial coronaria.
Estos datos apoyaron la hipótesis de que alopecia de vértice del cuero cabelludo se
asocia con la enfermedad arterial coronaria en hombres menores de 55 años.
Ø Shahar E. (66) et al. observaron que la alopecia de vértice está fuertemente asociada
con el incidente de Infarto de Miocardio (MI). Examinaron estas asociaciones en
una muestra transversal de 5.056 hombres de entre 52 a 75 años, de los cuales 767
tenían un historial de MI. La muestra se deriva de la Atherosclerosis Risk in
Communities (ARIC) estudio (1987-1998).
Este grupo fue comprado con uno que no presentaba alopecia. Los resultados
obtenidos fue un odds ratio estimados de prevalencia de infarto de miocardio fue de
49
1,28 (calvicie frontal), 1,02 (calvicie de vértice leve), 1,40 (calvicie de vértice
moderado), y 1.18 (calvicie de vértice severa). Otros modelos de regresión arrojaron
resultados similares, incluyendo la ausencia de una monótona "relación dosis-
respuesta" entre el grado de calvicie de vértice y la prevalencia de MI. Los autores
también examinaron la relación entre la alopecia y el patrón de espesor de la íntima-
media de la carótida, una medida de la aterosclerosis. Pero no se encontraron
diferencias entre ambos grupos. En conclusión los resultados de este estudio
sugieren que los hombres con este patrón de calvicie no presentan un importante
factor de riesgo para el infarto de miocardio o la aterosclerosis asintomática.
Ø JA Ellis (67) et al. examinaron si el patrón de calvicie masculino androgenético es
un nuevo factor de riesgo, o se asocia con alteraciones de coronarias. Por ello,
realizado un análisis de la alopecia y los factores de riesgo cardiovascular en la
población general. Un total de 1.219 varones participantes de entre 18 a 70 años de
la Victorian Family Heart Study fueron encuestados mediante un cuestionario
validado para el grado y el patrón de calvicie. Se hicieron medidas estandarizadas
de altura, peso, presión arterial, frecuencia del pulso, colesterol total, lipoproteínas
de alta densidad, y el fibrinógeno plasmático. Los sujetos fueron agrupados de
acuerdo al grado y el patrón de calvicie como: no calvicie, calvicie frontal y
calvicie de vértice. Los hombres alopécicos eran mayores que los hombres que no lo
eran (P <0,0001). La edad también se asoció con un aumento de los niveles de
factores de riesgo coronarios (P <0,0001). Cuando se utilizó la regresión múltiple
para ajustar las diferencias de edad, los niveles de factores de riesgo coronario no
fueron significativamente diferentes entre los grupos. La falta de asociación entre la
50
calvicie y los factores de riesgo implica que la calvicie puede predisponer a la
enfermedad coronaria a través de nuevos mecanismos que se definirán
posteriormente.
Ø Yamada T. (68) y colaboradores a través de un metanálisis identificaron 6 estudios
observacionales que relacionaban las enfermedades cardiovasculares relacionadas
con la alopecia. De 850 estudios posibles, 3 estudios de cohortes y 3 estudios de
casos y controles seleccionaron (36 990 participantes). En los estudios de cohortes,
el RR ajustado de los hombres con calvicie severa para enfermedad cardiovascular
(CHD) fue de 1,32 (IC del 95%: 1,08 a 1,63; p = 0,008, I 2 = 25%) en comparación
con aquellos que no presentaban calvicie. El análisis de los hombres más jóvenes
(<55 o ≤ 60 años) mostró una asociación similar de CHD con alopecia severa (RR
1,44, IC del 95%: 1,11 a 1,86; p = 0,006, I 2 = 0%). En tres estudios que emplean la
escala de Hamilton modificada, la calvicie de vértice se asociaba con las
enfermedades cardiovasculares. Y la relación dependía de la gravedad de la alopecia
(vértice severa: RR 1.48 (1.4 a 2.11, p = 0.03); vértice moderada: RR 1,36 (1,16 a
1,58, p <0,001); vértice leve: RR 1,18 (1,04 a 1,35, p <0,001)). Sin embargo, la
calvicie frontal no se asoció con cardiopatía coronaria (RR 1,11 (0,92 a 1,32, p =
0,28)). Por lo que concluyeron que la calvicie vértice, pero no la calvicie frontal, se
asocia con un mayor riesgo de cardiopatía coronaria. La asociación con la
enfermedad coronaria depende de la gravedad de la calvicie de vértice y de la edad.
Por lo tanto, la calvicie vértice podría estar más estrechamente relacionada con la
aterosclerosis, pero aún indican que la asociación entre la calvicie de patrón
masculino y CHD merece una mayor investigación.
51
Ø Ford ES. (71) et al. exploró una débil asociación positiva que existía entre los
hombres con alopecia androgenética y la enfermedad cardiaca isquémica, utilizando
los datos de First National Health and Nutrition Examination Survey. Como parte
del examen médico inicial entre 1971 y 1975, la presencia y el grado de alopecia
(ninguno, mínimo, moderado y grave) se registraron para un subconjunto de los
participantes. Entre 3.932 hombres de entre 25 a 76 años que tenían los datos
completos, 378 muertes y 939 eventos de enfermedad cardiaca isquémica ocurrieron
durante un período medio de seguimiento de 14 años. Entre 2.019 hombres que
tenían menos de 55 años de edad al inicio del estudio (61 muertes y 239 eventos de
enfermedad cardiaca isquémica), la calvicie severa se asoció positivamente con la
mortalidad por enfermedad cardiaca isquémica (razón de tasas = 2,51 intervalo de
confianza del 95 por ciento de 01.01-06.24) y algo menos asociado con la
incidencia de enfermedad cardiaca isquémica (razón de tasas = 1,72, intervalo de
confianza del 95 por ciento 0,96-3,08). Se observó que no hay relación dosis-
respuesta con grado de calvicie. Aunque estos resultados son templados por la
ausencia de información sobre el tipo de calvicie (frontal o vértice), proporcionan
apoyo a estudios anteriores que indican patrón de calvicie masculino antes de la
edad de 55 años puede estar por algún mecanismo relacionado con la enfermedad
cardiaca isquémica.
6.2. Asociación de la alopecia Androgenética con resistencia a la insulina
Ø González González (59) et al. a través de un estudio de casos y controles, con una
muestra de 80 hombres jóvenes, de 18-35 años de edad, con AAG≥ fase III en la
clasificación de Hamilton-Norwood, y 80 controles con similar peso y edad fueron
52
incluidos. La alopecia, la glucosa, la insulina en suero, el índice HOMA-IR, el perfil
de lípidos y los niveles de andrógenos, así como los criterios de síndrome
metabólico, se evaluaron. El índice HOMA-IR fue significativamente mayor en los
casos que en los controles. Los pacientes no obesos tenían una mayor presión media
diastólica y una historia familiar de AAG más frecuente en comparación con los
controles no obesos. Una diferencia en el límite del índice HOMA-IR se encontró
en los casos AAG obesos frente a los controles obesos (P = 0,055, intervalo de
confianza del 95% (IC) 2,36 a 4,20 vs. 1,75 a 2,73). Los valores de testosterona
libre fueron significativamente mayores en los controles que en los casos,
independientemente del índice de masa corporal (IMC). Se encontró un efecto
aditivo estadísticamente significativo para la obesidad más alopecia, con las
tendencias más significativas de la insulina, el índice HOMA-IR, los lípidos y la
testosterona libre cuando se utilizaron el IMC y el estado de la alopecia para
clasificar a los participantes. Los resultados apoyan la recomendación para una
evaluación de la resistencia a la insulina, y de los desordenes cardiovasculares en
todos los jóvenes varones en estadio III o superior de AAG, según la clasificación
de Hamilton-Norwood.
53
6.3. Asociación de la alopecia Androgenética con los componentes del
síndrome metabólico
Ø En el estudio de cohorte prospectivo de Lin-Hui Su. (53) y et al. estudiaron un total
de 7.252 sujetos de 30 a 95 años, que participaron en la encuesta de línea de base de
Alopecia Androgenética (AAG) usando las clasificaciones de Norwood y Ludwig,
entre abril y junio de 2005. La información básica sobre el síndrome metabólico
(SM) y otros posibles factores de riesgo también se recogió. Luego se realizó un
seguimiento a la muestra para determinar la causa de la muerte hasta diciembre de
2010. Entre los 7.126 sujetos (2.429 hombres y 4.697 mujeres) que proporcionaron
datos completos, hubo 70 muertes por DM y enfermedad cardíaca durante el
período de seguimiento de 57 meses. Los sujetos con moderada a severa AAG vs.
los pacientes con AAG normal o leve presentaron un riesgo significativamente
mayor de mortalidad por (cociente de riesgo ajustado [HR], 2,97, IC 95%, 1.26 a
7.1) DM (P = 0,01) y las enfermedades cardiovasculares (HR ajustado, 2,28, IC
95%, 1,00-5,23) ( p = 0,05), después de ajustar por edad, historia familiar de DM o
enfermedades cardiacas, y síndrome metabólico. Por lo que se demostró que la
AAG es un predictor independiente de la mortalidad por DM y enfermedades
cardiovasculares en ambos sexos. Este hallazgo podría tener implicaciones
importantes para la identificación de factores de riesgo para DM y enfermedades
54
cardiacas en pacientes con AAG moderada o grave, independientemente de que el
SM está presente.
Ø Arias Santiago S (55) et al. realizó un estudio de casos-controles que incluyó 154
participantes, 77 con AAG de inicio temprano (40 varones y 37 mujeres) y 77
sujetos controles sanos (40 hombres y 37 mujeres) del departamento de
dermatología del Hospital universitario de Granada, España.
El síndrome metabólico se diagnosticó en el 60% de los pacientes masculinos con
AAG (odds ratio [OR] = 10,5 95% intervalo de confianza [IC] 3,3 a 32,5), y en un
48,6% de las pacientes con AAG (OR = 10,73, IC del 95%: 2,7- 41.2), y en 12.5%
de los sujetos de control de sexo masculino, y en 8,1% de los sujetos de control
femenino (p <0,0001). Se observaron placas de ateroma en el 32,5% de los
pacientes masculinos con AAG (OR = 5,93, IC 95% 1,5 a 22,9) versus 7,5% de los
sujetos de control del sexo masculino (p = 0,005) y un 27% de las pacientes con
AAG (OR = 4.19, IC del 95%: 1,05 a 16,7) frente al 8,1% de los sujetos de control
de sexo femenino (p = 0,032). Los niveles de aldosterona y de insulina fueron
significativamente mayores en los pacientes hombres y mujeres con AAG en
comparación con sus respectivos sujetos de control. Los valores medios de
fibrinógeno fueron significativamente mayores en los pacientes varones con AAG,
mientras que los valores de fibrinógeno, proteína C-reactiva, y D-dímeros fueron
significativamente mayores en pacientes mujeres con AAG frente a sus respectivos
controles. Así la determinación del síndrome metabólico y el estudio de ultrasonido
de las arterias carótidas pueden ser útiles métodos de cribado para detectar el riesgo
de desarrollar enfermedad cardiovascular en pacientes hombres y mujeres con AAG
de inicio temprano e iniciar un tratamiento preventivo precoz.
55
Ø LH Su y Chen TH (56) realizaron un estudio transversal en la población en Tainan,
Taiwán. Un total de 740 sujetos con edades entre 40 a 91 años participaron en la
encuesta, entre abril y junio de 2005. La clasificación de Norwood se utilizó para
evaluar el grado de pérdida de cabello. Se recopiló información sobre los
componentes del síndrome metabólico, junto con otros factores de riesgo posibles.
Una asociación estadísticamente significativa entre la AAG y la presencia de
síndrome metabólico [odds ratio (OR) 1,67, intervalo de confianza del 95% (IC)
1,01 a 2,74], así como entre AAG y el número de componentes del síndrome
metabólico (OR 1,21 cumplidas, IC del 95%: 1,03 a 1,42), después de controlar la
edad, los antecedentes familiares de la AAG y la condición de fumador. Entre los
componentes del síndrome metabólico, el colesterol de lipoproteínas de alta
densidad (HDL-C) (OR 2.36, IC 95% 1,41-3,95, p = 0,001) se reveló como el factor
más importante asociado con la AAG. Este estudio poblacional encontró una
asociación significativa entre la AAG y el síndrome metabólico, y entre sus
componentes el HDL-C se encontró que era de particular importancia. Este hallazgo
podría tener implicaciones importantes para la identificación del síndrome
metabólico en pacientes con AAG moderada o grave. La intervención temprana
para el síndrome metabólico es fundamental para reducir el riesgo y las
complicaciones de la enfermedad cardiovascular y la diabetes mellitus tipo II en el
futuro.
56
6.4. Asociación de la alopecia Androgenética con dislipidemias
Ø Arias Santiago S. (54) et. al realizaron un estudio de caso-control que incluyó a 300
pacientes consecutivos ingresados en una clínica para pacientes ambulatorios, 150
con principios de alopecia androgenética de inicio (80 hombres y 70 mujeres) y 150
controles (80 hombres y 70 mujeres) con otras enfermedades de la piel. Las
pacientes con alopecia androgénica mostraron significativos valores de triglicéridos
(123,8 vs. 89,43 mg / dl, p = 0,006), los valores de colesterol total (196,1 vs. 182,3
mg / dl, p = 0,014), los valores de LDL-C altos(114.1 vs. 98.8 mg / dl , p = 0,0006)
y los valores de HDL-C inferiores (56,8 vs. 67,7 mg / dl, p <0,0001) en
comparación con los controles, respectivamente. Los hombres con alopecia
androgénica mostraron significativos valores de triglicéridos altos (159,7 vs. 128,7
mg / dl, p = 0.04) los valores de colesterol total (198,3 vs. 181,4 mg / dl, p = 0,006)
y los valores de LDL-C (124,3 vs. 106,2, p = 0,0013) frente a los hombres no
alopécicas. Por lo que se ha encontrado una mayor prevalencia de la dislipidemia en
mujeres y hombres con alopecia androgénica. Los valores elevados de lípidos en
estos pacientes puede contribuir, junto con otros mecanismos, para el desarrollo de
la enfermedad cardiovascular en pacientes con alopecia androgénica.
Ø Otro estudio de Arias Santiago (57) et al. estudiaron setenta hombres, 35 con
diagnóstico de alopecia Androgenética de inicio temprano (antes de los 35 años de
edad) y 35 sujetos de control que consultaron por otras condiciones de la piel. En
ambos grupos, se estudiaron los criterios para síndrome metabólico según el Adult
Treatment Panel-III (obesidad, triglicéridos, colesterol de lipoproteínas de alta
densidad, presión arterial sistólica y diastólica, y la glucosa en la sangre), la
57
presencia de placas de ateroma y el grosor de la íntima de la carótida mediante
ecografía Doppler fueron evaluados. También se analizaron otros factores de riesgo
cardiovascular, las hormonas y los reactantes de fase aguda. Los criterios para
síndrome metabólico fueron atribuidos al 57,1% de los pacientes con alopecia
Androgenética en comparación con el 14,3% de los controles (p <0,001). 34% de
los pacientes con alopecia Androgenética tenía placas de ateroma en comparación
con el 8,6% de los controles (p = 0,018). En un análisis de correlación
independiente, la obesidad abdominal, la presión arterial sistólica, los triglicéridos,
y los niveles de glucosa en sangre fueron significativamente mayores entre los
pacientes con alopecia Androgenética. Niveles de la globulina transportadora de
hormonas sexuales y testosterona fueron similares en los dos grupos, mientras que
los niveles de insulina y aldosterona fueron mayores en los pacientes con alopecia
Androgenética (P <05). Por lo que concluyen que la alta frecuencia de síndrome
metabólico y la placa de ateroma carotídea en pacientes con alopecia Androgenética
sugiere que se debe realizar un screening cardiovascular para permitir la detección
temprana de las personas en situación de riesgo y el inicio del tratamiento
preventivo antes de que se establezca la enfermedad cardiovascular.
6.5. Asociación de la alopecia Androgenética con la hipertensión
Ø En el estudio prospectivo de Ahouansou S. (60) et al. se analizaron a doscientos
cincuenta hombres caucásicos de edades 35 a 65 años que fueron reclutados
consecutivamente por 5 médicos generales (50 por médico). Los datos recogidos
incluyen la edad, la puntuación de la alopecia androgenética con la puntuación de
un Norwood simplificado (0-4), la presión arterial o antecedentes de hipertensión
58
arterial, tabaquismo, antecedentes de diabetes mellitus o la hiperlipidemia, la
historia familiar de alopecia androgenética, y tratamiento. Chi-cuadrado, prueba
exacta de Fisher y el modelo de regresión lineal se utilizaron para el análisis
estadístico. Los resultados revelaron que la hipertensión se asocia fuertemente a la
alopecia androgenética (p <0,001). Pruebas de regresión lineal confirmaron que esta
asociación fue independiente de la edad: odds ratio (IC del 95%: 1.1 a 4.3) 2.195.
La historia familiar de alopecia androgenética también está fuertemente asociada a
la alopecia androgenética: odds ratio (IC del 95%: 4,3 a 27,1) 10.870. Otras
variables (diabetes mellitus, hiperlipidemia, el tabaquismo) no se asociaron con
alopecia androgenética. Por lo que se confirmó que la asociación de la hipertensión
y la alopecia fue independiente de la edad. Ninguna asociación se demostró por
otras variables (tabaquismo, diabetes mellitus, hiperlipidemia que representó el 40,8
%, 9,2 %, el 33% de los pacientes, respectivamente). No se observó ninguna
diferencia significativa entre los resultados de los 5 médicos.
Ø Arias-Santiago S. (69) et al. evaluaron los niveles de aldosterona y la presencia de
hipertensión arterial sistólica y diastólica en las mujeres con AAG de inicio
temprano y en controles sanos. Este estudio de casos y controles incluyó a 40
mujeres con AAG y 40 controles sanos del Departamento de Dermatología del
Hospital San Cecilio, Granada, España. Los pacientes con AAG mostraron valores
significativamente mayores de la PA sistólica (139,43 vs. 107,80 mmHg, p
<0,0001), los valores de PA diastólica (87,65 vs. 67,48 mmHg, p <0,0001) y los
niveles de aldosterona (249,55 vs. 155,14 pg ml (-1); P = 0,002) frente a los
controles, respectivamente. Se observó una correlación positiva entre los niveles de
59
aldosterona y los valores PA. Se ha encontrado una mayor prevalencia de
hipertensión en mujeres con AAG. Los valores de aldosterona elevados en estos
pacientes puede contribuir, junto con otros mecanismos, para el desarrollo de la
AAG y también pueden explicar la mayor prevalencia de la hipertensión. Un
screening de la presión arterial de las mujeres con AAG permitirá un diagnóstico
más precoz de una hipertensión insospechada y el inicio de un tratamiento
adecuado.
Ø Arias-Santiago S. (70) y colaboradores en otra de sus investigaciones realizaron una
prueba piloto con el fin de evaluar los niveles de aldosterona y la presencia de
hipertensión en pacientes con AAG y en controles sanos. Este estudio de casos y
controles incluyó a 40 pacientes con AAG y 40 controles sanos de la Dirección del
Hospital San Cecilio, Granada, España Dermatología. Los pacientes con AAG
mostraron valores significativamente más altos de presión arterial sistólica (136,23
vs. 124,10 mmHg, p = 0,01) y los niveles de aldosterona (197,35 vs. 133,71 pg ml (-
1), P = 0,007) frente a los controles. Por lo que concluyeron que los valores de
aldosterona elevados en estos pacientes puede contribuir, junto con otros
mecanismos, para el desarrollo de la AAG y también pueden explicar la mayor
prevalencia de la hipertensión.
60
Tabla 8. Resultados de los 19 artículos consultados
PRIMER AUTOR Y NOMBRE DEL ARTICULO
AÑO NUMERO DE PACIENTES
RESULTADOS ( AAG Y ECV)
Lin-Hui Su. *Association of androgenetic alopecia with mortality from diabetes mellitus and heart disease
2005 7,126 AAG moderada a severa presenta > mortalidad - RR 2,97 (1.26 a 7.1) con IC 95% para
DM (p = 0,01) - RR 2,28 (1,00-5,23) con IC 95% para
EC (p = 0,05)
Arias-Santiago Salvador. *A comparative study of dyslipidaemia in men and woman with androgenic alopecia
2010 300 AAG > dislipidemia Mujeres
- TG (123,8 vs 89,43 mg /dl) p = 0,006 - CT (196,1 vs 182,3 mg / dl) p = 0,014 - LDL-C (114.1 vs. 98.8 mg / dl) p =
0,0006 - HDL-C inferiores (56,8 vs 67,7 mg / dl)
p <0,0001 Hombres
- TG (159,7 vs 128,7 mg / dl) p = 0.04 - CT (198,3 vs 181,4 mg / dl) p = 0,006 - LDL-C (124,3 vs 106,2) p = 0,0013
Arias-Santiago Salvador. *Androgenetic alopecia and cardiovascular risk factors in men and women: a comparative study
2010 154 El síndrome metabólico (p <0,0001) 60% de hombres AAG vs 12.5%
- OR = 10,5 (3,3 a 32,5) IC 95% 48,6% de mujeres AAG vs 8,1% - OR = 10,73 (2,7- 41.2) IC 95%
Placas de ateroma (p = 0,005) 32,5% hombres AGA vs 7,5% - OR = 5,93 (1,5 a 22,9) IC 95% 27% mujeres AAG VS 8,1 % - OR = 4.19 (1,05 a 16,7) IC del 95%
Lin –Hui Su. *Association of androgenetic alopecia with metabolic syndrome in men: a community-based survey
2010 740 AAG y presencia de síndrome metabólico - OR=1,67 (1,01 – 2,74) IC 95%
AAG y componentes del síndrome metabólico - OR= 1.21 (1,03 – 1,42) IC del 95%: - HDL-C - OR=2,36,(1,41 -3,95) IC
95%: (P = 0,001)
Arias-Santiago Salvador. *Male androgenetic alopecia and cardiovascular risk factors: A case-control study
2010 70 Criterios para síndrome metabólico (p <0,001). - 57,1% AAG vs 14,3%
Placas de ateroma (p = 0,018). - 34% AAG vs 8,6% (p =0,018).
Dogramaci AC. 2009 50 GIM de la ACC
61
*Is androgenetic alopecia a risk for atherosclerosis?
- AAG severa con patrón de vs otros patrones de AAG y controles sanos (P <0,05).
- PCR/ECO/ECG fue normal en todos los sujetos. (P > 0.05)
González González José Gerardo. *Androgenetic alopecia and insulin resistance in young men
2008 80 Índice HOMA-IR elevado en AGA obesos vs controles obesos (P = 0,055)
- OR= 2,36 a 4,20 vs 1,75 a 2,73. IC 95%
Ahouansou Serge. *Association of androgenetic alopecia and hypertension
2007 250 Asociación entre la hipertensión y AAG (p < 0,001 ) .
- 82 % vs 56 % Independiente de edad - OR= 2,195(1.1 a 4.3 ) IC 95 % para la
hipertensión, Asociada AF alopecia - OR= 1,05 (1,0 a 1,088 ) IC 95 %
Mansouri Parvin. *Androgenetic alopecia and coronary artery disease in women
2005 106 AAG femenina y la EAC (p = 0.0l) - RR = 1,26)
AAG y la historia previa de IM ( p = 0,02) - RR = 1,42
Sasmaz S. *The risk of coronary heart disease in men with androgenetic alopecia
1999 76 Diferencias significativas entre Lp (a) y los niveles de TG (P <0,05).
- 47% AAG vs 30% Lp(a) > 30 mg / dl nivel crítico para la enfermedad cardíaca aterosclerótica.
Herrera CR. *Baldness and coronary heart disease rates in men from the Framingham Study
1995 2,017 Progresión de AAG vs ECV - RR = 2,4, (1.3 a 4.4) IC 95%
Progresión de AAG vs mortalidad EC - RR = 3,8, (1,9- 7,7) IC del 95%
Progresión AAG vs mortalidad por cualquier causa
- RR = 2.4 (1.5 a 3.8) IC 95% Lotufo Paulo A. *Male pattern baldness and coronary heart disease: the Physicians' Health Study
2000 22,071 Alopecia frontal y EC - RR=1,09 (0,94 a 1,25) IC 95%
Alopecia de vértice (p <0,001) - RR =1,23 (1,05-1,43) leve - RR =1,32 (1,10-1,59) moderado - RR =1,36 (1,11-1,67) grave
Alopecia de vértice en hombres vs HTA - RR = 1,79 (1,31-2,44) IC 95%
Alopecia de vértice en hombres vs colesterol - RR =2,78 (1.9 a 7.12) IC 95%
Lesko Samuel M. *Case-control study of baldness in relation to myocardial infarction
1993 1,437 Riesgo de IM y alopecia de vértice (P <0.01), - RR= 3,4 (1,7-7,0) IC 95%
62
in men Shahar Eyal. *Baldness and myocardial infarction in men: the atherosclerosis risk in communities study
2007 5,056 AAG y prevalencia IM - RR=1,28 (calvicie frontal) - RR=1,02 (calvicie vértice leve) - RR= 1,40 (calvicie vértice moderado) - RR= 1.18 (calvicie vértice grave)
Ellis Justine A. * Male pattern baldness is not associated with established cardiovascular risk factors in the general population
2001 1,219 - Los hombres alopécicos eran mayores que los no alopécicos.(P <0,0001).
- La edad se asoció con un aumentó de los niveles de factores de riesgo coronario (p <0,0001).
Yamada Tomohide. * Male pattern baldness and its association with coronary heart disease: a meta-analysis
2013 36,690 Alopecia severa para ECV - RR = 1,32 (1,08 - 1,63) IC 95%:
p = 0,008 Hombres más jóvenes + ECV + alopecia severa
- RR =1,44 ( 1,11 - 1,86) IC 95%, p = 0,006
3 estudios - calvicie vértice + ECV + gravedad de la calvicie
- vértice severa: RR = 1.48 (1.4 - 2.11) p = 0.03
- vértice moderada: RR=1,36 (1,16 -1,58) p <0,001
- vértice leve: RR =1,18 (1,04 - 1,35) p <0,001.
Alopecia frontal no se asoció con cardiopatía coronaria
- RR =1,11 (0,92 - 1,32) p = 0,28. Arias Santiago Salvador. * Hypertension and aldosterone levels in women with early-onset androgenetic alopecia
2010 80 AAG > PA sistólica - 139,43 vs 107,80 mmHg (p <0,0001)
AAG >PA diastólica - 87,65 vs 67,48 mmHg (p <0,0001)
AAG > Aldosterona - 249,55 vs 155,14 pg ml (p = 0,002)
Arias Santiago Salvador. *Elevated aldosterone levels in patients with androgenetic alopecia.
2009 80 AGA > presión arterial sistólica - 136,23 vs 124,10 mmHg (p = 0,01)
AGA niveles de aldosterona - 197,35 vs 133,71 pg ml (p= 0,007)
Ford Earl S. * Baldness and ischemic heart disease in a national sample of men
1996 3,932 Alopecia severa vs mortalidad por enfermedad isquémica del corazón
- RR= 2,51 (1.01-6.24) IC 95 % Alopecia vs incidencia de cardiopatía isquémica
- RR = 1,72 (0,96-3,08) IC 95 %
63
7. DISCUSIÓN
Los estudios analizados a lo largo de este trabajo demuestran la existencia de una relación
entre la alopecia Androgenética y la enfermedad cardiovascular, así como con los
diferentes factores de riesgo cardiovasculares. De los 19 estudios seleccionados solamente
uno no certifica esta relación, y esto puede deberse a varios causas. Ya que J. A Ellis (67)
estudió a 1200 pacientes una muestra relativamente pequeña que no marca una diferencia
significativa. Otro factor es que los pacientes se auto-examinaron su patrón de calvicie a
través un cuestionario que contenía la escala de Hamilton - Norwood, lo cual puede traer
errores en la selección de cada una de las etapas, ya que quien debe realizar el cuestionario
es un médico capacitado. Quisieron minimizar este riesgo señalando que una enfermera se
encontraba vigilando las repuestas de los pacientes, pero no era la encargada del estudio.
Para demostrar la relación con los factores de riesgo coronario incluyeron medidas de
altura, peso, presión arterial, frecuencia del pulso, colesterol total, lipoproteínas de alta
densidad, y el fibrinógeno plasmático. Como resultado es importante recalcar que
encontraron que la edad se asociaba con un aumento de los niveles sanguíneos de los
conocidos como factores de riesgo coronarios (P <0,0001). Sin embargo cuando utilizaron
la regresión múltiple para ajustar las diferencias de edad, éstos no fueron significativamente
diferentes entre los grupos. A pesar de este resultado lo único que concluyen es que la
alopecia androgenética puede no influir en los factores de riesgo cardiovasculares
conocidos. Pero no se descarta que ésta se relacione con otros mecanismos para producir
enfermedades cardiovasculares.
64
A los 18 artículos restantes se les dividió de acuerdo a los vinculados con la enfermedad
cardiovascular y a los que se relacionaban con los factores de riesgo cardiovascular. Dentro
de éstos se expone como principal factor de riesgo, la conexión entre la alopecia
androgénica y la hipertensión mediante los estudios de Arias – Santiago y colaboradores
(69,70) en los cuales evaluaron los niveles de aldosterona y la presencia de hipertensión
arterial en dos estudio de casos y controles. Ellos obtuvieron como resultado que los
pacientes con AAG mostraban valores significativamente más altos de presión arterial
sistólica y de aldosterona frente a los controles. Por lo que concluimos que por algún
mecanismo que aún no se conoce la AAG aumenta los valores de aldosterona y éstos
pueden contribuir junto con otros procesos a la hipertensión y por consecuencia al
desarrollo de la enfermedad cardiovascular.
Arias-Santiago y otros (54) también estudiaron la relación de la alopecia androgenética y la
dislipidemia, a través de un estudio pequeño de 300 pacientes a los que se evaluó el grado
de alopecia y el perfil lipídico tanto en hombres como en mujeres. Se obtuvo como
resultado que las mujeres con alopecia androgénica mostraron valores de triglicéridos altos,
de colesterol total, de LDL-C y de HDL-C bajos en comparación con los controles. En los
hombres con alopecia androgénica los valores fueron similares, los niveles elevados de
triglicéridos, de colesterol total y de LDL-C frente a los hombres no alopécicos.
Demostrando así una mayor prevalencia de dislipidemia en mujeres y hombres con
alopecia androgénica, pero al ser una muestra poco significativa no se puede afirmar del
todo, por lo que añadimos otros estudios que abordaban este tema. Al igual que con la
hipertensión, este hallazgo de dislipidemia en estos pacientes, contribuye al análisis de la
65
relación y el desarrollo de la enfermedad cardiovascular en sujetos con alopecia
androgénica.
Más adelante para estudiar este mismo tema este autor (57) evaluó la presencia de síndrome
metabólico, incluyendo el perfil lipídico en los pacientes con AAG, y la presencia de placas
de ateromas en la carótidas. Lamentablemente solo se tomaron 70 pacientes, pero con este
proyecto se logró demostrar una posible causa para la presencia de episodios
cardiovasculares en individuos con AAG. Sus resultados fueron importantes, los criterios
para síndrome metabólico fueron atribuidos al 57,1% de los pacientes con alopecia
androgenética en comparación con el 14,3% de los controles, y un 34% de los pacientes
con alopecia androgenética tenía placas de ateroma en carótidas en comparación con el
8,6% de los controles. De esta manera se identifica una alta frecuencia de síndrome
metabólico y de placa de ateroma carotídea en pacientes con alopecia androgenética.
Indicando un mecanismo en la cual la dislipidemia en los pacientes con AAG puede
producir enfermedad cardiovascular y se inicia la recomendación de un screening carotídeo
para permitir la detección temprana de esta patología.
Otros factores de riesgo que también se estudiaron en los pacientes con AAG, fue la
resistencia a la insulina, investigada por González (59) e investigadores, en una muestra de
160 pacientes a los cuales los clasificaron por su gravedad de alopecia y midieron la
glucosa, la insulina en suero, el índice HOMA-IR, el perfil de lípidos y los niveles de
andrógenos, así como los criterios de síndrome metabólico. Sus resultados más relevantes
fueron la presencia de un índice HOMA-IR, hipertensión y una historia familiar de AAG
significativamente mayor en los casos que en los controles. Estos resultados evidencian que
la AAG está ligada a varios factores de riesgo como la resistencia a la insulina que forma
66
parte del síndrome metabólico. Este estudio demuestra una vez más la relación entre AAG
y el síndrome metabólico, al ser una población pequeña se complementa con otros artículos
que tratan el mismo tema y sugiere que cuando nos enfrentemos a estos pacientes se debe
investigar la presencia de síndrome metabólico o resistencia a la insulina, para evitar
futuras complicaciones cardiovasculares.
Todos los factores antes analizados forman parte del síndrome metabólico, y es por esto
que se ha investigado más a fondo la injerencia de éste en los pacientes con AAG. Uno de
los más relevantes es el Su Lin-Hui. (53) y et al. quienes estudiaron una muestra total de
7.252 sujetos de 30 a 95 años y con un seguimiento a cinco años para determinar la causa
de la muerte. Lo que se buscaba era determinar la muerte por enfermedades como DM y
trastornos cardiovasculares en los pacientes con AAG. De los 7.126 sujetos, hubo 70
muertes por DM y enfermedad cardíaca durante el período de seguimiento de 57 meses.
Los sujetos con moderada a severa AAG vs. los pacientes con AAG normal o leve
presentaron un riesgo significativamente mayor de mortalidad por DM y enfermedades
cardiovasculares. En este estudio se tomó en cuenta además la severidad de la alopecia y
su relación con los factores de riesgo. Al tener una muestra grande, su conclusión fue muy
relevante ya que demostró que la AAG es un predictor independiente de mortalidad por
DM y enfermedades cardiovasculares en ambos sexos. Es decir la AAG podría considerarse
un marcador de otros factores de riesgo de DM y enfermedades coronarias, pero no una
causa directa. Lo que se demostró fue que la prevención o curación de AAG no tendría
ningún impacto en el riesgo de mortalidad por DM o enfermedad cardíaca. Sin embargo, la
presencia de AAG podría ser utilizado para identificar a los individuos susceptibles que
podrían beneficiarse de intervenciones preventivas en los factores de riesgo de DM y
67
enfermedades coronarias, tales como los niveles de tabaquismo, colesterol, glicemia y
presión arterial. En conclusión, la AAG se puede considerar un indicador importante de
mayor riesgo de mortalidad por DM y enfermedades cardiacas. Este hallazgo trae
implicaciones importantes para la práctica médica, ya que se debe identificar los factores de
riesgo para DM y enfermedades cardiacas en pacientes con AAG moderada o grave, para
evitar consecuencias fatales.
Otro estudio de síndrome metabólico es el de LH Su y Chen TH (56) quienes tomaron una
población de 740 sujetos con edades entre 40 a 91 años a la cual se la clasificó con la
escala de Norwood para evaluar el grado de pérdida de cabello, también vigilaron los
componentes del síndrome metabólico. Lo que se obtuvo fue que las lipoproteínas de alta
densidad (HDL-C) elevadas son el factor más importante asociado con la AAG. Esta
asociación significativa entre la AAG, el síndrome metabólico, y sus componentes el HDL-
C se encontró que era de particular importancia. Este hallazgo podría tener implicaciones
importantes para la identificación del síndrome metabólico en pacientes con AAG
moderada o grave al momento del tratamiento de esta patología. Además con este valor lo
que nos muestra es que todo va ligado a los factores de riesgo cardiovascular, y que la AAG
está ligada al colesterol o dislipidemia por algún mecanismo desconocido.
El investigador antes mencionado Arias Santiago S (55) y otros también demostraron la
relación con el síndrome metabólico. Aunque con una población pequeña de 154
participantes, se evidenció la presencia de síndrome metabólico en el 60% de los pacientes
masculinos con AAG y en un 48,6% de las pacientes con AAG. Observaron además la
presencia de placas de ateroma en el 32,5% de los pacientes masculinos con AAG y en un
27% de las pacientes con AAG. Los niveles de aldosterona y de insulina fueron
68
significativamente mayores en los pacientes hombres y mujeres con AAG en comparación
con sus respectivos sujetos de control. Los valores medios de fibrinógeno fueron
significativamente mayores en los pacientes varones con AAG, mientras que los valores de
fibrinógeno, proteína C-reactiva, y dímero-D fueron significativamente mayores en
pacientes mujeres con AAG frente a los controles. Por lo que se demuestra una vez más
ahora en una muestra pequeña que no solo el síndrome metabólico es prominente en estos
pacientes, sino que marcadores de inflamación como la proteína C reactiva también se
encuentran y pueden ser parte de la fisiopatología de las de placas ateromatosas junto con la
dislipidemia. Llegándose a concluir nuevamente que la determinación de los componentes
del síndrome metabólico y el estudio de ultrasonido de las arterias carótidas son útiles
métodos de cribado para detectar el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular en
pacientes de ambos sexos con AAG de inicio temprano.
En los artículos antes mencionados solamente se estudiaron los factores riesgo y la AAG y
sus diferentes grados de severidad. Pero en otros estudios también se incluyeron la
localización de la alopecia en relación a la enfermedad cardiovascular y se les discute a
continuación.
Domagraci y colaboradores (58) realizaron un estudio con 50 pacientes varones con AAG y
31 controles sanos, emparejados por edad y sin alopecia. La AAG se clasificó de acuerdo a
la escala de Hamilton-Norwood. Se realizaron diversos estudios de laboratorio como:
lípidos en suero, proteína C reactiva, testosterona total y sulfato de dehidroepiandrosterona,
y ecografía carotídea para medir el índice de grosor de la intima media de la carótida
(IMT) y de las arterias carótidas comunes (CCA), ecocardiograma (ECHO) y
electrocardiografía de esfuerzo (ExECG). Obtuvieron que el grosor de la intima media
69
(IMT) de la CCA era significativamente mayor en pacientes con AAG severa con patrón de
vértice en comparación con los pacientes con otros patrones de AAG y con los controles
sanos (P <0,05). Sin embargo la proteína C reactiva en pacientes con cualquier tipo de
AAG no fue significativamente diferente de los controles sanos (P> 0,05). El
ecocardiograma y electrocardiograma fueron normales en todos los sujetos. Así concluyen
que el patrón de vértice de AAG grave debe considerarse como un factor de riesgo de
aterosclerosis subclínica. A partir de este estudio relacionamos los factores de riesgo antes
mencionados con un tipo de AAG, sin embargo no conocemos porque el patrón de vértice
está más relacionado con estos factores de riesgo, pero puede ayudar en la práctica clínica
con la identificación de los sujetos en riesgo.
Respecto a este tema Mansouri (61) et al. realizaron un estudio en 106 mujeres menores de
55 años, de las cuales se analizaron el informe de la angiografía.
Ellos demostraron la presencia de alopecia androgenética en un 29% los pacientes con
enfermedad coronaria y en 11% de los pacientes sin CAD. Este estudio es una de las pocas
investigaciones sobre la asociación de AAG y CAD en mujeres. En cuanto a la correlación
estadísticamente significativa entre la AAG femenina y CAD, entre AAG y la historia
previa de infarto de miocardio, sugiere que la alopecia androgenética femenina también se
podría considerar como un posible marcador de mayor riesgo de eventos de CAD, al
igualmente que en los hombres no sabemos porque mecanismo aunque es sugerente que los
andrógenos participen dentro de este proceso.
Con respecto a la dislipidemia, a parte del colesterol, SM Sasmaz (62) et al. encontraron la
presencia de Lpa en estos pacientes. Ellos desarrollaron un estudio de casos y controles con
una muestra de 41 hombres con patrón de alopecia androgenética tipo vértice y 36
70
controles. El objetivo era estudiar la relación entre la AAG y la enfermedad coronaria
determinando la relación que existe con los parámetros lipídicos. Dentro de sus resultados
lo más importante fue la presencia de lipoproteínas de suero (a) y los niveles de
triglicéridos entre los grupos de estudio con alopecia de vértice en comparación con los del
grupo control (P <0,05). Cuarenta y siete por ciento de los pacientes tenían una
lipoproteína (A) con un nivel mayor de 30 mg / dl, más alto que el nivel crítico para la
enfermedad cardíaca aterosclerótica. Con esto queda en evidencia la relación que existe
entre la dislipidemia y la AAG de vértice en los pacientes y de aquí se derivan los diversas
enfermedades cardiovasculares que se han visto en estos pacientes.
Posteriormente analizamos el estudio de CR Herrerra (63) y colaboradores, quienes
evaluaron la relación entre la extensión y progresión de la alopecia y la enfermedad
coronaria. A través de una muestra de 2.017 hombres de Framingham Massachusetts, a los
cuales se los clasificó en cuanto a número de áreas alopécicas y el tiempo de progresión, de
acuerdo a la aparición de eventos cardiovasculares a lo largo de 30 años. Los más relevante
fue que la progresión de la alopecia se asociaba con la aparición de enfermedades
coronarias. Por lo que concluyeron que los hombres que pierden rápidamente el cabello del
cuero cabelludo tienen un mayor riesgo de cardiopatía coronaria que los hombres que lo
pierden con menor rapidez. Este efecto se observó con las enfermedades cardiacas y los
eventos cardiovasculares, independientemente de la morbilidad o la mortalidad. Este
análisis fue más completo que los estudios antes presentados, debido a que se utiliza un
diseño de cohorte prospectivo, tuvo un período de seguimiento de 30 años, y ajustado para
los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.
71
Latufo PA (64) y colaboradores realizaron un estudio con una muestra grande de 22.071
médicos de sexo masculino, entre los 40 y 84 años. De éstos, 19.112 eran libres de
cardiopatía coronaria al inicio del estudio y completaron un cuestionario a los 11 años de
seguimiento en relación con su patrón de pérdida de cabello a la edad de 45 años. Durante
los años de seguimiento, se documentaron 1.446 casos de enfermedad coronaria en esta
cohorte. Como resultados se obtuvieron que los hombres con alopecia de vértice estaban
fuertemente asociados con el riesgo de enfermedad coronaria entre los hombres con
hipertensión. Esta asociación entre la alopecia de vértice y la enfermedad coronaria se
correlaciona con los estudios antes mencionados, pero con una muestra grande, que
demuestra lo estudiado previamente.
El estudio de Lesko SM (65) et al. es uno de los estudios más representativos de este tema.
Ellos llevaron a cabo un estudio con hombres admitidos en un hospital que presentaron un
primer episodio de infarto de miocardio no fatal (n = 665), y los controles fueron hombres
ingresados en los mismos hospitales con diagnósticos no cardíacos (n = 772). El grado de
la alopecia se evaluó mediante la Escala de Hamilton; y otra información importante se
obtuvo mediante entrevista personal. Entre los controles, la prevalencia de cualquier
alopecia era 34%, mientras que la prevalencia de la alopecia que implica el vértice era 23%.
Ellos demostraron que la existencia de la relación entre la alopecia de vértice y el infarto de
miocardio en hombres menores 55 años.
Shahar E. (66) y colaboradores examinaron una muestra de 5.056 hombres de entre 52 a 75
años, de los cuales 767 tenían un historial de MI. Los cuales observaron que la alopecia de
vértice está fuertemente asociada con el incidente de Infarto de Miocardio (MI). Los
resultados obtenidos fue la presencia de infarto de miocardio fue de 1,28 (frontal), 1,02
72
(vértice leve), 1,40 (vértice moderado), y 1.18 (vértice severa). Los autores también
examinaron la relación entre la alopecia y el patrón de espesor de la íntima-media de la
carótida, como una medida de la aterosclerosis, pero no encontraron diferencias entre
ambos grupos. Sin embargo ellos concluyeron en este estudio que los hombres con este
patrón de alopecia no representan un patrón sugerente de factor de riesgo para el infarto de
miocardio o la aterosclerosis asintomática, pero no descartan su relación.
Yamada T. (68) y colaboradores a través de un metanálisis de 6 estudios observacionales
con una de las muestras más grandes, buscaron la relación entre las enfermedades
cardiovasculares y la alopecia. El análisis de los hombres más jóvenes (<55 o ≤ 60 años)
mostró una asociación similar de CHD con alopecia severa. En tres estudios que emplean la
escala de Hamilton modificada, la calvicie de vértice se asociaba con las enfermedades
cardiovasculares. Y la relación dependía de la gravedad de la alopecia. Sin embargo, la
calvicie frontal no se asoció con cardiopatía coronaria. Por lo que concluyeron que la
alopecia de vértice se asocia con un mayor riesgo de cardiopatía coronaria. También
añadieron la asociación con la enfermedad coronaria depende de la gravedad de la calvicie
de vértice y de la edad. Lo que corrobora los estudios anteriores que mostraban esta
asociación pero con una muestra más pequeña.
Finalmente Ford ES. (71) et al. estudió la asociación positiva que existía entre los hombres
con alopecia androgenética y la enfermedad cardiaca isquémica, con una población de
3.932 hombres de entre 25 a 76 años que tenían los datos completos, durante un período
medio de seguimiento de 14 años. Entre 2.019 hombres que tenían menos de 55 años de
edad al inicio del estudio (61 murieron y 239 presentaron eventos de enfermedad cardiaca
isquémica), por lo que asoció la alopecia severa con la mortalidad por enfermedad cardiaca
73
isquémica. Sin embargo no encontró relación dosis-respuesta con grado de alopecia.
Aunque estos resultados son templados por la ausencia de información sobre el tipo de
alopecia (frontal o vértice), proporcionan apoyo a estudios anteriores que indican patrón de
AAG antes de la edad de 55 años puede estar por algún mecanismo relacionado con la
enfermedad cardiaca isquémica.
En resumen Lotufo et al (64) mostró una asociación entre la gravedad de la alopecia y la
enfermedad cardíaca coronaria. Este estudió apoyó una serie de estudios que anteriormente
han indicado que la alopecia androgenética puede ser un factor de riesgo para la
enfermedad cardiovascular. Un estudio de casos y controles por Lesko et al. (65) sugirió
que la calvicie en la coronilla o vértice del cuero cabelludo se asocia con el infarto de
miocardio, finalmente el estudio Framingham Heart (63) mostró además una asociación
entre la progresión de la pérdida del cabello y la enfermedad coronaria en los hombres
menores de 55 años. Ford a través de la encuesta Nacional de Salud y de Nutrición
descubrió un vínculo entre la calvicie severa y la mortalidad por enfermedad coronaria.
Domagraci (58) demostró que los pacientes con AAG con patrón de vértice presentan
factor de riesgo de ateroesclerosis por lo que sugiere la medición del IMT de las carótidas
comunes como un método de diagnóstico no invasivo y preventivo. Sazmas (62) concluye
que la dislipidemia está claramente relacionada con la AAG, especialmente la lipoproteína
(a). Shahar E. (66) y colaboradores observaron que la alopecia de vértice está fuertemente
asociada con el incidente de Infarto de Miocardio. Yamada T. (68) concluyó que la calvicie
vértice podría estar más estrechamente relacionada con la aterosclerosis.
74
Aunque estos estudios sugieren una asociación entre la enfermedad cardiovascular y la
alopecia androgenética, los mecanismos por el cual se produce todavía sigue siendo
desconocido. Aunque lo más lógico a lo que se le atribuye son los andrógenos debido a que
la alopecia androgenética es de naturaleza andrógeno –dependiente.
Respecto a cómo se produce esta relación todo se enfoca a los andrógenos. El desarrollo de
la alopecia requiere la hormona sexual masculina, la testosterona. La literatura sugiere
varias posibles explicaciones para los vínculos entre la AAG, las enfermedades
cardiovasculares y la testosterona puede ser uno de esos enlaces. La relación tabaquismo-
testosterona también es una posible explicación de este enlace. Un aumento en los niveles
de testosterona se ha demostrado estar presente en aquellos que fuman. Sin embargo otros
estudios no han encontrado ninguna relación entre los niveles séricos de testosterona y la
alopecia, por lo que se propone que los folículos del cuero cabelludo aumentan su
sensibilidad a la testosterona y es por eso que se produce. Otros la relacionaban con el
óxido nítrico pudiendo ser otra posible relación entre la calvicie y las enfermedades
coronarias.
75
8. CONCLUSIÓN
La alopecia androgenética, la enfermedad cardiovascular y sus factores de riesgo coronarios
están íntimamente relacionados. Esta asociación con las enfermedades cardiovascular se
presentan en ambos sexos, pero dependen de la severidad de la alopecia, del tipo de patrón
alopécico (vértice) y de la edad de aparición.
A partir de lo concluido recomendamos que cuando nos enfrentemos a un paciente con
alopecia androgénica con patrón de vértice y de inicio temprano, se realicen métodos de
cribado laboratoriales y estudios carotídeos en búsqueda de alteraciones para la
identificación de sujetos en riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Aunque está relación ha sido demostrada mediante varias evidencias científicas se necesita
de más estudios al respecto y así determinar el mecanismo por el cual se produce.
76
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10. AGRADECIMIENTOS
A nuestras familias que a pesar de la distancia siempre han demostrado su apoyo
constante e incondicional.
Y a todas las personas que de una u otra manera han contribuido para la realización de
esta tesina.
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