Post on 15-Jan-2015
1 JUAN 3:1-10
LOS SIMULADORES
INTRODUCCION
El departamento del tesoro de los Estados Unidos tiene un grupo especial cuya tarea es identificar a los falsificadores, ellos deben conocer un billete falso cuando lo ven.
Se familiarizan tanto con los billetes auténticos que los pueden identificar tan solo mirándolos o simplemente palpándolos.
En vez de enumerar las características malvadas de los hijos del diablo, las Escrituras nos dan una clara descripción de los hijos de Dios.
El contraste es evidente.
Un hijo de Dios practica la verdad
y ama a los hermanos
Un hijo de Dios practicara la justica
y amará a los hermanos porque es
Nacido de Nuevo
El cristianismo si es un estilo de vida.
Dios espera que un verdadero creyente peque menos y no lo haga habitualmente.
El pecado no era una práctica en sus vidas, fueron incidentes en sus vidas.
Un creyente falso puede hablar de Dios e involucrarse en “actividades religiosas” pero no conoce a Dios realmente.
TRES RAZONES PARA VIVIR UNA VIDA
SANTA
I. Dios el padre nos ama (1-3)
El amor de Dios hacia nosotros es único.
Hijo de Dios no es solamente un nombre llamativo que llevamos, es una realidad.
El versículo uno nos dice lo que somos (hijos de Dios).
Y el versículo 2 nos dice lo que seremos (semejantes a El).
El versículo 3 nos dice lo que deberíamos ser (puros).
Un incrédulo que peca es una criatura pecando contra su creador.
Un creyente que peca es un hijo pecando contra su padre.
El incrédulo peca contra la ley.
El creyente peca contra el amor.
“El temor de Jehová”
TRES RAZONES PARA VIVIR UNA VIDA
SANTA
II. Dios el Hijo murió por nosotros
(4-8)
Para quitar nuestros pecados (4-6).
Para deshacer las obras del diablo (7-8).
Si un hijo de Dios peca indica que no entiende ni aprecia lo que Jesús hizo por él en la Cruz.
1.Cristo apareció para quitar
nuestros pecados (4-6)
“Todo lo que no proviene de fe es pecado” (Romanos 14:23).
“El pensamiento del necio es pecado” (Proverbios 24:9).
“Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (Santiago 4:17).
“Toda injusticia es pecado” (1 Juan 5:17).
Los pecados son el fruto, pero el pecado es la raíz.
Instrucciones para su familia
Somos rebeldes cuando colocamos nuestra voluntad por encima de la Voluntad de Dios.