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Parranda de San Pedro: «La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será» Eduardo Galeano
29 de junio 2015 Nº 043
El San Pedro de mi tierra es un santo milagroso. Gracias al esfuerzo de los cultores y cultoras y el impulso del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, la Parranda de San Pedro es una festividad venezolana que es enaltecida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La verdad recorre tantos vericuetos que cuesta mucho encontrarla. Tampoco es que importe mucho dar con ella porque, definitivamente, hay tantas verdades como gente existe. Muchas veces eso es lo que ocurre con nuestras tradiciones: cada quien le va incorporando elementos de su propia cosecha manteniendo el origen común.
Buenas tardes, doy señores/ buenas tardes vengo a dar. Un saludo tan sencillo como ese marca la apertura de una gran parranda. Parranda que se inicia en tiempos coloniales y que sigue bailándose con levita, pumpá y cotizas hasta nuestros días por las calles de Guatire y Guarenas.
29 de junio 2015
Nº 043 Parranda de San Pedro
Es decir de nuestros cultores y cultoras que Rosa Ignacia temblaba de calentura. Su madre, la Negra María Ignacia, la bañaba con sus lágrimas más la fiebre no cedía. Se aferró entonces a su fe (¿a cuál deidad sería que realmente imploraría?). San Pedro Apóstol (¿o, más bien, San Pedro Claver?) fue el santo colonialmente aceptable para hacer pasar al verdadero frente a las narices del amo. Lo cierto es que ningún santo hace milagros sin la participación activa de la gente movida por la fe.
En tiempos de la Colonia, en nombre de la Corona de España, muchas personas fueron “cazadas” cual si de fieras se tratara en las sabanas africanas. Fueron esclavizadas, despojadas de sus bienes, desarraigadas de sus territorios, mutiladas de sus familias y transportadas al continente americano para ser obligadas a trabajar en indignas condiciones. Las hacinaron en barracas, les alimentaron con bazofias, maltrataron sus cuerpos y humillaron sus almas. Olor de orín y sudor se mezcla en el aire, se impregna en la piel. ¿Cómo no habría de enfermarse entonces Rosa Ignacia? Extraño es que el par de “tucusitos”, sus hermanos mayores, no hubiesen muerto antes de disentería, malaria, fiebre amarilla, tuberculosis o cualquier otra endemia propia de la pobrería.
Cuentan que el patrón, dueño de los trapiches y cantones ubicados en los ahora municipios Plaza y Zamora del estado Miranda, era devoto de San Pedro. El patrón tiene consigo las llaves de los grilletes. Cuando se aproxima se sabe su talante por el canto del manojo metálico: no en balde la negritud ha tenido que aprender el lenguaje de los candados para sobrevivir.
En ese ambiente fue que María Ignacia hizo su promesa al Santo: cada 29 de junio bailaría con sus hijos e hija como agradecimiento por haber curado a ésta última. Al pasar de los años, María Ignacia enfermó y murió. Su esposo se vistió de mujer y continuó pagando la promesa. Es por ello que la Parranda de San Pedro está presidida por un hombre que se viste de mujer luciendo largas trenzas y vestido de blondas, encajes y flores; en sus brazos lleva una muñeca de trapo que representa a la pequeña Rosa Ignacia.. A su lado danzan un par de niños impúberes vestidos con trajes amarillo y rojo, semejantes al de los arlequines mientras una corte de varones con la cara embetunada manchada de negro-humo que se visten con levita y alpargatas. Uno de ellos porta un pequeño nicho en cuyo interior reposa la estatuilla de San Pedro rodeado de flores.
El 5 de diciembre de 2013, el Comité Intergubernamental de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Inmaterial de la Unesco hizo público su veredicto desde la ciudad de Bakú, capital de Azerbaiyán: la Parranda de San Pedro se uniría a la Festividad de los Diablos Danzantes. Los hombres y las mujeres se emparrandan, forman un jolgorio alrededor de una madre feliz tras la recuperación de su hija. Pueblo de piel oscura y claro espíritu labrado con la gubia de la fidelidad.
Mientras en Venezuela estamos de fiesta con las comunidades afrodescendientes, en EEUU la cultura afrodescendiente muere en los templos de Charleston. Hay un sistema al que le chillan las bisagras. Se pierde entre expedientes y la impunidad corre a borbotones. Este próximo 29 de junio, Día de la Parranda de San Pedro, nuestras cotizas se solidarizan con los familiares de las nueve personas que el 17 de junio se suman a las víctimas de los crímenes de odio, manifestación contemporánea de la depravación imperialista.
Desde el Ministerio del Poder Popular para la Educación te
invitamos a celebrar la Parranda de San Pedro. Para ello
sugerimos realizar junto a las y los estudiantes alguna de las
siguientes actividades. 1.- Luego de reivindicar la historia de María Ignacia, su esposo , sus dos
hijos, su hija y la comunidad esclavizada en los trapiches de Guarenas y
Guatire, organiza una Parranda de San Pedro y sal a bailar al santo por
las calles de tu vecindario.
2.- La cultura afrovenezolana es aquel segmento de la diversidad cultural
venezolana formada por las distintas expresiones musicales, culinarias,
bailes, técnicas de trabajo, arquitectura tradicional, conocimientos
tecnológicos, religiosos, valores sociales, elementos lingüísticos, traído por
los africanos esclavizados y esclavizadas durante la época colonial
venezolana. Conforma grupos y con ellos elabora un catálogo de dichas
expresiones cada una de las cuales se incorporarán a la planificación del
próximo año escolar en tu institución educativa. 3. En el año 2009, con el apoyo del Fondo de Naciones Unidas para la
Infancia, cerca de 100 niños y niñas de escuelas públicas de los estados
Carabobo, Miranda, Vargas, Yaracuy y Zulia se involucraron en un proceso
formativo sobre técnicas de creación literaria, fortalecieron el
autorreconocimiento como afrodescendientes y expresaron en cuentos y
relatos sus historias, tradiciones y vivencias que fueron cmpilados en una
publicación llamada “Voces con sabor y corazón”. Solicita esta publicación
y léela junto a tus estudiantes. (Para más información, comunícate con Fanny Lomelli
Mazzoleni, Consultora de Comunicaciones de UNICEF Venezuela, e-mail: flomelli@unicef.org,
telfs: + 58 212 285.8362/287.0622/284.5648.)